Buenos Aires, 25 de Junio de 2014 Ante declaraciones periodísticas publicadas por el diario La Nación que se le atribuyen al titular de la Auditoría General de la Nación, Leandro Despouy, donde se cuestiona el accionar de este Organismo en el tema de GNC, el Ente Nacional Regulador del Gas aclara: El ENARGAS quiere llevar tranquilidad a los usuarios del gas natural, servicio público que se brinda con total normalidad y en condiciones de seguridad, ante las infundadas declaraciones atribuidas al titular de la Auditoría General de la Nación por matutinos porteños del día de la fecha. Los presuntos cuestionamientos datan de informes realizados por la AGN respecto de los períodos 2004 y 2005 en materia de GNC, Indicadores de Calidad y Control de Contrataciones, y por lo tanto no se ajustan a la actual realidad y son de dudosa correspondencia con aquel pasado. No resulta cierto que exista un alto grado de riesgo e irregularidad en los vehículos que poseen equipos de GNC. Desde la fabricación y certificación de los cilindros, reguladores, válvulas y otros componentes del equipo como elementos aptos para su instalación hay una correcta trazabilidad hasta su colocación en el vehículo. El ENARGAS realiza auditorías para controlar el debido cumplimiento de la Ley y sus normas de seguridad, variando la periodicidad de los controles de acuerdo con la temática involucrada, con un promedio anual de alrededor de 2400 procedimientos de control a Licenciatarias y otros sujetos regulados. No resulta cierto que los elementos que hayan sido robados se puedan mantener en uso o ser rehabilitados, ya que en el sistema informático de control de GNC que posee el ENARGAS, se bloquean tanto las obleas denunciadas como robadas o extraviadas, como así también cualquier elemento constitutivo del equipo de GNC (cilindros, válvulas, etc.) con la correspondiente denuncia de robo, y por lo tanto existe una trazabilidad completa desde la fabricación hasta la instalación en el vehículo de cualquiera de los diferentes componentes. No resulta cierto que las matrículas habilitantes de los sujetos del sistema de GNC se renueven sin cumplir los requisitos establecidos por la normativa vigente. Cada expediente de habilitación obrante en ENARGAS desmiente esas afirmaciones. No resulta cierto que las estaciones de GNC carezcan de seguro de responsabilidad civil. El seguro de responsabilidad civil a las estaciones de GNC se exige efectivamente y se controla su existencia y vigencia en las auditorías trimestrales realizadas por las distribuidoras y las que efectúa el ENARGAS, en forma sorpresiva, sancionando la falta de vigencia. No se habilita ninguna estación de carga si previamente no cuenta con el seguro. El ENARGAS no puede ejercer funciones propias de fuerzas de seguridad, ni efectúa tareas de cumplimiento de la verificación vehicular técnica (VTV), como aparentemente el Titular de la AGN intenta imponer a este Ente Regulador, ya que supondrían acciones fuera de las establecidas por la Ley 24.076, por ende de la competencia de ENARGAS. El sistema informático no habilita la carga de información de los vehículos que tengan chapas patentes vigentes anteriores al año 1994 (patentes numéricas con una sola letra), ni que se utilicen equipos previamente asignados a otro vehículo. No es cierto que el ENARGAS no sanciona a las Licenciatarias, ya el ENARGAS a lo largo de toda su gestión de contralor, ha aplicado innumerables sanciones y todas ellas con un estricto apego a la Ley, en cumplimiento del debido proceso legal, y prueba de ello es que las sanciones aplicadas han sido convalidadas por la Justicia sin rechazo alguno hasta la fecha. Es un error conceptual grave entender que los Indicadores de “Fugas por Kilómetro” y de “Tiempo promedio de reparación de Fugas Grado 2” tengan vinculación entre si y por lo tanto las presuntas aseveraciones de que la red de gas del servicio público están deterioradas no solo es temerario e improcedente sino que demostrarían un desconocimiento técnico importante para poder auditar seriamente estos indicadores y lo que significan. Por último y con respecto al tema publicado en La Nación, donde aparentemente se quisiera relacionar un índice de calidad de servicio como es el de reparación de fugas con el incidente ocurrido en la Ciudad de Rosario el día 6 de agosto de 2013, debemos decir que tal aseveración es totalmente infundada e incorrecta en todos sus aspectos. En el caso que la afirmación publicada sea atribuible al Auditor General, ésta resulta a priori temeraria y constituiría un prejuzgamiento arbitrario ya que no cuenta con fundamento alguno para realizar tal aseveración, porque en ningún momento la AGN realizó auditoría alguna, ni siquiera pidió informes a este organismo sobre el tema en cuestión a pesar de que el incidente señalado ha ocurrido hace casi un año. Cabe destacar que este organismo cuenta en el expediente 22.028/13 con más tres mil fojas de actuaciones sobre el incidente mencionado con documentación y probanzas fehacientes e informes periciales oficiales, y sin embargo, se reitera que nunca se recibieron pedidos de informe o auditorias sobre la cuestión por parte de la AGN. Por otro lado, queremos advertir que el ENARGAS está cumpliendo su misión administrativa con absoluta y estricto apego a la norma positiva y a la vez es auxiliar de la justicia penal que interviene investigando el hecho, con la presentación de reiterados informes, evacuación de consultas técnicas y aportando elementos que hacen al esclarecimiento de la verdad. De tal modo, no se entiende de donde surge la fundamentación técnica de los dichos del Auditor General para llegar a la conclusión de que el índice de reparación de fugas está relacionado con el incidente de la ciudad de Rosario del 6 de agosto de 2013. Esta conducta del Auditor General constituiría una inadecuada anticipación de su opinión que nulificaría cualquier auditoría sobre esta materia, por tratarse de un caso de evidente prejuzgamiento. Por otra parte, en tanto este organismo se encuentra en este momento realizando un proceso sancionatorio que todavía no ha concluido, resulta inapropiado y posiblemente ilegal que la AGN se pronunciase mediaticamente sin seguir los pasos administrativos y legales que le corresponde a ese Organismo, ya que no solo obstaculiza una función de orden público asignada al ENARGAS por la Ley 24.076, sino que generaría un impedimento a la normal prestación del servicio público. Así también si lo publicado por el diario La Nación resultan declaraciones, sin duda alguna, pertenecientes al Titular de la AGN, podría constituirse en un hecho de irresponsabilidad administrativa de un organismo de control como la AGN, ya que estaría vertiendo conclusiones apresuradas y sin fundamento sobre hechos tan relevantes, sin el adecuado conocimiento técnico y en la ocasión oportunista de tomar conocimiento recién un año después de ocurrido el incidente de la ciudad de Rosario. Finalmente, llama poderosamente la atención al ENARGAS, las posibles declaraciones del titular de la AGN ya que los procedimientos institucionales indican que el debido proceso es comunicar las resoluciones de la AGN primeramente por escrito a la comisión mixta revisora de cuentas del congreso, al Ministerio de Planificación y al ENARGAS, y en este caso nos hemos enterado por las declaraciones periodistas utilizando así un procedimiento mediático de desconocida intención, y recién con posterioridad a dichas declaraciones se ha procedido con su notificación pertinente.