10477453 03/05/2005 09:07 p.m. Page 1 Vox médica: La primera lactancia | Pág. 5 SATÍN Y SEDA POR NADIA BRACHO -¿Qué es “western”? Dice la jovencita al mismo tiempo que sostiene una invitación en la mano. -“Western” será voz del verbo “westerear”: yo westereo, tu westereas, el... Mi conjugación se fue apagando mientras la niña se alejaba de mí, viendo en plena acción a una generación “en decadencia”. Mi mamá es de la época de los “platos negros”, una vez la escuché cuando le comentaba a una amiguita, por supuesto que si la niña había preguntado ¿Qué es eso de platos negros? Yo ya estaba en primera fila para ilustrarme con la respuesta. -Unos “platos negros” que en sus tiempos servían para escuchar música ¿tu crees? Qué rara era. Tal información me llegó hasta las mitocondrias, nunca me hubiera imaginado que mis hijos me tuvieran a muchos años luz atrás de sus conceptos. -De verdad ¿sabes lo que es “western”?, volvió la niña a preguntarme, quizás porque no encontró un homo sapiens a diez kilómetros a la redonda y no tuvo más remedio que volver con la cavernícola de su mamá. -Bueno... y antes de proseguir recordé de pronto (gracias al rayo divino) que nunca, jamás, diga algo delante de un adolescente sin preguntarle ¿porqué? A todo esto ¿porqué viene esa pregunta?, la atajé de inmediato. -No sabes ¿verdad?, me dijo burlona -No es eso, contesté molesta -¿Es porque es en inglés? Volvió a sonreírme -El inglés no tiene nada qué ver con las raíces grecolatinas, respondí. La niña me miró sorprendida, no había entendido lo que había dicho y sólo se encogió de hombros. ¡Qué bueno porque yo tampoco entendí porqué dije semejante cosa! -“Western” es como vaquero, respondí en tono seco. -¿Vaquero? Y entonces ¿country qué es?, dice más para sí misma. -Bueno estamos hablando que country es también vaquero. Comencé a balbucear y a darme de topes por no haber tomado clases de inglés cuando mi tía Cleo me invitaba. “El mundo es de los que saben inglés y computación” me repetía cada vez que me veía, misma que yo me reía. Ahora a consecuencia de eso, “el mundo no es mío”. -Y ¿cuál es la diferencia? Me dice intrigada por el “homónimo” que se saqué de la manga. -Fácil. “Western”: vaquero de ciudad, aquel que va con la moda, le gusta usar lente oscuro y botas de cocodrilo. Country: vaquero de campo, aquel que se pasa todo el día en la faena, siembra, usa tractor, se le ve con paliacate, botas de trabajo y rara vez se baña. Su reacción me indicó que la había dejado más que anonadada, incluso percibí un brillo de respeto y orgullo que no veía desde que me lancé (por equivocación por supuesto, un triste accidente) desde el tercer trampolín de la Alberca Olímpica. Ella aplaudía fascinada y yo pedía un marcapasos urgente. -Y cómo voy a la fiesta. Me indica. -La fiesta ¿qué fiesta? le pregunto -La fiesta “western” a la que estoy invitada. Lo había olvidado, nunca me contestó el porqué y yo me había dejado llevar por mil y una explicaciones. -No quiero ir de lente oscuro y botas de cocodrilo, ¿qué no está prohibido el cocodrilo por especie en extinción?, vuelve a confundirse la adolescente. -Creo que vez mucho el canal “planeta animal”, es que hay cocodrilos de a de veras y cocodrilos ficticios, trato de corregir mi error. La niña abrió los ojos, bajó la ceja e hizo una ligera mueca. -Sabes qué... olvídalo, estábamos con la fiesta. Y cambió rápido de tema antes que pregunte qué es un isótopo. -Ponte una camisa de cuadros, unas botas y un paliacate y ya estás lista. Le arreglo su problema de inmediato. -No tengo camisa de cuadros, mamá. -Ponte la rosa con fresitas en el cuello. -¿Y las botas? Solamente tengo los patines que son como botas, sigue la niña. -Unos tenis son prácticos, quien quiere bailar “western” con botas, unos tenis es simplemente lo mejor. Y si son rosas mejor. La animo. -El paliacate... -Ya sé, no tenemos paliacate, pero hay una mascada de solecitos que trajo tu prima Ana cuando fue a Zacatecas, ¡está hermosa! Y combina perfectamente con, con... ¡tus brakets! -¿Estás segura que así voy bien? -¡Por supuesto que sí! ¿Acaso no confías en tu madre? -No, ¿porqué? me dice con franqueza. -Haces bien, no vayas a esa fiesta, nunca hay que confiar en las cosas donde se utilizan palabras extranjeras, primero es México y sus tradiciones, sus raíces y su cultura. Te invito una hamburguesa. -¡Sí!, a dónde vamos -A McDonalds. C Domingo 6 de marzo de 2005 Editora: NADIA BRACHO Coeditora: SELENE ESPARZA Coeditora Gráfica: LAURA BELTRÁN [email protected] ENLACE | ROCÍO CARDOZA MARTENS Y SERGIO MIRANDA GALLARDO CONTRAJERON MATRIMONIO Elegantes esponsales Los recién casados partieron de luna de miel a Mazatlán Se unieron en matrimonio Rocío Cardoza Martens y Sergio Miranda Gallardo durante una emotiva ceremonia que tuvo lugar en el templo Monte Sinaí. Luciendo un elegante vestido que resaltaba su belleza, la novia llegó al altar del brazo de su padre Santiago Antonio Cardoza Nevárez, quien entregó a su hija a Sergio en presencia del presbítero oficiante. Estaban ahí presentes Irma Martens de Cardoza, mamá de la contrayente, así como Sergio Miranda y Ernestina Miranda, papá y tía del novio, quienes estuvieron muy atentos a los momentos en que la joven pareja contrajo matrimonio. En esta ocasión tan especial los enamorados eligieron como padrinos de su boda a: Arturo Preza Cisneros y Silvia Martens de Preza, padrinos de lazo; Francisco Javier Alcaraz Arreola y Marcela Cardoza de Alcaraz, padrinos de arras; y Martha Ruelas de Martens y Armando Martens Ruelas como padrinos de Biblia. Después de la ceremonia religiosa los nuevos esposos acudieron a una recepción que se ofreció en su honor y a la cual asistió un selecto grupo de invitados. Al día siguiente Irma y Sergio partieron de luna de miel al puerto de Mazatlán, a su regreso establecerán su residencia en la ciudad de Durango. Detalles Durante la recepción se ofreció un entremés de quesos, pollo a la manzana con guarnición de verduras y puré de papas, como postre se sirvió pastel de almendras. LA NOVIA ■ El ajuar.- Rocío lució un exquisito diseño en estraple con corte princesa. Rocío Cardoza Martens y Sergio Miranda Gallardo contrajeron matrimonio religioso en el templo Monte Sinaí. PORTARRETRATOS Gloria Valdez de Montoya y Velia Mathey de Hidalgo. Regina Puente García con su mamá Sonia García de Puente.