PALACIO DE VERSALLES PATRIMONIO CULTURAL E HISTORIA DEL ARTE BARCOS MARTIRENA, IONE 1º TURISMO, GRUPO B ÍNDICE Palacio de Versalles 1-3 Análisis técnico 4-9 Historia y arte durante el siglo XVII: Clasicismo y Barroco francés 10-11 Bibliografía Fachada Palacio de Versalles. 12 PALACIO DE VERSALLES El Palacio de Versalles (en francés: Château de Versailles) es un palacio ubicado en Versalles, Île-de-France, Francia. Fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1979. Versalles comprende tres palacios: Versalles, Gran Trianón y Pequeño Trianón, además de infinidad de edificios situados en la villa: grandes y pequeñas caballerizas, el hotel de los pequeños placeres, sala de Juego de la Palma, el Gran Común… Inicialmente comenzó siendo un pequeño pabellón de caza, construido de ladrillos rojos de piedra y denominado el Castillo del Caballero. Esta primera estructura del palacio, fue mandada construir por Luis XIII en 1624 al arquitecto e ingeniero Philibert Le Roy, de estilo barroco y clásico. Tras la muerte de Luis XIII, durante el reinado de Luis XIV, se distinguen tres etapas en la construcción del palacio, marcadas por las amantes del rey. Planta del Palacio de Versalles (Luis XIII) Durante la primera etapa (1661-1668) se realiza la primera ampliación del Palacio de Versalles, encargada al arquitecto Louis Le Vau. Fue uno de los arquitectos creadores del clasicismo francés que combinó el clasicismo con el barroco. En Versalles, entre otras obras, realizó la primera orangerie y el zoológico en el parque. Inició la realización de la escalera de los Embajadores y las decoraciones de los aposentos reales. Su obra más importante fue el Palacio de Vauxle-Vicomte. Luis XIV comenzó siendo amante de Enriqueta de Inglaterra pero para evitar el escándalo y los problemas diplomáticos aparentaron que a quien pretendía el rey era a Louise de la Vallière, de la que acabó enamorándose, y desde entonces tuvo una predilección especial por el Palacio de Versalles, ya que allá pasaba la mayoría de tiempo con Louise de la Vallière montando a caballo. Por ello decidió convertir el palacio en un lugar de recreo y encargó a Louis Le Vau la reforma de éste. Se conservó toda la obra anterior y únicamente se construyeron dos alas independientes prolongando las del patio, pero separadas por el foso. Éstas fueron destinadas una a cocinas y otra a cuadras. Además se realizaron añadidos decorativos en el patio. Al hacer esta ampliación quedó un alto escalón entre el nuevo patio y el terreno situado ante él, por lo que se construyó una plataforma circular e inclinada en la que se dispusieron tres caminos de entrada, uno para coches y dos para peatones. A los lados de la plataforma se edificaron pabellones, de piedra y ladrillo, de planta cuadrada y destinados a servir de alojamiento a invitados y artistas. La segunda etapa de la ampliación del Palacio (1668-1678) comienza tras la celebración de las fiestas por la Firma del Tratado de Aquisgrán (1668), que sellaba la paz tras la Guerra de la Devolución (1667-1668), en las que Luis XIV decide convertir el palacio en residencia de la Corte. Además durante esta etapa el rey cambió de favorita, comenzando una relación amorosa con Françoise Athénais Rochechovart, esposa del marqués de Montespán. La decisión que tomó Luis XIV sobre aumentar el palacio se debió a la incapacidad de este para alojar a los miembros de la Corte y de servir de residencia permanente para su persona. Se optó entre dos posibilidades para realizar esta ampliación: La primera, pretendida por Colbert, quien se oponía a la residencia del rey en Versalles, consistía en conservar lo existente y envolverlo con las obras nuevas, esto sería menos costoso, y a la vez menos bello, por lo que el rey podía rectificar su decisión sobre vivir en Versalles. La segunda opción, era la de Luis XIV, quien pretendía derribar lo antiguo y hacer un nuevo Palacio. Finalmente se escogió la primera opción, y el trabajo fue encargado de nuevo a Louis Le Vau. Los trabajos duraron únicamente seis meses, lo que evitó un nuevo cambio de opinión, ya que Luis XIV no se decidía completamente por ninguna de las opciones. Pero tras el comienzo de la obra definitiva, falleció en 1670 Louis Le Vau, y fue sustituido por su primer ayudante François d’Orbay, arquitecto francés cuyas obras más importante son las portadas de los Premonstratenses, del hospital de la Trinidad y de los Carmelitas de Lyon. François d’Orbay a pesar de seguir los planos de su predecesor, introdujo novedades principalmente en la parte ornamental, que enriquecieron la obra y dieron unidad al conjunto. La fachada del Parque quedó distribuida en veinticinco crujías, con aspecto italianizante, esta fachada hace pensar en la fachada del Louvre, tal como la imaginara Bernini. El primer piso resultó muy curioso, puesto que las once crujías centrales quedaron retranqueadas formando una terraza destinada a contemplar los jardines, lo que daba un paso trascendental en la evolución de la fusión del edificio en los jardines. Por encima se dispuso un ático con balaustrada rematada con trofeos y jarrones que ocultaban unos tejados bajos, lo que aumentaba la semejanza con modelos italianos. La última etapa de la ampliación (1678-1715) comienza con la celebración en 1679, en el Palacio de Versalles, de la Firma de la paz de Nimea, que pondría fin a la Guerra de Holanda (1678-1679). Es entonces, cuando Luis XIV decide que el Palacio pase a ser la sede del Gobierno, firmándose el decreto de traslado de la Corte y el Gobierno el día 6 de mayo de 1682. Además, se produce un nuevo cambio en la vida amorosa del rey. Tras la caída en desgracia de la marquesa de Montespán, el rey comienza una relación con una mujer llamada Voisin, quien al poco tiempo fue acusada de envenenadora y tras esto, Luis XIV inició una nueva relación con Françoise D’Aubigné, viuda y nombrada marquesa de Maintenon, que entró en la Corte en 1673 como dama de compañía de la marquesa de Montespán. En 1683 ambos viudos se casaron secretamente en un matrimonio morganático. El problema planteado en esta última etapa, fue donde alojar a todas las personas que formaban parte del Gobierno y de la Corte. Esta vez se encargó de la ampliación el arquitecto Jules-Hardouin Monsart, considerado como uno de los más importantes arquitectos franceses y europeos. En Versalles, realizó la Galería de los Espejos, las alas Norte y Sur, las Grandes y Pequeñas Caballerizas, la Orangerie, el Gran Común, la Capilla Real, los Bosquetes de los Domos y de la Colonnade, el Gran Trianón, la iglesia de Notre Dame y el convento de los Recoletos… Este decidió cerrar la terraza hacia los jardines y dispuso en su lugar la Galería de los Espejos, salón más representativo del carácter áulico de Versalles. Transformó ligeramente la fachada al convertir los vanos adintelados del primer piso en arcos, que permitían mejor iluminación y resultaban más acordes con la planta baja. Además, amplió las disponibilidades de espacio siguiendo la idea del Palacio de Clagny, que este arquitecto había ampliado anteriormente. Construyó dos inmensas alas, que unió perpendicularmente con las alas laterales del patio. Se hicieron también otras importantes obras, entre las que destaca la Capilla, que se ubicó en el ala norte. Exteriormente presentaba una estética gótica y en el interior la decoración se acercaba al gusto versallesco. Otra obra importante fue la construcción de las Grandes Ecuríes y las Petites Ecuríes, dos edificios destinados a ser establos, ubicados en la confluencia de las tres vías del tridente, asomando a la Place d’Armes. Planta del Palacio de Versalles (Luis XIV) ANÁLISIS TÉCNICO La superficie total del palacio es de 67.121 m² de los cuales 50.000 están actualmente abiertos al público. Cuenta con 700 estancias, 2.513 ventanas, 352 chimeneas (1.252 durante el Antiguo Régimen), 67 escaleras, 483 espejos (repartidos en la Gran Galería, Salón de la Guerra y Salón de la Paz), y 13 ha de chimeneas. Plano general del palacio y el parque de Versalles en 1680 El parque abarca 800 ha, 300 de bosque y dos de jardines a la francesa: el Pequeño Parque, tiene 80 ha y el Trianón, 50 ha. Tiene 20 km² de vallas y 42 km² de paseos, con 372 estatuas. Entre los 55 estanques, los más grandes son el Gran Canal, de 24 ha, y el estanque de los Suizos, de 180.000 m². Hay 600 surtidores y 35 km² de canalización. La decoración del palacio fue una cuestión de mucha importancia. En los años 1671 y 1681 la decoración de los Grands Appartaments se realizó según dos fórmulas: en una, las paredes se recubrieron con terciopelos, generalmente de color verde o carmesí y ornamentados con dibujos, colgándose allí cuadros de artistas italianos; en los otros casos, en lugar de terciopelos se emplearon planchas de mármol de distinto color. Los salones tuvieron una importante carga simbólica, además de su denominación en relación con los planetas y la mitología clásica, los temas pintados en los techos hacían relación a las hazañas del monarca, comparándolas muchas veces con episodios semejantes de la Antigüedad, siguiendo las fórmulas empleadas en Vaux-le-Vicomte de mezclar pintura y estuco. En la Sala de Guardias de la Reina, la Escalera de la Reina y la Escalera de los Embajadores, se hicieron motivos de trompe-l’oeil. Hay que destacar que la Escalera de los Embajadores, concebida por Louis Le Vau y comenzada en 1671 por François d’Orbay, era una pieza de gran valor arquitectónico que se estructuró mediante dos rampas opuestas entre sí y paralelas a la pared, siguiendo el esquema de la que diseñó Primaticcio en el ala de Belle Cheminée del palacio de Fontaineblau. Maqueta de la Escalera de los Embajadores La decoración de los salones se completó con suelos de mármol, que a pesar de que enriquecían el conjunto fueron levantados en 1684 por razones prácticas y sustituidos por otros materiales menos fríos. Este tipo de decoración se finalizó hacia 1683, tras la muerte de Colbert y el nombramiento de Louvois para ocupar su cargo. Esta sucesión, tuvo un gran reflejo en la decoración que se hizo a partir de entonces en Versalles, ya que Louvois provocó un cambio en la dirección artística, favoreciendo a Mignard frente a Le Brun, cediendo a Jules-Hardouin Mansart la iniciativa en los aspectos decorativos. En este período Le Brun consiguió decorar la Galería de los Espejos, ya que JulesHardouin Mansart deseaba realizar una decoración más sobria que lo que entonces se acostumbraba a hacer. Este salón es una larga galería de 75 metros de largo por 10 de ancho. Presenta en uno de los lados 17 grandes vanos que se corresponden con otros espejos situados enfrente, cuya finalidad era redoblar la iluminación y ampliar el espacio de la estancia, además se prestaban a los efectos Galería de los Espejos de sorpresa propios del Barroco. Entre ellos se dispusieron 24 pilastras de mármol rojo con basas y capiteles de bronce dorado y se abrieron nichos en los que se instalaron estatuas de divinidades mitológicas. La bóveda del techo se bordeó de trofeos y muestra pinturas en las que se narran las glorias militares de Luis XIV. Hay que destacar que Versalles contaba con lujosísimos muebles de plata maciza, especialmente en la Galería de los Espejos, los cuales fueron fundidos en 1689 cuando comenzaron las penurias tras los problemas por la guerra del Palatinado. Las ideas de Mansart triunfaron con la decoración del Salón del Ojo de Buey, salón más representativo del nuevo gusto. Este salón fue decorado en 1701 con paneles ligeros, espejos como elementos imprescindibles y desaparece la pesadez de muchos adornos. Los jardines de Versalles constituyen el prototipo de jardín francés del siglo XVII, y fueron creados y supervisados por André Le Nôtre. En estos jardines el primer escalón lo proporcionan los Parterres, donde la naturaleza se mostraba absolutamente dominada por la mano del hombre. Para crear efectos Fuente de Latona y jardines de Versalles. estéticos y hasta cierto punto escenográficos, situó al pie de la Galería de los Espejos dos estanques donde se reflejaba el palacio. Desde este lugar organizó una gran avenida, el Tapis Vert, que conducía hasta el Gran Canal y estaba delimitada por dos grandes fuentes, la de Latona y la de Apolo, que tenían una fuerte carga de simbolismo. La primera representaba la historia de Latona. La fuente de Apolo hacía referencia a Luis XIV, ya que mostraba al dios en el momento de salir del océano conduciendo su carro solar para iluminar la tierra. Luis XIV era el Rey Sol que iluminaría Francia y Europa con su gloria en la política, en las armas y en la cultura. Fuente de Apolo A los lados de la vía se desarrollaba el segundo escalón del jardín en el que se formaban diversos bosquecillos perfectamente urbanizados. Entre ellos se dispusieron pequeños estanques, estatuas y sencillas arquitecturas, de las que merece una mención la Columnata formada por una arquería circular en cuyo centro se situó la estatua del Rapto de Proserpina esculpida por Girardon. En el siguiente escalón se encontraba un estanque en forma de cruz, del cual el brazo dispuesto en el eje del jardín era el Grand Canal y el transversal, el Petit Canal. A los lados había bosques libres, aunque con caminos que señalaban una última intervención de la mano humana. Otra obra a destacar fue la Ménagerie o pequeño zoo, propio de los palacios reales, se construyó en 1633 y duró solamente treinta años. Una de las maravillas del Parque fue la Gruta de Tetis construida entre 1664 y 1676 y que se destruyó en 1684. La fachada principal se compuso como si se tratara de un ninfeo, mostrando tres vanos en forma de arco de medio punto y una decoración alusiva al dios Apolo. El interior se decoró tratando de imitar la gruta submarina a la que se retiraba durante la noche Apolo. Para ello se cubrieron las paredes con incrustaciones de piedras, caracolas o corales que formaban figuras fantásticas, y se buscaron efectos de luz y sonido mediante diversos elementos. Aquí también había una gran carga simbólica relacionada con el rito del lever y del coucher de Luis XIV, que era una especie de liturgia mítica en alusión a la salida y puesta de la luz en el mundo. Otra gran construcción fue la Orangerie, el invernadero, construido principalmente para resguardar los naranjos de los rigores del invierno. Constaba de tres galerías bajo tierra, abovedadas donde se guardaban dichos árboles frutales. De singular importancia fue el palacete del Trianon, construido para cuando Luis XIV y la marquesa de Montespán deseaban escapar del bullicio de la Corte. La entrada estaba formada por un frontón triangular sobre cuatro columnas cuyo aspecto clasicista contrastaba con las fachadas que estaban recubiertas con azulejos coloridos, buscando aparentar un ambiente oriental y exótico. Tras la caída en desgracia de la marquesa de Montespán, en el año 1687 y bajo la dirección de JulesHardouin Mansart ayudado por Robert de Cotte, se construyó el Grand Trianon. El edificio se concibió como un palacete veraniego. Se edificó siguiendo la tradicional planta en U con un foso, un puente y una verja de hierro. Lo más importante del El Gran Trianon en 1723 edificio es el corps de logis. La construcción de Versalles fue terminada en los últimos años de la vida de Luis XIV. Desde entonces, hasta la actualidad, únicamente se han realizado pequeñas obras y remodelaciones de las edificaciones de la época de Luis XIV. En 1715 tras la muerte de Luis XIV, el nuevo rey Luis XV era un niño, por lo que Felipe de Orleans, el Regente, primo de Luis XV, abandonó Versalles y se instaló en su residencia parisina del Palacio Real, y la Corte se instaló en las Tullerías. En 1722 cuando Luis XV contaba con 12 años de edad, volvió a Versalles y se instaló en los departamentos de Luis XIV. Este rey, fue el responsable de la destrucción de muchos de los espléndidos edificios de la época de Luis XIV, pero se crearon unas magníficas decoraciones en el interior del palacio. Las primeras reformas, encargadas por Luis XV a Ange-Jacques Gabriel, consistieron en la demolición de las estancias de los Baños y la Escalera de los Embajadores, así como la construcción del salón de Hércules, de la Ópera y del Pequeño Trianón y la transformación de los Departamentos del Rey, de la Reina y de las princesas de la familia real. Ópera Palacio de Versalles. Durante la segunda parte del reinado de Luis XV, se pusieron en marcha los proyectos de construcción de las fachadas con vistas a la villa. Tras su muerte y durante el reinado de Luis XVI, se construyeron nuevas edificaciones como la Granja de María Antonieta, el Belvedere, el Templo del Amor y el Teatro de la Reina. Todos ellos fueron decorados por Deschamps. Además, durante la época de Luis XVI, esposo de María Antonieta, se arreglaron las fachadas del palacio que dan al lado del parque, embelleciéndolas con esculturas y se decoraron el Pabellón de la Lanterne y la Puerta de San Antonio. La degradación del palacio de Versalles comenzó el 6 octubre de 1789 cuando los reyes Luis XVI y María Antonieta fueron forzados a abandonar Versalles. Durante la revolución Francesa se suprimieron los emblemas reales de las fachadas, el resto se mantuvo intacto hasta 1973, cuando gran parte del mobiliario fue subastado. Posteriormente, Napoleón Bonaparte quiso convertir Versalles en su palacio imperial, pero este proyecto nunca progresó. Durante el reinado de Luis Felipe, el palacio se transformó en el Museo de Todas las Glorias de Francia y se demolieron todos los apartamentos utilizados por la corte y parte de los aposentos reales, para transformarlos en galerías y salas de exhibición. El palacio se convirtió en el cuartel general del ejército prusiano en 1870 durante el asedio de París. El emperador alemán fue coronado el 18 de enero de 1871 en la Galería de los Espejos. Después fue el centro de las elecciones presidenciales de la III y la IV República. Se decoró con grandes frescos que evocaban la guerra, la agricultura, el comercio, la industria y la paz. Tras la III República, sirvió como lugar de reunión del Congreso del Parlamento. Ya en el siglo XX, Pierre de Nolhac, comenzó un proceso de restauración con el objetivo de devolverle al palacio el aspecto que tenía en el siglo XVIII. La Habitación de la Reina fue uno de los apartamentos que más intervenciones sufrió; la Habitación del Rey, tuvo mayor suerte que la de la Reina y se conservó prácticamente intacta. Habitación de la reina En 1810 se retiraron de la terraza del palacio los trofeos de guerra y copones ornamentales del siglo XVII. A fines del siglo XIX se reconstruyeron los que se ubicaban en el cuerpo central, y en el año 2008 se terminaron de reconstruir los que se ubicaban en los cuerpos laterales. El Pabellón Frais se demolió en 1810 durante el Imperio Napoleónico. En 1980 se inició el proyecto de reconstrucción pero debido a la falta de fondos sólo se pudieron edificar los muros de piedra. Entre 2009 y 2010 el Pabellón fresco, al igual que el bosque de las tres fuentes, fue completamente reconstruido con fondos aportados por la fundación American Friends of Versailles. La Galería de los Espejos, es el espacio dónde se celebraron las bodas, cumpleaños y recepciones reales durante los reinados de Luis XIV, XV y XVI; se utilizó como hospital de campaña en 1870, se coronó al primer Emperador de Alemania en 1871 y se firmó el pacto de Versailles en 1919. Entre 1970 y 1980 se realizó una importante intervención y entre el año 2004 y 2007 se restauró íntegramente la galería que recuperó el aspecto que tenía en 1789. Para recuperar el aspecto original de la fachada, en el año 2007 se eliminaron las dos chimeneas agregadas en el siglo XIX, se restauraron los ornatos de plomo y se reconstruyeron las columnas de mármol de los balcones de la fachada este. Entre los años 2007 y 2008 se realizó la reconstrucción de la Grille Royale. El proyecto del Gran Canal de Versalles, programa de renovación, fue presentado en 2003. Dotado con una subvención del Estado de 135 millones de euros, tardará en realizarse unos 17 años y afectará a todo el conjunto: palacio y parque. Los tres objetivos principales son asegurar el palacio, proseguir con las restauraciones y crear nuevos espacios para la acogida del público. Las obras empezaron en 2004. Actualmente, el museo de la historia de Francia está situado en las alas, mientras que la parte central, los Grandes Departamentos, las estancias privadas y los departamentos de la familia real han sido restaurados y pueden verse tal como eran cuando estaban ocupados por los reyes. Palacio de Versalles en la actualidad. HISTORIA Y ARTE DURANTE EL SIGLO XVII: CLASICISMO Y BARROCO FRANCÉS. Tras la muerte del Rey Enrique III en 1589 todo parecía presagiar que en Francia se recrudecerían las guerras religiosas por cuanto el heredero al trono era el hugonote Enrique de Borbón. Pero este se convirtió al catolicismo y ayudado por la política de su ministro Sully consiguió poner fin a la Guerra Civil y recuperar económicamente a la nación. Pero en el año 1610 el rey fue asesinado. Luis XIII, el heredero, contaba con tan solo nueve años de edad, por lo que la reina María de Médicis asumió la regencia. La situación se salvó con la llegada del cardenal Richelieu. Su papel fue trascendental, continuó la labor de Enrique IV, hacia el establecimiento de la monarquía absolutista. Tras la muerte del cardenal en 1642, y la de Luis XIII un año después, la regencia recayó en Ana de Austria, que se apoyó en el cardenal Manzarino. Pero debido a la política de éste, al poco estallaron las dos revueltas de la Fronda (1648-1652). Luis XIV declaraba el fin de la regencia a sus trece años, durante la segunda revuelta de la Fronda, y volvió a confiar en Manzarino, quien buscaba afianzar el gobierno absolutista y la consolidación de las fronteras de Francia. Tras la muerte de Manzarino en 1661, Luis XIV decidió gobernar él solo la nación y desarrolló una política de afirmación nacional que convirtió a Francia en la gran potencia europea logrando extender sus fronteras casi hasta los límites actuales. Pero sus últimos años no fueron tan gloriosos ya que su auge supuso la unión de varias potencias contra él. Por lo que en 1686 hubo de enfrentarse a la Liga de Augsburgo, que pretendía contener la expansión francesa y en 1697 tuvo que firmar la Paz de Ryswick. El 1 de septiembre de 1715 moría Luis XIV en Versalles. La situación política de Francia durante el Siglo XVIII tuvo su reflejo sobre las artes, por lo que el sistema absolutista pretendió que las manifestaciones artísticas se pusieran al servicio de esos principios. Fue trascendental la fundación de las academias. En 1648, se fundó la Académie de Peinture et de Sculpture, bajo la protección del cardenal Manzarino y de la mano de Charles Le Brun, Juste d’Edmont y los hermanos Testelin. En 1655, ya siendo una academia oficial, se le dio el título de Académie Royale, con el privilegio de que sus miembros serían en exclusiva los escultores y pintores del rey y de la reina. Más tarde, en 1666 se fundó la Académie de France, cuya sede se encontraba en Roma, con la finalidad de facilitar el aprendizaje a los artistas franceses mediante el contacto directo con las grandes obras clásicas y las del renacimiento italiano. Las academias más importantes que se fundaron en esta época por parte de Luis XIV y Colbert, fueron la Académie Royale de Danse, la Académie Royale de Musique y la Académie Royale d’Architecture. Tras la fundación de esta última academia, en 1672 surgió el gran debate entre Blondel y Perrault. Esta disputa se basó en la cuestión de la existencia o no de una belleza universal y absoluta. Para Blondel y sus seguidores, la belleza se asentaba en unos principios inmutables de los cuales la mayoría fueron establecidos en la antigüedad clásica. Perrault y sus seguidores, en cambio, consideraban que era la propia experiencia la que determinaba lo que era bello. Algo similar ocurrió en la Académie Royale de Peinture et de Sculpture, esta vez, el debate se centró en la primacía del dibujo o del color en la pintura. Gabriel Blanchard fue uno de los que defendió el color, y Le Brun apoyó la primacía del dibujo. A finales de este siglo se produjo la victoria definitiva de los coloristas, que dominarán a lo largo del siglo XVIII. Estas disputas, suscitan la cuestión de si el arte francés del siglo XVII puede señalarse como barroco, o como un arte estrictamente de corte clasicista, ya que a primera vista parece oponerse a los valores propios del Barroco. Por ello, el arte de esta época ha de situarse como una variante dentro del barroco general europeo, ya que existen rasgos que parecen acercarlo a unos ideales clasicistas, y otros muchos, a veces secundarios, indican una correspondencia con los aspectos barrocos. Es esta importante dualidad la que caracterizó al arte francés del siglo XVII. En relación al urbanismo se construyeron calles amplias, despejadas y rectas, las edificaciones se construyeron bajo el mismo esquema arquitectónico en las fachadas. La plaza tuvo una especial importancia por su carácter de núcleo cerrado, donde se podían desarrollar diversos aspectos de la ideología barroca. En este siglo tuvo un gran auge la construcción de edificios religiosos, por la especial situación histórica que se vivió. Sobriedad, armonía y claridad fueron las tres claves de la arquitectura barroca en Francia. El predominio durante esta época del sistema absolutista, favoreció la construcción de palacios por toda Europa. Entre los que destaca el palacio de Versalles, palacio que fue imitado por toda Europa, algunas de sus imitaciones fueron el Castillo de Potsdam, de Federico de Prusia y el palacio Real de Caserta, de los Borbones de Nápoles. El estilo propio de la decoración de los palacios de este siglo, fue instaurado por Charles Le Brun, quien lo empleó por primera vez en la decoración de Vaux-le-Vicomte. El tapiz, la orfebrería, el vidrio, las alfombras y los muebles, adquirieron mucha importancia en la decoración lujosa de los palacios. Además el jardín resultó ser el complemento esencial de todo palacio. BIBLIOGRAFÍA Chateau de Versailles, Versalles a lo largo de los siglos. http://es.chateauversailles.fr/es/history/versailles-during-the-centuries/the-palaceconstruction/louis-le-vau-1612-1670 Página consultada el 13 de mayo de 2013. Chiesa, P.J. (2012) La restauración y reconstrucción del palacio de Versailles. http://miradaatenta.wordpress.com/2012/01/18/la-restauracion-y-reconstrucciondel-palacio-de-versailles/ Consultado el 18 de mayo de 2013. Wikipedia, Palacio de Versalles. http://es.wikipedia.org/wiki/Palacio_de_Versalles Página consultada el 13 de mayo de 2013. Cantera Montenegro, Jesús, Historia del arte, El clasicismo francés, Madrid, Historia 16, 1989. Tapié, Víctor L., Barroco y clasicismo, Madrid, Ediciones Cátedra, S.A., 1978. Checa, F., El arte y los Sistemas Visuales, Madrid, Ediciones Istmo, 1982.