1 El artículo aborda los aseguramientos que se solicitan para la revisión judicial del laudo y los efectos que genera para la ejecución del laudo dicha revisión. La autora sostiene que no se justifica que se entregue fianzas si no se suspende la ejecución del laudo. Ello era razonable bajo la derogada LGA porque con la mera interposición del recurso de anulación se suspendía la ejecución del laudo. Además, sostiene que condicionar el recurso de anulación a la entrega de la fianza, a pesar de existir una medida cautelar trabada por igual o superior monto al laudo, no solo genera un doble aseguramiento a favor del vencedor; sino que limita la tutela jurisdiccional del vencido, quien no ingresará, a la revisión judicial por no poder satisfacer la garantía excesiva. El abuso del aseguramiento en el control judicial del laudo Marianella Ledesma Narvaez 1 1. La actividad de los árbitros está sujeta a un posterior control por la jurisdicción, post-laudo. A través de la impugnación recursiva, la parte afectada con el procedimiento arbitral, puede solicitar la revisión de éste, a fin de verificar la validez formal del laudo. Se recurre para ello al recurso de anulación, ante la Sala Civil del lugar del arbitraje y en tanto duré la revisión formal del laudo, la ejecución de éste se suspende. Como señalaba el derogado art. 84 LGA la mera interposición del recurso de anulación suspendía la ejecución del laudo. Este recurso requiere de ciertos requisitos para su admisibilidad, destacando, bajo la LGA derogada, el siguiente: “El recibo de pago o comprobante de depósito en cualquier entidad bancaria, o fianza solidaria por la cantidad a favor de la parte vencedora, si se hubiera pactado en el convenio o dispuesto en el Reglamento de la institución arbitral a la que las partes hubieran sometido la controversia, como requisito para la interposición del recurso.” 2 El nuevo texto legal contenido en el D. Leg. 1071 también contempla dicho supuesto, pero parte de la regla que dicha garantía opera si la parte que impugna el laudo solicita la suspensión; esto es, si se interpone recurso de anulación y no se solicita la suspensión, no se requiere entregar la garantía acordada por las partes o establecida en el reglamento arbitral aplicable. Dicha garantía es apreciada como un requisito para la admisión del recurso; sin embargo, si no se ha acordado requisito alguno, a pedido de parte, el Colegiado Superior: “concederá la suspensión, si se constituye fianza bancaria solidaria, incondicionada y de realización automática en favor de la otra parte con una vigencia no menor a seis (6) meses renovables por todo el tiempo que dure el trámite del recurso y por una cantidad equivalente al valor de la condena contenida en el laudo.” 3 1 Juez Civil Supernumerario de Lima. Profesora PUCP y U. de Lima Ver inciso 4º Art. 72 LGA 3 Ver inciso 2º del Art. 66 D. Leg. 1071 2 2 Como se podrá apreciar, en ambos textos legales, se exigen garantías para la admisibilidad del recurso de anulación en sede judicial; sin embargo, debemos precisar que las garantías se establecen y exigen para contrarrestar los efectos de la suspensión en la ejecución del laudo. La derogada LGA expresamente señalaba que el juez suspendía la ejecución del laudo si se acreditaba documentalmente la interposición del recurso de anulación ante el Poder Judicial; en ese mismo sentido, el D. Leg. 1071, también permite suspender la ejecución del laudo, pero condicionada a dos supuestos: a) la entrega de una garantía; y b) la parte que impugna el laudo solicite expresamente se suspenda su ejecución. Ello es atendible, pues, los efectos suspensivos del control jurisdiccional sobre el laudo, debe ser contrarrestado con la entrega de la garantía acordada por las partes o establecida en el Reglamento del Centro de Arbitraje. Si no se exigieran este tipo de garantías, la satisfacción del laudo, tendría recién que pasar por la espera de agotar el control jurisdiccional, para luego, recién con el laudo firme, proceder a iniciar su ejecución, con la consecuente postergación de la satisfacción del derecho en conflicto. Como ya se ha señalado, la mera interposición del recurso de anulación provocaba la suspensión de la ejecución del laudo, con la derogada LGA; sin embargo, los efectos que generaba la suspensión de la ejecución del laudo se veía atenuada con el depósito dinerario bancario por el monto de la condena líquida o liquidable del laudo, pero no había la misma garantía cuando se trataba de “laudos ilíquidos”. Felizmente el texto del D. Leg. 1071 ha contemplado dicha situación y señala: “Si la condena, en todo o en parte, es puramente declarativa o no es valorizable en dinero o si requiere de liquidación o determinación que no sea únicamente una operación matemática, el tribunal arbitral podrá señalar un monto razonable en el laudo para la constitución de la fianza bancaria en las mismas condiciones referidas en el numeral anterior, como requisito para disponer la suspensión de la ejecución, salvo acuerdo distinto de las partes.” 4 Esta exigencia, aparentemente razonable, se venía y viene exigiendo para quién promueva la revisión jurisdiccional del recurso de anulación y genere con ello la suspensión de la ejecución del laudo; sin embargo, lo razonable dejaba de ser tal, cuando se exige dichas garantías para admitir el recurso de anulación, a pesar de haberse trabado y ejecutado satisfactoriamente, en el procedimiento arbitral, una medida cautelar en forma de retención dineraria por un monto igual o superior a la condena del laudo. La parte afectada con la medida cautelar, que ya venía garantizando con sus bienes, la eficacia futura del laudo, tenía que presentar además, si recurría al control jurisdiccional, una fianza o garantía por el monto del laudo de condena. Esto generaba dos alternativas: a) si se entregaba además de la cautela ya ejecutada, otra garantía o fianza bancaria, generaba una doble afectación al demandado condenado para cautelar el derecho contenido en el laudo; b) si no se entregaba la garantía, el recurso de anulación, no se admitía, a pesar que la parte que impugna el laudo tenga sus bienes afectados con una retención, para asegurar a futuro la eficacia de éste. 2. Bajo la visión de la derogada LGA podíamos hablar de dos tipos de afianzamientos: la de la medida cautelar y la de la fianza post laudo. Con el D. Leg. 1071 también se reproduce esa misma línea de pensamiento, pero, aquí surge el siguiente cuestionamiento: ¿se justificaría exigir otro aseguramiento, post 4 Ver inciso 3º Art. 66 D. Leg. 107. 3 laudo, sobre una situación de hecho, ya asegurada, con medida cautelar exitosa? Consideramos que no. Asumir una lógica así permitiría afectar doblemente al recurrente con el recurso de anulación, pues, no sólo se inmovilizará el dinero de la cautela ya entregada por el recurrente, sino que además tendrá que inmovilizar éste mismo, otra cantidad igual a la fijada en la condena generando con ello: a) abuso en el aseguramiento de las pretensiones dinerarias; y b)vulneración a recurrir a la tutela jurisdiccional a través del recurso de anulación, pues, su intervención está condicionada a una carta fianza por el monto del laudo; a pesar de existir trabada ya un embargo en forma de retención dineraria por un monto igual o superior a la condena del laudo. Frente a ello es importante apreciar la posición que asume la judicatura. Tomando la evidencia empírica del caso citado 5, se advierte la aplicación literal del art 72LGA derogado y art. 66 D. Leg. 1071; sin embargo, podría llevar a reflexión la posibilidad de apartarse de esa exigencia, si en el procedimiento arbitral, la parte recurrente con el recurso de anulación, se encuentra afectada con una medida cautelar en forma de retención dineraria por un monto igual o superior a la condena del laudo. Asumir un criterio contrario a nuestra propuesta, permitiría –como ya se a dicho- una doble afectación sobre el recurrente: una proveniente de la cautela en sí, previo al laudo; y otra, con posterioridad al laudo, para contrarrestar los efectos de la suspensión en la ejecución de éste. Esta afectación se tornaría mas traumática, cuando se trata de retenciones dinerarias; pero, también es cierto que se debe reconocer que si no existe una afectación en la forma citada -retención dinerariasino sobre otros bienes (véase el caso del embargo en forma de inscripción, secuestro de bienes, administración, etc.) aquí, la fianza o garantía bancaria para justificar la admisión a trámite del recurso de anulación tendría que ser apreciada bajo la reflexión que dichas garantías no son de realización inmediata como es el dinero; pues, todavía hay que ingresar a la fase de la ejecución forzada, por tanto, habría dos alternativas: a) Liberar de la afectación cautelar dichos bienes y exigir –previamente- la entrega de la fianza o depósito bancario, para que sean éstos, los que permitan la satisfacción final de laudo, pues, concluida la discusión judicial sobre la validez formal de éste, la Sala Superior procederá a entregar dicho monto depositado a la parte vencedora del laudo; b) Reducir o graduar el monto del depósito bancario o fianza, en atención a la afectación cautelar ya existente. El inciso 4 del art. 66 del D. Leg. 1071 permite que la parte impugnante “podrá solicitar su graduación, cuando no estuviere de acuerdo con la determinación efectuada por el tribunal arbitral. La Corte Superior luego de dar traslado a la otra parte por tres (3) días, fijará el monto definitivo en decisión inimpugnable.” Conclusiones 1. No se justifica que se entregue fianzas si no se suspende la ejecución del laudo. Ello era razonable bajo el modelo de la derogada LGA que suspendía la ejecución del laudo con la mera interposición del recurso de anulación. 2. Si hay una medida cautelar de retención dineraria ejecutada con éxito, por igual o mayor monto al de la condena en el laudo, tampoco se justifica la entrega de fianza o depósito bancario para admitir el recurso de anulación, pues, se estaría generando una doble afectación al condenado con el laudo. 5 Expediente No 5826-2000 seguido por Empresa Minera Huaica Rumi SA (EMHURSA) sobre nulidad de contrato, indemnización y otros con CC & Corporation SA. Laudo emitido el 29 de setiembre del 2000 4 3. Condicionar el recurso de anulación a la entrega de fianza, a pesar de existir una medida cautelar trabada por igual o superior monto al laudo, no solo genera un doble aseguramiento a favor del vencedor; sino que limita la tutela jurisdiccional del vencido, quien no ingresará, a la revisión judicial por no poder satisfacer la garantía excesiva. 4. Si previamente al laudo se han ejecutado medidas cautelares sobre bienes, que no sea dinero en efectivo, por un monto igual o superior a la condena del laudo; la admisión del recurso de anulación se podría condicionar a una fianza por un monto menor de la condena o ha la sustitución de la cautela por la fianza o depósito bancario, de inmediata realización.