REVISTA DE Patología Respiratoria Volumen 16 • Número 1 • Enero-Marzo 2013 ORIGINAL Tumores malignos de la pared torácica P. Rodríguez1, J. Freixinet1, E. Canalís2, R. Embun3, M. Hussein1, J.J. Rivas3 Servicio de Cirugía Torácica. 1Hospital Universitario de Gran Canaria Dr. Negrín. Las Palmas de Gran Canaria. 2Hospital Universitario Joan XXIII. Tarragona. 3Hospital Universitario Miguel Servet. Zaragoza. Rev Patol Respir. 2013; 16(1): 3-7 Resumen Los tumores de la pared torácica son poco frecuentes. Con la finalidad de revisar los resultados obtenidos en el tratamiento, se presentan los casos tratados quirúrgicamente entre 1992 y 2009. La serie viene constituida por 35 pacientes (23 varones), con una edad media de 55 años (rangos 21-82). La presentación fue con síntomas de duración media de 8,9 meses en 30 casos. El diagnóstico se basó en los medios de imagen (radiografía simple 100%, tomografía computarizada 85,7%, gammagrafía ósea 20,1%, ecografía 17,1%, resonancia magnética 14,3%) y la biopsia de la masa (punción transtorácica 37,1%, biopsia incisional en el 5,7% y en el 62,9% biopsia escisional previa a la cirugía completa). El tratamiento quirúrgico fue la escisión completa con márgenes libres de 3-5 cm, cuando ello fue posible y la ulterior reconstrucción con mallas de pared y mioplastias. Se realizó un análisis de la supervivencia, valorándola en función de parámetros como la edad, sexo, tamaño del tumor y grado de malignidad del tumor. En 2 casos (5,7%) se quedaron márgenes afectos. Recibieron tratamiento adyuvante 11 pacientes (5 quimioterapia y 6 radioterapia). Se produjeron complicaciones postoperatorias en 6 casos (17,3%) y no hubo mortalidad postoperatoria. En cuanto al seguimiento, hubo recidiva locorregional en 6 casos (17,3%) y metástasis en 7 (20%). La supervivencia no se relacionó estadísticamente con el grado de malignidad del tumor. Se concluye que la cirugía de resección de los tumores primarios malignos de la pared torácica no tiene mortalidad en nuestra experiencia. Tiene una escasa morbilidad postoperatoria. Tienen una supervivencia no relacionada con el grado de malignidad de la neoplasia, siempre que se obtengan unos márgenes quirúrgicos correctos. Palabras clave: Tumores de pared torácica; Sarcomas de pared torácica; Condrosarcoma de pared torácica; Resección de pared torácica; Reconstrucción de la pared torácica. Abstract Chest wall tumors are unfrequent. With the aim of present our results obtained in the treatment of malignant chest wall tumors, we present our cases surgically treated between 1992 and 2009. The series is formed by 35 cases (23 males), with a mean age of 55 (ranges 21-82). The presentation was with symptoms of 8,9 month of average duration in 30 cases. Diagnosis was based in imaging test (chest radiography 100%, computed tomography 85,7%, bone scintigraphy 20,1%, ultrasonography 17,1%, magnetic resonance 14,3%) and tumor biopsy (transthoracic punction 37,1%, incisional biopsy 5,7% and excisional biopsy in 62,9% previous to complete surgical resection). Surgical treatment was complete excision with margin free tumor of 3-5 cm when it was possible and chest wall reconstruction with mesh and myoplastia. Survival analysis was made evaluating age, sex, tumor size and grade. There were affected margins in 2 cases (5,7%). Adjuvant treatment was used in 11 patients (5 chemotherapy, 6 radiotherapy). Postoperative complications were present in 6 cases (17,3%). There was not mortality. Local relapses were present in 6 patients (17,3%) and metastases in 7 (20%). Survival was not related with the tumor grade. We conclude that surgical treatment of malignant chest wall tumors has not mortality in our experience. Postoperative morbidity is low. Survival is not related to tumor grade if enough free tumor margins is obtained. Key words: Chest wall tumors; Chest wall sarcomas; Chest wall chondrosarcoma; Chest wall resection; Chest wall reconstruction. Correspondencia: Dr. Pedro Rodríguez Suárez. Unidad de Cirugía Torácica. Hospital Universitario Dr. Negrín. Barranco de la Ballena, s/n. 35020 Las Palmas de Gran Canaria. E-mail: [email protected]. Recibido: Febrero 2013; Aceptado: Febrero 2013 Revista de Patología Respiratoria Vol. 16 Nº1 - Enero-Marzo 2013 3 Introducción Los tumores primitivos de la pared torácica son raros y se definen como neoplasias que se originan en los tejidos de la pared del tórax. La problemática que plantean es muy diferente en función de su carácter maligno o benigno. La resección quirúrgica ofrece la curación definitiva en los tumores benignos y en muchos de los malignos. Entre estos últimos son más frecuentes los sarcomas, a pesar de que el tórax es un lugar de origen infrecuente de los sarcomas óseos y de partes blandas. Las principales dificultades pueden surgir por su capacidad de invasión local y a distancia1,2. Una de las cuestiones más importantes es la capacidad de cubrir los defectos de la pared torácica que se crean en este tipo de resecciones y que requieren técnicas de cirugía reconstructiva utilizando, tanto mallas de material sintético, como transposiciones musculares1-3. En este trabajo, presentamos nuestra experiencia en el tratamiento quirúrgico de este tipo de neoplasias, valorando la supervivencia de los mismos. Pacientes y métodos Entre 1992 y 2009, se trataron quirúrgicamente 35 pacientes por un tumor maligno de pared torácica (TMPT), de ellos 23 varones (65,7%) y con una edad media de 55 años (rangos 21-82). Se incluyeron en el estudio los TMPT, excluyendo aquellos casos considerados inoperables y a los que sólo se les realizó una maniobra diagnóstica (punción o biopsia incisional). El tiempo medio entre el inicio de los signos y síntomas y el diagnóstico fue de 8,9 meses (rangos 0-60). En el 82,9% de los casos se presentaron como una tumoración accesible a la palpación, el 57,1% dolor y en 4 ocasiones otros síntomas. En 5 pacientes (14,3%) el diagnóstico fue casual, en un examen radiológico por otras causas. El 71,4% de los casos se hallaron como masas duras y el 74,3% estaban adheridos a planos profundos. En un caso hubo signos inflamatorios. El 20,1% de los pacientes tenían antecedentes de neoplasias previas, el 8,6% antecedentes cardiacos y el 5,7% respiratorios. En un caso de liposarcoma primario existían antecedentes previos de radioterapia. El diagnóstico radiológico se efectuó, en todos los casos, con radiografía simple de tórax, en 30 pacientes (85,7%) con tomografía computarizada torácica y en 7 (20,1%) con gammagrafía ósea. La ecografía se utilizó en 6 ocasiones (17,1%) y la resonancia magnética en 5 (14,3%). El diagnóstico histológico se obtuvo mediante la biopsia de la masa (punción percutánea 37,1%, biopsia incisional en el 5,7% y en el 62,9% biopsia escisional previa a la cirugía completa). La cirugía se realizó mediante la exéresis de la zona de la lesión y unos márgenes de seguridad de 3-5 cm, siempre que ello fuera posible. En los casos en los que no se efectuó una escisión previa de la lesión, la cirugía se llevó a cabo “en bloque” con los tejidos adyacentes. Se realizó un seguimiento clínico de los pacientes en Consulta Externa, que osciló entre 13 meses y 13 años. 4 El análisis estadístico de los datos se efectuó con el paquete estadístico SPSS, versión 15.0 para Windows (Copyright© 2005, SPSS Inc. Illinois, USA). El nivel de significación estadística se estableció para un error ∝ = 0,05. Se estudió con detalle la diferencia de supervivencia en los sarcomas, incluyendo los tumores desmoides (n = 31), en función del grado de malignidad del tumor, tamaño tumoral, edad y sexo. No se relacionó con los márgenes de resección porque, en la inmensa mayoría de ocasiones, se consiguieron de forma correcta (alrededor de 4 cm). Para este estudio se utilizó una estadística descriptiva, calculando la mediana de la supervivencia de los casos, así como los cuartiles. En las variables cuantitativas se mostró la media con sus intervalos de confianza al 95%. La normalidad de dichas variables se rechazó mediante el estadístico Z de Kolmogorov-Smirnov. La diferencia en la mediana de supervivencia en relación con el grado histológico (bajo versus medio-alto) y con el tamaño del tumor se contrastó mediante la prueba no paramétrica para muestras independientes de la mediana. Las frecuencias de las variables cualitativas se muestran en porcentajes. Las diferencias entre grupos en función de las variables cualitativas se estudiaron en tablas de contingencia, realizando la prueba chi-cuadrado o la corrección exacta de Fisher para las tablas 2 x 2. Resultados El tratamiento quirúrgico con resección completa de la tumoración se llevó a cabo en todos los casos. En 29 ocasiones (82,9%) se realizó la resección con márgenes libres que oscilaron entre 3,8 y 4,6 cm. En los cuatro tumores hematológicos se realizó una exéresis simple con márgenes de 0,5-1 cm y, en dos casos de sarcomas (5,7%), se hallaron los márgenes afectos. La exéresis fue exclusiva de la pared torácica en 27 casos (77,2%), en 3 (8,6%) se amplió al pulmón y en 3 (8,6%) al diafragma. En 5 casos (14,4%) se efectuó un tratamiento con quimioterapia neoadyuvante (3 sarcomas de Ewing/Askin) y adyuvante (linfoma y un condrosarcoma con margen afecto). En 6 ocasiones se realizó radioterapia postoperatoria (2 tumores desmoides, 3 plasmocitomas y un liposarcoma con margen afecto). Los pacientes en los que se cubrió el defecto de la pared torácica fueron 31 (88,6%): en 13 casos (37,1%) se utilizó una malla y mioplastia, en 7 (20%), una malla solamente y en 11 casos (31,4%) una mioplastia exclusivamente. Los pacientes a los que no se realizó una cobertura fueron las escisiones simples en tumores hematológicos (n = 4). La histología definitiva se relaciona en la tabla 1. Se produjeron complicaciones postoperatorias en 6 casos (17,1%): en 2 ocasiones sangrado postoperatorio que obligó a realizar una reintervención para hemostasia y, en un caso, cada una de las siguientes: necrosis del colgajo muscular, dehiscencia de la herida quirúrgica, neumonía y fuga aérea persistente. La estancia media postoperatoria fue de 8 ± 3,2 días. No hubo mortalidad postoperatoria. El análisis de supervivencia se refleja en la tabla 2. Destaca una supervivencia media de 63 meses para los tumores Revista de Patología Respiratoria Vol. 16 Nº1 - Enero-Marzo 2013 Tabla 1. Clasificación histológica de los tumores malignos de la pared torácica. Tumores hematológicos • Plasmocitomas • Linfomas Tumores desmoides Sarcomas primarios • Condrosarcomas • Liposarcomas • Tumores de Askin-Ewing • Osteosarcoma • Fibrohistiocitomas malignos 4 3 1 5 26 13 4 3 3 3 Tabla 2. Tumores primarios de la pared torácica. Supervivencia y recidivas. Desmoides (n = 5) Condrosarcomas (n = 13) Liposarcomas (n = 4) T. Askin-Ewing (n = 3) Fibrohistiocitoma (n = 3) Osteosarcoma (n = 3) Plasmocitoma (n = 3) Linfoma (n = 1) Recidivas Superv. Superviv. media (meses) 20% 23% 75% 66% 100% 100% 0% 0% 100% 90% 25% 0% 0% 0% 0% 0% 63 38,5 21,7 24 45 24 25 7 desmoides con todos los pacientes vivos en el momento de redactar el estudio y uno con una recidiva tratada con una nueva resección. En los condrosarcomas, la supervivencia media fue de 38,5 meses con el 90% de los pacientes vivos en el momento de realizar este trabajo. El resto tuvo peores datos de supervivencia. Distinguiendo entre los sarcomas de alto y bajo grado de malignidad, el análisis de la supervivencia no mostró diferencias estadísticamente significativas (p = 0,07). En cuanto al tamaño de la lesión (p = 0,59), sexo (p = 0,67) y edad (p = 0,32), tampoco se hallaron diferencias. Discusión Los TMPT representan un grupo muy heterogéneo e infrecuente de neoplasias. Para su estudio detallado los hemos dividido en diferentes grupos (epitelial, mesenquimal, hematológicos y metastásicos). Cada uno de ellos tiene características comunes, como son el dolor, tumor palpable y rápido crecimiento. Nuestra serie ha incluido sarcomas, tumores hematológicos y hemos considerado también los tumores desmoides dado que, por muchos autores, son considerados fibrosarcomas de bajo grado de malignidad. Los sarcomas han sido asociados, en ocasiones, a la administración previa de radioterapia6, circunstancia que, en nuestra serie, sólo se ha producido en un caso. El tratamiento y la confirmación diagnóstica de los TMPT se suelen realizar con la extirpación en bloque de la tumoración y el estudio histológico de la misma para descartar una posible Revista de Patología Respiratoria Vol. 16 Nº1 - Enero-Marzo 2013 Figura 1. Imagen de tomografía computarizada donde se aprecia una tumoración a nivel de la articulación condroesternal izquierda compatible con condrosarcoma. Figura 2. Imagen de tomografía computarizada que localiza una tumoración costal posterior derecha que corresponde a un osteosarcoma. malignidad5, tal como hemos realizado en los casos en los que no disponíamos de una biopsia preoperatoria con diagnóstico concluyente. Para su estudio detallado, dividimos los sarcomas en función de su grado de malignidad (alto-medio y bajo). Los condrosarcomas son los TMPT más frecuentes1-3, tal y como ha sucedido en nuestra serie, en la que han representado el 34,2% del total. Se suele presentar entre la tercera y cuarta décadas de la vida y afectar a cualquier hueso, siendo muy frecuente la afectación condroesternal (Fig. 1). También puede afectar al esternón aunque es menos frecuente4. El tumor tiene una capacidad de invasión local de estructuras de la vecindad, pero una resección completa da lugar a una supervivencia de hasta el 70% a los 5 años. El pronóstico empeora en las recidivas y cuando no se ha podido realizar una resección completa. Las metástasis a distancia no suelen superar el 30% de los casos y el 10% de ellas son pulmonares. El condrosarcoma mixoide tiene peor pronóstico. Nuestra serie de condrosarcomas tuvo una supervivencia buena, comparable a las publicadas previamente, aunque sin dependencia estadística del grado de malignidad del tumor. El osteosarcoma son tumores óseos malignos de alto grado cuya afectación primaria de la pared torácica es muy 5 Figura 3. Imagen de tomografía donde se observa una tumoración de pared torácica de partes blandas con afectación de costillas compatible con un sarcoma pleomórfico. infrecuente. Tienen especial predilección por la costilla, escápula y clavícula (Fig. 2). Tienen un crecimiento muy rápido con dolor y masa palpable, tendencia a las metástasis a distancia y una supervivencia pobre. Los sarcomas indiferenciados pleomórficos suelen acontecer en las extremidades inferiores, aunque también se pueden localizar en la pared torácica (Fig. 3). En estudios previos, los principales factores de supervivencia en los sarcomas de pared torácica son el grado de malignidad y la obtención de márgenes libres en la cirugía de resección7-10. En nuestro estudio, la inmensa mayoría de casos pudieron ser intervenidos con márgenes de seguridad correctos. El estudio estadístico demostró igual supervivencia a largo plazo de los tumores de alto-medio grado frente a los de bajo, lo que puede también ser consecuencia del número de casos de la serie, que es limitado. En nuestra serie, tratamos un total de 4 liposarcomas, lo que representa una cifra importante, si se compara con estadísticas previas de otros autores y con escasas descripciones, generalmente de casos clínicos aislados11. En general constituyen el 15% de todos los sarcomas de pared torácica. La pobre supervivencia que obtuvimos en este grupo de pacientes se explica por el origen multicéntrico de uno de los casos que originó múltiples recidivas y por la estirpe pleomórfica de otros tres casos, con una supervivencia de 17 meses. Hemos hallado tumores neuroendocrinos (sarcomas de Ewing y tumores de Askin) en un total de 3 casos. Son tumores raros, de origen neuroectodérmico y que se producen con frecuencia en adultos jóvenes y en la adolescencia12. A pesar de que se han publicado supervivencias prolongadas, tienen un mal pronóstico por su gran capacidad metastatizante que supera el 75% de los casos. Su pauta de tratamiento incluye la quimioterapia neoadyuvante y la cirugía con exéresis radical de la tumoración, así como el trasplante de médula ósea. La pobre supervivencia descrita hasta el momento se ha confirmado en nuestra experiencia. Estos tumores, al igual que los otros sarcomas de alto grado de malignidad, precisan 6 una resección completa con márgenes libres para obtener una expectativa razonable de supervivencia10,13. Los tumores desmoides se consideraban como tumores benignos por su casi nula capacidad de metastatizar. Desde hace años se reconoce su capacidad invasiva y recurrencia local, lo que ha llevado a clasificarles como fibrosarcomas de bajo grado de malignidad y a ser tratados como TMPT primarios1,15. Tienen también una capacidad de recidiva local importante, cifrada en el 37,5%. También es característica la poca o nula capacidad de metástasis a distancia. Su supervivencia es, no obstante, muy alta, superando el 90% a los 10 años y viniendo condicionada, sobre todo, por la invasión de estructuras vitales15. El tratamiento se suele complementar con radioterapia postoperatoria. En nuestra serie de 5 tumores desmoides se confirman, en general, estos datos, tanto por la capacidad de recidiva, como por la buena supervivencia (63 meses de media). Los plasmocitomas solitarios son tumores raros que se pueden asociar con la enfermedad hematológica de forma sistémica. Se considera una forma de presentación del mieloma múltiple. Suelen presentarse, como en nuestros casos, en forma de masa sólida dolorosa. La existencia de enfermedad sistémica se confirma con los estudios hematológicos plasmásticos y la proteinuria de Bence-Jones. El tratamiento se realiza a través de la exéresis de la tumoración, seguida de radioterapia, a expensas del tratamiento del cuadro generalizado de la enfermedad1. La supervivencia de estos pacientes está en función, sobre todo, del desarrollo o no de afectación sistémica, cosa que sucede en alrededor del 75% de los casos2. Un aspecto trascendental en el tratamiento de los TMPT es la utilización de una correcta técnica quirúrgica. Para lograr unos buenos resultados es imprescindible realizar una exéresis en bloque de la tumoración con márgenes libres e incluyendo, si es necesaria, la extirpación de las estructuras adyacentes invadidas por la neoplasia2,19-23. Debe evitarse entrar en el lecho tumoral y se ha demostrado una mejor supervivencia cuando los márgenes libres son iguales o superiores a los 4 cm. En el caso de la afectación costal, debe resecarse un arco libre por encima y otro por debajo de lo que es la tumoración. El margen costal es especialmente importante porque muchos tumores se extienden a través de la médula ósea. La resección puede ser necesario que incluya el esternón, pleura, pulmón, e incluso, diafragma. En nuestra experiencia, consideramos una resección completa en la inmensa mayoría de ocasiones (88,6%). En los sarcomas de bajo grado de malignidad, una exéresis completa y correcta es seguida de supervivencias superiores al 90% a los 5 años y al 80% a los 10. En los de alto grado estas cifras bajan al 50 y 40%, respectivamente, sobre todo por la existencia de metástasis a distancia. La terapia adyuvante es especialmente importante en tumores, como el osteosarcoma y el sarcoma de Ewing. La reconstrucción de la pared torácica debe ser inmediata para permitir la estabilidad y evitar una herniación pulmonar o una respiración paradójica. En este tipo de intervención reparadora es frecuente que sea necesario recurrir a la cobertura del defecto mediante mioplastias, autoinjertos o material Revista de Patología Respiratoria Vol. 16 Nº1 - Enero-Marzo 2013 8. King RM, Pairolero PC, Trastek VF, Piehler JM, Payne WS, Bernatz PE. Primary chest wall tumors: factors affecting survival. Ann Thorac Surg. 1986; 41: 597-601. 9. Hasse J. Surgery for primary, invasive and metastatic malignancy of the chest wall. Eur J Cardio-Thorac Surg. 1991; 5: 346-51. 10.Martini N, Huvos A, Burt ME, Heelan RT, Bains MS, McCormack PM et al. Predictors of survival in malignant tumors of the sternum. J Thorac Cardiovasc Surg. 1996; 111: 96-106. 11.Morse MA, Bossen E, D’Amico TA, Williamson W, Johnson R. Myxoid liposarcoma of the supraclavicular fossa. Chest. 2000; 117: 1518-20. 12.Cañizares MA, Arnau A, Cantó A. Tumor de Askin de la pared torácica con metástasis precoz. Arch Bronconeumol. 2001; 37: 215-6. Figura 4. Imagen intraoperatoria de la colocación de una malla sintética como cobertura del defecto de la pared torácica. sintético, como mallas de Marlex, Dual Mesh, placas de acero, titanio o prótesis de metilmetacrilato24. Estos materiales deben proporcionar la cobertura y rigidez al tórax a fin de evitar complicaciones, como movimientos paradójicos (Fig. 4). Concluimos que los tumores malignos afectan a cualquier parte de la pared torácica, tienen un tratamiento estandarizado eminentemente quirúrgico (exéresis-coberturareconstrucción) con buenos resultados. La supervivencia viene ligada, sobre todo en los sarcomas, a la obtención de un margen amplio de seguridad oncológico. 13.Perry RR, Venzon D, Roth JA, Pass HI. Survival after surgical resection for hihg-grade chest wall sarcomas. Ann Thorac Surg. 1990; 49: 363-9. 14.Souza FF, de Angelo M, O’Regan K, Jagganathan J, Krajewski K, Ramaiya N. Malignant primary chest wall neoplasms: a pictorial review of imaging findings. Clin Imaging. 2013; 37: 8-17. 15.Abbas AE, Deschamps C, Cassive SD, Nichols FC, Allen MS, Schleck CD, et al. Chest wall desmoid tumors: results of surgical intervention. Ann Thorac Surg. 2004; 78: 1219-23. 16.Sher-Ahmed A, Buscema J, Sardi A. A case report of recurrent epithelial ovarian cancer metastatic to the sternum, diaphragm, costae and bowel managed by aggressive secondary cytoreductive surgery without postoperative chemotherapy. Gynecol Oncol. 2002; 86: 91-4. 17.Downey RJ, Rusch V, Hsu FI, Leon L, Venkatraman E, Linehan D et al. Chest wall resection for locally recurrent breast cancer: is it worthwhile? J Thorac Cardiovasc Surg. 2000; 119: 420-8. Bibliografía 18.Incarbone M, Nava M, Lequaglie C, Ravasi G, Pastorino U. Sternal resection for primary or secondary tumors. J Thorac Cardiovasc Surg. 1997; 114: 93-9. 1. Incarbone M, Pastorino U. Surgical treatment of chest wall tumors. World J Surg. 2001; 25: 218-30. 19.Eng J, Sabanathan S, Mearns AJ. Chest wall reconstruction after resection of primary malignant chest wall tumours. Eur J CardioThorac Surg. 1990; 4: 101-4. 2. Anderson BO, Burt ME. Chest wall neoplasms and their management. Ann Thorac Surg. 1994; 58: 1774-81. 3. Warzelham J, Stoelben E, Imdahl A, Hasse J. Results in surgery for primary and metastasic chest wall tumors. Eur J CardioThorac Surg. 2001; 19: 584-8. 4. Ryu KM, Myung NH, Seo PW. Clear cell chondrosarcoma arising from the sternum: a rare tumor in an uncommon location. Ann Thorac Surg. 2012; 93: 1725-7. 5. Sabanathan S, Salama FD, Morgan WE, Harvey JA. Primary chest wall tumors. Ann Thorac Surg. 1985; 39: 4-14. 6. Chapelier AR, Bacha EA, Montpreville VT, Dulmet EM, Rietjens M, Margulis A et al. Radical resection of radiation-induced sarcoma of the chest wall: report of 15 cases. Ann Thorac Surg. 1997; 63: 214-9. 7. Gordon MS, Hajdu SI, Bains MS, Burt ME. Soft tissue sarcomas of the chest wall. J Thorac Cardiovasc Surg. 1991; 101: 843-54. Revista de Patología Respiratoria Vol. 16 Nº1 - Enero-Marzo 2013 20.Arrabal R, Fernández de Rota A, Pagés C, Benítez A, Fernández JL. Tumores primitivos de la pared torácica (1991-1994). Arch Bronconeumol. 1996; 32: 384-7. 21.Athanassiadi K, Kalavrouziotis G, Rondogianni D, Loutsidis A, Hatzimichalis A, Bellenis I. Primary chest wall tumors: early and long-term results of surgical treatment. Eur J Cardio-Thorac Surg. 2001; 19: 589-93. 22.Mansour KA, Thourani VH, Losken A, Reeves JG, Miller JI, Carlson GW et al. Chest wall resections and reconstruction: a 25-year experience. Ann Thorac Surg. 2002; 73: 1720-6. 23.Chapelier AR, Missana MC, Couturaud B, Fadel E, Fabre D, Mussot S et al. Sternal resection and reconstruction for primary malignant tumors. Ann Thorac Surg. 2004; 77: 1001-7. 24.Cerfolio RJ, Bryant AS, Minnich DJ. Minimally invasive chest wall resection: sparing the overlying, uninvolved extrathoracic musculature of the chest. Ann Thorac Surg. 2012; 94: 1744-7. 7