NUMERO: 69 FECHA: Mayo-Junio 1995 TITULO DE LA REVISTA: México-Estados Unidos

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NUMERO: 69
FECHA: Mayo-Junio 1995
TITULO DE LA REVISTA: México-Estados Unidos
TITULO: Gilly, Adolfo. el Cardenismo, una Utopía Mexicana, Cal y Arena, México,
1994.
AUTOR: Judith Herrera Montelongo
SECCION FIJA: Bibliografía
TEXTO:
Cuando Gilly escribió el capítulo "El cardenismo" en La revolución interrumpida denota
su compromiso y admiración por un hombre y un régimen político. Veintitrés años
después retoma el tema incorporando nuevos aires de interpretación, describiendo el
período de manera ágil, anecdótica, literaria. Existe una larga lista de publicaciones que
abordan los años treinta y en especial el cardenismo desde diversos puntos de vista, sin
embargo, hoy más que nunca, esa revisión histórica se convierte en exigencia,
requerimos, entre otras cosas, entender y analizar la coyuntura mundial favorable al
sexenio cardenista.
Gilly describe a partir de noticias periodísticas y cartas entre funcionarios de la embajada
de Estados Unidos en México y el Departamento de Estado, la relación entre las
empresas petroleras, el sindicato y el gobierno mexicano para lograr el contrato de trabajo
único aplicable a todas las compañías petroleras. Además, refuerza sus juicios con
opiniones de los protagonistas: trabajadores petroleros, funcionarios del gobierno
cardenista, recuerdos de la Sra. Amalia Solórzano de Cárdenas, que expresan la emoción
de la época en la medida en que pasaban los días y se llegaba a la decisión de expropiar.
En la narración el autor combina las citas de los archivos con las biografías de los
funcionarios norteamericanos, de los mexicanos y del propio general Lázaro Cárdenas;
semblanzas breves que nos permiten conocer el sentir y actuar de los protagonistas de la
"gesta heroica" de la expropiación petrolera. Gilly describe día con día los pormenores
del conflicto entre Estados Unidos y México sobre la cuestión petrolera y nos da ideas
para pensar lo inesperado o sorpresivo de esa decisión política y económica.
Para hacernos ver su trascendencia y las dificultades que la rodearon, Gilly recuerda
pasajes de los "Apuntes" del general Cárdenas:
10 de marzo (1938):
Al regresar ayer noche del ingenio azucarero "Emiliano Zapata", instalado en Zacatepec,
Morelos, acompañado del Lic. Eduardo Suárez, Secretario de Hacienda, del general
Francisco J. Múgica, Secretario de Comunicaciones, y otros colaboradores del gobierno,
nos detuvimos sobre la carretera en las cercanías de Cuernavaca, entre los kilómetros 79
y 80, y con el general Múgica caminamos hacia Palmira, platicando durante más de una
hora. Nos referimos a la situación que viene ocasionando la actitud de las empresas
petroleras que han reducido la venta de combustible y demás operaciones de sus
negocios; así como las reiteradas peticiones a sus gobiernos de que apoyen sus demandas
en contra del fallo de la Suprema Corte (...) Hicimos consideraciones de las
circunstancias que podrían presentarse si gobiernos como los de Inglaterra y Estados
Unidos, interesados en respaldar a las empresas petroleras, presionaban al gobierno de
México con medidas violentas; pero tomamos también en cuenta que se presenta ya la
amenaza de una nueva guerra mundial con las provocaciones que desarrolla el
imperialismo nazifascista, y que esto los detendría de agredir a México, en el caso de
decretar la expropiación petrolera (...) En los centros políticos y financieros, la
generalidad cree, y aun las mismas empresas que el gobierno podrá llegar, solamente a
dictar la ocupación de las empresas industriales.
Los rumores que existían antes del 18 de marzo propalaban la versión de una probable
incautación -ocupación temporal- de bienes de las compañías petroleras; Gilly señala que
no se referían a una expropiación, tan así fue que la decisión del Presidente de la
República tomó por sorpresa a los norteamericanos. El mismo embajador Josephus
Daniels se enteró por la radio de la noticia, según las consideraciones que se hacen en el
libro.
A pesar de esta tesis creo que sería conveniente indagar más sobre la posibilidad de un
"acuerdo previo" entre los gobiernos de los dos países acerca del derecho de México a
expropiar la industria petrolera. La decisión podía ser sorpresiva pero no inesperada. La
ley de expropiación se promulgó en agosto de 1936, y otros antecedentes significativos
fueron: la expedición del Código Agrario en 1934, el aliento a constituir el sindicato
nacional petrolero en 1935, la nacionalización de los ferrocarriles en 1937; asimismo, las
citas reiteradas por Cárdenas en sus discursos sobre la necesidad de la organización del
movimiento obrero nos llevan a pensar que el general culminaba el viejo sueño de un
grupo de mexicanos que pensaba en la expropiación petrolera.
La decisión, trabajada durante años en las cabezas de los gobernantes de ese México de
entonces, había madurado a lo largo del conflicto de las empresas petroleras con sus
trabajadores y llegado a una conclusión cuando las empresas se negaron a acatar el fallo
de la suprema Corte de Justicia del 1 de marzo de 1938 (...) el desacato al fallo convertía
un conflicto sindical en una disputa acerca de la soberanía de la nación sobre su territorio,
ejercido a través de uno de los poderes del Estado. Sólo después de los hechos las
empresas y sus gobiernos llegaron a entender los alcances de esta trasmutación de un
conflicto en otro y, sobre todo, de un derecho en otro.
Se extraña en el texto las opiniones de los dirigentes petroleros, sobre su sentir y
actuación durante el desarrollo de conflicto, pues queda la narración como un problema
de Estado cuando en realidad coinciden el proyecto cardenista de generar las bases de una
economía cuyo modelo sería el sustitutivo de importaciones y la necesidad de los
trabajadores de obtener su reconocimiento por parte de las compañías como sindicato
nacional de industria y la firma de un solo contrato general aplicable a todas las
empresas. Queda pendiente también indagar sobre los meses en que funcionaron los
consejos de administración de los obreros.
Es sugerente la lectura de algunos temas para proseguir investigando y reflexionando
sobre cuestiones que todavía hoy son muy sentidas. Cita Gilly a Jan Bazant:
La expropiación petrolera de Cárdenas lo hizo popular entre todas las clases y le dio la
estatura de un héroe nacional, y sin embargo, en realidad, fue su programa de reforma
agraria el que tuvo el impacto más profundo sobre la estructura social tradicional de
México y el que, más que cualquier otra medida, llevó a su realización, después de casi
dos décadas de retrocesos, los objetivos sociales de la revolución y de la Constitución de
1917. Más allá de cuanto los tratadistas o los políticos hayan querido reconocer, existe
una correspondencia de fondo entre las dos disposiciones básicas del artículo 27: la tierra
a los campesinos, el subsuelo a la nación.
Estratégicas para el futuro del país son al menos las siguientes preguntas: la reforma de
1992 al artículo 27 constitucional en lo relativo al campo, ¿servirá para mejorar la suerte
de los campesinos? ¿La industria petrolera seguirá en manos de la nación mexicana o se
abrirá poco a poco a la inversión extranjera sin que los mexicanos nos enteremos
siquiera?
Gilly enfatiza estas dos cuestiones que son fundamentales para el futuro económico de
México y que se generaron con el cardenismo: el petróleo, parte esencial de nuestra
soberanía, y la economía mixta, que aun cuando no termina de morir, tampoco acaba de
nacer la propuesta de otro modelo.
El campo y el petróleo siguen siendo una utopía.
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