CAPÍTULO IV Procesos arrendaticios. Retracto. Desahucio Guillermo Sacristán Represa Magistrado de la Sección 1.ª Audiencia Provincial de Oviedo Introducción 1. Los procesos arrendaticios constituyen un conjunto de mecanismos judiciales (como todo procedimiento) en los que, a través de unas determinadas reglas de juego legalmente establecidas, quienes han celebrado un contrato de aquella naturaleza, pueden ejercitar un conjunto de derechos vinculados todos ellos con el negocio jurídico en cuestión. Los contratos a los que se van a referir las siguientes líneas son aquellos en los que una de las partes se obliga a dar a la otra el goce o uso de una cosa por tiempo determinado y precio cierto (art. 1543 del Código Civil –CC–), y la “cosa” a la que se refiere el precepto será una finca urbana o una finca rústica. El ejercicio de aquellos derechos subjetivos corresponderá a cualquiera de los contratantes (arrendador o arrendatario) dependiendo de las situaciones. Por su parte, el contenido de las acciones puede referirse: a) A la situación posesoria (recuperación del objeto contractual por parte del arrendador como consecuencia de incumplimientos diversos en que ha podido incurrir el arrendatario: de desahucio o de resolución del contrato a instancia del arrendador o, en su caso, del arrendatario); b) A la indemnización de daños y perjuicios como consecuencia de omisiones de quien arrienda que no realiza las obras que debía Procesos especiales por razon de la materia.indb 377 04/03/2013 12:36:22 378 Procesos especiales dispositivos por razón de la materia en la LEC haber ejecutado para permitir el uso del objeto conforme a lo contratado, o del arrendatario que en el uso ordinario de la finca incurre en el abandono de instalaciones; c) A modificaciones de algunos de los términos del contrato, como actualización de las rentas o subrogaciones; d) A reclamación de cantidades que pagó el usuario de la finca, que hayan supuesto mejoras del objeto que van a quedar en beneficio del arrendador; e) O a la adquisición de la propiedad del objeto por el arrendatario en supuestos de venta a terceros proyectadas (tanteo) o ya realizadas (retracto); etcétera. 2. Esta variedad de acciones plantea una inicial complejidad pero que no es la única ni siquiera la de mayor entidad, pues debe tenerse en cuenta que las relaciones jurídicas de tracto sucesivo, en materias como viviendas, locales de negocio o fincas rústicas exigen un tratamiento normativo cuidadoso, no siempre fácil de establecer. Si a ello se une el afán modificador del legislador nacional, acentuado en los últimos tiempos, el panorama a enfrentar presenta caracteres de confusión creciente. 3. Pero, puesto que el campo de observación se refiere tanto a fincas urbanas como rústicas, ésta deberá ser la primera separación que se establezca en el examen inicial de la normativa a tener en cuenta: A) En el marco de los arrendamientos urbanos, la Ley 29/1994, de 24 de noviembre es la vigente desde el primero de enero de 1995 (Disposición Final Segunda). Pero no puede olvidarse su Disposición Derogatoria, en la que establece la expresa del Decreto 4104/1964, de 24 de diciembre, por el que se aprobaba el Texto Refundido de la Ley de Arrendamientos Urbanos de 1964, con el siguiente añadido:“sin perjuicio de lo previsto en las Disposiciones Transitorias de la presente Ley”. En las mismas (en número de seis y algunas de ellas de una prolija extensión) se recoge una constante referencia al mantenimiento de algunas de sus normas, entre las que se fijan disposiciones diferentes para los contratos celebrados a partir del 9 de mayo de 1985 (Primera); con anterioridad al 9 de mayo de 1985, según se trate de vivienda (D.T. Segunda); de local de negocio (D.T. Tercera); asimilado a los de inquilinato (D.T. Cuarta), o de viviendas de protección oficial (Quinta), en todo caso siempre en relación con los contratos subsistentes a la entrada en vigor de dicha Ley de 1994. La fecha que sirve de franja temporal, es decir, el 9 de mayo de 1985 hace referencia a la publicación en el Boletín Oficial del Estado del Real DecretoLey 2/1985, de 30 de abril, sobre Medidas de Política Económica, que modificaba la Ley de 1964 en dos extremos de importantes dimensiones: la libertad para transformar viviendas en locales de negocio y, sobre todo, la supresión de la prórroga forzosa en todos los contratos de arrendamientos urbanos. La ley especial arrendaticia urbana, la de 1994, dedicaba su Título V, en tres artículos, los 38 a 40, a los “procesos arrendaticios”; el 38 sobre competencia, el 39, con seis apartados, sobre procedimiento; y el último acerca de la acumula- Procesos especiales por razon de la materia.indb 378 04/03/2013 12:36:22 Procesos arrendaticios. Retracto. Desahucio 379 ción de acciones. En el apartado 2 de este Art. 40, se fijaba una norma especial que autorizaba acumular la acción de resolución contractual con la reclamación de cantidades adeudadas, sin límite cuantitativo, y remitía al procedimiento de cognición, vigente la Ley de Enjuiciamiento Civil de 1881 (LEC 1881). Ahora bien, esa ley procesal fue sustituida, y derogada por lo que hace a estos preceptos, por la Ley de Enjuiciamiento Civil de 2000 (L 1/2000, de 7 de enero, que entró en vigor al año de su publicación en el Boletín Oficial del Estado, el número 7, de 8 de enero de 2000). A través del apartado 2, 6.º de su Disposición derogatoria única, como era lógico, también dejó fuera el Título V de la Ley de 1994 (artículos 38 a 40), por lo que, para los contratos suscritos con posterioridad a su entrada en vigor, deberán tenerse en cuenta los arts. 249, 250, 438.3.3.ª (en redacción dada por la L 23/2003, de Garantía en la Venta de Bienes de Consumo, en su Disposición final tercera), 439.3, 440.3 (L 23/2003), 444.1, 447.1 y 2 (este segundo modificado por la reseñada Ley), 449, 661, 675, 691, 703.1, 2, 3 y 4 (los tres primeros con redacción original y el último reformado por la L 23/2003), 704 y 22.4 (con redacción dada también por esta Ley 23/2003), todos los cuales serán considerados a continuación. Con esta derogación se producía la eliminación de la norma especial en materia de acumulación de acciones, que recogía el art. 40.2, consecuencia de lo cual fue nuevamente la imposibilidad de ejercitar conjuntamente la acción de desahucio por falta de pago y de reclamación de rentas por el cauce único de un determinado procedimiento cuando la segunda acción superase determinada cuantía, en concreto la que deslindaba el procedimiento verbal del ordinario (entonces, 500.000 pts.), de acuerdo con el art. 438.3. Ahora bien, nuevamente la Ley 23/2003, modificó este apartado del 438 permitiendo la acumulación de ambas acciones con independencia de la cuantía de las cantidades que se reclamarán, a tramitar en el procedimiento verbal. Es decir, de nuevo una modificación legislativa que volvía a colocar las cosas como estaban en el año 1994, pero nueve años más tarde. Sin embargo, no terminan aquí las reformas: La Ley Orgánica 1/2009, de 3 de noviembre, complementaria de la Ley de reforma de la legislación procesal para la implantación de la nueva Oficina judicial, por la que se modifica la Ley Orgánica 6/1985, de 1 de julio, del Poder Judicial, que entró en vigor el día 5 de noviembre, siguiente a su publicación en el BOE del día 4; la Ley 13/2009, de 3 de noviembre, de reforma de la legislación procesal para la implantación de la nueva Oficina judicial, que entró en vigor a los seis meses de su publicación en el BOE, que fue el del 4 de noviembre, es decir en el mes de mayo de 2010; y la L 19/2009, de 23 de noviembre, de medidas de fomento y agilización procesal de alquiler y de la eficiencia energética de los edificios (publicada en el BOE de 24 de noviembre, y que entró en vigor al mes de dicha publicación). Y la Ley 37/2011, de 10 de octubre de “medidas de agilización procesal”, publicada en el BOE del 11 de octubre, que, entre otras leyes procesales, modifica Procesos especiales por razon de la materia.indb 379 04/03/2013 12:36:22 380 Procesos especiales dispositivos por razón de la materia en la LEC la Ley de Enjuiciamiento Civil que, en materia arrendaticia, altera los arts. 22.4, 440.3, introduciendo un nuevo apartado 4, 449, 455.1, 457 y 477.2, y con entrada en vigor a los 20 días de su publicación. Normas de importancia en esta materia de cada uno de los textos legales son: – De la LO 1/2009, la incorporación en la disposición adicional decimoquinta de un depósito para recurrir en todos los órdenes jurisdiccionales –reducido para el penal–, y genérico, en el caso del civil, de pequeña cuantía en todos los supuestos, que se constituye como requisito de admisión a trámite de cualquier recurso, con independencia del tipo de acción ejercitada o de la clase de procedimiento en el que se plantee141. – De la L 13/2009, la modificación del apartado 4 del art. 22 LEC, en el que (en el marco del nuevo diseño de funciones entre Juez y Secretario) introduce un supuesto de resolución de este último mediante decreto cuando, antes de la celebración de la vista del desahucio por impago en arrendamientos urbanos y rústicos, el arrendatario paga o pone a disposición del actor las cantidades con eficacia enervadora de dicho desahucio; y de la disposición adicional quinta, introducida por la LO 19/2003, identificando a estos efectos a los desahucios por falta de pago los de expiración del tiempo legal o contractual, y manteniendo las reclamaciones de rentas cuando se acumulan tales acciones. – La Ley 19/2009 tenía el objetivo, según su exposición de motivos, de “impulsar el desarrollo del mercado del alquiler”, en el marco del cual se pretende mejorar y agilizar los procesos de desahucio, salvaguardando en todo caso los derechos y garantías que protegen al inquilino de buena fe; se da el mismo tratamiento a los desahucios por falta de pago y por expiración del plazo contractual; se amplía el ámbito del procedimiento verbal, permitiendo que sea éste el de todas las reclamaciones de rentas o cantidades debidas, con independencia de la cuantía y sin necesidad de acumularlo al de desahucio, llevando estos trámites más sencillos –los del procedimiento verbal– cuando la reclamación se lleve al monitorio y se plantee oposición por el arrendatario, también sin depender de la cuantía de lo reclamado; por último, se simplifican determinados trámites y se reducen plazos. Los artículos de la LEC que se modifican de nuevo son 141. El Gobierno publica la Ley de Tasas Judiciales, tras un fulgurante debate en el Parlamento, apenas existente, cuando se redactan estas líneas (en concreto en el Boletín Oficial del Estado número 280, del 21 de noviembre de 2.012). En él se incrementa en forma desmesurada el pago de dichos tributos para interponer demandas y recursos, estableciendo el abono de una cuota fija cuya cuantía varía en función del tipo de procedimiento, a lo que se añade también una cantidad variable en función del importe del procedimiento, suponiendo una subida de entre 50 y 750 euros, para poder recurrir una resolución en los tribunales, lo que con palabras del Presidente del Consejo General de la Abogacía Española, “deja gravemente herido al Estado de Derecho al limitar e incluso imposibilitar el acceso de la ciudadanía al derecho a la justicia”. Procesos especiales por razon de la materia.indb 380 04/03/2013 12:36:22