Inserción del Uruguay y sus carnes en el Comercio Exterior; ¿dónde están nuestras fortalezas? - Cr. Enrique Elena - 1. Fortalezas - lo hecho hasta ahora En los últimos 15 años el sector cárnico de Uruguay ha mostrado un desempeño espectacular en materia de exportación, pasando en ese período de U$S 303 millones exportados en 1995 a U$S 1.402 millones en 2010. Esto se ha logrado exportando cada año carne y productos cárnicos a más de 80 países en los cinco continentes. ¿Qué hizo Uruguay para generar ese crecimiento exportador? ¿Cuál fue el secreto? No hubo más secreto que el trabajo: se trabajó muy bien y Uruguay hizo bien los deberes. Se hicieron bien los deberes en materia sanitaria, liderados por el MGAP y el MRREE, para en un largo pero bien transitado proceso, que continúa, ir recuperando uno a uno los mercados perdidos en la crisis aftósica del 2001. Aún quedan mercados por reabrir (carne ovina a USA, carne cruda a Corea y Japón, etc.), pero lo logrado le permite a Uruguay colocarse en una posición privilegiada con respecto a los competidores de la región. Se hicieron bien los deberes por parte de los productores, cuidando antes que nada la sanidad del ganado, continuando en la búsqueda de la excelencia genética, desarrollando y aplicando las mejores prácticas de manejo, maximizando las alternativas de nutrición, certificándose dentro de programas de producción especiales y, en definitiva, llevando a cabo todas las actividades relevantes para optimizar la calidad y estado de los animales. Se hicieron bien los deberes por parte de la industria frigorífica, invirtiendo en instalaciones, tecnología y procesos para cumplir los nuevos y crecientes requisitos sanitarios de los mercados más exigentes así como las especificaciones que nuevos y demandantes clientes plantean día a día en la relación comercial. Buscando clientes, viajando y participando de misiones y actividades en los distintos mercados, desarrollando programas de exportación de productos certificados, asociándose a esos efectos con grupos de productores proveedores de animales certificados, y mucho más. Se hicieron bien los deberes en conjunto por los diversos agentes en las instancias en las que participan integrados en torno de una mesa en la que se traten todos los temas relevantes para el complejo cárnico, como es el caso del INAC, desarrollando a través del Instituto actividades promocionales, participando en ferias y eventos en el exterior, implementando el sistema de las “cajas negras”, desarrollando programas de certificación como el de la “carne natural certificada”, etc. Y como es también el caso del sistema de trazabilidad del ganado vacuno que se ha implementado a partir del 2006 por el MGAP. Se hicieron bien los deberes por último en lo que tiene que ver con las políticas sectoriales, a partir del respeto de los principios de la no intervención por parte del Estado en lo que es específico de la actividad privada y en mantener en líneas generales políticas estables, propiciadoras de la generación de un buen clima para la inversión en el sector. Todo lo anterior contribuyó a darle al país y al sector los atributos de profesionalidad, seriedad comercial y respeto de sus compromisos que lo han estado distinguiendo muy favorablemente con respecto a muchos de los competidores. 2. Debilidades - lo que hay que seguir haciendo Pero hay que seguir trabajando. Para un producto alimenticio con las características de un commodity, aunque bastante especial como es el caso de la carne, la inserción en el comercio internacional se logra fundamentalmente sobre la base de la competitividad en el precio de venta. Podrá haber en determinados casos otros factores que incidan y que puedan inclinar la preferencia de los clientes a partir de algún atributo especial, pero en la gran mayoría de los casos el precio es el factor decisivo. Por lo tanto, y si se admite que Uruguay es básicamente tomador de precios del mercado internacional, sin muchas posibilidades de determinarlos en forma autónoma, surge que para lograr una efectiva inserción habrá que atender a los factores que puedan tener incidencia en la ecuación económica final del sector en su etapa exportadora. En lo interno, para mantener una adecuada competitividad será necesario que elementos tales como los precios de la materia prima, los costos laborales, los costos de la energía eléctrica, de los combustibles, de las comunicaciones, la calidad de la infraestructura y en particular el tipo de cambio y su relación con los niveles de la inflación interna, se mantengan alineados o con ventaja con los de los de los países competidores, en particular con los de la región. Pero en la mayoría de los casos pasa lo contrario. En lo que se refiere a los factores externos, son temas tales como las negociaciones para la reapertura sanitaria de mercados aún cerrados, las negociaciones comerciales multilaterales o bilaterales para la baja de los aranceles o gravámenes a la importación, el aumento de cupos arancelarios preferenciales o alguna otra variante que permita mejorar los precios finales de venta; el uso de herramientas de promoción comercial que puedan generar efectos sobre el precio final de venta, etc. Queda mucho por hacer todavía. Con respecto a estos temas, se puede decir que actualmente, tras el proceso de crecimiento de las exportaciones que estuvo experimentando Uruguay en los últimos años, están apareciendo claras señales de alerta sobre situaciones que están poniendo en riesgo mucho de lo bueno que se ha logrado hasta ahora: • • • • • • • • Se ha estado perdiendo competitividad. Las exportaciones de carnes en cantidades han caído notoriamente, aunque puedan haberse mantenido los valores, por los altos precios todavía vigentes. En las últimas semanas se está dando una caída de los precios de exportación, como si se hubiera llegado a un techo en ese aspecto. Caída en las existencias de bovinos y de ovinos, éstos en un mínimo histórico. Fuerte aumento de las exportaciones de ganado en pie, fundamentalmente a países con asimetrías arancelarias para la importación de ganado y de carne. Caída de la faena como consecuencia de los dos elementos anteriores. Caída en la rentabilidad del sector exportador, a partir de las condicionantes mencionadas. Fuerte competencia de otros rubros del sector agropecuario por el recurso tierra Si se quiere mejorar efectivamente la inserción de nuestras carnes en el mercado internacional, como medio para continuar el proceso de crecimiento y consolidación del sector cárnico, será imprescindible tomar muy en cuenta todos estos elementos y propiciar medidas para optimizar la competitividad del sector. Anexo Respuestas a las preguntas formuladas por INAC ¿Puede cambiar en algo nuestra inserción comercial la liberalización multilateral o bilateral en los próximos años? La respuesta concreta a la pregunta obviamente es que sí. Tanto una como la otra. Incluyendo especialmente la negociación birregional MS-UE. En la Ronda Uruguay de la OMC finalizada en 1994 se establecieron reglas en materia de acceso a los mercados, subsidios a la exportación y ayuda interna, que generaron indiscutibles mejoras en las condiciones de ingreso a varios de los principales mercados. Pero este proceso de liberalización multilateral del comercio internacional ha quedado estancado en los últimos años en la Ronda Doha de la OMC iniciada en el 2001, dando paso en su lugar a la búsqueda de salidas por la vía bilateral la que, además de ser ineficaz para solucionar situaciones que sólo se pueden arreglar en forma multilateral, en muchos casos puede generar asimetrías significativas en especial para los países de menor tamaño relativo. La globalización de los negocios, los procesos de integración en bloques regionales y los incipientes indicios de rebrotes del proteccionismo, como defensa de las economías en las que ha aumentado el desempleo, agregan más dificultades para el acceso, lo que se refleja en la proliferación de barreras no arancelarias de distinto tipo. ¿Cuáles son las posibles estrategias de negociación para incrementar la comercialización de las carnes uruguayas? ¿Es viable negociar acuerdos comerciales en forma bilateral independiente al MERCOSUR? La negociación conjunta del MERCOSUR con terceros países o bloques se lleva a cabo en el esquema “4 + 1”, como por ejemplo se hizo con Colombia, Israel y se está haciendo con la UE. Por fuera del MS no va a ser fácil, pero pueden existir casos en que se encuentre la forma para lograr algunas mejoras en casos puntuales. Dados los pequeños volúmenes exportados por Uruguay, ¿qué debemos hacer para asegurar el buen posicionamiento actual en los mercados como la Unión Europea y la Federación Rusa? “Asegurar” no es una palabra aplicable. No hay forma de hacer tal cosa con un mercado abierto. En el caso de la UE, lo único que tenemos “seguro” es nuestra cuota Hilton de 6.300 toneladas y la de carne ovina de 5.800 toneladas peso con hueso. Pero el resto hay que pelearlo día a día. “You are as good as your last shipment”, es como lo ven los compradores.