POSTURA HUMANA

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POSTURA HUMANA
EVOLUCIÓN
Este tema en un libro de columna, hombro y
extremidades es importante porque el estudio
clínico se basa en componentes posturales mecánicos y neurológicos generados con frecuencia por microtraumatismos con base congénita.
Por lo tanto, una concepción filogenética y ontogenética da pie para admirar el cuerpo humano y el ambiente en un contexto amplio en el
que la naturaleza, dinámica y cambiante, relaciona la estructura con la función. La extremidad cefálica como un timón condiciona el movimiento de todo el cuerpo, es por ello que su
estudio no puede detenerse en un síndrome determinado sin advertir sus implicaciones patogénicas de orden general. Esas pautas que gobiernan al hombre admiten aciertos y errores
que generan perfecciones que se asientan sobre
gran cantidad de falencias necesarias cometidas por la fisicobiología. Las estructuras humanas se producen por cambios no acumulativos; por sustitución y coherencia no por adición o correspondencia; lo que refuta errores
más que confirmar verdades. Asimismo, siempre se relaciona lo heredado con lo adquirido.
El hombre no está hecho, viene preparado para hacer; es producto de mutaciones variables
sin adaptación, supeditadas a un acto selectivo
posterior que busca para cada circunstancia el
fuerte, pero no el más fuerte. El Gran Artífice
deja ver el cuerpo humano en relación con su
medida, pero en la intimidad las perfecciones o
deformaciones latentes se magnifican con el
tiempo; es por eso que los huesos se mantienen
o deforman, y en la vejez se acrecientan las
virtudes y los defectos de acuerdo con su predominio en la juventud. La circulación microscópica de la médula y de otros tejidos, variable
y antojadiza, fue creada por la biología con
sentido aleatorio para que la vida en ese nivel
pueda seguir en funcionamiento de manera autorregulada, sin supeditarse a una acción sistémica inexorable. Es como la libertad individual que se ejerce todos los días sobre leyes establecidas, o el equilibrio que adquiere la Tierra como parte del universo, o un momento de
la existencia en relación con la cultura. La evolución tomada en mayores dimensiones, como
la macrofísica, nos vuelve a engañar cuando se
debe colocar en el mismo grupo, por su anatomía y fisiología comparada, al armadillo, la
oveja y el hipopótamo. La verdad local y casi
atemporal se hace con las medidas del ser humano, pero la presencia de lo universal exige
adoptar otros parámetros de medida. En su libro, A. Makinistian20 trae a colación las palabras del famoso genetista T. Dobzhansky: “La
evolución biológica es una parte de la evolución del cosmos. La aparición y el desarrollo
del género humano es una parte de la historia
de la evolución biológica. El hombre no puede
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alcanzar una comprensión veraz de su propia
naturaleza sin el conocimiento de su pasado”.
El ser humano como todas las cosas, considerado en términos científicos, nace de las estrellas. La vida hace 2.000 millones de años se expande en la litosfera, y genera la biosfera (10 kilómetros arriba y abajo del agua) y cuando aparece el razonamiento y la reflexión se presenta
la cultura (noosfera).
En la era Paleozoica aparecen los vertebrados, y en el período Devónico algunos se organizan y con mutaciones profundas se trasladan a
tierra firme (395-345 millones de años). En la
era Mesozoica (período Cretácico, 141-65 millones de años) aparecen las primeras plantas
con flor y se extinguen todos los dinosaurios.
En la era Cenozoica (de 65 millones de años
hasta nuestros días), en el Paleoceno, se presentan los prosimios, y en el Oligoceno surgen los
primeros monos antropoides y el origen del
hombre. Los homínidos, en la era Cenozoica,
hace 5 millones de años, se separan de los simios africanos. En el Pleistoceno (entre 1,6 millones de años y 700.000 años) aparece el Homo
erectus con una herramienta nueva, el hacha de
mano.
En una rápida síntesis admiramos la evolución que va de los animales multicelulares, que
se alimentan de dietas complejas, hasta los cordados con sacos branquiales, vertebrados con
médula encerrada entre huesos y mamíferos con
glándulas que producen leche. Los primates, arborícolas, evolucionan a homínidos con ojos en
plano frontal, visión de colores y bípedos. El
género Homo presenta encéfalo grande, lenguaje y niñez prolongada, y los sapiens frente amplia, pelo escaso y mentón prominente.
Los sapiens neanderthalensis existieron hace
35.000 años; tenían costumbres ceremoniales
para sus muertos, lo que indica espiritualidad
con sentido grupal. En la época de Sumer o
Egipto el cerebro tenía todos los atributos modernos. Todos los homínidos fósiles de los últimos 30.000 años pertenecen al humano moderno desde el punto de vista anatómico (homo sapiens sapiens), que se expresa en las pinturas rupestres de España y sur de Francia.
Si se considera que la formación de la Tierra
se produjo hace 4.500 millones de años y se
compara su evolución con un año calendario se
advierte que las bacterias aparecieron el 1 de
marzo, los peces el 21 de noviembre, los mamíferos el 16 de diciembre, el homo sapiens el 31
a las 19 horas. Aprendió a manejar el fuego a las
23:46 y el hombre actual se hizo presente a las
23:56. El advenimiento de la electrónica se produce a milésimas de segundo de fin de año y el
ochenta por ciento de la historia de la vida corresponde a los microorganismos.
Con estas fechas comparativas se puede afirmar que el hombre es un recién llegado a la Tierra que aparece con cuello y ojos que le permiten ver colores en tres dimensiones, hablar con
el amigo o de reojo mirar al enemigo, y por su
posición ortográdica, rascarse cualquier lugar
del cuerpo mientras en su brazo levanta un hijo.
Organización comparada del ser humano
Cada tejido posee diferente antigüedad o jerarquía como el tronco de los árboles o las eras
de la Tierra. Cada ligamento, músculo o fascículo nervioso tiene su historia evolutiva, pero la
función representa lo cotidiano que se nutre de
oportunidad y ambiente. La mutación genética
y el entorno son los artífices de las especies, no
el uso de un órgano que mejora o decae en sus
posibilidades con el tiempo. Por eso la vida de
la especie se nutre de la muerte de sus descendientes.
La naturaleza hace intentos genéticos al tanteo con ensayo y error dirigidos por pautas desconocidas; se comporta como quien construye
prototipos de instrumentos; si son malos, el
mercado los deja de usar y los consume hasta
que se agote el depósito. Lo que no se sabe es
en qué medida el mercado crea el nuevo prototipo en relación con las mutaciones. No obstante, se debe reconocer que los genes son diferentes por sí solos, no por su condición de intercambio. Al aceptar que no son dirigidos y sí
aleatorios se puede contradecir la frase que indica que “Natura non facit saltum”, en realidad
los hace el DNA, y si le complace al ambiente,
se completan. Los últimos descubrimientos sobre genes saltarines entre los cromosomas hacen pensar que el azar preexiste a la selección.
Hay innumerables ejemplos en biología de apariciones bruscas y antojadizas que niegan una
evolución acumulativa y propician una relación
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entre lo aportado por los ácidos nucleicos y lo
adquirido en el ambiente; es decir que el famoso “eslabón perdido” está ausente porque no
existió. Es como la felicidad, no se desea, aparece. Si en cada generación el gen no cambia, la
homología de los órganos sigue igual. Sin embargo, más allá de la forma de pensar hay una
ley que permite hacerlo, como si fuera una conducta única, un mandato oculto, una dirección o
una pauta como un collar en el que cada perla es
una contradicción que en forma paradójica unifica y en el que todo es diferente pero similar.
Como dice Sagan:30 “las aletas se convierten en
patas, y las patas en miembros natatorios o alas;
los pies en manos o a la inversa; las glándulas
sebáceas en glándulas mamarias; los arcos branquiales en los huesos del oído; las escamas de
los tiburones en dientes, etc.” Se diría que todas
las estructuras del cuerpo con un sentido que le
es propio, como el clima y la tierra en la prehistoria, se transformaron hace millones de años.
Así el homo sapiens aparece como bípedo y
erecto, con cerebro grande, mandíbulas pequeñas y pulgar oponible a todos los dedos, la mandíbula se achica cuando el cerebro se agranda,
porque lo defienden de su medio la inteligencia,
la destreza manual, el control corporal y la sensibilidad táctil. Sin embargo, con todas las habilidades que lo enaltecen genera una gran capacidad destructora al poder transformar una idea
en instrumentos para matar.
El hombre es de la Tierra y no a la inversa,
con igual sentido, sin descender en forma directa de nadie es una rama en el árbol de la vida. A todos necesitó para su evolución, pero él
es una circunstancia, un individuo en la biosfera con total responsabilidad por su esencia. Paradoja: es de todos pero de nadie en especial.
Él se distingue al clasificar los mamíferos al
igual que la historia argumentada por los vencedores. El estudio del ser humano considera
datos que se creen verdaderos, lo cual lo hace
humilde por nacimiento y acción, y además
porque la fisicobiología no le discute pero se
enoja. Fue un triunfo de la fisicobiología crear
al ser humano como interlocutor válido para
dialogar y ponerse de acuerdo sobre el futuro.
Pero se sabe que si no mejora su comportamiento por el consejo lo hará por el dolor, si
tiene tiempo de redimirse.
CLASIFICACIÓN
Estructura encefálica
Se observó que en la evolución del aparato
locomotor y el sistema nervioso todo lo medial
es más antiguo, y lo lateral moderno. Y con respecto al dolor, de acuerdo con lo expuesto por el
autor, se distribuye en el mismo sentido espacial.8 Se propone la existencia de dos sistemas
que se complementan con esa ubicación, y cuyas propiedades ayudan a racionalizar mejor la
patogenia.
La estructura encéfalica también se forma
mediante una organización espacial con historia, donde la más profunda es la más antigua.
Moore,24 MacLean20 y Pribram28 apoyaron la
idea de dividir el encéfalo de acuerdo con su pasado en componentes arquiencéfalo, paleoencéfalo y neoencéfalo. Se componen de neurotransmisores distintos, y funciones diferentes; no
obstante, trabajan en forma coordinada unidos
por el patrón común que les diera origen. Así es
la naturaleza, para su equilibrio genera contradicciones inestables. Esta idea es una simplicación de los sistemas, pero en términos generales, válida.
En síntesis, el cerebro “trino” de MacLean se
compone del complejo R (sistema límbico y
neocortex) que es el arquiencéfalo que representa la vida; otro sector llamado paleoencéfalo
significa el reaseguro y el mantenimiento de ésta, y el neoencéfalo es producto de la lucha diaria que procura en cada momento perpetuar la
especie de acuerdo con las demandas del ambiente.
a) Arquiencéfalo (estructura reptiliana)
Es el cerebro posterior de MacLean que está
ubicado en el sector medial (arquiencéfalo), y
se compone del tronco cerebral con estría olfatoria, cuerpo estriado, globus pálidus, bulbo y
protuberancia que, junto con la médula, forman
el “armazón neural”. Controla respiración, ritmo cardíaco, circulación y reproducción, y está
representada por los sistemas reticulares, autonómicos y arquicerebelovestibulares. Las proyecciones multisinápticas y bilaterales le permiten la visión, el olfato, la caza, la defensa o la
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huida. Es el motor posterior de la lancha que la
proyecta hacia adelante. Lo reptiliano representa la vitalidad legada por los antepasados. En la
estimulación experimental los animales responden con miedo, ira o con deseos de sexo, comida, defensa o ataque. Sus reacciones son programadas y automáticas. El instinto predomina y
las crías de los reptiles, con excepción del cocodrilo, nacen con capacidad de escapar; son adultos en pequeño, aptos para huir de sus padres
que quieren devorarlos. Este cerebro desempeña
un papel importante en la conducta agresiva y la
territorialidad.
Los reptiles desarrollaron la vista y dormían
de noche, los mamíferos primitivos, más pequeños y débiles, incrementaron el olfato para poder comer la nidada de los reptiles en las sombras. Los dinosaurios son los representantes del
complejo R “que aparecieron hace 230 millones
de años y durante más de 150 millones constituyeron, sin lugar a dudas, el dominio más extraordinario entre los que existieron sobre la superficie de nuestro planeta. La especie humana
no alcanzó desde sus orígenes como tal las
10.000 generaciones, en cambio, los dinosaurios llegaron a perpetrar hasta su desaparición
5,5 millones. Se estudiaron más de 1.650 especies del tamaño de una gallina hasta colosos de
treinta metros de longitud y cien toneladas de
peso” (Blaschke 1993). La extinción se produjo
en forma masiva y total hace 65 millones de
años en un lapso agónico de 25 millones de
años. En biología esta etapa evolutiva se representa por el instinto que nos defiende en forma
parcial e interesada.
tum); c) la parte basolateral recibe e interpreta
señales del mundo exterior y suele traducirse en
emociones a menudo negativas, como depresión,
ansiedad, agresión o miedo (amígdala); d) el hipocampo parece implicado en la memoria y en
la comparación de señales procedentes del exterior y el interior, incluso puede participar en la
toma de decisiones; e) los sistemas reticulares
talámicos y mesencefálicos dirigen los impulsos
a la corteza cerebral donde se almacenan en forma de ideas y conceptos. La formación reticular
talámica (lateral) se activa en la vigilia, y la mesencefálica (medial), siempre alerta, atiende el
contenido consciente del sistema talámico. Es
una corteza antigua que mantiene la perpetuación de la especie al regular el impulso sexual y
el cuidado esmerado de la cría. Su esencia funcional es elegir patrones de comportamiento basados en la información sensitivomotora. Lo
fundamental son las manifestaciones emocionales, afectivas, el mantenimiento de la homeostasis, la regulación del hambre y la sed. Se postuló la teoría de que antes que la manualidad apareció la bipedia para facilitar las relaciones sexuales. Parece que por esa razón el apareamiento en los dinosaurios requería equilibrio y trabajo dadas las placas puntiagudas y afiladas que
cubrían sus cuerpos. El peso disminuía cuando
esa función se realizaba en medio del agua. Los
delfines, en cambio, en el momento de parir se
parecen a los seres humanos cuando son ayudados por sus pares, o los elefantes cuando cuidan
a sus muertos; esto prueba en alguna forma la
autoconciencia, porque tienen sentido del “yo” y
el “tú” al reconocer la muerte.
b) Paleoencéfalo (estructura
paleomamífera)
c) Neocerebro
Esta representado por el sistema límbico que,
como su nombre lo indica, es el límite con los
hemisferios. Son fibras nerviosas que relacionan la corteza cingulada, septum, amígdalas, hipocampo e hipotálamo (liberación de hormonas), hipófisis, entre otros.
En resumen, Pribram indicó que:29 a) el sistema límbico es el ejecutivo central; b) la parte
medial del lóbulo frontal parece interesarse en
atención, niveles de conciencia, memoria y algunas emociones positivas como la alegría (sep-
Representa el 90% del volumen de los hemisferios. La placenta es una modificación del huevo reptiliano, en el que la membrana respiratoria de éste se une a la pared del interior del útero materno para posibilitar el intercambio entre
madre y feto. De acuerdo con su historia en las
aguas amnióticas el feto se desarrolla, se acuna
y quiere igual tratamiento al nacer. En un momento tiene branquias como los peces y cola como los monos, pero después se atrofian. En
1982 nació un niño con cola en Boston16 y se recordaron cientos en la literatura; es decir que
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eso daría pie a pensar que en el desarrollo del
embrión se produciría la recapitulación de la especie. Sabemos que esto no es así en sentido estricto pero el apéndice caudal en el embrión humano llega a alcanzar 14 a 16 mm y después
desaparece, como suele pasar en la evocación
filogenética representada por múltiples mamas
en los humanos. Montagna indicó que “todos
los embriones de los vertebrados desarrollan
una faringe que se parece a la de los peces. Los
embriones del hombre y los peces forman sacos, arcos y hendiduras faríngeas, al igual que
las mandíbulas, las branquias y sus soportes esqueléticos”. Después de los trabajos de Louis
Bolk hay una nueva forma de interpretar estos
fenómenos llamados neotenia, en la que se explica que los rasgos juveniles se proyectan a la
adultez del ser humano y se degradan en los simios. Por eso los embriones o monos jóvenes
son similares en sus características morfológicas al hombre, pero se desvanecen en el tiempo
hasta adquirir la forma de antropoides.
El feto humano vive y siente el medio; a los
seis meses, de acuerdo con los estudios sobre el
ritmo cardíaco, reacciona ante los ruidos, reconoce la voz de la madre hablada o cantada. Asimismo se probó que los niños nacidos del mismo óvulo tienen cocientes intelectuales similares, por lo que se infiere que estas variaciones se
determinan por vía genética, como el temperamento. El ser humano se presenta “precocinado”
pero con diferente respuesta a la cocción, por lo
tanto, lo debemos analizar con el entorno como
al pez dentro del agua; sin ambiente apropiado
no hay vida. Todo viene con los genes, pero el
entorno los puede “vetar”; si el gen es una llave,
el ambiente es la cerradura. Aparece la vida
cuando se abre la puerta, pero en cada momento
se ponen a prueba ambos componentes, que se
forman de materiales diferentes. La importancia
en los adultos y el medio se puede estudiar en los
trabajos de Schwartz31 y Wilson.36
Hemisferios cerebrales: el cerebro del chimpancé no cambió durante millones de años, y
este animal no puede hablar porque le faltan las
áreas 39 y 40 de Brodmann. El niño nace con
esas posibilidades pero las debe completar el
entorno, dado que necesita diez años para incrementar los sistemas de asociación cortical y
reticular para mejorar las percepciones y los
movimientos rápidos y versátiles. Es decir que
seguimos madurando de acuerdo con el potencial que traemos y los que nos permite el ambiente.
El cuerpo y el cerebro del ser humano siguen
con el mismo volumen desde los últimos
100.000 años, y el hecho de que el cerebro no
se expanda, tras un millón de años de crecimiento explosivo, sugiere que la evolución humana puede haberse terminado.14 Makinistian21
tomó las palabras expresadas al respecto por
Jepsen: “los cerebros son como carteras; el
contenido es más importante que el tamaño”. Si
no fuera así tendríamos que afirmar que Anatole France y Walt Whitman eran ignorantes por
lo pequeño que resultó el volumen de sus cerebros. Este tipo de relación fue descrita por Lewin17 en forma muy precisa. Entonces tenemos
que inferir que la calidad genética es trascendente, porque en cantidad los investigadores
expresaron que la diferencia entre el hombre y
el chimpancé es de sólo el 1% en los ácidos
aminados.37
Se constató que la función en los hemisferios
es asimétrica. Se llegó a esa aseveración irrefutable por las investigaciones realizadas en pacientes con lesión del cuerpo calloso (cerebros
hendidos).33 El izquierdo es más lógico, matemático, racional, y opera en forma digital. El
derecho calcula espacio, tono afectivo y expresión emocional. Es la sede de la música, el arte, reconoce modelos visuales complejos y es
intuitivo; opera en paralelo (holonómico). El
primero es más occidental,m el otro oriental,
por eso los japoneses poseen una asimetría diferente a los ciudadanos norteamericanos investigados.13,32
Gazzaniga12 colaborador de Sperry, le enseñó a un joven con cerebro hendido una mujer
desnuda en fotografía, el paciente se turbó y escondió el rostro, cuando la mostraron sobre el
lado derecho, para ser observada por el hemisferio izquierdo, describió la foto sin expresión
emocional. No podemos dejar de pensar qué
sucedería si un hemicerebro quiere ir al teatro y
otro tomar lecciones de matemáticas. O si uno
quiere matar a una persona y el otro se opone.
Siguiendo esta broma, el doctor Gazzaniga argumentó que la justicia tendría un problema
muy difícil para resolver. Por lo expuesto se
10 DOLOR CERVICAL
puede aducir que hay dos conciencias vistas
con criterio analítico, pero observadas con sentido funcional se complementan como el gen y
el entorno. Una visión parcial nos hace pensar
que en el cerebro hay sólo localizaciones, cuando en realidad hay estructuras más o menos
concentradas que se integran y pueden suplir la
anormalidad. La localización exesiva hace peligrar la función, como en el caso de un médico
especialista que sólo tiene conocimientos de
ella. Cada hemicerebro se nutre del entorno y
del otro para generar conceptos e imágenes; no
es lo mismo un cálculo matemático que observar el color azul. Si se deja correr la imaginación, ningún estudio demostró la transición del
cerebro a la mente, o del gen a la neurona o la
idea. No hay eslabones perdidos porque no hay
transiciones graduadas; es el mismo salto que
separa en el análisis al sujeto del objeto, la inmanencia de la trascendencia o el antropoide
del hombre.
Homolateral y contralateral: el cerebro es
una red neuronal en la que se inscriben los actos y sensaciones; está organizado de tal forma
que la red es general y lo parcial está indicado
por las decusaciones fasciculares. Está formado
para compensar mediante ese arbitrio en forma
directa o indirecta las funciones dañadas. El entrecruzamiento de las estructuras es un reaseguro funcional, porque un hemicerebro produce
disfunción contralateral y a su vez despierta la
red homolateral redundante, y la acción perdida
puede aparecer. Las lesiones con efecto cruzado
actúan en los músculos flexores en la extremidad superior distal y las homolaterales en los
sectores proximales. Los receptores de las estructuras proximales (mediales) poseen 40 veces más sensibilidad propioceptiva inconsciente
que las distales, por eso sin dirección propuesta
por los hombros o la pelvis no hay movimiento
digital bien realizado2,3 En el cerebro hay grandes inhibiciones para que la acción se realice
con suavidad y sin cocontracciones innecesarias. El acto voluntario es una facilitación local
del sistema nervioso, rodeado de inhibiciones
de la red neuronal, que pueden cambiar de función ante la emergencia o el daño neuronal. Un
movimiento coordinado depende del entorno
como de las neuronas actuantes; la incapacidad
de unas facilita las neuronas que estaban inhibi-
das. Como siempre, para que haya algo congruente debe existir algo opuesto que trate de
acallarlo. Se recuerda al lector que no se trata de
política sino del comportamiento del sistema
nervioso.
Lenguaje humano: el ser humano se compone de materia, mente e información. Esta última, entre otras cosas, se genera por el lenguaje
que objetiva la psicología y se forma por la cultura y la palabra articulada. Los signos genéticos de comunicación en los simios evolucionan
a formas versátiles y múltiples para constituir
en el ser humano la palabra que la diferencia del
grito. Los antropoides se comunican por señales, el ser humano, por símbolos; ellos no buscan la verdad, a nosotros nos obsesiona. Sin embargo, se probó que los monos pueden entenderse con el hombre mediante movimientos utilizados por los sordomudos.27 Es decir que el
lenguaje se comporta como un don natural en el
que la semántica es la calidad del instinto que le
diera origen, y que fue en el hombre primitivo,
en principio, magia y mito. No obstante, el lenguaje por definición se integra con sonidos, pero la comunicación que genera conceptos puede
realizarse por otros medios. Keller, ciega sorda
y muda, aprendió a comunicarse mediante el
tacto, y fue escritora. Afirmaba: “Todo objeto
que tocaba mi mano parecía palpitar con la vida”.18 La necesidad de la mente humana de
crear símbolos nace en el cerebro y el movimiento; son causa y efecto en forma respectiva;
la vocalización y la manualidad autorregulan la
creación de las vías nerviosas. Lo hacen con independencia, si no hay vocalización los sordomudos se entienden por señas y los que sólo
sienten la piel, por el tacto. El viento mueve el
follaje de un árbol; sin viento o sin hojas no hay
ruido. No obstante se reconocen que el estímulo inicial se debe al viento, o al sistema nervioso en nuestro ejemplo. La totalidad del cuerpo
humano, como la articulación de la palabra, reposan sobre patrones reflejos, pero la codificación lingüística la da la cultura, y se expresa por
gestos, ruidos, mímica, y actitud.
El lenguaje al comienzo es “expresivo” y después “señalizador”; en ambos casos se trata de
manifestaciones primitivas. Después se transforma en “descriptivo” donde se hace conciencia de los actos verdaderos o no. La etapa “ar-
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gumentativa” agregada por Popper26 analiza el
problema de la verdad, pero en relación con la
hipótesis y la crítica, lo cual nos lleva a la cultura. Si lo descriptivo es más individual, lo argumentativo tiene proyección social. Por eso
este autor manifiesta que las abejas expresan
su estado interior bailando, y con sus vuelos
informan la distancia del alimento a sus pares,
pero no pueden mentir, cosa que las aleja de la
función descriptiva. Tal es así que un cruce de
abejas austríacas e italianas determinó una
pérdida de cálculo en las medidas, lo que para
unas era 20 metros para la cruzadas era el doble. Eccles y Popper llegaron a la conclusión
de que el poder argumentativo y la capacidad
de mentir o decir la verdad fue lo que produjo
el incremento del cerebro. El desarrollo de las
áreas parietales y temporales se incrementa
con la acción sobre el medio, pero los símbolos expresados por el lenguaje, la actitud y el
gesto desde la biología generan la cultura. Se
hereda la capacidad de adquirir y con ello la
posibilidad de hablar, pero la genética debe
ser aceptada por el medio que la completa; los
cromosomas nos dan el sentido, el ambiente,
los momentos. La expresión de los símbolos,
como la bipedestación, no es acto volitivo, es
aparición inesperada. Se estudia con ahínco
un idioma, la aparición de una frase con sentido aparece en forma repentina en medio del
escepticismo, y el alumno se pone contento.
Nadie en el momento de pensar sabe cuándo
va a entender; el uno es análisis, el otro aparece cuando quiere y se llama síntesis. Se sabe
que los sentidos son importantes para la formación simbólica, y cuando se unen al equilibrio y la coordinación sirven para huir, pelear
o aceptar. El autor siempre se preguntó por
qué el laberinto auditivo y el equilibrador están juntos en el hombre. No obstante, al estudiar los delfines se observó que el área auditiva está unida a la propiocepción por una gran
corteza que produce, por el movimiento de las
olas, sentido posicional y, por el mismo estímulo, capta la información enviada por sus
pares. El ser humano para igual función tuvo
que apoyarse en dos formas físicas, la gravedad para que actuara en el aparato vestibular
(canales semicirculares) y la vibración del aire en el oído (cóclea).
Estructura cerebelosa en el ser humano
Arquicerebelo: (lóbulo floculonodular) recibe aferencias propioceptivas y cutáneas, y actúa
sobre los núcleos vestibulares y la sustancia bulbopontina medial para producir equilibrio y
coordinación.
Paleocerebelo: (vermis) recibe aferencias
propioceptivas inconscientes y controla los reflejos de enderezamiento y postura.
Neocerebelo: (lóbulos laterales) recibe información cortical y actúa mediante retroalimentación para controlar el gesto y los movimientos
automáticos y asociados. Otra vez aquí lo nuevo está unido a lo psicogestual y la actitud del
cuerpo, porque expresa sentimientos mediante
movimientos asociados. Y para constatar que se
está unido a un mundo con significado, los peces que habitan en aguas fangosas tienen un cerebelo chico, y los que nadan con rapidez uno
más grande. En las aves y los mamíferos se manifiestan con mayores proporciones relativas.
Estructura medular
Sensibilidad: los fascículos antiguos (paleoespinotalámico) estarían representados por
los sistemas protopáticos o protectores “egoístas”, que corren en médula y tálamo por la parte medial para llegar a la corteza. Utilizan en
mayor medida neurotransmisores, como las betaendorfinas y fibras C, y se decusan con menores conexiones multisinápticas en el arquiencéfalo.8 El componente lateral (neoespinotalámico), más discriminativo y explorador del entorno conduce lo que le imponen los momentos
mediante las fibras A delta, más gruesas, para
llegar después a sectores laterales del tálamo y
la corteza cerebral parietal (lateral). Como neurotransmisor utiliza más las encefalinas e inerva
las porciones distales de los miembros (cuadro
1-1). El desarrollo de lo axial (medial) es la trama primitiva que permite y apoya la acción momentánea y cambiante de los actos cotidianos
ejecutados por el sector distal. El dolor lento
profundo, crónico y difuso proviene de estructuras más axiales y es difícil de calmar; cuando
es neuropático puede producir la muerte. El dolor rápido, intermitente y localizado es fisiológico, proviene de estructuras más recientes y es
12 DOLOR CERVICAL
Cuadro 1-1. Estructuras antiguas (medial)
y modernas (lateral) del dolor8
Corteza
Frontal
Parietal
Neurotrasmisores
Tálamo
Fibras
Fascículos
Betaendorfinas
Medial (paleo)
C
Paleoespinotalámico
Encefalinas
Lateral (neo)
A delta
Neoespinotalámico
fácil de mitigar (neoespinotalámico); nos protege y avisa la presencia del peligro. Al no poder
huir de nuestras vísceras lesionadas nos quedamos quietos con gran repercusión del sistema
autonómico, pero escapamos o peleamos ante el
dolor osteomuscular. El primero es más “egoísta” porque siempre es nuestro, el otro viene de
afuera, es juvenil porque representa la acción.
Motoneuronas tónicas y fásicas: tanto en los
anfibios como en los mamíferos hay dos tipos
de motoneuronas, las pequeñas tónicas (rojas) y
las grandes fásicas (pálidas). Las primeras son
de umbral inferior y aparecen primero en los estudios electromiográficos, son más regulares en
su disparo, con mayor sensibilidad refleja y con
grandes influencias a distancia, como lo señala
el aumento de función en las preparaciones descerebradas y desaferentadas. Son las que determinan la infraestructura postural antigravitacional. Su acción es lenta y sostenida, y dan apoyo
para que las acciones sean dibujadas por las más
dinámicas. En las extremidades superiores en
supinación los músculos mediales son tónicos y
los laterales más discriminadores y menos fuertes. En las extremidades inferiores, rotadas en la
embriogénesis 180º, existe igual relación al observar el músculo sóleo en comparación con el
gemelo, o el semitendinoso con el semimembranoso más axial. El músculo más evolucionado en el plano extensor es el vasto medial, que
bloquea la articulación de la rodilla en bipedestación; único en la escala zoológica. La planta
del pie sigue igual disposición cuando se apoya
con el lado lateral y eleva el cuerpo con elegancia con el medial. También son mediales y de
estructura tónica los músculos paravertebrales,
el diafragma central y los esfínteres.
Sistema piramidal: en las especies más primitivas desciende por el cordón posterior de la
médula y termina en el asta homóloga. En estos
mamíferos las áreas sensitivomotoras de la médula y la corteza se superponen. En la filogénesis se observa que el sistema piramidal desde la
parte posterior pasa a la intermedia para finalizar, en los grandes monos (gorila y chimpancé)
y en el hombre, en la parte anterior de la médula.25 Las fibras de este sistema (área caudal de
la corteza primaria) inervan el núcleo rojo, área
lateral del bulbo, protuberancia y las estructuras distales y de los miembros (piramidal cruzado). Otras fibras desde la corteza primaria
(sector rostral-medial) hacen sinapsis en las
áreas ventromediales del tronco e inervan las
estructuras axiales y proximales del cuerpo (piramidal directo). En el nivel de la corteza cerebral hay neuronas que responden a conductas
tónicas o fásicas. El mismo autor expresó que
en el hombre y los grandes simios el sistema es
similar, pero difiere en que en el primero las
terminaciones monosinápticas sobre las motoneuronas de los músculos distales son más numerosas; podría inferirse que esto ocurre por
mayor habilidad de estos sectores. Constituye
un ejemplo que en las hemiplejías de origen cerebral haya indemnidad en las estructuras axiales, como los músculos paravertebrales, laríngeos, del tronco, y mejor función en las articulaciones proximales (hombro). En ese último
sector, ante la parálisis, la motricidad fina no se
afectó como en el sector distal, pero se comprometieron los movimientos groseros.19 Esta superposición funcional da pie para establecer
que es lógico lo investigado en cuanto a que las
lesiones cerebrales aumentan el control homolateral sobre el segmento afectado como en las
hemiesferectomías.35 En síntesis, lo axial es bilateral y más antiguo, lo distal deviene del fascículo cruzado, más moderno y discriminativo.
Se puede indicar que una estructura representa
los principios rectores antigravitacionales, determina dirección, y la otra, el movimiento cotidiano y antojadizo.
Reflejos: el estudio reflexológico siguiente
nos indica la importancia de los estático-tónicos que se originan en el tronco cerebral (más
antiguo), con influencias centrífugas que comienzan por la cabeza y los músculos paravertebrales del cuello. La columna cervical por su
maduración temprana es el timón de la extremidad cefálica y el cuerpo (cuadro 1-2).6
POSTURA HUMANA 13
Cuadro 1-2. Maduración en el niño6
Tiempo
Postura
Sistema nervioso
Reflejos
Etapa 1de 0 a 6 meses
Etapa 2 de 6 a 9 meses
Etapa 3 de 9 a 15 meses
Control cabeza
Gateo y sedestación
Bipedestación y marcha
Tronco cerebral médula
Cerebro medio
Corteza cerebral
Segmentarios
Reflejos de enderezamiento
Integración refleja
Este tratamiento de tipo neuroevolutivo nos
indica la secuencia madurativa de las estructuras y constituye una forma de guiar al terapeuta
para administrar los ejercicios en los niños con
lesión cerebral (cuadro 1-3). El niño madura
con patrones de extensión, lo cefálico antes de
lo caudal, y lo proximal aparece primero que lo
distal para utilizar mejor los sentidos y las manos. Primero lo antigravitacional, después la acción discriminada.
Estructura nerviosa periférica
Los nervios raquídeos y plexos no están ajenos a la organización anteroposterior del cuerpo
y a la similitud de dos medios cuerpos.
Patrón principal (flexoextensor): es característico de los tetrápodos (anfibios, reptiles) y del
ser humano. Los miotomos primitivos se separan en epiaxiales e hipoaxiales, para constituir
los músculos extensores y flexores; los demás
movimientos son producto de la rotación mediante palancas osteomusculares que abducen o
aducen. El patrón antigravitacional se genera
por la acción inmediata de los músculos posteriores inervados por las ramas dorsales (cortas)
de los nervios radiculares. La oposición es realizada por los músculos hipoaxiales abdominales y anteriores del cuello que mantienen en
equilibrio la columna. La cabeza y el cuello, dirigidos como un timón en animales y hombres,
representan centros reflejos que controlan el
movimiento flexoextensor a distancia. Las ramas posteriores del plexo braquial producen extensoabducción y rotación externa, y las anteriores, flexoaducción con rotación interna. Se
señaló una contradicción de la naturaleza,38 dado que la inervación respeta el patrón de extensión (plexo braquial) los músculos dorsal ancho
y el subescapular que son aductores y rotadores
internos. Se atribuye esta “anormalidad” a un
ahorro de energía que se programó durante millones de años. Sin embargo, el autor prefiere
indicar que este error no es tal si se advierte que
el cordón posterior está configurado en una secuencia temporal que comienza en el cuello y
en las escápulas, con el objeto de dominar el
hombro en todo sentido, para darle dirección al
movimiento bajo su “responsabilidad”. Determina un plano de apoyo mediante un patrón extensor a lo largo de la extremidad, que permitirá a los cordones anteriores ejecutar el objetivo
Cuadro 1-3. Desarrollo filogenético empleado en el tratamiento de niños con parálisis
cerebral (Doman y Delacato)9
Tiempo
Nivel
Movilidad
Visión
Audición
Recién nacido
Pez
Médula
Mov. tronco
Refleja
Refleja
Cuatro meses
Anfibio
Puente
Arrastre homolateral
Binocular
Biaural
Diez meses
Reptil
Cerebro medio
Patrón cruzado
de arrastre
Conjugación
y binocular
Biaural
Niño de un año
Primate
Corteza temprana
Marcha tosca
Conjugación
binocular
Estereofonía
Niños: 8 años
Ser humano
Dominancia
hemisférica cortical
Marcha
normal
Predominio
ocular
Predominio de
un oído
14 DOLOR CERVICAL
propuesto en flexión y pronosupinación. La extensión y la flexión indican distancia y autocontrol, porque la acción en un plano requiere la inhibición del otro; si hay supinación con flexión
el movimiento se dirige al cuerpo, con pronación se trabaja y con pronoextensión hombres y
antropoides aplican la extremidad en el suelo o
adelante del cuerpo, porque en esa forma se camina, araña o empuja. El ser humano con las
extremidades superiores es el único que puede
golpear y agredir en pronoextensión con la mano cerrada. Los mamíferos utilizan el mismo
patrón para agarrar la presa y la flexosupinación
para comer o morder al contrincante. Los antropoides no tienen destreza para arrojar objetos y
golpear en forma defensiva, por lo tanto, como
algunas personas, recurren a uñas y dientes. Los
hombres y los simios se inclinan hacia adelante
para incrementar las palancas de fuerza mediante el desplazamiento de maléolos, trocánteres,
rótulas y otros, para después en forma súbita,
extenderse y generar fuerza en el cuerpo y en la
mordida. La naturaleza de las cosas parece indicar que el que quiere fortaleza primero debe pasar por la genuflexión. Con igual criterio los pasos de la marcha se pueden ejecutar por la oposición de la gravedad y la fricción del suelo. Es
decir que quien se opone, ayuda.
Estructura osteoarticular
Los cambios evolutivos en la bipedestación y
la braquiación traspusieron músculos y huesos
como se trasladaron en la prehistoria continentes y océanos. El resultado fue el cambio de la
geometría ósea, y con ello la aparición de otro
juego muscular de palancas impuestas por una
mecánica más evolucionada. El número de huesos del ser humano es igual a los del gorila o el
chimpancé, y dispuestos con igual relación.
Cráneo: en el chimpancé el agujero occipital
esta ubicado más atrás del punto medio que caracteriza al hombre. Por ese arbitrio mecánico
el cuello del antropoide propende a la flexión y
el del ser humano al equilibrio sobre el centro
de gravedad.
El aumento de los diámetros sagitales en el
cráneo del Australopitecus predispone a la acción de los músculos temporales y maseteros.
En el hombre moderno la frente baja y deprimi-
da con voluminosos rebordes supraorbitales desaparece, y los arcos dentarios muestran incisivos verticales, caninos pequeños sin diastemas
y hocico corto. La boca es inútil en la agresión
y la frente es amplia con mentón desarrollado.
El abombamiento de los huesos del cráneo significa la hipertrofia de los lóbulos parietales,
temporales y frontales.
Escápula: se desplazó desde la cabeza en los
anfibios hacia abajo en los reptiles. En posición
pronográdica la escápula es fina, alargada y en
sentido sagital, para transformarse durante la bipedestación en ancha y en plano frontal para recibir múltiples inserciones que le dan una extraordinaria movilidad. El músculo serrato mayor de antigravitacional evoluciona para llevar
los brazos adelante del cuerpo. En esta posición
se desplazó la glenoides al sector lateral para
producir circunducción del brazo, y se orientó
al acromion por el incremento de la abducción
y la mayor elevación del hombro. La apófisis
coracoidea, importante apoyo del patrón flexor,
sufre una hipotrofia en comparación con los antropoides, y aun mayor si se la compara con las
aves o la tortuga. Los músculos subescapular y
dorsal ancho no sufrieron grandes transformaciones porque son de fuerza aductora con rotación interna, aptos para guiar las extremidades
anteriores en la cuadripedia, o en posición ortográdica guiar la supinación para rascarse la espalda.
Clavícula: comenzó a desarrollarse en algunos peces y anfibios. Se incrementó con la evolución en los animales que escalan, cavan o vuelan, pero está ausente en los corredores (carnívoros) y nadadores. Es importante porque separa
los brazos y permite la movilidad amplia de la
extremidad. El pectoral mayor en los reptiles
pertenece a una masa posterior antigravitacional
que se traslada en los mamíferos al tórax y al húmero, y sale en gran medida de sus inserciones
coracoideas para actuar, desde esa región, con
mayor libertad en el área ventral.
Húmero: con la posición ortográdica comienza la rotación interna diafisiaria y externa
en el nivel del codo para propiciar por este arbitrio mecánico la pronación, y con ello el trabajo por delante del cuerpo. La escotadura bicipital está colocada en plano frontal en los antropoides para elevar el brazo y tomar las ramas de
POSTURA HUMANA 15
los árboles, pero con los homínidos comienza a
desplazarse hacia adentro para facilitar la rotación interna para trabajar. La inserción del supraespinoso en el húmero se rompe con facilidad porque la abducción es un movimiento reciente en la filogenia y sufrió grandes transformaciones en su transporte.
Cúbito, radio y mano: la pronosupinación es
importante porque se realiza en flexión y extensión por detrás y delante del cuerpo. El largo de
los brazos se asocia a hombros anchos y tórax
aplanado. Los músculos interóseos precedieron
a la extremidad. El pez no tiene cuello y los huesos pectorales se articulan en la cabeza, pero las
aletas contienen los rudimentos de los músculos
nombrados, al igual que los primeros anfibios,
cuyos esbozos eran similares a los pies: pentadactilares.4 En la mayoría de los animales el radio y el cúbito están separados; se fusionan en el
sapo y en los mamíferos con pezuñas. Los lemures, monos sudamericanos, y los seres humanos
están entre los pocos mamíferos que producen
pronosupinación en forma completa. Los primeros mamíferos cuadrúpedos tenían 5 dedos independientes en manos y pies, y en cada dígito,
con excepción del pulgar y el primer dedo del
pie, presentaban tres segmentos que daban flexibilidad en la prensión. En el Australopitecus, en
manos y pies, se observan falanges curvadas y
largas para tomarse de los árboles, con hipertrofia de los huesos pisiformes. Esto se atribuye a
que el lado medial de la mano (cubital) recibe
inserción de poderosos músculos que estabilizan
prensiones de fuerza. Por el contrario, el lado lateral de la mano humana ejecuta acciones de
precisión como el lado medial del pie, que se
complementan con uñas planas y capacidad táctil exquisita. En términos simbólicos la supinoextensión promete o se disculpa, pero la pronoflexión realiza. La primera es “para los demás”, la otra, “para nosotros”.
Tórax y pelvis: la disminución del diámetro
anteroposterior de estos huesos en los homínidos
reduce el poder de los músculos pectorales que
trabajan en plano frontal. En los primates, por su
vida arborícola, el tórax se vuelve infundibuliforme con dimensiones inferiores aumentadas.
Como la pelvis humana es angosta en sentido
anteroposterior hay mayor dificultad para el pasaje del feto durante el nacimiento; el chimpan-
cé no tiene ese inconveniente; en la hembra humana la gravidez dura 270 días, en el chimpancé 250.18 La pelvis humana, para ahorrar energías, se agranda para apoyar las vísceras y hace
que el peso caiga en la base de sustentación.
Bipedestación: los homínidos se presentan
encorvados sin lordosis. Los patrones de flexión
son dominantes y se observan rodillas en semiflexión. En el plano frontal el chimpancé no
presenta la aducción de fémures que se observa
en el ser humano, por lo cual debe mantenerse
en bipedestación con los pies separados. No
bloquean las rodillas en extensión pero se pueden mantener erguidos apoyando los nudillos en
el suelo por la mayor longitud de las extremidades superiores. Su centro de gravedad está más
arriba de la región sacra, lo cual favorece la vida arborícola. En los seres humanos los cóndilos femorales en el período de apoyo de la extremidad se desplazan en forma medial para llegar a la línea de gravedad que cae por debajo de
la segunda vértebra sacra. Es el único que puede pararse en extensión con los pies juntos mantenido por sus ligamentos. No obstante, puede
sufrir hernias discales, abdominales y prolapsos, problemas en los pies y poca velocidad en
la carrera. Es decir que esta posición, si hay una
predisposición genética, incrementa estos síndromes. En el ser humano el hallux valgus (juanete) se genera con gran frecuencia porque el
primer metatarsiano se separa de los otros; posición útil en los simios que se toman de las ramas con los pies. Los ligamentos también tienen su historia; el cruzado posterior de la rodilla controla la flexión, y marcó los cóndilos femorales con sus inserciones en los primitivos
homínidos, pero los que controlan la extensión
(cruzado anterior) aparecieron en los Neanderthalensis de posición más ortográdica. La bipedestación prolongada requiere equilibrio que no
tienen los chimpancés, dado que pueden enhebrar una aguja o tomar un palo, pero en cuclillas
o apoyados. Este logro fue mejor para otear el
terreno y ejercer vigilancia, para cargar la cría y
el producto de la caza. El desplazamiento a la
llanura les exigió más blandir un hueso que trepar árboles, y se apartaron de la fruta y los dulces. De dietas herbívoras, múltiples y mínimas,
pasaron a la carne caliente, producto inmediato
de la caza, que engulle con fruición en grandes
16 DOLOR CERVICAL
cantidades. Los instrumentos sustituyeron al
hocico. El sexo se facilitó en esa posición, y la
desaparición del período de celo incrementó la
cría y mantuvo al macho celoso cercano al grupo familiar. Las relaciones grupales del hombre
se hacen más estables por la caza, y más controversiales por la guerra. En el mundo moderno
estaría representado por el juego en el que a veces afloran los instintos del pasado.
Marcha: este tipo de desplazamiento se conforma de dos períodos: el de apoyo y el de balanceo. El apoyo en el chimpancé es plantígrado con las puntas hacia adentro; colocan la extremidad pronada sin discriminar entre las fases de apoyo de talón, planta y despegue. Los
monos cuando adoptan la posición cuadrúpeda
usan los brazos como muletas y el apoyo en tierra con los nudillos. Para este animal la acción
del primer dedo (hallux) pierde importancia
porque no agarra un tronco, pero para el hombre es el artífice del último movimiento del pie
que le da gran plasticidad y característica a la
especie. En el período de apoyo el pie del ser
humano se asienta sobre el sector lateral, y en
supinación, que es más fuerte y menos móvil,
así como mediante un patrón de extensión, forma el arco medial para generar después pronación del antepié y flexión de los dedos que “al
palpar la tierra” determinan el despegue con
precisión y elegancia. El tobillo, controlado por
fuertes ligamentos, con fuerza y gran movilidad transmite la carga. Si en la calle una persona pisa alguna sustancia blanda con el borde
externo del zapato no se da cuenta y la lleva a
la casa, pero si la pisa con el antepié medial se
despacha con improperios hacia el mejor amigo del hombre.
En las extremidades inferiores lo más antigravitacional es lateral (fuerte), pero es homólo-
Cuadro 1-4. Estructura de la postura
humana
Estructuras
Axial o medial
Lateral
Cerebro
Médula
Músculo
Ligamentos
Postura
Fuerza
Cortical medial
Piramidal directo
Tónico
Cruzado posterior
Flexión
Más grosera
Cortical lateral
Piramidal cruzado
Fásica
Cruzado anterior
Extensión
Discriminadora
go al lado medial de la mano en supinación donde se realiza la prensión de fuerza. No hay que
olvidar que la extremidad inferior en la embriogénesis rotó 180º. En la fase de balanceo lleva
la extremidad homóloga hacia adelante y con
ello la pelvis no se desplaza en forma lateral,
para conformar la marcha de pato.
Por cada articulación que rota hay otras por
encima y abajo que efectúan similar movimiento pero en dirección contraria. Esto que determina la armonía del cuerpo el autor lo denomina “viboreo” por rotación y contrarrotación. Es
propio del ser humano; en los chimpancés y en
la mayoría de los homínidos predomina la flexoextensión, en el ser humano aparece la plasticidad con predominio de ese tipo de movimiento. Los antropoides por la cifosis y la semiflexión caen hacia adelante, por lo cual pueden correr con sus patas traseras por breve tiempo, pero la cuadripedia les da seguridad. La bipedestación en el ser humano lo mantiene en equilibrio, pero éste es inestable, como su razón que
necesita la duda y la oposición para seguir en
funcionamiento.
CLÍNICA DE LA POSTURA HUMANA
En el hombre la bipedia determina el uso de
las manos y con ello mayor representatividad en
el homúnculo cortical (cuadro 1-4). Así nace la
dualidad interrelacionada del cerebro y la mano
que llevó a Anaxágoras a indicar: “El hombre es
inteligente porque tiene manos, o tiene manos
porque es inteligente”.22 Mano y cerebro se
complementaron porque la bipedia les permitió
mejorar la capacidad de prensión y habilidades.
De ahí la importancia para llevar la cría, cazar,
fabricar utensilios y grabar en forma artística las
cavernas. La posición bípeda y el desarrollo cerebral le da al ser humano, más allá de los instintos, una transformación cualitativa que lo distingue de todos los seres de la tierra: reflexión y
autocrítica.
La naturaleza limitó a los animales al darles
acción directa con sus garras, mandíbulas o aletas, pero al ser humano le dio libertad y con ello
la posibilidad de fabricar instrumentos para realizar múltiples tareas. Fue un gran adelanto poder manejar el fuego con su cuerpo lampiño pa-
POSTURA HUMANA 17
ra ahuyentar animales y cocinar alimentos, hacer instrumentos de caza y defensa.
En el hombre moderno camina en supinación
(ortográdico) y muestra su área ventral vulnerable, pero con poco peso, gran memoria, habilidad e inteligencia para suplir esa desventaja y
esconderse en el refugio vertical de los árboles.
Se distingue porque en flexopronación construye instrumentos para elaborar otros, lo que indica un cerebro de máxima complejidad. En los
antropoides la posición pronográdica, menos
vulnerable, oculta los puntos neurovasculares y
viscerales y hace del dorso su defensa al agacharse o topar.
Definición de la postura y el lenguaje
Diccionario Hispano Americano: “la planta,
acción, figura, situación o modo de estar de una
persona”.
National Webster: “la relativa acomodación
de las diferentes partes del cuerpo o la posición
característica que asume en determinado momento”.
Gran Diccionario Salvat: “posición en que se
halla una persona, animal o cosa”.
Sir Charles Sherrington:11 “la postura es un
gran componente reflejo y para su realización es
fundamental la contracción de los músculos antigravicionales en oposición al peso del cuerpo
que quiere flexionar las articulaciones y producir la caída”. El autor cree que una postura normal es la totalidad refleja y funcional del cuerpo en equilibrio que actúa en relación con el estímulo físico. Sin fuerza de gravedad no hay
postura ni volición coordinada. Se integra por
reflejos axiales (cuerpo) y segmentarios (posición articular). Estos últimos se apoyan en los
primeros que constituyen la infraestructura del
movimiento voluntario. Los reflejos axiales son
una trama ascendente y descendente que genera
un bastidor en el que se bordan las acciones segmentarias y voluntario-reflejas. Los componentes de la postura son biomecánicos, como la
gravedad, el peso, de inercia, y neurofisiológicos, con el equilibrio y la cooordinación. La
unión de ambos permite funciones como la marcha y el movimiento articular. Los unos se estudian por los métodos electroneurofisiológicos y
los otros por los biomecánicos, como la relación
fuerza-ángulo, cinemática y cinética. No determinar el origen del síndrome es creer que la “estación es igual a las vías férreas”. La estación
(postura) es lo que asegura la dirección del ferrocarril; si se destruye se anula la función del
rodado. Un problema periférico (segmentario)
se puede obviar mediante un cambio de vías locales (cirugía). La definición que proponemos
indica que para una buena postura el sistema
vestibulocerebeloso y otros deben cumplir con
un objetivo, dar equilibrio y coordinación al
cuerpo dentro de un entorno normal. El paciente con parálisis cerebral y malformado con movimientos espontáneos suele tener una postura
adecuada. Puede autoorganizar sus estructuras
nerviosas sin caerse más que otros en condiciones de normalidad. Se puede entonces tener posiciones anormales con buena postura. Ésta es
propia de la especie y debe observarse en todos
los momentos de actividad. Primero se analizan
los movimientos del cuerpo en general, y después los segmentos para integrarlos en la función. En este contexto el “ambiente es física”, y
el “cuerpo es sistema nervioso”. Al distender
los músculos la gravedad activa el sistema reflejo y produce extensión. Es decir que, como en la
política, se necesita la oposición para equilibrar
los movimientos. Las radiaciones electromagnéticas nos permiten ver colores, las ondas sonoras, escuchar una melodía, y el movimiento
de las manos, experimentar una caricia. Por lo
tanto, la admiración del cuadro, la música y el
placer de ser queridos fueron en principio elementos biofísicos.
Componentes neuroposturales
y mecanicoposturales
En varias publicaciones el autor se refirió a la
postura y los conceptos neuroortopédicos que la
sustentan.5,6 Con criterio pedagógico se analizaron las estructuras desde los puntos de vista mecánico y neurológico. Se denominan componentes neuroposturales y mecanicoposturales
los de origen intrínseco (neurogénico), relacionados con otro extrínseco, como gravedad u
otras fuerzas como las maniobras médicas. La
separación propuesta es arbitraria como la división entre sistemas sensitivo y motor. Mediante
el método clínico de investigación se consideran
18 DOLOR CERVICAL
estos hallazgos independientes para después
unirlos en la acción. Es así como lo neurofisiológico y lo biomecánico se entrelazan con un
objetivo único, el equilibrio y la coordinación
del movimiento. Su estudio pertenece a un capítulo de la cirugía ortopédica: la neuroortopedia.
Lo característico es que el cuerpo va a reaccionar siempre con la intención de autoequilibrarse, como lo hace toda la naturaleza de acuerdo
con las consignas biológicas. Son pautas que
conectan y autocompensan; son mandatos ancestrales de la inconciencia biológica para que
todo lo que vive perdure.
Otras definiciones
Posición: se refiere, con sentido analítico y
mecánico, a la relación anatómica entre dos
segmentos del cuerpo o más en cualquier situación en el espacio.
Actitud: se manifiesta mediante posiciones
que expresan contenidos psicofísicos con injerencia genética o no. La postura se observa en
un individuo en cualquier momento; la actitud
de una persona puede cambiar de posición si sabe que la miran. En un ciego la postura puede
ser normal, pero la actitud analizada por las posiciones articuladas y los gestos pueden denotar
la presencia de un no vidente. Los mamíferos
primitivos que vivieron hace 2.000 millones de
años no necesitaron ver para tener gran habilidad, pero adoptaron la visión cuando salieron a
la sabana, y la estereoscópica para subir a los árboles, y con ello aparecen los gestos como forma de comunicación. Está probado que con niños y animales ciegos de nacimiento hay posibilidad de entenderse por estímulos aportados
por la genética. El estudio de los movimientos
de la cara y el cuerpo en este contexto se hace
ineludible desde que Charles Darwin escribió,
en 1872, “La expresión y las emociones en el
hombre y en los animales”.
Lenguaje de los gestos
Los gestos y balbuceos precedieron en un millón de años a la palabra hablada que se presenta hace 25.000 años. Ekman10 apoyó a Darwin
sobre la generación de los gestos innatos cuando estudió las expresiones faciales de cinco ci-
vilizaciones muy dispares. Encontraron que cada cultura usa los mismos gestos básicos para
demostrar emoción. El impacto total de un mensaje es verbal en un 7% (sólo palabras), un 38%
vocal (incluye tono de la voz, matices y otros
sonidos) y un 55% no verbal.23 Desde siempre
se indicó que se “el lenguaje de los gestos es en
esencia uno, y el mismo en todos los tiempos y
países”.34 Todo lo expuesto lleva a pensar que el
lenguaje en vez de la lógica expresa sentimientos y emociones. Con el lenguaje de los gestos
todos los profetas y políticos al hablar adoptan
la imagen de extensión corporal, como la de Jesús, que significa desprenderse de las cosas,
amor y paz. La supinoextensión que muestra el
pecho con los brazos abiertos, puede indicar
que el próximo movimiento es hacia el eje ventral del cuerpo en pronoflexión, lo cual significa comenzar a trabajar, alimentarse o estar presto, desde esta posición, a un impacto en extensión al enemigo.
El chimpancé en acto de sumisión extiende la
mano a sus pares, muestra las sentaderas, se
agacha o lo asea. El hombre al reflexionar sentado mira hacia abajo porque descansa sobre sus
ligamentos mientras piensa. En el depresivo o
cansado predomina la flexión, y empujado por
sus ideas obsesivas mira con fijeza, se encorva y
flexiona las rodillas. Al rezar a Dios baja la cabeza y el cuerpo con humildad, o con ansiedad
extiende el cuello arrodillado para hablar con
Él. Quien “no sabía nada” pide disculpas bajando los hombros y mostrando las palmas en señal
de inocencia. El orgulloso no baja la frente, y se
proyecta en extensión con los brazos cruzados
en son de fuerza y seguridad. Algunas miradas
dicen “ven” y otras “retírate”. Si se perfila el
cuerpo alguien debe irse, y si el apretón de manos es con pronación pretenden someter. La
marcha lenta predispone a la charla y la rápida
saca por el momento la preocupación. La cara
pálida y los labios apretados hablan de ataque,
como la congestión y la iracundia son amenazas
sin acción. Es innato que con el cuerpo en extensión la persona se presente más permeable a
las sugerencias, pero cuando cruza brazos está
menos predispuesta a transar o dar razones. La
sospecha hace cuidar la región ventral, y ante
una amenaza de castigo el cuerpo se encorva y
las manos se adelantan. Si se muestran los dien-
POSTURA HUMANA 19
tes puede ser una sonrisa o un acto desdeñoso,
lo uno se expresa con extensión de cuello, lo
otro, en posición contraria. En especial los políticos deben cuidarse porque la conducta y el
gesto mienten menos que las palabras. Antes del
cine oral el gesto lo decía todo, para reforzar la
idea recordar el “diálogo mudo” de la madre
con el hijo, la sonrisa espontánea de los niños
ciegos y sordos al nacimiento o las películas de
Chaplin.
Clasificación de las posiciones con buena
postura
La columna en general: la escoliosis es una
deformación de la columna que al arrollarse
sobre sí pierde movilidad y por esta causa no
duele. La visión es un agente activo en esta enfermedad, dado que el ser humano coloca el
cuerpo en cualquier posición para ubicar los
ojos de manera correcta y con ello la imagen
sobre la retina. Un hombre en la punta de una
montaña, sin ninguna nube “para apoyar la mirada”, pierde el equilibrio. La visión con el
cuello aporta sostén a la postura.
Las curvas de la columna vienen preformadas y constituyen un arbitrio mecánico para
ahorrar energía con gran plasticidad durante el
movimiento. Toda desaxación genera compensaciones que trastocan ligamentos, acción
muscular y geometría ósea. Un proverbio francés dice que “quien camina mal piensa peor”,
sin ser una verdad absoluta se puede indicar
que la mecánica anormal de las extremidades
inferiores, de acuerdo con los conceptos vertidos, puede generar dolor en dirección cefálica
hasta la nuca. Es decir que no se puede tratar la
columna cervical sin observar todo el cuerpo
en movimiento.
Primera posición (sedestación y decúbito)
El descanso se produce con hiperflexión de
tipo fetal o en sedestación. Son ejemplos el
sueño con mentón recogido, o durante el reposo sentado cargando el peso sobre los ligamentos que permiten encorvar el torso y descansar
los músculos.
Patogenia: una persona sentada puede mostrar una curva dorsal exagerada. En el caso de
un adolescente la madre le repetirá incansable
que se ponga derecho. Un joven obediente lo
puede intentar, pero el fracaso será el resultado
final de esa práctica. Estas posiciones forzadas
incrementan en sedestación las curvas de la columna y pronto se abandonan. En cambio, la
posición relajada es más conveniente porque la
persona descansa sobre los ligamentos en cifosis; la magnitud de la curva dorsal depende de
la laxitud ligamentaria que haya heredado. Es
diferente en bipedestación, porque un dorso
curvo o una “caída de hombros” se compensan
con un aumento de lordosis cervical y lumbar
que es perjudicial. El consejo que se imparte es
sencillo: que el joven para estar sentado adopte una posición relajada en cifosis “apoyado en
sus ligamentos”, pero que trate de ser siempre
un atleta en bipedestación o tener buena preparación física. La posición cefálica adecuada va
unida a un mentón recogido y la flexión leve
de cuello. Mirar el cielo o pintar un techo desde la escalera produce cervicalgias; Miguel
Ángel lo sabía. Esto es congruente, dado que el
músculo más poderoso del ojo es el que lo lleva hacia abajo y adentro junto con la flexión
del cuerpo, que significa trabajo, o preparación
para la lucha o el deporte.
Segunda posición (bipedestación de fuerza)
Se genera para empujar, jugar al golf, pelear.
Se denomina “para ejercer fuerza”. Las rodillas
en extensión se bloquean, en flexión aumentan
su movilidad y son más aptas para cualquier esfuerzo. El boxeador o el tenista al actuar durante el impacto deben expulsar el aire a veces en
forma ruidosa, porque en ese momento la expiración contrae los músculos abdominales que
evitan en forma mecánica la lesión de la columna, dado que sin músculos ventrales la columna
sufre. El rugido del león en el momento de desgarrar la presa cumple igual cometido.
Patogenia: el desuso muscular anterior (cervical y lumbar), como también la posición inadecuada del cuerpo, para levantar pesos o hacer
esfuerzos, pueden generar hiperlordosis y con
ello daño a la columna. La cifosis lumbar y la
cervical son las posiciones que la naturaleza
dispuso para que el peso caiga sobre los discos
y no destruya las estructuras.
20 DOLOR CERVICAL
Tercera posición (bipedestación con
equilibrio)
En la bipedia elegante hay un equilibrio inestable entre el dominio osteoligamentario y la
contracción muscular. Se utiliza para pasear y
desplazarse con aumento leve o provocado de la
lordosis lumbar y cervical, y donde participa la
acción ligamentaria y muscular con menor gasto energético que en semiflexión. Es la más humana, inestable y característica de la especie. El
ligamento nucal evita la flexión de cuello, el común anterior, la lordosis, el iliolumbar y los cruzados anteriores controlan la extensión de la cadera y la rodilla, y pueden mantener erguido el
cuerpo sin estar preparadas las extremidades para actuar con fuerza.
Patogenia: el desuso de los músculos ventrales incrementa las curvas lordóticas, y el recurvatum permite que el peso en bipedestación lo
mantengan los ligamentos con perjuicio biomecánico de la columna. Es decir que durante la
posición erecta sin esfuerzo es cuando hay dolor y en la posición de fuerza sin lordosis lo
anulamos. Como ejemplo podemos mostrar el
pie plano, en el que el hipertono muscular de
defensa produce incremento del arco, como en
la columna se observa la rectificación de las
curvas. En un segundo tiempo el pie plano se
presenta como tal. Es decir que el niño, gasta el
borde externo de los zapatos por espasmo de los
músculos posteriores de la pierna, como el paciente con cevicalgia o lumbalgia postural flexiona la cabeza por la misma reacción espasmódica de defensa. Al comienzo del proceso el
cuerpo se defiende mediante rotación interna y
flexión (“agarra la tierra”). La madre dice que el
niño “sale caminando bien por la mañana y
vuelve con las puntas de los pies hacia adentro
muy cansado”. En el segundo período se culpa
al joven porque “no hay zapatos que lo aguanten”. La explicación es obvia, el tonelaje de peso acumulativo colocado sobre los pies se distribuye mal en las estructuras. Comienza por esa
causa la distensión ligamentaria, después la artrosis y por último la fijación ósea. En el caso de
la lumbalgia o cervicalgia el espasmo paravertebral inmovilizador fracasó y “triunfó” la lordosis anormal desde el punto de vista mecánico.
Se está de acuerdo en provocar una postura ele-
gante, pero el individuo, a cualquier edad, debe
prepararse físicamente para mantener un equilibrio inestable, en semilordosis, durante la bipedestación.
Posiciones del cuerpo durante la marcha
La postura fue objeto de estudio en múltiples
oportunidades por la importancia que adquiere
para cualquier movimiento que se desea estudiar, dado que la naturaleza la perfecciona desde
hace 3 millones de años.5-7
Primero se considera al individuo en forma
estática y se lo observa en sentido anteroposterior, después corresponde verlo en movimiento
en relación con el terreno y de acuerdo con sus
movimientos intersegmentarios. La marcha realizada por una persona de 70 kg durante 8 horas
coloca sobre los pies 704 toneladas de peso acumulativo. Esto es asimilado por los pies que poseen cada uno 136 articulaciones y 26 huesos.
Mayor movilidad significa plasticidad y eficiencia, pero por esa misma condición también se
puede incrementar la inestabilidad. Una cosa es
la “libertad” que genera coordinación, y otra el
“libertinaje” que produce artrosis.
Leyes del desplazamiento: a) la inercia empuja el cuerpo, los músculos lo retienen y regulan. b) La gravedad aplasta el cuerpo y éste
reacciona con reflejos de enderezamiento; la
interacción da origen a la marcha. c) Si en la bipedestación se estudia la relación de las articulaciones con la caída de la plomada, en la marcha se investiga la rotación-contrarrotación de
los hemicuerpos. d) Un aspecto interesante es
que en el período de balanceo el punto fijo del
músculo con respecto al cuerpo es proximal, y
sucede lo contrario durante el apoyo.5,6
a) Se explica porque si una persona se lanza de
un tren en movimiento la aceleración del
cuerpo no la producen los músculos, sino la
inercia.
b) Representa la materialización del reflejo de
estiramiento.
c) El individuo, con patrimonio filogenético, se
mueve en relación con el suelo: “viboreando” sus segmentos. Si se estudia el hemicuerpo derecho durante la marcha se advierte que
cuando la extremidad inferior está atrás la su-
POSTURA HUMANA 21
perior se desplazó adelante. La cadera está
rotada a la derecha cuando el torso superior
en el nivel de T7 lo hace a la izquierda: esto
moviliza la cabeza hacia la derecha. En la extremidad inferior derecha, según el ejemplo,
al apoyar la planta del pie el fémur rota hacia
afuera y la tibia hacia adentro con el antepié
en supinación, el cual durante el despegue se
transforma en pronado con la tibia rotada hacia afuera. No escapa a nuestra observación
la forma evolucionada que hemos adoptado
para rotar y contrarrotar en verticalidad.
d) Cuando se mencionan los músculos, el origen y la inserción depende del período de la
marcha, lo cual hace comprensible que en el
momento de apoyo del pie el glúteo mayor y
el glúteo mediano sean desaceleradores de la
pelvis en un caso, y en el otro elevadores del
mismo hueso, pero en el período de balanceo
pueden comportarse, respectivamente, como
extensores y abductores del fémur.
Patología: hay dos tipos fundamentales de parálisis, las fláccidas y las hipertónicas. Las primeras suplen la acción antigravitaria en hiperextensión, y son los ligamentos, mediante la gravedad, los que estabilizan las articulaciones; el otro
grupo se nutre de aferencias neurogénicas y físicas descontroladas que generan mayor fijación
de los segmentos. En este último tipo el apoyo,
por lo general en flexión, es rígido como pata de
palo sin esfuerzos compensadores, porque cuanto más movimientos mayor es el espasmo y las
cocontracciones. En cambio, los segmentos de
tipo fláccido se contorsionan para lograr que los
ligamentos aguanten el peso del cuerpo, para lo
que contraen en compensación otros músculos
para mantener la estabilidad mediante rotaciones
agregadas. La patogenia de origen mecánico
perturba las estructuras osteoligamentarias, las
de origen neurogénico pueden provocar falta de
equilibrio y cooordinación.
CONCLUSIÓN
La única especialidad del ser humano es pensar y crear símbolos para generar instrumentos
y con ellos dominar otras especies, otros hombres y destruir la naturaleza cuando le es hostil
o dificulta sus ganancias. Qué será del hombre
ahora que su biología se transformó en cultura;
permanecerá sin sentido finalista perdido en el
espacio, o se impondrá una cosmovisión en la
que comprenda que necesita casarse con la Tierra para vivir un destino común sin que la muerte los separe. El autor cree que le falta mayor
sentido místico o amor, más allá del deseo, para
respetar los designios del Gran Creador. Pero se
está en camino.
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