El Tiempo Histórico y su Enseñanza - 1 EL TIEMPO HISTÓRICO Y SU ENSEÑANZA Profesora y Licenciada: Dora Frías Cuando nos preguntamos cuál es la finalidad de la enseñanza de la historia, no aparece con claridad el para qué y mucho menos, la acción que la respuesta a esa pregunta debería tener en la selección y organización de los contenidos a enseñar. Enseñar a “pensar históricamente”, debería ser una de las respuestas a dar, trabajar la Temporalidad y construcción del tiempo histórico teniendo como base la pregunta: ¿Qué argentinos queremos formar? La Escuela y la Historia como disciplina escolar, han debido responder a otros objetivos dados socialmente y políticamente, como fue la “construcción de las identidades nacionales”, imponiendo como sujeto principal de la historia al Estado Nacional.. El profesor de Historia en su quehacer profesional debe enfrentar ciertas paradojas desde el campo disciplinar, los historiadores se encuentran con la “obligación profesional de demoler mitos”, de sostener “la primacía de los datos” (1) y por otro, enfrentados a estas premisas, las funciones que la sociedad y la política le dan a la historia. El profesor se encuentra, entonces, ante la pregunta ¿Cómo hacer para demoler mitos, pero, al mimo tiempo pensar y proponer alternativas posibles? Hoy la Historia se encuentra marcada por una crisis epistemológica, que proviene de la misma disciplina, de sus transformaciones, “…ya no hay ningún paradigma de la investigación histórica… sino una multiplicidad de estrategias de investigación” (2), que ponen en evidencia no sólo la heterogeneidad de enfoques, sino que marca la pluralidad de protagonistas colectivos y de grupos subalternos. Por lo tanto el profesor debe descentrar al Estado nacional como sujeto histórico exclusivo y excluyente, e incorporar a la enseñanza de la historia las innovaciones que se han producido al interior de la disciplina. El documento elaborado por el Seminario de “Situación y Perspectiva de la Enseñanza de la Historia” (3) demuestra, después de analizar distintos diseños curriculares provinciales y nacionales, que la enseñanza de la historia ha respondido con variedad de respuestas al para qué enseñar historia, pero que más allá de la multiplicidad de respuestas que hubo, hoy debería plantearse como fin el “desarrollar el pensamiento histórico” que permita al alumnado la idea de construcción historiográfica que los lleve a identificar: cambios y continuidades, tipos de cambio, el análisis de los procesos de sociedades determinadas, duraciones de los distintos procesos e interrelación entre escalas temporales y espaciales, es decir lograr una concepción plural del tiempo. Con esto entraríamos en una de las problemáticas de todo profesor de historia, la enseñanza del tiempo histórico. Profesora y Licenciada Dora Frías El Tiempo Histórico y su Enseñanza - 2 ¿Enseñamos el tiempo histórico? Pareciera que no hay conciencia de que se enseña cuando se enseña historia. (4) De acuerdo a estudios realizados sobre el tema por distintos investigadores, se llega a la conclusión que hoy se enseña el tiempo histórico desde lo memorístico. El tiempo histórico no es sólo cronología, periodización o un contenido procedimental, donde la construcción de líneas o gráficos pareciera concretar la idea de su enseñanza (no hay búsqueda de relaciones, preguntas, conclusiones). No hay una enseñanza diacrónica donde el cambio y la causalidad la expliquen, porque si bien se enseña causalidad y cambio, no hay una relación entre estos componentes, ni de estos con la idea de que la causalidad está vinculada con la construcción del saber histórico, es decir, no se demuestra que existen diferentes interpretaciones de los hechos, sus causas y sus consecuencias, que tienen que ver con lo cultural. Es muy común hablar de pasado y presente pero se comete el error de asimilar problemas de naturaleza histórica muy diferentes a situaciones actuales, es decir se cae en anacronismos. De acuerdo al documento final del Seminario, una forma de “aprendizaje del tiempo histórico obliga a descentrarse, incorporarse al tiempo social y considerarse así mismos como sujeto histórico” (5) Teniendo en cuenta a nuestros alumnos de Polimodal, deberíamos trabajar operaciones necesarias que permitieran pensar el tiempo histórico, categorías y nociones temporales como: simultaneidad, duración, sucesión y contemporaneidad. Es decir, el profesor debe enseñar el tiempo histórico, el aprendizaje dependerá del grupo de alumnos que tiene, de su desarrollo cognitivo, de sus dificultades para pensar la temporalidad, pero, es necesario enseñarlo para que los alumnos se ubiquen en su presente y se vean como actores activos que están haciendo su futuro “dentro de un tiempo plural y complejo como el tiempo que les ha tocado vivir” (6) Pero al preguntarnos qué es el presente, debemos decir que es una de las tres dimensiones temporales: presente, pasado, futuro. Siguiendo a Torres Bravo “Los presentes históricos son los estados socioculturales sentidos y vividos por una sociedad, diferente de la idea de historia presente, que son los acontecimientos que suceden en el mismo espacio temporal de una sociedad de referencia pero fuera de ella” (7) En estas definiciones de presentes históricos e historia presente, se puede trabajar el concepto de simultaneidad cronológica y contemporaneidad histórica, es decir que podemos ubicar en la historia presente analizada, diferentes presentes históricos. Un ejemplo es el que da Torres Bravo, los indios del siglo XVI tenían su presente histórico, los españoles conquistadores, tenían su presente histórico, sin embargo ambos vivían en el mismo tiempo presente, es decir que cronológicamente, ambos se dan en el mismo tiempo pero con presentes históricos diferentes. La simultaneidad cronológica, es lo que ocurre en el mismo Profesora y Licenciada Dora Frías El Tiempo Histórico y su Enseñanza - 3 punto de datación o período temporal, que es la sincronía, puede darse en distintos niveles temporales, pero coinciden en el mismo punto de la escala cronológica, se necesita de la comparación. Puede también trabajarse la simultaneidad de hechos o procesos, pero dentro de un mismo presente histórico, que es la contemporaneidad socio-cultural. El profesor debe llevar a sus alumnos a pensar los “presentes históricos” pasados, analizar cada una de las sociedades estudiadas, sus culturas, sus actores sociales o políticos, con sus distintas ideas, dudas, esperanzas, temores, proyectos sobre su futuro que los llevará a proponer distintas opciones, de las cuales alguna de ellas se impondrá, y éstas, producirán sucesos y procesos con ciertas relaciones, articulaciones y combinaciones, que construirán nuestro presente histórico. La búsqueda de explicaciones de problemáticas actuales podemos encontrarlas si entendemos y comprendemos presentes históricos pasados. Como dice José Luis Romero “…cuando se pregunta al pasado - ¿Quiénes somos? – la reflexión histórica contesta siempre lo mismo: somos lo que hemos sido, exactamente eso, porque nos hemos hecho en el proceso y finalmente tenemos la fisonomía y los caracteres que el proceso nos ha dado” (8) es decir, preguntarle al pasado cómo hemos cambiado, se refiere al presente y al futuro. Es desde nuestro presente, que se le interroga al pasado para comprender la dinámica de los procesos que nos han llevado a este presente que vivimos. Pensemos como ejemplo las opciones que planteó la Generación del 37, tal como lo analiza Halperín Donghi en “Una Nación para el Desierto Argentino” (9), cuál era su presente histórico y la historia presente donde estaban insertos, por qué y cómo pensaban e imaginaban estos actores su futuro y el futuro del país, qué opción se llevó a cabo, qué procesos y, dentro de estos, qué relaciones, cambios, permanencias, conflictos se dieron y, que consecuencias tuvo todo esto. Analizando esos procesos podemos encontrar respuestas a problemáticas de nuestro presente histórico, al mismo tiempo este tipo de análisis llevará a nuestros alumnos a pensarse como actores que están construyendo el futuro, porque la enseñanza del tiempo histórico les permite reconocer en el pasado la acción de distintos actores sociales con sus intereses, esperanzas, utopías, proyectos. Este análisis, los prepara para la intervención social, porque al comprender que su presente histórico es la intersección entre pasado y futuro y que en él se encuentran reflejos de las concepciones que el pasado tenía del mundo y la historia, se podrán ver como partícipes de la construcción del futuro. Desde este análisis podemos deducir que la enseñanza del tiempo histórico es uno de los objetivos de la enseñanza de la historia. Profesora y Licenciada Dora Frías El Tiempo Histórico y su Enseñanza - 4 Reflexionar sobre su enseñanza: cómo lo enseñamos, y qué contenidos debemos enseñar para lograr el aprendizaje de tiempo histórico, debe ser el punto de partida. Para esto necesitamos analizar los conceptos que construyen el tiempo. Santisteban Fernández en “Aprender el tiempo histórico: Deconstruir para reconstruir”, propone trabajar una serie de conceptos que hacen al Tiempo Histórico: Cronología, cambios y continuidades y periodización, son parte de él. (10) La cronología marca el orden de los acontecimientos y el cómputo de tiempos. Esta permite la datación de los sucesos y tiempos definidos pero, la datación que siguen los profesores se les da a los alumnos como algo lógico y absoluto, no se explica desde qué idea, visión, influencias, etc. se ha aceptado el calendario juliano-gregoriano occidental y la Era Cristiana, logrando con esto un eurocentrismo que no deja ver otras dataciones, el del mundo islámico por ejemplo, no permite el “pensamiento social abierto”. La duración, periodización, es algo construido por los historiadores. Mörner (11) sostiene que no existe una sola periodización para la historia americana, sino que esta depende de los investigadores e historiadores, ya que un acontecimiento puede ser entendido de diferentes maneras, es un hecho multicausal, de allí que los acontecimientos tengan para la historiografía actual un peso importante, es algo a tener en cuenta. También son conceptos elementales del tiempo: Sucesión, simultaneidad- contemporaneidad. Si hablamos de sucesión, estamos hablando de un ordenamiento de anterioridad – posterioridad, y conforma lo que denominamos diacronía. Antoni Santisteban Fernández sugiere una deconstrucción del tiempo para “hacer evidente aspectos que pueden reestructurarse y enriquecerse con nuevas relaciones conceptuales” (12). Propone un mapa conceptual que tiene como fin organizar la enseñanza del tiempo histórico para reconstruir los esquemas de conocimientos que tienen los alumnos, un mapa conceptual, que como sostiene, no es para enseñarlo sino que son conceptos que deben ayudar a los profesores cuando enseñan historia. No se pueden ignorar los conocimientos previos de los alumnos, tanto en los conceptos aprendidos, las interpretaciones logradas, como “los esquemas de conocimientos sobre el tiempo histórico que se constituyen en función de las relaciones que se establecen entre los diferentes conceptos que conforman la estructura de lo temporal”. (13) Reconoce cuatro cualidades del tiempo histórico: La indisolubilidad, con respecto al espacio, irreversibilidad, relatividad, multiplicidad. Espacio y tiempo no se pueden separar, en el espacio ocurren los acontecimientos históricos, por lo que estos son dos “metaconceptos que estructuran el conocimiento social”(14) Estos conceptos dependen de quién y desde dónde se observan, de allí su relatividad; los diferentes planos y ángulos de observación, perspectivas y comprensión, dan la multiplicidad. Profesora y Licenciada Dora Frías El Tiempo Histórico y su Enseñanza - 5 ¿Cómo trabajar la Temporalidad? Rescatamos los conceptos dados por el autor (15) De acuerdo a la delimitación tenemos: tiempo religioso (mundo de las creencias); físico – biológico o cósmico (desde la ciencia); personal y social (desde la experiencia) Por el origen y naturaleza el tiempo: tiempo finito e infinito (de acuerdo a su alcance); lineal o cíclico (por su direccionalidad); Objetivo o subjetivo (pensamiento del tiempo). A su vez los conceptos de cambio y continuidad o permanencia son para el autor la “esencia de la interpretación en la historia y uno de los aprendizajes más importante sobre el tiempo es comprender su relación”. (16) Si se tiene en cuenta la observación hablamos de corta y larga duración; si analizamos cómo afecta hacemos referencia a estructura o coyuntura; de acuerdo a su ritmo a ciclos y crisis; cuando se valoran los cambios se trabajan: aceleración (evolución – revolución); cuantificación (crecimiento – desarrollo); valoración (transición – transformación); procesos (progreso o modernidad – decadencia). La medición del tiempo da la cronología, que se logra con la sucesión y simultaneidad. Esta medición se diferencia por el tratamiento que se le da a los hechos, y cómo se eligen, clasifican, jerarquizan, da lugar a la periodización. La explicación histórica se basa en la causalidad e intencionalidad. Tanto la medición como la explicación son conceptos del Dominio y gestión del tiempo que “…atiende al control y poder sobre el tiempo en nuestra sociedad o en el pasado”. (17) Estas categorías temporales que enumeramos, siguiendo al autor mencionado, están presentes en toda la enseñanza de la historia, no se encuentran separadas de ella, el mismo historiador las trabaja cuando analiza cualquier acontecimiento. El profesor debe tener en cuenta los elementos temporales que está trabajando cuando analiza un hecho o acontecimiento, una realidad, las combinaciones que se establecen en ellos, y el grado de dificultad que puede aparecer cuando se dice, por ejemplo, “mientras Europa se preparaba para la Gran Guerra, en la primera década del siglo XX, Argentina vivía un período de crecimiento económico” ¿Qué variables encontramos? simultaneidad (mientras), conocimientos previos que Una de medición como es la de localización (primera década del siglo XX), y una de permite analizar cambios, un proceso de mejoramiento y cuantificación (crecimiento). Como conclusión de este análisis podemos sostener que la enseñanza de la historia debe aportar “significatividad temporal” a todos los procesos que analiza, para permitir a los alumnos pensar históricamente: comprender el pasado, tener conciencia de su situación en las realidades que les toca vivir, desarrollar capacidades para poder actuar en el mundo complejo en el que están insertos y reconocerse constructores del futuro. Profesora y Licenciada Dora Frías El Tiempo Histórico y su Enseñanza - 6 NOTAS (1) Hobsbawn, Eric: 1998 - “La historia de las identidades no es suficiente”, en Eric Hobsbawn: Sobre la Historia, Barcelona, Crítica, pp. 266 – 276 (2) Iggers, Georges: 1995 - La ciencia histórica en el siglo XX. Las tendencias actuales. Barcelona, Labor (3) Fradkin, Raúl, Mariana Canedo, María Elena Barral, Sergio Cercós: 2004 - Situación y perspectiva de la Enseñanza de la Historia. Documento final del Seminario Situación y perspectiva de la Enseñanza de la Historia (4) Idem (5) Idem (6) Pagès, J: 1999 - “El tiempo histórico: ¿Qué sabemos sobre su enseñanza y su aprendizaje? Análisis y valoración de los resultados de algunas investigaciones”. En: Educación Abierta, Zaragoza, ICE, Universidad de Zaragoza (7) Torres Bravo, Pablo Antonio: 1999 - “Anatomía del tiempo histórico para ESO y Bachillerato” en Didáctica de las Ciencias Sociales. Geografía e Historia. Iber, nº 22, , p. 108 (8) Romero, J. L.: 1987 – “El Historiador y el pasado” en Anuario de IEHS 2, Tandil, p. 11 (9) Halperin Donghi, T: 1982 - Una nación para el desierto argentino. C. E. A. L, Buenos Aires (10) Santisteban Fernández, Antoni: 1999 - “Aprender el Tiempo Histórico. Deconstruir para Reconstruir” en Revista Historia, nº 1, España (11) Mörner, Magnus : 1992 - “La problemática de la periodización de la Historia Latinoamericana en los siglos XVIII – XIX” en Anuario del IEHS, VII, Tandil (12) Op cit, p. 144 (13) Ibidem (14) Idem, p. 145 (15) Idem, pp. 147 - 148 (16) Ibidem, p. 147 (17) Ibidem, p. 148 -------------------------------------------------------------- Profesora y Licenciada Dora Frías