Parábola de la moneda perdida 1 Parábola de la moneda perdida. Lucas 15:8-10 ¿O qué mujer que tiene diez dracmas, si pierde una dracma, no enciende la lámpara, y barre la casa, y busca con diligencia hasta encontrarla? 9 Y cuando la encuentra, reúne a sus amigas y vecinas, diciendo: Gozaos conmigo, porque he encontrado la dracma que había perdido. 10 Así os digo que hay gozo delante de los ángeles de Dios por un pecador que se arrepiente. En el capítulo quince de Lucas, encontramos tres parábolas, y en ellas podemos observar que se refiere a algo que se ha perdido (La oveja perdida, la moneda perdida y el hijo prodigo). El propósito de estas parábolas no es describir a los perdidos o la caída del hombre, sino que el énfasis está en la forma en que Dios trata al alma perdida. Más específicamente, en la forma como el Padre, el Hijo, y el Espíritu Santo actúan para con los perdidos o los que se han desviado del camino. Estas tres parábolas realmente nos revelan la obra triple de las tres personas de la trinidad. La oveja perdida (La acción del Hijo) La moneda perdida (La acción del Espíritu) El hijo prodigo (La acción del Padre). En esta ocasión vamos a estudiar la parábola de la moneda perdida. Esta parábola es muy parecida a la anterior (La oveja perdida), con la única diferencia que ahora en esta, es más bien indicando la acción del Espíritu Santo, cabe recordar que en la parábola de la oveja perdida se enfatiza el amor y la misericordia del hijo por las ovejas perdidas. La moneda mencionada en la Parábola es un δραχμή, Dracma. Cabe notar que esta moneda dejo de circular en los días de Nerón y reemplazada por el Denario, sin embargo Lucas menciona la misma palabra que había pronunciado Jesús. En aquellos días un Dracma equivalía al salario de un día, es decir las diez monedas de la mujer vienen a representar una tercera parte del salario mensual. Iglesia Cristiana Luz de Cristo www.iglesialuzdecristo.org Parábola de la moneda perdida 2 Vamos a tratar enseñanzas de esta parábola y como el Espíritu Santo actúa tanto en no cristianos (para que vengan a Él), como en Cristianos para que se arrepientan de sus pecados. El Espíritu Santo es quien nos convence de pecado, de justicia y de Juicio (Juan 16:9); cuando estábamos perdidos, sin esperanza, sin Dios, el Espíritu Santo llego un día y nos dio la iluminación en nuestros corazones de que necesitábamos salvación, de que hay un Dios Todopoderoso creador de todo y que le debemos reverencia a Él. Esto fue logrado solo por la acción del Espíritu en nuestras vidas. En los hijos de Dios funciona igual, ya que Dios Espíritu Santo nos vive redarguyendo, amonestándonos y enseñándonos. La iluminación por el Espíritu Santo Vemos en la parábola que esta moneda perdida está en la casa, a diferencia de la oveja perdida donde el pastor sale a buscar la que se había extraviado. El Espíritu Santo continúa en esa labor en nosotros, dándonos entendimiento e iluminación de la Biblia. Somos de gran valor La Biblia declara que los seres humanos perdimos nuestra autoridad y privilegios en la caída de Adán y Eva, pero Cristo vino a buscar y salvar lo que se había perdido (Lucas 19:10); cuando fuimos creados, Dios nos formó a su imagen y semejanza, y el propósito de Dios es conformarnos a la imagen de su Hijo Jesucristo. Esta es la única razón por la que valemos algo, porque la sangre de Jesucristo esta sobre nosotros. La moneda llevaba la imagen del rey o emperador para darle el valor correspondiente. Este es uno de los motivos por lo cual la mujer buscaba la moneda, no se trataba de cualquier moneda, tenía un gran significado y valor para ella . Iglesia Cristiana Luz de Cristo www.iglesialuzdecristo.org Parábola de la moneda perdida 3 La moneda estaba perdida pero dentro de la casa De una cosa estaba segura la mujer y es que la moneda se encontraba en la casa; Por tal razón la buscó diligentemente hasta encontrarla. Muchas personas dice la Biblia van a perderse, pero no es porque Dios no trató con ellas, sino que endurecieron su corazón. Si escuchamos hoy su voz no endurezcamos el corazón (Hebreos 3:7-8). Vemos que hay una gran alegría al igual que la Parábola de la oveja perdida, cuando se encuentra lo que se ha perdido. Iglesia Cristiana Luz de Cristo www.iglesialuzdecristo.org