Informe de evaluación El presente Informe se compone de dos partes principales. La primera, que cubre los Capítulos 1, 2 y 3, describe la estructura de la industria del almidón, a nivel mundial y comunitario, y pasa revista a las principales medidas que se aplican a este sector dentro de la Unión. La segunda parte, que consta de los Capítulos 4 a 7, examina las diversas preguntas que ha planteado la Comisión para este ejercicio de evaluación. Dichas preguntas abordan sucesivamente el impacto de las políticas en el equilibrio del mercado del almidón, los canales de producción del sector (del agricultor al transformador y al usuario final), los indicadores del desarrollo económico y social y los métodos de gestión de las medidas en el conjunto del sector. El Informe finaliza en el Capítulo 8 con un resumen de sus conclusiones. Antes de pasar al examen del contenido de esta Evaluación, es útil hacer un breve comentario sobre los datos que existen hoy en torno al sector. Lo primero que se observa es la escasez de estadísticas fiables sobre la industria del almidón tanto a nivel internacional como comunitario. Ello se debe en parte al empeño que ponen los transformadores del sector en proteger sus intereses comerciales restringiendo la difusión de los datos que serían necesarios para esas estadísticas. En la Unión Europea (UE), si bien es cierto que la Comisión regula importantes segmentos de la industria, hay mucha información clave de la que se sigue careciendo, como, por ejemplo, la relativa a las superficies y rendimientos del cultivo de la patata de fécula Hay también en el sector una ausencia lamentable de datos precisos y completos sobre la evolución del comercio exterior en períodos largos. Esto ha impedido extraer conclusiones inequívocas en algunos aspectos importantes de la Evaluación, como, por ejemplo, en las restituciones por exportación. En estas condiciones, puede comprenderse que una de las conclusiones del último capítulo destaque la necesidad de mejorar la recogida y difusión de los datos sobre el sector. CAPÍTULO 1: ESTRUCTURA DEL MERCADO MUNDIAL DEL ALMIDÓN El Cuadro E1 compara la producción de almidón que aporta cada materia prima en la Unión Europea, en Estados Unidos y en el resto del mundo. Estados Unidos contabiliza más de la mitad del total de la producción mundial y, al igual que otras regiones del mundo, utiliza el maíz como principal producto de base. En cambio, menos de la mitad de la producción comunitaria procede del maíz, y es en los sectores del almidón de trigo y de la fécula de patata donde la Comunidad ocupa el primer lugar. Junto a éstos, el sector del almidón de tapioca (que se produce principalmente en el sudeste asiático) es el único que tiene también importancia a nivel mundial. EXECUTIVE SUMMARY PAGE E1 © LMC International Ltd, 2002 Cuadro E1: Producción de almidón por materias primas en la UE, EE.UU. y otros países, 2000 (millones de toneladas) UE EE.UU. Otros países Mundo Maíz Patata Trigo Otras Total 3.9 24.6 10.9 39.4 1.8 0.0 0.8 2.6 2.8 0.3 1.1 4.1 0.0 0.0 2.5 2.5 8.4 24.9 15.2 48.5 Fuentes: Comisión Europea (DG Agricultura, Unidad C2), Departamento de Agricultura de Estados Unidos y estimaciones de LMC. El principal motivo por el que la industria de Estados Unidos aventaja en tamaño a la comunitaria es la enorme dimensión que tiene en ese país el sector de la isoglucosa, que ha privado al azúcar de una parte sustancial del mercado interior de los edulcorantes. La industria comunitaria, en cambio, está sujeta a cuotas de producción. Estados Unidos tiene, además, un gran sector del etanol basado en el almidón (casi 100 veces mayor que el comunitario). No obstante, en el caso de otros productos derivados de jarabes a base de almidón, tales como la glucosa, los productos de fermentación y los polialcoholes, la producción de la UE es un 10% superior a la de Estados Unidos y un 25% mayor en el sector de los almidones naturales y modificados. Entre 1995 y 2000, la parte que representa la UE en la demanda mundial de almidón pasó de un 15.0% a un 15.3% y el índice comunitario de crecimiento anual se situó justo por encima del 4%. Durante la próxima década, se espera que la demanda comunitaria de productos del almidón aumente a un ritmo medio anual inferior al 3% y que con ello se amplíe el mercado de los 7,4 millones de toneladas del año 2000 a 9,8 millones en el 2010. En cuanto a las exportaciones mundiales de productos del almidón, la cuota comunitaria del año 2000 se situó justo por encima del 25%, lo que representa algo menos de un tercio de las exportaciones totales de almidón natural y más de un tercio de las de almidón modificado, pero un 13% sólo de las exportaciones de glucosa e isoglucosa. CAPÍTULO 2: ESTRUCTURA DE LOS MERCADOS COMUNITARIOS DEL ALMIDÓN El Cuadro E2 muestra que, en la composición de la producción comunitaria de almidón, es el trigo el que más se ha desarrollado como producto de base, en detrimento del maíz, cuyo uso ha crecido muy lentamente. Se observa también que la producción de patata de fécula se ha venido contrayendo, tanto en términos absolutos como relativos, desde la imposición de cuotas de producción en 1995-96. El perfil económico de cada materia prima ha favorecido en la producción interior la rápida expansión del almidón de trigo. El Gráfico E1 recoge los costes netos del trigo, el maíz y las patatas por tonelada de almidón (una vez restado del coste de la producción agrícola el valor que representan los subproductos de cada materia prima). El gráfico pone de manifiesto la persistencia de las bazas económicas del trigo, que, principalmente en forma de gluten y de salvado, cuenta con subproductos muy valiosos, a diferencia de la patata de fécula. EXECUTIVE SUMMARY PAGE E2 © LMC International Ltd, 2002 Cuadro E2: Producción comunitaria de almidón por materias primas, 1990-2001 (millones de toneladas, almidón natural) 1990 1991 1992 1993 1994 1995 1996 1997 1998 1999 2000 2001 Notas: Maíz Trigo Patata Total 3.2 3.5 3.5 3.4 3.4 3.6 3.6 3.7 3.8 3.7 3.9 3.9 1.1 1.2 1.3 1.3 1.5 1.7 1.8 1.9 2.2 2.5 2.8 2.8 1.1 1.2 1.5 1.6 1.3 1.6 1.9 1.9 1.7 1.8 1.8 1.7 5.4 5.9 6.3 6.3 6.1 6.9 7.2 7.5 7.6 8.0 8.4 8.4 En las cifras del trigo se incluyen otros cereales, tales como la avena, la cebada y el arroz. Las cifras corresponden a la evolución de la actual Comunidad de los 15 a lo largo del período. Fuentes: AAC, AGPM, UFE y base de datos interna de LMC. Gráfico E1: Comparación del coste neto de los productos de base del almidón en la Comunidad 450 € (ecus) por tonelada de almidón 400 350 300 250 200 150 100 50 0 1990 1991 1992 1993 1994 Trigo 1995 1996 1997 Maíz 1998 1999 2000 2001 Patatas Fuentes: Varios números de Starch and Fermentation Analysis y otras estimaciones de LMC. El Cuadro E3 desglosa por tipos de productos la producción comunitaria de almidón entre 1992 y 2000. Aunque la producción de edulcorantes (jarabes de glucosa y derivados) aumentó más en términos absolutos, fueron los almidones modificados los que registraron EXECUTIVE SUMMARY PAGE E3 © LMC International Ltd, 2002 el índice de crecimiento más alto. En cuanto a la producción de almidones naturales, que de las tres principales es la que experimentó un crecimiento más lento, logró aumentar también un 25% durante el período, pasando de 2,0 a 2,5 millones de toneladas. Cuadro E3: Producción comunitaria de almidón por tipos de productos, 1992-2000 (millones de toneladas en equivalente de almidón natural) 1992 1993 1994 1995 1996 1997 1998 1999 2000 Total Almidones naturales Almidones modificados Edulcorantes 6.3 6.3 6.1 6.9 7.2 7.5 7.6 8.0 8.4 2.0 1.9 1.7 2.2 2.0 2.0 2.0 2.3 2.5 1.2 1.2 1.2 1.3 1.6 1.6 1.6 1.8 1.9 3.1 3.1 3.2 3.4 3.7 3.8 3.9 3.9 4.0 Fuentes: Estimaciones de LMC basadas parcialmente en datos de AAC y de la Comisión Europea (DG Agricultura, Unidad C2). CAPÍTULO 3: MEDIDAS EN EL SECTOR COMUNITARIO DEL ALMIDÓN La regulación de las medidas que se aplican al sector del almidón se enmarca en la organización común de mercados (OCM) de los cereales. Esta organización ayuda a determinar los precios interiores de los cereales y de las patatas de fécula y fija los pagos por superficie de los primeros y los pagos directos de las segundas. Además, regula el régimen de las restituciones por producción y por exportación aplicables a los productos del almidón. Aunque el sector de las patatas de fécula está cubierto por la OCM, muchas de las disposiciones que rigen su producción y transformación son específicas del sector. El precio mínimo que se paga por estas patatas está vinculado al precio de intervención de los cereales y se determina en función de una relación fija con éste. Hasta 1999-2000, había también una relación fija entre los pagos directos a los cultivadores de patatas de fécula y los pagos por superficie a los productores de cereales, pero, desde entonces, los primeros han recibido una compensación más generosa que los segundos por las reducciones de los precios de intervención derivadas de la Agenda 2000. Sujeta desde 1995-1996 a un sistema de cuotas nacionales, la producción comunitaria total de patatas de fécula se ha mantenido hasta hoy (salvo en el caso de la cosecha de 19981999, afectada por el mal tiempo) en un nivel muy próximo al de la cuota global. Las cuotas se introdujeron tras un período de rápida expansión en el que el Consejo de Ministros había advertido -sin obtener resultados- de la necesidad de limitar voluntariamente la producción. El Cuadro E4 permite observar la tendencia seguida por las cuotas nacionales, en la que destacan dos hechos principales: el crecimiento inicial de la cuota alemana (al quedar integrada en ella la reserva que se había creado anteriormente para dar cabida a una serie de inversiones irreversibles y a los efectos de la incorporación al sistema de las industrias modernizadas de Alemania Oriental) y la reducción aplicada recientemente EXECUTIVE SUMMARY PAGE E4 © LMC International Ltd, 2002 al conjunto de las cuotas nacionales. Esta reducción se ha efectuado para compensar los mayores costes presupuestarios que supone el pago a los productores de patatas de fécula de una compensación (pagos directos) superior a la que se abona a los productores de cereales tras los recortes de los precios de intervención decididos en el marco de las reformas de la Agenda 2000. Cuadro E4: Cuotas de fécula de patata y reserva de producción, 1995/96-2001/02 (miles de toneladas de fécula) Dinamarca Alemania Cuota Reserva España Francia Países Bajos Austria Finlandia Suecia Total cuotas Reserva Total combinado Fuente: 1995/96 1996/97 1997/98 1998/99 178 178 178 178 592 592 105 2 282 538 49 55 64 1,760 105 1,864 696 2 282 538 49 55 64 1,760 1,760 1999/2000 2000/01 2001/02 178 173 168 696 696 677 656 2 282 538 49 55 64 1,864 2 282 538 49 55 64 1,864 2 282 538 49 55 64 1,864 2 274 523 48 54 63 1,814 2 265 507 48 53 62 1,762 1,864 1,864 1,864 1,814 1,762 Comisión Europea (DG Agricultura, Unidad C2). Las restituciones por producción son un importante instrumento de la política que se aplica al sector del almidón. Estas restituciones se conceden a las empresas que, siendo usuarias finales del almidón, fabrican productos autorizados que no gozan -o apenas- de protección arancelaria frente a las importaciones de productos competidores fabricados fuera de la Comunidad. Su objetivo es ofrecer a esos usuarios finales una compensación por la diferencia entre el precio de los cereales que producen en la UE el almidón y el de los que se emplean en países terceros para producir el almidón que se destina a la fabricación de productos autorizados. Las restituciones por producción utilizan los precios de exportación de los US Gulf (los cinco Estados norteamericanos ribereños del Golfo de México) como precio de mercado mundial de referencia, y su importe tiene en cuenta los costes de flete que supone el transporte a la Comunidad de maíz de Estados Unidos. El Gráfico E2 presenta la distribución de estas restituciones entre los sectores que son usuarios finales. De ellos, hay tres que dominan claramente: el de los productos del papel, el de los almidones modificados esterificados y eterificados (los llamados ésteres y éteres) y el de las sustancias químicas orgánicas. Los ésteres y los éteres son productos intermedios cuyo principal cliente es la industria del papel, que se erige así, directa e indirectamente, como el mayor receptor de restituciones por producción. EXECUTIVE SUMMARY PAGE E5 © LMC International Ltd, 2002 Gráfico E2: Restituciones de producción por usos finales, 2000-2001 Tejidos 0% Maltosa 0% Fructosa 0% Glicerol 0% Carragenina 0% Borra de algodón 0% Algodón 0% Sustancias quím icas orgánicas 22% Papel y cartón 33% Productos farmacéuticos 1% Plásticos 1% Sustancias químicas varias 4% Gelatina 0% Albúmina 3% Enzimas 2% Cola 0% Agentes tensoactiv orgánicos 0% Almidones esterificados y eterificados 33% Fuente : Comisión Europea (DG Agricultura, Unidad C2). En cuanto a las restituciones por exportación, su objetivo es compensar las diferencias de precios de los cereales a fin de que los agentes comunitarios puedan competir con los países terceros en los mercados de exportación de los productos a base de almidón. La diferencia de precios que se utiliza como referencia es la existente entre los precios f.o.b. de los puertos de exportación de la UE y los de los US Gulf. Los tipos de mercancías que se benefician de las restituciones por exportación son los productos agrícolas básicos del Anexo I (enumerados en el apartado 3 del artículo 32 del Tratado de Amsterdam) y los productos más transformados que no figuran en ese Anexo (definidos inicialmente en el Reglamento nº 616/66 del Consejo). En julio del 2000, se redujo la gama de productos no incluidos en el Anexo I que podían acogerse a las restituciones por exportación. Otro cambio importante con efectos en los productos del almidón fue la supresión para todos los productos autorizados (salvo los almidones modificados esterificados y eterificados) del derecho a restituciones por exportación residuales (es decir, importes complementarios por encima de las restituciones por producción). EXECUTIVE SUMMARY PAGE E6 © LMC International Ltd, 2002 Gráfico E3: Restitución por producción (de todos los almidones) y restituciones por exportación de los almidones de maíz y de trigo y de la glucosa, enero 1991-julio 2001 (€ por tonelada) Restitución, € por tonelada de almidón 225 200 175 150 125 100 75 50 25 0 1/1/91 1/1/92 1/1/93 1/1/94 Restitución por producción Fuente: 1/1/95 1/1/96 1/1/97 1/1/98 Almidón de maíz 1/1/99 Glucosa 1/1/00 1/1/01 Almidón de trigo Comisión Europea (DG Agricultura, Unidad C2). El Gráfico E3 presenta la evolución de las restituciones por producción y por exportación de productos del almidón desde enero de 1991. Las primeras son iguales para todos los productos básicos (aunque su cálculo se base exclusivamente en el maíz). En cambio, las segundas se fijan por separado para el almidón de trigo y el de maíz (cuya restitución es aplicable también a la fécula de patata), y las de la glucosa se calculan como una media ponderada de las restituciones aplicadas a los almidones de maíz y de trigo. En el caso del almidón de maíz y de la glucosa, la restitución por producción ha estado siempre por debajo de las restituciones por exportación, mientras que, en el caso del trigo, se observan ocasiones en que se ha producido lo contrario. El Cuadro E5 recoge el coste presupuestario que han supuesto a la Comisión las medidas específicas del sector del almidón. Debe observarse que los gastos que figuran en el cuadro incluyen las restituciones por producción y por exportación de almidones de cereales, pero no, en cambio, los pagos por superficie que reciben los productores de los cereales. Dado que se hacen efectivos independientemente de que los cereales cosechados por los agricultores se transformen o no después en almidón, esos pagos no pueden considerarse como un coste directamente atribuible a la producción de almidón. En el caso de las patatas de fécula, los costes que figuran en el cuadro corresponden, no sólo a las restituciones por producción y exportación, sino también a las medidas específicas de esas patatas (prima a los productores de fécula de patata y pagos directos a los cultivadores de patatas de fécula). Tras registrar su nivel más alto en 1993, el coste presupuestario total descendió algunos años, para luego aumentar y situarse en el 2000 en el mismo nivel prácticamente que en 1994. (La tendencia plana que presenta el coste se explica en parte por el hecho de que no se hayan incluido en el cuadro los pagos por superficie de los cereales, que no son específicos del sector del almidón; en cambio sí se han incluido las restituciones por EXECUTIVE SUMMARY PAGE E7 © LMC International Ltd, 2002 exportación de algunos productos sin almidón; por consiguiente, los valores que se recogen deben considerarse como simples indicadores de tendencias). Se observa, por otra parte, que, debido a la creciente importancia de los pagos directos a los cultivadores de patatas, los gastos específicos de la fécula aumentaron considerablemente desde 1993, mientras que los de los almidones de cereales descendieron. Además, con la reducción de los precios de intervención de los cereales y su aproximación a los niveles del mercado mundial, los gastos de las restituciones por producción y por exportación conocieron una sensible caída durante el período. EXECUTIVE SUMMARY PAGE E8 © LMC International Ltd, 2002 CHAPTER 3: POLICY IN THE EU STARCH SECTOR Cuatro E5: Coste presupuestario de las medidas específicas del régimen del almidón, 1993-2000 (millones de euros) Restituciones por exportación de productos transformados del Anexo I (total y por materias primas): Maíz Trigo y otros cereales Patatas © LMC International Ltd, 2002 Restituciones por exportación de productos transformados no incluidos en el Anexo I (total y por materias primas): Maíz Trigo y otros cereales Patatas Restituciones por producción (total y por tipos de almidón): Maíz Trigo Otros cereales Fécula Gastos específicos de la fécula de patata (total y por medidas): Prima a la fécula de patata Pagos directos a los cultivadores de patatas Otros pagos al sector de la fécula de patata Coste total y por materias primas: Maíz Trigo y otros cereales Patatas Nota Nota PAGE E7 Nota Nota 1993 1994 1995 1996 1997 1998 1999 2000 432.34 234.90 188.00 85.94 92.18 83.96 127.24 143.02 363.02 69.32 - 133.83 101.07 - 81.50 72.10 34.40 45.62 18.73 21.59 35.61 37.71 18.86 26.62 40.23 17.11 41.98 55.59 29.68 48.36 57.17 37.49 43.75 25.67 39.12 12.07 19.99 31.07 39.33 41.50 27.25 2.51 13.98 17.60 1.27 6.81 26.84 0.98 11.30 9.31 0.14 2.61 15.26 0.23 4.51 24.22 0.80 6.05 30.07 1.65 7.62 28.95 2.79 9.76 363.64 305.29 14.19 185.72 95.39 24.94 132.40 102.60 29.10 0.50 0.20 96.92 55.43 13.73 0.46 27.30 59.69 33.68 7.60 0.19 18.22 49.54 27.99 7.02 0.31 14.23 169.25 86.31 27.52 0.50 54.92 168.15 94.04 25.52 0.82 47.76 44.17 65.40 51.98 36.65 100.32 100.32 182.80 71.90 54.70 56.20 177.08 36.10 140.98 208.56 42.41 166.15 204.36 41.64 162.72 182.90 37.27 145.63 193.19 39.10 154.09 546.61 246.82 127.27 172.52 542.32 210.94 102.68 228.70 372.00 110.36 33.06 228.59 380.42 84.55 45.73 250.14 368.94 78.84 48.35 241.75 518.73 158.36 85.25 275.12 545.85 171.35 86.30 288.21 15.34 891.72 695.57 86.01 110.13 1: Los costes que se incluyen en este cuadro son los que se consideran específicos del régimen del almidón. Se excluyen, por tanto, los pagos por superficie a los productores de cereales que abastecen a las almidonerías. 2: Para las restituciones por exportación de los productos no incluidos en el Anexo I, sólo se nos han facilitado datos detallados de 1999 y 2000. Para los años anteriores, únicamente hemos podido obtener datos referentes a los volúmenes. En el presente cuadro, hemos supuesto que la restitución por exportación media por tonelada de almidón utilizada en productos no incluidos en dicho Anexo evolucionó cada año exactamente de la misma forma que las restituciones por exportación de almidón de maíz. 3: Las restituciones por exportación fuera del Anexo I se han distribuido entre el maíz y el trigo basándose en el reparto de las cantidades de exportación de productos no incluidos en dicho Anexo según su origen de maíz o de trigo. 4: Las estadísticas oficiales sólo recogen dos categorías de productos no incluidos en el Anexo I (el trigo y el maíz) dado que que la fécula de patata recibe exactamente la misma restitución por exportación que el almidón de maíz. En el presente cuadro, se parte del supuesto de que, en el caso de los productos no incluidos en el Anexo I, las restituciones por exportación de fécula de patata se sitúen exactamente en la mitad de las restituciones pagadas por las exportaciones de almidones modificados fuera de dicho Anexo. Nota Nota Nota 5: En el caso del maíz y el trigo, las restituciones por exportación del Anexo I incluyen las correspondientes a algunos productos distintos del almidón, particularmente los piensos compuestos (en el caso del maíz) o la harina de trigo y la sémola de trigo duro (en el caso del trigo). Estas restituciones representan una parte considerable del total de las restituciones por exportación, pero, al no disponer de los datos necesarios, no hemos podido excluirlas. 6: Convencionalmente, las restituciones por exportación de los productos de la glucosa se atribuyen en su totalidad a la partida correspondiente al maíz dentro de los productos transformados del Anexo I; al no disponer de los datos necesarios, no hemos podido identificarlas por separado. 7: Habida cuenta de las salvedades hechas en las Notas anteriores, las series de datos que se recogen en el presente cuadro deben interpretarse únicamente como indicativas de tendencias y no como la expresión exacta de los costes atribuibles a las políticas específicas del sector del almidón. Fuentes: FEOGA y DG Empresa. CAPÍTULO 4: IMPACTO DE LAS MEDIDAS EN EL EQUILIBRIO DEL MERCADO DEL ALMIDÓN Las preguntas que se nos plantearon con relación al equilibrio del mercado del almidón son las siguientes: 4.1: ¿En qué medida las restituciones por producción han garantizado a la producción comunitaria de almidón una salida entre los fabricantes de productos autorizados? 4.2: ¿Hasta qué punto las restituciones por exportación han garantizado una salida a los productos del almidón comunitarios? 4.3: ¿Qué papel han desempeñado las restituciones por producción y por exportación en la demanda de productos de base comunitarios? 4.4 ¿Puede afirmarse que los importes de ambas restituciones hayan garantizado a un coste razonable una salida para los productos del almidón comunitarios? Estas preguntas plantearon a su vez otras complejas cuestiones. Por ejemplo, la última (4.4) nos llevó a interrogarnos sobre la idoneidad o no de la existencia actual de una sola restitución por producción para todos los productos de base, de la misma restitución por exportación para el almidón de maíz y la fécula de patata y de una sola restitución por exportación para la glucosa. En lo que respecta a las restituciones por producción, la conclusión a la que se llegó es que éstas han garantizado plenamente la salida de la producción comunitaria de almidón entre los fabricantes de productos autorizados, dado que dichos fabricantes siguen dependiendo mayoritariamente de esa producción para su abastecimiento. Ahora bien, si lo que se valora es el éxito en mantener la cuota de mercado interior de los fabricantes comunitarios de productos autorizados, la conclusión es con frecuencia diferente. Así, por ejemplo, en el caso de algunas sustancias químicas orgánicas (principalmente la lisina y el ácido cítrico), la cuota de las importaciones indirectas de productos del almidón en el mercado comunitario ha venido aumentando considerablemente debido al creciente número de importaciones de productos autorizados. En cuanto a las restituciones por exportación, pudimos comprobar que también éstas han contribuido notablemente al mantenimiento de las salidas de la producción comunitaria de almidón. Sin embargo, en el caso de uno de los más importantes sectores de exportación usuarios de almidón (la industria del papel), se observó que, aunque se hayan mantenido las salidas, la industria no parece obtener de esas restituciones ninguna ventaja especial. Un resultado sorprendente que pusieron de manifiesto los datos de exportación de la base Comext (pero que no confirma con claridad la información -más limitada- sobre los permisos de exportación de la que se dispuso para esta Evaluación) fue que existe una clara relación empírica entre el nivel de las restituciones por exportación y el grado de incentivación de las exportaciones de productos del almidón (aparte de la fécula de patata). El ejercicio de evaluación llegó también a la conclusión de que las restituciones por producción y exportación han tenido un notable efecto en la demanda de los principales productos de base cultivados en la Comunidad (especialmente el maíz, el trigo y la patata de fécula). Los datos más recientes indican que el 16% de la producción total de maíz, el 5-6% de la de trigo común y el 100% de la de patatas de fécula se transformaron en almidón. Estos porcentajes corresponden a una demanda de, aproximadamente, 6 millones de toneladas de maíz, 5 de trigo y 9 de patatas. EXECUTIVE SUMMARY PAGE E11 © LMC International Ltd, 2002 En sólo unos pocos casos, se cuestionó la racionalidad de las restituciones por producción y exportación. Así, por ejemplo, con relación a las primeras, se consideró que, mientras la de la fécula de patata debe ser igual a la del maíz, es conveniente que la del trigo se determine por separado, situándola normalmente en un nivel ligeramente inferior. Comparando los precios de exportación de la fécula de patata y del almidón de maíz, se dedujo, sin embargo, que la fécula generaba unas restituciones por exportación inferiores a las del almidón de maíz. En el caso de la glucosa, se confirmó la necesidad de una sola restitución por exportación (dado que es prácticamente imposible distinguir a un coste razonable el producto de base utilizado), pero se argumentó que el cálculo mixto que permite determinar esa restitución (25:75 trigo:maíz) debe revisarse para dar a las restituciones del almidón de trigo el mismo peso que a las del almidón de maíz. CAPÍTULO 5: IMPACTO DE LAS MEDIDAS EN LOS CANALES DE PRODUCCIÓN Las principales preguntas sobre la política aplicada a los canales de producción fueron las siguientes: 5.1: ¿Las medidas de apoyo a la fécula de patata han contribuido o no significativamente a mantener el canal de producción de ese producto? 5.2: ¿Han garantizado esas medidas a un coste razonable la competitividad del mercado comunitario de la fécula de patata frente a los almidones de grano? 5.3: ¿Las restituciones por producción y exportación de los productos del almidón han coadyuvado a un coste razonable al mantenimiento de los canales de producción y uso de los productos comunitarios? La Evaluación llegó a la conclusión de que las medidas de apoyo brindadas al sector de la fécula han hecho de la patata de fécula un cultivo más atractivo que otros para los agricultores y, además, en la mayoría de los años, han aportado beneficios a los transformadores. A comienzos de los 90, el volumen excesivo de inversiones en el sector produjo una rápida expansión de la capacidad de producción de fécula. Y, aunque la posterior imposición de cuotas de producción frenó esa lluvia de inversiones, el hecho de que agricultores y transformadores produzcan hoy hasta el mismo límite de las cuotas prueba que la patata de fécula conserva su fuerza de atracción. Esta observación se sustenta además en ciertos datos que parecen confirmar que la patata de fécula es más rentable que los grandes cultivos alternativos (en Alemania, por ejemplo, algunos cultivadores hacen un pago anual para adquirir derechos de entrega de patatas de fécula). Los pagos directos que se hacen hoy a los cultivadores de patatas de fécula han creado en el tratamiento que se les da dos diferencias respecto a los productores de cereales: la primera es la mayor compensación que se les ofrece en las reformas de la Agenda 2000; la segunda es que, mientras esas mismas reformas han armonizado los pagos por superficie de los cereales y las semillas oleaginosas, puede esperarse que, en el período 2002-2003, el importe por hectárea de los pagos directos de las patatas de fécula se sitúe 400 euros por encima del de los pagos por superficie de los principales cultivos herbáceos. Observando que cada vez es menor la proporción del mercado interior del almidón que se abastece de fécula de patata (16.5% en el 2000) y que, por el contrario, este producto mantiene una fuerte presencia en el total de las exportaciones comunitarias EXECUTIVE SUMMARY PAGE E12 © LMC International Ltd, 2002 de productos del almidón (más del 50%), algunos usuarios finales consideran que hay una decidida tendencia a la exportación del producto en lugar de a su venta interior. Las industrias usuarias de almidón que obtienen el mayor valor añadido por euro de restitución por producción o exportación son las que menos necesitan las restituciones ya que el almidón es un artículo de bajo coste. Esto se aplica, por ejemplo, a los fabricantes de papel. Por el contrario, en el caso de algunas industrias químicas orgánicas, las restituciones constituyen un medio rentable de garantizar salidas interiores al almidón local. Es recomendable que el porcentaje del coste del almidón en el valor de los productos finales se sujete a un nivel mínimo por debajo del cual no se paguen ya restituciones por producción ni exportación. Asimismo, no hay ninguna razón para que, en las restituciones que reciben al exportar, los fabricantes de productos protegidos gocen de un tratamiento más generoso que los de un producto no protegido. En cuanto al régimen de perfeccionamiento activo (RPA), su aplicación es muy limitada en el sector comunitario del almidón, debido en parte a las restricciones que conlleva su uso. En estas condiciones, dicho régimen no puede constituir una alternativa válida al actual mecanismo de las restituciones por exportación. El hecho de incluir en el cálculo de las restituciones por exportación los créditos correspondientes a los subproductos apenas altera la estimación del nivel que deba aplicarse a aquéllas. La compensación no tiene por objeto situar el coste neto del trigo (sin los créditos de sus subproductos) en el mismo nivel que el del maíz, sino, antes bien, compensar la diferencia de precio de los productos de base en la Comunidad y en los principales países que compiten con ésta en los mercados de exportación. Si bien es cierto que el coste neto del trigo (sin los créditos de sus subproductos) por tonelada de almidón es con frecuencia inferior al coste neto del maíz, este dato no debe considerarse más que como el reflejo de una realidad comercial: la mayor competitividad de costes que tiene en la Comunidad el trigo sobre el maíz como materia prima del almidón. CAPÍTULO 6: IMPACTO DE LAS MEDIDAS EN LA RENTA Y EN EL DESARROLLO RURAL Con relación al impacto de las medidas en los ingresos y en el desarrollo rural, las preguntas fueron las siguientes: 6.1: ¿En qué medida ha contribuido el régimen del almidón de grano y de la fécula a apoyar la renta de los agricultores interesados, particularmente la de los cultivadores de patatas de fécula? Examen especial del papel de las estructuras de producción. 6.2: ¿De qué forma ha ayudado ese régimen a apoyar los ingresos de la población rural de las zonas interesadas? 6.3: ¿Hasta qué punto la política comunitaria en el sector del almidón de grano y de la fécula ha contribuido al desarrollo económico y social de las zonas rurales interesadas? 6.4: ¿La contribución de esa política al desarrollo de estas zonas se ha hecho o no a un coste razonable? El régimen de las patatas de fécula ha contribuido decisivamente a apoyar la renta de los cultivadores de ese producto. Tal conclusión se ve reforzada por el importante EXECUTIVE SUMMARY PAGE E13 © LMC International Ltd, 2002 papel que desempeñan en la transformación las empresas de estructura cooperativa. En cambio, la política que se aplica al almidón de cereales no parece tener una influencia significativa en la renta de los cultivadores de grano de las regiones que producen almidón. Esto se explica en parte por la imposibilidad de conocer con exactitud las zonas de las que procede la materia prima que utiliza la industria comunitaria del almidón de cereales. Así pues, es muy difícil relacionar las actividades de esa industria con unos beneficios de renta específicos en zonas rurales concretas y no podemos, por tanto, determinar si las medidas aplicadas al sector del almidón de cereales tienen o no influencia en los ingresos de las poblaciones rurales que producen el grano utilizado por ese sector. Los datos regionales que se han analizado en esta Evaluación, y que corresponden a zonas geográficas bastante extensas, no permiten afirmar con certeza que la presencia de una industria de la fécula contribuya significativamente a apoyar la renta de la población rural o a impulsar el desarrollo económico y social de las regiones que producen las patatas. El coste de las medidas de apoyo al sector de la fécula parece injustificado si se tienen en cuenta dos datos principales. El primero viene dado por la determinación de las restituciones por exportación: aunque la fécula recibe hoy la misma restitución que el almidón de maíz, el análisis parece indicar que, en las exportaciones, no se justifica para ella ninguna restitución residual (además de y por encima de la restitución por producción) dado que disfruta ya en el mercado internacional de una prima por encima del almidón de maíz. Esto equivale a una suma medida de unos 40 euros por tonelada de fécula exportada. El otro dato que apunta a la injustificación de las medidas de apoyo actuales es el hecho de que haya en Alemania agricultores dispuestos a pagar un importe anual por la obtención de derechos de entrega de patatas de fécula y que, en cambio, esos pagos no existan en el caso de los cereales o de las semillas oleaginosas. Esto se interpreta como una indicación de los beneficios extraordinarios («renta económica») que se ganan por hectárea con el cultivo de patatas de fécula. La suma media que se paga en Alemania por esos derechos de entrega ha llegado recientemente a más de 300 euros por hectárea. Si esta situación es reflejo de la existente en el conjunto de la Comunidad, dicha suma representa tres cuartos del importe adicional (mencionado en el Capítulo 5) de alrededor de 400 euros por hectárea (50 euros por tonelada de almidón) que reciben a través de los pagos directos los agricultores que plantan patatas de fécula. Ello quiere decir que, cuando un cultivador planta una hectárea con patatas, obtiene aproximadamente 400 euros más que el importe que percibiría en concepto de pagos por superficie si esa misma hectárea la plantara con cereales. CAPÍTULO 7: MÉTODOS DE GESTIÓN DEL SECTOR Las preguntas en torno a los métodos de gestión del sector fueron las siguientes: 7.1: ¿En qué medida el baremo de la fécula (en francés «barème féculier») hoy vigente ha posibilitado el seguimiento de la producción comunitaria real de fécula? 7.2: ¿Puede decirse que los coeficientes técnicos que se utilizan hoy para el cálculo de las restituciones por producción y exportación garanticen una compensación adecuada de las diferencias de precios? EXECUTIVE SUMMARY PAGE E14 © LMC International Ltd, 2002 7.3: ¿Cabe afirmar que el importe unitario que se aplica a las restituciones por exportación del almidón de maíz y de la fécula de patata, por una parte, y a la de los diversos tipos de glucosa, por otra, asegure una compensación adecuada por las diferencias de precios? 7.4: ¿Hasta qué punto garantizan una administración eficaz los mecanismos de gestión y los sistemas administrativos que rigen hoy en el sector del almidón de grano y de la fécula (particularmente, las cuotas de producción, la fijación de las restituciones y el seguimiento de los permisos)? Hay indicaciones de que el baremo aplicado a la patata de fécula subestima la producción real de almidón que se obtiene de ella. La magnitud exacta de la cantidad subestimada no hemos podido valorarla, no sólo por la falta de muchos de los datos básicos que habrían sido necesarios para este análisis, sino también por el conocimiento técnico especializado que exigiría éste. Pensamos que, si bien es cierto que el «barème féculier» contribuye al seguimiento de la producción comunitaria de fécula de patata, sus resultados no son tan exactos como podrían serlo cuando se trata del análisis global de la balanza oferta/demanda del sector. Para garantizar que las cuotas de producción cumplan el objetivo perseguido, recomendamos a la Comisión que emprenda una revisión técnica de los rendimientos reales de almidón que obtienen los transformadores de fécula gracias al uso de la moderna tecnología, y que modifique en consonancia el «barème féculier». En el curso de las entrevistas celebradas con transformadores y usuarios finales, no encontramos ninguna prueba de que hubiera una disparidad significativa entre los coeficientes técnicos administrativos aplicados a la gestión de las restituciones y los valores empíricos de los coeficientes resultantes de las modernas técnicas de transformación. Se considera oportuno introducir restituciones por exportación diferentes para la fécula de patata y para el almidón de maíz, dado que aquélla recibe una mayor prima que éste en el mercado de exportación (aunque no dentro de la Comunidad). También se considera adecuado que el cálculo mixto de la restitución por exportación de la glucosa y sus productos se modifique para reflejar la mayor importancia que ha adquirido el trigo como materia prima en los últimos años. El instrumento de gestión que más se criticó en las entrevistas con los agentes del sector fue el documento aduanero T5, que se utiliza para los almidones esterificados y eterificados y que se considera como una carga administrativa innecesaria. Lo cierto, sin embargo, es que ese documento ha sido necesario en el pasado para combatir el fraude y que la facilidad con que las almidonerías podrían eludir los controles en su ausencia reclama, a pesar de todo, su continuación. Si se comparan el número de empleos de los sectores público y privado relacionados con la administración del régimen del almidón y el valor añadido que se obtiene con la industria de ese producto, resulta que cada empleo a tiempo completo corresponde a 1,68 millones de euros de valor añadido en el conjunto del sector («filière»). Esto supone una alta proporción del personal administrativo en el valor añadido global. Más concretamente, si se tienen en cuenta el coste total de ese personal y sus gastos no salariales, bien puede colegirse que los gastos de gestión absorban hasta el 5% del valor añadido del sector. EXECUTIVE SUMMARY PAGE E15 © LMC International Ltd, 2002 CAPÍTULO 8: CONCLUSIONES Las conclusiones pueden resumirse en tres grandes rúbricas: restituciones por producción, restituciones por exportación y medidas especiales aplicadas al sector de la fécula de patata. Restituciones por producción La Evaluación llega a la conclusión de que, mientras para los almidones de maíz, de patata y de cereales menores sigue siendo adecuado el mantenimiento de una misma restitución por producción, el trigo, en cambio, debe recibir otra diferente, y ésta, al igual que la del maíz, ha de tener en cuenta los créditos que representan los subproductos. Asimismo, hemos llegado a la conclusión de que, a los efectos de las restituciones por producción, es necesario modificar la definición de los productos autorizados introduciendo el requisito de que el contenido de almidón supere en el valor del producto final un umbral mínimo de, por ejemplo, un 5%. En fin, nuestra conclusión es que, si se establecen restituciones por producción diferentes para el trigo y el maíz, el régimen global de éstas ganará flexibilidad en materia de fijación anticipada, haciéndose más flexible también la gestión de los permisos de exportación y reduciéndose la necesidad de trámites burocráticos. Restituciones por exportación De acuerdo con lo expuesto a propósito de las restituciones por producción, consideramos que el cálculo de las restituciones por exportación del trigo y del maíz debería tener en cuenta los créditos derivados de los subproductos. Como se indica en el Capítulo 5, estimamos que no hay ningún motivo por el que los productores de productos protegidos deban recibir un tratamiento más generoso que los de un producto no protegido en las restituciones que se les pagan al exportar su producción. Aunque somos favorables al mantenimiento de un cálculo mixto para determinar las restituciones por exportación de la glucosa, consideramos que debe darse el mismo peso (50:50, frente al actual 25:75) a las restituciones de los almidones de trigo y de maíz. De los datos de la base Comext sobre las exportaciones de productos del almidón del Anexo I, se infiere que existe una correlación empírica entre el nivel de la restitución por exportación y el incentivo para exportar almidones de maíz y de trigo y productos de la glucosa. Esta correlación parece indicar que tal incentivo va más allá de la simple compensación de la diferencia de precios de los productos de base. Es prioritario reunir y analizar datos completos sobre los permisos de exportación expedidos desde 1992 para las principales categorías de productos del almidón a fin de determinar si la correlación que ha encontrado esta Evaluación basándose en los datos Comext se aplica asimismo a las estadísticas de esos permisos. Si tal es el caso, será necesario efectuar un nuevo análisis para comprobar si dicha correlación es resultado del método empleado para calcular las restituciones por exportación. EXECUTIVE SUMMARY PAGE E16 © LMC International Ltd, 2002 Fécula de patata Mientras se considera que el almidón de maíz y la fécula de patata deben recibir la misma restitución por producción, el análisis de sus precios de exportación más recientes indica que, a diferencia del almidón de maíz, la fécula no requiere una restitución por exportación residual (es decir, además de y por encima de la restitución por producción) para compensar las diferencias de precios. Asimismo, hemos llegado a la conclusión de que la prima de la fécula de patata es necesaria para compensar a sus productores por las desventajas que conlleva esta transformación: ausencia de subproductos valiosos y campañas más cortas que las de los otros transformadores de almidón. El ejemplo de la industria neerlandesa de la fécula pone claramente de manifiesto que, por causa de esos factores, los costes de transformación de este producto son considerablemente más altos que los de los almidones de cereales. Tras examinar las cuentas anuales de una importante empresa dedicada a la fécula de patata, hemos comprobado la importancia que reviste la prima de este producto: gracias a ella, la empresa obtuvo beneficios en cuatro de los cinco últimos años de los que dispusimos de datos; sin la prima, en cambio, habría sufrido pérdidas en cuatro de esos mismos cinco años. La armonización de los pagos por superficie de los cereales y de las semillas oleaginosas constituye una nueva pieza de importancia en la política agrícola común (PAC). Se recomienda que los pagos directos a los cultivadores de patata de fécula se revisen de acuerdo con esta nueva política. Como ya antes se ha indicado, consideramos que la rentabilidad de la producción de patatas de fécula queda ampliamente demostrada por el hecho de que haya agricultores dispuestos a comprar derechos de entrega. En la muestra alemana que hemos manejado, el importe anual de los pagos realizados por esos derechos sobrepasó los 300 euros por hectárea. Tal cifra debe ponerse en relación con el cálculo que hemos realizado en esta Evaluación, según el cual el coste presupuestario de los pagos directos (por hectárea) a los cultivadores de patata de fécula les aportará hacia el año 2002-2003 una renta próxima a los 400 euros/hectárea por encima de la que reciben como media, en concepto de pagos por superficie, los productores de cereales y de semillas oleaginosas. Cerca del 20% (80 euros) de esta mayor renta por hectárea es el resultado de una decisión: frente a las reducciones de los precios de intervención adoptadas en el marco de la Agenda 2000, los pagos directos a los cultivadores de patatas de fécula suponen una compensación del 75%, mientras que la subida de los pagos por superficie decidida para los productores de cereales sólo supone una compensación del 48,4%. Los cerca de 320 euros restantes son consecuencia directa del mayor rendimiento de almidón que se obtiene por hectárea con la patata de fécula. Es revelador el hecho de que esa cifra se aproxime a la de los pagos que efectúan por la compra de derechos de entrega algunos cultivadores alemanes de patatas de fécula, y esto hace pensar que gran parte del beneficio de los pagos directos se refleja en la mayor rentabilidad del cultivo de ese producto y en la valoración en el mercado de sus derechos de entrega. Analizando los costes presupuestarios, hemos llegado a la conclusión de que, si sólo se tienen en cuenta el coste de la prima de la fécula y el de la diferente compensación decidida para ésta frente a la reducción de los precios de intervención de la Agenda 2000 (diferencia entre el 75% de compensación adoptado para los pagos directos de la patata y el 48,4% aplicado a los pagos por superficie de los cereales desde el año 2000-2001), resulta que el coste presupuestario neto que le supone a la Comisión EXECUTIVE SUMMARY PAGE E17 © LMC International Ltd, 2002 crear en zonas rurales un empleo a tiempo completo con el régimen de la patata de fécula se sitúa actualmente en una cifra próxima a los 8.000 euros anuales. Si, por el contrario, se opina que, ante la decisión de armonizar los pagos por superficie de los cereales y las semillas oleaginosas desde la campaña 2002-2003, el método adecuado para calcular los costes presupuestarios es el que mide éstos por hectárea de tierra, resulta entonces muy superior el coste de crear un empleo con las medidas del régimen de la patata. Adoptando este punto de vista, nuestra conclusión final es que, si son los pagos por superficie de cereales los que se toman como punto de referencia para evaluar los costes de oportunidad que representan para el presupuesto de la Comisión los pagos directos a los cultivadores de patata de fécula por hectárea de cultivo, el coste de generación de empleo (crear en zonas rurales un empleo a tiempo completo con las medidas de apoyo a la patata) alcanzará en la campaña 2002-2003 un importe cercano a los 18.000 euros anuales. EXECUTIVE SUMMARY PAGE E18 © LMC International Ltd, 2002