Participación ciudadana LOS JUECES VAN A LA ESCUELA Este año, muchas escuelas secundarias de nuestra Provincia recibirán la visita de jueces y fiscales quienes coordinarán encuentros y talleres a fin de dar a conocer el funcionamiento del sistema judicial, propiciar la participación ciudadana, identificar derechos y responsabilidades, así como también ayudar a encontrar y construir modelos de convivencia pacífica. En septiembre de 2006, la Dirección General de Cultura y Educación firmó un convenio con el Instituto de Estudios Judiciales de la Suprema Corte de Justicia bonaerense que permitió la puesta en marcha del Programa “Los jueces van a la Escuela”. Esta iniciativa, que se va a desarrollar en las escuelas de nivel secundario, tiene el propósito esencial de revalorizar la ley como fundamento de los vínculos entre los ciudadanos, hacer conocer las bases normativas de la justicia y difundir en el ámbito educativo las características y alcances de la función judicial. “La intención es no sólo que nuestros alumnos conozcan las funciones y la estructura del Poder Judicial a partir de un diálogo abierto y franco con los jueces, sino también, se reconozcan como ciudadanos plenos de derecho que entienden y viven la justicia como un valor esencial de la sociedad democrática”, explicó María Cristina Planas, asesora de la vicepresidencia 1° del Consejo General de Cultur a y Educación. Con esta iniciativa se busca que los jóvenes comprendan que la justicia, para su pleno funcionamiento, necesita de la participación de todos los actores sociales. “Aspiramos a que los jóvenes distingan claramente conflicto de violencia, que puedan y deseen intervenir en búsqueda de nuevas formas y diferentes alternativas que permitan superar conflictos, construir modelos de convivencia pacífica y que posicionan al joven en el pleno ejercicio de los derechos ciudadanos. Es decir, que puedan intervenir, por ejemplo, en términos de mediación real y comprometida. En este sentido, el encuentro de nuestros estudiantes con los miembros del Poder Judicial puede ser un espacio de enriquecimiento mutuo”, consideró Cristina Planas. CONSTRUCCIÓN DE CIUDADANÍA La nueva secundaria incorporó la materia denominada “Construcción de Ciudadanía”, cuyo objetivo principal es crear un espacio para el ingreso curricular de las culturas juveniles a la escuela, entendiendo que una propuesta educativa para los adolescentes debe contemplar la incorporación de sus propias prácticas. En este sentido, el Programa “Los jueces van a la escuela”, puede resultar un aporte interesante y enriquecedor para aquellas escuelas que deseen incorporarse al proyecto. El programa se estructura a partir de cuatro encuentros anuales de 80 minutos de duración, utilizando una dinámica de taller. Los puntos de partida pueden ser diversos. En algunos casos, por ejemplo, los magistrados, a través de diferentes situaciones problemáticas reales, analizarán junto con los alumnos qué es la justicia, cuáles son sus caminos y cómo cada uno se constituye en ciudadano ejerciéndola. En síntesis, el Programa “Los jueces van a la escuela” es una invitación y un desafío para construir un concepto de ciudadanía más acabado y completo de la mano con el nuevo diseño de la educación secundaria. LA MIRADA DE LOS JUECES El Programa fue recibido con gran entusiasmo por los miembros de la justicia bonaerense. En muchos casos desean participar del programa también fiscales y secretarios, ya que – entre otras cosas– el diálogo abierto y el trabajo conjunto les permite modificar preconceptos de los jóvenes sobre el accionar de la Justicia. En la provincia de Buenos Aires, con este tipo de iniciativas, el poder Ejecutivo, el Legislativo y el Judicial encuentran un espacio de diálogo y una propuesta conjunta para pensar la educación. A partir de reconocer que hay problemáticas y miradas comunes comienzan a concretarse estas experiencias. “El trabajo en conjunto entre los distintos poderes del Estado nos hace bien a todos. Para los jueces es importante escuchar a los jóvenes porque plantean problemas cotidianos que tienen que ver con su edad y su entorno; y para la escuela porque ayuda a formar ciudadanos plenos”, aclaró Cristina Planas. EL PLAN DE ACCIÓN EN LAS AULAS Las acciones previstas se desarrollarán, básicamente, del siguiente modo: luego de las presentaciones personales de los funcionarios judiciales, se ofrecerá al grupo un caso hipotético, para que actuando como jueces, los alumnos adopten decisiones. Los miembros del Poder Judicial estarán a disposición del grupo para ser consultados. A continuación se hará una puesta en común, en la que se mostrarán las dificultades y las discusiones que el caso ofrezca. También se tenderá a poner de manifiesto las diferencias existentes entre el tratamiento que se da a los casos en el ámbito periodístico y en sede judicial. En el marco de la presentación del programa, la Dra. Hilda Kogan rescató la importancia de que los jueces conversen con los chicos en las escuelas. “Que los chicos nos vean, nos conozcan y que podamos explicarles en qué consiste nuestro trabajo, en qué consiste la justicia y el valor que tiene en un país republicano. Que sepan que si la justicia decae como institución, al corto plazo también va a decaer la existencia de la República”, sostuvo la Directora del Instituto de Estudios Judiciales de la Suprema Corte de Justicia de la Provincia. Esta es la primera vez que se sistematiza la interacción entre jueces y escuelas de la provincia de Buenos Aires, teniendo como antecedente lo desarrollado por magistrados de la Justicia nacional a partir de una iniciativa de la Asociación de Mujeres Jueces de Argentina Opinión FORTALECER EL VALOR DE LA JUSTICIA Por Hilda Kogan (*) Desde comienzos de 2006 la Suprema Corte de Justicia de la Provincia de Buenos Aires a través del Instituto de Estudios Judiciales y junto a la Dirección General de Cultura y Educación lleva adelante el programa “Los Jueces van a la escuela”. El mismo tiene como objetivo principal acercar a los alumnos del nivel secundario a la problemática del sistema judicial y los encargados de impartir justicia. En el año 1984, la poca o ninguna confianza en la Justicia era del orden del 42%, siendo conjuntamente con el Congreso y el sistema de enseñanza las únicas instituciones que tenían un nivel de confianza que superaba el 50%. En 1991 la desconfianza en la justicia llegaba al 75%, en 1997 al 88% y en la actualidad supera el 90%. De esta forma, la iniciativa surgió por la creencia de que es necesario recrear la confianza en las instituciones vitales de un sistema democrático. Y fundamentalmente recrear la confianza en la institución Justicia. Para ello, se ha elegido comenzar el Programa en el medio educativo. La tarea consiste en la visita de jueces y representantes de la justicia a las escuelas secundarias para mostrar a los alumnos el funcionamiento del sistema judicial. “Los Jueces van a la escuela” pretende hacer conocer cómo está estructurado el Poder Judicial, quiénes lo conforman, qué temas se tratan en la justicia, en qué consiste el trabajo de los jueces, qué hacen y quiénes son. Se ofrece a cada grupo un caso hipotético para que se puedan ubicar en el rol de un juez y tomen decisiones. Los casos seleccionados trabajan sobre problemáticas afines a las edades de los alumnos para que el grupo pueda sentir identificación con los problemas a resolver. En el mismo planteo y resolución del caso los alumnos reconocen distintas perspectivas del problema y conocen, a través de los miembros del Poder Judicial, que existen diferentes posibilidades de solución y también distintas formas de comportarse en relación a cuestiones que ellos mismos pueden protagonizar o en las que pueden resultar espectadores. Esto implica el reconocimiento de sus propios derechos y obligaciones, al mismo tiempo que provoca reflexiones sobre esas expectativas que esperan que sean resueltas por la justicia de forma satisfactoria para ellos y no de acuerdo a derecho. Se espera entonces, que esta tarea fortalezca el valor de la “justicia”, para que ocupe un rol preponderante en sus actos, en sus conductas y en la evaluación y posterior juzgamiento de las decisiones judiciales. De esta forma, el objetivo final de la actividad es resaltar que, no por ser adversa una decisión es injusta, y que no toda decisión que parezca injusta para algunos, lo es para todos. (*) Ministra de la Suprema Corte de Justicia de la provincia de Buenos Aires. Directora del Instituto de Estudios Judiciales.