DOSSIER NACIONES UNIDAS NO REPRESENTADAS COPYRIGHT Dossier Naciones Unidas no Representadas © 2013 Unrepresented United Nations Editora Expats Ebooks Corporation Dirección postal: Expats Ebooks P.O. 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Por ejemplo, la Organización de Naciones Unidas (ONU) solo reconoce a 193 naciones, aunque existen muchas otras no reconocidas por la mayoría de los Estados del mundo. Por tanto, el concepto Nación no Representada va mucho más allá, pues comprende a todas las naciones, países, etnias y minorías autonomistas o independentistas sin representación no solo en la ONU, sino también en la mayoría de los organismos internacionales que rigen hoy la política económica, cultural y social, por citar los más connotados. Ciertamente la ONU, la Unión Europea (UE) y algunas otras instituciones de carácter internacional solo representan a los intereses de los poderosos, siendo indiferentes al reclamo de un número cada más creciente de naciones donde no importa el tamaño sino el derecho a existir y tomar decisiones en un mundo cada vez más globalizado. Incluso organismos nuevos como por ejemplo la Comunidad Económica Latinoamericana y Caribeña (CELAC), el Mercado Común del Sur (MERCOSUR), etc., tampoco han hecho causa común con estas Naciones no Representadas. Pero hay más: se da el caso de ciertos países con liderazgo en la autodeterminación de los pueblos que, fundamentalmente por razones políticas, no han desarrollado acciones efectivas a favor de estas Naciones no Representadas. El concepto Nación es muy amplio. Una nación es una comunidad humana con nombre propio, asociada a un territorio nacional, con estabilidad económica, social y cultural, que atesora mitos comunes de antepasados, que comparte una memoria histórica, uno o más elementos de una cultura compartida y un cierto grado de solidaridad con las naciones vecinas o del resto del mundo. Actualmente hay otros términos, además de Nación no Representada, para calificar el concepto Nación: Nación Subrepresentada y Nación Mal Representada. Ambos conceptos se imbrican de tal modo que en ocasiones resulta difícil precisar dónde termina uno y comienza el otro. Ahora bien, transcurridos casi los primeros 14 años del tercer milenio de nuestra era, el concepto Nación no Representada debe dar paso a un nuevo empeño: la fundación de un organismo denominado Naciones Unidas no Representadas (Unrepresented United Nations, UUN por sus siglas en inglés), bajo los preceptos fundamentales por los que se deben regir los seres humanos si aspiran a vivir en un mundo de justicia, paz y decoro. Las Naciones Unidas no Representadas tienen como objetivo fundamental, asistir y representar a las naciones y pueblos no representados o mal representados para poder expresar sus posiciones en los foros competentes y obtener su reconocimiento, mantener la paz y la seguridad internacional y garantizar la autodeterminación de los pueblos. Con ese propósito las Naciones Unidas no Representadas adoptan medidas colectivas eficaces para prevenir y eliminar amenazas a la paz, y suprimir actos de agresión u otros quebrantamientos de la paz, en aras de lograr por medios pacíficos y en consonancia con los principios de la justicia y del derecho internacional, el ajuste o arreglo de controversias o situaciones internacionales susceptibles de conducir a quebrantamientos de la paz y de la autodeterminación de los pueblos. Con el fin de alcanzar este objetivo las Naciones Unidas no Representadas fomentan entre las naciones y los pueblos relaciones de amistad, basadas en el respeto al principio de la igualdad de derechos y la autodeterminación de los pueblos. En consecuencia con ello, las Naciones Unidas no Representadas prevén las medidas necesarias para fortalecer la paz universal, promover la cooperación internacional en la solución de problemas internacionales de carácter económico, social, cultural o humanitario, y en el desarrollo y estímulo del respeto a los derechos humanos y a las libertades fundamentales de todos, sin hacer distinción por motivos de raza, sexo, idioma o religión; y en servir de centro que armonice los esfuerzos de las naciones por alcanzar estos propósitos comunes. Una vez aclarada en esta Introducción la necesidad de que las Naciones Unidas no Representadas lidere la cruzada a favor de “las naciones y pueblos no representados o mal representados para poder expresar sus posiciones en los foros competentes y obtener su reconocimiento”, expliquemos sobre qué bases se apoya tal empeño DERECHO INTERNACIONAL El Derecho Internacional establece que cualquier territorio del planeta deviene nación en la medida que reúna los siguientes elementos: territorio, población y gobierno autónomo. De ahí que el reconocimiento por parte de la Comunidad Internacional tiene un efecto meramente político y declarativo. Sin embargo, el Derecho Internacional no es un acelerador de partículas y por consiguiente, resulta imposible e innecesaria la precisión matemática. De todo su arsenal, el Derecho Internacional puede elegir el instrumento legal más adecuado a una situación geopolítica dada (histórica, diplomática, militar, territorial, etc.) que, por otra parte, siempre es mutable y por tanto conlleva a múltiples interpretaciones de momentos y estados relativos. Por otro lado, las relaciones internacionales son una rama de las ciencias políticas que estudia los vínculos entre unidad y políticas nacionales y que define la política internacional de cada Estado o pueblo. Cabe destacar que los conceptos NaciónEstado son relativamente nuevos si pensamos en los 5000 años de historia conocida por la humanidad. Generalmente se emplean los términos “naciones” o “países” como sinónimos, pero no siempre es así. De acuerdo con el Derecho Internacional, el Estado es una entidad político-legal. La Nación, por el contrario, deviene término más abarcador, con facetas culturales y sociales. Un ejemplo sencillo: Estados Unidos es una sociedad compuesta por muchas nacionalidades; los timorenses, en cambio, constituyen una nación y un grupo cultural diferente en el Estado de Indonesia. Teóricamente, la existencia de un Estado solo depende de la voluntad de la población de una región dispuesta a constituirse como nación independiente; en consecuencia el concepto de Estado no reconocido no niega, de forma rígida, su existencia, pues solo se limita a no reconocerlo de facto. Incluso los “recovecos legales” son en ocasiones tan rebuscados que un team de juristas puede “estirarlos” o “contraerlos” hasta hacerlos transparentes o totalmente oscuros, según la conveniencia. Lo mismo, como demuestran los debates en Naciones Unidas, se puede decir de las resoluciones de esta organización. La Convención sobre Derechos y Deberes de los Estados, también conocida como Convención de Montevideo, es un tratado internacional firmado en Montevideo, Uruguay, el 26 de diciembre de1933, durante la Séptima Conferencia Internacional de los Estados Americanos. La convención fue signada por 19 Estados, excepto Estados Unidos, Brasil y Perú, y estableció la definición de Estado, así como sus derechos y obligaciones. La más conocida conceptualización es la de su artículo 1, el que instituye cuatro criterios característicos de Estado, que han sido reconocidos como una afirmación certera en el Derecho Internacional consuetudinario: El Estado como persona de Derecho Internacional debe reunir los siguientes requisitos: I. Población permanente. II. Territorio determinado. III. Gobierno. IV. Capacidad de entrar en relaciones con los demás Estados. Asimismo, la primera oración del artículo 3 afirma explícitamente que "La existencia política del Estado es independiente de su reconocimiento por los demás Estados." Este principio es conocido como la teoría declarativa de Estado. Algunos han cuestionado tanto la suficiencia de estos criterios, como que permita la estatalidad de entidades no reconocidas universalmente como la República de China o incluso por estados sin ningún reconocimiento como el Principado de Sealand. Y ya que estamos en materias legales, hagamos un aparte para aclarar los siguientes conceptos. De jure es una locución latina, cuyo significado literal es “de derecho”, esto es, con reconocimiento jurídico, legalmente. Se opone a de facto, que significa “de hecho”. Una situación de jure es aquella que está reconocida por la legalidad vigente o por la autoridad competente en virtud de algún acuerdo o acto formal. La situación de jure no tiene por qué corresponderse con la situación real y es en esos casos en los que se opone de jure a la de facto. Por ejemplo, una persona puede tener un cargo de jure, es decir por nombramiento oficial, y no ejercerlo en la práctica por cualquier motivo. Un país puede ser independiente de jure con reconocimiento de la Organización de las Naciones Unidas y de otros países, pero en la práctica es un Estado satélite, es decir, su independencia puede ser ficticia y sus mecanismos de poder están dominados completamente por otro país (de facto). Un Estado de jure está investido con todas las garantías jurídicas, pero puede ser incapaz de ejercer sus poderes legítimos porque un Estado de facto los ha usurpado. Por su parte, un Estado de facto o Estado de hecho es aquel que, si bien en la práctica ejerce como tal, no está reconocido oficialmente por ninguna norma jurídica. Puede haber diversos motivos para que exista un Estado de facto: Por ejemplo, el gobierno que se forma tras haber tomado el poder gracias a un golpe de Estado. En este caso, durante un tiempo, y hasta que se apruebe una nueva constitución, surge algún sistema de Estado no oficial que toma las riendas del Estado de facto. Otro sentido del término sería aquel que designa a una persona que ejerce el mando efectivo del poder después de un golpe de Estado aunque oficialmente no tenga un título de Estado formal. El término Estado de facto o Estado de hecho se utiliza para designar aquellos Estados que no se rigen por una normativa constitucional legítima, o sea aquellos Estados que surgen como consecuencia de una ruptura del ordenamiento constitucional, ya sea por golpe de Estado, revolución o cualquier otro procedimiento de facto, al margen o en contravención del ordenamiento jurídico. Las características de un Estado de facto son las siguientes: 1) Rompimiento total o parcial del orden constitucional (golpe de Estado); 2) Generación de normas o reglas de observancia general mediante simples decretos gubernativos; 3) Concentración de poder político y ejercicio de las funciones públicas. Reconocimiento internacional El Reconocimiento internacional es un Derecho internacional con consecuencias jurídicas nacionales e internacionales mediante el cual un Sujeto de Derecho Internacional reconoce un acto de otro Sujeto de Derecho Internacional (Estado, gobierno, entre otros). El reconocimiento puede ser concedido expresa o tácitamente, por lo general de una declaración del gobierno que reconoce. El reconocimiento diplomático debe distinguirse del Reconocimiento de los Estados y sus gobiernos. El hecho de que los Estados no mantengan relaciones diplomáticas bilaterales no significa que no reconozcan o se traten mutuamente como Estados. Un Estado no está obligado a otorgar el reconocimiento formal a cualquier otro Estado, pero es necesario para el tratamiento de cualquier entidad que cumpla con ciertos requisitos como Estado. El Reconocimiento de facto de los Estados, más que de jure, es raro. El reconocimiento de jure es más sólido, mientras que el reconocimiento de facto es más provisional y solo reconoce que un gobierno ejerce un control sobre un territorio. Un ejemplo de la diferencia lo hallamos en este caso: el Reino Unido reconoció a la antigua Unión Soviética, de facto, en 1921, pero solo de jure en 1924. Otro ejemplo es el del Estado de Israel: en 1948 su gobierno fue inmediatamente reconocido de facto por Estados Unidos y tres días más tarde, de jure, por la Unión Soviética. Renovar el reconocimiento de un gobierno no es necesario cuando se cambia de una manera normal, constitucional (como elecciones o un Referéndum), pero sí en los casos de golpe de Estado o de una Revolución El reconocimiento de un nuevo gobierno por otros Estados puede ser importante para su supervivencia a largo plazo. Por ejemplo, los talibanes del gobierno del Emirato Islámico de Afganistán, que duró desde 1996 a 2001, fueron reconocidos solo por Pakistán, los Emiratos Árabes Unidos y Arabia Saudita, mientras que tenía más reconocimiento el gobierno del derrocado Burhanuddin Rabbani (Estado Islámico de Afganistán). El Territorio en disputa de Jammu y Cachemira, perteneciente a la India, no es reconocida por Pakistán ni la República Popular China, pero sí por Rusia, por citar solo a grandes naciones. El reconocimiento puede inferirse de otros actos, como la visita de un jefe de Estado, o la firma de un tratado bilateral. Si el reconocimiento implícito es posible, un Estado puede sentir la necesidad de proclamar explícitamente que sus actos no constituyen el reconocimiento diplomático, como cuando Estados Unidos comenzó su diálogo con la Organización para la Liberación de Palestina en 1988. La doctrina de no reconocimiento de situaciones ilegales o inmorales, como es el caso de las conquistas territoriales alcanzadas por la violencia, también conocida como Doctrina Stimson, ha cobrado mayor fuerza después de la II Segunda Guerra Mundial, especialmente en las Naciones Unidas, pues se trata de un método para asegurar el cumplimiento de los Derechos Internacionales, como fue aplicado en Rhodesia en 1965. DERECHOS HUMANOS Y DERECHOS DE LOS PUEBLOS INDIGENAS Los derechos humanos Los derechos humanos son aquellas libertades, facultades, instituciones o reivindicaciones relativas a bienes primarios o básicos que incluyen a toda persona, por el simple hecho de su condición humana, para la garantía de una vida digna, sin distinción alguna de etnia, color, sexo, idioma, religión, orientación sexual, opinión política o de cualquier otra índole, origen nacional o social, posición económica, nacimiento o cualquier otra condición. Para muchos autores los derechos humanos son independientes o no dependen exclusivamente del ordenamiento jurídico vigente, por lo que son considerados fuente del Derecho; sin embargo, desde el positivismo jurídico la realidad es que solamente los países que suscriben los Pactos Internacionales de Derechos Humanos (Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos (PIDCP) y el Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales (PIDESC) y sus Protocolos -Carta Internacional de Derechos Humanos-, están obligados jurídicamente a su cumplimiento. Por ejemplo, en relación con la pena de muerte, contraria a la Declaración Universal de los Derechos Humanos, el Segundo Protocolo Facultativo del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, destinado a abolir la pena de muerte, no ha sido firmado por países como la República Popular China, Irán, Estados Unidos, Vietnam, Japón, India y Guatemala. Desde un punto de vista más relacional, los derechos humanos se han definido como las condiciones que permiten crear una relación integrada entre la persona y la sociedad, situación que facilite a los individuos ser personas jurídicas, identificándose consigo mismos y con los demás individuos. Declaración de los Derechos de los Pueblos Indígenas El 13 de septiembre del 2007, la Asamblea General de las Naciones Unidas (ONU), aprobó con 143 votos a favor, 4 en contra y 11 abstenciones, la Declaración de las Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas, que proclama los derechos colectivos e individuales para los 370 millones de indígenas que habitan hoy el planeta, haciendo un llamado al mantenimiento y al fortalecimiento de sus identidades culturales y acentuando su derecho a acceder al desarrollo sobre la base de sus propias necesidades y aspiraciones. La aprobación en las Naciones Unidas de la Declaración de las Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas fue el resultado de un cuarto de siglo de negociaciones sobre los derechos de los pueblos indígenas a proteger sus tierras y recursos, y a mantener sus culturas y tradiciones originarias. La Declaración de los Derechos de los Pueblos Indígenas señala en el Artículo 36, 1, que los pueblos indígenas, en especial los que están divididos por fronteras internacionales, tienen el derecho de mantener y desarrollar relaciones, contactos y cooperación, incluyendo sus actividades espirituales, culturales, políticas, económicas y de propósito social, con los otros miembros de otros pueblos a través de las fronteras. En el acápite 2 dice que los Estados, en cooperación conjunta con los pueblos indígenas, deben tomar medidas efectivas para facilitar el ejercicio y asegurar la implementación de sus derechos, mientras que el Artículo 37, 1, apunta que los pueblos indígenas tienen el derecho de ser reconocidos, acatados e incluidos en los tratados, acuerdos y demás arreglos constructivos concluidos con los Estados para que sus sucesores honren y respeten los tratados, acuerdos y demás órdenes constructivos. Precisamente un año antes, en la Asamblea General de las Naciones Unidas, el presidente del Estado Plurinacional de Bolivia, Evo Morales Ayma, había reclamado a nombre de los pueblos indígenas del mundo la aprobación de la Declaración de Derechos de los Pueblos Indígenas, por cuanto eso significaría “avanzar hacia el establecimiento de una cultura de vida y no de guerra”, dijo. “La Declaración de Derechos de los Pueblos Indígenas, es derecho a la autodeterminación, derecho a vivir en comunidad, colectividad, vivir en solidaridad, en reciprocidad y fundamentalmente el derecho a vivir en hermandad”, remarcó Evo Morales. Al resaltar el concepto indígena de la vida, Evo Morales recordó que “existen regiones en comunidades donde no hay propiedad privada, hay propiedad colectiva, los pueblos indígenas solo queremos vivir bien, no mejor, vivir mejor es explotar, es saquear, es robar, pero vivir bien es vivir en hermandad”. Más adelante el mandatario subrayó que los pueblos indígenas y pobres son “de la cultura de la vida y no de la cultura de la guerra”, y aseguró que este milenio debe ser para defender la vida y para salvar a la humanidad. ORGANIZACIÓN DE LAS NACIONES UNIDAS La Organización de las Naciones Unidas (ONU) es la mayor institución existente hasta hoy y se define como una asociación de gobierno global que facilita la cooperación en asuntos como el Derecho internacional, la paz y seguridad internacional, el desarrollo económico y social, los asuntos humanitarios y los derechos humanos, entre otros. Pocos meses después de concluida la II Guerra Mundial, 51 países se reunieron el 24 de octubre de 1945 en San Francisco, California, para fundar la Organización de Naciones Unidas (ONU) y su correspondiente Carta Magna. Desde su sede actual en Nueva York, los Estados miembros de la ONU, y otros organismos vinculados, deliberan y deciden acerca de temas significativos y administrativos en reuniones periódicas celebradas durante el año con el espíritu de asociación de gobierno global. La sede europea de esta asociación de gobierno global radica en Ginebra, Suiza. Los idiomas oficiales de las Naciones Unidas so seis: árabe, chino, mandarín, español, francés, inglés y ruso. No obstante, las Naciones Unidas prácticamente nacieron signadas por una evidente injusticia. Apenas transcurridos tres meses de su fundación, el 17 de enero de 1946 el recién creado Consejo de Seguridad de la ONU realizó su primera sesión en Church House, Londres. Por entonces eran cuatro los miembros, y a diferencia de otras reparticiones de la ONU que únicamente pueden realizar recomendaciones a los gobiernos, el Consejo de Seguridad puede tomar decisiones (conocidas como "resoluciones" y obligar a los miembros a cumplirlas, de acuerdo con lo establecido por la Carta de las Naciones Unidas. Hoy el Consejo de Seguridad está compuesto por cinco miembros permanentes, la Federación de Rusia, la República Francesa, el Reino Unido, la República Popular China y Estados Unidos, y 10 miembros no permanentes, electos de 5 en 5 cada año y por un período de 2 años como representantes regionales, conforme a una distribución geográfica equitativa (cinco Estados de África y Asia, uno de Europa Oriental, dos de América Latina y dos de Europa Occidental y otros Estados). La presidencia del Consejo se rota mensualmente de manera alfabética. .Ahora bien, solo los cinco miembros permanentes tienen derecho al veto, lo que deviene arbitraria forma de actuar “democráticamente”, uno de los pilares básicos sobre los que se sustenta la Carta Magna de las Naciones Unidas. A modo de ilustrar lo anterior, citemos tres concluyentes ejemplos: La resolución 3379 de la Asamblea General de la ONU, aprobada el 10 de noviembre de 1975 por 72 votos a favor, 35 en contra y 32 abstenciones, equiparó al sionismo con el racismo en general y con el apartheid sudafricano en particular, y llamó a su eliminación, entendiéndola como una forma de discriminación racial. Entonces, el veto de Estados Unidos devino parachoques para ulteriores sanciones políticas o económicas. Habría que esperar al 1 de septiembre de 1988, cuando las negociaciones (luego de la victoria cubana en Cuito Cuanavale) obligaron a las tropas surafricanas a retirarse del sudeste de África como resultado de la Resolución 435, lo que llevó, primero, a la independencia de Namibia, y en 1994 a que Nelson Mandela se convirtiera en el primer presidente negro de la República Sudafricana. El 24 noviembre de 1992, durante la 47 sesión ordinaria de la Asamblea General de la ONU y en ocasión de la primera Resolución en contra del embargo económico de Estados Unidos contra Cuba, 59 naciones votaron contra la criminal medida, hubo tres votos a favor y 71 abstenciones. En el 2012, y por 21 ocasión, 188 naciones apoyaron con su voto a Cuba, que hasta diciembre de ese año y como consecuencia del embargo más prologado de la historia, había generado pérdidas por más de un billón de dólares. Por último, diversas resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU han condenado los asentamientos israelíes en Cisjordania a partir de 1967. Entre otras, la resolución 446 o la resolución 465 (aprobada esta última por unanimidad), que condenan los asentamientos en general, los declaran nulos e instan a su desmantelamiento; también la resolución 298, referida específicamente a Jerusalén Este. Estas resoluciones se han dictado en virtud del Capítulo VI de la Carta de las Naciones Unidas, siendo el Capítulo VII el único que permite la adopción de resoluciones vinculantes, en interpretación literal de la Carta. Sin embargo, tanto en los ejemplos anteriores como en este, el derecho al veto estadounidense ha bloqueado cualquier sanción efectiva contra su fiel aliado Israel, como es en este último caso. Tales hechos son una pequeña muestra de que hoy, más que nunca, se impone una organización capaz de hacer respetar y defender los derechos de los pueblos que vienen consolidándose o naciendo, cuestión que los encorsetados artículos de la Carta Magna de la ONU no prevén, o simplemente no les interesa hacerlo. A comienzos del 2013, la ONU agrupaba a 193 estados miembros, o sea, todos los países soberanos reconocidos a nivel internacional, más tres miembros en calidad de observadores: la Ciudad del Vaticano, la Orden Soberana y Militar de Malta y el Estado de Palestina. Otros estados independientes de facto como la República de China-Taiwán o Kosovo no son miembros por estar considerados territorios en disputa. Sin embargo, hasta hoy la mayoría de los Estados miembros de las Naciones Unidas han hecho oídos sordos a los reclamos de numerosos territorios que aspiran a su reconocimiento. NACIONES UNIDAS NO REPRESENTADAS Después de seis décadas de fundada la Organización de Naciones Unidas, el planeta donde vivimos ya no solo está compuesto por sus 193 naciones miembros. Nuevos espacios han surgido con aspiraciones similares e innovadoras, en consonancia con el mundo de hoy y superiores a las recogidas en la Carta Magna de la ONU de 1945. Empero, Naciones Unidas no reconoce a esos otros territorios con aspiraciones y derechos a ser allí representados. En tal sentido, desde hace años el Lic. Giovanni Caporaso Gottlieb ha emprendido una cruzada sobre la base de que, en tránsito hacia el decimocuarto año del tercer milenio, esas naciones no representadas o parcialmente reconocidas deben agruparse en un organismo denominado Naciones Unidas no Representadas (Unrepresented United Nations, UUN por sus siglas en inglés), adoptando los principios fundamentales por los que se deben regir los seres humanos, como consta en el Estatuto de las Naciones Unidades no Representadas. De acuerdo con su Artículo 1, el objetivo principal de las Naciones Unidas no Representadas es asistir y representar a las Naciones y Pueblos no representados o mal representados para poder expresar sus posiciones en los foros competentes y obtener su reconocimiento, mantener la paz y la seguridad internacional y garantizar la Autodeterminación de los Pueblos y, con tal fin, tomar medidas colectivas eficaces para prevenir y eliminar amenazas a la paz, suprimir actos de agresión u otros quebrantamientos de la paz, y lograr por medios pacíficos y de conformidad con los principios de justicia y del derecho internacional, el ajuste o arreglo de controversias o situaciones internacionales susceptibles de conducir a quebrantamientos de la paz. Sobresalen la promoción de la cooperación internacional en la solución de problemas de carácter económico, social, cultural o humanitario, y en el desarrollo del respeto a los derechos humanos y a las libertades fundamentales de todos, y condena cualquier manifestación de intolerancia religiosa, cultural, étnica y política, los actos terroristas y la guerra como instrumento de afirmación de una ideología o de sometimiento de los Pueblos. Las Naciones Unidas no Representadas, en cumplimiento de su Estatuto, buscarán nuevos actores internacionales en aras de desarrollar relaciones bilaterales no solo con los Estados, sino también con los Pueblos y las Naciones, rechazando la definición de alineados y no alineados, para el desarrollo de una política global basada en la Declaración Universal de los Derechos Humanos y la Autodeterminación de los Pueblos. En su Artículo 2 el Estatuto de las Naciones Unidas no Representadas consigna que la Organización y sus Miembros respetarán el principio de igualdad soberana, como también que resolverán sus controversias internacionales mediante métodos pacíficos, de forma tal que ni la paz, la seguridad internacional o la justicia corran peligro, absteniéndose de amenazar o emplear la fuerza contra la integridad territorial o la independencia política de cualquier Estado. La Organización de Naciones Unidas no Representadas se asegurará que las Naciones y Pueblos que no sean Miembros se conduzcan en concordancia con estos principios, en la medida que sea necesaria para el mantenimiento de la paz y la seguridad internacional. Por otro lado, desarrollará acuerdos diplomáticos, comerciales y culturales, sobre bases bilaterales y multilaterales. La Organización de Naciones Unidas no Representadas desarrollará estrategias de comunicación para las Naciones y Pueblos no representados en la Internet oficial u alternativa; este Artículo 2 también advierte que ninguno de sus acápites autoriza a un Estado u organización a que represente a múltiples Estados, y a que intervenga en asuntos que son, esencialmente, jurisdicción interna de los Miembros de la UUN. Por su parte, el Artículo 3 aclara que las Naciones Unidas no Representadas será eje del órgano deliberativo, de formulación de políticas y representativo de sus miembros. La Asamblea está integrada por un representante de cada uno de sus Miembros, proporciona un foro para el debate multilateral de toda la gama de cuestiones internacionales y tiene poder deliberativo. Asimismo, los Observadores tendrán derecho a influir en los votos de los otros Miembros, de una manera pacífica y no perturbadora, y las organizaciones o admitidas como Observadores podrán, en una fecha posterior, solicitar una reclasificación como Miembros al enviar una solicitud formal, junto con la evidencia de que el Observador ha evolucionado de una manera más efectiva en una Nación o Pueblo. El Artículo 5 del Estatuto señala, en su acápite B, que el Secretario General es el representante legal de las Naciones Unidas no Representadas y su más alto funcionario administrativo, y será nombrado por la Asamblea General cada 10 años. Giovanni Caporaso Gottlieb, fundador de las UUN, asumirá el puesto de Secretario General durante el primer período, y en el cumplimiento de sus deberes, tanto él como el personal de los departamentos de las UNN no solicitarán ni recibirán instrucciones de ningún gobierno ni de ninguna autoridad ajena a la Organización. Asimismo los Miembros se comprometen a respetar el carácter exclusivamente extraterritorial del Secretario General y del Personal de las Naciones Unidas no Representadas, y a no influir sobre ellos, amén de garantizar su seguridad y privilegios diplomáticos. El Artículo 7 aclara que los Miembros de la Organización que tengan o asuman la responsabilidad de gobernar en territorios cuyos pueblos no hayan alcanzado la plenitud de gobierno propio, reconocerán el principio de que los intereses y el bienestar de los habitantes de esos territorios están por encima de todo. En su Artículo 8, las UUN define que las Naciones o Pueblos que ratifiquen el Estatuto de las Naciones Unidas no Representadas no tendrán la obligación de reconocer a los demás Miembros, aunque la UUN cooperará para que estos se reconozcan y cooperen entre ellos. Y en su Artículo 9, la Organización de Naciones Unidas no Representadas indica que está abierta a todas las Naciones, Pueblos, Estados, Microestados y Micronaciones que cumplan con los requisitos de autodeterminación y no se sientan representadas adecuadamente en los foros internacionales Estados no reconocidos Varias entidades geopolíticas del planeta carecen de reconocimiento internacional total o parcial, pero en cambio aspiran a ser reconocidas como Estados soberanos. El grado de facto es el control que estos Estados sin reconocimiento ejercen sobre los territorios, aunque la demanda varía. La mayoría de los Estados sin reconocimiento son subnacionales con etnia o identidad nacional de su voluntad que están separados de la matriz original de su Estado. Hoy a este tipo de Estado no reconocido se le conoce como de "ruptura de distancia". En efecto, algunos de ellos son estados internos autónomos, o protectorados, que gozan de la protección militar y la representación informal diplomática en el extranjero a través de otro Estado para evitar la reincorporación obligada a su situación original. En el caso de los Estados no reconocidos debe tenerse en cuenta que el término "control" obedece al control sobre el área que ocupa. Mientras, los Estados no reconocidos pueden disponer de un control total sobre su territorio ocupado, o solo parcial, como sucede con Sahara Occidental. En el primer caso, el derecho de los Estados no reconocidos tiene poca o ninguna influencia entre otros Estados para pronunciarse, mientras que en el segundo figuran diferentes grados de control, y por tanto pueden proporcionar servicios esenciales a las personas que viven en su área de influencia. EL CONCEPTO DE NACIONES, PUEBLOS Y SU AUTODETERMINACIÓN En términos generales se designa Pueblo al conjunto de personas que componen una Nación, aunque también con el mismo término suele nombrarse a quienes conforman tan solo una parte de un país, como por ejemplo una localidad o una región situada fuera de las grandes ciudades. En este caso el calificativo más socorrido es zona rural, aunque en numerosas partes del mundo se los conoce como pueblos. Una Nación o un Pueblo es también un grupo de individuos que desean ser identificados como tal, y que tengan características históricas, étnicas, lingüísticas, territoriales, religiosas y/o culturales en común. Es importante comprender que no todas las Naciones o Pueblos comparten todos los atributos usuales, pues las Naciones multiculturales están compuestas por diferentes grupos étnicos y, en ocasiones, también por diferentes religiones y grupos culturales. Por ejemplo, las Naciones neoindígenas pueden estar compuestas por individuos que comparten la misma lengua y cultura, pero no necesariamente similares atributos territoriales; en el caso de las Micronaciones, a menudo son grupos de individuos que comparten solo atributos culturales y, ocasionalmente, históricos y lingüísticos. Por otro lado, en muchas oportunidades el vocablo Pueblo se emplea para caracterizaciones étnicas, sobre todo en aquellos contextos en los que se utilizan expresiones del tipo pueblos primitivos, antiguos o indígenas. El vocablo también califica al conjunto de personas que integran un Estado, donde no existen privilegios de raza, sexualidad, religión o estatus económico o social. Actualmente, la mayoría de las constituciones nacionales de diferentes países del mundo aceptan el vocablo Pueblo como una especial participación y significación vinculada al conjunto de personas que componen una Nación. Las respectivas Constituciones de Estados Unidos, Argentina, España y Colombia –por solo citar algunas-, destacan que el vocablo Pueblo ocupa un privilegiado lugar como consecuencia de que hace referencia al sujeto de la soberanía. Porque además el vocablo Pueblo, para la teoría política y el derecho constitucional, deviene sujeto de la soberanía nacional, entendida como soberanía popular. Autodeterminación de los Pueblos En Ciencias Políticas y Derecho Internacional el término Autodeterminación indica el derecho de los pueblos a decidir libremente y por sí mismos la forma de gobierno por la que se regirán, así como el de determinar a qué entidad estatal pertenecerán y, en última instancia, a constituirse, si así lo desearan, como Estado nacional independiente. Este último aspecto del principio de Autodeterminación, muy relacionado con el concepto de nacionalismo y con el de formar un Estado nacional, todavía hoy es el más sujeto a debate. Una nación suele compartir una lengua, historia, cultura y religión comunes, pero la formación de un Estado nacional requiere el reconocimiento de un territorio en el que resida el pueblo y la formación de un gobierno que administre ese territorio. Por definición, la Autodeterminación de los Pueblos, en tanto potenciador de la aparición de un nuevo Estado nacional, implica la consiguiente fragmentación de otro ya existente, por lo que la reclamación de la autodeterminación suele resultar problemática o traumática. Si no, valga recordar que uno de los factores desencadenantes de la I Guerra Mundial fueron las aspiraciones independentistas de los pueblos balcánicos. Al término del conflicto el subsiguiente Tratado de Versalles, cuyos principales acuerdos estaban inspirados en los 14 puntos del entonces presidente estadounidense Thomas Woodrow Wilson, fue claro en la admisión del derecho de Autodeterminación de los Pueblos, tendencia aún más consolidada tras finalizar la II Guerra Mundial, cuando la Organización de las Naciones Unidas (ONU), en su propia Carta fundacional, reconoció el derecho de los pueblos a su libre determinación (artículos 1 y 55). El concepto de naciones En sentido lato el concepto de Nación se emplea con variados significados, como por ejemplo país, territorio o sus habitantes, etnia, pueblo y otros. Este concepto de Nación ha sido definido de muy diferentes maneras por los estudiosos sin que se haya llegado a un consenso. Por concepto de Nación también entendemos una comunidad humana con nombre propio, asociada a un territorio nacional, con estabilidad económica, social y cultural, que posee mitos comunes de antepasados, que comparte una memoria histórica, uno o más elementos de una cultura compartida y un cierto grado de solidaridad con las naciones vecinas o del resto del mundo. Finalmente, en ocasiones el término Nación se equipara, por extensión, a Estado, incluso cuando no sea democrático. También se emplea como territorio, país o conjunto de los habitantes de un país regido por el mismo gobierno. De ahí que cuando se habla de Nación subrepresentada y Nación mal representada, por extensión, también se refiere a un Estado. NUESTRO MUNDO El Primer Mundo El término Primer Mundo hace referencia a aquellas naciones que han logrado un alto grado de desarrollo humano (IDH) y disfrutan de los más elevados estándares de vida posibles gracias a una buena distribución de la riqueza, salud pública, esperanza de vida y calidad de los servicios. Existe una gran correlación entre naciones del Primer Mundo con este tipo de estatus y el hecho de que posean instituciones democráticas robustas. Después del final de la guerra fría con el desmoronamiento del bloque socialista europeo, el término Primer Mundo se aplica a las naciones desarrolladas industrializadas capitalistas que en el año 2000 tenían un Producto Interno Bruto (PIB) per cápita superior a 15.000 dólares estadounidenses, avalado por el Banco Mundial. Lo anterior incluía a Estados Unidos, Canadá, Japón, algunas naciones de la Unión Europea en el año de referencia, Taiwán, Suiza, Israel, Australia, Nueva Zelanda y Corea del Sur. Además, Singapur y Hong Kong pueden ser descritos en estos términos, pero son excepciones ya que ambos tienen características particulares no siempre presentes en un país. El Banco Mundial también califica a estas naciones como "Economías de Altos Ingresos". El Segundo Mundo El Segundo Mundo comprende a todas aquellas naciones que se adhirieron a la llamada experiencia socialista (también nombrado "socialismo real"), creando una oposición en el plano ideológico al Primer Mundo. Estas naciones se diferenciaban del Primer Mundo por su rechazo a la cultura liberal y al capitalismo abierto y también se diferenciaban del Tercer Mundo por su nivel educacional, el tamaño del Estado y el mayor poder relativo. Actualmente se considera Segundo Mundo a los países que han devenido economías emergentes (BRICS), acrónimo de Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica. Estas naciones se caracterizan por un acelerado aumento económico y se considera que, en un futuro cercano, deben ascender a la categoría de países del Primer Mundo. De acuerdo con el pensamiento liberal, también el término Segundo Mundo agrupa a las naciones que hoy transitan por amplias vías de desarrollo pero sin la pujanza del Primer Mundo. En cambio, para muchos aún no hay la suficiente claridad sobre el límite bajo entre Segundo Mundo y Tercer Mundo en esta materia, pero se pueden encontrar algunas naciones emergentes de todos los continentes que tienen como característica un PIB aproximado sobre los 5.000 dólares estadounidenses, un porcentaje sobre el 95% de alfabetización y un crecimiento económico sostenido en el tiempo. Bajo ese prisma, el Segundo Mundo estaría compuesto por una buena parte de las actuales naciones de Europa del Este, parte del Medio Oriente, de Asia Pacífico y Oceanía, y parte de Latinoamérica. El Tercer Mundo En 1952, el economista francés Alfred Sauvy acuñó el término Tercer Mundo a modo de paralelismo con el vocablo galo Tercer Estado, para designar a las naciones que no pertenecían a ninguno de los dos bloques enfrentados durante la Guerra Fría: el bloque occidental (Estados Unidos, Europa Occidental, Japón, Canadá, Corea del Sur, Australia y el resto de sus aliados), y el bloque comunista (Unión Soviética, Europa Oriental, China y Corea del Norte). Aunque hoy la geopolítica se ha transformado notablemente, el término Tercer Mundo se utiliza, de manera poco precisa, para referirse a las naciones subdesarrolladas periféricas o en vías de desarrollo, en contraste a las naciones desarrolladas; en este último sentido, el término Tercer Mundo es utilizado a veces para calificar en conjunto a todos las naciones subdesarrolladas, y otras para referirse solo a las que registran los peores índices de desarrollo humano y económico. Con un sentido emparentado, de manera más reciente se utiliza la noción de "el Sur" o "países del Sur", aludiendo al desigual maridaje Norte-Sur. En general, el término Tercer Mundo está orientado a describir situaciones de atraso económico-social, como el analfabetismo, el hambre, las carencias hospitalarias y de salud pública, las viviendas y servicios sanitarios precarios, una escasa expectativa de vida, etc. El término Tercer Mundo, pues, agrupa al conjunto de naciones subdesarrolladas económica y socialmente. En materia de decisiones internacionales, las naciones del Tercer Mundo, aún congregando a la mayoría de las naciones subdesarrolladas independientes y de la población mundial, desempeñan un rol secundario -y en ocasiones subordinadorespecto del que tienen las naciones más poderosas. Algunos bloques de países creados a partir de la década de 1980 para hegemonizar las decisiones mundiales, como el G-7, el G-8 y el G20, se relacionan indirectamente con la idea de Tercer Mundo y su relación con el sistema de toma de decisiones globales. El Cuarto Mundo El Cuarto Mundo se refiere a la población que vive en condición de desprotección o riesgo social en áreas pertenecientes al Primer Mundo. También se habla de Cuarto Mundo para separar a las naciones en estado de marginalidad y precariedad absoluta de algunas naciones subdesarrolladas. En este sentido, el Cuarto Mundo incluye además a naciones tales como Zambia, Costa de Marfil, Haití, Guinea, Sudán y Etiopía, entre otras, cuyos negativos índices económicos, culturales y sociales están por debajo del umbral de las naciones subdesarrolladas. Dentro de esta categoría podemos encontrar: ancianos desamparados, viudas y madres sin medios económicos, niños abandonados, explotados o prostituidos. Entre la categoría de marginados sociales también aparecen personas sin hogar y mendigos, personas sin protección oficial y familias desestructuradas por guerras locales, grandes sequías y otros eventos naturales extremos. La tesis sobre la desigualdad señala que este fenómeno es una consecuencia de la desigual distribución del ingreso existente entre las naciones subdesarrolladas y las desarrolladas. Los países menos desarrollados Hoy existen 49 países con más de 600 millones de habitantes cada uno calificados por la Organización de Naciones Unidas como países menos adelantados (PMAs), pero más conocidos como países menos desarrollados sobre la base de los siguientes criterios: Bajos ingresos, medidos por el PIB per cápita; magros recursos humanos, medidos por el Índice Ampliado de la Calidad Material de vida, que se basa en indicadores de la esperanza de vida al nacer, consumo de calorías per capita, matrícula conjunta en la escuela primaria y secundaria y alfabetización de adultos; y Bajo nivel de diversificación económica, medido por un índice compuesto (Índice de Diversificación Económica), tomando en cuenta parte de la manufactura en el PIB, la proporción de población activa en la industria, el consumo anual de energía comercial per capita y el índice de concentración de las exportaciones de mercancías de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD por sus siglas en inglés). Un país quedará incluido en la lista de países menos desarrollados o países menos adelantados (PMAs) si en todos y en cada uno de los tres criterios cumple los límites de inclusión. Por otra parte, si un país solo cumple dos de los tres criterios de los límites de exclusión, puede ser excluido de la lista. En el de bajo ingreso figura un per cápita anual de 800 dólares o menos. Los esfuerzos realizados entre 1960 y 1990 dieron por resultado la identificación de una categoría de los países más pobres y estructuralmente más débiles, o sea, no incluidos como países menos desarrollados o países menos adelantados (PMas) y a la aceptación por parte de la comunidad internacional de que esos países más pobres y estructuralmente más débiles, como por ejemplo Haití, Somalia, Sudán, Etiopía, Islas Salomón y otros, merecen una atención especial y concreta. El Quinto Mundo Actualmente la mayoría de los expertos sitúan a 15 naciones africanas en la categoría de Quinto Mundo, a saber: Botswana, Burkina Faso, Burundi, República Centroafricana, Chad, Etiopía, Lesotho, Malawi, Mali, Níger, Ruanda, el sur de Sudán, Swazilandia, Uganda, Zambia y Zimbabwe. Asimismo, esos expertos consideran del Quinto Mundo a las Kazakhstan, Kyrgyzstan, siguientes naciones asiáticas: Afganistán, Laos, Mongolia, Nepal, Tajikistan, Turkmenistan Bután, y Uzbekistan. Ahora bien, los indios Hopi tienen una interesante teoría sobre el Quinto Mundo. Ellos pertenecen al grupo de antiguos habitantes de la meseta central de los Estados Unidos. Sus costumbres y tradiciones se adentran en lo más profundo de la prehistoria, pero no en su actual emplazamiento, sino en un lejano territorio que nombraban Kasskara, y que fue víctima de guerras y cataclismos que apunto estuvieron de exterminar a toda su raza. El escritor Robert Ghost Wolf ha interrogado a los indios Hopi sobre los turbulentos tiempos en que vivimos, y estos le han comentado sobre las profecías, como por ejemplo que ahora estamos habitando el Cuarto Mundo, y que varios signos evidencian que la puerta del Quinto Mundo, que será el mundo de la iluminación (o de la paz), está a la vuelta de la esquina. A este mundo que se avecina lo ven como una vuelta del hombre a recuperar la perdida conexión espiritual con la tierra que habita y le da sustento. Sin embargo, un sabio Hopi revela en “The book of the Hopi” lo siguiente: El camino al Quinto mundo lo está realizando la gente humilde de las pequeñas grandes naciones, tribus y minorías raciales. Es posible leerlo en la tierra misma. Las plantas de los mundos anteriores comienzan a brotar de sus semillas. Las mismas semillas están esparciéndose en el cielo como estrellas, y también en nuestros corazones". Según este sabio Hopi, posterior al Quinto Mundo le seguirán el Sexto, de las revelaciones, y el Séptimo, llamado de la culminación. Micronaciones Se trata de entidades que reclaman ser una nación o estado independiente pero que carece del reconocimiento de los gobiernos mundiales u organismos internacionales, a diferencia de los movimientos de autodeterminación o pequeños estados con escaso reconocimiento oficial pero independientes de facto, que sí cuentan con algún tipo de reconocimiento. Estas naciones existen ya sea en Internet o en pequeños espacios físicos. Las micronaciones las integran pequeños grupos de personas, e incluso una reducida familia. A diferencia de los países imaginarios y de otros grupos sociales (como ecoaldeas, clanes o sectas), manifiestan un ferviente deseo al reconocimiento de cierta soberanía sobre un territorio físico. Veamos un ejemplo: el Reino de Nova Edeno, una cibernación creada el miércoles 9 de enero de 2008 e inaugurada oficialmente dos días más tarde. El Reino de Nova Edeno se desarrolla actualmente en un entorno de Foro, que está habilitado para ser realista y permitir modificaciones por parte de los ciudadanos. La forma de gobierno del Reino de Nova Edeno es monarquía parlamentaria, el Rey es Roderic I y provisoriamente también es presidente de gobierno. En la actualidad esta Micronación realiza una campaña para atraer colonos, a fin de robustecer el Estado Digital, rellenar las canteras del gobierno y conquistar los inmensos territorios virtuales. El Reino de Nova Edeno tiene aspiraciones serias a ser una cibernación desarrollada, en donde la libertad y la igualdad sean garantizadas. Esta Micronación no tiene aspiraciones territoriales físicas ni económicas, por lo que no pide dinero o exige el pago de impuestos a los ciudadanos; de ellos solo se necesita la participación en los actos del gobierno, que trabajen activamente según el tiempo lo permita y que obedezcan las leyes. Por lo general las micronaciones son bastante pequeñas, tanto geográfica como en la cantidad de miembros, pues estos últimos casi nunca rebasan el centenar de personas, y la gran mayoría no tienen más que uno o dos participantes activos. No obstante, existen unas pocas como Hutt River, cuyo territorio es mayor que otras y tiene más de 10.000 pobladores. Entre los motivos para la creación de micronaciones y la búsqueda de la independencia de otra nación están el sentimiento nacionalista de índole económica, la autopromoción de una agenda política o social y, en otros casos, para crear un nuevo país o simular un sistema social diferente. A pesar de carecer de reconocimiento oficial varias micronaciones han diseñado una base legal que les permite cierta soberanía, la emisión de su propia moneda, una Constitución, sello postal e incluso establecimiento de oficinas de representación en otras naciones. Casi siempre las micronaciones tienen características comunes, y algunas manifiestan su deseo de ser reconocidas públicamente como Estados soberanos; sin embargo, los Estados oficiales no lo hacen. No obstante, quienes alientan las micronaciones, como es el caso de las Naciones Unidas no Representadas, están convencidos de la necesidad de sostener relaciones diplomáticas con otras naciones-Estado reconocidas por organismos internacionales como la ONU y otros, como son Taiwán, la Administración Central Tibetana, la República Árabe Saharaui Democrática y la Autoridad Nacional Palestina, por solo citar unos pocos. Recordemos que en la década del 60 surgen micronaciones como el Principado de Sealand, asentado sobre una vieja plataforma petrolífera, o su similar de la Isla de las Rosas, una plataforma de 400 metros cuadrados construida en 1968 en aguas internacionales de la ciudad italiana de Rímini, en el Mar Adriático, que imprimió sellos y declaró el esperanto como idioma oficial. Sin embargo, poco después de su formalización, la Marina de guerra italiana la invadió y destruyó. Con posterioridad muchas micronaciones pasaron de ser simples curiosidades a casos de estudio gracias al uso de Internet, empleado por sus gobernantes para promover el turismo, por lo común la principal fuente de ingresos; pero también para lograr notoriedad y establecer una representación oficial. Gran número de micronaciones territoriales al viejo estilo, incluyendo la provincia de Hutt River y Sealand, mantienen sitios Web que sirven en gran parte para dar a conocer sus reclamaciones y promocionarse. Estas dos mencionadas anteriormente son micronaciones que reclaman su derecho a obtener estatus de Estado en otras entidades internacionales y el reconocimiento por parte de Estados oficiales. El Sexto Mundo El Sexto Mundo está integrado por las millares de ONG esparzas en el mundo que con su trabajo cotidiano suportan la lucha de pueblos y naciones para la obtención de sus derechos básicos y autodeterminación y los Clanes, grupos de gente unida por parentesco, cultura o ascendencia, en general, descendientes de un ancestro común. El mismo podía ser real o mitológico, humano o no. DEL COLONIALISMO AL IMPERIALISMO Para algunos autores Colonialismo e Imperialismo son sinónimos; otros aprecian diferencias entre ellos. Por ejemplo, el Colonialismo suele aludir a las primeras fases de la expansión europea, ocurrida durante los siglos XVI, XVII y XVIII. Las metrópolis capitaneadas por Gran Bretaña, España y Portugal, fundamentalmente, explotados económicamente una serie de territorios que alentaron relaciones de subordinación con los pueblos autóctonos de la zona, a los que impusieron sus estructuras y formas de vida. Se impulsó el control de rutas, lugares estratégicos y la creación de zonas de influencia, pero no quedó claramente establecida una conducta de conquista continua y sistematizada. A diferencia del anterior, el Imperialismo tiene fuertes connotaciones nacionalistas: los Estados que lo practicaron pretendían la conquista sistemática de la mayor cantidad posible de territorios con el objetivo de alcanzar el rango de potencias mundiales. No buscaban tanto la transformación cultural de estas zonas como su control político, económico y militar. Este proceso adquirió nitidez en el último tercio del siglo XIX. El tránsito del colonialismo tradicional al imperialismo se produjo en la primera mitad del siglo XIX y estuvo marcado por la crisis del antiguo colonialismo expresada en la pérdida de las colonias americanas de Gran Bretaña y España, la desaparición de las doctrinas económicas mercantilistas y la lucha por la abolición de la esclavitud. La expansión continuó durante la segunda mitad del siglo, fruto de la pretensión de ganar nuevas áreas de influencia, alentada por la industrialización europea -ávida de nuevos mercados- y el desarrollo técnico y militar. Otros factores que contribuyeron a dicha expansión fueron las exploraciones geográficas y misioneras en busca de la extensión de la ciencia y el cristianismo respectivamente. En 1885, en la Conferencia de Berlín, las potencias acordaron el reparto sistemático del continente africano. En este momento las potencias europeas y algunas extraeuropeas como Estados Unidos y más tarde Japón, desarrollaron una política de expansión colonial acelerada que ya venía gestándose desde comienzos del año 1900. Esta nueva fase del colonialismo, que recibe la denominación de imperialismo, tendía a la formación de grandes imperios y constituyó una constante fuente de conflictos que desembocaron en la I Guerra Mundial. El Imperialismo es la doctrina política moderna que justifica la dominación de un pueblo o Estado sobre otros; por lo común mediante distintos tipos de colonialismos por la vía de la explotación económica, de presencia militar estratégica, de subordinación cultural u otras variantes. Aunque muy relacionados, los términos Imperialismo y Colonialismo no son estrictamente sinónimos pero coinciden en un concepto, el de constituir una doctrina política moderna.