Asistencia concomitante del poderdante y el apoderado a las reuniones de la junta de socios o asamblea de accionistas ¿Resulta apropiado que a la reunión del máximo órgano social asistan al mismo tiempo el poderdante y el apoderado? La asistencia del asociado a la reunión del máximo órgano social supone la revocatoria del poder otorgado. Poderes Dificultad práctica Tengamos en cuenta que de acuerdo con el artículo 184 del Código de Comercio, modificado por el artículo 18 de la ley 222 de 1.995, todo asociado podrá hacerse representar en las reuniones de la junta de socios o asamblea general de accionistas mediante poder que cumpla con los requisitos exigidos por este artículo que a letra prescribe: “Todo socio podrá hacerse representar en las reuniones de la junta de socios o asambleas mediante poder otorgado por escrito, en el que se indique el nombre del apoderado, la persona en quien éste puede sustituirlo, si es el caso, la fecha o época de la reunión o reuniones para las que se confiere y los demás requisitos que se señalen en los estatutos. Los poderes otorgados en el exterior, solo requerirán las formalidades aquí previstas”. Pero a muchas reuniones del máximo órgano social, en algunas sociedades, se presentan al mismo tiempo el socio o accionista y su apoderado, lo que conlleva a ciertos inconvenientes de orden práctico. Por ejemplo porque las personas no caben en el recinto donde se desarrolla la reunión, o tanto el poderdante asociado como el apoderado expresan sus opiniones al mismo tiempo y en ocasiones en direcciones diferentes, lo que no deja de tener también algunas repercusiones de orden jurídico al determinar a cuál de los dos le corresponde ejercer los derechos políticos derivados de las acciones o cuotas sociales, como deliberar y votar. Contrato de mandato y su terminación. Cuando una persona otorga un poder celebra un contrato de mandato. En efecto, el artículo 2.142 del Código Civil prescribe: “El mandato es un contrato en que una persona confía la gestión de uno o más negocios a otra, que se hace cargo de ellos por cuenta y riesgo de la primera. CALI: Calle 22 Norte No. 6AN-24 Of. 606 Edif. Sta. Mónica Central Telefax: 404 0435 arellanojaramilloabogados.com La persona que concede el encargo se llama comitente o mandante, y la que lo acepta apoderado, procurador, y en general, mandatario”. Y recordemos que el mandato termina, entre otras causales, por la revocación del mandante, revocación que puede ser expresa o tácita. De hecho así lo señalan los dos artículos del Código Civil que a continuación se transcriben: “Art. 2.189.- El mandato termina: 1) Por el desempeño del negocio para que fue constituído; 2) Por la expiración del término o por el evento de la condición prefijados para la terminación del mandato; 3) Por la revocación del mandante; 4) Por la renuncia del mandatario; 5) Por la muerte del mandante o del mandatario; 6) Por la quiebra o insolvencia del uno o del otro; 7) Por la interdicción del uno o del otro; 8) Derogado dec. 2.820 de 1.974, art. 70; 9) Por las cesaciones de las funciones del mandante, si el mandato ha sido dado en ejercicio de ellas” (negrillas fuera de texto) “Art. 2.190.- La revocación del mandante puede ser expresa o tácita. La tácita es el encargo del mismo negocio a distinta persona. Si el primer mandato es general y el segundo especial, subsiste el primer mandato para los negocios no comprendidos en el segundo”. (negrillas fuera de texto) La revocación expresa se da cuando así lo indica de manera clara, específica y explícita el poderdante. Es imperativo que la revocación tácita se presenta si el mandante encarga el mismo negocio a persona diferente al primer mandatario. La asistencia del asociado supone la revocatoria del poder otorgado. Indudablemente también hay revocatoria tácita cuando el objeto del contrato de mandato desaparece, es decir, cuando ya no se requiere actuar por tercera persona para adquirir los derechos y contraer obligaciones; recordemos que cuando una persona obra a través de apoderado, los efectos del CALI: Calle 22 Norte No. 6AN-24 Of. 606 Edif. Sta. Mónica Central Telefax: 404 0435 arellanojaramilloabogados.com acto jurídico se desvían del representante hacia el representado como si este hubiere obrado por sí mismo. Y si el asociado está presente ya no se requiere del apoderado. Podemos precisar en consecuencia, que la sola presencia del poderdante implica una revocatoria tácita del poder. Lo lógico es que se otorgue poder cuando el asociado no vaya a asistir a alguna reunión del máximo órgano social. Es en ese escenario que tiene sentido el otorgamiento de un poder, para que el apoderado asista, y reemplace al socio o accionista, y todos los efectos se radiquen en cabeza del poderdante. Por ello, al menos en principio, no deben asistir en forma concurrente el poderdante y el apoderado a las reuniones del máximo órgano social. En este sentido se ha pronunciado la Superintendencia de Sociedades en varias oportunidades, entre las que cabe resaltar el oficio 220-51101 publicado en Internet el 30 de diciembre de 2.001, el oficio 220-18843 del 19 de abril de 2.002 y el memorando 220-016 de enero 23 de 2.004. Solo pueden asistir conjuntamente, en el entendido que la presencia del apoderado se requiere para asistir a su poderdante como consejero o asesor, pero sin voz ni voto en la sesión. El poderdante y el apoderado no pueden deliberar y decidir conjuntamente en una misma reunión. A quien le corresponde ejercitar los derechos políticos de deliberar y votar es al socio o accionista. Si estando el asociado presente, su apoderado interviene en la reunión del máximo órgano social, causando algún tipo de perturbación en la misma, nos preguntamos a quién le compete tomar las medidas pertinentes para garantizar su normal funcionamiento. Definitivamente no es al Presidente de la reunión, sino al máximo órgano social con las mayorías señaladas estatutariamente, a quien le compete tomar las medidas que considere dentro de las cuales está permitir o no la presencia del apoderado, y no le es dable al apoderado exigir su permanencia en el reciento si se encuentra presente el asociado. Sobre el particular, la Superintendencia de Sociedades ha señalado: “…En consecuencia, habida cuenta que el máximo órgano social se integra únicamente con los asociados es a ellos a quienes corresponde decidir, en los términos de la ley y de los estatutos, si se acepta la asistencia a la reunión de una persona que legalmente no tiene derecho para deliberar o decidir o siquiera asistir a la reunión de un órgano colegiado de carácter societario…” (oficio 220-18843 del 19 de abril de 2.002). Y podría pactarse estatutariamente que a la reunión del máximo órgano social no puedan asistir al mismo tiempo el asociado y el apoderado? Sobre este particular se pronunció la Superintendencia de Sociedades en el memorando 220-015 de enero 23 de 2.004 proferido por la Oficina Asesora Jurídica, en los siguientes términos: CALI: Calle 22 Norte No. 6AN-24 Of. 606 Edif. Sta. Mónica Central Telefax: 404 0435 arellanojaramilloabogados.com “… si como lo sustenta la Superintendencia, la presencia del apoderado, junto con el titular de las acciones o cuotas, depende de la aquiescencia de los asambleístas, en opinión de esta oficina nada podría oponerse para que estatutariamente se consagre de manera expresa la prohibición de la asistencia conjunta, bajo el entendido que, previa aprobación de la reforma correspondiente, ninguno de los asociados podría solicitar autorización en tal sentido, ni menos aún, los demás asociados consentir la presencia física del apoderado y poderdante en las reuniones del máximo órgano social o junta de socios, según el caso, so pena de violar los estatutos, ley para las partes una vez integre el cuerpo del contrato societario”. Sin duda alguna, en consecuencia, podría restringirse por vía estatutaria la concurrencia concomitante del poderdante y su apoderado a las reuniones del máximo órgano social. CALI: Calle 22 Norte No. 6AN-24 Of. 606 Edif. Sta. Mónica Central Telefax: 404 0435 arellanojaramilloabogados.com