LOS ESTADOS INTERNOS DEL VENDEDOR La venta no es una profesión fácil. Los preconceptos y prejuicios sobre los vendedores abundan, y hacen que ella resulte más difícil de lo que debería ser. Los constantes mensajes negativos sobre la venta y los vendedores pueden erosionar su entusiasmo y su dedicación. Ahora, reflexionando un poco… ¿qué tipo de vendedor sos? Cuándo pensás en “ventas”… ¿sentís un peso?, ¿te imaginás lidiando con tus compradores?, ¿soportando un cliente de mal humor?, ¿viendo como se aleja el objetivo de ventas del mes?, ¿tratando de poner tu mejor cara en cada situación? En el otro extremo, quizás te levantes por las mañanas diciendo “hoy va a ser mi mejor día del mes”. O tal vez te preguntes que estrategia se te puede ocurrir para cerrar la venta que se te está escapando de las manos. Probablemente estés en un punto intermedio de estos dos ejemplos. La pregunta es: ¿En qué caso pensás que podrías vender más? Recordá alguna vez que hayas entrado a un local y te haya atendido un vendedor totalmente desmotivado. Y que tal aquella vez cuando solo estabas viendo algunos productos y un vendedor terminó casi siendo tu amigo y vendiéndote algo que ni habías imaginado comprar. Lo cierto es que los vendedores tenemos días altamente motivadores y otros días grises donde solo deseamos llegar a casa a descansar o lamentar. En este caso, decimos que la motivación es exterior, ya que depende de hechos externos a nosotros. Pero si queremos vender todos los días, no podemos depender de la buena cara de nuestros clientes, ni de los buenos modales de nuestros supervisores. No podemos permanecer afectados por nuestros estados internos. ¿Qué son los Estados Internos? Cuando nos vamos de una reunión que nos fue mal, nos vamos creando imágenes de esa situación, y diciéndonos para nosotros “debería haber hecho esto”, “no supe manejar tal cosa”, “aquel me trató como si no supiera”, etc. Estas afirmaciones que nos hacemos, e imágenes que nos creamos constituyen nuestras Representaciones Internas. La fisiología y/o postura corporal acompaña a las RI. Si estamos deprimidos, nuestra postura corporal será de hombros caídos, respiración lenta, cara de desgano. Si estamos estresados nuestra fisiología será de respiración torácica y acelerada, tensión muscular y ojos saltones. Ampliando nuestro sentido de percepción podemos percibir la fisiología de una persona, y de esta forma determinar el EI de la misma e incluso nuestro propio estado interno. Estados Internos es la suma de las Representaciones Internas (RI) + la fisiología (F) RI = Lo que vemos y como lo vemos, lo que nos decimos y como lo decimos. F = Fisiología Corporal Los EI son los desencadenantes de las EMOCIONES, y éstas a su vez, desencadenan las conductas. Imaginen tener la posibilidad de sentirnos bien en todo momento, alegres y felices. ¿Acaso no aumentaría nuestra cantidad y calidad de ventas? La motivación del vendedor a largo plazo se obtiene gracias a la claridad de propósitos, a unos objetivos bien definidos y a la sensación de estar haciendo algo valioso. Al corto plazo depende de los factores externos, como cerrar una venta, o recibir una felicitación. Ambas son buenas, pero en el segundo caso, tendríamos que reiniciar el ciclo de motivación todos los días. En nuestro curso Practitioner en PNL orientado a las ventas, comenzamos por este primer paso fundamental. Por más que conozcas todas las técnicas persuasivas o de cierre, si tus estados internos, o tu motivación no es adecuada, tu eficiencia se verá reducida, y además, quieras o no, el cliente lo va a percibir a través de tu comunicación no verbal. Si entraras hoy a un negocio… ¿Preferirías que te atienda un vendedor orgulloso y feliz de su trabajo o un vendedor deprimido porque trabaja en el lugar que no le gusta? Si sos jefe de ventas o dueño de una empresa es importante evaluar el costo de un vendedor desmotivado, a saber: El costo de oportunidad: es lo que se deja de ganar por las ventas perdidas. En rigor de verdad no es un costo, sino una pérdida de ganancias. El costo de rotación: ya sea porque un vendedor renuncie o se le despida, la búsqueda, incorporación y capacitación es un costo importante. El costo de imagen: Los clientes mal atendidos se llevan la sensación de disconformidad con el vendedor pero también con el local, negocio, la fábrica, o la marca. Una estadística revela que un cliente conforme puede sugerir en promedio tu negocio a 1 personas más. Un cliente disconforme puede desacreditarte en promedio con 4 potenciales clientes, dependiendo claro del grado de disconformidad. Por todo lo visto, a prestar atención a nuestros estados internos. Deberíamos funcionar como un auto: ¿Cómo está nuestro nivel de aceite o motivación hoy? Si el nivel está bajo, reformular: en vez de pensar “otro día más de lo mismo”, desafiarnos con “¿qué puedo hacer hoy para aumentar mis ventas?”. Si aún te falta motivación podés entrar a este link y vendé “mogollón”. http://www.youtube.com/watch?v=93wY_3CxXRw Para conocer más sobre nuestro Practitioner orientado a las Ventas, ingresá aquí. http://www.iafi.com.ar/capacitacion/formaciones/?id=14 Que lo disfruten Axel Persello Director www.iafi.com.ar