“No ingresé a la política para beneficio personal ni de mi familia”

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“No ingresé a la política para beneficio personal ni de mi familia”
Fecha: 17/05/2016
Lo asevera el edil Carlos Cossia, del Peronismo Solidario, en relación a la situación originada
por la difusión de la copia de un contrato transitorio por la prestación de servicios por parte de
su hija en la Municipalidad de Rosario.
Expresa el edil “si bien María Cossia, psicóloga de profesión, cumple funciones desde el mes de febrero
en la Secretaría de Desarrollo Social, el decreto de su contrato salió recién en mayo, apenas pocos días
después” de que su voto decidiera el incremento del transporte urbano de pasajeros en el Concejo
Municipal.
“Esta coincidencia fue aprovechada políticamente por medios de difusión para vincular ambas
cuestiones, agrega más adelante y asevera que “nada tiene que ver con mi decisión”.
“Actué por convicción, como lo hago siempre, de acuerdo a mis principios, a nadie le gusta que las
cosas aumenten de precio, pero mucho peor es no tener servicio”, señala el edil del bloque Peronismo
Solidario.
“No ingresé a la política para beneficio personal ni de mi familia, no lo necesito, no es mi estilo, me
dedico a esta actividad por vocación de servicio y no para poner una agencia de colocaciones”, enfatiza
en otro párrafo del documento.
Al continuar consigna Cossia que: “Como a todo padre, le preocupa que su hija tenga trabajo para
desarrollar aquella actividad que la apasiona, y para la que tanto se preparó, me alegró mucho cuando
me enteré que había ingresado contratada en la Municipalidad, pero eso nada tuvo que ver con otras
cuestiones”.
“Además de poner en juego mi prestigio personal, mi reputación pública y la de mi hija, que es la que
más me importa, están poniendo en duda la credibilidad pública, acusando al municipio de hacer de la
política un intercambio de figuritas y repartija de prebendas para asegurarse la sanción de normas, algo
que no es ni el estilo ni la forma de persuadir posturas, al menos en mis conceptos de esta actividad”,
acota.
Luego agrega el documento:“A mis largos años de edad, no soy ingenuo, se que esta operación
mediática forma parte del juego, es la parte negativa a la que estamos expuestos quienes nos
postulamos para ejercer una función pública, pero hay que tener el cuero duro para aguantar. Los
cientos de acciones positivas que he desarrollado en mis dos años y medio de función, ameritan el
sacrificio y me dan fuerzas para soportar la injuria y la calumnia”.
“Enterado por los propios medios que se encargaron de difundir la información, que tuvieron la
deferencia de llamarme previamente para advertirme que tenía en su manos los papeles e iban a
difundirlos; les dije que no tenía nada que ocultar, que lo hicieran sin culpa, que estaba tranquilo de mis
acciones y que la gente juzgara como quiera, porque mi conciencia está tranquila”.
“Tengo amigos en Canal 3, formé parte de la grilla de programas que difunde la emisora, podría haber
intentado acallar la nota, hablando con la gerencia. No intenté hacerlo, tengo mi conciencia tranquila,
actué por convencimiento personal, ya que había que destrabar la situación que tenía al Concejo en vilo
desde hacía dos semanas, y amenazaba con dejar sin transporte a la ciudad”.
“Había dado mi palabra a los taxistas de votar el aumento, los estudios de costos daban un retraso del
60% de la tarifa, el tema estaba acordado desde la semana anterior, y fue postergado por problemas
políticos generados por la puja por el boleto. Ellos eran rehenes de una situación no deseada”.
“En cuanto el transporte, pasó algo similar, los estudios de costos daban $9.45, se pedía una tarifa de
$8 y $8.50 para julio. Hubo propuestas, algunas serán evaluadas, incluso aporté una propia, superadora
en relación a otros proyectos existentes. En este contexto los trabajadores habían firmado una paritaria
del 30%, había que pagar sueldos y la situación ameritaba soluciones”.
“En el conflicto anterior, que derivó en un paro de ómnibus, una señora acompañada de sus dos hijos
se presentó en el Concejo, pidió hablar con un concejal, cualquiera, no le importaba cual, le dijeron que
estaban ocupados tratando el tema del boleto. Por eso insistió. Justó pase yo, ocasionalmente, y me
solicitó hablar un minuto. La atendí. Sacó de su bolsillo un ticket de taxi, de $52, y otro de $43, y dos de
$30, me dijo esto es lo que nos costó hoy un taxi para ir a trabajar, me salió más caro que el peso que
ustedes se niegan a aumentar durante 30 días, dejen de hacer política, nosotros los pusimos ahí para
que decidan, no para que se escondan”.
“Junto a otros 13 ediles decidimos no dar quórum la semana anterior al aumento, acompañé aquella
medida, y les dije a ellos que la semana siguiente, estaría en mi banca para discutir el precio del boleto
y votar el aumento del taxi. En esa semana se buscaron alternativas, algunas se tomaron, otras se
postergaron y otras llegaron tarde, como la suba del impuesto a los sellos, pero teníamos todos los
números sobre la mesa, esquivar la discusión era evadir mi responsabilidad como concejal”.
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