N° 2 • agosto de 2011 Reemplazo de Parlamentarios A raíz del reciente nombramiento de dos senadores como Ministros de Estado, ha vuelto a surgir el debate sobre el método de reemplazo de las vacantes parlamentarias. ¿Qué es lo más adecuado y razonable: convocar a una nueva elección, que al reemplazante lo elija el partido o proponer un sustituto al momento de realizarse la elección? ¿Cuál ha sido la experiencia en Chile? Mientras estuvo vigente la Constitución de 1925 el mecanismo para llenar las vacantes parlamentarias, generadas por fallecimiento o renuncia, fue la convocatoria a una elección complementaria. Este sistema se utilizó hasta septiembre de 1973. La Constitución de 1980 originalmente establecía que eran las cámaras respectivas del Congreso Nacional las que debían proceder a elegir a la persona que reemplazaría al parlamentario que provocaba la vacancia. Este mecanismo no alcanzó a regir. En la reforma constitucional de 1989, antes de la elección del nuevo parlamento, se estableció que debía asumir el cargo el compañero de lista del parlamentario que había provocado la vacancia. Finalmente, en la reforma constitucional de 2005 se consagró que la vacante sería provista por la persona que designara el partido político al que pertenecía el parlamentario que causaba la vacancia del cargo. En el caso de que la vacancia la provocara un parlamentario independiente, el escaño queda vacío y no es reemplazado. Este método es el que rige actualmente. ¿Cuándo se ha utilizado el actual sistema de reemplazo? Por primera vez se utilizó en marzo de 2009, cuando el Gobierno de la ex Presidenta Bachelet nombró ministra a la diputada Carolina Tohá. Generada la vacancia de su cargo parlamentario le correspondió a su partido, en este caso el PPD, designar a su sucesor. El elegido fue el actual diputado Felipe Harboe. Recientemente también fue usada, cuando el gobierno del presidente Piñera nombró ministros a los senadores Pablo Longueira y Andrés Chadwick. Generadas las vacancias de sus cargos parlamentarios le correspondió a la UDI nominar a sus sucesores, elección que recayó en Ena von Baer y Alejandro García Huidobro respectivamente. Distintos países utilizan diferentes métodos de reemplazo de parlamentarios País Sistema de Reemplazo Método Chile La vacante se provee con el ciudadano que señale el partido político al que pertenecía el parlamentario al momento de ser elegido. Si era independiente, el escaño queda vacío. Designación del partido político Argentina El gobierno convoca a la elección de un nuevo parlamentario. Elección complementaria Brasil Los parlamentarios son elegidos con dos suplentes. Aplicación de suplentes Colombia Las vacantes de parlamentarios son suplidas por los candidatos no elegidos de su misma lista, según el orden de inscripción. Aplica suplencia, corriendo la lista del parlamentario que deja la vacante Francia Los candidatos a parlamentarios integran una lista que debe incluir candidatos adicionales que tendrán el carácter de suplentes. Si no hay suplentes se convoca a elecciones complementarias. Aplicación de suplentes y elecciones complementarias México Por cada senador se elegirá un suplente. Aplicación de suplentes Uruguay Las vacantes que, por cualquier motivo se produzcan, se llenarán por los suplentes designados al tiempo de las elecciones. Aplicación de suplentes Fuente: Fundación Jaime Guzmán Nuestra propuesta Cualquier propuesta para modificar el actual método de reemplazo de las vacantes parlamentarias debiera considerar tanto el impacto que esto puede provocar en los equilibrios políticos y electorales del país, como también en el principio de soberanía nacional. A nuestro juicio, una modificación respetuosa de ambos principios es que el partido político al que pertenezca el candidato titular proponga a una persona en calidad de sustituto o suplente, al momento de inscribirse las candidaturas para la elección respectiva. De esta manera, Secretaría General Unión Demócrata Independiente los electores conocerían, con anticipación y certeza, quiénes serían los respectivos sustitutos de cada candidato en caso de que éstos resulten elegidos y luego renuncien o fallezcan. La ventaja de este sistema es preservar la voluntad popular expresada en la elección, pues al momento de emitir su voto cada elector tiene la certeza de que si su candidato renuncia a su cargo parlamentario o fallece en su ejercicio, será reemplazado por una persona determinada que ha sido designada previamente como su suplente. Otra ventaja de este método de reemplazo es que no se necesita convocar a elecciones complementarias que pueden modificar la composición de los equilibrios parlamentarios fruto de mayorías circunstanciales. Fundación Jaime Guzmán