H Jornada sobre “ DESARROLLO INFANTIL Y ATENCIÓN TEMPRANA” PAMPLONA 15 de Junio del 2004-06-06 COORDINACIÓN TÉCNICA Y DE PROGRAMAS : EQUIPOS INTERDISCIPLINARES. RETOS EN ATENCIÓN TEMPRANA Presenta : FATIMA PEGENAUTE LEBRERO Psicóloga Clinica del EIPI de Nou Barris. Institut Municipal de Disminuits, Ajuntament de Barcelona. Expresidenta de l’ Associació Catalana d’Atenció Precoç. Secretaria de la Federación estatal de Asociaciones de profesionales de la Atención Temprana. Coautora del “LIBRO BLANCO” Voy a intentar centrarme principalmente en uno de los aspectos de este modelo, que ya nos ha presentado en su totalidad Anna Fornós, y que creo que es de suma importancia, no solamente para realizar un buen trabajo de equipo, sino también para abrir posibilidades de relación e intercambio con los profesionales de los distintos ámbitos que, a su vez, tienen como objetivo de sus funciones, la atención al niño y la familia. Este tema se llama INTERDISCIPLINARIEDAD. La Interdisciplinariedad es un concepto complejo y, de hecho, ya es dificultosa la simple pronunciación de su vocablo. Seguramente habríamos inventado otra palabra menos complicada y más corta, para designar la idea correspondiente, si el asunto y el contenido de esta fuera más simple. De todas formas, y antes de comenzar a pensar, qué supone el trabajo en un equipo interdisciplinar, voy a mencionar algunos hechos de la historia de la Atención Temprana, tal y como han transcurrido en Cataluña, y tal y como se han vivido en otras comunidades científicas y profesionales a nivel internacional. En Cataluña la situación de la Atención Temprana de los niños con disminución antes de los años 80, se abordaba desde una perspectiva asistencial, no sectorial, y de tipo médicosanitario, ya que los Equipos existentes estaban ubicados, principalmente, en Centros Hospitalarios. Tambien por este tiempo surgieron algunos centros a partir de las Asociaciones de afectados con una clara orientación pedagogica. Las repercusiones de estos modelos, que primaban aspectos parciales en la atención al niño con disminución, se manifestaban en los siguientes puntos: 1) Prevención: prioritariamente y casi en exclusiva, se primaba la prevención desde el punto de vista biológico (detección de metabolopatías, campañas de vacunación, mejora en la atención perinatal, etc.) sin contemplar los aspectos más psicosociales que, a nuestro parecer, también tienen una incidencia tanto, o más considerable en la génesis de las disminuciones. 2) Detección y Diagnóstico: La detección quedaba limitada a los pocos programas hospitalarios y de seguimiento de niños riesgo, con una tendencia biologista, y a la actuación aislada de algunos pediatras. En el diagnóstico se consideraban básicamente los aspectos biológicos, dada la formación totalmente médica de los profesionales a los que se les confiaba este trabajo, ignorando totalmente el concepto de riesgo social Esto suponía, por un lado, que los niños llegasen a los servicios a edades ya avanzadas ( 4, 5 y 6 años) mayoritariamente procedentes de las escuelas, sin haber recibido en ningún momento, ellos y sus familias ningún tipo de atención. En muchos casos, la situación de estos niños, tanto a nivel mental como personal, había empeorado y las familias, sin recibir ningún tipo de información ni soporte, tenían dificultades reales en la relación y manejo de sus hijos. 3) La Intervención Terapéutica: El inicio de la intervención se realizaba excesivamente tarde o no se hacía. Las intervenciones que se significaban por los apelativos “Estimulación o rehabilitación Precoz “ ponían en general su énfasis en una serie de actuaciones que tenían como diana, casi de forma exclusiva, al niño enfermo y sus déficits, contemplando a la familia desde una perspectiva lejana. En 1973, un equipo pionero en Estimulación en Argentina, y me refiero al de Lydia Coriat detectaba estos mismos problemas y se formulaba ya la pregunta sobre la eficacia de este tipo de terapias que de forma simultanea, se dirigian a los niños, según la gravedad y la diversidad de los trastornos que se manifestaban. El profesional o profesionales, en plural, responsables de la intervención diseñaban cada uno desde su especialidad un programa o programas diversos, ejercicios dirigidos exclusivamente a corregir o paliar las deficiencias, no pudiendo valorar los intereses del niño, su estado emocional ni las características de su entorno. El profesional instruía a los padres para que éstos pudieran proseguir en casa el trabajo iniciado, valorando muy poco las posibles competencias, motivaciones o dificultades de los padres. En esta organización, la familia tomaba lógicamente un papel subsidiario y sumiso respecto al protagonismo, y al saber ejercido por el profesional o profesionales, que organizaban e instruían, cada uno desde su discurso, a los padres. A partir de los años 80, el concepto de “ Estimulación Precoz “ comienza a evolucionar con la incorporación de nuevas técnicas y estudios científico (aspectos neuroevolutivos del desarrollo cerebral, como la plasticidad) , y a partir de las aportaciones del Dr. Brazelton sobre las competencias del bebé y los estudios sobre la importancia de las interacciones de éste con su entorno. Por aquellas fechas, surge y se acuña, al menos allí en Cataluña, el término " Atención Temprana", Esto supuso un cambio en la concepción y en la forma de intervención terapéutica, que asumía los aspectos de globalidad, desde una perspectiva interdisciplinar, sobre el niño, sobre su familia y sobre su entorno. Esta nueva forma de abordaje supuso también la necesidad de un cambio en la composición del equipo y en la forma de abordar los casos. En estos momentos, se entiende y desde el Libro Blanco se defiende, que el desarrollo infantil es un proceso dinámico, sumamente complejo, fruto de la interacción entre factores genéticos, factores ambientales y factores sociales. Que el abordaje en Atención Temprana ha de ser global y que los equipos de atención han de estar formados por profesionales de los diferentes ámbitos, que han de trabajar de forma interdisciplinar. La Atención temprana, por consiguiente, no puede ser vista exclusivamente como una vertiente de la rehabilitación, de la intervención psico-social o de la educación, sino que debe formar parte de un proceso integral que tenga como objetivo único, el desarrollo armónico de los niños integrados en un contexto socio-familiar. Defendemos un modelo de atención global e interdisciplinar que tenga en cuenta en todo momento y desde cualquier ámbito, las características evolutivas y las necesidades de cada niño, en los aspectos no solo biológicos sino también en los psicológicos y sociales, sus capacidades y sus dificultades, su historia y su proceso evolutivo, las características y las necesidades de la familia y de su entorno más inmediato. El concepto de interdisciplinariedad va mas allá de la suma paralela de distintas disciplinas, pero no se trata, de que un profesional pueda dominarlas todas, poseyendo un saber universal. El equipo interdisciplinar es aquel que comparte un espacio formal con el objetivo de poder reflexionar sobre los diferentes casos y poner en común informaciones. El profesional en esta concepción interdisciplinar, es el representante de un trabajo en equipo, que lo sostiene y acompaña con cada paciente. La interdisciplinariedad no es una yuxtaposición, ni una suma de saberes en cadena, ni tampoco un conglomerado de actuaciones que se hacen en grupo, ni tampoco y en nuestro caso, un troceado a la carta de distintas terapias que realizan profesionales de diferentes disciplinas. El trabajo interdisciplinario es un producto derivado del desarrollo científico, técnico y social en un mundo cada vez mas globalizado. Es la interacción e intersección de conocimientos en la producción de un nuevo saber y de un nuevo hacer. La interdisciplinariedad supone articular una serie de disciplinas y de intervenciones abiertas al campo del saber y al campo del conocimiento sin totalitarismos, sin reduccionismos, ni imposiciones. Un trabajo interdisciplinario en equipo supone tener claros los limites del saber de cada uno y saber respetar el conocimiento de los demás, sin que se dé a ninguna de las disciplinas contribuyentes una función superior ni jerárquica . Un modelo interdisciplinar y con una visión globalizadora, presupone un marco de actuación comunitaria y sectorizada territorialmente, donde los diferentes recursos y dispositivos de atención, en nuestro caso al niño y a la familia ( dispositivos sanitarios, educativos y de asistencia social) estén desarrollados y presentes. Un trabajo así organizado permite que se racionalicen y se utilicen de forma eficaz los recursos, sin que se dupliquen los servicios y los profesionales, sin que se repitan las actuaciones o se deriven los casos sin continuidad ni coordinación. En esta concepción del trabajo, el usuario, en nuestro caso el niño y la familia, no se ven sometidos a sucesivas visitas de diferentes profesionales desde donde se le ofrecen diferentes visiones e incluso contradictorias del problema, evitamos la repetición de pruebas diagnosticas complementarias, realizadas, en ocasiones, en momentos inadecuados. Según este modelo, el CDIAP en Cataluña, asume las funciones de acogida, de evaluación diagnóstica, de intervención terapéutica, de seguimiento de los niños de riesgo biológico o social, y la coordinación con los diferentes ámbitos del territorio, que también se ocupan de estos niños y sus familias durante estas primeras etapas de la vida. Las familias, derivadas hoy principalmente desde los servicios primarios de pediatría, desde las escuelas maternales o desde servicios sociales, pueden realizar directamente la demanda al Centro, el cual realizará una primera entrevista de acogida y, en el caso necesario, propondrá una serie de sesiones de observación con el fin de poder realizar una valoración del caso. LA valoración diagnóstica la realizará el profesional de la medicina (neuropediatra) y un psicólogo. A esta se le unira la valoración social realizada por la trabajadora social. Una vez obtenidos los datos y juntamente con todos aquellos que hemos recogido en la entrevista de acogida, a través de la anamnesis y los informes que ha podido aportar la familia, se pasa a realizar la valoración interdisciplinar en una reunión de equipo. En esta reunión en que cada uno de los profesionales puede presentar sus aportaciones desde su saber, se formulará la hipótesis diagnóstica o el diagnóstico, se indicará el tipo de intervención terapéutica más idónea y se indicará el profesional que se hará cargo del caso. Este trabajo a nivel de todo el equipo se volverá a repetir en momentos de revisión de casos y también en el momento en que éste se tenga que finalizar y cuando se tenga que valorar una alta definitiva o bien una derivación. También creo importante señalar que, a veces, en algún caso es totalmente necesario que otro profesional del equipo pueda dar una orientación o indicación al profesional responsable del caso. Siempre que se pueda organizar seria muy aceptable que éste pudiera entrar (evidentemente con el previo conocimiento de la familia) al espacio reconocido por el niño y en presencia de su terapeuta y posiblemente de la propia familia. Hay que considerar que para realizar una labor interdisciplinaria no hace falta estar en un mismo equipo, ni tan siquiera depender de una misma administración y en este punto estaríamos introduciéndonos también en la necesidad del trabajo en red o en el trabajo de coordinación con otros ámbitos, en un territorio sectorizado. Este saber hacer, consiste en poder confluir y aunar las intervenciones de los distintos profesionales o campos del saber sobre el caso concreto, la situación concreta sea ésta individual, social, familiar o institucional. Todos sabemos, que las familias suelen resaltar la necesidad, de que los servicios y las orientaciones que se les ofrecen, desde estos, puedan ser coincidentes, y tengan en cuenta el conjunto de su situación, a la hora de ofrecer recomendaciones y planificar actuaciones. La coordinación institucional no es algo sencillo y todos lo sabemos. Cada servicio suele depender de organismos diferentes que tienen su propio modelo de funcionamiento y su propio lenguaje, sus referentes teóricos, que pueden ser o no coincidentes con otros servicios. Con frecuencia podemos observar que las relaciones entre los distintos servicios o bien no existen o bien son difíciles. Sabemos que hay momentos importantes en el transcurso de la intervención que pueden ser vividos de forma critica por la familia. Son momentos que suponen enfrentarse a nuevas situaciones, situaciones que pueden provocar sentimientos de angustia o de pérdida. Me refiero, por ejemplo, al momento de la escolarización, al momento de realización de pruebas complementarias para poder obtener un diagnostico etiologico o sindromico, al momento de la finalización por edad de la intervención y a la derivación. En Cataluña trabajamos muy estrechamente con los servicios educativos, a través de los equipos de orientación pedagógica: 1. - Al comienzo de la escolarización del niño, con el objetivo de valorar de forma conjunta las competencias, las necesidades del niño y los recursos que serán necesarios. 2. - Durante la escolarización, para poder realizar un seguimiento y una valoración del desarrollo del niño. 3.- Y finalmente, en el momento de finalizar nuestra intervención, para poder valorar la derivación, en el caso que sea necesario, juntamente también con la familia. Con los servicios de pediatría, que en estos momentos son los que mayoritariamente nos derivan los casos, estamos en contacto con el objetivo de poderles informar de la valoración diagnóstica, y de la intervención que se ha puesto en marcha, también en ocasiones con la finalidad de comunicarles y hacerles partícipes de la necesidad de realizar algunas pruebas de tipo médico complementarias. Con los Servicios de Neonatología, Neurología o Genética, con los Servicios de Rehabilitación de los hospitales, aspecto este más difícil, con la finalidad también de podernos coordinar y aunar esfuerzos en beneficio del propio niño y de la familia que estamos atendiendo. Finalmente con los Servicios Sociales, con el objetivo de poder coordinar recursos necesarios. Estos procesos suponen la entrada de profesionales nuevos, generalmente vinculados a otros organismos que requerirán posiblemente informaciones, entrevistas y que de una forma u otra darán también su veredicto y harán su orientación. Cuando puede existir una buena coordinación entre el profesional responsable del caso y estos profesionales, vemos que la familia en este caso puede distendirse, puede depositar su confianza más fácilmente y puede realizar este paso con menos angustia. En muchas ocasiones, la posibilidad de coordinación supone únicamente un deseo, un hacer voluntarista del profesional que atiende el caso, pero esto no basta. Creemos, y así lo defendemos desde la Federación, que desde las diferentes administraciones se tienen que establecer los canales de coordinación que posibiliten una planificación eficaz de todas las actividades y recursos existentes no sólo en relación al caso en sí, sino también con relación a todas aquellas actividades dirigidas a la población en general y relacionadas con la sensibilización y la prevención. Una correcta coordinación entre los diferentes ámbitos puede también facilitar tareas conjuntas relacionadas con la sensibilización de la población en general, con la detección de situaciones de riesgo o de trastornos en el desarrollo que todavía llegan tarde a los centros Antes y durante la realización del Libro Blanco hemos ido constatado que existen gran variabilidad de situaciones y modelos en materia de Atención temprana, en las diferentes comunidades autónomas, originadas sobre todo, por los distintos niveles de competencias transferidas desde la administración central a las administraciones autonómicas; mientras unas poseen una red de centros consolidada, otras todavía no disponen de la infraestructura básica. Pensamos y defendemos desde ese documento que el mapa de recursos de A.T debe armonizar, las diferencias territoriales y los diferentes modelos de funcionamiento, estableciendo una sectorización estatal, que pueda aprovechar los recursos ya existentes y pueda crear otros nuevos necesarios, con el objetivo de poder llegar a toda la población necesitada de este tipo de acciones preventivas y asistenciales. Planteamos nuevos retos, como las actuaciones dirigidas y relacionadas con: 1. - Las unidades neonatales, en donde pensamos debe iniciarse ya una Atención Temprana con todos aquellos niños que se presume, o conoce presentaran alguna disminución, trastornos en su desarrollo o riesgo de padecerlos. Actuaciones en el ámbito clínico, evitando en lo posible las situaciones que pueden generar deficiencias, en el ámbito ecológico, controlando en lo posible aquellas condiciones que nos parezcan invasivas para su estado madurativo y en el ámbito social, ayudando y acompañando a los padres que suelen vivir este hecho con una gran dosis de ansiedad y de preocupación. Será importante, en los casos en que se valore la necesidad y siempre que sea posible, que la familia pueda contactar con el CDIAT a través del mismo servicio de neonatologia. 2.- Una estrecha coordinación con los programas de seguimiento del niño de alto riesgo, ya que a través de ellos, se puede facilitar una detección y una valoración temprana de los trastornos de desarrollo. 3. - Con los Servicios de Atención Primaria Pediátrica, referencia para las familias y para los distintos programas y servicios de la comunidad, que pudiendo seguir desde muy de cerca el desarrollo de los niños, esta preparado para detectar y orientar también de forma temprana cualquier tipo de desviación. 4.- Con los Centros de Salud Mental, con los cuales, al menos en nuestra comunidad nos solapamos en la etapa 0 a 6 años y con los que nos tenemos que coordinar al finalizar nuestra intervención para ofrecer una cierta continuidad a los niños y a sus familias. 5. - Con la Escuela Infantil, lugar privilegiado, desde donde realizar no solo tareas de prevención y detección, sino tambien de integración, socialización de todos los niños, y tareas de sensibilización de las propias familias. 6. - Con los Servicios sociales, para que puedan detectar cuanto antes situaciones de riesgo social, que repercutirán en el desarrollo del niño, y para que puedan realizar en los casos que se requiera, una orientación o un acompañamiento a la familia con el objetivo de iniciar una intervención en los CDIAT. 7. - Con las instituciones universitarias, para que sensibles a estos temas, puedan incluir en sus programas de forma regular, planes formativos que cubran las necesidades del sector de profesionales que deseen dedicarse a esta tarea y también para todos aquellos que ya trabajando en la materia deseen seguir formándose. Potenciar de forma conjunta la posibilidad de realizar investigaciones en este tema. 8.- Es necesario optimizar, los recursos y garantizar la continuidad asistencial, sin tener en cuenta la tipología de la patología ni las dependencias administrativas. 9.- Potenciar programas de prevención y detección precoz comunitarios en coordinación con los diferentes ámbitos. Creo que ha llegado el momento de poder reflexionar, y aprovechar la experiencia acumulada, para establecer las bases del futuro y los principios básicos de la Atención Temprana en nuestro país. El Libro Blanco, fruto de un dilatado y laborioso trabajo, ha de servir para encauzar esfuerzos en pro del progreso de la Atención Temprana en nuestro pais, y de la calidad de vida de quienes más lo necesitan. Estos son los principios básicos PRINCIPIOS BASICOS DE LA ATENCIÓN TEMPRANA 1. -GRATUIDAD UNIVERSALIDAD E IGUALDAD DE OPORTUNIDADES 2. -INTERDISCIPLINARIEDAD Y ALTA CUALIFICACIÓN PROFESIONAL. 3. -COORDINACIÓN POLITICA, INTER-INSTITUCIONAL E INTER-PROFESIONAL 4. -DESCENTRALIZACIÓN: CREACIÓN DE UN SISTEMA ORGANIZADO EN TORNO A LAS NECESIDADES DEL NIÑO Y DE LA FAMILIA EN SU PROXIMIDAD 5. -SECTORIZACIÓN BIBLIOGRAFIA Jerusalinski,A.: " ¿Cuantos terapeutas para cada niño ? ". Escritos de la Infancia nº 8, Septiembre 1997, pag 11 a 27. Publicación F.E.P.I. Buenos Aires Marselles Vidal Mª A. Y Jove Monclus, Gloria .: " De la Prevenció a l'Atenció en la primera infancia : un enfocament interdisciplinar" . Ed. Educació i Mon Actual. Universitat de Lleida. Lleida 2000. Menendez Osorio, F.: Interdisciplinariedad y multidisciplinariedad en Salud Mental. Revista AEN, nº 65 Enero/Marzo 1998. LIBRO BLANCO DE LA ATENCION TEMPRANA : Documentos 55/2000. Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales. 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