La Catedral de Rouen

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HISTORIA DEL ARTE 2º BAC
TEMA 19
EL IMPRESIONISMO Y EL POSTIMPRESIONISMO
I.-CONTEXTO HISTÓRICO
II.-CARACTERÍSTICAS GENERALES
III.- PRINCIPALES REPRESENTANTES:
- ÈDOUARD MANET: El almuerzo campestre
- CLAUDE MONET: Impresión del sol naciente;
La Catedral de Rouen
IV.- POSTIMPRESIONISTA:
- PAUL CEZANNE: Naturaleza muerta con frutero
- VICENT VAN GOGH: La habitación de Arlés;
- PAUL GAUGIN: Visión después del sermón
I.-CONTEXTO HISTÓRICO
Con el Impresionismo culmina a finales del S. XIX el largo camino que la pintura occidental había
emprendido a comienzos del s. XV: la captación de la realidad.
Con él comienza además el Arte del S. XX, de suerte que el movimiento impresionista es al tiempo,
final de un proceso y comienzo de un arte nuevo.
Aunque es fundamentalmente un movimiento pictórico, tuvo manifestaciones en otros campos de la
actividad artística: Debussy en la música, Rodin en la escultura y Zola o Blasco Ibáñez en la literatura.
Todos ellos tienen en común con los pintores la preocupación por captar un instante de la realidad
con su luz, su ambientación, su atmósfera, como si fueran auténticos fotógrafos de esa realidad
Dos descubrimientos serán fundamentales para este movimiento:
- La Fotografía, que abrirá nuevos horizontes para los artistas y descubre a los pintores detalles
naturales que se les escapaban revelándoles determinados paraje desde ángulos inéditos: descompone
movimientos, ofrece nuevas posibilidades de expresión, de perfeccionamiento en el estudio de los gestos,
de captación de primeros planos, de desarticulación del espacio, etc.
De hecho, los pintores impresionistas encontraron en la fotografía un estímulo para su nueva visión
del mundo e intentaron captar al vuelo el instante que se evade.
- El establecimiento de las Leyes de color por Chevreul, basadas en los siete colores del espectro
solar y sus relaciones entre sí.
La comercialización de los pigmentos de pinturas en tubos, esto permitió a los artistas poder
llevarlos cómodamente para pintar al aire libre
Los impresionistas comprenden y adoptan tales transformaciones de la visión. Sin embargo,
aplicarán estas leyes siempre con entera libertad. Indagarán a su vez nuevos descubrimientos que
permitan expresar mejor su mundo de emociones personales y subjetivas. Y, precisamente, en esta
conjunción de ciencia y libertad radica la verdadera originalidad del impresionismo.
II.-CARACTERÍSTICAS GENERALES
Los rasgos comunes en este movimiento son:
Teoría de los colores: Tienen en cuenta los estudios de Chevreul. Existen tres colores primarios
(amarillo, rojo y azul) y tres complementarios (violeta, verde y naranja).
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Arte Impresionista y Postimpresionista – Pág.: 1
En vez de fundir los colores en el pincel o en la paleta, se usan los colores puros y es el ojo del espectador el que los mezcla. Los complementarios se exaltan junto al primario que no forma parte
de su composición, los colores resultan más claros y luminosos (si juntas una pincelada roja y
otra amarilla, el espectador desde lejos las verá de color naranja). Eliminan los negros, grises y
pardos.
Plasmación de la luz: Los objetos sólo se ven en la medida que la luz incide sobre ellos y cambian minuto a minuto con la luz. Un modelo no es nada, varia cada vez que es representado. Intentan captar las apariencias sucesivas, la impresión fugaz de las cosas, por eso trabajan deprisa, en
directo.
Coloración de las sombras: las sombras dejan de ser negras y se reducen a espacios coloreados
con tonalidades complementarias -luces amarillas, sombras violetas- El claroscuro queda eliminado.
Pintura al aire libre: huyen de los talleres al campo, interesados por los paisajes con la lluvia, el
humo, la niebla, el crepúsculo, los rayos del sol...
Los temas son banales, sin importancia, inspirados en la actualidad y con movimiento: escenas urbanas, bailes, regatas, bulevares de Paris, carreras de caballos, bailarinas.
La técnica que emplean es la pincelada suelta y rápida, de mancha pastosa y gruesa, con toques
yuxtapuestos de colores claros, pero aplicados con pinceles finos
Las composiciones son espontáneas, con puntos de vista fotográficos, en ángulos de visión originales, que cortan los cuerpos de forma parcial. Prescinden de la perspectiva geométrica.
No tienen carga política ni social, son artistas bohemios que viven en barrios como Montmartre.
Los principales pintores impresionistas son Claude Monet, Edgar Degas, Auguste Renoir, Alfred Sisley, Camille Pissarro y Berthe Morisot.
Rechazados en los Salones oficiales y sin poder exponer en ninguna parte fundan la “Sociedad
anónima de pintores, escultores y grabadores” y organizan una exposición colectiva en 1874 que
provocó un gran escándalo entre los críticos, uno de los cuales, Louis Leroy, en su crónica del Crarivari,
tomando como pretexto un cuadro de Monet (Impresión del sol naciente), bautizó despectivamente al
grupo como “impresionista”.
El rechazo fue generalizado pero no unánime, al tiempo que la mayoría se burlaban de sus pinturas,
empezó a surgir un grupo de defensores que poco a poco conseguirán revalorizar al movimiento.
La vida del nuevo movimiento no fue muy larga, hacia 1879 comienzan las “deserciones” en el
grupo que en poco tiempo se disolverá siguiendo sus miembros trayectorias dispares. Sin embargo sus
ecos se mantuvieron durante muchos años (posimpresionismo, neoimpresionismo...) y su valoración
cultural y comercial no ha dejado de aumentar hasta hoy.
III.- PRINCIPALES REPRESENTANTES DE ESTE MOVIMIENTO SON:
ÉDOUARD MANET:
Era hijo de una familia acomodada de París por lo que no tuvo nunca necesidad de vivir de la
pintura.
Está considerado como el precursor del Impresionismo. Mantenía relaciones con el grupo de
impresionistas, que le admiraban por su forma de pintar y por mantener su propio estilo, a pesar del
constante rechazo que tenían sus obras en los salones oficiales. Su pintura era bastante antiacadémica
tanto en los temas – escandalosos - como en la manera de aplicar el color mediante grandes superficies,
buscando a veces contrastes bruscos, y otras, armonías de claros sobre claros.
Desplazó el ángulo visual sobrealzando la línea del horizonte, lo que favorecía la potenciación del
propio plano pictórico y la sensación de que el espacio se comprimía.
Eliminó de sus cuadros “el acabado”, que consistía en dar por encima de la pintura una capa de
barniz, lo que contribuyó a aumentar el rechazo que ya tenía en los salones oficiales. A partir de Manet,
ya todos los artistas dejarán sus cuadros sin ese acabado quedando la pintura al aire
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Arte Impresionista y Postimpresionista – Pág.: 2
TÍTULO: Almuerzo en la
hierba
AUTOR: Edouard Manet
FECHA: 1863
ESTILO: Pintura francesa
precedente
del
Impresionismo
MATERIAL: Óleo sobre
lienzo. 2,08 x 2,64 m.
LOCALIZACIÓN: Museo
d’Orsay, París.
Contemporánea de su
Olímpia,
el
cuadro
desagradó a los sectores
bien pensantes de la época,
por la desfachatez que
suponía
representar
a
modelos
reales
como
Victorine
Meured,
Ferdinand Leenhoff y
Gustave, el cuñado de Monet. El cuadro es sin duda un homenaje a la pintura veneciana y se inspira en el
Concierto campestre de Giorgione, lo mismo que La Olimpía lo hace de la Venus de Urbino de Tiziano.
Además de los calificativos de "indecente" se le reprochó a Manet el tratamiento formal a base de
grandes manchas de colores planos, la violencia de los colores yuxtapuestos y la sensación de boceto,
características todas ellas frecuentes en la pintura veneciana, lo mismo que en El Greco, Velázquez o
Goya a los que Manet conocía por los cuadros de la Galería Española de París y por sus viajes por
España.
El cuadro fue rechazado por el jurado del Salón Oficial de 1863 y fue expuesto en el "Salón de los
Rechazados" con gran polémica. Hoy está considerado como la partida de nacimiento del impresionismo.
Género: se trata de una mezcla de paisaje con figuras y bodegón.
Iconografía: Se trata de un tema que ya pinta Giorgione en su "El concierto campestre" o Courbet
en su cuadro "Señoritas al borde del Sena".
En un bosque aparecen cuatro personajes parisinos que han ido a almorzar a orillas del Sena. Dos
hombres jóvenes, vestidos de forma elegante a la moda de la época (uno con sombrero y bastón),
tumbados en la hierba, charlan con una mujer desnuda que mira descaradamente al espectador. Al fondo
una bañista inclinada, con camisa, sale del rio. En primer plano vemos una naturaleza muerta espléndida,
de gran virtuosismo: cesta con frutas, sombrero y ropas.
Composición: el cuadro chocó tanto por su tema, como por la manera de estar pintado. Manet rompe
con la perspectiva tradicional al suprimir el fundido de los planos. Los personajes aparecen recortados,
casi sin relieve, planos, aunque aparecen en escorzo, colocados ante el paisaje que está utilizado como un
simple decorado. Quizá sea por influencia del arte japonés. Sólo en la naturaleza muerta el pintor se
atiene a la perspectiva tradicional, ya que hay profundidad, ligero modelado, quizá para demostrar que es
buen pintor y cuando quiere sigue las normas académicas.
La composición está organizada en varios triángulos: dos tienen por vértice las cabezas masculinas,
repitiéndose más pequeñitos en las piernas de la modelo y del hombre a la derecha; otro triángulo mayor
tiene su vértice en la joven del fondo; aún hay otro que engloba las cuatro figuras y cuyo vértice es el
pájaro de brillantes colores que aparece en la parte central y superior.
Luz: los cuerpos parecen faltos de volumen porque ya no están modelados tridimensionalmente, ha
desaparecido el claroscuro tradicional. Hay contrastes fuertes de luces y sombras, en las que ha
desaparecido el negro sustituido por diversos matices de verde. El pintor ha invertido el foco lumínico, ya
que la claridad procede del fondo, y existen diversos puntos de fuga transparentes (la hierba, el agua).
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Color: Está aplicado con grandes manchas de colores planos, yuxtapuestas las zonas claras (desnudo,
camisa blanca, pantalones grises) con las oscuras (zapatos, gorro, chaquetas) de forma violenta, sin
gradaciones. Es el color quién sugiere los volúmenes. Bellos azules, amarillos y rojos en la naturaleza
muerta del primer plano, con manifiesta influencia de Tiziano. Gran variedad de verdes en el paisaje.
Dibujo: No tiene apenas importancia. Los cuerpos presentan formas recortadas, como figuras de una
baraja. Los fondos del follaje y los reflejos en el agua están sólo esbozados, insinuados con pinceladas
flojas.
Estilo: Manet ha creado un estilo muy original en esta tela, al subvertir algunos principios
fundamentales de la pintura tradicional. Vemos grandes superficies de color, preferencia por el plano
pictórico, bruscas transiciones de luz a sombra, figuras recortadas violentamente sobre el fondo, etc.
Rasgos inconfundibles de la pintura de Manet, nueva por su tratamiento del color, modelado, perspectiva
y tema. Es una revolución estética que atrae a los jóvenes pintores impresionistas, que lo admiran. Manet
contribuyó a liberar la pintura de las limitaciones académicas.
Significado: el cuadro escandalizó por su claro contenido erótico: colocar a mujeres desnudas junto
a hombres vestidos, con los miembros enlazados. Se trataba además de un desnudo no idealizado, sino
realista, lejano de la perfección. La gente estaba acostumbrada a desnudos alegóricos y mitológicos, pero
en esta tela están representados sin la coartada de la belleza ideal, lo que se consideró vulgar e indecente.
Manet critica la hipocresía social de la época. Se burla haciendo referencia a los grandes maestros, a
los que admira, pero a los que utiliza de forma simplificada y nueva.
Picasso hará lo mismo con este cuadro, posteriormente.
CLAUDE MONET:
Claude Monet nació en 1840 en Paris y pasó su infancia en Havre donde realizó sus primeras
caricaturas entre 1856 y 1858.
En 1859, Claude Monet va a Paris donde asiste a la Academia Suisa donde hizo amistad con
Pissarro. En 1862/63, en el taller de Charles Gleyre, conoció a Bazille, Renoir y Sisley.
Con su pintura, Claude Monet experimenta los deferentes efectos de la luz y la naturaleza, lo que lo
destacó en el Salón de 1865/66. Se casó con Camille Doncieux en 1870, marchando después
acompañados de Pisarro, a Londres cuando explotó la guerra entre Francia y Alemania. Terminada la
guerra, regresa a Francia y se instala en Argenteuil en los alrededores de Paris. En 1874, participa a la
primera exposición de Impresionistas en París.. En 1883, se instala en una casa espaciosa en Giverny
donde mandó hacer un jardín japonés como lo solía imaginar. Las pinturas de este jardín tuvieron
igualmente mucho éxito. Claude Monet muere el 6 de Diciembre de 1926.
El nombre de este movimiento artístico viene de su obra "Impresión al amanecer"
Su pintura es de plein air, como todo el impresionismo, cuya principal preocupación es la luz y sus
efectos: brillos, reflejos, fenómenos atmosféricos... son los objetos de atención de Monet que los plasma
con una pincelada ligera y suelta, con una factura abocetada que deja al ojo del espectador la tarea de
completar el cuadro en su retina. De esta manera, llegará a representar las formas a base de manchas
incompletas, libres de líneas y de contornos haciéndose más dinámicas.
Esta nueva percepción de la naturaleza demuestra que la visión está condicionada por el nivel
cultural del espectador que “rellena “ la obra pictórica con elementos o experiencias que conoce.
Este método de análisis que plantea Monet descompone totalmente los objetos y le conducirá
paulatinamente hacia la abstracción que alcanzará en su última serie (Los Nenúfares (1905-09)), pintada
durante los últimos años de su vida, recluido en su casa de Giverny y prácticamente ciego.
También se dedicó a pintar una y otra vez los nenúfares de su jardín japonés, elaborando una extensa
serie, llegando a una completa desintegración de las formas y transformando los nenúfares en simples
manchas de color bañadas por luces, sin embargo, no esta claro hasta que punto el límite de abstracción
que alcanzó Monet es debido a un proceso de razonamiento intelectual (como poco después haría
Kandinsky) o a sus insuficiencias físicas (ceguera) que lo condujeron por necesidad a la abstracción. Es
posible que a los Nenúfares pueda aplicárseles mejor que a ninguna otra obra el conocido dicho que
afirma que de la necesidad se hace virtud.
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Arte Impresionista y Postimpresionista – Pág.: 4
TÍTULO: Impresión del sol naciente
AUTOR: Claude Monet
FECHA: 1872
ESTILO: Postimpresionismo
MATERIAL: Óleo sobre lienzo.2,08 x 2,64
LOCALIZACIÓN: Museo Marmotan,
París.
El cuadro que nos ocupa, que acabó
por dar nombre al movimiento, pretendía
reflejar lo cambiante de un mundo carente
de estabilidad por estar inmerso en una
atmósfera sometida a perpetuo cambio.
La marina aparece iluminada por una
luz naranja que se filtra a través de las nubes
difuminando los perfiles de las cosas, y se
refleja en las aguas de la bahía. Barcos y grúas apenas se distinguen ya que lo importante no son los
objetos sino la luz y la armonía cromática de naranjas, rosas, grises y azules.
El cuadro deja de ser la "ventana abierta a la realidad" que pretendían los renacentistas y se
convierte en un ente autónomo en el que la naturaleza es sólo un pretexto con el que pretende captar los
efectos ópticos creados por la luz natural sobre un paisaje o una panorámica urbana, sin consagrarse a los
detalles casuales sino procurando captar la escena con rapidez, para lo cual se valía de pinceladas visibles
y poco definidas
TÍTULO: La Catedral de
Rouen
AUTOR: Claude Monet
FECHA: 1892 en adelante
ESTILO:
Postimpresionismo
MATERIAL: Óleo sobre
lienzo.
LOCALIZACIÓN: Museo
Marmotan, París.
El concepto de "serie”
es decir un grupo de cuadros
en los que se representa lo
mismo,
con
ligeras
variantes, fue elaborado por
Monet como un modo de
experimentar sobre la naturaleza cambiante de la realidad. En 1877 pinta la serie de la Estación de San
Lázaro y en 1892 inicia una serie sistemática sobre la Catedral de Rouen. Sentado ante ella, Monet inicia
una nueva tela cada vez que cambia la luz y así recoge las transformaciones que sufre el monumento por
efecto de la luz, con un concepto de "instantánea" tomado de la fotografía
En una ocasión, el escritor Guy de Maupassant coincidió con Monet en la costa de Etretat y se
refirió después a la obsesión del pintor por captar los efectos de las diversas intensidades lumínicas.
Según Maupassant, Monet no parecía un pintor sino un cazador. Cuenta el escritor que Monet partía con
varios lienzos y pintaba uno detrás de otro, dejando a un lado el primero para ocuparse del siguiente en la
medida en que variaba el celaje.
Como sus contemporáneos, Monet trabajaba directamente con la naturaleza, y su sensibilidad para
percibir los cambios y transformaciones de la luz queda reflejada en muchas de sus obras. En esta obra
examinó el mismo tema expuesto a distintas condiciones meteorológicas, en diferentes horas del día o
atendiendo a los efectos del cambio de estación.
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Para llevar a cabo la realización de la obra, alquiló una habitación en una posada enfrente de la
catedral, de esa manera, podía captar la luz sobre la fachada a las diferentes horas del día, si bien la
catedral se mantenía invariable, Monet reveló en sus pinturas, que la luz la transformaba constantemente.
La serie de la catedral de Rúan está compuesta por veinte telas, y es quizás una de las más bellas y la
más completa de todas sus series. A diferencia de otra de sus secuencias, la serie de la catedral es más
patética, mucho más radical y de algún modo enigmática.
Los cuadros obedecen al principio impresionista del encuadre casual. Revela fragmentos de la
fachada, pero no como si se tratara de un monumento arquitectónico. Los detalles más bien se diluyen en
una impresión cromática general, en una armonía de luces y sombras aunadas por delicadas sensaciones
ópticas. La obra no revela el objeto sino que lo convierte en algo misterioso, casi mágico, particularidad
que intensifica el influjo medieval que de la catedral se desprende.
La síntesis artística que subyace al trabajo de este artista se halla en consonancia con la tesis, según
la cual no son las cosas sino los colores u otros fenómenos que llamamos sensaciones los auténticos
elementos del mundo. En atención a esto, la serie de Monet revela que la catedral de Rúan no tiene un
color irrefutable sino que se manifiesta en colores variables, siempre distintos y correspondientes todos en
igual medida a la realidad.
.
EL POSTIMPRESIONISMO: CEZANNE, VAN GOGH, GAUGUIN.
Suele denominarse "postimpresionistas" a un grupo de artistas que, partiendo de las premisas del
impresionismo, derivaron hacia una pintura más personal que anuncia algunos de los movimientos
pictóricos más importantes del siglo XX.
PAUL CÉZANNE:
Cézanne procede de una familia adinerada, su padre, de origen italiano, poseía un establecimiento
bancario en Aix-en-Provence. Allí nació el pintor en 1839. Recibió una esmerada educación y unos
conocimientos humanísticos en el colegio de Bourbon, donde conoció a Emile Zola, uno de sus amigos
más íntimos.
Empezó los estudios de Derecho para complacer a su padre y más tarde decidirá dedicarse a la
pintura. Con el apoyo materno se traslada a París en 1861 para comenzar su carrera como pintor. Asiste a
la Academia Suiza para ejercitarse en el dibujo, allí conoce a Pisarro, también visitará el Louvre para
estudiar las obras de los grandes pintores del pasado.
Nunca se acomodó en París, siempre se sintió como un forastero. Era un hombre de provincia, de
aspecto tosco, de carácter huraño y desconfiado. Sus amigos siempre lo vieron como a alguien extraño.
Hasta sus últimos años, alternó las estancias en la capital con largas temporadas en la casa de campo de su
familia, cerca de Aix y otros lugares del sur de Francia como L´Estanque.
Tras unos primeros lienzos de concepción romántica, el trato con Pisarro condicionó su pintura. Le
ayudó a aclarar su paleta, a interesarse por el bodegón y el paisaje. Le enseñó a pintar como un
impresionista.
En esta época, Cézanne ya apuntaba hacia la exaltación de los volúmenes, rasgo que lo diferencia de
los demás impresionistas. Su presencia en la primera exposición de los impresionistas (1874) con su
Olimpia moderna y La casa del ahorcado, provocó rechazos, ya que ni los miembros del grupo acababan
de entender su obra. Lo volvió a intentar en la tercera muestra (1877) repitiéndose las críticas. No se
aceptó su estilo de pintura, por lo que abandonó el grupo y se trasladó a Aix.
El Impresionismo fue para Cézanne una práctica, una técnica, que tratará de acomodar a sus
intenciones, donde la pincelada pierde espesor y el colorido gana pureza. En 1878 supera definitivamente
la pintura impresionista. Para él el Impresionismo se fundaba demasiado en la sensación y en la
superficialidad.
Retirado en Aix-en-Provence, aislado de la sociedad, tras romper con la profunda amistad que lo
unía a Emile Zola al encontrarse representado por el personaje de un pintor fracasado en una de sus
novelas, empieza a plantearse un modo de pintar que responda a la esencia de la realidad, a la esencia
propia de los objetos, pero a través de su propia experiencia. Prescinde de la emotividad y del
sentimiento para reflexionar sobre el lenguaje pictórico, meditando sobre las relaciones entre la forma
y el color.
Historia del Arte – Sofía Lanchas
Arte Impresionista y Postimpresionista – Pág.: 6
Se concentrará en el bodegón esforzándose por encontrar el color exacto, ya que cuanto más se ajuste
el color, con más precisión aparecerá la forma. No aplicó el sistema de claroscuro tradicional y tampoco
recurrió al modelado ni al dibujo.
Cezanne aprendió la técnica impresionista con Pisarro pero su pintura va más allá del impresionismo,
creando después de muchos años de lenta evolución, recuperar el volumen, gracias a la geometría, el
dibujo y la definición de las formas, mediante pinceladas que han sido llamadas “constructivas”; todo
ello sin renunciar al color cuya intensidad prima mediante los contrastes y las sombras coloreadas.
En sus cuadros se potencia el primer plano resultando comprimido los demás y realiza pequeñas
distorsiones, fruto de la utilización de más de un punto de vista
Cezanne da un paso fundamental que abrirá el camino al arte del siglo XX al considerar que las
formas de los objetos se ven
modificadas por las de los
objetos adyacentes, lo cual
supone la superación de la
geometría euclidiana.
TÍTULO: Still Life with
Compotier (Naturaleza muerta
con frutero)
AUTOR: Paul Cézanne
FECHA: 1879-1882
ESTILO: Postimpresionismo
MATERIAL: Óleo sobre lienzo.
18 1/8 x 21 5/8
LOCALIZACIÓN: Collection
Mr. and Mrs. Rene Lecomte,
Paris
En este cuadro Cezanne retorna a
la tradición en sus contornos y un
estudio muy a fondo de la sombra.
El color es maravillosamente suave y rico dentro del estrecho margen que se maneja en la pintura.
Estos colores hacen diferente cada objeto: el frutero, las manzanas, la copa con agua etc,
proponiendo diferentes puntos de vista sobre ellos.
En ésta pintura maneja el paso de la luz, que finalmente se refleja en las sombras, diferentes en cada
objeto.
Cézanne recrea más palpable la textura de la pintura: la opacidad, la transparencia, la atmósfera, y la
existencia de la superficie pictórica en el adorno de la pared.
También varía las posiciones, colores y contornos de la fruta, queriendo plasmarlos tal como el los
percibía
VICENT VAN GOGH:
Pintor holandés. Vincent Van Gogh era el mayor de los seis hijos de un pastor protestante, y mantuvo
con su hermano Theo, cuatro años menor que él, una relación que sería determinante en su existencia y su
trayectoria artística. La correspondencia que ambos intercambiaron a lo largo de toda la vida es el
testimonio de la intensidad de esta relación.
Estudió en un internado privado y con dieciséis años entró como aprendiz en la filial de La Haya de
la galería de arte parisina Goupil & Cie., fundada por su tío Vincent; allí conoció las obras de la Escuela
de Barbizon. Su hermano le presentó a Pissarro, Seurat y Gauguin, y esta situación coincidiría con la
definición de su pintura.
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Su paleta se tornó definitivamente colorista y su visión, menos tradicional, dando forma a su personal
visión del postimpresionismo. Su interés por el color y por la captación de la naturaleza lo indujo a
trasladarse a Arles, donde su obra fue progresivamente expresando con mayor claridad sus sentimientos
sobre lo representado y su propio estado mental.
Con la pretensión de crear el grupo de los «impresionistas del sur», Van Gogh alquiló una casa
donde invitó a los artistas con quienes compartía intereses y en la que Gauguin pasaría dos meses. La
primera crisis mental, en la que se cortó parte de la oreja izquierda, tuvo lugar en la Navidad del mismo
año 1888.
Sin conseguir superar el estado de melancolía y soledad en que se encontraba, en mayo de 1890 se
trasladó a París para visitar a su hermano Theo. Por consejo de éste, viajó a Auvers-sur-Oise, donde fue
sometido a un tratamiento homeopático por el doctor, y pintor aficionado, Paul-Ferdinand Gachet (al
que hará un retrato: “Doctor Gachet con pipa”)
En este pequeño pueblo retrató el paisaje y sus habitantes, intentando captar su espíritu. Su estilo
evolucionó formalmente hacia una pintura más expresiva y lírica, de formas imprecisas y colores más
brillantes. Pese a que unos meses más tarde el doctor Gachet consideró que se encontraba plenamente
curado, su estado de ánimo no mejoró debido a los sentimientos de culpa provocados por la dependencia
de su hermano Theo y por su fracaso profesional. Sumido en esta situación de angustia, el 27 de julio Van
Gogh se descerrajó un disparo en el pecho; murió dos días más tarde.
Su pintura se centra en el color aplicado con pinceladas muy características: sinuosa, cursiva y
espesa; los colores son a veces agresivos en contrastes poco frecuentes – amarillo sobre naranja...-.
Abre las puertas de los movimientos expresionistas del siglo XX.
TÍTULO: La habitación de Arlés
AUTOR: Vicent Van Gogh:
FECHA: 1888
ESTILO: Postimpresionismo
MATERIAL: Óleo sobre lienzo.
LOCALIZACIÓN Museo d’Orsay,
París.
En La habitación de Arles utiliza
una extraña perspectiva, inexacta pero
con capacidad real para sugerir la
profundidad y un colorido estridente,
sin apenas tonalidad.
La sensación que el cuadro
produce es de malestar, un malestar
producido por la oscilación de los
objetos y la elección de los colores,
aunque Van Gogh pretendía todo lo
contrario según se desprende de las palabras que, a propósito de la obra, escribe a su hermano Theo: "se
trata simplemente de mi dormitorio: por lo tanto, solamente el color debe hacerlo todo... sugerir sueño o
reposo en general. En fin; la visión del cuadro debe hacer descansar la cabeza o, más bien, la
imaginación... la cuadratura de los muebles debe expresar el descanso inmóvil".
En su obra los objetos adquieren un valor simbólico como ocurre con los cipreses o los girasoles...
etc.), sin embargo en esta etapa predominan las sillas desocupadas, los objetos abandonados, las
habitaciones vacías... probablemente un símbolo de su soledad y de la búsqueda de un ideal imposible,
como lo demuestra el fracaso de su intento de formar una colonia de artistas.
En lo estilístico, cabe destacar la factura empastada y una pincelada vibrante aún sin llegar a las
pinceladas llameantes y arremolinadas de su última etapa (La noche estrellada)
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PAUL GAUGIN (París, 1848 - Atuona, Polinesia francesa, 1903):
Pintor y escultor francés. Hijo de un periodista y con sangre peruana por parte de madre, tras el golpe
de Estado de Napoleón III (1851), huyó con sus padres a Lima. Cuando no era todavía más que un
adolescente, Paul Gauguin se hizo a la mar; en 1871 regresó a París y entró a trabajar en una empresa
financiera de la capital.
En esta época Paul Gauguin empezó a desarrollar un fuerte interés por el arte que le condujo a tomar
clases de pintura y a reunir una impresionante colección de obras impresionistas que comprendía trabajos
de Manet, Cézanne, Monet y Pissarro. En 1875 trabó conocimiento personal con este último y empezó
a trabajar con él; resultado de tan fecunda colaboración fue la invitación a participar en la quinta
Exhibición Impresionista de 1880, que sería reiterada en los dos años siguientes.
En 1883, su creciente interés por la pintura se unió al desplome de la Bolsa parisina para conducirle a
tomar la decisión de dedicarse íntegramente a la actividad artística. Al año siguiente se trasladó a
Copenhague, residencia familiar del padre de su esposa, en busca de apoyo económico, pero su empeño
fracasó rotundamente y poco después abandonaría a esposa e hijos.
A partir de ese momento Gauguin vivió en la penuria, rechazado por una sociedad que con
anterioridad le había abierto los brazos y que en breve iba a aborrecer.
Entre 1886 y 1888 su obra experimentó un giro radical, cuyo origen cabe buscar en dos experiencias
vitales de gran importancia: su encuentro con Van Gogh y su primer viaje a la Martinica.
Gauguin conoció al pintor holandés en París y quedó fuertemente impresionado por el modo en que
éste conseguía plasmar sus inquietudes vitales en unos lienzos rebosantes de expresividad. En 1888
incluso se desplazó a Arles con la intención de trabajar conjuntamente, pero las incompatibilidades de
carácter dieron espectacularmente al traste con el proyecto al cabo sólo de pocas semanas.
Poco antes, Gauguin habíase trasladado durante un tiempo a la colonia francesa de la Martinica,
donde entró en contacto con un paisaje repleto de sensual colorido y una sociedad, la indígena, en
estrecha convivencia con la naturaleza. Ambos factores se unieron para despertar en el artista una aguda
nostalgia por lo primitivo, cauce en el que iba a encontrar una vía idónea para expresar una emotividad no
contaminada por el naturalismo propio del arte refinado.
Tras su desastrosa experiencia en Arles, Gauguin regresó a París, donde su interés por las formas del
arte popular se acrecentó por vía de su amistad con el joven artista Émile Bernard.
De resultas de sus propias experiencias en la Martinica y del aporte teórico de Bernard iba a surgir el
sintetismo, estilo personal caracterizado por la representación no imitativa y la separación de la imagen
pictórica en zonas de color fuertemente contrastadas y a menudo delineadas en negro.
Entre 1891 y 1903 Paul Gauguin efectuó largas estancias en Tahití y las islas Marquesas, donde su
primitivismo fue atemperándose. La enfermedad y los conflictos personales (particularmente sus
enfrentamientos con las autoridades locales en
defensa de las comunidades indígenas)
marcaron los últimos años de su vida.
Tiene dos repertorios temáticos preferentes: el
mundo exótico e ingenuo de Tahití y el
“primitivismo” de Bretaña.
Su obra es precedente inmediato del
simbolismo y de la pintura de los nabis; su
sentido del color influirá mucho en los fauvistas
y los expresionistas.
TÍTULO: La visión después del sermón
(Jacob luchando con el ángel).
AUTOR: Paul Gauguin FECHA: 1888
ESTILO: Postimpresionismo
MATERIAL: Óleo sobre lienzo. 73 x 93 cm
LOCALIZACIÓN: Galería nacional de
Escocia, Edimburgo
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“Visión después del sermón” es el cuadro que marca la ruptura definitiva de Gauguin con sus inicios
impresionista y supone además la superación de la visión realista del mundo. Para alejarse de París y de lo
que él creía el mundo agotado del arte aburguesado, se traslado a Bretaña, una de las zonas entonces más
aisladas de Francia, en la que mantenían tradiciones y formas de vida ancestrales, que en otras partes
habían sido sustituidas por el modo de vida urbano. El lienzo lo pinta en el verano de 1888.
La búsqueda de nuevas formas artísticas que conectaran su pintura con lo primitivo, con la natural
del hombre, lleva a Gauguin a inspirarse en las estampas japonesas (al igual que estaba haciendo Van
Gogh) con colores aplicados en grandes manchas de tintas planas.
También siente curiosidad por el arte de pueblos africanos, por las toscas tallas de las zonas rurales o
las ingenuas imágenes de la devoción popular que encuentra en Bretaña. Esta búsqueda de lo primitivo,
de lo que el hombre a perdido al “civilizarse” es lo que le llevará a instalar en Taití.
En este caso, Gauguin hace su versión completamente personal de un cuadro religioso, la escena
se desarrolla en las puertas de la iglesia, donde un grupo de mujeres bretonas, ataviadas con sus vestidos
tradicionales, impactadas aun por las palabras del sermón dominical, contemplan en un prado cercano una
escena bíblica, la lucha de Jacob y el ángel. Jacob había engañado a su padre, Isaac, para lograr la
primogenitura frente a su hermano Esaú, por lo que fue condenado a vivir temporalmente lejos de su
madre, hasta que se reconcilió con Dios y con su familia
En esta escena Jacob lucha con el ángel de Dios que le va a revelar su nombre Israel,, antepasado del
pueblo judío. Aunque se trata de una escena religiosa, Gauguin la traslada al paisaje rural de la Bretaña,
intentó incluso donarlo a la parroquia, aunque el cura del pueblo lo rechazó por considerarlo poco
piadoso.
Conocemos algunos datos sobre el cuadro y como lo concibió Gauguin gracias a una carta dirigida a
Van Gogh en la que lo describe:
“Acabo de terminar un cuadro religioso muy mal realizado pero que me ha interesado mucho y que
me gusta. Quería donarlo a la iglesia de Pont-Aven. Naturalmente no les ha interesado en absoluto. En él
se ven dos grupos de mujeres bretonas rezando, vestidas con ropas intensamente blancas y con tocados
blancos-amarillentos muy luminosos. Un manzano cruza el lienzo, de color violeta oscuro; las hojas,
pintadas en grandes grupos, como nubes, son verde esmeralda; los espacios situados entre ellas están
coloreados por la luz de sol de amarillo verdoso. La tierra es bermellón puro. En la iglesia el tono se
rebaja y queda marrón rojizo. El ángel está vestido de color azul ultramar fuerte y Jacob de verde
botella. Las alas del ángel son amarillo cromo puro; su cabello es de un color amarillo cromo diferente;
los pies anaranjados.
Siento que en estas figuras he conseguido una simplicidad enormemente rústica. La vaca que hay
debajo del árbol es pequeña en comparación con su verdadero tamaño. A mi juicio, en este cuadro el
paisaje y la lucha solo existen en la imaginación de quienes están rezando como consecuencia del
sermón y por ello hay tal contraste entre ellas y la lucha que se desarrolla en el paisaje, que no es
realista y está desproporcionada”
La obra es clave para entender las premisas de la pintura de Gaugin: el encuadre, con los rostros de
las mujeres en primer plano, es insólito y denota la influencia de la fotografía. Los colores son planos, sin
tonos ni matices y se utilizan arbitrariamente, libres de toda relación con la realidad (el prado es rojo)
crean un paisaje autónomo y fantástico precursor del fauvismo.
El cuadro ya no es una representación sino una creación, la expresión del mundo intimo del pintor,
de sus vivencias y sentimientos.
El camino hacia el arte contemporáneo estaba ya abierto.
BIBLIOGRAFÍA. La misma que en los temas anteriores, cambiando de volumen o capítulo, según
el caso.
Grupo Ágora.- Trabajos prácticos de Arte. Una visión integradora.
I1/Del Renacimiento al Posimpresionismo. (Libro del Profesor) Ed. Akal, Madrid 1991
WWW.biografías y vidas.com
Historia del Arte – Sofía Lanchas
Arte Impresionista y Postimpresionista – Pág.: 10
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