Gregorio X, Beato

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Gregorio X, Beato
Santoral / Santoral
Por: . | Fuente: E W T N
CLXXXIV PapaMartirologio Romano: En la ciudad de Arezzo, en la Toscana (hoy Italia), beato Gregorio X, papa, que, siendo arcediano
de Lieja, fue elevado a la sede de Pedro, desde donde favoreciengicamente la comuni con los griegos, y para aplacar las divergencias
entre los cristianos y recuperar Tierra Santa, convocel Concilio II de Lyon (1276).La personalidad de Teobaldo Visconti, que fue papa
desde 1272 hasta 1276 con el nombre de Gregorio X, demuestra la verdad de la afirmaci de san Pablo: Dios elige lo que es dil al parecer
de los criterios corrientes de los hombres, y sabe darle el vigor necesario para llevar a cabo su plan.
Hombre de natural retrao, especialista en derecho canico, hab nacido en Piacenza (Italia) hacia 1210. Nombrado sucesivamente diono
de la catedral de Ly y arcidiono de la de Lieja, coherente con la conciencia que lo asist de su escasa experiencia pastoral, rechazel
obispado de su ciudad natal que le ofrec el papa Inocencio IV. Sin embargo, la Santa Sede le encomienda m tarde la predicaci de una
cruzada, con el objeto de recuperar los santos lugares para la cristiandad. Siendo ya un hombre mayor, recibien Palestina, donde
promov el movimiento armado, la noticia de su designaci como papa. Ordenado en Roma como presbero y obispo, subia la cedra de
Pedro el 27 de noviembre de 1272.
En aquellos as se organiza un concilio ecumico en la ciudad de Lyon, del cual participan los griegos, con quienes no exist ya,
desgraciadamente, comuni perfecta.
Las circunstancias policas favorecieron una declaraci de unidad por parte de aquella asamblea sinodal; pero este instrumento tuvo
validez efera, dado que la fmula adoptada adolec de imprecisi en sus tminos.
Este fracaso de Gregorio X en sus propitos nos recuerda que la cruz no puede estar ausente en el camino del que sigue a Cristo. El
fracaso crucifica los propios esfuerzos y los anhelos timos, pero nos conduce a levantar la mirada del Padre y su misericordia. La unidad
que intentinstaurar Gregorio era un bien inapreciable, por el cual pugna el Espitu de Dios, animando a los que creen en un solo Ser
Jesucristo. Pero las motivaciones humanas muchas veces, como esta vez, no est suficientemente purificadas para servir de vehulo
eficiente al impulso del Espitu.
La fugaz reunificaci obtenida por el segundo concilio de Lyon ha quedado como memorial de que la unidad es posible entre los
cristianos, en particular entre los de Oriente y Occidente; pero tambi de que su autor es Dios y no las conveniencias humanas. Gregorio
X muri con las palabras del arcgel Gabriel en sus labios, el 10 de enero de 1276. Sobre su vida llena de amor a la oraci y a la limosna
escribiel papa Benedicto XIV.
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