Pedagogía y Curriculum en la concepción de forma Competencias.

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PEDAGOGIA Y CURRÍCULUM EN LA CONCEPCIÓN DE FORMAR COMPETENCIAS
Tomado del libro EL PROCESO CURRICULAR POR COMPETENCIAS. De Magalys Ruiz Iglesias. Editorial Trillas. 2009
Los elementos organizativos para la relación pedagógica, curriculum y didáctica
La remisión a la relación entre pedagogía y curriculum deriva del reconocimiento, en
primer lugar de que cada modelo pedagógico puede generar una propuesta de currículum
diferente y en segundo lugar, de reconocer que en todos los casos el currículum debe
convertirse en un curso de acción pedagógica que implica un plan de formación. Eso es
precisamente la opción educativa centrada en las competencias, un plan de formación
que, como todo plan verdadero de formación, responde a determinada concepción acerca
de cómo se propiciará el acercamiento a los conocimientos y a los saberes, cómo son las
experiencias, la actuaciones, las secuencias para favorecer esa actuación y todo lo que
ha de integrarse para arribar a las metas previstas.
Los modelos pedagógicos se han tipologizado de formas diferentes pero en realidad
la clasificación más generalizada alude a modelo pedagógico tradicional, conductista
cognitivo y social cognitivo (R. Flórez Ochoa, 2005).
La meta del modelo tradicional era forjar el carácter del individuo (la letra con sangre
entra), la del modelo conductista era formar la conducta técnico-productiva del individuo.
Estos dos modelos estaban centrado en la materia y polarizados hacia la enseñanza en
detrimento del sujeto que aprende.
El modelo pedagógico cognitivo centra su meta en el desarrollo intelectual del individuo,
mientras que el modelo pedagógico social-cognitivo la centra en la formación integral de
los sujetos.
Estos últimos modelos, cognitivo y social cognitivo, integran los planteamientos
constructivos, aplicados a los procesos escolares.
Son precisamente estos dos modelos los que inspiran una concepción curricular que
persigue lograr una actuación competente por parte de los sujetos, ambos responden a
modelos procesuales, aunque con direcciones diferentes en la forma de concebir esos
procesos.
Cuando al hablar de curriculum por competencias se plantea la necesidad de
autorregulación, autonomía, alternativas de acción para confrontar en situaciones reales,
contribución a la reconstrucción social, importancia del otro para intervenir en el aprendizaje,
etc. se está revelando la incidencia de lo sociocultural en la concepción procesual de ese
curriculum por competencias.
Todo currículo está inspirado en determinado modelo pedagógico y estos a su vez
encierran determinadas concepciones didácticas que guardan estrecha relación con el
curriculum, pues la concepción pedagógico-curricular se concreta en las concepciones
didácticas, por ello, el análisis entre pedagogía y curriculum nos lleva a la relación entre
didáctica y curriculum.
Abordar la relación entre didáctica y curriculum requiere de establecer criterios para poder
organizar la gran dispersión teórica que ha traído consigo encuentros y desencuentros a la
hora de planear la didáctica general a nivel de elaboración de módulos formativos por
competencia y también a la hora de arribar a la planeación de I a didáctica específica, a
través de las secuencias didácticas.
Los autores responsabilizados con la concepción didáctico-curricular están enfrentados a
una serie de disyuntivas, que derivan en una serie de adscripciones y desencuentros con
enconados conflictos, que podrían contrarrestarse si partimos de clarificar algunas cuestiones
relevantes en torno al curriculum en su vínculo con la didáctica, tal clarificación requiere de
elementos organizativos.
Los elementos organizativos que hemos establecido parten de una síntesis panorámica
del estudio realizado por la autora María Luisa Sevillano García, en su texto "Didáctica en el
Siglo XXI. Ejes en el aprendizaje y la enseñanza de calidad" (2004), en el cual expone
consideraciones que titula "el curriculum en la didáctica", lo que ya supone una toma de
posición en torno a esta relación. El objetivo de aludir de manera sinóptica a las
consideraciones de la autora es ofrecer a nuestros lectores el insumo necesario para
comprender, por sobre todo, las incongruencias que se cometen, cuando arremetemos a
diseñar un curriculum por competencias, sin los fundamentos básicos que nos permitan un
análisis diacrónico y «Un iónico de diferentes aspectos implicados implícita o explícitamente
en los diseños curriculares.
Los elementos organizativos para la relación Pedagogía, Curriculum y Didáctica.
Los elementos organizativos establecidos a partir de la síntesis ofrecida por la autora
Sevillano García son los siguientes:
• Distintas concepciones de currículo
• Nuevas formas de entender el curriculum
• Paradigmas curriculares
• El diseño curricular en la perspectiva de las teorías formativas y en las teorías de
aprendizaje
La interrogante cuya respuesta podría interrelacionar estos elemento al concebir el
curriculum por competencias es la siguiente: ¿Cómo contrarrestar las limitaciones que se
presentan al diseñar un curriculum por competencias en el cual, sin saberlo, estamos
reproduciendo modelos tradicionales o mezclando tendencias de manera ecléctica no
fundamentada?
La respuesta a esta pregunta requiere de construir la orientación a partir de ubicarnos en
las diferentes concepciones curriculares y las nuevas formas de entender el curriculum, para
luego ofrecer una visión paradigmática del mismo, como recurso orientador en el análisis de
todo diseño curricular, tomando como punto de partida las perspectivas de las teorías
formativas y de las teorías de aprendizaje a las cuales responden Ios diseños curriculares..
DISTINTAS CONCEPCIONES DE CURRÍCULUM
Las concepciones de curriculum se agrupan fundamentalmente en cuatreo grupos, a
saber:
1. El curriculum como plan de estudio.
2. El curriculum como saber disciplinar.
3. El curriculum como saber pragmático.
4. El curriculum como experiencia docente.
1. Curriculum como plan de estudio
En esta concepción, plantea Sevillano, se subraya la unidad entre plan de estudios y
formación. El análisis didáctico incide más en el desarrollo de habilidades de los estudiantes.
Aquí se le concede un valor máximo al contexto curricular, referido a la individualización. En el
proceso formativo crece la responsabilidad personal que caracteriza a la individualidad.
También se señala que es importante la relación del plan de estudio con la sociedad. A este
respecto la sociedad decide también sobre el valor de los contenidos, la respuesta adecuada.
Los conceptos de competencia y autonomía son los valores supremos. De esta forma se
desarrolla una capacidad de individualidad capaz de mostrar una actitud responsable en las
diversas situaciones de la vida (Sevillano García, M.L. 123).
2. Curriculum como saber disciplinar
La teoría positivista del conocimiento fue determinante en esta posición. Esto tuvo como
consecuencia que se definieran elementos del proceso de aprendizaje, siendo verificados
empíricamente y operativizados para los trabajos curriculares. Lo mismo vale para la
enseñanza. Desde esta misma visión pude ser definido y operativizado el curriculum como
objeto. Se empieza a hablar de curriculum relacionado con las disciplinas académicas
3. Curriculum como concepto pragmático
En esta perspectiva se unen una serie de supuestos relacionados con la práctica. Todos están
bajo el paradigma interpretativo. La teoría interaccionista juega también un papel importante.
La concepción pragmática presupone fundamentalmente la partición y la visión formativa de
ciudadanos responsables. Ya no se trata sólo de contemplar la individualidad, sino la
dimensión social. Enseñanza, educación, formación tienen como objetivo y finalidad preparar
personas responsables.
4. Curriculum como experiencia docente
El curriculum como experiencia docente presenta una gran variedad de manifestaciones, las
cuales hacen difícil el camino de las generalizaciones en este sentido, pero de manera
general los estudioso del tema señalan que tiene que ver con la interpretación que hacen los
profesores de su plan de estudio. Al respecto señala Sevillano (2005; 123) que se dan dos
perspectivas fundamentales:
a. Orientados a la acción y la producción.
b. orientados hacia los procesos y los estudiantes.
Desde ambas direcciones se ha dado una gran diversidad de puntos de vista y se han
hecho intentos por aproximarse a explicaciones de una teoría curricular, por parte de los
maestros.
Uno de los orígenes de las discrepancias que se dan entre los maestros al acercarse al
curriculum como experiencia docente, es la multiplicidad de enfoques filosóficos e ideológicos
existentes en educación la diversidad de concepciones psicológicas sobre el desarrollo y el
aprendizaje, las distintas funciones sociales que se le atribuyen a las instituciones docentes, a
las posiciones hasta contrapuestas en torno al conocimiento, etc.
Señala María Luisa Sevillano (2005;124) que otras causas no menos importante hay
que situarlas en los diferentes enfoques y proyectos existentes, cuando se trata de especificar
los elementos que intervienen en la configuración de la práctica pedagógica; lo que induce a
que cuando se pretende enmarcar las teorías o la teoría currícular de lo que se está
haciendo, nos tropezamos con que al aludir a diferentes vertientes o metas de dichas teorías,
unas le dan peso a determinado componente, y en otros casos, hay que tener en cuenta la
base ideológica de la cual parta; de ahí que en las teorías curriculares inclinadas a
determinada configuración, se aprecia que predominen explicaciones y planteamientos
cognítivistas, conductístas, crítico-radicales, neomarxistas, etc ( Sevillano, García 2005;126)
NUEVAS FORMAS DE ENTENDER EL CURRÍCULUM
Dentro de las nuevas formas de entender el curriculum se destacan siete posturas
fundamentales, a saber:
1.
2.
3.
4.
5.
6.
7.
El curriculum como estructura organizada de conocimientos.
El curriculum como sistema tecnológico de producción.
El curriculum como plan de instrucción.
El currículo como conjunto de experiencias de aprendizaje.
El curriculum como solución de problemas.
El curriculum como práctica.
El curriculum en diversas corrientes de pensamiento.
1. El curriculum como estructura organizada de conocimientos
Pone el énfasis en la función transmisora de la escuela aunque dicha transmisión la
asume desde tres posiciones diferentes:
a) Esencialismo y perennealismo: el curriculum como programa de conocimientos,
verdaderos válidos y esenciales.
b) La reforma del curriculum y la estructura de las disciplinas. Curriculum como
expresión de la estructura sustantiva y sintáctica de las disciplinas.
c) El desarrollo de los modos de pensamiento. Curriculum como proyecto complejo,
orientado a desarrollar modos de pensamiento reflexivo sobre la naturaleza y la
experiencia del hombre. Aprender es aprender a pensar.
2. El curriculum como sistema tecnológico de producción
En este caso el curriculum es el diseño estructurado de los resultados pretendidos,
definidos en comportamientos específicos (objetivos operativos).Se propone otorgar a la
enseñanza previsión rigurosidad, control, exhaustividad, haciendo extensivo a este ámbito
instructivo la consideración de una ciencia aplicada de la forma que se lleva acabo en las
ciencias experimentales.
Los profesores desempeñan un papel de ejecutores del curriculum diseñado por otros.
Desarrollan la actividad profesional de forma rigurosa y eficaz. (Schön 1983) llama
racionalidad técnica y recuerda que es heredada del positivismo
3. El curriculum como plan de instrucción
Apunta hacia la planificación racional de la intervención didáctica (objetivos, contenidos,
actividades, estrategias, evaluación) S asume en tal sentido, que el curriculum ha de ser la
guía de la práctica, es decir, ha de establecerse un plan de instrucción vehiculador de los
procesos de enseñanza-aprendizaje que den lugar a la cultura subjetiva. De esta forma el
curriculum se convierte en una tecnología en el medio apropiado y fundamentado
científicamente para lograr unos fines determinados.
Esta ampliación conceptual no es más que una mera consecuencia de los nuevos
planteamientos teóricos. No basta con la declaración de intenciones o el establecimiento de
contenidos culturales, sino que es necesario articular todo aquello que media entre las
mismas y los resultados.
En ocasiones se une el plan de instrucción con el diseño método- lógico, lo cual
comporta un claro intento de control de las necesidades individúalos y sociales que devienen
en el conservadurismo de la opción educativa. Esto no es de extrañar, por cuanto el
curriculum se usa y tiene razón de ser bajo principios de eficacia y eficiencia.
4.El curriculum como un conjunto de experiencias de aprendizaje
Surge esta concepción como reacción a la que se centraba en el mismo como
contenido, proponiéndose definirlo como el conjunto de experiencias que los alumnos llevan
a cabo bajo la dirección de la escuela, como consecuencia de la actuación de los
profesores, tanto si es fruto de la planificación de estos como sino lo es, también es
entendido como todas las oportunidades de aprendizaje que ofrece la escuela.
Se rompe directamente con la escuela tradicional centrada en disciplina para fijar la
atención en el alumno, sus necesidades e intereses.
Un punto crítico débil de esta concepción curricular es su visión reduccionista, al centrar
el conjunto de experiencias en al escuela, trayendo consigo que estemos frente a una
limitación contextual.
5. EI curriculum como solución de problemas
Defiende el análisis y singularidad de la práctica (consideradas las de espacio y tiempo
que rodean las experiencias educativas) Plantea Malina Rivilla (1987) que el curriculum ha
de caracterizarse por una concepción operativa, fundada en la reflexión y contrastada con la
práctica, mostrando justificadamente las decisiones más apropiadas respecto a las acciones
a llevar a cabo (planificación, programación, valoración de procesos y de resultado)
demostración de las pretensiones del mismo sometidas a crítica.
6.
El curriculum como práctica
Señala que la preocupación por la práctica en el curriculum no es más que una de las
consecuencias de la insuficiencia observada en los planteamientos tecnológicos sobre el
mismo, al considerarlo como algo apriorístico, prescriptivo, fijo, al margen de los contextos
de desarrollo, con valía universal. El currículum así considerado no prescinde de las
aportaciones de la Ciencias de la Educación sino que hace de ellas un uso utilitario y
referencial en la medida en que las mismas pueden encontrar explicaciones para soluciones
prácticas de los problemas.
7.
El curriculum en diversas corrientes de pensamiento
Abarca planteamientos en torno al curriculum oculto, el humanismo y tecnicismo dentro
de los cuales se destacan los "reconceptualistas sociales" que destacan las necesidades
sociales sobre las individuales Se ve la escuela como un puente entre lo ideal y lo real y el
curriculum como medio para que los estudiantes traten los problemas sociales.
Racionalismo académico cuya función es la transmisión cultural. Es una fuerte orientación
hacia la estructura del conocimiento, una vuelta a las disciplinas tradicionales. La
concepción del curriculum como creación de un compromiso personal para el aprendizaje,
es decir, fundamentada en lo que podemos esperar que el alumno lleve consigo cuando
haya terminado la instrucción formal (Sevillano García M.L; 130).
Por otra parte tenemos Los reconstruccionistas, los cuales cambian la orientación hacia
lo académico. Ellos no dirigen su atención esencialmente hacia los problemas diarios de la
práctica escolar, sino que intentan informar y alentar el debate sobre los problemas sociales y
educativos, pretendiendo de esta forma inyectar un elemento de intelectualismo en la vida de
los profesores. El individuo es considerado como el principal agente en la construcción del
conocimiento. No es sólo portador de la cultura sino que es también su creador. Obtenemos
significados de nuestra propia experiencia, por lo que se necesita reconstruir y reorganizar
experiencias, tanto para los individuos como para los grupos acerca del curriculum. La libertad
personal y la consecución de niveles altos de conciencia son valores centrales. La diversidad
y el pluralismo son reconocidos no sólo como fines sino además como medios para lograrlo.
Por último, dentro de la corriente de pensamiento la autora María Luisa Sevillano alude a
los críticos, los cuales se aproximan a las escuelas y a la sociedad para desvelar los valores
tácitos subyacentes. Este enfoque, postula unas bases estructurales, socio-políticas e
ideológicas de la ciencia y de los fenómenos sociales. La teoría crítica utiliza la metodología
reflexiva y dialéctica dirigida a elaborar conocimientos con una finalidad emancipadora y
liberadora. No busca sólo la explicación y la descripción de la realidad, sino que intenta
modificarla, capacitando a los sujetos para que participen y transformen la sociedad. Quiere la
unión de pensamiento y acción para la transformación de la realidad social, pero no sobre
criterios científicos y procedimientos técnicos, sino legitimando la acción social, que exige
negociación política, crítica social y capacitación de los sujetos para que puedan participar en
la acción. Para esta corriente es importante lo siguiente:
1.
2.
3.
4.
5.
Planificación educativa.
Planteamiento integral de la educación.
Plan de estudio
Programación
Diseño de instrucción
.
PARADIGMAS CURRICULARES
Las teorías expuestas en torno al curriculum han propiciado el establecimiento de
paradigmas curriculares dentro de los cuales se destacan los siguientes:
EL PARADIGMA TECNOLÓGICO
Refleja un modelo de intervención basado en la lógica de los medios-fines representaba
la ortodoxia científica enmarcada en el positivismo y aspiraba a convertir la elaboración del
curriculum en una cuestión de racionalidad.
EL PARADIGMA INTERPRETATIVO-FENOMENOLÓGICO.
Este paradigma asume el curriculum como proceso y en él vamos a detenernos por la
implicación que tiene en el enfoque de competencias que estamos proponiendo.
El origen de este nuevo paradigma se entronca con un acercamiento eminentemente
práctico del mismo, sin desestimar el conocimiento científico disponible. Esta propuesta
presenta la novedad de asumir cada tema de la ciencia no en términos de la conducta del
estudiante, ni de las operaciones subjetivas requeridas para su comprensión, sino en términos de su contenido conceptual, procedimientos y criterios claves para su construcción,
que se derivan de la estructura misma del conocimiento seleccionado, para procesar con los
estudiantes bajo la forma de un interrogante o problema por solucionar.
Dentro de esta propuesta se destaca Stenhouse, el cual aludía al Análisis en los
procesos científico-culturales como experiencias óptimas de racionalidad. En esta perspectiva
el curriculum es un curso de acción que desarrolla el profesor con sus estudiantes, una pauta
viva de ordenamiento de la práctica de la enseñanza (Stehouse, 1988) En esta concepción la
flexibilidad se convierte en un rasgo esencial
Además de la perspectiva de Stenhouse y Bruner, centrada en el desarrollo y apropiación
de las estructuras del conocimiento disciplinar, está la más centrada en operaciones y
herramientas lógicas del pensamiento, de inspiración piagetana.
Ahora bien, el curriculum por procesos no sólo responde a lo planteado anteriormente, sino
que está abierto a la influencia sociohistórica y cultural de la comunidad y del país en el que se
inscribe el programa educativo (Flórez Ochoa, 2005; 287).
En este caso el curriculum está inspirado en modelos pedagógicos sociales, por lo que
la concepción curricular pone énfasis en proporcionar contenidos y valores para que los
alumnos se formen en medio de la sociedad y ayuden a la reconstrucción social de la
misma; en esta visión toman relieve los procesos de autonomía, autorregulación, etc
(Flórez Ochoa R., 2005).
Debemos concluir señalando que aludir a procesos no es negar toda clase de
estructuración, sino contribuir a contrarrestar la rigidez, el determinismo taxonómico y
trabajar en pos de rebasar el desempeño rutinario para arribar a mayores niveles de
autonomía, siempre teniendo en cuenta que no se aprende solamente para fortalecer un
conocimiento escolar, que se demuestre en exámenes, sino que el aprendizaje de la
escuela se acerque lo más posible al dinamismo de la vida.
EL PARADIGMA SOCIOCRÍTICO. EL CURRÍCULUM COMO PRAXIS
Este paradigma arrastra muchos presupuestos del anterior, añadiéndole los
planteamientos de Habermas y la llamada Nueva Sociología o Sociología Crítica
(Popkewitz, Apple. Giroux, etc). Tratan de introducir nuevas dimensiones derivadas de la
perspectiva histórica, política y social al curriculum, es decir, al análisis ideológico y teórico
de la propia práctica como referentes del mismo. Señala María Luisa Sevillano que " Sin
restar un ápice de importancia a la efervescencia producida y actual en esta última fase, sobre todo en lo
relativo a la concepción de identidades plurales. También hemos de anotar una cierta preocupación que se
está produciendo sobre este particular, puesto que debajo de los "ropajes posmodernistas" ,a veces
borrosos y permisivos, pueden acogerse múltiples posturas, entre otras algunas tradicionales y
neoliberales. (Sevillano García M.L; 2005; 132).
EL PARADIGMA POSTCRÍTICO
En opinión de los postcrítícos el curriculum puede contemplarse desde las siguientes
perspectivas:
Visión humanista, tradicional, conservadora.
Visión tecnicista, utilitarista, economicísta.
Visión crítica, neomarxista, basada en el análisis.
Visión postestructuralista, crítica, neomarxista
Ellos entienden el curriculum como una práctica significativa, una práctica productiva,
una relación social, una relación de poder y una práctica que produce identidades sociales.
EL PARADIGMA EMERGENTE POSTMODERNO
Pretende responder a los problemas del mundo posmoderno y por la situación de la
teoría y la práctica del mundo actual. Es una teoría no uniforme preocupada por definir el
mundo postmoderno y ver qué currículo le corresponde. Una visión cósmica global del
mundo postmoderno, la naturaleza de los sistemas abiertos, la estructura de la complejidad y
la idea del cambio transformador frente al acumulativo serían algunas de sus características
(Sevillano G,M.L;133).
Los aspectos reseñados en torno distintas concepciones del currículo nuevas formas de
entenderlo y cómo ello permite establecer paradigmas, tienen su reflejo en los diseños
curriculares. Sobre cuestiones esenciales de esos diseños la autora de referencia, María
Luisa Sevillana señala lo siguiente:
EL DISEÑO CURRICULAR EN LA PERSPECTIVA DE LAS TEORÍAS FORMATIVAS Y EN
LAS TEORÍAS DE APRENDIZAJE
La necesidad de aludir al diseño curricular desde estas dos perspectivas, esta dada por
las divisiones internas que se han producido en el campo de la teoría de la formación y de
planes de estudio, con una tendencia a diseñar y evaluar el diseño curricular guiados
fundamentalmente por las obligaciones sociales que deben cumplir los ciudadanos adultos,
para lo cual se recurre a procedimientos empíricos y racionales. Sin embargo toda decisión
curricular debe tener presente las teorías formativas fundamentadas filosófica y
antropológicamente.
Las teorías del comportamiento, las de las interacciones y las teorías sociales afloran en
el tapete de la discusión con resultados a veces polarizados, por múltiples razones, pero una
de las más contundentes es la ausencia de referentes claros para fortalecer la esfera de los
fundamentos.
Por ello nos parecen muy valiosa las reflexiones que ofrece Sevillano en torno a dos
reflexiones que según la autora pueden aclarar el nuevo horizonte, antropológico cultural para
aclarar también cuestiones en torno al diseño. Esas reflexiones se dirigen hacía las teorías
formativas y hacia las teorías de aprendizaje.
1. REFLEXIONES EN LAS TEORÍAS FORMATIVAS
Con respecto a las teorías formativas la autora propone detenerse en tres aspectos
fundamentales, a saber:
a ) unidad de curriculum, plan de estudio y formación.
b ) la relación del curriculum con la sociedad.
c ) la dinamización del curriculum o el curriculum orientado hacia los contenidos.
d ) El curriculum estructurado.
En relación con la unidad de curriculum, plan de estudio y formación se ha de tener
presente, por tanto, que los elementos de un diseño curricular en un curriculum formativo no
se encuentran sólo ni principalmente en el carácter científico o ético, sino en las posibilidades
de evolución de las capacidades del hombre.
La relación del curriculum con la sociedad exige que los contenidos sean valorados en
función de los cambios sociales y el hecho de que los sujetos actúen de forma responsable, lo
que le confiere gran importancia al aprendizaje de las relaciones sociales junto al aprendizaje
de contenidos básicos disciplinares, científicos y relacionados con la sociedad.
La dinamización del curriculum enfatiza en criterios para la evaluación de los contenidos
atendiendo a dos criterios fundamentales, a saber:
a) La importancia en relación con la ciencia y la continuidad en el estudio.
b) La aportación a la comprensión y orientación de una cultura y para la interpretación
de sus manifestaciones.
c) Las funciones aplicables a la vida privada y pública.
Por último las teoría formativas aluden al curriculum estructurado, inspirado fundamentalmente
en los trabajos de Bruner y sus ideas en torno a que las representaciones simbólicas tienen su
núcleo en los saberes culturales, en las ciencias, en sus nuevos hallazgos y progresos, en la
moral y en las variaciones de las normas.
2. REFLEXIONES EN LAS TEORÍAS DE APRENDIZAJE
Con respecto a las teorías de aprendizaje Sevillano se refiere a tres cuestiones
fundamentales, a saber:
a. Diseño curricular orientado las disciplinas.
b. El diseño curricular orientado al saber.
c. El diseño curricular fundamentado en taxonomías
Con respecto curricular vinculado a la disciplina se plantea que las lógica de los
científicos se convierte en la base y fundamento de la lógica de los procesos. Estos diseños
curriculares no admiten cambios.
Con respecto al diseño curricular orientado hacia el saber se señala que lo
verdaderamente importante son las estructuras del saber aplicadas sin contexto. El
aprendizaje como un proceso cognitivo en la tarea relacional es fundamental en esta visión.
Por último se señala que la complejidad de un objetivo de aprendizaje y el grado de
conciencia que se tiene del mismo son muy importantes. Lo que se fija como objetivo
conceptual de aprendizaje tiene luego que mostrarse, manifestarse en los comportamientos.
Toda las descripción realizada por la autora María Luisa Sevillano, la cual hemos
esbozado como el referente necesario para propiciar un espacio de cooperación reflexiva en
torno a la construcción del currículo por competencias, puede ser representada esquemática
de la forma siguiente:
Distintas
concepciones del
currículo
Nuevas formas de
entender el
curriculum
Paradigmas
curriculares
Dos teorías claves para
el diseño curricular
1
el
c u r r í c u l o 1. Curriculum en
como
plan
d e diversas corrientes
de pensamiento
estudios
- Oculto
- Humanismo y
tecnicismo: los
críticos
(Planteamiento de
educación integral).
Paradigma
interpretativofenomenológico:
curriculum como
proceso.
- Sociocritico
- Emergente
- Unidad de curriculum,
plan de estudio y
formación
- Relaciones curriculum/
sociedad
- La dinamización del
curriculum
Curriculum como
saber disciplinar.
Interpretativofenomenológico
- El diseño curricular
vinculado a la disciplina
- El diseño curricular
orientado al saber
- El curriculum
estructurado
Curriculum como
estructura
organizada de
conocimientos.
- El currículo como
sistema tecnológico
de producción
- El curriculum como
plan de instrucción
- El curriculum como
práctica
- El curriculum como
Curriculum como
experiencia docente experiencias de
aprendizaje El
curriculum como
solución de
problemas
Curriculum
Pragmático
Paradigma
tecnológico, el
curriculum como
producto
- El diseño
fundamentado
taxonomías
curricular
en
las
dinamización
Paradigma poscritico La
curriculum
del
Reconociendo que cualquier clasificación tipológica queda estrecha a la realidad, hemos
pretendido esquematizar de manera relacional la reseña de los aspectos curriculares
abordados por la autora.
Sabemos que esta esquematización, en la cual pretendemos que se avizoren
antecedentes y subsecuentes, no lineales, pudiera derivar en precisiones, objeciones y hasta
discusiones, pero innegablemente ha sido un intento para percibir visualmente dónde pueden
estar las incongruencias mayores cuando elaboramos un curriculum por competencias, sin
una adecuada orientación o fundamentación que incida en las decisiones curriculares, es esta
la única intención del esquema porque ¿Cuántas veces no sucede que se declara que el
modelo pedagógico responde a un enfoque integral y luego se realiza el diseño curricular
fundamentado en taxonomías orientadas fundamentalmente al comportamiento? Y si fuera el
comportamiento en su sentido amplio, podrían justificarse algunas decisiones, pero es que en
realidad subyacen las teorías empiristas y racionales, apuntando hacia un funcionalismo o
carácter muy específico del conocimiento en toda la concepción curricular, lo que hace
incongruente hablar de competencias genéricas, con carácter transferible.
Lo cierto es que sí asumimos el concepto de competencia desde la perspectiva
conductual, entonces sí somos consecuentes cuando el diseño curricular tiene sus
fundamentos en determinadas taxonomía para, por ejemplo, evaluar el comportamiento, pero
si la perspectiva disciplinar desde la cual asumimos el concepto de competencias responde a
una visión sociocultural, entonces no se excluye el comportamiento, pero que no excluya no
quiere decir que constituya la plataforma de base para la concepción del diseño curricular
como totalidad.
Por ello creemos que esta representación esquemática nos ayudará a guiar las
explicaciones tentativas que expondremos para dar repuesta a nuestra pregunta de partida, es
decir, la que plantea lo siguiente:
¿Cómo contrarrestar las limitaciones que se presentan al diseñar un currículum por
competencias en el cual, sin saberlo, estamos reproduciendo modelos tradicionales o
mezclando tendencias de manera ecléctica no fundamentada?
La respuesta esta pregunta parte de lo planteado en la reseña anterior derivada de la
descripción realizada por Sevillano y se complementa con las consideraciones en torno a las
diferentes etapas del proceso curricular.
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