1 Universidad Nacional de La Plata, Agosto de 2005 Debate nacional: La extensión universitaria hoy La Jornada de Extensión Universitaria que se desarrolló en la UNLP fue el ámbito en el que universitarios de todo el país debatieron la relación entre la sociedad y la universidad. La gestión de la extensión universitaria hoy; los modos de articularla con la docencia y la investigación; el desafío de jerarquizar la práctica extensionista y la formación de quienes la llevan a cabo fueron los ejes del intercambio de ideas y propuestas. Debatir y reflexionar acerca de la actualidad y los desafíos futuros que plantea la vinculación entre la universidad y la comunidad fueron los ejes de trabajo de la Jornada Nacional de Extensión Universitaria, que se realizó el 10 de agosto en la Biblioteca Pública de la UNLP. La actividad estuvo enmarcada en el Plan Estratégico que este año puso en marcha la Presidencia, y fue organizada en conjunto por la Prosecretaría de Extensión Universitaria de la Universidad y la Secretaría de Políticas Universitarias del Ministerio de Educación de la Nación. La elección de la sede de la Jornada no fue casual: la reunión coincidió con los festejos por los 100 años de la extensión universitaria en Argentina, concepto que tuvo su primer plasmación histórica en el país en la UNLP. El abordaje de la problemática se realizó a través de conferencias y debates en talleres, de los que participaron más de 200 docentes e investigadores que trabajan en programas de extensión de universidades públicas de todo el país. El encuentro resultó una oportunidad propicia para reafirmar y redefinir los objetivos fundamentales de la extensión universitaria. Para hacerlo se partió del concepto de que la crítica situación de exclusión social de la Argentina obliga a repensar la práctica, entendiendo que la universidad pública debe cumplir con un rol social que acompañe el tiempo histórico del país, con un compromiso solidario. Desde allí, se señalaron algunas definiciones que entienden que la extensión universitaria debe democratizar el acceso a los conocimientos, transfiriéndolos a la comunidad para alcanzar mejoras en la calidad de vida de todos; entender este proceso como una retroalimentación que genere otra manera de construcción de saberes; generar espacios de participación y acercar la Universidad a los sectores que no tienen acceso. Más allá de las temáticas particulares de cada taller, todo el debate estuvo atravesado por algunas cuestiones centrales para la extensión universitaria hoy: la necesidad de mayor presupuesto, la fragmentación interna en las universidades, la desvinculación con la docencia y la investigación. En el diagnóstico, sin embargo, se destacó el crecimiento de la práctica de la extensión en los últimos años, como respuesta de las universidades públicas a la crisis social argentina. Jerarquización A pesar de que llevan adelante una de las tres funciones básicas de la Universidad, los extensionistas no gozan hoy del mismo reconocimiento académico que los docentes e investigadores. Las prácticas de extensión no reciben incentivos, los puntajes curriculares para concursos y categorizaciones que otorgan son sensiblemente inferiores a los de otras especialidades. Por eso, resulta necesario implementar reformas curriculares y metodológicas que jerarquicen académicamente a la práctica extensionista como parte inescindible de la formación y de la actividad universitaria. En el taller de Jerarquización -que coordinó Alejandro Verano, decano de Periodismo y Comunicación Social de la UNLP- se planteó que para lograr ese objetivo, un punto básico es la inclusión de las tareas de extensión en los currículum de los docentes e investigadores. Vinculada a esa cuestión, se debatió la idea de generar mecanismos de evaluación de proyectos y reglamentos de extensión consensuados entre las distintas universidades. Se coincidió también en que, para jerarquizar la labor de los extensionistas, deben aumentarse los fondos dedicados a los docentes de la universidad que llevan adelante esta función, ya que en general no existen retribuciones económicas específicas por ocuparse de estas tareas. En ese marco, la sistematización y continuidad de los encuentros interuniversidades para tratar el tema fue concebida como una acción estratégica clave para generar el consenso necesario a la hora de jerarquizar la tarea del extensionista, tarea política que a su vez debe ser asumida por los organismos superiores de gobierno de las universidades. Articulación Una de las principales conclusiones del taller de Articulación fue definir la extensión como un vínculo de ida y vuelta entre la universidad y la comunidad. Es que a través de esta función básica, la universidad se nutre con los saberes e inquietudes de la comunidad que le da sentido; y 2 a su vez, en el trabajo de dar respuesta a esas demandas sociales, se replantea constantemente los fundamentos epistemológicos de su propia producción de conocimientos. Los talleristas hicieron hincapié por ello en la necesidad de superar la noción de extensión como función subalterna de las universidades. Por el contrario, del debate –coordinado por Pablo Cincotta, decano de la facultad de Ciencias Astronómicas y Geofísicas de la UNLP- surgió una caracterización de la extensión, la docencia y la investigación como dimensiones inescindibles de un mismo proceso de funcionamiento de la educación universitaria. La correcta articulación entre la docencia / investigación y la extensión fue entendida, a partir de esos lineamientos, como una premisa insoslayable para que todos las áreas de la vida académica participen en la práctica del diálogo entre comunidad y universidad que supone la extensión. Formación del extensionista Para mejorar la capacitación del extensionista se propuso como eje central la creación de una carrera específica de posgrado, que contenga características propias y no responda al modelo de la carrera de investigación. La capacitación debe estar presente también en el grado –coincidieron los panelistas-, para lo cual es necesario crear una materia o un sistema de créditos en extensión, necesarios para la obtención del título. Durante los debates en este taller –coordinado por Irma Tossi, directora de Capacitación Pública y Privada de la UNLP- se puso énfasis en que tanto la formación de grado como la de posgrado deben tener en cuenta herramientas de enseñanza – aprendizaje no tradicionales, en el marco de un trabajo de fuerte impronta interdisciplinaria, que permitan al extensionista comprender mejor el contexto con el cual va a trabajar, respetando su cultura y su identidad. Gestión de la extensión universitaria El desafío básico de cualquier gestión de la extensión es resolver la adecuación entre el conocimiento acumulado y el capital humano disponible en las universidades y los problemas críticos que plantea el desarrollo económico y social de la comunidad. Sólo así, la extensión se transforma en una herramienta eficaz para promover la calidad de vida de la población. El taller que debatió las alternativas que plantea hoy la gestión de la extensión, fue coordinado por Horacio Martino, director de Asuntos Municipales de la UNLP. Los participantes definieron dos problemáticas estructurales que las universidades deben resolver en este campo. Una primera cuestión es el estado de fragmentación e incomunicación dentro de las universidades. Para solucionar esto, se propuso la creación de Consejos de Extensión, integrados por los secretarios de extensión de las unidades académicas, organismos que ya existen en algunas UU.NN. Se sugirió, además, el fortalecimiento de las áreas de comunicación institucional y la generación de políticas de comunicación orientadas a mejorar el flujo de información interno. El taller diagnosticó además que el país atraviesa la coyuntura adecuada para el reclamo de mayor presupuesto para la extensión, teniendo en cuenta el crecimiento de la actividad como respuesta a la crisis social de los últimos años. Esta gestión de mayores recursos, otro desafío estructural clave de la gestión de la extensión- debe realizarse además en tres planos. Hacia el gobierno nacional, solicitando que el presupuesto de las universidades discrimine particularmente partidas para extensión; también hacia el interior de las propias casas de estudio, porque es en ese ámbito donde se define la distribución de los recursos. El taller de gestión sugirió, por último, que deben propiciarse alternativas de financiamiento, a través de convenios con instituciones, organismos públicos y particulares, y a la vez reafirmó que por ello no debe resignarse la gestión de mayor presupuesto, ya que ambas políticas no son incompatibles. Conclusiones finales El plenario de cierre de las Jornadas destacó la importancia de encuentros como ése, al tiempo que expresó la necesidad de sistematizar reuniones nacionales de extensionistas. Una vez más, al finalizar el evento se resaltaron como ejes centrales del debate la necesidad de gestionar mayor presupuesto, generar políticas que atiendan a la fragmentación interna en las universidades y a la desvinculación con la docencia y la investigación.