Ficha de catedra Acerca de los Modos de pensar

Anuncio
Documento Nº 1
Profesora Susana Cazzaniga
Año 2001
Acerca de los modos de pensar:
1- La intención de los contenidos de esta clase es trabajar sobre herramientas
conceptuales que nos permitan comprender la complejidad con que se expresa la
realidad social. En este sentido, intentaremos bucear en las formas de comprensión ,
interpretación, explicación que todos poseemos, para problematizarlos, cuestionarlos y
así poder repensar en nuevos modos de lectura, modos que darán cuenta también, de
nuevas maneras de comprender las intervenciones profesionales en esta realidad.
Este eje de trabajo, esta invitación que les hago está fundamentada en dos cuestiones
centrales:
-
-
El escenario social se ha transformado en forma vertiginosa en los últimos
tiempos. Podríamos hablar de una constatación empírica que surge de nuestras
experiencias cotidianas y se plasma en los discursos tanto teóricos como del
sentido común: la realidad hoy ha cambiado, la vida cotidiana se ha
transformado, los sostenes históricos que contribuyeron a la construcción de las
historias subjetivas y sociales (individuales y colectivas), pareciera están en
crisis. Tomemos ejemplos: el trabajo, el modo de vivir en familia, los espacios
públicos, lo político (tanto en sus sentido como en las formas de hacer política).
Asistimos así a fenómenos inéditos, a prácticas sociales impensadas, a conductas
individuales y sectoriales impactantes. Confusión, crisis, incertidumbres. Esta
complejidad exige análisis también complejos, búsqueda de conceptos que nos
ayuden a comprender “de que se trata”.
Como alumnos que ingresan a una universitaria, y mas precisamente los que se
han decidido a constituirse en Trabajadores Sociales, desempeñan roles en esta
realidad, son actores que protagonizan la vida social, que participan, hoy desde
el lugar de estudiantes, mañana como profesionales, en la construcción de esa
realidad a la que hacía referencia, por lo que necesitan los instrumentos
conceptuales apropiados para la comprensión y la acción.
2- Para entender la realidad social, no es suficiente basarme en una disciplina en
particular, necesito de un enfoque interdisciplinario que de lugar a la comprensión de
los diferentes mecanismos y los diferentes aspectos que la configuran como entramado.
Por otra parte, es necesario internarnos en un modo de análisis complejo, esto es en
movimiento, reconociendo la multiplicidad de aspectos que están en juego. En síntesis,
realizo esta conceptualización desde una perspectiva teórica crítica, interdisciplinaria,
centrada en la Teoría Social. Creo que ya no cabe la posibilidad de lo fragmentario
(disciplinas particulares) para comprender, realizar lecturas y actuar en el campo social.
3- Esta entrada me posibilita abordar el tema de las matrices teóricas, los “modelos o
paradigmas” que han servido y actualmente son utilizados, como herramientas de
comprensión de los fenómenos sociales. La comprensión, interpretación, explicación,
1
siempre se realiza desde un lugar teórico, desde premisas que otorgan las claves, las
pistas para esa comprensión, interpretación, explicación y que permiten decir y hacer,
dicho de otra manera, dar cuenta en forma conceptual y práctica de esos fenómenos
sociales.
Una advertencia: las matrices teóricas no deben ser vistas como construcciones
realizadas por determinados sujetos alejados de la vida cotidiana “los científicos”, cuyos
productos no son accesibles al común de la gente. Si bien existen prácticas, estudios
concretos que dan cuenta de la producción de conocimientos, existe una relación de ida
y vuelta: la construcciones de conocimientos parten de la realidad de una época que los
hace posible, y los mismos, no sólo aportan en los avances tecnológicos, en la
resolución de problemas de diversa índole, sino que se filtran en el sentido común y
alimentan el conocimiento práctico (se entiende por sentido común al cuerpo de
conceptos más o menos articulado que nos permite resolver en forma práctica nuestra
vida cotidiana). De esta manera también impregna las visiones que tenemos sobre el
mundo.
Una matriz teórica, entonces, es ese sistema de percepción desde el cual comprendemos
y actuamos, está constituida por conceptos, comprensiones previas, explicaciones,
ideologías, sentido común, prejuicios, valores. Es por esa razón que decimos que
impregnan las “visiones que tenemos del mundo” ya que desde las mismas procedemos
en la vida cotidiana. Matriz teórica que utilizamos en forma más o menos consciente.
Es deber de los que estamos en las prácticas de investigación, docentes, profesionales y
pre profesionales, acceder en forma consciente a estas matrices para poder
problematizarlas, reformularlas, y en consecuencia, construir nuevos conocimientos.
Me referí, a que existen diferentes matrices teóricas, y enuncié que tiene relación con la
época, con los momentos históricos. Visto de esta manera, podemos decir que en cada
época se dan las condiciones de posibilidad para que determinados aspectos aparezcan
como prioritarios, para que emerjan problemas y para que se enuncie (se hable de ellos)
de determinada forma. Cada momento h, para que emerjan problemas y para que se
enuncie (se hable de ellos) de determinada forma. Cada momento histórico permite la
circulación de determinados discursos y la expresión de otras tantas prácticas.
Por otra parte, es necesario aclarar que cada matriz teórica pone en juego el criterio de
verdad (que se entiende por verdadero y que por falso), de estética (acerca de la belleza
y la fealdad) y de ética (lo que corresponde a lo bueno y a lo malo). Expresa una
pretensión de autoridad de sus discursos, pone en acto el ejercicio del poder.
Como sujetaos pertenecientes a una sociedad, hemos sido formados (aunque quizás no
seamos conscientes), en una o varias matrices teóricas. Somos producto de una historia
y además, participamos en la construcción de la misma, de este producto y de un futuro.
Es interesante examinar, entonces, sobre que matrices teóricas hemos construido
nuestros sistemas de percepción, que posibilidades y limitaciones nos ofrecen hoy para
interpretar lo social y de que forma podemos internarnos a la construcción de nuevos
modos de entender, decir y hacer.
2
4- Si realizamos una recuperación rápida del devenir histórico, podemos identificar
algunos hitos que configuran modos de pensar preponderantes, con sus propias
pretensiones de autoridad, como expresé anteriormente, sobre los criterios de verdad,
única, dogmática.
Nos referimos, a fin de comprender los cambios de época, a una periodización general
de la cultura occidental, puntualizando solamente sobre los aspectos que nos interesan:
• Edad Arcaica: S XVIII a.c. hasta S VI a.c. Este es el período de la cultura cretomicena (cuna de la cultura occidental), donde los “dueños” de la verdad eran los
poetas, los adivinos y los reyes o dioses. Esta noción de verdad era por
oposición a lo oculto, no dependiente de la razón, y se denominaba alheteria (lo
que se devela), Los campos (de verdad, estética y ética) no están diferenciados.
• Edad Clásica: SVI a.c. hasta S V. Se produce un cambio de episteme a partir de
nuevas prácticas sociales (por ejemplo, el uso de al moneda, una unidad que
puede ser cambiada por infinitas cosas). La palabra se hace pública y aparecen
los esfuerzos por explicar el mundo en forma racional, dejando de lado las
justificaciones por fuerzas sobrenaturales. El “logos” significaba razón, pero
entendida como capacidad para conocer y fundamentar la existencia de los
fenómenos (los principios lógicos como procedimientos).
• Edad Media: SV hasta XV. La verdad se convierte en verdad revelada que surge
de la autoridad superior: Dios. Los textos sagrados son los que contienen esta
verdad y existen personajes específicos que pueden interpretarlos (los
sacerdotes). Todo lo que se aleja de estas interpretaciones es considerado como
“herejía”. Una matriz teocéntrica (el centro es dios), invariable, única,
dogmática.
Con formato: Sin subrayado
• Edad Moderna: S XVI. También denominado Modernidad, entendida como
movimiento histórico que comienza en ese siglo, que alguno teóricos consideran
que ha finalizado, y otros, sin desconocer las transformaciones profundas que en
la actualidad se van dando respecto de los principios que la estructuraron,
plantean que se encuentra vigente. El pensamiento general de esta época realiza
una ruptura con la visión medioeval. Su programa se centra en la “razón”, la
secularización, el protagonismo del sujeto en el acto de conocer,
fundamentalmente a la naturaleza, primero, a los hombres después. Se plantea
la cuestión de la emancipación, de la autonomía del hombre, las utopías, el
progreso y promete la felicidad. El ideario de la modernidad de nacimiento a las
dos corrientes filosóficas más importantes: el liberalismo y el socialismo. Cada
una de ellas con sus diferencias comparten la apuesta a la felicidad.
Los hechos que se suceden fundamentalmente en este Siglo XX: las guerras, el
genocidio, el aumento de las desigualdades, las consecuencias negativas de los
avances tecnológicos (agregación al medio ambiente), dan cuenta de un cierto
desencanto del programa moderno, ya que sus promesas (el progreso y el bienestar)
no se han cumplido. De allí los que plantean que como humanidad se está
transitando por otra etapa histórica: la pos modernidad, y como expresáramos más
arriba, otros pensadores consideran que no es así.
3
Lo cierto es que la modernidad presenta paradojas, complejidades, varios rostros,
que según como se analice, en que aspecto se centre su comprensión, devendrán las
consideraciones respecto de su culminación o vigencia. Vista de esta manera, a lo
que denominamos como “desencanto”, o lo no cumplido como promesa, puede ser
analizado como efectos de la modernización.
La modernización es entendida aquí, siguiendo a Habermas 1, como el proceso
socioeconómico que se va desarrollando en los diferentes países y que es regido por
la razón instrumental (lógica que busca la eficacia de los medios por sobre el
análisis de los fines, donde la ciencia y la técnica dominan el mundo de la vida).
Lógica, por otra parte que ha pretendido erigirse como absoluta y que en contra de
los principios filosóficos que dieron origen a al modernidad, permutó la fe ciega en
Dios por la fe ciega en la ciencia. Esta expresión de la modernidad (uno de sus
rostros) es el que más ha calado en nuestra forma de pensar.
Podríamos decir entonces, que abrevando en esa razón instrumental hemos
incorporado una forma dual o binaria de comprender la realidad, esto es, por
opuestos (se la mira como verdadero o falso, bueno o malo, bello o feo) y nos lleva
a clasificaciones simples de la vida social, deslizándonos a criterios estandarizados
de normalidad- anormalidad, entre otras cosas.
Esta mirada binaria deja afuera la complejidad, las diferentes tonalidades, reduce y
no alcanza a explicar los hechos que están en los bordes. Si retomamos lo que
planteáramos más arriba acerca de las transformaciones profundas que han sufrido
nuestra vida cotidiana, los modos de lectura del tipo a que estoy haciendo referencia
no da respuestas, se convierte en un pensamiento disyuntivo y reductor. Además,
nos puede llevar a posiciones también duales: pensar en que es necesario volevr al
pasado intentando “moralizar” este presente o creer que tal como están las cosas este
es el único camino (aceptar el discurso del “único tre”) jugando el juego del
individualismo.
Corremos de este modo binario exige una transformación profunda de nuestros
esquemas mentales, implica un ejercicio de problematización sobre lo pre
construido, una “sospecha” acerca de las aparentes certezas, permitirnos los
desplazamientos hacia lo no visible, lo que se oculta. Cuando enunciamos algo,
decimos hablamos acerca de determinada cosa o fenómeno, queda fuera algo que
no se dice, de lo que en muchas ocasiones no se habla, sólo con la reflexión,
examinando el por qué, reemplazando como plantea Teresa Matus la “o” por la “y”
(normal y anormal, en lugar de normal o anormal), podemos reconocer la
complejidad.
Según Edgar Morín, el término “complejo” señala dificultad, esta consideración nos
ubica respecto de lo que podemos denominar “pensamiento complejo”. La
búsqueda de un pensamiento complejo no quiere decir que con esta forma de pensar
tendremos todas “llaves” o claves para comprender una realidad compleja, sino que
tenemos ante nosotros y constantemente la idea de dificultad.
1
HABERMAS, Jùrgen El discurso filosófico de la modernidad. Editorial Taurus. Madrid. 1989
4
Pensar en forma compleja nos exige incorporar el concepto de desorden como
elemento necesario en los procesos de creación e invención. El desorden no es en
este caso, peligro de desaparición, sino condición para un nuevo ordenamiento.
Donde todos los aspectos puedan incluirse. En el mundo de la vida, todo está en
relación, no existen elementos aislados que puedan comprenderse en sí mismos.
Se trata, así de incorporar una actitud investigativa constante, una búsqueda que
haga surgir las múltiples determinaciones que juegan en ese aspecto de lo social que
me interesa conocer, comprender y transformar.
Pensar en forma compleja nos permite comprender que es posible construir una
sociedad donde todos tengamos cabida, reconociendo las diferencias y dialogando
con ellas a fin de lograr los consensos.
Parafraseando a Miguel Morey en la introducción al libro de Michel Foucault
“Tecnologías del yo”, “…No es necesario añadir que en una sociedad como la
nuestra y en un momento histórico como el presente, el ejercicio de tratar e pensar
de otro modo está bien lejos de ser un mero deporte intelectual, antes al contrario,
es la condición de posibilidad misma para la creación de la libertad”2
2
FOUCAULT, Michel Tecnologías del yo y otros textos afines. Introducción de Miguel Morey. Paidos
/I.C.E- U.A.B. Barcelona 1996
5
Descargar