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Revista Computarizada de Producción Porcina Vol:9
No.2
2002
INDICE
Información general, 1-4
Artículo reseña
Árboles forrajeros en la alimentación del cerdo. Métodos de evaluación. (Foliages trees
on pig feeding. Methods of evaluation). C. Díaz, 5-23
Notas científicas
Nota sobre la evaluación de verracos por su calidad espermática (Note on boars
evaluation and semen quality). M. Tosar, D. Mendoza, E. León y F.J. Diéguez, 24 - 27
Artículos científicos
Factores ambientales que influyen en la productividad y longevidad de cerdas híbridas
Hampshire (Environmental factors influencing productivity and logevity in hybrid
Hampshire sows). O. Sánchez, R. Ortega, G. Torres y C.M. Becerril, 28-42
Evaluación de la influencia del manejo reproductivo y el momento óptimo para realizar la
cubrición en las cerdas. (Evaluation of reproductive management and the optimal
moment of mating on sows). R. Perdigón, EO. Cuesta, PA. Naranjo y T. Arias, 43-47
Artículos de investigación y desarrollo
Impacto social por la utilización del biogás en una escuela de enseñanza primaria
cubana (Social impact in biogas utilization in a Cuban school). R. Chao, R. Sosa, J. del
Río y A. Pérez, 48-52
Revista Computadorizada de Producción Porcina
Vol:9 No. 2 2002
INFORMACION GENERAL
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Osvaldo López (La Habana)
Marisol Muñiz (La Habana)
Raúl Ortega (Morelia)
EQUIPO TECNICO
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Margarita Rodríguez
Marlene Suárez
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Revista Computadorizada de Producción Porcina
Vol:9 No. 2 2002
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La referencia bibliográfica debe presentarse de la siguiente forma:.de acuerdo con el
trabajo de García (1988) y Fernández et al (1987).... Similares resultados se obtuvieron en
Santo Domingo (Pérez et al 1993; Mejía y González 1994)...
Por favor note que et al no se subraya, ni aparece en carácteres distintos ni es seguido
por un punto o coma. Se ofrecen ejemplos del formato apropiado en los trabajos
publicados en esta Revista.
En el listado de la revisión bibliográfica deben aparecer los títulos completos, con la
primera y última página del trabajo. Por ejemplo:
REFERENCIAS
Chung, C.S., Etherton, T.D. y Wiggins, J.P. 1985. Stimulation of swine growth by porcine
growth hormone. Journal of Animal Science, 60:118-128
Diéguez, F.J., Trujillo, G., Gómez, J. y Roque, R. 1979. Las pruebas de comportamiento
en campo para la selección de cochinatos y cochinatas en los Centros Genéticos de
Cuba. Ciencia y Técnica de la Agricultura, Ganado Porcino, 2(3):7-22
Crestwell, D.C. y Brooks, C.C. 1971. Composition, apparent digestibility and energy
evaluation of coconut oil and coconut meal. Journal of Animal Science, 33:366-369
Figueroa, V. y Ly, J. 1990. Composición química y propiedades físicas de los alimentos
derivados de la caña de azúcar. In: Alimentación porcina no convencional. GEPLACEA.
Serie Diversificación. México, p 33-63
Preston, T.R. y Murgueitio, E. 1992. Strategy for sustainable livestock production in the
tropics. CIPAV. Cali, pp 89
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Vol:9 No. 2 2002
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artículos se procederá a confeccionar la tabla de contenido y el índice específicos de la
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Revista Computadorizada de Producción Porcina
Vol: 9 No. 2 2002
ÁRBOLES FORRAJEROS EN LA ALIMENTACIÓN DEL CERDO. METODOS DE
EVALUACION
Consuelo Díaz
Instituto de Investigaciones Porcinas,
Gaveta Postal No.1, Punta Brava 19200, Ciudad de La Habana, Cuba.
RESUMEN
La necesidad de búsqueda de alimentos no convencionales de los países mas pobres, han
llevado a investigadores y productores a evaluar materias primas alternativas que permitan
sustituir las materias primas esenciales (cereales y soya) por fuentes alternativas para la
alimentación animal. Los árboles y arbustos forrajeros, por su amplia diversidad y
características de adaptación a gran cantidad de ecosistemas, ofrecen perspectivas como
solución biológica, práctica y económicamente viable para la alimentación animal. Sin
embargo debe tenerse en cuenta que estas fuentes no convencionales en general poseen
altas concentraciones de fibra y nitrógeno ligado a las fracciones fibrosas, además de
contener compuestos antinutricionales, por lo que deben emplearse con precaución en las
dietas destinadas a animales monogástricos En esta revisión se recogen algunos aspectos
de interés a tener en cuenta en la evaluación de recursos arbóreos así como datos de
interés sobre especies con posibilidades de uso en la alimentación del cerdo.
Palabras claves: forrajes, cerdos, digestibilidad, valor nutritivo, composición química
Titulo corto: Inclusión de forrajes en la dieta de cerdos
FOLIAGES TREES ON PIG FEEDING. METHODS OF EVALUATION
SUMMARY
The necessity of search of non conventional foods in developing countries has resulted in
that researchers and producers evaluate alternative materials to substitute the essential raw
materials (cereals and soybean meal) for the animal feeding. The trees and bushes foliage
could be a biological, practical and economical solution in animal feeding. They have a wide
diversity and adaptability to different ecosystems. However it should be taking into account
that these non conventional sources content high fibber concentrations and nitrogen bound
to the fibrous fractions. Also they contain antinutricional compound, which mean that the use
of them should be used with caution in the monogastric diets. This review refers some
important aspects on the arboreal resources evaluation, as well as, data about species with
possibilities to be use in the pig feeding.
Key words: foliages, pigs, digestibility, nutritive value, chemical composition
Short title: Inclusion of foliages in pig’s diets
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Revista Computadorizada de Producción Porcina
Vol: 9 No. 2 2002
Tabla de contenido
Introducción, 6
Árboles y arbustos forrajeros en la alimentación animal, 6
Árboles y arbustos forrajeros en la alimentación porcina, 8
La guásima y el algarrobo como árboles forrajeros en el trópico, 9
Utilización en la alimentación animal. Composición química y valor nutritivo, 11
Determinación del valor nutritivo de los alimentos, 11
Digestibilidad. Métodos de determinación, 11
Digestión de la fibra en el intestino grueso, 17
Conclusiones, 18
Referencias, 18
INTRODUCCIÓN
La competencia entre la población humana y los animales monogástricos no herbívoros por
los mismos alimentos, ha llevado a la evaluación y el estudio de la utilización de otras
fuentes de alimento, ante la imposibilidad de los países menos desarrollados, que no poseen
ni los recursos naturales ni técnicos, para la producción de cosechas equivalentes a los
cereales y fuentes de proteínas convencionales
Se hace necesario la evaluación y el estudio de estos materiales para determinar su
composición, así como el nivel de aprovechamiento de los nutrientes que contienen y sus
efectos sobre el proceso digestivo, ya que estos pudieran provocar una disminución de su
valor nutritivo. De manera general los estudios sobre la utilización de árboles y arbustos
forrajeros en la alimentación de animales monogástricos son escasos en comparación con la
amplia diversidad de esta fuente sobre todo en los países tropicales y subtropicales.
En la actualidad se cuenta con técnicas para la determinación de la digestibilidad con una
alta especialización sobre todos en los países desarrollados, sin embargo estas técnicas
implican el uso de varios animales por largos períodos de tiempo lo que se traduce como un
mayor gasto de recursos. Por esta razón se han desarrollado técnicas que pueden ser de
gran utilidad para predecir los valores de digestibilidad con la ventaja de requerir pocos o
ningún animal, como son las técnicas in vitro que permiten la simulación del proceso
digestivo en el laboratorio. Por otra parte la determinación de la digestibilidad por técnicas
indirectas utilizando marcadores ha permitido no solo conocer el aprovechamiento digestivo
de los alimentos sino también todo lo relacionado con el paso de la digesta a través del
tracto digestivo.
ÁRBOLES Y ARBUSTOS FORRAJEROS EN LA ALIMENTACION ANIMAL
Los árboles y arbustos forrajeros en las condiciones tropicales constituyen una fuente nada
despreciable de alimentos para los cerdos, ya que su producción es perenne, hay
disponibilidad de estos a nivel de las fincas familiares o en escala industrial si se forman
plantaciones, para su uso principalmente como fuentes proteicas. Dentro de sus desventajas
tenemos su alto nivel de fibra, la cual disminuye la densidad energética de la dieta en el
cerdo, solamente parte de la proteína puede estar disponible y la presencia de factores
antinutricionales.
El follaje de árboles y arbustos ha sido utilizado fundamentalmente en la alimentación de
rumiantes, mientras que el fruto de algunos árboles como la encina (Quercus spp), el
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caucho (Hevea brasiliensis) o la palma aceitera (Elaeis guineensis) se han destinado a la
alimentación de monogástricos, entre ellos el cerdo (Ly 1996)
Se ha demostrado que los valores nutritivos encontrados y la respuesta animal al uso de los
follajes arbóreos son satisfactorios al compararlos con los resultados obtenidos con otras
fuentes de alimentación de uso tradicional. Además, la aceptación de estos follajes por los
animales, es un indicador importante para incluir las especies arbóreas utilizadas, en el
diseño y evaluación de prototipos de producción de pequeños rumiantes (Benavides 1983).
Los estudios realizados hasta el momento, se orientan a la valorización, como fuentes de
follaje de árboles y arbustos y a su integración en sistemas de producción con rumiantes
(Benavides 1989).
Numerosas especies de árboles y arbustos con excelentes características para la
producción de follaje, como son la tolerancia de podas intensas, alta capacidad de rebrote,
adecuados niveles de producción de biomasa comestible, versatilidad para el manejo de las
semillas y la siembra y alto contenido de nutrientes para los animales, han sido identificadas
y valoradas por diferentes instituciones de investigación. Además, muchas de estas especies
son leguminosas, ampliamente conocidas por su contribución al ecopastizal por su
capacidad de fijar nitrógeno atmosférico y aportar un beneficio adicional al suelo. Las
leguminosas arbustivas constituyen excelentes sumideros de CO2 beneficiando de esta
forma el medio ambiente (Vargas y Elvira 1990).
Los árboles y arbustos follajeros poseen en sus estructuras aéreas, especialmente hojas y
tallos verdes, tejidos ricos en proteínas y otros nutrientes que están ligados en muchos
casos a la pared celular y compuestos antinutricionales, lo que determinará los niveles de
digestibilidad de estos según la especie, monogástrica o rumiante, a la cual se destine
(Murgueitio 1994).
Se sabe que en las células vegetales existen también compuestos llamados secundarios
como los polifenoles o taninos, que sin ser tal vez estrictamente antinutrientes, deterioran la
digestibilidad del alimento, y particularmente la de la proteína. Esto ha sido bien demostrado
en follajes para animales rumiantes (Valerio 1994), y es desde un punto de vista cualitativo,
perfectamente aplicable a los monogástricos.
Generalmente estos recursos alimentarios, son fuentes de proteínas con una alta
concentración de fibra que puede influir negativamente en la digestibilidad de los nutrientes.
No obstante, la magnitud de esta influencia depende del tipo y del origen de la fuente de
fibra, del tratamiento a que sea sometida, del nivel de consumo, la edad, peso de los
animales y otros (Fernández y Jorgensen 1986).La voluminosidad de este tipo de alimentos
es otro de los factores a tener en cuenta como limitante cuando se usan follajes arbóreos
sobre todo en animales monogástricos. En un segundo plano quedaría el grado de
lignificación de estos alimentos (Van Soest 1967).
Poco se sabe sobre el aprovechamiento digestivo no solo de la proteína de alimentos
tropicales, sino del resto de los nutrientes contenidos en la ración cuando ésta es rica en
pared celular. Tal vez esto se deba a que los esfuerzos investigativos se han dirigido a la
identificación de factores antinutricionales y a la búsqueda de métodos efectivos para
contrarrestarlos (D’Mello 1992) y no a la evaluación nutritiva de los mismos.
Vargas y Elvira (1990) informaron que era posible obtener un alto potencial follajero cuando
los árboles eran sometidos a un régimen sistemático de corte con intervalos de dos meses
durante el ciclo de crecimiento. Con contenidos de proteína bruta (Nx6.25) entre 15 y 30 %;
Benavides (1996) informó contenidos de proteína bruta que iban de 14% hasta un 35%,
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elevados niveles de digestibilidad in vitro de la materia seca (entre 60 y 90 %) y altos
rendimientos de materia seca por unidad de área (12 a 38 t/ha/año).
Al referirse a la explotación de sistemas silvopastoriles, Vallejo y Oviedo (1996) informaron
que el corte debía realizarse de manera intensiva con aproximadamente 90 días como
promedio para impedir la lignificación de los árboles. Pero cuando se disminuye en demasía
la frecuencia de corte se reduce el contenido de materia seca, proteína total, extracto etéreo
y calcio.
En Cuba se cuenta con un potencial amplio de especies con características forrajeras. Se
trabaja arduamente en diferentes instituciones científicas para la tipificación de estos
recursos, estudiando su diversidad, localización, así como composición bromatológica, para
evaluar su posible utilización en sistemas sostenibles de producción. De esta forma, en la
última década se ha iniciado la generalización del silvopastoreo en diferentes provincias del
país (Simón et al 1996). Estos árboles han sido usados además como cercas vivas por los
beneficios productivos y económicos que se les reconocen a este tipo de cercado tradicional.
También se han utilizado en asociación con pastos para disminuir la incidencia de malezas y
mejorar las condiciones de los suelos (Alonso et al 1998).
En las montañas de Cuba se desarrollan una gran cantidad de árboles y arbustos que tienen
la característica de poseer diferentes sistemas de habitad, propagación y usos, dentro de
ellos en el Instituto de Investigaciones Porcinas se han reseñado los de mayores
posibilidades como fuentes de alimentos para el cerdo (García et al 2000).
El uso de fuentes proteicas tropicales tropieza con serios obstáculos que pueden ser tan
variados como la presencia de factores antinutricionales, una caracterización incompleta de
su contenido de nutrientes, y junto con ello, la incertidumbre de cuales procesos digestivos
y metabólicos tienen lugar en cerdos alimentados con tales fuentes proteicas tropicales (Ly
1993). La urgente necesidad de fuentes de proteínas para los cerdos, hace que no se
descarte la posibilidad de aprovechar las bondades de estas fuentes de alimento y se inicien
estudios con vistas a valorar su inclusión en dietas para cerdos.
ÁRBOLES Y ARBUSTOS FORRAJEROS EN LA ALIMENTACIÓN PORCINA
Muy limitados han sido los trabajos en los que se ha utilizado el follaje de árboles forrajeros
en la alimentación de cerdos. Si bien se han utilizado follajes en la alimentación de cerdos,
en los países de clima templado ha sido fundamentalmente la alfalfa (Medicago sativa), que
es una leguminosa con un contenido proteico medio, la más estudiada. En los países
templados no ha sido práctica común la alimentación porcina con follajes de árboles. Los
árboles y arbustos se han usado en los países tropicales de forma espontánea en la
economía de subsistencia o traspatio, pero no existen referencias que avalen esto, salvo el
caso de residuos de cosechas tales como el plátano, la yuca y el boniato. Entre los árboles y
arbustos, los más estudiados en los últimos años han sido la leucaena (Leucaena
leucocephala) y la trichantera (Trichanthera gigantea). En este sentido, más se conoce sobre
su valor nutritivo (digestibilidad) que sobre su influencia en los rasgos de comportamiento (Ly
1996)
Mejía (1989) utilizó hojas de nacedero (Trichanthera gigantea) como única fuente proteica en
dietas para cerdas gestantes alimentadas con jugo de caña de azúcar, sin encontrar
disminuciones en los índices biológicos tanto de la madre como de la camada, con respecto
a fuentes proteicas convencionales como la torta de soya. Sin embargo se han reportado
pruebas preliminares en cerdos a los cuales se le introdujo en la ración el nacedero donde
se sugiere algún desbalance de aminoácidos en su configuración proteica (Murgueito 1994).
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Sarría et al (1991) realizaron un ensayo de alimentación de cerdos en ceba con jugo de caña
de azúcar (Sacharum officinarum) como única fuente de energía y follaje de nacedero como
sustituto parcial de torta de soya. La mayor inclusión de nacedero tuvo un efecto negativo
sobre el incremento de peso y la conversión alimentaria.
Argentti et al (1997) determinaron la digestibilidad aparente de la proteína cruda, la energía,
el extracto libre de nitrógeno, el extracto etéreo y la fibra cruda en raciones para cerdos que
incluyeron 10 y 20 % de harina de follaje de leucaena. Se observó una disminución
altamente significativa de los coeficientes de disponibilidad para los distintos componentes
de la dieta al aumentar el nivel de harina de follaje en la ración excepto para la fibra cruda,
componente para el cual no se observaron diferencias entre tratamientos.
Es probable que el contenido foliar de compuestos secundarios tales como los taninos
tengan mucho que ver con una digestión deficiente del N, y por extensión de los
aminoácidos. Esto puede ser cierto en L. leucocephala, donde muy poco del N está unido a
la pared celular vegetal, un 7.4% del total (Vargas y Elvira 1990), y por consiguiente esta
condición no lo hace inaccesible para las enzimas proteolíticas del cerdo.
Se ha sugerido que la digestión por el cerdo de beta-polisacáridos es reducida en L.
leucocephala, 59.7 y 43.4% para la hemicelulosa y la celulosa respectivamente (Santos y
Abreu 1995). Solarte (1994) ha utilizado follaje de botón de oro (Tilthonia diversifolia)
mezclado con otros follajes, en la alimentación de cerdos. Mederos et al (1998) estudiaron el
comportamiento de cerdos en ceba alimentados con dietas basadas en mieles enriquecidas
de caña de azúcar y harina de soya con la inclusión de follaje de algarrobo, en dietas con
diferentes niveles de proteína. Como resultado de estos estudios, se sugirió el uso de la
dieta con el 75 % de las recomendaciones de proteína del NRC (1988) e inclusión del 20 %
de follaje de algarrobo como la variante más ventajosa.
El follaje de yuca ha sido objeto de estudio por muchos investigadores que ven posibilidades
de su utilización en la alimentación de cerdos. Choo y Hutagalung (1972) encontraron que al
suplementar la dieta con metionina podian alcanzar niveles de inclusión de follaje de yuca
hasta de un 30% de la ración sin afectaciones marcadas en el comportamiento animal. Por
otra parte Alhassan y Odoi (1982) encontraron afectaciones en el crecimiento de cerdos
alimentados con follaje de yuca en los casos en que el nivel de inclusión de esta harina
estuvo por encima del 10%. Chicco et al (1972) y Buitrago (1990) aseguran que el maíz y el
sorgo, componentes de dietas para cerdos, pueden ser reemplazados parcial o totalmente
por harina de follaje de yuca, sin incidencias marcadas en el comportamiento. González et al
(1996) encontraron una marcada disminución en la digestibilidad cuando la harina de follaje
de yuca se incrementó por encima del 10% en la dieta de los cerdos.
LA GUÁSIMA Y EL ALGARROBO COMO ÁRBOLES FORRAJEROS EN EL TRÓPICO
La guásima (Guazuma ulmifolia), que ha sido nombrada de maneras diferentes en diversas
regiones (guásima, guacimo, majagua de toro), es un árbol perenne de la familia
Sterculeaceae. Mide de 4 a 10 m de altura y puede crecer hasta 20 m en bosques primarios,
alcanzando el tronco de 30-60 cm de diámetro. Los árboles son usualmente siempre verdes;
pierden las hojas solo después de prolongadas sequías. Sus frutos son globosos, secos,
indehiscentes, con pulpa dulce, que contiene de 40-80 semillas pequeñas y duras. El follaje
es abundante, con ramas extendidas o ligeramente colgadas y copa redondeada. Las hojas
son simples, ovaladas y aserradas, de 6 a 12 cm de largo y de 2.5 a 6.0 cm de ancho. La
corteza es de color gris, gruesa y agrietada. Su tronco tiene una madera de color gris
anaranjado, textura mediana, cuyo peso específico es de 0.51 g/cm.
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La guásima está totalmente distribuida a través del Caribe, México, América Central y
América del Sur; llegando hasta el norte de Argentina. El árbol crece en suelos aluviales y
arcillosos y en climas húmedos y secos. Crece mejor a plena luz solar, coloniza áreas
deforestadas y se le encuentra creciendo en las orillas de los arroyos y pastoreos; es una
especie abundante en los bosques secundarios. Se encuentra mayormente en elevaciones
por debajo de 400 m, con temperaturas promedio por encima de 24°C, con régimen
pluviométrico anual entre 600 y 1500 mm. Es más frecuente en suelo con pH superior a 5.5.
No tolera suelos compactos con altos contenidos de arcilla. Se propaga principalmente por
semillas aunque también puede hacerse por estacas o plantarse a raíz desnuda (García et al
2000).
Podada cuatro veces al año, la guásima aporta rendimientos de 10 kg de follaje por árbol de
materia seca y de 16-23 % de proteína cruda en sus hojas (Navarro et al 2001). En la Tabla
1, se muestra la producción de biomasa y relación hoja tallo de la guásima en árboles bajo
uso intensivo.
Tabla 1. Producción de biomasa y relación hoja tallo de la guásima, en rebrotes
de 4 meses
KgMS/árbol/poda
Relación
Altura total (m)
Altura copa(m)
total
hojas
Hojas tallo
1.69
0.85
50
50
5.5
4.2
Fuente: Vargas y Elvira 1990
Es muy frecuente su uso como follaje al final de la estación de seca en bovinos y caprinos.
Son muy usados como postes vivos en linderos y cercas. Los frutos han sido usados en la
alimentación de cerdos (García et al 2000).
El algarrobo (Albizia lebbeck) se ha llamado en diferentes regiones como mujer de tres
lenguas y acacia. Este árbol pertenece a la familia botánica Mimosaceae. Es un árbol
grande, de hasta unos 20 m de alto. Corteza gris pálido o gris amarillento, coposa; hojas
grandes de color verde claro con numerosos folíolos redondeados. En Cuba florece de
agosto a octubre y fructifica de enero a junio. Su fruto son vainas de 10 a 20 cm de largo que
contienen de 6 a 12 semillas de color carmelitoso (García et al 2000).
A. lebbeck puede encontrarse en bosques húmedos tropicales y subtropicales, con
abundantes precipitaciones con o sin estación seca prolongada. Aunque alcanza un gran
desarrollo en suelos fértiles, se desarrolla bien en una amplia gama de suelos. Las
plantaciones pueden hacerse por siembra directa, usando tocones o raíces cortadas en
bolsas de polietileno. En viveros, las posturas alcanzan una altura de 30-50 cm a los tres
meses de germinación. Una vez plantada a los 9 meses tiene de 1-2 m. Se considera un
árbol de crecimiento rápido. En la Tabla 2 se muestra la producción de biomasa del
algarrobo.
Tabla 2. Producción de biomasa del algarrobo
Altura total del árbol Altura de la copa (m) KgMS/árbol/poda,
(m)
6.2
3.9
1.30
Fuente: Navarro et al 2001
Relación
hoja: tallo
47
53
Se utiliza como árbol de sombra en huertos y pastizales, se usa con mucha frecuencia,
como porte vivo en carreteras y linderos. La madera, resistente, se usa en construcciones de
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botes, muebles y otros. Las hojas y ramas de este árbol son ricas en proteína, por lo que es
un alimento de calidad para el ganado bovino y caprino.
UTILIZACIÓN EN LA ALIMENTACIÓN ANIMAL. COMPOSICIÓN QUÍMICA Y VALOR
NUTRITIVO
Muy limitados han sido los trabajos en los que se ha utilizado el follaje de árboles y arbustos
forrajeros en general, para la alimentación de los cerdos; en particular, sobre el uso de la
harina de follaje de guásima y algarrobo en la alimentación animal se sabe muy poco. Se
cuentan con escasos estudios sobre la composición química y valor nutritivo de estos
árboles para animales monogástricos; su estudio sobre todo ha sido encaminado para su
posible utilización en rumiantes. Con este objetivo, Vargas y Elvira (1990) estudiaron el
potencial forrajero del árbol de guásima cuando era sometido a un régimen de corte con
intervalos de dos meses durante el ciclo de crecimiento. En este estudio se encontró una
digestibilidad in vitro de la materia seca del 43 % y al compararlo con la Gliricidia sepium se
observó un menor contenido proteico con mayor proporción de nitrógeno ligado a la pared
celular (61.7 %) y a la fibra ácido detergente (31.4%). Por lo que se reportó un pobre
aprovechamiento del N presente en la pared celular (22%).
Sin embargo, Flores (1987) en un estudio realizado en Guatemala, observó que el follaje de
guásima es uno de los más empleados por los productores como fuentes de follaje en la
alimentación de vacas y cabras. Este dato parece estar más relacionado con el potencial de
producción de biomasa y por la palatabilidad de este follaje que con la utilización digestiva
del mismo por los animales. Medina (1987), en un estudio sobre consumo realizado en
cabras semi-estabuladas halló también un alto consumo de follaje de guásima.
DETERMINACIÓN DEL VALOR NUTRITIVO DE LOS ALIMENTOS
El valor nutritivo de un alimento no es más que la digestibilidad de un alimento, por tanto el
valor nutritivo varía de acuerdo con la especie en estudio. En la producción porcina es muy
importante la eficiencia con que son utilizados los alimentos, si se tiene en cuenta que es
consenso general que alrededor del 70% del costo de producción en esta ganadería
descansa en los insumos de alimentos. A su vez la eficiencia en el aprovechamiento
digestivo ha quedado bien establecido que está estrechamente relacionada con rasgos de
comportamiento tales como la ganancia diaria, el consumo diario de alimento y la conversión
alimentaria (Dierick et al 1985). Todo lo anterior es válido tanto para la alimentación
convencional de cerdos como en la no convencional, siendo más útil en este último caso,
cuando se trata de la determinación del valor nutritivo en un nuevo alimento.
El conocimiento preciso de la digestibilidad de cada una de las entidades químicamente
definidas dentro de un alimento es hasta el momento muy difícil de alcanzar. Esto se debe a
que la excreción fecal no consiste en los residuos de la dieta que no han sido digeridos por el
cerdo, sino en una mezcla de éstos, de parte de los mismos transformados, de secreciones
endógenas y decamaciones de la mucosa intestinal, así como de productos del metabolismo
microbiano de la flora gastrointestinal que normalmente coloniza todo el canal alimentario (Ly
1999).
DIGESTIBILIDAD. METODOS DE DETERMINACION
La digestibilidad de un alimento suele expresarse como la digestibilidad del mismo en base
seca, y también como la digestibilidad de sus principios nutritivos. Estos últimos a pesar de
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los criterios surgidos acerca de su expresión en términos químicos o bioquímicos, siguen
aceptándose como los de mayor utilidad práctica, y se corresponden con el bien conocido
esquema analítico de Weende, es decir, ceniza, materia orgánica (materia seca menos
ceniza), proteína cruda (N x 6.25), extracto etéreo o grasa cruda, fibra cruda y extracto libre
de nitrógeno, el que incluye el almidón y otros azúcares solubles. A estos principios nutritivos
se suele agregar la energía bruta. Lo anterior no excluye la posibilidad de determinar otras
fracciones o nutrientes presentes en un alimento en cuestión, que pueden contribuir a
profundizar en el conocimiento de su potencial nutricional, como el contenido de pared
celular, la lignina, los aminoácidos y otros. Desde un punto de vista general, los indicadores
de digestibilidad de mayor interés son la digestibilidad del N, y por extensión, de la proteína,
la materia orgánica y la energía (Ly 1999).
Otro aspecto a tener en cuenta en cuanto a los tipos de digestibilidad es la tendencia actual a
tener en cuenta dos tipos de digestibilidad de los alimentos o nutrientes: la digestibilidad
boca-recto o total y la digestibilidad boca-ileón o prececal. Con la primera se mide toda la
desaparición del alimento en el tracto gastrointestinal y comprende las llamadas digestión
enzimática (hasta el íleon) y la microbiana o que tiene lugar en el intestino grueso. Se ha
encontrado que la primera de ambas o digestibilidad total está muy correlacionada en cuanto a
la materia orgánica y a la energía con los rasgos de comportamiento (Dierick et al 1985),
mientras que la digestibilidad ileal de la proteína está más correlacionada con estos mismos
rasgos de comportamiento (Imbeah et al 1988).
En el mundo se han desarrollado un gran número de experimentos in vivo para medir la
digestibilidad en variados alimentos. Existen tres métodos in vivo para medir la digestibilidad,
el directo, el indirecto e in situ y son válidos tanto para la digestibilidad ileal como total; así
como para cualquier tipo de nutriente (minerales, proteínas azúcares), y para cualquier edad
de cualquier tipo de animales, entre ellos el cerdo. Con este fin se han utilizado animales
enteros y animales modificados quirúrgicamente.
Históricamente la digestibilidad se midió por métodos directos; después se comenzó a medir
por métodos indirectos y por último por métodos in situ. Igualmente, en sentido histórico, en
función del avance de los estudios básicos y de cirugía del tracto digestivo del cerdo, se ha
pasado, de experimentos de digestibilidad con animales intactos o preparados
quirúrgicamente, para estudiar la digestión en distintas partes del tracto digestivo.
Estos experimentos han mostrado una gran variación no solo entre distintos tipos de
alimento sino también entre muestras de un mismo alimento (Sauer y Ozimek 1986) dado
por la influencia en los resultados de la edad y características propias de cada animal,
condiciones en que vive, entre otros.
Por la demanda en el número de animales, su mantenimiento en algunas ocasiones, el
sacrificio de los propios animales para la obtención de datos horas después de la ingestión
de los alimentos, estos métodos se hacen costosos y trabajosos (Donkh et al 1994). Por
estas razones se han desarrollado otras variantes de determinación de la digestibilidad in
vivo. El uso del método de digestibilidad de bolsa de nylon móvil ha sido una variante muy
novedosa y practica por la cantidad de muestra que pueden procesarse en menos tiempo.
La bolsa es introducida a través de una cánula duodenal implantada quirúrgicamente en los
animales. Los primeros estudios de esta técnica se realizaron en rumiantes, para conocer la
capacidad fermentativa del saco ruminal. También es posible conocer la digestibilidad de un
nutriente dado en periodos cortos de tiempo. La principal interrogante del método de
determinación de la digestibilidad por este método, es la dieta que debe consumir el cerdo
en el momento que se están usando las bolsas. Esta técnica ha sido usada en la búsqueda
de ecuaciones de predicción, entre los métodos in vitro e in vivo para determinar la
digestibilidad de un nutriente, aun cuando las técnicas in vitro son mucho mas rápidas, se
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hace necesario el uso de un laboratorio con la implantación de técnicas costosas, por lo
tanto la predicción de la digestibilidad de un nutriente a partir de técnicas mas sencillas que
se ajusten mejor al proceso biológico de digestión, se hace una práctica frecuente (Metz y
Van der Meer 1985).
La utilización de cánulas reentrantes implantadas en la región terminal del íleon ha sido una
técnica utilizada ampliamente a partir de la década de los 60 (Laplace et al 1994). Cánulas
simples en forma de T implantadas en la región final del ileon y el ciego han sido utilizadas
ampliamente (Darcy et al 1980, Gargallo y Zimmerman 1980, Sauer y Ozimek 1986, Walter
et al 1989). Se ha planteado que la actividad microbiana en el intestino delgado puede
alterar significativamente la composición aminoacídica en las heces. Esto sugiere que los
valores de digestibilidad de la proteína basados en los datos obtenidos de la porción íleoterminal pueden ser indicadores más efectivos del valor nutricional que los basados en los
datos fecales (Low 1976, 1980; Just et al 1985). La mayoría de los problemas que se
presentan en el post-operatorio cuando se utilizan estas cánulas que pueden producir la
muerte del animal antes del período experimental (Laplace 1980) son solucionados con el
uso de las cánulas tipo T, particularmente las reemplazables, con las cuales el intestino no
sufre muchas injurias durante la cirugía, lo que permite el uso prolongado de los cerdos
preparados quirúrgicamente (Decuypere et al 1977, Bjornhag y Jonson 1984).
La anastomosis externa, no es más que realizar el desvío de digesta a una parte del
intestino a través de una cánula reentrante. Las anastomosis practicada en diferentes puntos
del tracto digestivo permiten tomar muestras de digesta en diferentes puntos del tracto
digestivo permitiendo el estudio de su contenido, velocidad de pasaje retención absorción y
digestibilidad en dependencia del objetivo que se persiga. Una de las alternativas para la
canulación ileorectal es la anastomosis ileorectal (Green et al 1987; Bengala-Freire et al
1988).
La anastomosis íleo-rectal (AIR) consiste en la anastomosis de la porción terminal del íleon
con la porción próxima del recto. Se han utilizado algunas variantes como la anastomosis
término-lateral del íleon sobre el recto, la anastomosis término-terminal con aislamiento total
in situ (introduciendo carbón 30 g y 5 g de sulfamidas para evitar la fermentación por las
bacterias del intestino grueso) y la anastomosis término-terminal con cánula en el colon para
la salida de los residuos de fermentación (Picard 1984; Laplace et al 1985). En estos dos
últimos procedimientos el aislamiento del intestino grueso del intestino delgado es total.
Entre las ventajas de la anastomosis ileorectal están, la facilidad de la intervención
quirúrgica, la comodidad de la colecta de digesta ileal (por su salida a través del recto) con
respecto a las técnicas donde se utilizan cánulas y la irritación cutánea que se produce en la
región perineal puede ser controlada mediante una buena higiene externa. Los niveles de
alimentación de los animales son generalmente superiores con respecto a sus congéneres
con cánulas; esta diferencia se nota en las primeras horas del post-operatorio y persiste en
el tiempo. Además, la longevidad experimental de los animales es considerable, solo
limitada en la práctica por el crecimiento de los animales, con respecto a las dimensiones de
las jaulas de metabolismo (Laplace et al 1985).
La anastomosis como técnica se ha venido modificando y perfeccionando. Mediante la
anastomosis íleo-rectal término-terminal descrita por Green et al (1987) se consiguió el
aislamiento del intestino grueso del resto del tracto gastrointestinal. Esta técnica ha sido
modificada preservando la válvula ileocecal (Laplace et al 1994, Henning et al 1997) con el
objetivo de disminuir la velocidad en el tránsito de digesta. Esta fue la principal desventaja
adjudicada a la técnica descrita por Green et al (1987).
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La metodología para la aplicación de estos métodos ha sido discutida sistemáticamente en
los seminarios internacionales de fisiología digestiva del cerdo que se han venido realizando
en Europa cada tres años. Todas estas técnicas han tenido en su momento defensores y
detractores. (Cole et al 1967 citado por Ly 1995) consideran que el confinamiento de los
cerdos, con el consiguiente poco ejercicio, reduce el tono muscular y probablemente al
reducirse el tránsito de digesta, resulta en una sobre estimación de la digestibilidad con
respecto a los animales alojados en corrales. Yin et al (1993) y Fuller et al (1994) por el
contrario consideran que la anastomosis permite obtener un estimado razonable de la
digestibilidad ileal. Se plantea además como desventaja que la privación de la función cecocólica conduce a la supresión de los beneficios de la síntesis de vitaminas por la flora
microbiana y, reduce la reabsorción de agua y electrolitos.
En la actualidad no se han precisado las necesidades de vitaminas y minerales de los
cerdos con esta preparación quirúrgica. En el caso particular del sodio se suplementa con un
régimen de (0.5% de NaCl y 0.5% de NaHCO3), suficiente para compensar las pérdidas por
la supresión del intestino grueso. Aún no se han precisado las necesidades de vitaminas y
minerales de los cerdos con esta preparación quirúrgica. Los fenómenos adaptativos que se
suceden en el intestino delgado perturban el funcionamiento del mismo (Laplace et al 1985).
Desde el punto de vista general, al privarse de la función al intestino grueso, se priva al
animal de la recuperación de energía a través de los ácidos grasos de cadena corta que
representan del 10 al 20% de la energía necesaria para el mantenimiento. En todos los
casos, para realizar el trabajo se requiere el alojamiento individual de los cerdos en las cajas
de digestibilidad o jaulas de metabolismo.
Los métodos in vitro para medir la digestibilidad se basan en la simulación del proceso
digestivo a escala de laboratorio. Históricamente, se comenzó por los estudios de
digestibilidad in vitro para evaluar los procesos fermentativos del rumen, y posteriomente se
han extendido esencialmente a simular la digestibilidad ileal o prececal, y la digestibilidad
total, obteniendo por diferencia la digestibilidad in vitro del intestino grueso. Los
experimentos hechos con cerdos han demostrado que existe una buena correlación entre los
métodos in vivo y los in vitro (Dierick et al 1985; Boisen y Fernández 1995).
Los métodos in vitro de digestibilidad comenzaron a usarse para simular la digestión ileal del
nitrógeno y aminoácidos en el cerdo, y esto fue de esta forma, porque es en esta zona del
tracto digestivo donde se aprovechan verdaderamente los aminoácidos, que al constituir las
proteínas representan, la fracción más costosa y difícil de obtener en el mercado. Se han
desarrollado numeroso métodos de determinación de la digestibilidad in vitro que permiten
conocer la digestibilidad de un alimento ya sea ileal o fecal de manera mas rápida y barata
que los métodos in vivo, que además de ser lentos y costosos presentan una gran variación
y escasa reproducibilidad
Estos ensayos permiten determinar la digestibilidad de las diferentes fracciones
componentes del alimento (proteínas, carbohidratos, lípidos, fibra) y la energía metabólica
de forma rápida y sencilla, siendo muy útiles para las determinaciones de rutina al brindar
información acerca de la calidad nutricional del alimento, permitiendo el posterior
mejoramiento de la misma (Darcy 1984). La digestibilidad es el determinante primario de la
disponibilidad de un alimento (Hsu et al 1977) ya que para estar biodisponible tiene que ser
degradado primeramente por las enzimas digestivas del tracto gastrointestinal (Darcy 1984).
Se han desarrollado un gran número de experimentos in vivo para medir la digestibilidad
tanto ileal como fecal en una gran variedad de alimentos, estos experimentos han mostrado
una gran variación no solo entre diferentes tipos de alimentos sino también entre diferentes
muestras de un mismo alimento (Sauer y Ozimek 1986). La pobre reproducibilidad en estos
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ensayos está dada por la influencia en los resultados de la edad y las características propias
de cada animal, condiciones en que vive, composición del alimento y otras.
Existen numerosos métodos enzimáticos y microbiológicos de determinación de la
digestibilidad in vitro. En estos ensayos es prácticamente imposible reproducir exactamente
el proceso in vivo de la digestión pero es necesario tener en cuenta las condiciones
particulares que prevalecen en el organismo que pueden influir en la naturaleza de los
productos de la digestión (Gauthier et al 1986).
La evaluación in vivo de la biodisponibilidad de los aminoácidos por el análisis del contenido
intestinal lleva a resultados difíciles de interpretar porque los productos de digestión son
rápidamente absorbidos por el intestino y contaminados por fuentes de proteínas endógenas
que son digeridas y absorbidas a velocidades posiblemente diferentes a las de las proteínas
de la dieta. Además estos métodos son lentos y costosos requiriéndose la presencia del
animal, grandes cantidades de dietas y una infraestructura adecuada (Gauthier et al 1986).
Con el objetivo de facilitar estos ensayos se han desarrollado numerosos métodos de
determinación de la digestibilidad in vitro que son más rápidos, reproducibles y baratos,
particularmente útiles para la evaluación de un gran número de muestras.
En monogástricos la digestión de la mayoría de los componentes de la dieta comienza en el
estómago y es casi completada en el intestino delgado (Holmes et al 1973; Keys y DeBarte
1974). En la fase estomacal el ácido clorhídrico y la pepsina (EC 3.4.4.1) son los agentes
hidrolizantes. Se piensa que la fase gástrica de la secreción comienza tan pronto como el
alimento entra en el estomago y puede continuar por 3-4 horas con una secreción total de
600 ml o más de jugo fuertemente ácido que contiene una alta concentración de pepsina.
Durante la fase intestinal las enzimas pancreáticas solubles hidrolizan los componentes de la
dieta hasta el estado terminal que justamente precede la hidrólisis final y/o la absorción por
las células con borde en forma de cepillo (Rérat et al 1976). La digesta, al salir del intestino
delgado llega al colon donde ocurre un proceso fermentativo por acción de la microflora que
aquí se encuentra, lo que proporciona energía al organismo que de otro modo se perdería
en las heces fecales ( Rajendran y Binder 1994).
La digestión de la mayoría de los componentes de la dieta es completada en el intestino
delgado por lo que está generalmente aceptado que la digestibilidad debe medirse a nivel
ileal (solo teniendo en cuenta la digestión en el estómago y el intestino delgado) en
alimentos pobres en fibra pues en estos casos los valores obtenidos son comparables a los
obtenidos en el tracto digestivo completo. En cambio cuando se analizan muestras con un
elevado contenido de fibra cruda la relación de la digestibilidad ileal de la materia seca in
vitro con la digestibilidad total in vivo es baja, por lo que se hace necesario la adición de una
etapa que simule la digestión en el intestino grueso a pesar de que se prolongaría la
duración del ensayo (Furuya 1980).
Un ensayo de digestibilidad in vitro no solo debe predecir la gran diferencia entre las
digestibilidades de las proteínas animales y vegetales sino también la relativamente pequeña
diferencia entre las digestibilidades de proteínas nativas y sometidas a algún proceso como
puede ser por ejemplo el tratamiento con calor. Los valores de digestibilidad obtenidos
proveen una base de información importante para el posterior mejoramiento de la calidad
nutricional del alimento. A veces es válido usar condiciones in vitro diferentes a las
existentes in vivo (adición de enzimas, aumento de temperatura, entre otras), para obtener
iguales productos de digestión, pero esto se debe evitar cuando se requiere el empleo de la
técnica para un amplio rango de alimentos pues los valores alcanzados podrían no estar
bien correlacionados con los valores in vivo para todos los tipos de alimentos debido a que
algún elemento del sistema in vivo no está siendo simulado exactamente (Drake et al 1991).
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La determinación de la digestibilidad fecal es un método in vitro que permite simular la
digestión en el intestino grueso. El material no digerido en el intestino delgado llega al colon
donde es sometido a un proceso fermentativo por la microflora que aquí se encuentra. La
microflora intestinal está constituida por un elevado número de especies bacterianas
(mayormente anaerobias estrictas (95%)) que desarrollan una actividad enzimática incluso
superior a la del hígado (O’Sullivan 1986).
Los principales substratos fermentativos de la dieta son carbohidratos (fibra, almidón
resistente y oligosacáridos) los que pueden estimular el crecimiento y la actividad metabólica
de la microflora intestinal, por lo que pueden ser considerados como agentes probióticos
(Gibson y Roberfroid 1995).
El proceso fermentativo cólico convierte los substratos en gases (anhídrido carbónico,
hidrógeno y metano) y ácidos grasos volátiles de cadena corta (AGCC) principalmente
acético, propiónico y butírico (Cummings y McFarlane 1991). Los AGCC desempeñan un
importante papel en la modulación del crecimiento y diferenciación de las células de la
mucosa del colon y regulan la absorción y secreción de agua e iones a nivel del epitelio
intestinal (García et al 1997).
Este proceso fermentativo del residuo no digerido proporciona energía al organismo que de
otro modo se perdería en las heces (Rajendran y Binder 1994) por lo que para abordar
correctamente el estudio de la digestibilidad de los carbohidratos contenidos en los
alimentos hay que tener en cuenta el proceso de fermentación que sufren en el colon.
En el medio fecal e ileal hay degradación de los componentes más y menos disponibles del
alimento por parte de los microorganismos que aquí se encuentran. En estos medios el
modelo de desaparición de la materia seca y los componentes individuales es similar al que
aparece cuando se usa medio duodenal excepto para la proteína cruda que es
aparentemente menos degradada en el medio ileal y especialmente en el fecal. La
particularmente baja digestibilidad de la proteína cruda en el medio fecal podría estar dada
por una reducida solubilización de la proteína en este medio per se, o más probablemente
como resultado de una unión mas estrecha de las bacterias de la microflora fecal a los
residuos no digeridos (Graham et al 1989).
La digestibilidad ileal y fecal in vitro generalmente están bien correlacionadas con la
digestibilidad fecal in vivo de la materia seca, energía y fibra. En cambio no están
correlacionadas con la digestibilidad in vivo de la ceniza y la proteína cruda, lo que indica
que el material endógeno y microbiano afecta significativamente el contenido fecal de estos
últimos componentes in vivo. De lo anterior se deduce que se pueden usar tanto inóculos
ileales como fecales para la predicción de la digestibilidad total de la fibra, materia seca y
energía pero no para la predicción de la digestibilidad de la proteína. Combinando los datos
de digestibilidad ileal y fecal in vitro puede ser posible estimar tanto los componentes de la
dieta que son fácilmente digestibles y absorbidos en el intestino delgado como los que son
degradados por microbios en todo el intestino.
Lowgren et al (1989) sugieren centrifugar a 90 cuando se usa inóculo ileal o fecal pues de
esta forma se obtienen mayores valores de digestibilidad de la materia seca y menores
variabilidades probablemente debido a la remoción de partículas pequeñas y mucus que no
solo contribuyen en peso sino que también facilita la filtración y lavado de los residuos. La
centrifugación a mayores velocidades debe evitarse ya que se pueden remover ciertas
fracciones de la población bacteriana, especialmente la unida a partículas.
Además se sugiere el uso de un tamaño de partícula de 1 mm lo que aseguraría la
estandarización de un tamaño de partícula aún en alimentos altamente procesados y la
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disminución de la variabilidad al tomarse una muestra más representativa y un período de
incubación de 48 horas, pues a este tiempo la degradación alcanza un valor estable,
obteniéndose por tanto datos más reproducibles con una independencia relativa de la
actividad del inóculo. García et al (1997) recomiendan mantener condiciones de
anaerobiosis estricta pues la mayoría de las bacterias de esta región son anaerobias.
Se requieren estudios adicionales sobre las diferencias intra e Inter cerdos y la influencia de
la dieta del cerdo donante, y edad del mismo en la actividad del inóculo. Se pueden usar
muestras patrón para comparar las digestibilidades in vitro entre corridas (Lowgren et al
1989).
Los experimentos hechos en cerdos han estado encaminados sobre todo a la simulación de
la digestibilidad ileal del nitrógeno y aminoácidos, pero poco se sabe sobre la aplicación de
las técnicas in vitro a la evaluación de la digestibilidad de follajes de manera general y de
árboles y arbustos en particular.
Existen otros métodos para la determinación de la digestibilidad que son llamados métodos
indirectos. Estos métodos en su gran mayoría se emplean utilizando un marcador. Las
cenizas ácido insolubles constituyen un marcador natural que permite la determinación de la
digestibilidad de manera indirecta. El método de determinación de cenizas ácido insolubles
(CAI) ha sido usado para determinar la digestibilidad aparente de los nutrientes que
componen un alimento (McCarthy et al 1974). Para calcular la digestibilidad por este método
es necesario determinar las cenizas ácido insolubles tanto en las muestras del alimento
como en las heces; que pueden provenir de la recolección total (Yen et al 1983) o de la
obtención in situ de la porción terminal del recto.
La determinación de las cenizas ácido insolubles también ha sido utilizada como un
marcador natural para la estimación de la digestibilidad de un nutriente, superior a otros
indicadores artificiales utilizados como el óxido crómico (Moore 1957; Mc Carthy et al 1974).
DIGESTIÓN DE LA FIBRA EN EL INTESTINO GRUESO
La microflora del tracto gastrointestinal es muy compleja y que está muy involucrada en los
procesos digestivos. Esta microflora varía en cantidad y en especie dentro del mismo intestino
grueso, por lo que pudiera decirse que la microflora cecal es distinta a la cólica o la rectal, lo
que a su vez hace prever en cuán diferente es esta microflora de la gástrica. Por otra parte, la
microflora del tracto gastrointestinal se puede adaptar a cambios en la dieta y su participación
en la digestión de la pared celular es decisiva, por poseer beta-glucosidasas (Ly 1995).
El intestino grueso se caracteriza por ser la parte del tracto gastrointestinal donde mayor
tiempo reside la digesta, que a su vez se caracteriza por ser una mezcla de residuos
alimentarios que han escapado de la digestión enzimática en el intestino delgado, junto con
restos de secreciones digestivas, descamaciones celulares y cierta masa bacteriana. La
digestión pos-ileal o sea, la digestión que ocurre en el intestino grueso, es esencialmente
microbiana (Ly 1996).
Un gran número de bacterias se multiplican y proliferan desde el ciego hasta el recto en un
medio estrictamente anaerobio. Existen diferencias entre la microflora cecal y la cólica, que a
su vez no parece diferenciarse de la rectal, donde las especies Gram positivas Streptococus
y Eubacterium constituyen el 90% de toda la población bacteriana. Uno de los aspectos más
estudiados de la actividad metabólica de la microflora del intestino grueso lo constituye la
degradación de los componentes de la pared celular de las plantas, y dentro de estos
componentes, la celulosa en especial, puesto que carbohidratos estructurales menos
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insolubles como la hemicelulosa y las pectinas, así como compuestos similares, pueden
sufrir cierta descomposición prececal. Todo este proceso fermentativo contribuirá en cierta
medida al metabolismo energético del cerdo mediante la absorción intestinal de los
productos finales del catabolismo microbiano, los ácidos grasos de cadena corta (AGCC),
entre los que predomina el ácido acético sobre el ácido propiónico y el butírico,
fundamentalmente (Rérat 1978).
Junto con la producción de AGCC, en el intestino grueso de los cerdos se produce metano e
hidrógeno, que como es sabido, son portadores energéticos que no pueden ser utilizados
por el animal, y por lo tanto contribuyen a las pérdidas de energía durante el proceso
fermentativo. El total de compuestos nitrogenados que ingresa en el intestino grueso es
utilizado por la microflora cecal y cólica para incorporarlos parcialmente en su propia masa
celular y además en un proceso descarboxilativo o desaminativo de los aminoácidos allí
presentes. Los compuestos nitrogenados resultantes, aminas y amoníaco, pueden ser
absorbidos por el animal sin ningún aprovechamiento para el mismo, puesto que estos
compuestos serán eliminados fundamentalmente por la vía urinaria después de tener lugar un
costoso proceso de desintoxicación hepática (Ly 1995).
Se ha señalado que las secreciones gástricas, intestinales y pancreáticas se elevan en el
cerdo como consecuencia directa de aumentar el nivel de fibra en el alimento: en particular se
incrementa la secreción de nitrógeno y esto hace disminuir la digestibilidad aparente de los
compuestos nitrogenados. En general, la velocidad de absorción de nutrientes disminuye con
más fibra en la comida, de manera que decrece el monto de energía que se absorbe en el
intestino delgado, cosa que es más pronunciado en las grasas y compuestos nitrogenados
(Low 1985).
Otro aspecto interesante en el uso de alimentos fibrosos en la dieta de los cerdos es que la
fermentación de la fibra en el intestino grueso se incrementa con la edad. A la vez, los
productos portadores de energía que puede usar el cerdo, los AGCC, son absorbidos y
metabolizados contribuyendo así con una fracción no grande, pero importante, al metabolismo
energético del animal (Fernández et al 1979).
CONCLUSIONES
Muy poco se sabe sobre el uso de árboles y arbustos forrajeros en la alimentación porcina,
ni de su valor nutritivo, tanto en el trópico como en el mundo en general. El follaje de la
guásima y el algarrobo son prácticamente desconocidos en la alimentación porcina, existen
muy pocos antecedentes sobre su uso. Los métodos in vivo ya sea de forma directa o
indirecta, y los in vitro, pueden constituir una buena aproximación al valor nutritivo de estas
especies arbóreas en el cerdo.
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Revista Computadorizada de Producción Porcina
Vol: 9 No. 2 2002
NOTA SOBRE LA EVALUACION DE VERRACOS POR SU CALIDAD ESPERMÁTICA
M. Tosar, Digna Mendoza, E. León y F.J. Diéguez
Instituto de Investigaciones Porcinas
Gaveta Postal No.1, Punta Brava
La Habana, Cuba.
RESUMEN
Se analizaron un total de 168 muestras de semen de verracos con el objetivo de evaluar los
indicadores de calidad espermática en dos sistemas de producción, el Centro de
Procesamiento de Semen Porcino (CPSP) del Instituto de Investigaciones Porcinas y una
granja donde la reproducción se efectúa por monta natural. Fueron analizados los
indicadores: volumen, motilidad, concentración espermática y presencia de patologías en las
células del eyaculado. En sentido general los indicadores estuvieron dentro del rango de lo
normal para verracos en ambos sistemas. La calidad del semen de los verracos del CPSP
fue superior (P<0.05) con medias de 265.5 mL de volumen, 75.7% de motilidad, 380.4 x106
células/mL y 9.6% de patologías espermáticas y para los de la granja, 195.9, 71.2, 408.6 y
13.4 respectivamente para estos indicadores. Se demostró mediante estas evaluaciones que
un control eficiente de los verracos permite optimizar su uso. Se recomienda extender este
tipo de evaluación a todas las unidades para mejorar la eficiencia reproductiva del rebaño,
ya que verracos con baja calidad espermática que estén en uso se deben retirar de la
actividad reproductiva.
Palabras claves: verracos, calidad espermática, motilidad, concentración espermática
Título corto: Calidad espermática en sementales porcinos
NOTE ON BOARS EVALUATION AND SEMEN QUALITY
SUMMARY
A total of 168 samples from boar semen was analysed with the objective of evaluating
indices of semen quality in two systems of production, the Centre for Processing Pig Semen
(CPSP in Spanish), of the Swine Research Institute, and one farm where pig reproduction is
conducted by natural service. The indicators of volume, motility, cell concentration and
presence of pathology in boar semen were evaluated. Overall, the examined indices were
within the normal range for boars of both production systems. Semen characteristics from
boars belonging to the CPSP were better (P<0.05) than those of the farm, with means of
265.5 mL, 75.7% motility, 380.4 x 106 cells/mL and 9.6% pathology presence, whereas those
from the farm with natural service showed values of 195.9 mL, 71.2% motility, 408.6 x 106
cells/mL and 13.4% pathology presence. It was shown that by means of these evaluations
that an efficient boar management does permit its optimal utilization. It is recommended to
carry out this type of evaluation to all farms in order to improve the reproductive efficiency of
pig herds, since detected boars with low semen quality must not be used for reproductive
activities.
Key words: boar, semen quality, motility, spermatozoa concentration
Short title: Semen quality in boars
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Vol: 9 No. 2 2002
INTRODUCCIÓN
Está demostrado que la función reproductiva del verraco está influida por diversos factores
medioambientales de manejo, nutricionales, sanitarios entre los mas importantes. Estos
factores pueden actuar negativamente sobre la producción espermática del semental
provocando ciertas alteraciones cualitativas y cuantitativas que van a repercutir a corto plazo
en una disminución de la productividad del verraco. Además esto se reflejara en un
problema de infertilidad en la hembra, lo que ocasionará a mediano plazo un incremento de
repeticiones al celo por fallo en la fertilización o disminución en la taza de parto y tamaño de
camada (Hatez 1989)
La evaluación del semen valiéndose de diversas técnicas de laboratorio permite en la
actualidad obtener un informe de espermiograma con el que se puede determinar la calidad
espermática con mucha precisión, lo cual es fundamental para optimizar al máximo el
potencial reproductivo de los sementales. Por una parte estas técnicas de evaluación
seminal permiten identificar aquellos verracos que pueden estar produciendo semen con
mala calidad con un descenso en los resultados de fertilidad obtenido y por otra parte
permitiendo identificar a los verracos con mejor calidad seminal lo que determinara la
optimización del uso de aquellos que tienen una mayor capacidad fecundante (García
Ruvalcaba 1997).
El objetivo de este trabajo fue realizar la evaluación de los indicadores de calidad seminal de
verracos en dos sistemas de producción: Centro de Procesamiento de semen porcino y
producción no especializada de una granja de Autoconsumo del MININT
MATERIALES Y MÉTODOS
Se analizaron un total de 168 muestras de semen de verracos puros y cruzados del CPSP
(con producción de dosis de semen para la venta) perteneciente al Instituto de
Investigaciones Porcinas y de una granja de autoconsumo del Ministerio del Interior
(MININT) con un sistema de explotación de monta natural.
Los verracos del CPSP se incorporaron a los 8 meses de edad con un peso
aproximadamente de 110 kg previamente evaluados y el manejo y la alimentación fue el
orientado por el manual de Procedimientos Técnicos para la crianza porcina (2001) con un
régimen de explotación de una extracción de semen semanal a los verracos jóvenes y una
cada 4 idas en los adultos. En el caso de la granja del MININT los sementales montaban dos
veces por semana los jóvenes y tres los adultos.
En el CPSP el método de recolección de semen se efectúo mediante la técnica de la mano
enguantada y los verracos previamente adaptados al maniquí MC-2 (Morales et al 1994) en
el caso de la granja del MININT se utilizaron puercas en celo.
Las técnicas de evaluación seminal (según lo descrito en el Instructivo Técnico de
reproducción e Inseminación Artificial Porcina 1998 y Kubus 1999) deben cumplir con un
requisito indispensable:
La precisión; otros de los requisitos fundamentales son, la sencillez, rapidez y economía
que estarán en función del primero. La adopción de cualquiera de estas técnicas dependerá
de los medios técnicos disponibles y la capacidad de personal con que se cuente. En este
trabajo los indicadores que se analizaron fueron:
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Vol: 9 No. 2 2002
Motilidad (%), concentración espermática (espermatozoides x 10 6/ml), volumen (mL) del
eyaculado y porcentaje de células patológicas según las técnicas descritas en el Instructivo
Técnico de Reproducción e Inseminación Artificial (1998) y Kubus (1999).
Para el análisis estadístico se utilizó el método de los mínimos cuadrados Harvey (1987) con
un modelo que tuvo en cuenta el efecto de unidad de origen.
RESULTADOS Y DISCUSIÓN
En la tabla 1 se muestran los resultados de las calidad espermática de los sistemas de
producción analizados, en sentido general los indicadores de calidad seminal se
comportaron dentro de los rangos normales (Del Toro 1999), aunque como se puede
apreciar los indicadores fundamentales de volumen , motilidad y patologías espermáticas
fueron significativamente superiores (p<0.05) en los verracos del CPSP cuando se comparo
con los de la granja de autoconsumo coincidiendo por los planteado Batista (1998),
Velázquez et al (1999), Del Toro (1999) En el caso de la concentración espermática el
comportamiento fue similar.
Tabla1. Calidad espermática de verracos del CPSP del IIP y
de una granja del MINIT
Indicador
CPSP
MININT
ES±
Volumen, mL
265.5
195.9
21.30*
Motilidad, %
75.7
71.2
15.2*
Concentración, espermática
x 10 6/mL
380.4
408.6
29.39
Patologías, %
9.6
13.4
0.20*
*(P<0.05)
Estos resultados demostraron que la calidad del semen fue mejor en el CPSP, lo que
pudiera estar dado por un control más eficiente y mejor manejo de los verracos de dicho
centro que optimiza su rendimiento al máximo lográndose mejores resultados productivos.
Se recomienda a las producciones no especializadas perfeccionar el sistema de manejo de
los sementales y sistematizar la evaluación de los mismos trimestralmente según lo
orientado en las normas técnicas.
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Revista Computadorizada de Producción Porcina
Vol: 9 No. 2 2002
EFECTOS GENETICOS Y AMBIENTALES QUE INFLUYEN EN LA PRODUCTIVIDAD Y
LONGEVIDAD DE CERDAS HIBRIDAS HAMPSHIRE
O. Sánchez1, R. Ortega2, G. Torres1 y C. M. Becerril1
1
Programa de Ganadería
Colegio de Posgraduados
56230 Montecillo, Estado de México, México
2
Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia
Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo
Morelia, Michoacán, México
RESUMEN
El objetivo de este estudio fue determinar el efecto de factores ambientales: Granja, año de
ingreso al hato reproductivo, época de ingreso al hato reproductivo é interacciones entre
estas variables, ademas del número total de lechones producidos por cerda durante su
permanencia en la granja (como covariable), en la productividad y longevidad de cerdas
híbridas H-50 (50% Hampshire). La información se obtuvo de 3 granjas comerciales de la
región de la Piedad Michoacán, con clima semi - cálido y lluvias en verano. Los datos se
analizaron mediante el procedimiento GLM del SAS.
La productividad media medida como el número de lechones destetados fue de 27.07 ± 9.4
lechones. Los efectos que resultaron importantes fueron; la granja, año, época y las
interacciones granja por año, granja por época, año por época y granja por año por época
(P<0.01). El valor promedio de longevidad fue de 3.9 ± 0.6 partos producidos por cerda
durante su permanencia en la granja. Los efectos que resultaron importantes fueron el año y
la interacción granja por año (P<0.05). El número de lechones nacidos vivos acumulados
por cerda durante su permanencia en la granja mostró efectos importantes sobre las
características analizadas.
Palabras clave: productividad, longevidad, lechones nacidos vivos, efectos ambientales
Título corto: Efectos genéticos y ambientales en productividad y longevidad de cerdas
GENETIC AND ENVIRONMENTAL FACTORS INFLUENCING PRODUCTIVITY AND
LONGEVITY OF HYBRID HAMPSHIRE SOWS
SUMMARY
The objective in the present study was to determine the effect of environmental factors, farm,
year of arrival to farm, season of arrival to farm and their interactions between these
variables and the total piglets produced for every sow during their permanence at the farm
(how covariate) on productivity and longevity in hibrid sow H-50 (50 % Hampshire). Data
were obtained from 3 comercial farms in the Piedad, Michoacán region, with semi warm
climate with rains ocurring during summer. Data were analyzed using GLM procedure of SAS
program.
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Overall media for productivity was 27.07 ± 9.4 piglets per sow. Variables farm, year, season
and interactions farm x year, farm x season, year x season, farm x year x season had a
significant effect (P<0.01) on productivity. Overall media for longevity was 3.9 ± 0.6 farrows
per sow during permanence at farm. Variables year and interaction farm x year had a
significant effect (P<0.05) on longevity. Piglets born live per sow during permanence at farm
showed important effect on analyzed variables.
Keys Words: Productivity, longevity, piglets live born, environmental factors
Short title: Genetic and environmental effects and productivity and longevity of sows
INTRODUCCIÓN
Es bien conocido que el potencial genético del pie de cría determina el limite que pueden
alcanzar muchos aspectos de la productividad de los animales. La productividad esta
determinada por el número de partos producidos por cerda considerada como una de las
bases para la evaluación de la calidad genética de los animales en la granja, refiriéndose
usualmente al tamaño de la camada al nacimiento, número de lechones nacidos vivos y
destetados. Sin embargo, en años recientes diversos autores han reportado que el
porcentaje de cerdas desechadas de la granja oscila entre el 35 y 55 %, produciendo de
3.2 a 5.4 camadas ( Backstrom 1973; Dagorn y Aumaitre 1979 y Simíc et al 1981).
Entre las causas más comunes para su remoción se citan; la edad de la cerda, fallas
reproductivas, pobre desempeño al parto y durante la lactancia, problemas locomotores,
enfermedades, etc. Sin embargo, estas causas por las cuales los animales son desechados
varia entre autores. Gadd (1985); Kroes y Van Malé (1979), indicaron que la longevidad esta
determinada por factores genéticos relacionados con la vitalidad y resistencia de las
diferentes razas a los factores ambientales tales como; alojamiento, métodos de crianza,
alimentación, clima, etc. Así como por los procedimiento y criterios de desecho de cada
asesor en particular.
Einarson y Settergren (1974), indicaron que las cerdas producen en promedio de 3 a 5
camadas, por su parte Miskovic et al (1977), 5.26 camadas y 53.1 lechones nacidos vivos.
Sin embargo, Salehar (1977), estableció un promedio de 4.43 camadas indicando que la
mayoría de las cerdas se desechan por fallas reproductivas. Lo más grave de esto es que el
50 % del total de la tasa de desecho es conformado por cerdas que no llegan alcanzar su
óptima producción (D’ Allaire et al 1989). Una de las explicaciones del comportamiento
anteriormente señalado es establecido por la intensidad de uso a que la cerda es sometida
la cual ejerce un efecto antagónico en la disminución de su vida productiva. Tales como en
los sistemas de producción en sitios múltiples, debido a que algunos autores consideran
que la intensificación puede resultar, en un deterioro en su comportamiento reproductivo, así
como de su longevidad debido al desgaste fisiológico (Bello et al 1998), dado que estas
características están relacionadas entre sí y están sujetas a un sin número de fluctuaciones
ambientales. Por lo anteriormente señalado se considera de gran importancia conocer la
magnitud que ejerce en los germoplasmas híbridos en los cuales se sustenta la producción
de carne de cerdo.
El objetivo de este trabajo fue determinar los efectos de granja, año de ingreso al hato
reproductivo, época de ingreso al hato reproductivo y número de lechones nacidos vivos en
la productividad, longevidad.
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MATERIALES Y METODOS
Se utilizó la información recolectada de tres granjas comerciales ubicadas en la región de
La Piedad Michoacán, situada a los 20º 21' de latitud norte y 102º 16' de longitud oeste y a
una altura aproximada de 1680 msna de esta zona, es semi - cálido húmedo con lluvias en
verano, temperatura media anual de 19.9ºC y una precipitación de 816.7 mm anuales
(García 1988).
Los registros corresponden a 2147 cerdas del genotipo híbrido H-50 con registros de
producción ocurridos durante el periodo de 1991 a 1993. Las unidades porcícolas están
diseñadas para uso intensivo bajo confinamiento total: Granja Mariquita (M), con capacidad
instalada de 450 vientres; Granja Núcleo (N), con 1400 vientres; Granja San Luis (S), con
1200 vientres. Las granjas, Mariquita y San Luís son productoras de lechones para abasto y la
granja Núcleo produce lechones para reemplazo; las tres están incorporadas a un sistema de
producción en sitios múltiples, estas tres granjas integran el sitio uno; cuentan con instalaciones
modernas, de tipo semi-abierto y construidas a base de concreto, mampostería y techos de
lámina de metal galvanizado, o en su caso de asbesto, la distribución de los alojamientos
incluye, área de cerdas de reemplazo, área de cerdas destetadas o vacías, área de gestación y
área de maternidad.
Manejo de las reproductoras
Las hembras de reemplazo son producidas en la granja Núcleo, de donde se envían a los 12
días de edad al sitio dos en donde permanecen 6 semanas, aquí se realizan los siguientes
cambios en la alimentación: 1) super destete; 2) destete uno; 3) destete dos e iniciación para
posteriormente pasar al sitio tres.
En el sitio tres se agrupan en corrales de 29 animales, en donde permanecen hasta alcanzar
un peso aproximado de 55 a 60 kilogramos, posteriormente, las hembras se regresan
nuevamente al sitio uno para su adaptación, en donde se agrupan en corrales de 10 a 20
cerdas. Las hembras se seleccionan al final de la etapa de crecimiento basándose en los
siguientes aspectos del fenotipo: aplomos, distribución y número de tetas, implantación de
jamones, conformación corporal, pero sobre todo que provengan de camadas numerosas y de
buen peso al nacimiento.
Las hembras inician su vida productiva al momento de alcanzar un peso promedio de 120 a
130 kg, se les aloja en corrales colectivos con capacidad para 25 animales, en grupos
uniformes de acuerdo con el tamaño y condición corporal. Cuando presentan el segundo estro,
y en caso de que se requieran reemplazos, se trasladan a las jaulas de gestación, en donde se
les da servicio a través de inseminación artificial realizando 3 aplicaciones por celo, la primera
aplicación se realiza a las 12 horas, y las siguientes, con intervalos de 12 horas posteriores.
Las hembras repetidoras reciben de 3 a 4 oportunidades, de acuerdo con su comportamiento
anterior en relación con el tamaño y peso de su camada al parto, así como por la cantidad de
animales destetados, de tal manera que el número de partos obtenidos por hembra varía en un
rango de 1 a 7. El diagnóstico de gestación se realiza a los 35 y 78 días por medio de
ultrasonido y además se pasea diariamente el semental por los pasillos de los corrales de
hembras del área de gestación. Posteriormente, estás se trasladan a la sala de maternidad 5
días antes de la fecha estimada de parto, en donde permanecen 17 días aproximadamente.
Alimentación de las reproductoras
Esta se realiza a base de concentrado comercial suministrado de la siguiente manera: a las
hembras recién destetadas se les proporciona alimento ad libitum por un período de 4 a 7 días,
30
Revista Computadorizada de Producción Porcina
Vol: 9 No. 2 2002
o hasta que presentan el siguiente estro. Las hembras que perdieron condición corporal
durante la lactancia también reciben alimento ad líbitum por un período de un mes.
Las hembras de reemplazo llegan a la granja con un peso promedio de 60 kg, por lo que se les
proporciona alimento ad líbitum hasta que alcanzan un peso promedio de 130 kg y el resto de
las hembras se clasifican como chicas y grandes, suministrando 2 kg de alimento al día por
animal durante el primer tercio de gestación; durante el segundo tercio, 2.5 kg; y desde los 30 a
los 5 días antes de parir reciben 3 kg por día. El día del parto la hembra no recibe alimento
alguno y a partir del segundo dìa post-parto, la ración que recibe se incrementa gradualmente,
hasta que consume a libre acceso.
Manejo sanitario
El calendario incluye las siguientes rutinas:
Hembras de reemplazo
1) A los 5 días de su recepción se inmunizan contra Parvovirus, Leptospira y
Erisipela, aplicando una segunda dosis de refuerzo 21 días después.
2) A los 35 días se les inmuniza contra la enfermedad de Ojo Azul y Aujezsky,
aplicando una segunda dosis a los 42 días.
Hembras gestantes
1) A los 78 días se inmunizan contra Ojo Azul y Micoplasma, aplicando una
segunda dosis a los 93 días.
2) A los 86 días se inmunizan contra la Bordetella, Pasteurella, Erisipela y E. Coli,
aplicando una segunda dosis a los 100 días.
3) A los 108 días se aplica desparasitador por vía sistémica y vitamina E.
Al alimento se le adicionan 600 mg de oxitetraciclina y 400 mg de tiamulina por kilogramo de
alimento a partir de los 15 días del parto y durante toda la lactancia.
Para el análisis de la información se establecieron dos épocas en que las cerdas ingresaron
al hato reproductivo, con base en la temperatura de la región; una época cálida (abril a
septiembre) con promedio de temperatura 21.9º C y otra fría (octubre a marzo) con
promedio de 17.6º C.
Modelo y análisis estadístico
La información se analizó mediante el método de cuadrados mínimos del procedimiento de
los modelos lineales generalizados GLM (SAS, 1992).
Se utilizó el siguiente modelo de efectos fijos:
Yijkl = µ + Gi + Aj + Ek + GA ij + GE ij + AE ik +GAE ijk + β1X1 + β11X21+ β12X31 +Eijkl
Yijkl :
una observación de la productividad de la cerda expresada como el número total
de lechones destetados, o longevidad expresada como el número total de partos
producidos por cerda durante su permanencia en la granja.
µ :
media poblacional
Gi :
efecto de la i-ésima granja (i = 1,2,3)
Aj :
efecto del j-ésimo año de entrada a la granja (j = 1,2,3)
Ek :
efecto de la k-ésima época de entrada a la granja (k= 1,2)
GA ij: efecto de la interacción de la i-ésima granja con el j-ésimo año de entrada a la
granja
GE ij : efecto de la interacción de la i-ésima granja con la k-ésima época de entrada a la
31
Revista Computadorizada de Producción Porcina
Vol: 9 No. 2 2002
granja
AEik : efecto de la interacción del j-ésimo año de entrada a la granja con la k-ésima época
de entrada a la granja
GAEijk :efecto de la interacción de la i-ésima granja con el j-ésimo año de entrada a la granja
Con la k-ésima época de entrada a la granja
β1 :
coeficiente de regresión parcial para el efecto lineal del número de lechones nacidos
vivos acumulados por cerda durante su permanencia en la granja ( X)
β11 :
coeficiente de regresión parcial para el efecto cuadrático del número de lechones
nacidos
vivos acumulados por cerda durante su permanencia en la granja ( X)2
β12 :
coeficiente de regresión parcial para el efecto cúbico del número de lechones
nacidos
vivos acumulados por cerda durante su permanencia en la granja (X)3
Eijkl : error aleatorio asociado a cada observación con Eijkl ∼ DNI (0, σ2).
Las diferencias estadísticas en las medias se determinaron por el método de Tukey
( Steel y Torrie 1995).
RESULTADOS Y DISCUSION
El valor promedio para la característica de productividad, expresada como el número de
lechones producidos por cerda durante su vida útil en este estudio, fue de 27.07 ± 9.4.
Dado que en este trabajo la media que se cita corresponde a la productividad total por
cerda en la granja, y en la literatura ésta variable se expresa como el número de lechones
destetados por parto y por año, fue necesario expresarla de esa manera; así se tuvo que
las cerdas destetaron 7.1 lechones por parto, valor que es menor en casi 0.6 lechones de
acuerdo a lo propuesto por Guerra (1980) para nuestro país que es de 7.7 lechones,
mientras que el número de lechones destetados por cerda por año fue de 16.2 lechones,
valor que se encuentra dentro del rango reportado por Wilson et al (1986), quienes
señalaron que este valor oscila entre 12.3 y 19.6 lechones destetados por cerda por año. Sin
embargo, es inferior a 18.2, valor que encontraron Stein et al (1990), sin embrago, es
inferior (en casi 0.6 lechones menos) a lo obtenido (16.8 lechones) por Guerra (1980) en
nuestro país. Lo anterior posiblemente indica que se está desperdiciando el potencial
biológico, debido a causas originadas probablemente por los diferentes métodos de crianza,
alimentación, clima, etc.
Los factores que afectaron de manera importante el número de lechones destetados fueron
la granja, año, época y la interacción granja por año, granja por época, año por época y
granja por año por época (P<0.01), (P<0.05) (tabla 1).
Se encontraron diferencias altamente significativas (P<0.01) entre la granja Núcleo con
respecto a las demás granjas, resultando en un menor número de lechones destetados para
la cerdas que ingresaron al hato reproductivo en esta granja (tabla 2). Xue et al (1997) en
Minnesota y Gómez (1999) en la Piedad, Michoacán, también encontraron diferencias entre
granjas en esta misma característica.
Las diferencias observadas entre granjas posiblemente son una consecuencia de la
infraestructura con que cuentan, el manejo y a su capacidad de producción. Por otro lado,
es importante considerar que posiblemente uno de los aspectos determinantes por los
cuales se dan estas diferencias entre las granjas se debe a las diferentes estrategias
adoptadas por el asesor responsable de cada una de ellas, en cuanto a técnicas de manejo
reproductivo, alimentación y normas de sanidad proporcionadas a las cerdas en la área de
32
Revista Computadorizada de Producción Porcina
Vol: 9 No. 2 2002
maternidad y durante el período de lactancia. Otro de los factores que pudieron haber
originado estas diferencias son la experiencia y atención del personal en el desempeño de
sus actividades en cada una de las secciones de las granjas, así como la supervisión del
médico veterinario, que varía de granja a granja (Salehar y Kovac 1986 ; Gómez 1999).
Al respecto, Britt (1996) indicó que las diferencias con respecto al número de lechones
destetados entre granjas están asociadas principalmente a efectos ambientales más que a
los genéticos, indicando que estas diferencias son originadas principalmente por el uso y la
aplicación de la tecnología existente dentro de la granja.
Tabla 1. Análisis de varianza para la productividad (lechones destetados) en
cerdas híbridas (H-50) de tres granjas comerciales
Fuentes de Variación
Grados de libertad
Cuadrados Medios
Granja
2
27913.7 **
Año
2
4494.1 **
Epoca
1
1206.7 **
Granja por año
4
4341.7 **
Granja por época
2
710.2 **
Año por época
2
906.3 **
Granja por año por época
4
1166.4 **
Covariable:
TNV
1
3209.1 **
TNV2
1
2041.4 **
TNV3
1
3259.5 **
Error
2126
88.7
Total
2146
** (P<0.01)
Tabla 2.
Medias de cuadrados mínimos por efectos de granja, año y época
(lechones destetados) para productividad en cerdas híbridas (H-50) de
tres granja comerciales
Fuentes de Variación
N
Media
ES±
GRANJA:
Mariquita (M)
447
29.3 a
0.54
Núcleo (N)
401
13.2 b
0.62
San Luís (S)
1299
30.2 c
0.27
AÑO:
1991
779
27.2 a
0.50
1992
821
20.8 b
0.40
1993
547
24.7 c
0.57
EPOCA:
Fría
1024
23.2 ª
0.41
Cálida
1123
25.3 b
0.39
N = número de observaciones
abc
Medias con distintos superíndices son diferentes entre si (P<0.01)
Por otro lado, Almond (1992) mencionó que dentro del efecto de granja, se involucran
principalmente aspectos como la habilidad y capacitación del personal, alojamiento y equipo,
genotipo, número de cerdas, número de partos y la aplicación de técnicas reproductivas y
nutricionales, entre las que se encuentran la edad al primer servicio, número de
apareamientos, longitud de la lactancia y suplementación a base de biotina, calcio, fósforo.
De la misma manera, Guerra (1980) indicó que las estrategias de manejo y atención del
personal son de vital importancia durante el período de lactancia y destete, así como a un
nivel de alimentación adecuado y manejo reproductivo, como por ejemplo la estimulación de
33
Revista Computadorizada de Producción Porcina
Vol: 9 No. 2 2002
la cerda mediante el empleo del semental durante el período postdestete para incrementar
la productividad. Por otro lado, Coetano de Oliveira y Mendoza (1994) indicaron que el
elemento más importante en el proceso tecnológico está dado por los recursos humanos con
habilidades y experiencia en la asimilación y aplicación de la tecnología en el desempeño
de sus actividades.
El año de ingreso al hato reproductivo tuvo influencia (P<0.01) en la variación de la
productividad (tabla 2). Efectos similares fueron encontrados por Xue et al (1997) en
Minnesota al evaluar dicha característica.
Como puede observarse, se encontró que el mayor número de lechones destetados fue
para las cerdas que ingresaron al hato reproductivo durante 1991 con un promedio de 27.2 ±
0.5 y el peor en 1992 con un valor de 20.8 ± 0.4 lechones. Estas diferencias entre años que
comprendio el estudio posiblemente se debieron a los cambios y condiciones de manejo en
general en las granjas, ya que la edad al destete en esos años fue muy similar. A este
respecto, Vasquez et al (1973) y Ortega (1984) indicaron que las diferencias observadas
entre los años se deben a la introducción continua de nuevos métodos de manejo,
alimentación, vacunación, desparasitación, longitud de la lactancia, así como a la
experiencia del personal y condiciones climáticas específicas que contribuyen a la variación
del carácter. El año es un factor muy complejo de interpretar, ya que involucra factores de
tipo climático (temperatura y humedad) y de manejo en general.
El efecto de la época del año en que las cerdas ingresaron al hato reproductivo fue
altamente significativo (P>0.01). Se nota que las cerdas que ingresaron en la época cálida
tuvieron el mayor número de lechones destetados con respecto a las que ingresaron durante
la época fría, quienes tuvieron el menor número de lechones destetados durante su
permanencia en la granja (tabla 2). Las diferencias observadas entre las épocas pueden ser
atribuidas principalmente al efecto de la temperatura y humedad, ya que la alimentación y
manejo de los animales fue básicamente la misma en las diferentes épocas. Esto puede ser
explicado de acuerdo con lo señalado por Leroy (1968), quien dijo que esto es posible
debido a los efectos de la influencia estacional sobre los lechones nacidos vivos obedece a
un mecanismo de termorregulación que posee el lechón al nacimiento, incapacitándolo para
contrarrestar los efectos nocivos de las bajas temperaturas, que a su vez causan una mayor
mortalidad en los lechones recién nacidos provocando con esto una reducción en el tamaño
de la camada al destete.
Sin embargo, los resultados obtenidos en el presente estudio difieren a los publicados por
Omtvdet et al (1971), quienes encontraron que las altas temperaturas constituyen un efecto
nocivo, particularmente durante la etapa de implantación y desarrollo embrionario que
representa el momento más crítico para la supervivencia del embrión. De la misma manera,
Rivera y Berruecos (1973) en México comprobaron que el número de lechones nacidos
vivos es mayor durante los meses con estación climática fría, mientras que en los meses
calurosos se reduce el número total y aumenta el número de muertos, lo que se traduce en
un menor número de lechones destetados.
La interacción granja por año fue altamente significativa (P< 0.01); la figura 1 muestra las
diferencias entre años y granjas. Se observa que las cerdas que ingresaron al hato
reproductivo en las granjas M en 1991 y S durante 1992 y 1993 tuvieron el mayor número
de lechones destetados con respecto a la granja N, quien tuvo los valores más bajos.
Las diferencias observadas al respecto posiblemente se deben a que en las granjas se
emplea de manera diferente la aplicación de las tecnologías, así como a la habilidad del
personal para llevarlas a cabo.
34
Revista Computadorizada de Producción Porcina
Productividad
(lechones destetados
40
Mariquita
Núcleo
San Luis
30
20
10
0
1991 1992 1993
Años
Figura 1. Efecto de la interacción granja
por año en la productividad de
cerdas H-50
Vol: 9 No. 2 2002
40
30
20
10
0
Mariquita
Núcleo
San Luis
1991
1992
1993
Època
Figura 2. Efecto de la interacción granja por
época en la productividad de cerdas
H-50
La interacción granja por época fue altamente significativa (P<0.01), la figura 2 muestra las
diferencias entre granjas y épocas. Se observa que el mayor número de lechones
destetados fue para las cerdas que ingresaron al hato reproductivo en la granja S y en
especial a las que entraron durante la época cálida con respecto a las granjas M y N. Por
otro lado, la granja M fue superior a la granja N, quien tuvo el menor número de lechones
destetados en ambas épocas. Esto parece indicar que el número de lechones destetados
está muy influenciado por factores asociados a la época, como temperatura ambiental y
métodos de crianza. Resultados similares fueron encontrados por Robert (1987), quién
observó que los cambios en el comportamiento reproductivo coincidieron con los cambios
asociados en la granja con respecto al manejo durante la fase de crianza, edad de las
cerdas y periodos de lactancia, concluyendo que es posible que la estación del año tenga
gran influencia en el número de lechones destetados.
La interacción año por época afectó de manera importante (P<0.01) el número de lechones
destetados; la figura 3 muestra la diferencia entre años y épocas, se observa que las cerdas
que ingresaron al hato reproductivo durante la época cálida en 1991 y1993 tuvieron el
mayor número de lechones destetados, con respecto a las que ingresaron en la época fría.
Esto indica que el comportamiento reproductivo es diferente en las dos épocas en los
distintos años.
Efectos similares fueron citados por Gómez (1999), quien encontró un efecto significativo
(P<0.01) de la interacción año por estación sobre el número de lechones destetados,
observando un mejor comportamiento conforme transcurrieron las estaciones. Esto lo
atribuyó a que el sistema era de reciente creación, por lo que las prácticas de manejo y las
habilidades del personal de alguna manera se fueron perfeccionando conforme avanzaron
los períodos año–estación, reflejándose en el aumento del número de lechones destetados.
Lo mismo encontró Mendoza (1987) en Michoacán, al evaluar el efecto del año de
nacimiento (P<0.05) sobre el tamaño de camada al destete, en el cual obtuvo los valores
más altos en primavera (8.69), otoño (8.77) e invierno (8.71) y el valor más bajo en verano
(8.38). Sin embargo, Lafranchi (1983) no observó diferencias significativas (P>0.05) de
periodo año - estación para número de lechones destetados.
35
Vol: 9 No. 2 2002
35
35
30
30
Mariquita
Núcleo
San Luis
25
25
Fría
Cálida
20
15
20
15
10
5
10
0
1992
1993
C
1991
91
ál
id
a
91
Fr
ía
92
C
ál
id
a
92
Fr
ía
93
C
ál
id
a
93
0
5
Fr
ía
Productividad
(Lechones destetados)
Revista Computadorizada de Producción Porcina
Años
Figura 3. Efecto de la interacción año por
época en la productividad de
cerdas H-50
Período año- Época
Figura 4. Efecto de la interacción granja
por año por época en la
productividad de cerdas H-50
La interacción granja por año por época afectó altamente (P<0.01) el número de lechones
destetados. La figura 4 muestra las diferencias entre granjas y periodos año por época. Se
observa que la granja M tuvo el mayor número de lechones destetados para las cerdas
que ingresaron al hato reproductivo durante las épocas fría y cálida de 1991 con respecto a
las granjas N y S. Sin embargo, ésta no se mantuvo constante conforme transcurrieron los
periodos año - época, puesto que para los periodos cálido de 1992 y cálido y frío de 1993
los valores más altos fueron para la granja S y los valores más bajos los tuvo la granja N y
especialmente durante la época cálida y fría de 1992.
Los resultados anteriormente descritos concuerdan con lo indicado por Hill y Webb (1982),
quienes observaron que dentro de los factores que afectan la productividad de la cerda
están los efectos heteróticos, de manejo, y ambientales durante el ciclo reproductivo de la
hembra. Por otro lado, Almond (1992) señaló que las principales causas por las cuales la
estacionalidad afecta los parámetros reproductivos son aún pobremente entendidas. No
obstante, se ha demostrado que el estrés provocado por las altas temperaturas ambientales
durante los meses de verano producen disturbios en la implantación y decrece la
supervivencia embrionaria; esto es frecuente sobre todo cuando el periodo de implantación
de los embriones se lleva a cabo después de la primavera, provocando un decremento en el
número de embriones o fetos y en consecuencia se reduce el tamaño de la camada al
nacimiento y al destete.
En la actualidad, las influencias ambientales en las granjas están siendo contrarrestadas
debido al reciente acondicionamiento y confinamiento en las explotaciones porcinas que
amortigua los efectos del medio (Hughes y Varley 1984). Sin embargo, pueden existir otros
factores ambientales que afectan al animal como la introducción continúa de nuevos
métodos de manejo, vacunación, alimentación, desparasitación y otros. Una manera de
ponderar en forma conjunta la influencia de estos efectos es la de comparar los índices
reproductivos por periodos de un año u otros semejantes, de acuerdo con Vázquez et al
(1973) e Hinojosa (1973), citado por Castro (1974).
Como se puede apreciar, la influencia del periodo año - época posiblemente se debe a que
las granjas aplican de manera diferente las prácticas y técnicas de manejo, aunadas a la
habilidad del personal para llevarlas a cabo, más que al genotipo, lo cual se refleja en los
resultados obtenidos
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Revista Computadorizada de Producción Porcina
Vol: 9 No. 2 2002
El valor promedio de partos producidos por cerda durante su vida útil obtenidos en este
estudio fue de 3.91 ± 0.6, valor superior al encontrado por Backstrom (1973), quien
encontró una longevidad promedio de 3.2 camadas. Por otro lado, es inferior al que
encontraron diversos autores como Jovic et al (1975); Simic et al (1981) y Salehar y Kovac
(1986) de 4.75, 5.26, y 4.98 camadas, respectivamente. Dagorn y Aumaitre (1979)
encontraron para esta variable un rango de 3.2 a 5.4 camadas.
Los únicos factores que incidieron en el número total de partos producidos por cerda
durante su permanencia en la granja fueron el año y la interacción granja por año (P<0.05).
(tabla 3).
Tabla 3. Análisis de varianza para la longevidad (número de partos) en cerdas
híbridas (H-50) de tres granjas comerciales
Fuentes de Variación
Grados de libertad.
Cuadrados Medios
Granja
2
0.650
Año
2
1.185 *
Época
1
0.243
Granja por año
4
1.079 *
Granja por época
2
0.281
Año por época
2
0.001
Granja por año por época
4
0.652
Covariable
TNV
1
131.8 **
TNV2
1
5.3 **
3
TNV
1
21.9 **
Error
2126
0.37
Total
2146
*(P<0.05), **(P<0.01)
Tabla 4. Medias de cuadrados mínimos por efectos de granja, año y época para
longevidad (número de partos) en cerdas híbridas (H-50) de tres
granjas comerciales
Fuentes de Variación
N
Media
ES±
GRANJA,
Mariquita (M)
447
3.8 a
0.03
Núcleo (N)
401
3.9 a
0.04
San Luís (S)
1299
3.9 a
0.01
AÑO
1991
779
3.9 a
0.03
1992
821
3.8 b
0.02
1993
547
3.8 b
0.03
EPOCA,
Fría
1024
3.8 a
0.02
Cálida
1123
3.9 a
0.02
N = número de observaciones
ab
Medias con distintos superíndices son diferentes entre si (P<0.05)
El año tuvo influencia significativa (P<0.05), como también lo encontraron Xue et al (1997)
en Minnesota al evaluar la misma característica. Se encontró que las cerdas que ingresaron
al hato reproductivo en 1991 tuvieron el mayor número de partos, con respecto a las cerdas
que ingresaron en 1992 y 1993 que tuvieron el menor número de partos (tabla 4).
Estas diferencias se pueden tomar como normal, ya que aunque se trata de llevar un
manejo uniforme, no es posible lograrlo a causa de factores no controlables, tales como los
37
Revista Computadorizada de Producción Porcina
Vol: 9 No. 2 2002
climáticos, cambios en la calidad de los alimentos, nuevo personal, nuevos animales, edad
de los mismos, etc. Por lo tanto, es difícil suponer que este incremento en la longevidad de
las cerdas obtenido en el presente estudio se mantendrá en los años siguientes. Sin
embargo, si se puede interpretar como un índice de mejoramiento en el manejo en general,
lo cual coincide con lo señalado por Vázquez (1973); Hinojosa (1973) y Ortega (1984),
quienes indicaron que las diferencias observadas entre años se deben a la introducción
continua de tecnología, sistemas de manejo, vacunación, alimentación, desparasitación,
periodo de lactancia, etc., así como a la habilidad del personal para desarrollar sus
actividades.
Longevidad (número de partos)
La interacción granja por año afectó de manera significativa (P<0.05); la figura 5 muestra las
diferencias entre granjas y años; se observa que las cerdas que ingresaron al hato
reproductivo en la granja N durante 1991 tuvieron el número de partos más alto con
respecto a las granjas M y S, mientras que para 1992 el mayor número de partos fue para
la granja S. Sin embargo, durante 1993 el comportamiento fue similar para todas las
granjas.
Mariquita
Núcleo
San Luis
4.1
4
3.9
3.8
3.7
3.6
3.5
1991
1992
1993
Años
Figura 5. Efecto de la interacción granja por año
en la longevidad de cerdas de cerdas H-50
Sobre esta variable no se cuenta con mucha información en ganado porcino, por lo que
también se asume que las diferencias observadas al respecto posiblemente se debieron a
que en cada granja la aplicación de tecnología se realiza de manera diferente, así como a la
habilidad del personal para llevarla a cabo, lo cual contribuye a la variación en la
longevidad de la cerda, como lo indicaron Kroes y Van Malé (1979), quienes señalaron que
dentro de los factores que afectan la longevidad de las cerdas se encuentran los efectos
genéticos relacionados con la vitalidad y la resistencia a las enfermedades en las diferentes
razas, así como por factores ambientales como alojamiento, métodos de crianza,
alimentación, clima, longitud de la lactancia, tamaño de camada, producción de leche a
través de los sucesivos ciclos reproductivos, así como por los procedimientos y criterios
adoptados por el asesor de cada granja.
Efecto del número de lechones nacidos vivos.
A continuación se presentan los coeficientes de regresión para los efectos lineal, cuadrático
y cúbico, según los modelos analizados para cuantificar el efecto de la covariable sobre las
características evaluadas, de acuerdo a los análisis de varianza (tabla 5).
38
Revista Computadorizada de Producción Porcina
Vol: 9 No. 2 2002
Tabla 5. Efecto del número de lechones nacidos vivos acumulados
Variables
Covariable
β0
TNV
TNV2
Productividad
1.462
Longevidad ( número de
1.828
partos )
TNV : Total de lechones nacidos vivos
**(P<0.01)
.5172 **
0.10486 **
0.0112 **
0.00057 **
TNV3
- 0.0001 **
- 0.000009 **
El efecto de los días de lactancia sobre la productividad muestra que por cada lechón
nacido vivo por cerda durante su permanencia en la granja se espera un incremento de
0.5172 lechones destetados para el efecto lineal; mientras que los coeficientes atribuibles a
los componentes cuadrático y cúbico fueron de 0.0112 y -0.0001 por cada lechón nacido
vivo adicional sobre el total de lechones nacidos vivos.
Con relación al efecto lineal de lechones nacidos vivos sobre la longevidad, los resultados
muestran que a medida que se incrementa el número de lechones nacidos vivos, se espera
un incremento de 0.10486 partos por cerda producidos durante su permanencia en la
granja, en tanto que los coeficientes atribuibles a los componentes cuadrático y cúbico
fueron de 0.00057 y - 0.000009 por cada lechón nacido vivo adicional durante su
permanencia en la granja.
Los valores fenotípicos obtenidos en el número de lechones destetados indican un bajo
nivel de productividad, además reflejan los progresos en la longevidad, que muestra un
patrón competitivo. Sin embargo, se encuentra muy distante de alcanzar los estándares
considerados como de alta longevidad. La variabilidad observada entre granjas
posiblemente se debió a la constante adopción de tecnologías, tipo de infraestructura,
capacidad, capacitación y experiencia del personal en el desempeño de sus actividades y
aplicación de la tecnología en cada una de las granjas. La productividad fue variable año con
año y junto con la época de ingreso al hato reproductivo e interacciones, afectaron el
número de lechones destetados por cerda durante su permanencia en la granja y en
especial las cerdas que ingresaron durante la época Fría, que tuvieron los valores más
bajos. Lo que parece indicar que esta característica está seriamente ligada a factores muy
asociados a la época como temperatura ambiental y métodos de crianza, así como la
introducción continua de tecnologías que se da año con año.
La característica de longevidad esta influenciada de manera significativa por el año y la
interacción granja por año. Esto posiblemente se debió a la introducción continua de
tecnología, calidad de los alimentos, nuevos animales, edad de los mismos, nuevo personal
y condiciones climáticas especificas. Sin embargo, su comportamiento permaneció estable
durante los dos últimos años. Indicando con ello un índice de mejoramiento en las
instalaciones y manejo en general de las granjas.
REFERENCIAS
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Revista Computadorizada de Producción Porcina
Vol: 9 No. 2 2002
EVALUACION DE LA INFLUENCIA DEL MANEJO REPRODUCTIVO Y EL MOMENTO
ÓPTIMO PARA REALIZAR LA CUBRICION EN LAS CERDAS
R. Perdigón 1; E.O. Cuesta 2; P.A. Naranjo 1 ; Teresa Arias 1
1
Instituto de Investigaciones Porcinas,
Gaveta Postal No.1, Punta Brava 19200, Ciudad de La Habana, Cuba.
2
Universidad Agraria de la Habana
San José de las Lajas, La Habana, Cuba
RESUMEN
Con el objetivo de evaluar el momento óptimo para la cubrición y la eficiencia reproductiva
de los sistemas de cubrición se trabajaron 4 verracos CC21 y se realizaron 241 cubriciones
en cerdas multíparas F1 (LW x L) en la unidad Julio A. Mella del IIP. Se estudió el momento
mas apropiado para efectuar la cubrición en la reproductora y los diferentes sistemas de
cubrición utilizados en la especie porcina: Inseminación Artificial (IA); Monta Natural (MN), y
sus combinaciones (IA-MN), (MN-IA). Un grupo de animales se cubrió a las 0 horas de haber
comenzado el reflejo de inmovilidad y otro a las 12 horas. Los sistemas de cubrición se
aplicaron de igual modo en los dos momentos. Cuando se iniciaron las cerdas a las 0 horas
del reflejo de inmovilidad, fue significativamente mejor que cuando se inició a las 12
encontrando variaciones entre sí (P<0.01) obteniéndose mayor efectividad y cantidad de
crías vivas y totales en el momento 0. Se encontró que entre la IA, MN, IA-MN no hubo
diferencias significativas para cada momento estudiado aunque el último tuvo tendencia a
mejorar los índices estudiados, difiriendo de estos sistemas significativamente (P<0.05) la
MN-IA. Se comprobó que los sistemas de cubrición no incidieron significativamente en los
resultados obtenidos, pero si el momento. Se concluye que este trabajo permitió aumentar la
efectividad económica acumulada en un 35% en esta unidad por lo que existen posibilidades
de obtener altos índices de efectividad y mayor número de crías por parto iniciando las
cerdas en el momento cero de reflejo de inmovilidad.
Palabras clave: cerdas, manejo reproductivo, sistema de cubrición
Título corto: Manejo reproductivo en cerdas
EVALUATION OF REPRODUCTIVE MANAGEMENT AND THE OPTIMAL MOMENT OF
MATING ON SOWS
SUMMARY
Four boars CC21 were used in 241 mater of sows F1 (LWXL)from Julio A. Mella unit to
evaluate the optimal moment of mating , and the reproductive result of different mating
systems: Artificial Insemination (AI), Natural Mate (NM) and their combination (AI-NM) (NMAI). A group of animals was started at 0 hour of the reflex of immobilization and the other
group at 12 hours. The mating systems were used in the some way in both groups. The one
started at 0 hour was significantly better than the one initiated at 12 h (P<0.01) because we
obtained greater efficiency and number of alive and total piglets. There were not significant
differences for each studied moment among AI, NM, the last one had a better tendency
though. The NM-AI different significantly (P<0.05)from the rest. It was proved that the mating
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Revista Computadorizada de Producción Porcina
Vol: 9 No. 2 2002
systems did not have a great impact on the contrary of the moment. We can conclude that
this work allowed increasing the accumulated economic efficiency of this unit in a 35 %. So
there are possibilities to get a higher efficiency and a greater number of piglets per farrowing
when sows are instated at the starting moments of the reflex of immobilization.
Keys Words: sows, reproductive management, mating systems
Short title: Reproductive management on sows
INTRODUCCION
La porcicultura es un campo de la ciencia que en los últimos años ha tenido cambios
trascendentales y constituye hoy un importante elemento del desarrollo en Cuba, llegando a
ser esencial en esferas relacionadas con el turismo, la alimentación de la población, así
como en la elaboración de productos biológicos y farmacéuticos.
En la eficiencia de la porcicultura, la reproducción es un elemento medular y dentro de esta,
la determinación del momento correcto para la cubrición en la cerda constituye uno de los
aspectos de mayor importancia (Kemp et al 1998). En general, muchos autores coinciden en
que el momento adecuado para la cubrición depende, en gran medida, de la determinación
exacta del comienzo y duración de la ovulación (Hernández y et al 1979; Magapor 1999).
Por lo que este trabajo parte del supuesto que con reproductores saludables, un correcto
manejo reproductivo se reduce a los costos de producción, aumenta la eficiencia del rebaño
y se logra mejorar los indicadores productivos y económicos en las condiciones de Cuba.
Para demostrar la veracidad de esta hipótesis se trazaron los siguientes objetivos de trabajo:
estudiar dos momentos de iniciar las cerdas a las 0 y 12 horas de detectado el reflejo de
inmovilidad y evaluar los diferentes sistemas de cubrición empleados en la especie.
MATERIALES Y MÉTODOS
Se utilizaron un total de 80 reproductoras F1 (LWxL), 4 verracos y un celador CC21 en la
Unidad “Julio Antonio Mella” de Enero de 1999 – Junio del 2000. Al iniciarse el estudio la
edad media de los animales era de 1.7 años. A todos los animales durante el período
monitoreado se les chequeó Brucella y Leptospira, además se cumplimentó el plan de
vacunación de la Unidad de acuerdo con la disposición del Instituto de Medicina Veterinaria
(1998). Durante la investigación se realizó tratamiento masivo contra la sarna con Baymec
(1cc x 33 Kg. / PV) y se valoró el estado de salud de la hembra para entrar al área de
reproducción.
La alimentación se basó en pienso crecimiento nacional y se calculó la ración a razón de 2.5
Kg por reproductores, el agua fue a voluntad y los animales estuvieron sometidos a
condiciones ambientales de Temperatura y Humedad Relativa similares. En el alojamiento
las cerdas se mantuvieron encamisadas individuales.
Con el objetivo de evaluar la eficiencia reproductiva se aplicaron dos momentos para realizar
la cubrición y cuatro tratamientos: I- A las cero horas y II- A las doce horas de detectado el
reflejo de inmovilidad con dos servicios 0-24 y 12-24. Se valoraron los diferentes sistemas
de cubrición utilizados en la especie: 1- Inseminación Artificial (IA), 2- Monta Natural (MN) 3(IA-MN), 4- (MN-IA). La técnica de IA se aplicó según la descrita por Del Toro (1997). Los
tratamientos rotaron de igual modo en cada momento en que se cubrió la cerda y las cerdas
fueron replica de sí mismas. El estro se detectó mediante el macho recelador adiestrado a
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Revista Computadorizada de Producción Porcina
Vol: 9 No. 2 2002
las 7.00 y 18.00 horas. En el análisis estadístico se utilizó el cálculo de los estadígrafos
generales y se realizó análisis multifactorial.
Para la evaluación económica se calcularon los siguientes indicadores: crías por parto,
volumen y valor de la carne, gastos totales por verraco y por reproductora, costo de los
diferentes momentos y sistemas de cubrición para un año de trabajo de la Unidad que se
analiza, tomándose la información primaria de los resultados del estudio, así como de la
estadística existente. La cantidad de animales se determinó sobre la base de 2.2 partos por
reproductora. Toda la información se valoró en MLC tomándose la conversión 1:1 de
moneda nacional a divisas, como es el caso de los salarios, algunos gastos de
medicamentos, amortización de los activos fijos y el precio de venta del semen. Se analizó la
cantidad de crías por parto en cada momento de cubrición y las variaciones volumen y valor
de carne en el ciclo de producción. En el análisis también se compararon los diferentes
sistemas de cubrición estudiados en cuanto al nivel de gastos que genera su aplicación en
condiciones de producción.
RESULTADOS Y DISCUSIÓN
Se apreció que cuando se cubrió la cerda a las cero horas del reflejo de inmovilidad
aumentó significativamente (P<0.01) el número de cerdas confirmadas y disminuyeron las
repeticiones, mejorando la efectividad técnica como puede apreciarse en la tabla 1.
Tabla 1. Resultados de dos momentos en la iniciación de la cerda
Efectividad
Horas
n
Confirmadas
Repetidas
Técnica, %
0-24
127
114
13
89.77
12-24
114
86
28
75.43
ES±
0.06**
0.07**
Al comparar la relación que existe entre los diferentes momentos y el número de crías vivas
y totales resultó que en el momento 0 se manifestó un incrementó significativo de estos dos
indicadores reproductivos (tabla 2).
Tabla 2. Crías vivas y totales en los diferentes momentos de iniciada la cerda
Momento a cubrir, horas
ES±
Indicadores
0-24
12-24
Partos, número
113
84
2.20
Partos, %
99
97
1.02
Nacidos vivos
10.8
9.3
0.05*
Nacidos totales
11.0
9.6
0.23*
*(P<0.05)
Los resultados del porcentaje de fertilidad y el promedio de crías por parto fueron
significativamente superior (P<0.05) en el momento cero, lo que coincide con los resultados
obtenidos por Reed (1988); Dora et al. (1991); Rodríguez et al (1997) y Kemp et al (1998).
Estos resultados están acorde con los planteados por Kotwica et al (1996) en cuanto a que
la ovulación en la cerda es espontánea y ocurre entre las 38 a 42 y 24 a 36 horas de haber
comenzado el estro; además de que la vida media de los ovocitos esta entre las 4 a 12
horas y de los espermatozoides de 24 a 48 horas, con 2 a 4 horas de capacitación , es
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Revista Computadorizada de Producción Porcina
Vol: 9 No. 2 2002
adecuado iniciar la cerda en el momento 0 donde se logra un mayor tiempo de exposición de
las células con capacidad fecundante en el tracto reproductivo y al producirse la ovulación,
habrá mas células dispuestas a fecundar; a similares criterios arribó (Kubus 1999 ). Por otra
parte es importante considerar que cuando la cerda está con reflejo de inmovilidad mantiene
una conducta biológica que la prepara para la fecundación.
Al analizar el comportamiento de los diferentes sistemas de monta (Tabla 3) encontramos
que el mayor número de repeticiones lo tiene la MN-IA, teniendo mayor efectividad técnica
en la IA-MN.
Tabla 3. Resultados obtenidos en los sistemas de monta estudiados
Sistema de Monta
Monta Natural
(MN)
Inseminación
Artificial (IA)
Combinación
MN-IA
IA-MN
ES±
*(P<0.05)
N
Confirmadas
Repetidas
64
54a
10a
58
50a
8a
56
63
41b
55a
0.23*
15b
8a
1.23*
Eficiencia
Técnica, %
84.37
86.2
73.21
87.30
Se obtuvo que entre la MN, IA, y IA-MN no hubo diferencias significativas para cada
momento estudiado, aunque se obtuvo una tendencia mejor cuando se trabajó la IA-MN
difiriendo estos significativamente con MN-IA al respecto hay que tener en cuenta que en la
MN la última fracción del eyaculado forma un tapón en el cuello del útero para evitar el
reflujo del semen por lo que cuando trabajamos con MN-IA el paso de la varilla no es
beneficioso, sin embargo en la IA-MN se favorece la fertilidad por los componentes del
diluyente que acondicionan al útero y el efecto de tampón de la MN que ayuda a que no
retorne el semen.
Según los resultados de este estudio a manera de conclusión pudiera plantearse que existen
posibilidades de obtener altos índices de efectividad y mayor número de crías por parto
iniciando las cerdas en el momento cero del reflejo de inmovilidad. La IA resultó el método
más ventajoso en las condiciones de producción de la unidad. Con la introducción en la
producción de la cubrición en el momento cero, la IA (asumiendo que el sistema de monta
utilizado fuera solamente la MN), se logrará un aumento anual de la ganancia por un valor
de $28865.24 (MLC), lo que incidirá positivamente en le rentabilidad de la producción en la
Unidad Julio Antonio Mella. Recomendamos extender este estudio a otros centros porcinos
del país y continuar trabajando en estas temáticas.
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Revista Computadorizada de Producción Porcina
Vol: 9 No. 2 2002
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Revista Computadorizada de Producción Porcina
Vol: 9 No. 2 2002
IMPACTO SOCIAL POR LA UTILIZACIÓN DEL BIOGÁS EN UNA ESCUELA DE
ENSEŇANZA PRIMARIA CUBANA
R. Chao, R. Sosa, J. Del Río y A. Pérez
Instituto de Investigaciones Porcinas,
Gaveta Postal No.1, Punta Brava 19200, Ciudad de La Habana, Cuba.
RESUMEN
Se realizó un estudio al comportamiento de un biodigestor de cúpula fija de 90 m3 en el
tratamiento del residual porcino proveniente de 3 naves de cerdos en ceba con 400 animales
totales. El trabajo se efectuó durante los meses de septiembre a junio. La remoción de los
sólidos totales, sólidos volátiles y la demanda química de oxígeno fue de 81, 85 y 72%
respectivamente. El biogás producido diariamente se utilizó para elaborar los alimentos de
un semi-internado de primaria. Se preparaban 580 raciones por día. Antes de utilizar el
biogás se consumían 9 toneladas de petróleo por año, posteriormente debido a la escasez
de combustible se usaban 49.8 toneladas de leña anualmente. El biogás sustituyó estos
combustibles con el suministro de 4 98 m3 por año. Con la utilización del biogás en
sustitución de la leña se evita la deforestación de 0.9 hectáreas de bosque al año. Para los
profesores, estudiantes y la dirección del centro, el sistema de tratamiento de residuales
sirvió como demostración práctica de cómo se puede producir de forma sostenible,
protegiendo al medio ambiente. Es posible depurar el residual y utilizar el biogás para
consumo social, sustituir combustible y humanizar el trabajo y proteger la salud del personal
que labora en la cocina de la escuela.
Palabras claves: biodigestor, cúpula fija, fermentación anaerobia, biogás
Titulo corto: Impacto social del uso de un biodigestor
SOCIAL IMPACT IN BIOGAS UTILIZATION IN A CUBAN SCHOOL
SUMMARY
An evaluation was undertake on the operation of a fixed dome biodigester with a capacity of
90 m3 used for treatment of pig slurry from three pig buildings housing 400 fattening animals.
The evaluation was extended from September to June. Total and volatile solid remotion as
well as the oxygen chemical demand were 81, 86 and 2% respectively. The produced biogas
was used daily for cooking food in a kitchen from a school of children. The kitchen prepared
580 rations every day. Before the use of biogas, the fuel oil consumption was of nine ton per
year or its equivalent, 49.8 tons of wood per year too. The biogas substituting wood avoid
deforestation of 0.9 ha per year. The system for management of pig residuals and produce
biogas resulted was an example for administrative personnel, teachers and students of how
pig production may be sustainable and be protective of environment. As a consequence of
the current evaluation it can be suggested that it is possible the depuration of pig residuals
and thereby ise biogas for social purposes, save fossil energy, being the work friendly and
healthy for all workers of the school kitchen.
Key words: biodigester, fixed dome, anaerobic fermentation, biogas
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Revista Computadorizada de Producción Porcina
Vol: 9 No. 2 2002
Short title: Social impact of the use of a biodigester
INTRODUCCIÓN
El uso de la digestión anaerobia en los países con pocos recursos es importante para
resolver ambos problemas los ecológicos y económicos ( Marchaim 1992). Para los países
desarrollados el uso de la fermentación anaerobia no constituye problema ni tecnológico, ni
de inversión, ya que poseen recursos y medios adecuados para la aplicación de esta
tecnología, sin embargo en los países en vía de desarrollo la aplicación de esta técnica
requiere de medios de financiamiento y de tecnología adecuada para su uso, es por eso que
se necesitan de sistemas de fermentación sencillos, de bajo costo y con materiales de
producción en el país.
Desde hace varios años el Instituto de Investigaciones Porcinas ha estudiado y elaborado
sistemas de depuración de las excretas porcinas basados en biodigestores de cúpula fija
para granjas medianas y pequeñas. Este trabajo no sólo abordó la disminución de la
contaminación, sino que estudió el impacto producido por el uso del biogás en el medio
social como es la preparación de los alimentos en un Semi-internado de primaria del sistema
de educación cubano.
MATERIALES Y MÉTODOS
Se realizó un estudio al comportamiento de un biodigestor de cúpula fija de 90 m3 de
digestión en el tratamiento del residual porcino proveniente de 3 naves de cerdos en cebas
con 400 animales totales. Los parámetros constructivos principales del biodigestor y las
características técnicas del metro contador de gas se muestran en la en la tabla 1.
.
Tabla 1. Parámetros constructivos principales del
biodigestor y características técnicas del
metro contador de gas
Biodigestor
Cantidad
Capacidad de digestión, m3
90.00
Diámetro interior, m
6.26
Profundidad, m
4.40
Área que ocupa, m2
98.00
Volumen de excavación, m3
195.00
Volumen del tanque de
compensación, m3
13.00
Metro contador de gas
Entrada mínima de gas, m3/h
0.04
3
Entrada máxima de gas, m /h
6.00
1.20
Volumen de gas, dm3
Presión máxima de gas, Bar
1.20
El estudio se efectuó durante los meses de Septiembre a Junio. Se tomaron 3 muestras
semanales al residual de entrada al digestor y al efluente. A las muestras se le realizó
análisis de sólidos totales (S.T.), sólidos volátiles (S.V.), demanda química de oxígeno
(D.Q.O) y PH.
El biogás producido se utiliza para cocinar los alimentos de un Semi-internado de primaria
que se encuentra ubicado a unos 200 metros de la granja porcina. Para la medición del
49
Revista Computadorizada de Producción Porcina
Vol: 9 No. 2 2002
biogas producido y el usado en la preparación de los alimentos se instaló un metro contador
de gas marca Samgas modelo RS/2001 LA G4 de fabricación Italiana (ver tabla 1). El metro
contador de gas se leía diariamente, además se recopiló una lista de los productos que se
cocinaban así como sus cantidades, se controló el tiempo de cocinado y la cantidad de
comensales por día.
Antes de la utilización del biogás se utilizó para cocinar los alimentos petróleo y
posteriormente debido a la escasez, leña. Se tomaron los datos de la cantidad de estos
combustibles utilizados para establecer una comparación con el biogás utilizado. Los
alimentos se cocinaban en 2 cocinas de 3 hornillas cada una del tipo industrial de las que
usan gas de botellón, a las cuales solamente se le adaptaron los inyectores para que
funcionaran con biogás, por lo que no hubo que adquirir cocinas especiales.
RESULTADOS Y DISCUSIÓN
Los resultados de los análisis realizados en el laboratorio de bioquímica aparecen en la tabla
2.
Tabla 2. Característica del Residual antes y después de su entrada al biodigestor
Entrada
Salida
Parámetros medidos
al digestor DS del digestor DS
Remoción, %
Sólidos totales, %
1.96
0.62
0.38
0.08
81
Sólidos volátiles, %
1.57
0.49
0.23
0.05
85
Demanda Química
de Oxígeno (DQO), mg/L
2310
882
657
296
72
PH
6.95
0.51
7.69
0.24
Como se puede observar, el valor de los sólidos totales del sustrato es relativamente bajo,
debido al sistema de limpieza empleado que utilizan bastante agua para extraer los
residuales. En nuestras condiciones la remoción de los sólidos volátiles no coincide con lo
reportado por Schulz y Miherleitner (1990), la cual fue del 47 %. Los valores de remoción del
D.Q.O. del digestor son valores muy favorables para un sistema de tratamiento de residuales
porcinos. El pH de salida del digestor es un valor normal propio de la digestión anaerobia y
está en el rango obtenido por otros autores (Esteban et al 1984; Hohlfeld, y Sasse 1986;
Fulford 1988) y que se encuentran entre 7 y 8 de pH.
El resultado de las mediciones efectuadas con el metro contador así como el tiempo
empleado en cocinar los alimentos y el control de la cantidad de comensales se reflejan en
la tabla 3.
Tabla 3. Producción y consumo de biogás. Tiempo de
cocinado y cantidad de comensales
Parámetros medidos
Media
DE
Producción de biogás por día, m3
57.88
16.03
Consumo de biogás para cocinar por
24.94
6.02
día, m3
Tiempo de cocinado por día, h
5.15
0.29
Cantidad de comensales por día, U
580
18
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Vol: 9 No. 2 2002
La producción diaria de biogás dio un índice de 0.64 m3 de biogás por m3 de digestión similar
a lo reportado por Marchaim (1992). Como se aprecia en la tabla el tiempo de cocinado está
entre lo normal para que la comida este en el horario establecido para almorzar los niños. El
biogás consumido es menor que la producción del día y fue suficiente para preparar las 580
raciones.
Los resultados del presente trabajo demostraron que existe una variedad de alimentos que
son procesados diariamente como plato básico. Diariamente se elaboran 580 raciones como
media con los alimentos. Adicionalmente al plato básico también se elabora algún otro
alimento en diferentes variantes (tabla 4).
Tabla 4. Alimentos procesados diariamente como
plato básico y variantes adicionales
Plato básico
(en base a 580 raciones
diarias)
Arroz, kg
Viandas, kg
Frijoles, kg
Leche Hervida, L
Platos adicionales
Huevos, U
Mortadella, kg
Jurel, kg
Croquetas, kg
Picadillo de res, kg
Picadillo de pescado, kg
Arroz con leche, kg
53.14
154.76
24.21
93
568
30
66
28
37
30
9.5
Resulta importante señalar que antes de estar en funcionamiento el biodigestor se consumía
principalmente petróleo y debido a las dificultades económicas con la adquisición de este
hidrocarburo, no quedó otra alternativa que utilizar la leña, los diferentes combustibles y las
cantidades consumidas anualmente se reflejan en la tabla 5.
.
Tabla 5. Combustible utilizados en la elaboración
de los alimentos
Combustible
U/M
Cantidad /año
Petróleo
t
9
Leña
t
49. 8
4988
Biogás
m3
Debemos señalar que los 4988 m3 de biogás consumidos en el año es equivalente a 2.5
toneladas de petróleo o a 25 toneladas de leña, estos valores son mucho menores que lo
mostrado en la tabla 5 (que son las cantidades consumidas en la realidad), debido a que las
cocinas de petróleo y de leña son de muy baja eficiencia. Esto demuestra que con la
implantación de este sistema hacemos un uso mas racionar del combustible. Adicionalmente
hay que resaltar que la sustitución del biogás por la leña evita la deforestación de 0.9
hectárea de bosque por año.
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Revista Computadorizada de Producción Porcina
Vol: 9 No. 2 2002
Se realizó un análisis económico al sistema biodigestor y suministro de biogás y sus
resultados se muestran en la tabla 6. Se consideró una tasa de descuento o factor de
actualización del 10 % y una vida del proyecto de 20 años.
Tabla 6. Indicadores Económicos
estudiados
Índice
U/M
Cantidad
Costo total
pesos
11900
Tasa B/C
2.45
Sensibilidad
%
45
PRI
años
2.81
VAN
pesos
14285
Tasa B/C: Tasa de beneficio costo
PRI: Periodo de recuperación de la
inversión
VAN: Valor neto actual
.
La utilización de este sistema representa una efectividad económica favorable pues la
relación B/C de 2.45 y el periodo de recuperación así lo demuestran. Además de acuerdo
con el análisis de sensibilidad los ingresos se pueden rebajar hasta un 45%. Valores
similares a estos resultados fueron reportados por Carballal (1997) en el estudio económico
realizado al proyecto PNUD-FAO 91/011. Debemos resaltar que en este análisis sólo se tuvo
en cuenta la cantidad de biogás que se utiliza para cocinar y que fue de 24.9 m3, sin
embargo la producción es mucho mayor, lo que indica que con una mayor utilización del
biogás se puede mejorar los indicadores económicos. Además no se cuantificó
económicamente ni la deforestación, ni las mejoras en las condiciones de trabajo y de salud
del personal que labora en la cocina.
REFERENCIAS
Carballal JM. 1997. Proyecto PNUD\FAO Cuba 91\011. Estudio económico. 21 p.
Esteban JJ, Gutiérrez A., Moré M. y Sanz A. 1984. Estudio del tiempo de retención (TR) y de
sinergia de deyecciones de ganado en el proceso de fermentación anaerobia.
Comunicaciones I.N.I.A. Serie Tecnológica Agraria II, 104 p.
Fulford D. 1988. Running a biogás programe: a handbook. Intermediate Technology
Publications. London U. K. pp 30-59
Hohlfeld J y Sasse L. 1986. Production and utilization of biogás in rural areas of industrilized
and developing countries. G.T.Z. Eschborn. F.R.G. pp 51-96
Marchaim U.1992. Biogás processes for sustainable development. Roma: FAO. p. 51-88
Schullz H. y Miherleitner H. 1990. Agricuktural Biogás Plants and the use of slurry as
Fertilizer in the Federal Republic of Germany. Report of International Conference on Biogás
Technologies and Implementation Strategie, Pure/India. Borda, Bremen. F.R.G. pp 541-561
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