Lo ingenioso prosaico frente a la melancolía de lo descriptivo Gonzalo Cerezo Mata. Curso Mundo Real y Mundo Cuántico. Enero 2006 Desarrollo aquí una exposición sobre el ingenio que se hace prosaico frente a la poesía oculta en lo descriptivo. Puede y pretende ser paradójico invertir los opuestos ingenio o inventiva y descripción otorgándole el valor poético a ésta en vez de aquél. Para ello es necesario considerarlas como categorías independientes de evocación y de denotación. O lo que en el curso de Mundo Cuántico y Mundo Real describiríamos como dimensiones finitas y enumerables frente a la concepción de una realidad abierta y continua. Este ejercicio está basado en el análisis de un extracto de Seda1 de Alessandro Baricco y un extracto de Goyerias2 de Juan Ramón Gomez de la Serna Evocativo Seda Ingenio Descripción Goyerías. Cedulario del Alma Denotativo En el fragmento de Seda que quiero señalar, en sólo 8 mini-capítulos/15 páginas, a penas unas 2250 palabras, se describe un nuevo viaje del protagonista a Japón para comprar huevos de gusanos de seda: nueve meses entre 1864 y 1865, la guerra en ese país, la destrucción de la aldea con la que el tenía contacto y la huida del sus habitantes, su descubrimiento de la aldea destruida, el encuentro de un emisario de su amor platónico y mujer del jefe de la aldea, con la que no ha cruzado una sola palabra y motivo oculto de su viaje, y un viaje con él de cinco semanas, el reencuentro frustrado con la mujer, su amenaza de muerte, la ejecución del emisario y su penoso regreso a Francia con la cosecha de huevos de seda, de los que depende toda la economía de su pueblo, echados a perder. Un texto que escueto que además es prácticamente sólo descriptivo, con escasas imágenes metafóricas. Sin embargo, deja translucir un movimiento del alma del 1 2 Alessandro Baricco. Seda. Ed Anagrama 1997 Ramón Gómez de la Serna. Goyerías. Ed Bruguera Colección Libro Amigo1983 protagonista inquietante y melancólico como pocos textos lo logran. Una belleza y una intensidad que se encuentra justo en lo que no se nombra. Consigue trasladar y recrear en el lector lo que Dalmasio3 llama los sentimientos de fondo, contagiándote de su melancolía. Su poder evocador es así muy potente, sin siquiera ser elaborado conscientemente, sino en una ósmosis continua con lo que no es contado pero sin embargo intuido entre las palabras. Lo descrito es una selección intencionada de fragmentos de una realidad más compleja que la que se muestra, que fluye a borbotones en los huecos entre las palabras, en las elipses, como en los cuadros japoneses en las que las tintas negras sólo pretenden robar alguna forma al vacío infinito que representa el blanco. Uno se pregunta si el autor no ha jugado precisamente a recrear esa misma aproximación artística a la realidad propia de aquél país. . El texto de Ramón Gómez de la Serna, habla de tipos de almas. Podría haber seleccionado cualquier otra Goyería, pero el objeto del que se habla se ha elegido precisamente por ser una idea de algo que no existe, sinónimo de lo espiritual, y para muchos un terreno fértil de evocaciones: muestra así de forma extrema como la trivialización no es necesariamente contraria al ingenio. En esta Goyería se hace una enumeración ingeniosa basada en imágenes y símiles de almas con objetos y formas. El texto enumerativo pretendería casi llegar a contar todas las formas posibles de alma, (Ese etcétera etcétera que acabo de poner, no significa que se me hayan agotado las clases de alma…) dejando a la metáfora no el papel de tocar el alma sino de jugar con el ingenio de los símiles con imágenes u objetos incluso acciones más o menos concretas pero con una intención unívoca. Sería claramente una expresión aleatoria o de mero ingenio. La propia forma de hablar y los recursos retóricos para desarrollar su discurso se convierten en un tipo de expresión sujeta a una visión finita y contable frente a lo abierto y continuo: utiliza el mismo un lenguaje traído de la aproximación científica como disección de la realidad “la geometría de las almas (…) una tercera variante de la clasificación (…) las almas tienen superpuestas una serie de cristales y cristalizaciones… El objetivo de esta reflexión, aun retorciéndolo un poco (al liberar lo descriptivo de una esclavitud meramente denotativo), era mostrar como incluso en el terreno de la creación se pueden encontrar ejemplos de un contraste entre la expresión de lo abierto y la realidad percibida como contable y computable. REFLEXIÓN POSTERIOR AL ESCRITO. Una vez leidos los comentarios de Juan M. Parrondo a otros trabajos de los alumnos del curso me sorprendió el número de coincidencias (muchos de los textos que han 3 Dalmasio, A (1994). El Error de Descartes. Ed Crítica seleccionado otros pasaron tentativamente por mis manos, Cortazar, Lorca…) pero sobre todo las pistas dadas por Juan M. me sirven para profundizar algo más. Efectivamente mi trabajo va en la misma línea de los comentarios que hace sobre el de Moisés: “La lógica poética construida a partir de fragmentos totalmente racionales”. O también, en las observaciones sobre el verso de Gertrude Stein (una rosa es una rosa es una rosa) puesto como ejemplo en el trabajo de Janine, “en la renuncia a la interpretación puede haber un salto a una dimensión de misterio”. Ambos comentarios al igual que mi trabajo hablan de algo así como la tensión entre lo ingenioso-aleatorio y lo descriptivo-misterioso. Me resulta ahora más fácil poder comentar otros ejemplos que rondaron en mi cabeza y que me resultaban en cambio muy áridos para abordar, más del mundo del arte que de la literatura: el Dadaísmo y el movimiento Prerafaelista . Justo hace unos días visité la exposición sobre DADA en París y es interesante cómo en este Movimiento (al que se puede llamar así a pesar de los escasos vínculos formales entre los artistas) se expresa también esta tensión. La emoción fue intensa al encontrarse con estas obras, en el contacto con algo que fue sin duda histórico. Sin embargo, captar el misterio en las obras era difícil, al menos a mi sensibilidad poética, a pesar de lo interesante de detenerse a ver creaciones de tanta transcendencia para a todo el arte del siglo XX. La mayoría de las obras expuestas (y estaban casi todas) son meras expresiones de ingenio aleatorio, con un valor indudablemente subversivo por su deseo de romper convenciones. Las convenciones sean expresiones de lo cerrado-sin misterio por su previsibilidad pero no toda ruptura de convenciones es necesariamente abierta al misterio. Quizás George Grosz es de los pocos que si trasmite misterio, a pesar de su intención explicita de crítica política, a través de su expresión alucinatoria con figuras deformadas y grotescas y su ruptura de las convenciones espaciales (ver reproducción de La Ville). De Marcel Duchamp se ha dicho de todo, pero como en el poema de la rosa de Stein, quizá nos hace fijarnos en la materialidad presente de las cosas, creando un misterio inesperado entorno a ellas. (si no fuera porque el convencionalismo de esta ruptura la ha desprovisto ya de este misterio). Otra exposición impresionante fue la de los prerrafaelitas (esta vez en Madrid). Este es un ejemplo también de esta tensión aunque en un sentido inverso. En los principios inspiradores de este movimiento estaba la intención de ser absolutamente detallista, en cierta medida deudores de los métodos de observación científica. Se partía así de una idea de realidad discreta. Se trataba de hacer un registro de cada una de las cosas que Dios ha creado y como las ha creado (la religión también estaba entre sus elementos ideológicos). Pero también de no seleccionar, de hacer un esfuerzo de abstraer la subjetividad (frente al romanticismo). Y sin embargo, intentaban reflejar la emoción de belleza captada ante un paisaje y, con gran sorpresa, hay cuadros de una gran intensidad en su misterio, a pesar de que podríamos ver dibujado cada milímetro del paisaje o de los objetos (en una intención casi “digital”). En el ejemplo de la Niña Ciega de John Everett, se ha resaltado la simbología: la mariposa, el doble arcoiris como placeres estéticos que le son negados, aunque ella con una mano muestra el placer de tocar una brizna de hierba y con la otra coge la mano de su pequeña acompañante como si le transmitiese lo que ella si ve. Como tales unas expresiones algo elaboradas y explicitas. Sin embargo, lo que a mí me impresiona es la perfección del pelo de la niña pequeña que le acompaña, la artificialidad de la luz (ese efecto tan extraño cuando el sol se vuelve como un foco frente al cielo oscurecido), la perfección del tejido… En todo ello hay algo que se escapa inevitablemente al registro minucioso de cada brizna, cabello o punto del tejido ¿Qué es?, ¿la capacidad de plasmar lo eterno de un momento?. Sin duda, sea cual sea la estrategia de acercamiento o de representación de la realidad, incluso las que aspiran a abstraerse de la subjetividad, sólo merecen llamarse arte cuando presentan una puerta al misterio. Ahora podemos llenar un poco más el espacio creado por las dimensiones citadas al principio del trabajo Evocativo Prerrafaelistas Seda DADA Ingenio Descripción Goyerías. Cedulario del Alma Denotativo John Everett Millais Blind Girl Marcel Duchamp. Roue de Byciclette George Grosz La Ville