Foto: Leomar Arévalo. Título: Buscando el Sendero Autor: César Calle Técnica: mixta sobre tela Tamaño: 118 x 87.5 cm Colección: Privada Año: 2012 Copyright: fotografía realizada por Martín Huerta, 2003. Nicanor Parra y Theodoro Elssaca en la casa de Pablo Neruda en Isla Negra, durante la conmemoración de los treinta años de la muerte del poeta de los bosques lluviosos del sur de Chile. Atrás se ven expuestas las dramáticas fotografías captadas en Septiembre de 1973, durante el funeral de Neruda. Nicanor Parra y El Objet Trouvé* Theodoro Elssaca Aboid** Escritor, Presidente de la Fundación IberoAmericana, Santiago, Chile Fecha de recepción: 30 de julio de 2012 Fecha de aprobación: 3 de septiembre de 2012 Resumen Este texto es una reseña testimonio vivo y revelador de una de las voces más impactantes de la literatura iberoamericana, Nicanor Parra, visto desde la mirada del también poeta Theodoro Elssaca Aboid. Parra, el popular poeta antipoeta, irrumpe en el mundo cultural con la fuerza de su particular lenguaje, el cual no se limita a la palabra sino que incluye la acción, los objetos y diversos contextos kinéticos. *Artículo de Reseña Bio-bibliográfica. El autor generosamente entrega a nuestra revista, este texto homenaje al poeta Nicanor Parra, Premio Miguel de Cervantes, 2011, recientemente laureado con el Premio Iberoamericano de Poesía Pablo Neruda, 2012. ** Theodoro Elssaca es Poeta, Escritor, Ensayista, Artista Visual, Fotógrafo-Antropologista, Investigador y Expedicionario. Estudio Diseño y Licenciatura en Estética, Pontificia Universidad Católica de Chile. A nivel pictórico fue un joven discípulo del maestro Ciccarelli. Entre sus libros podemos señalar: Aprender a Morir, 1983; Viento sin Memoria, 1984; Isla de Pascua. Hombre-Arte-Entorno, 1988; Aramí, 1992; El Espejo Humeante – Amazonas, 2005. Incansable viajero, Elssaca recorrió y trabajó más de diez años en Europa, donde tomó contacto con notables creadores y sus obras. Numerosas Expediciones a Polinesia, Norte de África y Amazonas han impregnado el espíritu de sus trabajos. Su impronta es hoy reconocida como una huella sui generis en las obras que emprende. Colabora de manera permanente en revistas de América y Europa, aportes que se pueden ver en www.elssaca.cl Impulsado por su ardiente creación multifacética, dirige la Fundación IberoAmericana que preside, en Santiago de Chile, desde donde difunde las obras de otros artistas, a través de www.fundib.org Correo electrónico: [email protected] 125 ISSN 0121-8670 - ISSN Electrónico 2256-1161 Revista Criterios No. 28, 125 - 134, 2012, Pasto (Col.) Sin embargo, más allá de la ironía o de la ubicación de su obra dentro de la llamada postmodernidad, el escritor Theodoro, amigo y conocedor de su trayectoria artística, lo relaciona con algunos clásicos del arte, encontrando en la tradición dadaísta su más cercana identidad y en su Chile natal, la raíz de su postura crítica frente al mundo. Señala además, que sus trabajos objetuales entran en sintonía con el universo expresionista y filosófico, porque el poeta es un defensor de una conciencia vital de respeto a la naturaleza y a lo humano, de allí, su abierto rechazo a la guerra. Palabras Clave Nicanor Parra, Objet Trouvé, Antipoesía, Arte, Poesía Popular Nicanor Parra irrumpe en la poesía universal a través de su lenguaje transgresor E l eterno poeta reformado en antipoeta, exacerba la paradoja de la vida y la muerte reflejadas en los artefactos. Ha venido explorando otro ámbito diferente a la construcción de un lenguaje o discurso literario, traspasando esas fronteras propias de la palabra, para penetrar a la tridimensionalidad de los objetos, en los que integra las expresiones que ya venía cultivando con base en el rescate del habla coloquial. Para cruzar barreras, se arriesga mezclando el arte, con la ciencia y la historia, redefiniendo las reglas que interroga. Desafiante, experimenta y cataliza. Hace temblar la “moral” y las “buenas costumbres”, impulsándonos a -como dice- “buscarle el cuesco a la breva”, con ánimo cuestionador. Es uno de los grandes autores vivos. Ha venido a renovar las posibilidades expresivas del léxico, expandiendo los límites, hacia la dramatización y la interacción, hasta los contextos kinéticos. De esta manera, nos presenta los objetos y sus respectivos parlamentos, como un solo corpus indisoluble, que se despliega o alza más allá de las fronteras de los libros y las librerías. Instala su discurso en el espacio propio de los museos y las galerías de arte, acrecentando con ello el espectro de los posibles receptores de los trabajos y artefactos y de sus múltiples lecturas. Por ello el propio Parra ha llegado a decir que “los artefactos suponen la explosión del antipoema”. Nicanor Parra es un rescatista nato Así como rescata las frases ya hechas, del habla popular -que por repetidas podrían pasar desapercibidas- simultáneamente también rescata los 126 Theodoro Elssaca Aboid Nicanor Parra y El Objet Trouvé objetos cotidianos que ahora pasan a sostener el peso simbólico de las palabras. De esa manera golpea la racionalidad y lleva a la reflexión, a modo de sentencias, aporías, aforismos y disparates, recogidos directamente del atorrante -según Roberto Parra-, del suburbio, del campesinado, del circo o de los prostíbulos. Hay que recordar que Violeta y Roberto cantaban en los boliches, los trenes y también en los circos -Lalo Parra, payaso, llega a ser presidente del sindicato circense de Chile-, en la época de la infancia en Chillán. Los Parra vivían en el sector de Villa Alegre, donde se instalaban los circos, de los que Nicanor siempre ha sido un seguidor; en parte por la nostalgia del niño que participó de esos espectáculos. Esto además lo constaté en una visita reciente, en la que nos recibió entusiasta, leyendo una completa crónica sobre El Arte del Circo. Sus hallazgos de chispeante ironía, lo entroncan con la posmodernidad, a las que integra en algunas expresiones las palabras cultas del discurso académico, de la modernidad y en ocasiones incrusta en el antipoema términos aún más antiguos o religiosos, así como otros rescatados del barroco o del renacimiento, mezclados con: El Rey Lear o Hamlet de Shakespeare, El Quijote de Cervantes o incluso términos de física y matemáticas: Dulcinea, la Torre de Babel, la Virgen María, Goog Night Sweet Prince, Atenas, hidrostática, los factores, etc... Se requiere penetrar en los alcances de cada fuente. Por ejemplo la sola mención de El Rey Lear, lleva implícita la ingratitud filial, la vejez y la locura, en los que ahonda esa tragedia de raíz marcadamente céltica. Cuando Parra incorpora el objeto como soporte, el sarcasmo de estas expresiones se hace más agudo, sintético y punzante. Tal vez los primeros antecedentes del Objet Trouvé se encuentran en la fascinante obra del misterioso Isidore Lucien Ducasse, Conde de Lautréamont (1846-1870). El vampírico autor de Los Cantos de Maldoror, es uno de los poetas malditos más extravagantes del período victoriano, junto a Mallarmé, Verlaine y Rimbaud. Deambuló en París donde muere a los 24 años, enfermo y abandonado en un manicomio, luego de escribir El Espejo Gótico. Revolucionó la atención sobre las posibilidades de transformar objetos vulgares con la frase hoy famosa de: “Bello como el encuentro fortuito de una máquina de coser y un paraguas sobre una mesa de disección”. Al escoger los objetos encontrados, Parra se fusiona con la tradición dadaísta de Marcel Duchamp, que pone en valor un urinario, presentándo- 127 ISSN 0121-8670 - ISSN Electrónico 2256-1161 Revista Criterios No. 28, 125 - 134, 2012, Pasto (Col.) lo sobre un pedestal en una galería de arte en el París de 1917, titulándolo Fuente, firmado con un desconcertante “R. Mutt”, nombre de un boxeador, lo que abre las posibilidades al acertijo. Ambos, Duchamp y Parra, intervienen la imagen de La Gioconda, de Da Vinci. Ambos publican sus escritos no como libros, sino en cajas. Comparten el humor y las ocurrencias con sus Ready-Made, que Duchamp define como “Objeto usual promovido a la dignidad de objeto artístico por la simple elección del artista”. Se trata del Dadaísmo, que surge en medio de la primera guerra mundial, que origina el Surrealismo, cristalizado en los Manifiestos promulgados por André Bretón, y los postulados que marcaron las vanguardias. En la misma línea de trabajo, el antipoeta nos presenta, por ejemplo: El Insecto de Edison, El Paso del Tiempo o La Linterna de Harry Potter. Esto se comprende considerando que el discurso parriano más vanguardista surge a partir de elementos marginales, incluidos graffitis recogidos en las paredes de los baños públicos, de la cotidianidad y de los dichos o refranes populares. Durante más de treinta años he conversado con Nicanor Parra, en sus casas de La Reina, Huechuraba, Isla Negra y Las Cruces. El diálogo siempre ha sido tan sorprendente como imprevisible. Alguna vez me refirió que en los años ´40, se encontró en un bar la relación imagen-texto que daría inicio a sus artefactos. Se trataba de un trabajo de otro “ocurrente”, Roberto Matta, quien había puesto una imagen de una mujer desnuda de tamaño natural, con la siguiente leyenda: “Se ruega tocar”. A comienzos de los años ´80 bajábamos desde La Reina a Huechuraba, me pedía manejar su Volkswagen Kleinbus. Íbamos a ver los cuadros de Violeta. Descendiendo por La Pirámide una vez me dijo “todavía nadie sabe quién es la Violeta, yo tampoco”. En la enorme casona de adobe, cambiamos algunas obras de un piso a otro: arpilleras, papel maché y óleos. También había muebles, manuscritos, cartas y objetos llenos de historia, que significaron detenerse, rememorar y revisar. Al atardecer, apoyado en una ventana del segundo piso, mirando en lontananza, me recitó El Hombre Imaginario. Son cosas que no se olvidan en toda una vida. Me confesó que lo había escrito con una pistola sobre el escritorio: “Era eso o el suicidio”, dijo con voz sombría. Hubo un inquietante silencio y luego agregó: “Ese poema me salvó la vida”. 128 Theodoro Elssaca Aboid Nicanor Parra y El Objet Trouvé Años después la mujer imaginaria -Ana María Molinari Vergara- el amor que le había inspirado ese poema, regresó a Chile y se lanzó desde un octavo piso. En el poema, todos los versos culminan con la palabra “imaginaria (o)”, salvo el del dolor. “Todo puede ser imaginario menos el dolor”, me dijo. El verso escrito por ese doliente hombre imaginario, que es él mismo, dice: “Vuelve a sentir ese mismo dolor”. Parra persistió en el found art, y puso en valor la condición de lo mínimo. Pone en valor lo que a veces no vemos sino como objeto en desuso, desecho, o sobrante de la precariedad: diarios viejos, caja de fósforos vacía, ampolleta y vaso quebrados, rollo de papel higiénico barato, zapatos y calcetines deshilvanados, botellas vacías. Reflejan la condición de la penuria, de la vida pichiruche, al tun tun. Hay aquí algo de la vida paupérrima que sufrió Violeta, y la saga de los Parra, en la orfandad del reconocimiento y en la vida improvisada de parte del pueblo de Chile y de Latinoamérica. En los artefactos hace una reflexión honda acerca de la realidad del espíritu de nuestros pueblos que se lamen sus heridas. Somos nosotros mismos saboreando y sufriendo las tragedias hasta la mismísima muerte. Cuyo extremo más enigmático son los suicidas que nos sangran: Violeta Parra, Joaquín Edwards Bello, Alfonso Alcalde, Pablo de Rokha, Adolfo Couve..., los que en distintos momentos y ámbitos, de súbito, cortaron el hilo de plata de las Parcas (Fatum Parcae), manchando de rojo las páginas más entrañables de nuestra historia. “En caso de resurrección haga girar la tapa del ataúd en sentido contrario a los punteros del reloj: Este es un ataúd automático”. Con este texto Parra acompaña un oscuro féretro en su visitada exposición “Obras Públicas”, en donde los espectadores se confrontan ante un mundo insólito. Es una risa que más bien duele, en la doble o triple lectura léxico-visual. Son vertientes conceptuales a las que Parra arriba de manera insospechada. Toma objetos cotidianos y a través de la naturaleza verbal logra otorgarles una vida y sentido. Por otra parte Nicanor estudia nuestra chilenidad, y ahonda en El Juicio de Residencia, de la época de La Colonia. Por ello nos dice que el mismo pueblo que aclamó a sus presidentes, los cuelga sin tardanza apenas dejan sus cargos. De ahí surge esa expresión que plasma en la panorámica de los presidentes colgados, cuya síntesis visual se traduce en la magnífica obra “El pago de Chile”. Parra adscribe de manera simultánea a diferentes universos conceptuales, para forzar un matrimonio entre textos y objetos. Así exaspera la lógica combinatoria y en virtud de ello recomiendo ver: 129 ISSN 0121-8670 - ISSN Electrónico 2256-1161 Revista Criterios No. 28, 125 - 134, 2012, Pasto (Col.) Guess Who, Where & When (y sus variaciones) Burgueses & Proletarios La Máquina del tiempo American Dream Cautiverio Feliz Deposite aquí sus obras de arte Artefacto Dramático: ordeñar una vaca y tirarle la leche x la cabeza Soy Frígida: solo me muevo con fines de lucro, y Calcetines huachos, entre otros. “Puedo decir que mi posición es la taoísta...”, declara el autor nacido en San Sebastián de Alico. En una entrevista que publicó en La Época, Ana María Foxley, el ´89, titulada Nicanor Parra, un embutido de ángel y bestia. Lo visité en medio de un bosque de eucaliptus en su casa de Isla Negra. Salimos a almorzar a “la picada de Don Baldo”, que era de Don Baldomero y toda su extensa familia, ya todos muertos. Me habló del surgimiento del hablante popular, y la incorporación del lenguaje común, en una escritura distinta y desacralizante. Una “anti-lírica que pretende bajar a los poetas del Olympo y acercarlos al hombre de a pie”. Parte de ella plasmada en la serie hoy conocida como Las Tablitas de Isla Negra: “Qué burgués eres oh sol / Qué perezoso oh astro rey / Cuando yo que soy un mal proletario / Llego cada mañana a la fábrica / Tú todavía duermes a pierna suelta / Y cuando suena el pitido de la salida / Roncas ya como gato regalón”. Nos recibió declamando un encendido fragmento de una carta de Diego Portales a Joaquín Tocornal, que escandalizaría a defensores de los eufemismos. “Portales fue el fundador de la Anti-Poesía del siglo XIX”, nos dijo Nicanor con tono de convicción. Desde una perspectiva de la Historia del Arte y bajo los preceptos de grandes investigadores contemporáneos, como Fritz Baumgart o Ernst Gombrich, es evidente que no podemos abordar los trabajos objetuales de Parra con los principios estéticos de un mármol de Rodin o de los óleos de Rembrandt y de Van Gogh. Parra nos propone una mirada al maremágnum de los “Objetos Encontrados” más comunes, sin pretender que sus materialidades tengan la nobleza de lo que entendemos por “arte”. Y más aún, en su órbita latinoamericana de los artefactos, está implícito el germen de la Revolución Industrial pregonada en la Inglaterra del siglo XIX por Morris en la serialidad de los diseños. Vale decir, hay una fácil reproductibilidad de sus exposiciones. 130 Theodoro Elssaca Aboid Nicanor Parra y El Objet Trouvé En diferentes lugares se podría mostrar en forma simultánea, por ejemplo: “las botellas vacías del autor”, “antes y después” consistente en dos palitos de fósforo. O las instalaciones ecologistas: “la mamadera mortífera, cruzada anti-DDT”, y “armas nucleares no, basta y sobra con un matamoscas”. Estas manifestaciones parrianas de “anti-arte”, producen una tensión crítica sin ninguna pretensión de ser arte. La palabra “arte” aterroriza a nuestro “anti-autor”. Más aún, llevan en su concepción claros rasgos de la personalidad de lo efímero. Difieren radicalmente del concepto clásico de: “arte y pieza única”. Recién lo visité en su lúcida juventud de 98 años Hablamos de su vida, obra y pensamiento, y de cómo traspasó los límites literarios y liberó a la poesía de las amarras líricas. Desde una vista privilegiada sobre el mar, la conversación fluyó por diversos cauces, manteniendo un hilo central que atravesaba el principio de contradicción y la lección antipoética, en la que le influyó el sustento filosófico de John Keats “...la disponibilidad a vivir en la contradicción sin conflicto. El escritor no debe tener banderas, sino permitir que todas ellas flameen”. Con base en esta postura es que Parra ha recibido “fuegos granados” de la derecha y de la izquierda, quienes lo llaman “tonto útil de izquierda” y “payaso de la burguesía”. A lo que el autor responde con sus reconocidos artefactos: “La izquierda y la derecha unidas jamás serán vencidas”, “Apruebo la revolución cubana, pero como escritor reclamo la libertad” y “USA: donde la libertad es una estatua”. También ha recibido varios disparos de “la guerrilla literaria”: “Parra es nada más que un snob, plebeyo y populachero, no popular...oportunista... desfachatado y escandaloso trepador a máquina, un pingajo del zapato de Vallejo”, escribió el visceral poeta Pablo de Rokha. También se ha opinado que: “...Te repito, Parra dió un golpe de estado al idioma español”, C. Warnken, y P. Salvatierra ha manifestado: “¿Puede admitirse que se lance al público una obra como ésa, sin pies ni cabeza, que destila veneno y podredumbre, demencia y satanismo...?” El ermitaño de Las Cruces, pensador de cuidado, logra la subalternalidad que cruza el campo del arte, desde la reflexión teórica hasta la producción de obras, pasando en puntillas por un personalísimo “proceso de creación”, de cómo toma y presenta las decisiones. 131 ISSN 0121-8670 - ISSN Electrónico 2256-1161 Revista Criterios No. 28, 125 - 134, 2012, Pasto (Col.) Es capaz de crear una “poesía explosiva”, en trabajos de calidad, reutilizando materiales que extrae de la cotidianidad y la cultura de masas, para mostrarlos como un acontecimiento. Parra ha disminuido la diferencia entre el arte y lo que no lo es. O entre el arte y la vida, transformándose él mismo en persona-personaje, haciendo a veces de sí mismo una obra de arte. “Don Parra se burla de la gente, por eso que no lo quieren ni lo pescan mucho”, nos dijo la mujer que por años lo cuida, su nana histórica. Es rústica, con el pelo desgreñado, de pueblo y muy auténtica. Siempre me ha recordado a Violeta. El poeta-antipoeta sufre la realidad y de ella surge con fuerza la vigencia de su legado, que se proyecta además en sus Ecopoemas y declaraciones que rozan la ecopolítica: “estaba el asunto del Alto Bío Bío y yo era entonces un fundamentalista”, dijo a la prensa. La dictablanda no se la pudo con el smog La autodenominada democracia tampoco. ESTIMADOS ALUMNOS adiós estimados alumnos y ahora a defender los últimos cisnes de cuello negro que van quedando en este país a patadas a combos a lo que venga: la poesía nos dará las gracias. (1983) Pone en tela de juicio los progresos de la modernidad y ataca contra “la pornocultura y el basurarte”. Con ello queda claro que el método ecológico de Parra es una crítica al sistema. En este hablante se revela el ecopolítico, físico y matemático, que nos hace un llamado de conciencia “...todo lo que yo hago es de orden ecológico. Antes me interesaba la actividad antipoética. Pensaba que ese método me servía para sobrevivir, pero en el supuesto que el planeta era infinito...”. Hace tiempo que fuimos expulsados a) del Paraíso Terrenal b) del Purgatorio Hoy estamos a punto de ser exonerados del infierno por cobardes por viles por serviles. 132 Theodoro Elssaca Aboid Nicanor Parra y El Objet Trouvé “El error consistió / en creer que la tierra era nuestra / cuando la verdad de las cosas / es que nosotros somos de la tierra”. En la conciencia de que el agua, el aire y la tierra, son uno solo y finitos, plantea que: todos somos paisaje. Sin embargo, es estremecido por la crueldad de las devastadoras guerras actuales, en que se violan todos los derechos y se destruyen ciudades y naciones con misiles a traición, disparados desde una oficina a miles de kilómetros, sin ver nunca a esos supuestos enemigos. Desde las profundidades de ese dolor tan humano como universal, Parra ha tomado ideas generatrices que lo llevan a forjar una expresividad personalísima y rotunda: GUERRA DE IRAK Estoy con la boca abierta: Dudo que pueda volver a cerrarla. Esta no es una ironía En ocasiones el antipoeta deja el sarcasmo de lado para manifestarnos una realidad que nos supera con el más feroz sin sentido. Es el desgarro injustificable de las bombas cayendo sistemáticamente sobre bellísimas ciudades y templos milenarios del medio oriente. Su grito es una metáfora que alcanza a Siria y Palestina, regiones donde nació la caligrafía, el número “cero”, el papel, la música, la danza y la creatividad de la palabra. Parra trasciende con esta suma exponencial de su pensamiento, que proyecta la vigencia de su legado, en la denuncia del horror, de la tortura y de los cadáveres de mujeres y niños desmembrados en nuestros paisajes. Referencias Bio-bibliográficas Acosta, René. Poemas y anti-poemas: (1954) / Nicanor Parra. Madrid: Cátedra, 1988. Araya, Juan Gabriel. Nicanor en Chillán. Chillán, (Chile): Ediciones Universidad del Bío-Bío, 2000. Carrasco, Iván. Nicanor Parra: la escritura antipoética. Santiago, (Chile): Editorial Universitaria, 1990. 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