LOS DERECHOS COLECTIVOS EN MEXICO Jesús Alfredo

Anuncio
1
LOS DERECHOS COLECTIVOS EN MEXICO
Jesús Alfredo RODRÍGUEZ BORBÓN
Jesús Emérita GUTIERREZ CORONADO
SUMARIO: I. Introducción. II. Aproximación al concepto derechos
colectivos y difusos. III. La regulación actual de los derechos colectivos
y difusos en México. IV. Los derechos colectivos y difusos en la
jurisprudencia mexicana. V. Conclusiones. VI. Bibliografía.
I. INTRODUCCIÓN
El 29 de julio de 2010 se publicó en el Diario Oficial de la Federación el
decreto que adiciona el artículo 17 constitucional incorporando a su texto el
párrafo tercero que a la letra dice:
El Congreso de la Unión expedirá las leyes que regulen las
acciones colectivas. Tales leyes determinaran las materias de
aplicación, los procedimientos judiciales y los mecanismos de
reparación del daño. Los jueces federales conocerán de forma
exclusiva sobre estos procedimientos y mecanismos.
El alcance de la reforma implica que el sistema jurídico mexicano, reconoce
la necesidad de tutelar intereses jurídicos que traspasan la frontera del derecho o
interés individual; de esta manera es pertinente abordar el tema del interés
(derecho) colectivo y transpersonal o difuso. Como los estudios jurídicos de este
tema en México, son escasos, los referentes extranjeros son parte del proceso de
asimilación y entendimiento de los conceptos relacionados; sobre el tema es
conveniente considerar los esfuerzos que desde del Instituto Iberoamericano de
Derecho Procesal, han sido plasmados en estudios doctrinarios.
II. APROXIMACIÓN AL CONCEPTO DERECHOS COLECTIVOS Y DIFUSOS
¿Que son y para qué sirven las acciones colectivas? En el dictamen de las
Comisiones Unidas de Puntos Constitucionales, de Gobernación y de Estudios
Legislativos de la Cámara de Senadores se describen del siguiente modo:
2
Son instituciones que permiten la defensa, protección y
representación jurídica colectiva de derechos e intereses
colectivos dentro de una sociedad…que el término “derechos
colectivos” comprenden los llamados derechos difusos, los
colectivos en sentido estricto y los individuales de incidencia
colectiva. Los primeros dos mencionados son aquellos derechos e
intereses supra individuales, de naturaleza indivisible, de los que
es titular una colectividad indeterminada (derechos difusos) o
determinada (derechos colectivos en sentido estricto) cuyos
miembros se encuentran vinculados por circunstancia s de hecho
o de derecho. Por su parte los derechos o intereses individuales
de incidencia colectiva, agrega, son aquellos de carácter
individual y divisible que, por circunstancias comunes de hecho o
de derecho permiten su protección y defensa en forma colectiva 1
Se percibe que la adición de que se trata, al artículo 17 constitucional, así
como la emisión reglamentaria de las acciones colectivas, es producto del
reconocimiento de una realidad diferente a que la que hemos vivido en los últimos
años y que ya no encontraba respuesta en el sistema o modelo tradicional de
acceso a la impartición de justicia. En efecto, el acceso a la prestación del servicio
público jurisdiccional se encontraba acotado por la idea del interés jurídico, cuya
concepción está estrechamente ligada al concepto de derecho subjetivo,
entendido como potestad de exigencia del cumplimiento de una obligación,
correlativa de un derecho reconocido y tutelado legalmente. Esta realidad nueva
deriva de los adelantos científicos y tecnológicos, que han acortado los límites del
conocimiento del mundo, la complejidad de las relaciones sociales, económicas,
políticas y culturales en los entornos locales, regionales, nacionales y mundiales,
las actuales formas de la interacción entre productores y consumidores, la
percepción del concepto patrimonio universal, la inserción en la esfera jurídica del
hombre de los derechos humanos de la tercera generación, que están
relacionados con la protección del ambiente, el respeto a los espacios públicos, la
suspensión de obras peligrosas o que impliquen riesgo de contaminación en sus
múltiples expresiones. Este reconocimiento implica la búsqueda de fórmulas que
1
Senado de la
www.senado.gob.mx
Republica
LXI
legislatura,
Gaceta
Parlamentaria.
3
permitan el mejoramiento del acceso a la impartición de justicia, para lo cual
resulta indispensable el reconocimiento de los derechos colectivos por una parte, y
adicionalmente el establecimiento de instrumentos y mecanismos que hagan
posible la realización de esos derechos, que hasta ahora se perfilan imposibles.
La evolución del proceso desde la época romana, indica que el acceso a la
justicia estuvo caracterizado por los derechos sustentados, que servían de pivote
al derecho de pedir la intervención jurisdiccional, centrándose en su naturaleza
individual. Así fue como la pertenencia del derecho invocado, se utilizó como la
única llave de acceso a la justicia. Sobre la cuestión del interés jurídico estuvo
basado en las relaciones derivadas del concepto derecho subjetivo, entendido
como potestad de exigencia de una obligación, correlativa de un derecho
legalmente tutelado, formula en la que no se presentaban dificultades insalvables
para ubicar la relación directa e inmediata entre la persona y el derecho hecho
valer.
Los grandes cambios producto de la modernidad, la progresividad de los
derechos humanos, han provocado que las cuestiones relacionadas con el interés,
ahora sea una cuestión compleja, que escapa a la claridad de antaño, que obliga a
generar la catalogación en que puede posicionarse la persona interesada en la
solución de un conflicto de intereses; esta labor exige reconocer que las relaciones
jurídicas se pueden generar por los deberes que pueden ser generales cuando
derivan de disposiciones del orden normativo, o bien legales cuando se originan
en una sentencia. Otra fuente a considerar son las obligaciones, cuyo origen
conceptual está en la doctrina civilista y que sirve de fundamento a los pactos
patrimoniales que las partes asumen en los contratos; también deben
considerarse las facultades que no reconocen ajustes especiales, en tanto
dependen de la existencia de una posibilidad de actuar en función de un derecho
específico. Recientemente se han reconocido las posiciones frente a la ley, que
integra, conecta y personaliza los derechos, en función de los deberes y
facultades de la persona, esencialmente frente al aparato administrativo.
La doctrina administrativista tomó el último grupo y definió en
escalas la relación existente entre el derecho y sus expectativas
4
de actuación por individuos o grupos. Se conocieron así los
agrupamientos clásicos del: a) derecho subjetivo; b) interés
legítimo; c) interés simple y d) interés colectivo. Poco después,
apareció una categoría diferente, los llamados derechos o
intereses difusos.2
Sobre la justificación del reconocimiento de las categorías del interés
legítimo y los colectivos, es de reconocerse que:
“toda persona o sujeto de derecho, disfruta de un estado de hecho,
configurado como una esfera de actuación lícita que debe ser
respetada, es decir, no inquietada o perturbada. En términos
jurídicos esta esfera de desenvolvimiento de la persona tiene
carácter posesorio y debe estar al resguardo de agresiones
antijurídicas. Los intereses que motivan el desenvolvimiento y la
actuación de la persona, pueden devenir afectados por actuaciones
ajenas. El ordenamiento jurídico puede y debe tutelar esos
intereses otorgándoles una protección jurisdiccional, para impedir
que actuaciones ilegítimas incidan sobre la esfera del sujeto o para
procurar que, legítimamente, se interese en relaciones jurídicas
ajenas que, sin embargo, le afectan. Puede, pues, decirse que a
estas situaciones jurídicas constituyentes, por actos extraños, de
modificaciones en su estatuto jurídico o de perturbaciones en su
estado de hecho, se les confiere relevancia en orden a establecer
medios de defensa para evitar o reparar los perjuicios que las
mismas originen” 3
Diversos jurisconsultos se han ocupado del tema concerniente a los
intereses colectivos y legítimos, la diversidad de opiniones queda expuesta en las
siguientes consultas:
son colectivos los que pueden protegerse a través de
asociaciones o grupos que asumen la representación
correspondiente del interés agraviado (derechos del consumidor,
defensa de la competencia, discriminación)…Este tipo de intereses
corresponde a un conjunto definido de personas que se congregan
en derredor de una unidad jurídica que los vincula… El que el
2
Gozaini, Osvaldo A. “ Los problemas de legitimación en los procesos
constitucionales” Ed. Porrúa, México, 2005, p.p.17-18
3
Almagro Nosete, José. Constitución y proceso, ed. Bosh, Barcelona, 1984,P.184.
(en Gozaini, Osvaldo A. “Los problemas de legitimación en los procesos
constitucionales” Ed. Porrúa, México, 2005, p. 18-19.
5
interés pertenezca a muchos no quiere decir que se expanda a
todos sin lograr identificar ni particularizar un solo interesado; tan
solo significa que el interés radica en muchos, de modo tal que el
problema a descifrar no es la existencia del mismo sino evidenciar
la titularidad de quienes lo alegan para ver si tienen la posibilidad
jurídica de actuación procesal… solo se puede reclamar el interés
en la medida que se aprovecha a todos por la necesaria
interdependencia que el grupo auspicia 4
El prestigiado procesalista mexicano, Dr. José Ovalle Favela, en un estudio
por demás ilustrativo sobre el tema de los intereses colectivos y difusos; respecto
del interés colectivo, invocando el pensamiento de Vincenzo Vigoriti, menciona
que dicho jurisconsulto Italiano
distinguía los intereses colectivos de los intereses difusos,
a partir de la existencia de una organización en los primeros. En
ambos tipos de intereses hay una pluralidad de personas, pero en
el caso de los interés colectivos esa pluralidad tiene una
organización establecida para la obtención de un fin
común…tanto los interés colectivos como los difusos se refieren a
una pluralidad de situaciones de ventaja de carácter individual,
pero en los primeros existe una organización, como expresión de
la estructura tendencialmente unitaria del colectivo, que asegura
una unidad de tratamiento de esos intereses y uniformidad de
efectos de la resolución jurisdiccional; en tanto que en los
segundos están considerados todavía en forma atomística, por lo
que carecen de los instrumentos para una valoración unitaria. Las
dos fórmulas conciernen a procesos de agregación de los
intereses individuales e indican dos estadios diversos de
fenómenos homogéneos en la sustancia. A nivel simplemente
difuso faltan los mecanismos de coordinación de las voluntades,
no se han establecidos los vínculos que pueden dar un carácter
unitario a un conjunto de intereses iguales; a nivel colectivo existe
en cambio una organización, en el sentido de que existen
instrumentos de dirección y de control, y la dimensión
supraindividual de los intereses adquiere su precisa relevancia
jurídica.5
4
5
Gozaini Osvaldo. Ob. Cit. p.p.129-133-4.
Ovalle, favela José. “Acciones Populares y Acciones para la Tutela de los
Intereses Colectivos”, revista: Boletín Mexicano de Derecho Comparado, nueva
serie, año XXXVI, num.107, mayo agosto de 2003, pp. 587-615.
6
El sistema jurídico Brasileño es pionero en Latino América en materia de
derechos colectivos y difusos, entre los desarrolladores del tema se encuentra la
jurista Ada Pellegrini, quien opina:
Se consideran colectivos los intereses comunes a una
colectividad de personas, pero solo cuando exista un vínculo
jurídico entre los componentes del grupo, como ocurre en las
sociedades mercantiles, el condominio, la familia, el sindicato,
etcétera. Son difusos, en cambio, los intereses que, sin fundarse
en un vínculo jurídico, se basan en factores de hecho
frecuentemente genéricos y contingentes, accidentales y
mutables, como habitar en la misma zona, consumir el mismo
producto, vivir determinadas circunstancias socioeconómicas,6
Así comenta Ovalle Favela que de acuerdo al artículo 81 del Código de
Defensa del Consumidor brasileño:
son difusos los intereses “transindividuales” de naturaleza
indivisible, de que sean titulares personas indeterminadas y ligadas
por circunstancias de hecho; en cambio, son colectivos los
intereses “transindividuales”, de naturaleza indivisible, de que sea
titular un grupo, una categoría o una clase de personas ligadas
entre sí o con la parte contraria por una relación jurídica base 7
Por su parte, Barbosa logra establecer las características y diferencias entre
los derechos colectivos y los difusos, sobre el particular expone:
Hay dos características comunes en los dos tipos de
intereses: su transindividualidad y su naturaleza indivisible. Estas
dos características significan que los interesados se hallan siempre
en una especie de comunión tipificada por el hecho de que la
satisfacción de uno solo implica necesariamente la satisfacción de
todos, así como la lesión de uno sólo constituye ipso facto, lesión
de la entera comunidad. También presuponen que la solución a los
conflictos en los que se manifiestan estos tipos de intereses, debe
ser la misma para todas las personas que integran la comunidad…
los interés difusos pertenecen a una comunidad de personas
indeterminadas, entre las cuales no existe una relación jurídica
base, en tanto que en los intereses colectivos la comunidad de
personas si es determinada o determinable, en la medida que
6
Pellegrini Grinover, Ada, “A problemática dos intereses difusos”, A tutela dos
intereses difusos, Sao Paulo, 1984, pp.30-31. En Ovalle Favela, Ob. Cit. p. 590.
7
Ovalle Favela, Ob. Cit. p. 590
7
dichas personas constituyen un grupo, una categoría, una clase, y
en que, además, existe una relación jurídica base entre esas
personas, o entre estas y un tercero 8
Comenta Ovalle Favela, que en Colombia se sigue el modelo brasileño,
aunque englobando a los derechos difusos y colectivos dentro de estos últimos,
que son regulados desde la Ley que regula las acciones populares, en cuyo
artículo 3ero. Se definen en los siguientes términos:
Son aquellas acciones interpuestas por un número plural o un
conjunto de personas que reúnan condiciones uniformes respecto
de una misma causa que originó perjuicios individuales para dichas
personas. Las condiciones uniformes deben tener también lugar
respecto de todos los elementos que configuran la responsabilidad.
La acción de grupo se ejercerá exclusivamente para obtener el
reconocimiento y pago de indemnización de los perjuicios9.
III.- LA REGULACIÓN ACTUAL DE LOS DERECHOS
COLECTIVOS Y DIFUSOS EN MÉXICO
El 30 de agosto de 2011, se publicaron en el Diario Oficial de la Federación
un conjunto de reformas que tienen que ver con la regulación de los derechos
colectivos; en efecto, se adiciono el Código Federal de Procedimientos Civiles,
con un título en el que se regula el procedimiento concerniente a las acciones
colectivas, el Código Civil Federal, la Ley Federal de Competencia Económica, la
Ley Federal de Protección al Consumidor, la Ley Orgánica del Poder Judicial de la
Federación, la Ley General de Equilibrio Ecológico y la Protección al Ambiente,
así como la Ley de Protección y Defensa al Usuario de Servicios Financieros.
El Código Federal de Procedimientos Civiles, regula el procedimiento
mediante el cual puede instruirse un juicio en que se hayan hecho valer derechos
colectivos estricto sentido, difusos e individuales de incidencia colectiva. Una de
las primeras cuestiones reguladas tiene que ver con la competencia de los jueces
para conocer de estos juicios, se establece que es competente para conocer de
8
Barbosa Moreira, José Carlos, “La iniciativa en la defensa judicial de los
intereses difusos y colectivos (un aspecto de la experiencia brasileña), Revista
uruguaya de derecho procesal, núm. 2, 1992, p.235. En Ovalle Favela, Ob, cit. p.
590.
9
Ovalle favela Ob. Cit. p. 593.
8
las acciones colectivas, por razón de territorio, el juez del domicilio de la parte
demandada. Cabe destacar que materialmente la competencia en materia de
acciones colectivas, queda acotada a relaciones de consumo de bienes o
servicios, públicos o privados y al medio ambiente; habrá que esperar a que la
experiencia indique cuales son los bienes públicos que pueden consumirse, ya
que por lo general los bienes públicos no están en el mercado, debido a que por
naturaleza son inalienables.
El Código Federal de Procedimientos Civiles distingue los derechos e
intereses difusos y colectivos, así como los derechos e intereses individuales de
incidencia colectiva; de igual manera se ocupa de las acciones difusas, colectivas
e individuales homogéneas, del siguiente modo:
Artículo 580.- En particular, las acciones colectivas
son procedentes para tutelar:
I. Derechos e intereses difusos y colectivos, entendidos como
aquéllos de naturaleza indivisible cuya titularidad corresponde a
una colectividad de personas, indeterminada o determinable,
relacionadas por circunstancias de hecho o de derecho
comunes.
II. Derechos e intereses individuales de incidencia colectiva,
entendidos como aquéllos de naturaleza divisible cuya titularidad
corresponde a los individuos integrantes de una colectividad de
personas, determinable, relacionadas por circunstancias de
derecho.
Artículo 581.- Para los efectos de este Código, los derechos
citados en el artículo anterior se ejercerán a través de las
siguientes acciones colectivas, que se clasificarán en:
I. Acción difusa: Es aquélla de naturaleza indivisible que se
ejerce para tutelar los derechos e intereses difusos, cuyo titular
es una colectividad indeterminada, que tiene por objeto reclamar
judicialmente del demandado la reparación del daño causado a
la colectividad, consistente en la restitución de las cosas al
estado que guardaren antes de la afectación, o en su caso al
cumplimiento sustituto de acuerdo a la afectación de los
derechos o intereses de la colectividad, sin que necesariamente
exista vínculo jurídico alguno entre dicha colectividad y el
demandado.
II. Acción colectiva en sentido estricto: Es aquélla de
naturaleza indivisible que se ejerce para tutelar los derechos e
9
intereses colectivos, cuyo titular es una colectividad determinada
o determinable con base en circunstancias comunes, cuyo
objeto es reclamar judicialmente del demandado, la reparación
del daño causado consistente en la realización de una o más
acciones o abstenerse de realizarlas, así como a cubrir los
daños en forma individual a los miembros del grupo y que deriva
de un vínculo jurídico común existente por mandato de ley entre
la colectividad y el demandado.
III. Acción individual homogénea: Es aquélla de naturaleza
divisible, que se ejerce para tutelar derechos e intereses
individuales de incidencia colectiva, cuyos titulares son los
individuos agrupados con base en circunstancias comunes,
cuyo objeto es reclamar judicialmente de un tercero el
cumplimiento forzoso de un contrato o su rescisión con sus
consecuencias y efectos según la legislación aplicable.
Como es de verse, la normatividad define al derecho colectivo propiamente
dicho, al difuso y al individual de incidencia colectiva; pero también incluye a los
intereses. Ha de quedar en la agenda pendiente, encontrar, si acaso existe, las
diferencias entre los derechos y los intereses de naturaleza colectiva, difusos e
individuales de incidencia colectiva.
Una cuestión importante regulada en esta novedosa legislación, es la que
corresponde a la legitimación activa para demandar en vía de las acciones
colectivas; primeramente cabe destacar que la ley reconoce dos clases de sujetos
legitimados, unos públicos y otros privados, entre los primeros están los entes
públicos en cuya esfera de competencia se incluye la defensa de los derechos de
los consumidores de bienes y servicios, así como la protección al ambiente; de
esta manera de identifican a la Procuraduría Federal de Protección al
Consumidor, la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente, la Comisión
Nacional Para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros y
la Comisión Federal de Competencia.
Los sujetos legitimados privados son la colectividad de al menos 30
personas afectadas, a través de un representante común; de igual modo, las
asociaciones civiles sin fines de lucro, cuyo objeto social incluya la promoción o
defensa de los derechos e intereses colectivos que se pretenda hacer valer,
exigiéndose que dichas asociaciones tengan al menos un año de creación, antes
10
de la presentación de la demanda, debiendo cumplir además el requisito de
registro ante el Consejo de la Judicatura Federal.
Los sujetos públicos legitimados gozan de presunción de representación
adecuada del derecho o interés defendido en juicio; en cambio, los sujetos
privados no tienen a su favor dicha presunción, por lo que su adecuada actuación
de representación es permanentemente vigilada por el juez de la causa, durante
la instrucción del juicio. Entre los motivos que pueden provocar la calificación de
representación inadecuada esta la promoción reiterada de acciones frívolas o
temerarias, que sean ejercitadas con fines de lucro, electorales, proselitistas, de
competencia desleal o especulativas.
Sobre el tema de la legitimación activa a la causa de pedir, la normatividad
se ocupa de regular las condiciones para calificarla, de manera casuista,
guardando relación con el objeto de protección y el número de afectados, 30 en el
caso de las acciones colectivas en sentido estricto, e individuales homogéneas,
cosa juzgada, prescripción de la acción (3 años).
Luego se ocupa de regular la improcedencia de la legitimación al proceso,
lo que puede hacer el juez en el caso de las acciones colectivas en sentido
estricto e individuales homogéneas, sobre la base de la ausencia del
consentimiento de los miembros promoventes de la colectividad; o bien, que la
colectividad afectada no pueda ser determinable o determinada en función de la
afectación generada, así como las circunstancias de hechos o de derecho que
unifica a la colectividad, como causa generadora de la afectación de la afectación
sufrida. Pasa también por la litispendencia, como por la circunstancia consistente
en que los actos que provocan el ejercicio la acción provengan de procedimientos
administrativos seguidos en forma de juicio, la falta de idoneidad en la acción
colectiva, entre otros.
Llama la atención el hecho consistente en que el juez, una vez presentada
la demanda, como acto previo a la admisión, le deba correr traslado a la
demandada, a efectos de que manifieste lo que a su derecho corresponda, sobre
las cuestiones relacionadas con los requisitos de la demanda, la legitimación a la
11
causa y las causales de improcedencia de la legitimación al proceso; desahogada
la vista y certificada que sea por el juzgado el cumplimiento de los requisitos de la
demanda y la procedencia de la legitimación a la causa, deberá resolverse sobre
la admisión de la demanda, dándose vista a los sujetos públicos legitimados a las
acciones colectivas, así como emplazar al actor para que ratifique la demanda,
notificación a la colectividad sobre el inicio del juicio y desde luego, emplazar a la
demandada para contestar la demanda en el plazo de 15 días, que puede
ampliarse hasta por otros 15. Una vez satisfechas las notificaciones que
anteceden, se citara a una audiencia previa de conciliación, que deberá
celebrarse dentro de los 10 días siguientes.
Si las partes no alcanzan acuerdo de conciliación, el juez deberá abrir el
juicio a prueba por un periodo de 60 días hábiles, comunes a las partes, periodo
que podrá prorrogarse por 20 días; el escrito de ofrecimiento de pruebas deberá
ser ratificado por el representante de la colectividad actora. Al admitirse las
pruebas deberá señalarse fecha para audiencia final del juicio, misma en la que
se deberán desahogar las pruebas admitidas, esta audiencia debe fijarse en un
plazo que no exceda de 40 días; desahogadas las pruebas las partes gozaran de
un plazo de 10 días para alegatos y el juez, concluido el periodo de alegatos,
tendrá un plazo de 30 días para dictar sentencia.
En materia de prueba el juez tiene la potestad de valerse, oficiosamente,
de cualquier medio, a condición que tenga relación inmediata con los hechos
controvertidos; incluso, en este aspecto, puede recibir prueba de terceros ajenos
al procedimiento, que acudan en calidad de amigo de la curia; desde luego, la
prueba así aportada, deberá ser trascendente al litigio y bajo la condición de que
ese amigo de la curia, no tenga interés conflictuado con las partes.
Tratándose de providencias precautorias, el juez las podrá decretar en
cualquier estado del juico; pero, lo que es novedoso, es que las providencias
deberán decretarse con audiencia de la parte demandada, lo que por cierto rompe
con el esquema tradicional de las providencias, que siempre han sido entre
nosotros inauditas, decretadas en secreto.
12
Los individuos de la colectividad, afectados por los actos o hechos motivos
de una demanda de acción colectiva, podrán integrarse al juicio al momento de
presentar la demanda, durante el proceso, o bien después que la sentencia que
declaró la procedencia de la acción colectiva fue declarada procedente, en este
último supuesto tiene un plazo de 18 meses, y un año para promover el incidente
de liquidación de daños correspondiente.
En realidad, la legislación que sobre esta materia acaba de ser publicada,
da lugar, desde ahora, a muchas opiniones y ponencias; esta solo destaca
aquellas cuestiones que arbitrariamente fueron consideradas más notorias, y tiene
como finalidad provocar la inquietud académica sobre el tema y plantear la
necesidad de investigar sobre las acciones colectivas en sentido estricto, los
derechos difusos y los homogéneos o individuales de incidencia colectiva.
IV. LOS DERECHOS COLECTIVOS Y DIFUSOS EN LA
JURISPRUDENCIA MEXICANA
Se puede apreciar, además, que previamente al trabajo legislativo del
órgano reformador de la Constitución, han sido los Tribunales del Poder Judicial
de la Federación quienes han venido insertando, a través de la jurisprudencia, el
concepto de derecho colectivo y difuso. Recientemente, el 10 de agosto de 2011,
la Suprema Corte de Justicia de la Nación hizo público el sentido de una
resolución del pleno de la primera sala, en la que al resolver un juicio de amparo
directo en revisión, determinó la constitucionalidad de la Ley General de Equilibrio
Ecológico y Protección al Ambiente, que establece la posibilidad de considerar
legitimados a los ciudadanos en general, para tener acceso al sistema de
impartición de justicia para hacer la defensa del medio ambiente; caso en el que
cualquier persona, miembro de una comunidad afectada, puede hacer tal defensa,
en cuyo procedimiento deberá demostrar la causación de un daño a los recursos
naturales, la flora, la fauna, salud pública o calidad de vida. Precisa la Suprema
Corte que se trata de la implementación de un mecanismo de defensa para la
protección de los derechos difusos, que constituyen una parte componente de la
eficacia vertical de un derecho fundamental, relativo a la obligación constitucional
13
de la existencia de autoridades y mecanismos que garanticen la sustentabilidad
del entorno ambiental.
De las resoluciones que se han emitido por los Tribunales del Poder Judicial
de la Federación y de la legislación recientemente publicada y que de acuerdo al
primero transitorio del correspondiente decreto, entrara en vigor 6 meses después
de su publicación, es decir al primero de marzo de 2012, se desprende que
primeramente habrá de aceptarse que la inserción de reglas de impartición de
justicia para los derechos colectivos y difusos, en el sistema jurídico mexicano,
representa a la vez que una novedad un gran reto a superar, primero habrá que
romper con principios que hasta la fecha han sido prácticamente dogmáticos,
como resulta la idea de poder acceder al sistema de impartición de justicia bajo la
premisa de tener a favor un derecho subjetivo en el cual fundar la acción que se
ejercita, tema directamente relacionado con la noción de legitimación activa y
pasiva, tanto al proceso como a la causa.
También se colige la necesidad de pasar por el conocimiento de un
proceso que rompe con las reglas tradicionales del juicio, profundamente
arraigadas en el foro y los órganos jurisdiccionales, lo cual implica también una
acción de ruptura con añejos paradigmas; este es tal vez el ejercicio que mayores
esfuerzos requiere, ya que a pesar de que deberán ser juicios agiles, altamente
simplificados, una justicia social implementada bajo ideas
vanguardistas,
adaptada a los principios del proceso jurisdiccional social que exige de los
tribunales una considerable flexibilidad al aplicar las reglas rectoras de las
formalidades procesales, las cargas procesales, como las de la prueba. A lo
anterior debe añadirse que deberá evitar, en lo posible dilaciones que la hagan
cansada, lenta y costosa, así se desprende de la tesis asilada que bajo el rubro
INTERES COLECTIVOS O DIFUSOS EN PROCESOS JURISDICCIONALES
COLECTIVOS O INDIVIDUALES.CARACTERISTICAS INHERESNTES.10
V. CONCLUSIONES
10
Tesis I.4º.C.136.C, Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Novena Época, t. XXVII, abril de 2088,
p.2381
14
La adición al tercer párrafo del artículo 17 constitucional tiene la intención
de responder a la necesidad, del sistema de impartición de justicia, de ofrecer
alternativas de solución adecuadas a los conflictos sociales, que no es capaz de
resolver a través de los mecanismos actuales, fundados en la solución de
conflictos de intereses privados, cuyo alcance es rebasado por las controversias
legales generadas desde los intereses colectivos.
Ante la escaza cultura jurídica nacional sobre el tema de los derechos
colectivos y difusos, así como de frente a la legislación de la materia,
recientemente publicada en el Diario oficial de la federación, es necesario revisar
la doctrina y practicas judiciales exitosas extranjeras, como es el caso brasileño,
colombiano y español, así como los diversos aportes generados desde el Instituto
Iberoamericano de Derecho Procesal.
Se hace necesaria la revisión de los planes de estudio de la licenciatura en
derecho, de las diversas instituciones de educación superior, para incorporar la
impartición del conocimiento jurídico de los derechos colectivos y difusos, así
como de los procedimientos legales mediante los cuales se pueda reclamar su
cumplimiento.
VI. BIBLIOGRAFIA
ALMAGRO NOSETE, José. Constitución y proceso, ed. Bosh, Barcelona, 1984..
BARBOSA MOREIRA, José Carlos, “La iniciativa en la defensa judicial de los
intereses difusos y colectivos (un aspecto de la experiencia brasileña),
Revista
GOZAINI, Osvaldo A. “Los problemas de legitimación en los procesos
constitucionales” Ed. Porrúa, México, 2005.
OVALLE, FAVELA José. “Acciones Populares y Acciones para la Tutela de los
Intereses Colectivos”, revista: Boletín Mexicano de Derecho Comparado,
nueva serie, año XXXVI, num.107, mayo agosto de 2003.
PELLEGRINI GRINOVER, Ada. “A problemática dos intereses difusos”, A tutela
dos intereses difusos, Sao Paulo, 1984.
15
SEMANARIO JUDICIAL DE LA FEDERACIÓN Y SU GACETA, Novena Época, t.
XXVII, abril de 2008.
SENADO DE LA REPUBLICA, LXI LEGISLATURA, GACETA PARLAMENTARIA,
Primer
periodo
ordinario,
No
66,
www.senado.gob.mx
Uruguaya de derecho procesal, núm. 2, 1992.
Diario Oficial de la Federación, www.dof.gob.mx
México,
Diciembre
de
2009.
Descargar