ENSEÑANZAS PARA COMPARTIR EN EL PEQUEÑO GRUPO Lección # 179 “RECUPERANDO LA CONFIANZA” INTRODUCCIÓN: Confianza es igual a seguridad, a firmeza, optimismo, igual a fe. Confiar en alguien ó en algo es creer, tener seguridad en una persona o casa. La confianza nos hace más fuertes, más libres y también mejores. Por el contrario, la desconfianza nos lleva al temor, al malestar, a la insatisfacción. La duda, la inquietud, nos reprime, no nos deja actuar, dificulta que tomemos iniciativas, nos paraliza, por eso muchas veces sufrimos. Existen muchas forma de perder la confianza: Se pierde por un error cometido, por fallarle a un hijo, ó el hijo al padre, por fallarle a la esposa, o viceversa. La confianza se gana y se pierde; mejor dicho, se gana poco a poco y se pierde con rapidez, y cuando se ha roto se hace mas dificultoso reestablecerla. Pero sería bueno que te hiciera esta pregunta. ¿Se puede recuperar la confianza? ¡Claro que se puede recuperar!. RECUPERANDO LA CONFIANZA EN DIOS Cando somos dirigidos por lo que vemos, por lo que oímos, o también por la circunstancia que nos rodean, fácilmente perdemos la confianza no solamente en las personas, sino también en Dios. Elías por quien se manifestó gran cantidad de señales y de prodigios. tales como la predicción de una gran sequía que efectivamente azotó a Israel y sus alrededores por espacio de tres años y la respuesta de la lluvia gracias a su oración; el providencial sustento que Dios le dio en medio de la escasez; la resurrección de un niño por su mano; el fuego que descendió por su oración y consumió el holocausto; la unción de reyes, entre otros. A pesar de experimentar una vida de poder y de ver tan palpables, los hechos prodigiosos de Dios, Elías descuidó ir a la fuente de su vida, de su poder, y de su unción. Ante las amenazas de Jezabel, la esposa del rey Acab, se llenó de temor y perdió la visión de quién era su poderoso Dios y que su vida le pertenecía a Él, quien le cuidaba y le protegía. Al perder la visión de Dios, perdió también la de sí mismo, pues olvidó que había sido escogido por el Altísimo para ser un profeta y siervo suyo. Perdió su estima y la confianza en Dios, se engañó a sí mismo y deseó morir. Pero 1 hay un Dios amoroso en los cielos, que está presto a auxiliarnos, aún cuando nosotros nos alejemos de Él. Aunque Elías había perdido la confianza, el Señor le introdujo en un hermoso proceso de «atracción» para acercarlo a Él nuevamente, para que recuperara su confianza y su fe. Después de muchas señales, se le manifestó en medio de un «silbo apacible», ratificándole que Él era la fuente de su Paz. 1 Reyes 19:1-18 REFLEXIÓN: Como Elías, también podemos pasar por momentos difíciles, que nos hacen perder la confianza y nos roban la paz. Hay circunstancias que prueban nuestra fe y nuestra convicción. Hay momentos en los que tiene que desplegarse con fuerza el poder de Dios que nos ha sido dado de lo alto. Sin embargo, si hemos estado en la presencia de Dios, en forma continua y permanente, si estamos experimentando la unción de su Espíritu como consecuencia de nuestra obediencia a su Palabra, no habrá dificultad que nos haga flaquear. Nos mantendremos victoriosos y fuertes; y si hemos desfallecido, Él nos reconfortará, nos alentará y nos devolverá el valor y la confianza. Escucharemos también ese silbo apacible y delicado… y oiremos su voz. CONCLUSIÓN: Es posible que tu perdiste la confianza por experiencias pasadas, por traiciones que ha sufrido, y muchos desengaños en la vida. Sabemos que muchas veces somos defraudado por alguien, como también nosotros defraudamos a otros, pero si hay alguien que nunca nos defrauda es el Señor. Cuando alguien nos falla, entra la desconfianza. Pero si algo debemos tener en cuenta es que Dios siempre está allí para todo aquel que clame a Él? ¿Cuánta veces hemos fallado y cuando clamamos a Dios siempre ha estado allí? ¿Sabes por qué Él está ahí siempre para escucharnos y ayudarnos? La razón es porque nos ama y nos ha prometido estar siempre con nosotros (Mateo 28:20). Dios es fiel, lo que Él promete siempre lo cumple, y nunca falla, aun cuando nosotros le fallamos el Señor sigue siendo fiel (2 Timoteo 2:13). Por eso hoy debemos pararnos firme y poner nuestra confianza en Dios. Sabiendo que Él nos ama, Él está con nosotros mostrando su voluntad para bendecirnos y ayudarnos. ¡tomemos la decisión de confiar en el Señor, pasar de temer a confiar en Dios! 2