El Ararteko impulsa un protocolo para evitar los malos tratos

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Gipuzkoa
Euskadi
España/Mundo
El Ararteko impulsa un protocolo para evitar los malos tratos en
la tercera edad
SE CALCULA QUE UN 5% DE LOS MAYORES SUFREN VEJACIONES
Profesionales ligados a Matia Fundazioa elaboran una guía para que los ancianos conozcan sus derechos
RUTH GABILONDO
DONOSTIA. La población de personas mayores de 65 años está
aumentando progresivamente en Euskadi y asciende ya a unas
400.000. Este sector es más vulnerable que el resto y tiene más
peligro de sufrir malos tratos tanto físicos como psíquicos. En la
actualidad, se calcula que un 5% de los mayores soportan
agresiones, en especial, las personas dependientes o las que
sufren graves problemas de demencia.
Un anciano pasea ayudado por un
bastón y agarrado a otra persona por
una calle de Eibar.FOTO: JAVI
COLMENERO
Para impulsar los derechos de los ancianos, un equipo de
profesionales ligados a Matia Fundazioa ha elaborado un estudio,
apoyado por la institución del Ararteko, con el que pretende crear
un protocolo -tal y como existe con la violencia de género o el
maltrato infantil- para evitar que se produzcan estas situaciones en
los 500 recursos que existen en la Comunidad Autónoma Vasca
(CAV). Con la nueva metodología, además, se prevé que se
puedan contabilizar cuántas personas están sometidas a
vejaciones en Euskadi.
El informe titulado Los Derechos de las Personas Mayores y la Prevención del Maltrato fue presentado ayer por
sus autores, Francisco Javier Leturia y Nerea Etxaniz, así como por el Ararteko, Iñigo Lamarca, quien aseguró
que "seguramente cuando se cree un sistema de prevención y se sepa cuántas víctimas existen, éstas serán
más que un 5%". Por ello, en el estudio se hace hincapié en que los ancianos deben ser conscientes de los
derechos que tienen para que éstos no puedan ser vulnerados. "Más de la mitad de ellos los desconoce y ni
siquiera sabe dónde acudir para informarse. Si la persona es dependiente, el porcentaje aumenta al 70%",
indicó Etxaniz.
En principio, esta investigación, que se ha publicado en formato de libro y CD, se distribuirá en
administraciones, asociaciones del sector y residencias y centros de Euskadi. Éstos contarán con una
compilación de la legislación en relación a los derechos de las personas mayores para evitar que se vulneren
asuntos como la confidencialidad de datos personales, las manipulaciones económicas o los cuidados
paliativos. "Hay que buscar una nueva manera de trabajar en este ámbito para que nadie se sienta discriminado
por su edad", aseguró Leturia.
VIOLENCIA EN LAS FAMILIAS Alrededor de un 90% de las personas que están ingresadas en alguna
residencia de la CAV se siente satisfecha de la atención que recibe y cree que en estos centros se le respeta su
creencia y se tiene en cuenta su opinión. "La mayoría está satisfecha con las actividades que se promueven en
estos recursos y participan en ellas", señaló Etxaniz. En estos casos, detectar los posibles malos tratos es más
sencillo, ya que los mayores están continuamente rodeados de profesionales y compañeros.
El problema reside en los ancianos que viven en su entorno familiar y que no reciben ningún tipo de ayuda a
domicilio. "Aquí es más difícil saber si sufren un trato inadecuado o situaciones de discriminación porque el
contacto con los Servicios Sociales es mucho menor. El sistema de detección se podría hacer desde la consulta
del médico de atención primaria, en el momento en el que atienda a este paciente", indicó Leturia.
"Hay que tener en cuenta también que a los cuidadores les sobrepasa esta situación, en concreto, cuando el
anciano sufre una dependencia o una enfermedad cognitiva", señaló Leturia, quien indicó que la carga de la
dependencia "pesa" sobre muchas familias vascas. Las claves del fracaso del cuidador consisten normalmente
en que éstos sufren situaciones de estrés por el comportamiento del paciente.
CUIDADOR DESBORDADO Asimismo, el cansancio físico de las familias, en especial, cuando no pueden
conciliar el sueño suele traducirse en un trato inadecuado hacia el foco del problema, es decir, hacia la persona
mayor. "Los atienden hasta el límite, hasta que no pueden más. Hay que darle recursos al cuidador para que no
llegue hasta esta situación que, al final, perjudica al dependiente", matizó Leturia.
Para realizar este informe, se ha llevado a cabo sondeos cuantitativos y se han analizado cuestiones como los
sistemas de prevención de malos tratos, los modelos de intervención y de gestión más adecuados para prestar
asistencia a la tercera edad, así como aspectos bioéticos.
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