Bienes parafernales

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Bienes
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parafernales
La adqíiisición,
enajenación
los inmuebles parafernales,
gravamen dé
y
no
necesita venia
'
judicial, pero sí venia marital.
La mujer separada jiidicialmente de bienes
{art. 1995 C. €.), para enajenar o gravar sus
bienes, no necesita penia marital, pero si ve
nia judicial.
*
P
65.261.
I.
A.
la
Según
de A.
partida de matrimonio que se presenta, la proponente señora
contrajo matrimonio en Italia el 6 de setiembre de 1919.
Pretende la interesada que la compra del bien a que se refiere esta
carpeta y la hipoteca del mismo, se hagan a su solo nombre, en virtud de
existir absoluta separación de bienes con su esposo, por haber contraído
matrimonio
cónyuges
en
es
Italia, donde el régimen imperante sobre los bienes de los
ése.
Se invoca para ello el art.
130 de nuestro- C. Civil.
El solo hecho de haberse casado la interesada
que fatalmente debe
en
Italia,
bienes el
no
significa
de sepa
ración, pues podrían existir capitulaciones matrimoniales que lo modifica
ran; pero no existiendo registro de éstas, no queda más recurso- que admi
tir que no existen, cuando las propias partes interesadas o los terceros no
denuncian
su
imperar
con
respecto
a
sus
régimen
existencia.
Esta deficiencia
legal puede producir en algún caso serías complicacio
nes, pero
queda más recurso que resignarse aceptando- la realidad de
las cosas, porque si no la contratación se haría imposible. Con esta salve
dad, aceptamos como verdad inconcusa, que la interesada en este caso está
sometida al régimen de separación absoluta de bienes, de acuerdo con el
no
sistema italiano y con el art. 130 de nuestro Código Civil.
En consecuencia la interesada puede comprar e hipotecar
a
su
solo
pero en mi concepto, necesita para ello venia marital, pudiendo
prescindir de la judicial. Opino que no necesita esta última, porque esta
de la mujer, no están desde luego, comprendi
clase de bienes
nombre;
particulares
dos
en
el art. 2037 C.
existencia de la sociedad
C,
a los do-tales
y presupone la
que sólo se refiere
de bienes. No existiendo tal sociedad ni tales
legal
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dótales, no es posible que a ellos les alcance una norma de excepción como
la que contiene ese artículo, y que por tanto debe ser de interpretación es
tricta. Además esta tesis de que en el caso que estudiamos no es necesaria
la venia judicial, está respaldada por la opinión de la Fiscalía de lo Civil
Gamarra (Rev. A. de Esc, abril de 1941, ps.
-y también por la opinión del profesor de la materia en nuestra
Facultad de Derecho Dr. J. Irureta Goyena (hijo) que en la yersión
taquigráfica de sus clases refiriéndose a los bienes parafernales (p. 207)
de 1er,
134
a
turno y del Dr.
135)
bajo el régimen de separación dice : "En ese caso los bienes raíces de
mujer pueden venderse con la venia del marido, con el consentimiento
la mujer, sin la venia judicial."
o
la
de
En cambio considero
que es necesaria la venia marital, tanto para
para hipotecar este bien, porque las disposiciones de los
arts. 131 y 134 del C. Civil son de orden público en nuestro derecho,
y
fuera de los casos en que la propia ley (art. 1995 del C. Civil) autoriza
adquirir
a
como
prescindir de ella, será siempre ineludible. (Lagarmilla: "De la socie
conyugal", ps. 141 a 143). (Argumento del art. 2404 C. C).
dad
H. E.
Capozzoli.
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