Estamos los teóricos complicando la vida a los

Anuncio
Ponencia presentada en el
Congreso Internacional de Comunicación Estratégica
CICE 2013
Benemérita Universidad de Puebla, México
¿Estamos los teóricos complicando la vida a los
profesionales?
Rafael Alberto Pérez Universidad Complutense de Madrid Foro Iberoamericano Sobre Estrategias de Comunicación TBP Consulting Academic Committee WPRF 2014 “Para mí la aventura del pensamiento estratégico es
inseparable de la aventura del pensamiento complejo.
Y es cada vez más importante en los tiempos actuales
pensar y elaborar una estrategia para enfrentarlos.””
Édgar Morin
AVANT- PRÓPOS
Por tercer año consecutivo tengo la satisfacción de acompañarles a Vds. aquí en el
CICE. En mis anteriores intervenciones he intentado poner un poco de orden en
temas conceptuales. Hoy, fiel al subtitulo de esta convocatoria “de la teoría a la
práctica” voy a centrar mi intervención en la relación entre los avances teóricos y la
práctica profesional de la comunicación estratégica. En concreto, quisiera provocar
una reflexión sobre dos cuestiones (1) hasta qué punto las recientes aportaciones
sobre comunicación estratégica - muchas de ellas realizadas desde el pensamiento
complejo- pueden cambiar a mejor nuestra manera de dirigir las organizaciones y de
relacionarnos con nuestros públicos e interlocutores. Y (2) en qué medida ayudan o
complican la vida a los profesionales.
Es evidente que esta relación que acabo de plantear en términos cooperativos“cambiar a mejor”, “ayudar”- entre nuevas la teorías sobre comunicación estratégica y
su práctica profesional se sitúa dentro de otra más amplia que ha llegado a nosotros
con una lectura conflictiva o, al menos, muy tensionada: la relación teoría-práctica.
El hecho de que en el propio título de este Encuentro se haya incluido una referencia
al binomio teoría/práctica avala el tema que hemos elegido, pero mi propuesta es que
invirtamos el punto de mira y, en vez estudiar estos procesos “… de la teoría a la
práctica” tal y como nos sugiere la rúbrica del CICE 2013, los veamos desde el
ángulo opuesto: desde las exigencias que la práctica profesional plantea a la
teoría. Quisiera pensar que este cambio de perspectiva nos pueda servir para
abrirnos a otras lecturas y conclusiones.
(I) DOS APUNTES PREVIOS
1.- El dilema del boxeador
”La pensée est toujours une pensée en dialogue.
L´home est un animal querens et loquens,
et ne peut pas exister sans la vie dialogique».
Constantin von Barloewen
Les propongo un juego. Es una versión particular del dilema del prisionero. Nos
permite comprobar hasta qué punto podemos reconvertir un juego conflictivo- de suma
cero- en otro cooperativo- de suma positiva. Más en concreto, como un debate de
ideas aparentemente enfrentadas se convierte en un juego cooperativo. ¿Y por qué
del boxeador? ¿No veo nada de cooperativo en un combate de boxeo? Bueno, se
trata de ver los beneficios de la cooperación donde otros solo ven conflicto. Piensen
que el boxeador es un Sr. que se sitúa en el ángulo opuesto y sirve para que ambos
nos demos golpes y al hacerlo la gente se divierte y todos (incluidos los entrenadores,
los asistentes y los organizadores). Si, es cierto, unos más que otros, pero esa en los
juegos de suma distinta de cero lo importante es que la suma del conjunto sea
positiva.
El dilema del boxeador puede parecer un juego raro pero lo practicamos todos los
días cuando dialogamos e incluso, como nos recuerda el antropólogo Constantin von
Barloewen, cuando pensamos. Hoy lo que les pido es que traten de imaginarse que
mañana el Director de Comunicación (DIRCOM) de la organización viene y les dice:
“Maestro, su teoría me parece buena pero no es conveniente. Difícil de entender
y aún más de ejecutar. La verdad es que Vds. los teóricos se empeñan en
complicarnos la vida”.
Sin duda, no sería esta la mejor manera para comenzar el día. En una sola frase nos
habrían planteado dos cuestiones a cual más incomoda:
(a)
Si una teoría puede ser válida pero no conveniente.
(b)
Si los teóricos, además de aportar teorías válidas de los fenómenos
estudiados tenemos que aspirar a que estas sean de fácil manejo y aplicación
Lo primero que salta a la vista es su discutible pertinencia ¿tiene sentido hablar de
teorías convenientes y de teorías facilitadoras? Cualquier científico duro se habría
escandalizado. Las teorías son falseables o no; verificables o no; aceptadas por la
comunidad científica o no. ¿Pero eso de hablar de teorías convenientes e
inconvenientes, facilitadoras y complicadoras?
Fue Meter Drucker quien dijo que “The most serious mistakes are not being made as a
result of wrong answers. The truly dangerous thing is asking the wrong questions”
¿Es esta una pregunta errónea? Sabemos que la forma en que expresamos un
problema aunque parezca torpe sirve muchas veces para destapar problemas o
aspectos hasta entonces soterrados. ¿Y si eso mismo estuviese ocurriendo
también aquí? ¿Y si lo “conveniente” expresase el deseo de provocar una reflexión
sobre las virtudes de lo sencillo y así resucitar la afilada navaja de Guillermo de
Occam? ¿Y si la “facilidad” y la “aplicabilidad” sirviesen para recordarnos estos son
tiempos de apps. Que vivimos en tiempos digitales en que todo ha de ser on line, in
time e in move.
No sería la primera vez que palabras aparentemente inadecuadas desvelasen claves y
perspectivas ocultas. Situarnos por un rato en el ángulo opuesto, y tratar de ver la
cuestión desde una perspectiva diferente- en vez de enfrentarnos a ella- puede ser
muy útil para mejorar nuestras propias ideas al respecto. Con esa expectativa in mente
les sugiero que me acompañen en esta reflexión.
¿Y si, en vez de facilitar la práctica con nuestras explicaciones lo que realmente
estuviésemos haciendo “los teóricos” es complicar y dificultar el ejercicio
profesional? Si esta pregunta obtuviese una respuesta afirmativa podría significar que
llevo más de una década trabajando en la dirección equivocada. La verdad, no lo creo
y me fastidiaría mucho que así fuese, pero un mínimo deber de honestidad intelectual
me obliga a plantearlo. Y qué mejor sitio que aquí en el CICE y en voz alta, donde
todos Vds. pueden darme o quitarme la razón.
Tan solo recordarles que este juego tiene una única regla: si yo estoy dispuesto a
dudar de mis convicciones, Vds. también tienen que hacer lo mismo y estrar
dispuestos a cuestionarse sus propios puntos de vista.
2.- Una neutralidad imposible
De mi maestro James Buchanan (Premio Nobel de Economía 1986 1) aprendí que
todo autor escribe desde un cierto número de premisas y de asunciones que
constituyen su substrato ideológico y que son irrenunciables para él. Francisco Varela
(1988) me ayudó a completar esta idea al hacerme ver con sus escritos que uno
puede tratar de ser objetivo sin, por ello, pretender ser neutral: “Esta tarea no puede
ser neutra: se tiene que hacer desde la perspectiva de alguien, preferentemente de
una parte interesada que hable de una actividad de la cual participa”.
Fiel a ese legado, en todas mis charlas y escritos no trato tanto de tener razón como
de exponer “mis” razones; no pretendo ser neutral sino objetivo y al inicio de mis
intervenciones suelo descubrir mis presupuestos de partida. De esta forma la
audiencia se podrá ver defraudada pero nunca traicionada.
Respecto al tema que hoy nos concierne, esa “confesión” pasa por reconocer que:
§ Me considero un teórico-práctico (50 años de profesional y 40 de docente en
comunicación estratégica organizacional).
§ He experimentado de primera mano las ventajas de armonizar teoría y
práctica (y cuando digo armonizar me refiero tanto a iluminar la práctica desde
una teoría que la soporte, como a teorizar pensando en su futura utilidad
aplicada y profesionalizada). Cuando eso se hace el saber se vuelve útil.
§ Para mí no hay nada más práctico que una buena teoría
§ La comunicación estratégica reúne en una sola categoría ambas virtudes
§ El pensamiento estratégico permite, además, armonizar elementos hasta
ahora poco compatibles
No es por casualidad que mi frase favorita sea “Piensa como un hombre de
acción, pero actúa como un hombre de pensamiento" de Henri Bergson.
Ya conocen mis cartas. Como ven no soy neutral. Si me estuviesen seleccionando
para miembro de un tribunal en un juicio penal, deberían rechazarme, pero esto es una
charla y solo pretendo ser objetivo. Vds. juzgarán al final si realmente lo he sido.
(II) LA COMUNICACIÓN ESTRATÉGICA Y SU ENTORNO
3.- La extraña pareja
1
Padre de la public choice theory, Buchanan tuvo la gentileza de atender una petición mía y escribir un texto sobre
comunicación que figura como una de las tribunas de mi libro “Estrategias de Comunicación”. Desafortunadamente lo
perdimos este mismo año de 2013.
Hablar de la comunicación estratégica en el vacío, con olvido de la realidad que
constituye su entorno de acción profesional sería un grave error epistemológico y
práctico. La sistémica nos enseña que cualquier objeto de estudio pierde sentido si se
lo analiza al margen de su entorno. Fue Niklas Luhmann uno de los expertos que mas
insistió en este asunto al recordarnos que el sistema y su entorno “conforman un único
elemento de estudio, donde el entorno da sentido al ente y el ente permanentemente
se encuentra abocado a encontrar ese sentido para construir relaciones constitutivas
con él.” Algo que nos recuerda al famoso “Yo soy yo y mi circunstancia” de Ortega
Cuando aplicamos este principio a nuestro caso y ponemos el foco en el sistema
resultante entre las estrategias de comunicación y su entorno, lo primero que vemos
es que la comunicación estratégica ha recibido en el mundo profesional una muy
buena acogida, lo que no impide que esos mismos profesionales miren con recelo a
las distintas teorizaciones que les llegan sobre el tema y a todas las teorías en
general. Una desconfianza que se agrava cuando esas aproximaciones teóricas
proceden del pensamiento complejo.
La relación teoría-práctica arrastra un viejo malentendido que no vamos a arreglar hoy
aquí, pero que sí podríamos tratar de ver las nuevas aportaciones sobre comunicación
estratégica teniendo “algo” en cuenta las exigencias del mundo profesional. A fin de
cuentas son ellos- y yo cuando me toca- los que van a sufrir en sus propias carnes
nuestras teorías.
¿De qué nos valdría mejorar nuestras teorías si al final los profesionales
“pasasen” de ellas? A la hora de poner orden en este asunto hemos encontrado una
serie de componentes que merecen ser comentados: 7 factores arrastrados, 2 errores
del presente y 3 corrientes que ha cambiado el escenario. Ellos van a marcar el orden
de esta exposición
4.- El pasado: 7 factores arrastrados
Lo primero que encontramos es que en todo este embrollo hay una clara carga
semántica. Si Vds. sustituyen la palabra “teoría” por “gestión del conocimiento” verán
que el problema desaparece: todos estarían dispuestos a aceptar que el conocimiento
es bueno para una mejor práctica profesional. Resulta difícil de entender que la
palabra teoría tenga tan mala prensa cuando una teoría no es otra cosa que una
explicación y las explicaciones ayudan y allanan el camino de la acción. Algo, pues,
nos está diciendo que la gente no piensa en las teorías como explicaciones, ni
como ayudas. Y si el río suena, agua lleva. O por lo menos unos cuanto vicios que
arrastra de su pasado. En un intento de síntesis hemos identificado 7:
•
1º Factor: Las malas teorías. No lo olvidemos, cada vez que decimos que
“no hay nada más práctico que una buena teoría”, estamos reconociendo que no
todas las teorías son buenas. Y aunque pienso que no son la causa principal del
malentendido, la verdad es que tampoco ayudan.
•
2º Factor: la difícil o imposible capacidad de predicción de las llamadas
ciencias blandas. Que son precisamente las que nos “iluminan” a comunicadores,
sociólogos, políticos y politicólogos, economistas, directivos, etc. Frente a la exactitud
de unas ciencias Físicas capaces de explicarnos el Universo con solo 7 leyes
matemáticas (o menos) la aparición de la vida, trae consigo un cierto grado de
indeterminación. La vida es relación. Y esa relación se produce entre seres que no
obedecen solo a leyes deterministas sino que tienen un margen de maniobra. Rafael
Echeverría nos recuerda que “la vida es el espacio en que los seres se crean así
mismos”, y que el ser humano no es una forma determinada, ni permanente de ser
sino que es un espacio de posibilidades hacia su propia creación. Es ahí justamente
en se espacio donde se ubica la comunicación y la estrategia. Pero esa misma
libertad de elección y actuación conlleva como servidumbre el que las ciencias
sociales no puedan predecir algo que por naturaleza es impredecible. Una carencia de
leyes apodícticas que injustamente nos ha quitado credibilidad. Y si para la mayoría de
los científicos duros lo nuestro no es ciencia, cómo vamos a pretender que lo sea para
los demás. La paradoja aquí es que por razones diferentes este debate impacta en el
mundo profesional justo cuando se ha superado en el mundo académico, con una
física que a nivel cuántico ha dejado de ser exacta y se ha vuelto probabilística y unas
ciencias sociales que a la contra se han vuelto más predictivas (probabilísticamente
hablando).
• 3º Factor: La endogamia académica de unos profesores que tratan de
enseñar en sus clases lo que nunca han hecho en la vida real. ¿Se imaginan en una
Facultad de Medicina a profesor que nunca haya entrado en un quirófano enseñando
cómo operar de apendicitis?
•
4º Factor: Las prisas de unos jóvenes estudiantes que buscan soluciones
rápidas y no quieren perder el tiempo con explicaciones. Forman parte de lo que suelo
llamar la generación Woody Allen: “Coja el modelo y corra” (el dinero ya vendrá
después). Es importante verlo como algo generacional, pues las nuevas tecnologías y
el aula sin muros en que están inmersos han cambiado la manera y el tempo de ver y
entender el mundo.
•
5º Factor: Los tics profesionales de unos ejecutivos igualmente
apresurados que actúan más por emulación y simplificación que por reflexión. Y que
cada tres años renuevan ¿reciclan? las palabras más que las ideas. Y así terminan
confundiendo las estrategias con las recetas; la imagen por la reputación y la ética
con la responsabilidad social corporativa.
•
6º Factor: los paradigmas profesionales. Aunque se suele olvidar junto a los
paradigmas científicos también hay paradigmas sociales y profesionales. Lo malo es
que estos se mueven más despacio. Como en su día dijo John F. Kennedy “ the
enemy of truth is very often not the lie- deliberate, contrived, and dishonest-but the
myth: persistent, pesuasive, and unrealistic”
La mayoría de los altos ejecutivos de hoy han sido formados en los viejos
paradigmas de la ciencia. Y les resulta incomodo aparcar sus viejos mitos: la
racionalidda, la causalidad, la fragmentación, la autoridad, etc. para sustituirlos por
explicaciones poco familiares como la no-linealidad, el caos, los atractores, los
feedforwads, etc. Y esto nos afecta pues la complejidad también forma parte de esos
nuevos paradigmas. Los avances de la ciencia suelen tardar varias décadas- en torno
a 25 años- en llegar e introducirse en el mundo profesional. Un claro ejemplo de esto
es McLuhan. Sus ideas de los años 60 apenas están triunfando ahora coincidiendo
con su centenario. Algo que conoce bien Octavio Islas que hoy nos acompaña en esta
mesa.
Tal ves esto explique la obstinación de las Business School por seguir sustentando
sus enseñanzas en el paradigma económico del management a pesar de todas las
críticas recibidas. Rectificar cuesta y exige valentía. Algunos gurúes- pocos- han
tenido la dignidad de hacerlo. Es el caso de Tom Peters. Ante el hecho de que varios
de los “factores de excelencia” que había propuesto en “En busca de la excelencia”
(Peters y Watterman, 1982) habían dejado de serlo y de que algunas de sus
“empresas excelentes” habían quebrado o estaban en concurso de acreedores, Peters
reconoció que en un mundo que se mueve impredeciblemente no se pueden
establecer formulas de éxito ni factores fijos de excelencia: “The one way to succeed”
no existe. Y eso le llevó a “convertirse” a los nuevos paradigmas en “Thriving on caos”
§ 7º Factor: Los saberes profesionales. Los profesionales articulan en su
quehacer diario tres tipos de saberes: el saber teórico (know what); el saber hacer
práctico (know how) y la experiencia personal (expertise). Ya los griegos se
plantearon esta cuestión y supieron ver que hay actividades, los llamados oficios, en
los que es suficiente con una buena práctica, la llamaron techné, es el saber hacer
(know how) de hoy. Pero en todas aquellas otras actividades en las que hay que
tomar decisiones problemáticas (derecho, medicina, comunicación, ingeniería, etc.) de
las que depende la libertad, la vida, la imagen, la resistencia de un puente, la
dirección de una empresa, etc. etc., se necesita además de un saber hacer una
teoría (know what) que ayude a los hombres y mujeres de acción a comprender
aquello que manejan y sus consecuencias previsibles y les asistan a adoptar
elecciones adecuadas. Una vez articulados esos dos conocimientos será el
expertise de cada cual el que le permita contextualizar y aterrizar con los debidos
reajustes ese conocimiento general en cada caso concreto.
Pues bien, todo indica que el discurso contemporáneo está más centrado en el know
how que en el know what. Hemos adelgazado hasta tal punto las teorías que ni
siquiera somos conscientes de que lo son y las vemos mas como un esquema o una
fórmula. Así hablamos de la agenda setting, de la unique selling proposition o de la
matriz de Porter, etc. Una vez en la oficina aprendemos por observación y trabajamos
repitiendo ciertas formas de actuar de nuestros jefes y mayores que nos han parecido
eficientes sin darnos cuenta de que también en su día esas maneras de hacer
respondían a formulaciones teóricas. Fue Keynes quien dijo aquello de que “todo
policy maker vivo es heredero de un `teórico´ muerto” Lo malo es cuando no solo está
muerto el teórico sino también la teoría misma. Unos desfases de los que no solemos
ser conscientes pero que nos hacen perder eficiencia y competitividad.
A esos problemas que el entorno teórico-profesional arrastra de su pasado, hemos de
añadirle aquellos de nuevo cuño que se presentan cuando la comunicación estratégica
hace su entrada en la escena profesional.
4.- La entrada en escena: 2 tópicos más que dudosos
La fuerte irrupción que la “comunicación estratégica” ha tenido en la escena
profesional en estos últimos 5 años ha venido rodeada de una cierta confusión (hemos
identificado hasta 7 concepciones distintas) pero sobre todo por dos tópicos: que se
trata de algo nuevo y que es “la llave del éxito”. Los dos erróneos
q
¿Algo nuevo? Su éxito es reciente, pero las estrategias de comunicación
existieron desde siempre (de hecho es un fenómeno biológico como luego
comentaremos) aunque no se podían llamar así: hasta principios del siglo XX
“estratégico” era un término que no tenía sentido fuera del ámbito militar. La
primera constancia que tenemos de un texto en que se vinculan “estrategia” y
“comunicación” fue en 1923 en un libro de Hopkins que lleva por título “La
publicidad Científica”. A pesar del pomposo título, Hopkins no era académico sino
un periodista de prestigio que solía trabajar como copy en algunas de las grandes
agencias de publicidad. Se puede decir, pues, que la “comunicación estratégica”
nace de la práctica para la práctica, pero con pretensión de ciencia.
El mundo profesional pronto entendió el mensaje y le hizo espacio a aquella nueva
categoría nacida para la acción que demostraba ser útil en sus campañas. Algunas
agencias llegaron incluso a institucionalizar la figura del estratega2. Pero la
comunicación estratégica no atrajo con la misma fuerza la atención del mundo
académico. Al punto de que 60 años después de Hopkins, en 1983, apenas si había
una docena de libros sobre el tema. La mayoría con autores y orientación profesional
2
En los años 60 conocía un par de ellos en Lintas la agencia de publicidad de Unilever, los llamaban copy analists. Era
la época de las filosofías de agencia y Lintas estaba implantando su famoso Four D plan Habría que esperar a los 90 para que llegase el salto de la comunicación estratégica al
ámbito organizacional. Pero sería hace muy poco, apenas en esta década, cuando se
produciría el verdadero boom de la comunicación estratégica. (Rafael Alberto Pérez,
2012). Lo cierto es que hoy forma parte de los perfiles de consultoras y agencias de
comunicación y es objeto de cientos de artículos al año y de varios Foros relevantes
entre los que destaca este CICE 2013.
q
¿La llave del éxito? Si la comunicación estratégica ha sido tan bien aceptada en
el mundo profesional ha sido gracias a los atributos de su calificativo “estratégica”.
Pero aunque la estrategia viene rodeada de una aureola de éxito, e incluso para
algunos es “la ciencia del éxito”, los datos de que disponemos nos muestran una
realidad bien distinta: 5 de cada 7 estrategias fracasan.
La versión oficial suele achacar este alto nivel de fracaso a errores humanos de
ejecución. Así la revista Forbes 3en su relación de las 10 causas principales del
fracaso estratégico, atribuye todas ellas a fallos del operador. Y en Internet circula el
dicho de que los fracasos estratégicos obedecen a tres causas: ejecución, ejecución y
ejecución. Valdría como chiste si no fuese que oculta un grave déficit de autocrítica
¿Y si el fallo estuviese en las teorías y modelos que desde las Business School se
están dando a los hombres y mujeres de acción? Soy de los que piensan que la
solución ha de venir por reconocer los puntos débiles de las actuales formulaciones
sobre Estrategia realizadas desde el management.
Las estrategias de comunicación ni son nuevas, ni son la clave del éxito. Pero sí
pueden y deben estar soportadas por una teoría fuerte y consistente de la que se
deriven modelos y métodos que ayuden a los hombres y mujeres de acción a construir
y alcanzar mejor sus futuros. Y eso pasa por reconocer los puntos débiles de las
actuales teorizaciones.
5.- Cuatro cambios que reconfiguraron el escenario
Mientras todo esto pasaba algo se estaba moviendo. Cuatro cambios nos afectan
directamente: uno tecnológico y dos teóricos:
1º Cambio (que habilita el diálogo): la integración del feed back en la
comunicación pública mediante las tecnologías digitales.
Dejo para Octavio Islas esta importante parcela de la que sin duda hablará con mucha
más autoridad que yo. Solo quiero decirles a Vds. que esta es una cuestión para mí
muy querida y que me obsesiona como investigador desde mi primer libro de 1977
(Alberto Pérez y Javier Suso, 1977). Hasta la llegada de las nuevas tecnologías, la
comunicación pública era un diálogo de sordos en el que unos hablaban y otros
escuchaban. Unos vendían y otros compraban, fuesen ideas o manufacturas. Hoy
gracias a la integración del feedback las estrategias de comunicación pueden basarse
en el diálogo y en la escucha recíproca, lo que no solo modifica a la comunicación y
sus estrategias sino que también transforma la función del comunicador de
persuasor a interlocutor. En palabras de Paul Holmes (2013): “Antes las marcas
eran el resultado de lo que nosotros decíamos, hoy son el resultado de lo que dicen
los demás”
2º Cambio:
Los desplazamientos teóricos (que deberían mejorar la relación):
3
http://www.forbes.com/sites/aileron/2011/11/30/10-­‐reasons-­‐why-­‐strategic-­‐plans-­‐fail/ Hoy no se podría entender el mundo de la comunicación ni el de la estrategia sin tener
en cuenta los desplazamientos relevantes que en ellos se vienen produciendo. Hay
cuatro corrientes que destacan. Los cuatro nos afectan:
2.1) La integración de las diferentes corrientes teóricas de la
Comunicación en un campo de estudio unitario
2.2) El acercamiento de la investigación en comunicación de carácter
teórico (academia) a la práctica profesional agencias, medios, etc.)
2.3) Las críticas, innovaciones y refundaciones en materia de Estrategia
2.4) La complejización de los estudios de comunicación estratégica
2.1) La integración de las diferentes corrientes teóricas de la
comunicación en un campo de estudio unitario: Liderada por el profesor e
investigador mexicano Jesús Galindo Cáceres e impulsado por el Grupo Hacia una
Comunicología Posible (GUCOM) que el mismo fundó, esta corriente representa
“uno de los mayores esfuerzos crítico, bibliográfico e historiográfico para unificar el
campo de estudio y de pensamiento en comunicación”, por aquel entonces
desestructurado en múltiples corrientes e incapaz de fijar su objeto de estudio. Dentro
de este movimiento destacan las aportaciones de la “Comunicometodología”
(2007) de Norma Macías y Diana Cardona. Estamos hablando de una relevante
trayectoria que Vds. han vivido de cerca y conocen bien. Y cuyos protagonistas
tenemos la suerte de que están hoy con nosotros. Aprovechemos esta circunstancia
para darles un merecido aplauso a Jesus Galindo y a Diana Cardona
2.2) El acercamiento de la investigación en comunicación de carácter
teórico (academia) a la práctica profesional (agencias, medios, etc.): José Barroso
(2013) nos recuerda que hubo un tiempo en que en las Universidades latinas se veía a
la investigación académica de carácter teórico y a la práctica profesional como
mundos separados que no debían contaminarse y a los que convenía separar. En sus
propias palabras “la formación académica en comunicación aún no ha superado la
fractura entre los que consideran que deben formarse comunicadores prácticos que
dominen técnicas desarrolladas para el manejo eficiente de los procesos de
comunicación, y los que contemplan que es indispensable contar con conocimientos
teórico-metodológicos para la comprensión de las implicaciones sociales y humanas
que la comunicación propicia en sus diversas manifestaciones y contextos. Una
disyuntiva caracterizada por ser un diálogo de sordos que polariza las posturas.4
Pero como Barroso (2013) nos recuerda: “en las últimas tres décadas se han venido
gestando propuestas que articulan los aportes científicos de la comunicación con las
propias prácticas comunicativas profesionales” Un esfuerzo marcado por la voluntad
de incidir en la realidad social comunicativa, partiendo de una amplia base teóricometodológica sustentada en la propia complejidad inherente a la posmodernidad. Y
llevado a cabo bajo la asunción de que se trabaja mejor lo que mejor se entiende y
que una explicación más rica y compleja debería ayudar a una mejor ejecución en el
ámbito profesional.
El propio Barroso concreta en tres esas propuestas:
§
La praxeología (de praxis o acción social y de logos conocimiento) de Manuel
Martin Serrano, una propuesta científico-práctica, que conjunta el conocer con el
hacer en un solo modelo. La praxeología es un referente obligado para pensar la
4
Las Facultades de Comunicación españolas, al ser el resultado de fundir tres escuelas profesionales (periodismo,
publicidad y cinematrografía) sufrieron menos la separación citada. Ya desde su fundación, tuvieran una clara
orientación a la acción y una voluntad de dar soporte teórico a la práctica de los profesionales. Lo que no impidió el que
algunos alumnos aventajados fuesen mas deprisa que las enseñanzas. Es el caso de Alejandro Amenabar, que se
vengó rondando “Tesis” en nuestra Facultad y haciendo que el cruel asesino de su film fuese un famoso profesor §
§
comunicación desde la complejidad bajo una perspectiva de intervenciónmediación. Al proponer la comunicación como un fenómeno biológico Serrano da
un paso de gigante en la integración de niveles que propone el pensamiento
complejo.
La Ingeniería en comunicación social de Jesús Galindo que articula una base
comunicológica teórica sólida con la necesidad de incidir en la vida práctica des
una perspectiva compleja. El sentido que Galindo da aquí al término ingeniería es
el de aplicar y aprovechar de manera práctica los conocimientos científicos
generados en cualquier ámbito del saber para generar algo útil. Una propuesta que
sienta sus bases en la cibernética de segundo orden y en la complejidad de Morin.
La NTE de quien esto escribe, lo que me exime de enjuiciarla. Dos son los rasgos
que más se han destacado de las propuestas de la NTE: su carácter articulador y
su visión compleja. Se ha dicho que es una teoría que articula la comunicación con
la estrategia; la teoría con la práctica y, sobre todo, refunda la propia estrategia
como ciencia de la articulación social (y no del conflicto) Ver Jesús Galindo
Cáceres5 y Alfonso Vargas6.
Agradezco a ambos autores su comentaros y en concreto a Barroso la gentileza de
incluirme en este pequeño grupo en el que me siento acompañado por colegas que
respeto como investigadores y aprecio como personas, pero humildemente me
permitiría sugerir que antes que nuestras propuestas hubo otro movimiento que, en
gran medida, nos ha posibilitado. Mme refiero a la pragmática y al giro retórico. La
historia que estamos contando sería otra muy distinta sin el Vigostky (1934) de
“Taught and language”; y sin el segundo Wittgenstein, Heidegger, Maturana,
Echeverría… Ellos han invertido las relaciones entre lenguaje y pensamiento y nos
han enseñado que el pensar discurre por los surcos abiertos por el habla.
2.3) Las críticas, innovaciones y refundaciones en materia de Estrategia.
La historia reciente de la estrategia no podría entenderse sin el Management. Desde
1954 ha generado el mayor porcentaje de la producción literaria sobre estrategia. Al
punto que el propio management, de la mano de Igor Ansoff, se ha rebautizado
en1979 de estratégico. En cuento a los estudios de Estrategia distinguimos dos
períodos: antes y después de 1994.
En el primer período, 1954-1994, la producción sobre estrategia está dominada por el
paradigma económico clásico y en vez de innovaciones lo que encontramos son
reduccionismos. Sus propuestas sufrieron “las limitaciones de sus asunciones básicas
y, en consecuencia muestran una fuerte debilidad teórica”, (Alfonso Vargas
Sanchez, 2012). Algo que ya había denunciado Schelling (1960): Si ceñimos nuestro
estudio a la teoría de la estrategia, nos limitamos en muy alto grado, ya que
abarcamos solamente la conducta racional, no sólo la conducta inteligente, sino la
motivada por un cálculo consciente de ventajas e inconvenientes, que, a su vez, se
basa en un explícito e internamente coherente sistema de valores. De este modo, la
aplicabilidad práctica de los resultados obtenidos viene a quedar notoriamente
restringida”.
Pero a partir de 1994 las cosas se comenzaron a mover. Surgen los primeros trabajos
críticos lo que junto al alto nivel de fracaso estratégico que se estaba y está
5
“La visión práctica de la comunicación encuentra en la propuesta del Foro Iberoamericano de Estrategias de
Comunicación, con Rafael Alberto Pérez y Sandra Massoni como sus pensadores líderes, a una de las más ambiciosas
apuestas teórico-metodológicas contemporáneas” 1. “The IberoAmerican Forum on Communication Strategies (FISEC) has been working on the development of a new
(and general) theory of organization strategy, capable of dealing with the new challenges of the 21st century”.
produciendo en la práctica profesional llevó a los gurúes a plantear una seried e
importantes innovaciones e incluso refundaciones. Dado que muchas de ellas son
transdisciplinares – sería el caso de la neuroeconomía y del neuromarketing- y otras
están influidas por el pensamiento complejo, las comentaremos en el epígrafe
siguiente.
2. 4) La complejización de los estudios de comunicación y de estrategia:
Dentro de estas nuevas corrientes la complejización del conocimiento representa la
última frontera. En los últimos años este enfoque está siendo aplicado a las
organizaciones y sus comunicaciones estratégicas Pero aunque es un proceso muy
avanzado, que ya está dando sus frutos, dista de estar concluso
Como es bien sabido los estudios sobre complejidad surgen de la mano del Instituto
de Santa Fé en USA y de Atlan y Morin en Europa, al tratar de explicar la autoorganización7 y la emergencia de algunos fenómenos etc. (véase Caparrós y Cruz
Roche, 2013). Tiene que ver con la transdisciplinariedad como método y con la
integración de niveles fisio/bio/cultural como base epistemológica.
A diferencia de la mirada disciplinar que contempla sus objetos de estudio desde una
única perspectiva y del paradigma cartesiano que los fragmenta para analizarlos (2º
principio del Discurso del Método) la visión compleja parte del reconocimiento de que
la realidad es un entramado de elementos y dinámicas que están “tejidos juntos” en el
espacio/tiempo. Y que para comprender dicha realidad y describir los fenómenos en
que se manifiesta, el científico ha de observarlos desde sus distintos ángulos,
armonizar esas lecturas y desvelar su pluralidad subyacente sin por ello romper su
unidad sistémica y fenomenológica. Morin suele decir que “la realidad nos lleva a la
complejidad lo mismo que la complejidad nos conduce a la transdisciplinaridad”. Y eso
nos ha ocurriendo también aquí. A golpe de siglos, paradigmas y escuelas, la
comunicación estratégica es hoy un fenómeno poliédrico que presenta múltiples
facetas que nos ofrecen aspectos según desde donde lo miremos. Alcanzar una
visión compleja de la comunicación estratégica implica, por tanto, renunciar a la
simplicidad disciplinar para observarlo desde sus diferentes ángulos y
dimensiones. Esa nueva visión compleja debería mostrarnos cómo están
interrelacionados sus componentes y desvelarnos su pluralidad subyacente sin romper
su unidad sistémica y fenomenológica. Y eso es, precisamente, lo que venimos
haciendo en la última década con respecto a la comunicación estratégica y lo que
quiero contarles hoy.
Resumir el desplazamiento hacia una visión compleja de las estrategias de la
comunicación no es una tarea fácil Tal vez lo primero sea hacer constar que aunque
representa un esfuerzo importante e tengo mis serias dudas de que obedeciese a un
plan consciente, al menos no lo fue en lo que mí se refiere. Pienso que más bien se
hizo por ósmosis: muchos de nosotros hemos sido influidos por los trabajos de Edgar
Morin. De haber habido unas ideas motoras conscientes estas habrían sido (1) la
expectativa de que esa visión compleja nos aportaría una mejor explicación del
fenómeno; (2) que seríamos capaces de resolver viejos vicios teóricos (como la
fragmentación analítica); y (3) que ayudaríamos a los profesionales a construir de
forma más eficiente los futuros a los que aspiran.
Pese, o tal vez gracias, a esa espontaneidad son muchas las rutas iniciadas. Lo que
no impide distinguir dos grande grupos (1) Las que tienen como punto de partida
disciplinas que han hecho de la estrategia y la comunicación su objeto directo de
7
La teoría de la complejidad
pone énfasis en la capacidad de los sistemas complejos abiertos - y tanto los seres humanos como las organizaciones lo son- para auto-organizarse.
Entendiendo por autoorganización aquel proceso en el que alguna forma global de orden o coordinación surge de las interacciones locales entre los componentes o partes de un sistema inicialmente
desordenado. Este proceso es espontáneo: no está dirigido ni controlado por ningún agente o subsistema dentro o fuera del sistema aunque obedece a leyes;.
estudio y (2) las que parten de disciplinas que no las tienen como objeto directo pero
las tratan de forma colateral e indirecta.
a) Disciplinas que tienen a la estrategia y la comunicación como objeto directo
de estudio:
q
El management estratégico: Como ya hemos dicho, en 1994 el paradigma
económico comienza a ser desafiado por nuevos desarrollos teóricos que, en
busca de una mayor comprensión, estudian los procesos directivos en entornos
más amplios y desde diferentes perspectivas. Y que al hacerlo añaden complejidad
a la Estrategia. De ellos destacamos la sistémica, ecología, biología,
comunicación, neurociencias, teoría de redes, complejidad etc. Incluso
encontramos dos refundaciones una de la Estrategia: la NTE (2001) y otra del
management estratégico: Half Moon Bay y Gary Hamel (2008). Como reconoce el
catedrático de Teoría de la Organización de la Universidad de Huelva, Alfonso
Vargas (2012): “La aparición de estos intentos por desarrollar modelos más
realistas y, en consecuencia, más complejos, significa abandonar la simplificación
y artificialidad sobre las que se han construido los modelos predominantes hasta
ahora”.
Los estudios sobre comunicación: No solo la estrategia, también la
comunicación se viene moviendo hacia la complejidad. En palabras de Margarida
Kunsch
“Es preciso sustituir aquella visión lineal e instrumental de la
comunicación por una mucho más compleja y amplia. La comunicación
organizacional precisa ser entendida de forma amplia y holística.” Esta tendencia a
la complejidad se manifiesta, al menos, en cuatro líneas de estudios:
b1) la sistémica: La Teoría General de Sistemas al permitir superar la
fragmentación heredada del paradigma cartesiano y poner el énfasis en las
interconeconexiones se convertiría en el modelo espistemológico que abriría la puerta
hacia la “gerencia de la complejidad” –en afortunada expresión de Francisco Serra- y
ayudaría a transformar profundamente nuestra manera de concebir las
organizaciones, sus estrategias y sus comunicaciones. Fue Peter Senge quien se
llevó una parte importante de esa gloria8, pero lo cierto es que la visión sistémica de
las organizaciones se remonta al funcionalismo y a la teoría de la contingencia; a
Talcott Parsons y sobre todo a Katz y Khan. Sin olvidar sus interesantes
aplicaciones a la gestión del conocimiento desde Argyris y Schön hasta Nonaka y
Takeuchi y Choo. Pero si se quiere entender la complejidad de los sistemas
sociales, es imprescindible internarse en la noción de complejidad de Niklas
Luhmann.
Entre sus propuestas retenemos tres: (1) la consideración de la
comunicación como el foco de la organización del sistema (2) la idea de que el sistema
pierde sentido si se lo analiza al margen de su entorno. Para Luhmann, “ambos
conforman un único elemento de estudio, donde el entorno da sentido al ente y el ente
permanentemente se encuentra abocado a encontrar ese sentido para construir
relaciones constitutivas con él.” La comunicación así entendido implica la búsqueda
de la definición de los propios límites, en un proceso dinámico donde las fuerzas
exteriores tratan de borrar o ignorar ese umbral. Estamos hablando de una
negociación permanente por precisar la propia identidad. Y (3) la afirmación de que
“solo la comunicación comunica”, no los sujetos individuos u organizaciones. La
unidad de estudio social para Luhmann son las interaccione y no los sujetos que en
ellas intervienen. Tal vez esta sea la propuesta mas peculiar de Luhmann.
b2) la propuesta de Manuel Martin Serrano de considerar la comunicación
como un fenómeno biológico (algo que después comentaremos al hablar de la
q
8
En The 5th Discipline, Senge un ingeniero de Stanford con un master en “Social System Modeling” por el MIT se
apropia de ideas que ya habían formuladas por Humberto Maturana, Hebert Simon y en general por el funcionalismo,
para terminar liderándolas.
integración de niveles). Entendemos que las aportaciones de Martin Serrano
representan una de las líneas de investigación más brillante y solida en este campo
b3) los estudios sobre comunicación organizacional, en los que destacan las
aportaciones de los profesores brasileños: Margarida Kunsch, Ivone de Lourdes
Oliveira, Cleusa Scroferneker, Rudimar Baldissera, María Aparecida de Paula y
Marlene Marchiori entre otros. Una situación de cambio de paradigma que expresan
a la perfección los expertos portugueses Vitor Vieira y María José Chambel: “Aunque
todavía no estemos debidamente equipados para el cambio fundamental de un
paradigma de la simplicidad (fácil de entender y gestionar, pero inadecuado) a un
paradigma de la complejidad (también difícil de comprender y de gestionar, pero
esencial) no es posible continuar ignorando la compleja naturaleza de las
organizaciones, entre otras cosas porque cada vez van surgiendo formas más
complejas de estructura organizacional. La realidad no espera por nosotros”. Una
idea que comparte Margarida Kunsch: “la comunicación organizacional, en esa
perspectiva más amplia, es por sí sola, compleja. En este sentido el área de la
comunicación deja de tener una función meramente táctica y pasa a ser considerada
estratégica. Esto es, ella precisa llevar en cuenta la cuestión humana y agregar valor a
las organizaciones”.
b4) los estudios sobre comunicación estratégica: en este desplazamiento hacia
la complejidad, la comunicación estratégica aporta, según Margarida Kunsch la
recuperación humana y la fundamentación que se estaba reclamando. Dentro de ella
la Kunsch destaca a la Nueva Teoría Estratégica: “Otra forma de ver la dimensión
estratégica - señala Kunsch- es encararla desde la “nueva teoría estratégica” (NTE)
propuesta por Rafael Pérez (2008). Son innumerables los fundamentos teóricos
destacados por el autor, que defiende otras perspectivas y nuevos paradigmas para
concebir y practicar la estrategia de comunicación en las más diferentes esferas
sociales, políticas y económicas.”
Dado que yo soy ese “autor” debo cuestionarme si realmente la NTE nos aporta esa
visión compleja de la estrategia que algunos estamos buscando. Y debo
encontrar una respuesta- caso de haberla- en opiniones ajenas. Como ya se ha dicho
su visión compleja es uno de los dos rasgos que más se han destacado de la NTE. Así
Carlos Manuel Sanchez (2013), Presidente de FISEC España, señala que "La NTE
nos aporta la visión más completa de la estrategia, desde la complejidad". Una idea
que Jesús Galindo Cáceres explica desde la transdisciplinariedad: “la NTE ordena en
su agenda uno de los programas de revisión conceptual y metodológica más
ambiciosos en la historia del pensamiento formal en comunicación. Su propuesta
incluye lo mismo a las ciencias sociales y humanas, que a las ciencias básicas, las
ingenierías, las economías, las propuestas históricas, paleontológicas, militares. Es
decir, su propuesta es de una extensión académica impresionante en su cobertura. Y
por otra parte intenta sistematizar la experiencia práctica de la comunicación desde el
punto de vista de la estrategia en otra multitud de campos diversos. En todo este
camino incluye al pensamiento complejo como su guía”. Margarida Kunsch concluye
que a partir de esos nuevos enfoques de la NTE, la dimensión estratégica de la
comunicación organizacional está en condiciones de “incorporar una visión mucho
más compleja y valorizar, sobre todo, los aspectos humanos y sociales, superando la
visión meramente tecnicista y de la racionalidad económica”. Una humanidad que
Raúl González Romero retiene al señalar que “la NTE es el Rostro Humano de la
Complejidad".
B) Disciplinas que no tienen a las estrategias de comunicación como objeto
directo de estudio:
b1) Las ciencias de la vida: Para las ciencias de la Vida, Capitulo 24 de la
nomenclatura de la UNESCO la vida es relación y las estrategias son las respuestas
homeostáticas que todo organismo vivo da a los cambios de su entorno. Mas en
concreto las estrategias de comunicación son uno de los 7 tipos diferentes de
estrategias biológicas.
b2) El enfoque bio-sistémico de Maturana: Encontramos una importante
aplicación conjunta de la biológica y de la sistémica a la comprensión del
conocimiento en Humberto Maturana. Como es bien sabido en 1968 Maturana
decidió plantearse el problema del conocimiento, no desde la perspectiva del sistema
nervioso sino desde la perspectiva del operar biológico completo del ser vivo: “Decidí
considerar qué procesos deberían tener lugar en el organismo durante la cognición,
considerando así la cognición como un enfoque biológico”. El resultado fue una nueva
visión sobre los seres vivos y sobre la naturaleza cognoscitiva del ser humano, que ha
dado lugar a una trama teórica unificada de las ciencias de la vida y las ciencias
sociales, y abre una nueva vía para estudiar otros fenómenos como la estrategia y la
comunicación.
b3) El enfoque ecológico: Se debe al biólogo alemán Haeckel (1869) el
llamado paradigma ecológico. Una perspectiva de la que encontramos interesantes
aplicaciones al management y las estrategias. Habría que citar desde el clásico de
Lawrence y Lorsch “La empresa y su entorno” hasta la más reciente ecología de los
medios (media ecology, Véanse los trabajos recientes de Lance Strate y Octavio
Islas) pasando por la narrativa construccionista de Gergen y Brown y Diguid.
b4) El enfoque político: También acude a una perspectiva biológica
Gregory Bateson pero esta vez referida a las ciencias políticas. En sus propias
palabras: “Los procesos políticos no son sino fenómenos biológicos ¿Pero qué
político sabe esto”. Una transdisiciplinariedad que no puede sorprendernos en un
hombre cuyas investigaciones y reflexiones abarcaron áreas tan variadas como:
antropología, etnología, teoría del aprendizaje, psicología anormal, cibernética, teoría
de sistemas, lógica, epistemología, entre otras. Y en todas ellas realizó aportes
innovadores. Sin salirnos de la política merece citarse el neoinstitucionalismo de
North un enfoque crítico de los vicios heredados del modernismo, el positivismo, la
visión mecanicista del hombre y de la ideología del progreso, que nos interesa
especialmente porque incorpora el cambio de paradigma experimentado por los
estudios sociales al estudio de las organizaciones y su procesos estratégicos. Y se
preocupa por el poder y la cultura y pone énfasis en la influencia de las instituciones
en las estrategias de los distintos actores políticos y en las posibilidades futuras del ser
humano.
b5) El neo-evolucionismo: Esta perspectiva trata de dar respuesta a uno
de los temas candentes de nuestro tiempo: la innovación. Y lo hace desde la teoría del
caos. Ante la paradoja empresarial de actuar ordenadamente y al mismo tiempo de
innovar (dos actividades que exigen lógicas de acción opuestas), el neoevolucinismo
nos dice que la innovación no se puede explicar desde el mecanicismo. Las máquinas
hacen aquello para lo que han sido diseñadas, cualquier comportamiento emergente
y/o innovador es en todo caso un fallo del sistema. Pero que las propiedades de los
sistemas complejos adaptativos sí permiten abordar la generación de ideas
innovadoras dentro de los mismos. Las teorías del caos y la no-linealidad dan así una
explicación coherente a la emergencia de la innovación en el seno de las
organizaciones. Una vez entendido esto, los directivos sólo tienen que favorecer una
organización más despierta en cuanto a su aprendizaje y crear las condiciones para
que esa emergencia pueda producirse. Como dirían Laszlo y Lauger9 en vez de jugar
a luchar contra fuerzas que no controla ni determina, el papel del directivo es favorecer
la evolución más ventajosa. ¿Cómo? Tratando de engendrar una inestabilidad relativa.
Y eso es lo que también nos propone el Expresidente de VISA Deep Hock quien en
9
Ambos autores coinciden con sus colegas sistémico-evolucionistas en considerar a las organizaciones como sistemas
sometidos a las leyes de la evolución (social) pero estos autores se alejan del darwinismo para trabajar con procesos
inestables, complejos y sometidos en gran medida a la no-linealidad y al caos.
su libro “Birth of the caordic age” muestra como algunos de los conceptos caórdicos
que el mismo aplicó en VISA durante su presidencia están siendo aplicados a las
estrategias de un amplio sector de empresas y organizaciones sociales, comunitarias
y gubernamentales.
b6) Sociología: Surgidos a partir de las aportaciones de Peter Berger y
Thomas Luckmann el Evolutionaty Social Constructivism y el Social Constructionism,
se enfrentan a otra paradoja la coexistencia entre una innegable plasticidad e
innovación de las estrategias humanas y su dependencia de una común condición
psicobiológica que subyace a la diversidad cultural. Y aunque sus consideran que
minusvaloran el factor biológico con respecto al sociocultural sus aportaciones
merecen ser tenidas en cuenta.
b7) Psicología y neurociencias: Los avances en neurobiología y
neurofisiología con la ayuda de la tomografía cerebral y otras técnicas nos ayudan a
entender los procesos de toma de decisiones estratégicas de los seres humanos. De
los indudables avances en este campo retenemos seis: (1) la evolución del papel de la
predicción y su soporte neurofisiológico (Rodolfo Llinás); (2) los algoritmos
darwinianos y otras aportaciones de la psicología evolucionista de Leda Cosmides
y John Tooby; (3) la recuperación de las emociones y su papel en la toma de
decisiones. Un esfuerzo que debemos al neurofisiólogo portugués Antonio Damasio
entre otros; (4) las neuronas espejo y su papel en la comprensión de las intenciones
de terceros. Y su relación con, la anticipación y la confianza; (5) la recuperación de la
intuición y la existencia de un doble sistema de respuesta- rápido y lento- en los
procesos estratégicos (Daniel Kahneman, 2012; Alberto Pérez, 2008); 6) La neuroeconomía: nacida en 2001 de la mano de un grupo de profesores de economía,
Kevin McCabe, Daniel Houser, Lee Ryan, Vernon Smith y Theodore Trouard una
corriente que aspira a enriquecer los enfoques economicistas del management
estratégico cruzándolos con los avances de las ciencias neurocognitivas. En palabras
Néstor Braidot uno de los padres del neuromarketing: “En la actualidad ninguna
estrategia de negocios que pretenda tener éxito puede obviar la investigación científica
sobre el funcionamiento de las percepciones, la memoria, la cognición, la emoción, la
razón y los mecanismos que interactúan durante el aprendizaje y toma de decisiones
del cliente y todos esos procesos se producen en el cerebro”.
Los desplazamientos teóricos en Comunicación y Estrategia tienen en común dos
cosas: el acercamiento de la teoría a la práctica, y el desligarse de los viejos
paradigmas de la física del XVII para sustituirlos por los del siglo XX y XXI. Algunos lo
llevan a cabo desde una visión sistémica y compleja. Eso explica su carácter
integrador. Tanto sistémica como complejidad son formas de de ver y entender la
realidad que permiten armonizar dualidades y aspectos hasta entonces enfrentados.
En este recorrido hemos seguido varias rutas que partiendo de puntos disciplinares
distintos han convergido en la construcción de una comunicación estratégica compleja.
Y lo han hecho en gran medida gracias a su transdisciplinaridad Pero la
transdisciplinariedad no es la única vía hacia la complejidad. Ya en 1973 Edgar Morin
nos indicó la necesidad de integrar los niveles Física-Química, Vida-Naturaleza y
Hombre-cultura, que venían viviendo historias separadas. Los resultados de esta
integración han sido espectaculares pero desafortunadamente carecemos de
espacio/tiempo para desarrollarlos debidamente. Remito al lector interesado a otro
trabajo más amplio que en estos momentos está en edición (XXX). Aquí nos vamos a
limitar a recoger dichos avances a modo de conclusiones
12 Conclusiones
1ª) Para las ciencias de la vida (prefijo 24 de la clasificación de la UNESCO) la
vida es relación. La vida no es mera ejecución del programa genético sino que
necesariamente implica creación (Bergson); ruido/caos (von Foester); autopoiesis
(Maturana y Varela) y decisión (Morin). El genoma deja paso al fenoma. Allí donde las
interacciones entre las aplicaciones del programa genético y los condicionantes del
medio ambiente exigen nuevas repuestas, se abre para los seres vivientes un margen
de maniobra. Ese es el territorio de las estrategias
2ª Las Ciencias de la vida llaman estrategias a las respuestas homeostáticas que
los seres vivos dan a las variaciones del medio externo para restablecer el
equilibrio perdido por los cambios de su entorno. Cuando un elemento ajeno al
organismo provoca un desequilibrio en su estructura que amenaza o favorece su
supervivencia, este genera una respuesta para compensarlo y restablecer la
estabilidad perdida: esa es la estrategia, algunas son de comunicación.
3ª) La estrategia es un fenómeno biológico. Las acotaciones a lo militar, lo
económico, o lo político, son cortes artificiales que el ser humano ha puesto a lo
largo del tiempo para facilitar su estudio en determinados ámbitos. Nada que objetar
siempre que no olvidemos la naturaleza abierta de la estrategia.
4ª) La comunicación también. Manuel Martin Serrano nos lo viene indicando en su
importante obra.
5ª) Las estrategias de comunicación son una de las siete estrategias básicas
tipo:
•
Estrategias de caza/alimentación
•
Estrategias de cortejo/sexo/pareja
•
Estrategias de juego/simulación/aprendizaje
•
Estrategias de comunicación
•
Estrategias de socialización/coordinación del grupo
•
Estrategias de camuflaje y huida
•
Estrategias de sanación
6º) Las estrategias- y las de comunicación no son excepción- son producidas
por un sistema estratégico del que están dotados todos los seres vivos y que
sigue una misma secuencia operacional. Aunque a medida que avanzamos en la
filogénesis los seres vivos se van complejizando y diferenciando observamos la
existencia de un sistema que- si bien varía de una especia a otra- sigue una secuencia
operacional básica común consistente en:
o
escanear permanentemente sus entornos (vigilia) y percibir (olfato, vista,
tacto, oído etc.) aquellas discontinuidades que puedan surgir
o
determinar si esas discontinuidades afectan a su supervivencia negativa
(peligro) o positivamente (sexo, comida) y superan un umbral que justifique, o no, una
respuesta, para en caso afirmativo
o
reaccionar con una respuesta/estrategia
7ª) El sistema estratégico humano presenta un salto evolutivo fruto de la
incorporación de nuevas capacidades emergentes: Todo indica que los homínidos
heredaron el sistema estratégico de sus antecesores y que a partir de la presión
medioambiental lo fueron modificando adaptativa y culturalmente con la aparición de
ciertas
capacidades
emergentes:
semántica,
comunicativa,
lingüística,
hermenéutica, heurística, prospectiva, imaginativa, inventiva, teoría de la mente,
análisis … Estas nuevas capacidades se añadieron a las anteriores y se acoplaron en
un sistema estratégico funcional y operativamente diferenciado capaz de adoptar ante
las presiones del vivir ciertos cursos de acción que hoy llamamos estrategias
humanas.
8ª) Cuatro fueron los cambios que humanizaron el sistema estratégico:
§
§
§
Las respuestas estratégicas se ampliaron de reacciones al presente a
reacciones anticipativas al futuro. Con la incorporación de las nuevas
capacidades (todas las lenguas del mundo tiene un tiempo de futuro) el
sistema estratégico primitivo orientado a la supervivencia derivó en “otro”
sistema estratégico que nos permite gestionar el presente en función de aquel
futuro que hemos elegido como meta.
Las decisiones se volvieron elecciones: Solo los seres humanos elegimos,
los animales deciden. A la facultad de elegir los griegos (Epicteto) la llamaron
προαιρεσις (proairesis). Elegir implica visionar distintas alternativas para
alcanzar un mismo fin. Al elegir el ser humano se bifurca y en cada encrucijada
decisoria construye su propia ruta vital. Y así como la elección nos permite
salir de la circularidad que enmarca la vida animal.
La función estratégica se amplió de la supervivencia a la mejorvivencia:
Es importante destacar que mientras el sistema estratégico animal orienta todas sus
respuestas a la función de supervivencia, el sistema estratégico humano cumple
además una función de mejorvivencia. Ya no se limita a adaptarse a su entorno, sino
que adapta su entorno a él, transformándolo.
§
Los procesos operacionales se adaptaron para poder cumplir esas nuevas
funciones y tareas.
9ª) El sistema estratégico pasó a realizar 7 operaciones. A las tres ya comentadas:
§ escanear permanentemente sus entornos
§ determinar si las discontinuidades detectadas afectan a su supervivencia
§ reaccionar a ellas
Le añadió otras cuatro:
q imaginarse futuros
q seleccionar aquellos deseados y convertirlos en metas
q anticiparse acondicionando y transformando la trama social de la forma
supuestamente mas adecuada para la consecución de ese futuro/meta
q elegir, a tal fin, el cauce conductual que mejor prometa conducirle a ese
futuro/meta y concentrar en él su esfuerzo (estrategias)
Las neurociencias nos están ayudando a entender algunos de esos procesos aunque
todavía carecemos de una explicación científica suficientemente abarcadora del
estrategar humano.
10ª) Esos cambios nos permiten entender el sistema estratégico humano como un
sistema biomental multioperativo y estructuralmente articulado capaz de adoptar
ante las presiones del vivir y los deseos del sujeto determinados cursos de
acción (estrategias) que nos permiten no solo cumplir una función de
supervivencia sino también de mejorvivencia y reaccionar no solo a las
discontinuidades del presente sino también anticiparnos al futuro para
establecer pautas y rutas conductuales capaces de conducirnos hacia aquellos
que hemos seleccionado como metas.
11ª) Que lo que llamamos estrategias humanas son la rutas conductuales
elegidas por el sistema estratégico como consecuencia de los movimientos de los
diferentes sujetos hacia sus metas y de las interferencias que puedan surgir entre sí y
con la naturaleza.
12ª) Que el propósito de nuestras estrategias no es otro que aportar una configuración
más propicia a la trama relacional de nuestras vidas individuales y organizacionales.
La función del sistema estratégico humano es ayudarnos a
conducir
intencionalmente ese vivir fluido en que consiste nuestra existencia como
personas o como organizaciones dirigiendo el tránsito espacio/temporal desde
una situación dada a otra más deseada a sabiendas que no estamos solos y que en
ese trayecto vamos tener que interactuar con otras personas que pueden apoyarnos o
complicarnos el logro de nuestras metas.
Estas visiones nos permiten ubicar la Estrategia en la intersección entre cada uno de
nosotros y ese mundo entramado con el que formamos un todo. Y, sobre todo,
recuperar la naturalidad biológica de toda estrategia y su humanidad evolutiva
(III) LA COMUNICACIÓN ESTRATÉGICA EN ACCIÓN
”No se concibe la estrategia
como organización de la acción
sin la comunicación.
Son partes inseparables”
Edgar Morin
“El universo de la complejidad es también el de la acción.
El médico se enfrenta a la complejidad del cuerpo,
el directivo a la de la empresa, el alcalde a la de su ciudad.
Los grandes retos del mundo moderno están a menudo
ligados a nuestra capacidad de gestionar la complejidad”
Joël de Rosnay
“Cuando se investiga el papel que desempeña la información
en el funcionamiento de la Sociedad y también de la Naturaleza,
aparece como inseparable de la acción que la transforma”.
Manuel Martin Serrano
6.- Condenados a quererse:
Hemos hecho un largo viaje. A lo largo y ancho de esta travesía hemos podido
confirmar como la comunicación estratégica por su propia hibridación y su clara
orientación a la acción se presenta como un territorio propicio para la articulación de
la teoría con la acción, lo simple a lo complejo, lo individual con lo colectivo y lo
general con lo particular. Y como su visión compleja nos permite identificar el
fenómeno, construir su historia evolutiva, y entender su cara humana y colectiva, y
pensamos que a partir desde entendimiento es viable hacer mejores estrategias.
Pero ¿Lo ven igual los profesionales?. En realidad todo este recorrido nos ha devuelto
al punto de partida y a la pregunta con que abríamos este texto: ¿Estamos los
teóricos complicándoles la vida? Ha llegado el momento de enfrentarse a esta
cuestión y ver que está pasando ahí fuera:
(1)
¿La visión compleja de la comunicación estratégica está siendo bien o
mal recibida por las organizaciones y sus profesionales? Tal vez primero
tendríamos que preguntarnos si los profesionales se han percatado de que se les está
ofreciendo una estrategia de comunicación compleja. Ellos que en su día aceptaron
con los brazos abiertos a la comunicación estratégica no han pedido “eso”. Lo mismo
puede decirse de las Business School. Todo indica que se han quedado fuera de este
debate. No puede sorprendernos cuando muchas no han incorporado todavía a la
comunicación organizacional en sus planes de estudios. Por otra parte esa puede ser
una actitud inteligente (al menos para vender títulos) pues si las actuales
formulaciones de la Estrategia incurren en simplicidad y reduccionismo, no es por
torpeza de profesores y directivos sino simplemente porque los ejecutivos de las
organizaciones así lo están requiriendo. Entonces ¿para qué complicarse la vida?
Identificar lo simple con lo sencillo y lo complejo con lo complicado no favorece la
penetración de las nuevas propuestas. Todo lo que “estratégico” tenía de mágico, lo
“complejo” parece tenerlo de rechazo. La verdad es que si “teórico” se entiende como
“poco práctico” y “complejo” como “complicado” entonces si que tenemos un
problema.
Nuestra respuesta: Etimológicamente complejo procede de complexus (lo que está
tejido junto) pero también de pléctere (abrazar) y ese abrazo comprensivo de los
múltiples aspectos del fenómeno que implica lo complejo si bien se opone a lo simple
(que se nos queda corto, representa pérdida de visión y conlleva riesgos analíticos) no
tiene por qué oponerse a lo sencillo. Lo que Guillermo de Occam pedía con el símil de
su celebre navaja era sencillez no simplicidad (aunque muchas veces se traduzca
mal). Las formulas sencillas ahorran esfuerzo y energía y son de fácil comprensión,
manejo y ejecución. También pueden ser de sencilla explicación. Pero ¿La damos
Precisamente porque nuestro pensamiento es complejo no tenemos problema en
reconocer las ventajas de lo sencillo que no de lo simple.? Aunque, me temo que los
teóricos no hemos sabido (o querido) explicar este aspecto
Tal vez la 1ª conclusión de esta charla es que tenemos que hacer un mayor
esfuerzo por aportar explicaciones sencillas de nuestras visiones complejas
(2) ¿Es la visión compleja de las estrategias de comunicación conciliable con las
exigencias de la praxis profesional? Si ni siquiera nos conocen cómo nos van a
odiarnos. No tenemos constancia de que se hayan producido cuestionamientos serios
en este sentido más allá de la expresión de ciertas desconfianzas. Lo malo es que
pueden estar mirando para otra parte.
Nuestra respuesta: Pero como ya advertí al inicio, toda esta charla es un ejercicio
especulativo para que nos esforcemos por ver las cosas desde otros ángulos y
perspectivas. Pero eso no impide en que también intentemos defender las nuestros. Y
además eso no exige mucho esfuerzo: en la medida en que la explicación compleja
de las estrategias de comunicación se acerca más a la naturaleza del fenómeno y lo
humaniza favorece su aplicabilidad.
Me explicaré: el carácter general de la visión compleja de las estrategias de
comunicación la hace aplicable a cualquier campo de actuación: la salud, el desarrollo,
la emigración, los problemas de género, etc. Su enfoque relacional la hace aplicable
a cualquier dinámica social. Su concepción como biosistema permite encarnarlo en
cualquier sujeto colectivo u organización y aplicarlo en diferentes contextos. Y la
integración de niveles nos asegura el que no se nos escape ninguno de sus
aspectos físicos, biológicos, culturales y sociales.
Llegamos así a una 2ª conclusión: al menos en teoría, la visión compleja de la
estrategia favorece su aplicabilidad
(3) ¿Pero realmente hay evidencias concretas de que aporte alguna ventaja
práctica que justifique su implantación. Para muchos profesionales los argumentos
que acabamos de dar en el punto anterior no serían otra cosa que despejar balones
fuera. Una teoría sobre otra teoría. Y la verdad es que, aunque tuviésemos razón no
por ello dejaríamos de estar moviéndonos en un plano muy especulativo.
Nuestra respuesta: Pienso que la mejor manera de encontrar una respuesta lo más
objetiva posible a esta cuestión es observando lo que ocurre en esas zonas fronterizas
en que la teoría se acerca a la acción e influye realmente en ella. Lo que nos remite a
los visiones, métodos y modelos derivados de la misma. Y hay que mirar esas zonas
buscando dos cosas: (1) lo que falla/falta en las fórmulas convencionales y (2) lo que
aportan como valor añadido las nuevas. Kuhn dejó claro que los nuevos paradigmas
surgen cuando aparecen excepciones que no quedan cubiertas por los precedentes.
El nuevo paradigma no tiene por qué negar al anterior pero sí ofrecer una respuesta
más abarcadora y por tanto mejor.
Se trataría de comprobar si, en la realidad del mundo profesional de las
organizaciones, las propuestas derivadas del pensamiento complejo resuelven los
fallos y carencias y facilitan la práctica de las estrategias de comunicación. Lo malo es
que aquí tropezamos con un problema: la aproximación compleja a las estrategias es
tan reciente que apenas ha dado tiempo para desarrollar modelos y métodos que de
ella se deriven. Pero aunque sean pocos pero ya se están aplicando algunos. Por lo
que lo vamos a intentar y así ver cómo puede afectarnos
(1) A falta de un ranking oficial sobre los puntos más criticados que afectan a la
comunicación estratégica convencional me he permitido destacar 510
1. La visión fija del mundo (“estatismo”)
2. El uso de la fragmentación como método de análisis estratégico
3. La artificiosidad, linealidad y causalidad de los modelos estratégicos
4. La deshumanización del discurso organizacional
5. Los intentos de innovación desde el orden y el mecanicismo
Los 5 dan material suficiente para escribir un libro de 500 páginas. Pero no se
asusten, me voy a limitar a comentarlos de forma sucinta:
1) La visión fija del mundo (“estatismo”)
Problema heredado: El método de análisis estratégico más utilizado en el
mundo, el llamado SWOT/DAFO/FODA/FOFA (según los países) se basa en el
balance de fuerzas pero adolece de ser claramente estático, lo que suena inapropiado
para analizar una realidad que cada vez se mueve más de prisa. Es lo que Sandra
Massoni llama con acierto el mundo fluido
Soluciones: Durante décadas se trató de subsanar ese inconveniente
combinándolo con un método PEST que incorpora las tendencias. Pero a día de hoy
muchos profesionales lo estamos sustituyendo por otros métodos derivados de la
dinámica de sistemas, en mi caso por el método RAPC (Radiografía del Patrón de
Conectividad, Alberto Pérez, 2009). Son métodos que trabajan con flujos y asumen la
complejidad inherente a la realidad en la que se pretende intervenir.
Ejemplo: el ya citado FODA.
2) El uso de la fragmentación como método de análisis estratégico
Problema heredado: Relacionado con el anterior. Los métodos analíticos
convencionales obedecen al 2º principio del Discurso del Método de Descartes. Desde
el siglo XVII se entiende que la mejor forma de estudiar algo es fragmentarlo y así
estudiarlo parte a parte. Pero si para analizarle a Vd. le tengo que fragmentar me temo
que cometería un homicidio y en cada corte además de mucha sangre perdería
aquello que más me interesaría estudiar: su vida, sus ideas, su identidad.
Soluciones: La dinámica de sistemas resuelve todas esas objeciones al
tiempo que nos permite concentrarnos en lo que configura al sistema: sus flujos e
interacciones.
Ejemplo: Además de los ya citados, el método que utiliza Burson Masteller
para la medición de intangibles responde a estas premisas (Luis Gallardo, 2012)
3) La artificiosidad, linealidad y causalidad de los modelos estratégicos
10
Sin duda falta algunos importantes como pueda ser la racionalidad pero ya los he tratado con suficiente extensión en
otros trabajos Problema heredado: En la medida en que los modelos del proceso estratégico tratan
de responder a la pregunta ¿cómo se hace una estrategia? y pretenden indicarnos los
pasos a seguir para diseñar estrategias, se convierten en un puente entre la teoría y
la práctica. Justo lo que estamos tratando. Pues bien, en 1998 Henry Mintzberg y sus
colegas concretaron en 10 los modelos del proceso estratégico que se habían
propuesto desde el Management hasta esa fecha. En realidad eran 9 pero como no les
satisfacía ninguno añadieron un décimo de su propia cosecha. Es importante interesa
destacar aquí esa insatisfacción, pues. es compartida por otros muchos expertos. Se
culpa a dichos modelos de:
q Artificiosidad: Bob de Wit y Meyer, les acusan de “imaginar” un proceso, de
fragmentarlo después y de investigar sus componentes por separado, con olvido
de las interacciones internas, propias de todo sistema organizado. Un dato a tener
en cuenta es que 9 de los 10 modelos son normativos y el único descriptivo se
apoya en concepciones de la mente humana ya superadas por la comunidad
científica.
q Linealidad: Johnson y Scholes señalan que “en la practica las fases no toman
forma lineal. Lo más probable es que los elementos estén interconectados”
q Exceso de Racionalidad: Ya en 1947 el Premio Nobel Hebert Simon (76) propuso
trabajar con una “racionalidad limitada”. Pero sería la prospect theory de
Kahneman y Tversky y los trabajos de Damasio y Solvey los que harían más
evidente la necesidad de incorporar las emociones.
Soluciones: Ya en 2005 hice mías esas críticas a los modelos convencionales, y
plantee en la Universidad Iberoamericana de México DF que el mejor modelo sería
aquel que más fielmente describiese los procesos mentales que sigue cualquier ser
humano al hacer sus estrategias cotidianas. Siempre será más fácil para el
profesional imitar a nuestra naturaleza que seguir secuencias “elucubradas en algún
despacho” por muy prestigioso que este sea. Sobre este supuesto y pese a la carencia
de literatura específica sobre la cuestión, he desarrollado desde la NTE con algunos
colegas un modelo bio/antro/psico/socio/neurocognitivo al que denomino Estrategar.
Hoy es objeto de estudio en diferentes Universidades, sin ira mas lejos será el objeto
de mi seminario estos días en la BUAP. Los expertos que han experimentado con
este modelo han manifestado que, a pesar de la complejidad de su planteamiento
teórico el modelo termina desembocado en formulas de fácil utilización.
Ejemplo: El ya citado modelo Estrategar y en concreto el hecho de que su sistema de
seguridad se presenta duplicado como la doble hélice del ADN- En este caso
prediganostico (intuitiva) y diagnostico (clínico). Una porpeusta que ha recibido el
respaldo indirecto del Premio Nobel de Economía 2002 Daniel Kahnemann en su
reciente libro “Think fast, think slow”
4) Los intentos de innovación desde el orden y el mecanicismo
Problema heredado: Por una parte está la necesidad de innovar en un mundo que
cambia de forma acelerada y sobre todo en mercados de obsolescencia acelerada.
Por otra parte está la pretensión que dicha innovación salga del mecanicismo y del
autoritarismo con olvido que las máquinas solo sirven para repetir las mismas cosas y
que el “te pago para que innoves” sirve de muy poco en época de sequía
Solución: Entender los procesos mentales que generan innovación. Todo está ya
inventado. Lo que se puede hacer es buscar otras combinaciones de elementos ya
existentes. Así entendida la innovación es el resultado de lo que Poicaré llamó las
increíbles conexiones necesita pues una mente abierta, lo que Heinz von Foester
llamaría “cerebral noise” que pueda hacer esas asociaciones inesperadas. Laslo y
Lauger como profesores en “El caos y el mangement” y Dee Hock como presidente
de Visa en “The Birth of Caordic Age” nos proponen usar una mezcla de orden y caos
propia de los sistemas caórdicos. Y si no les creen miren el estudio de un artista.
Ejemplos: Alguien fue el primero que combinó calidad suiza, precio japonés y pop art
y nació Swatch. Alguien fue el primero que combinó una motocicleta con un celular y
una Pizza y nación Telepizza.
5) La deshumanización del discurso organizacional
Problema: Se ha ido sustituyen al ser humano por sus componentes y por
constructos: el actor racional, the player, el consumidor, el votante con olvido de que la
estrategia la hacen y, a veces, la sufren seres humanos
Solución: La recuperación de lo humano ha sido el eje inspirador de mi obra incluida la
NTE desde 2001. Sencillamente hay que tratar de pensar y trabajar con personas
individuales y no con estadísticas. Y tratar de no caer en convertirlos en seres
unidimensionales del tipo del consumidor o el votante. Son personas que compara,
consumen, votan, tiene hijos, y van al bar.
Ejemplo: Los bares nos dan un buen cierre a mi intervención. Hablo de la campaña de
Coca Cola llamada “Bares”. Una campaña que resucita todo ese mundo de ideas
complejas y humanas en las que ambos creemos. Un mundo en que nos tocamos
(adiós a la proxemia) y en el que vivimos (y no solo consumimos). Un mundo en el que
vamos a los bares: “la red social más grande del mundo”11
(Proyección del spot)
La 3ª y última conclusión es que la recuperación de lo humano que nos aporta la
visión compleja facilita su aplicación al ofrecernos pautas de ejecución extraídas
en nuestra propia naturaleza y no de esquemas artificiosos.
RESUMEN FINAL
Pienso que el progreso nunca se podrá detener y que los desplazamientos que
venimos comentando forman parte de ese escenario fluido. Algunos, entre los que me
encuentro, consideramos que la visión compleja de la estratégica, a pesar de su
nombre, es sencilla de entender y de aplicar. Y que un día los hombres y mujeres de
acción verán en ella una ventaja competitiva. Pero no nos engañemos, alcanzar un
adecuado acercamiento teórico-práctico en este terreno exigirá un esfuerzo conjunto,
de los académicos y de los profesionales.
Dicho esto debo añadir que ese acercamiento, con ser deseado, debería quedarse en
eso: un acercamiento. Eliminar la tensión entre el que explica y el que ejecuta no
ayudaría a nadie. Es productiva aunque a veces sea incómoda. Al teórico le ha de
servir para formular sus ideas de forma sencilla por muy por complejas que sean. Y al
profesional le debe servir para abrirse a otras visiones que le habiliten a (1) gestionar
la complejidad inherente a la realidad que desea transformar; (2) crear entornos
favorables en los que el caos se transforme en innovación; (3) tomar la iniciativa del
cambio para co-evolucionar con sus entornos y sus interlocutores (4) generar la
conectividad y la significación adecuadas para articular y dialogar con ellos. Todos
tenemos que hacer un esfuerzo. Al menos ya sabemos dónde.
11
Mucho me temo de que los ejemplos que he puesto se nos hayan quedado cortos y por ello invito a los presentes a
enriquecer esta exposición con otros de su propia cosecha. Estoy seguro de que hay participantes en la sala y lectores
que pueden hacerlo muy bien escribiéndome al blog www.tendencias21.net/estrategar
Descargar