1 NUTRICION ENETERAL Y PARENTERAL EN EL PACIENTE ONCOLOGICO. INTRODUCCION. La desnutrición es frecuente en el paciente con cáncer, estimándose que el 8090% de los pacientes con neoplasias avanzadas o metastásicas presentan una perdida ponderal superior al 10% de su peso habitual. Esta desnutrición proteicocalórica, manifestada como pérdida de la masa celular corporal, es un factor pronóstico en relación a la supervivencia y a la respuesta terapéutica (1). Los fundamentos para suministrar apoyo nutricional a pacientes seleccionados han sido para prevenir o revertir la perdida tisular y posibilitar las diferentes opciones terapéuticas, mejorar la evolución clínica e intentar prolongar la supervivencia. La mayoría de los pacientes con cáncer pierden peso en alguna de las etapas evolutivas de la enfermedad, mas de la mitad presentan perdida de peso en el momento del diagnostico, entre un 15-40%, que aumentan hasta el 80% en los casos de enfermedad avanzada. Diferentes estudios señalan que estos pacientes tienen una supervivencia menor significativamente tras la finalización del tratamiento, lo que nos indica que una intervención nutricional puede ser beneficiosa para determinados grupos de pacientes con cáncer. Sin embargo, existe poca evidencia de la mejoría en la morbimortalidad del paciente con cáncer con soporte nutricional, lo que puede ser debido a que muchos estudios están realizados empleando un soporte nutricional convencional, por lo que se hace necesario la introducción de una nutrición dirigida, con nutrientes específicos que además de nutrir, corrijan las anormalidades metabólicas presentes en estos pacientes. Los pacientes oncológicos pueden desarrollar deficiencias en vitaminas, y oligoelementos, pero la forma de depleción nutricional mas importante es la proteico-calórica, como se ha señalado con anterioridad (2). La malnutrición se presenta con más frecuencia, según el estudio NUPAC, en el cáncer de pulmón y tumores digestivos y el 52% del total en la valoración global subjetiva están mal o severamente malnutridos (Tabla 1) FRECUENCIA DE LA PÉRDIDA DE PESO SEGÚN TIPO DE CANCER Perdida de peso en los 6 meses previos (%). Tumor Nº p. 1-5% 5-10% >10% Total --------------------------------------------------------------------------------------------------------Ca. Gástrico 317 21% 31% 33% 85% Ca. Páncreas* 111 29% 28% 26% 83% Ca. Pulmón no micr. 590 25% 21% 15% 61% Ca. Pulmón microc. 436 23% 20% 14% 57% Ca. Próstata 78 28% 18% 10% 56% Ca. Colon 307 26% 14% 14% 54% LNH de alto grado 311 20% 13% 15% 48% Sarcomas 189 21% 11% 7% 39% L. A. no linfoblástica 129 27% 8% 4% 39% Ca. Mama 289 22% 8% 6% 36% LNH bajo grado 290 14% 8% 10% 10 ---------------------------------------------------------------------------------------Datos referidos a los 2 últimos meses TABLA LNH: linfoma no Hodgkin L: leucemia 2 En este estudio el 15% (117/781) de los pacientes necesitaban nutrición artificial. De este porcentaje el 19% nutrición enteral, un 6% nutrición parenteral y suplementación en un 75% (3,4, 5). Parece lógico que suministrar apoyo nutricional al paciente desnutrido con cáncer debería ser esencial y beneficioso. Sin embargo, como se ha señalado, no hay una evidencia clara, no existiendo un consenso sobre su importancia y eficacia. Desde el punto de vista práctico lo fundamental es identificar que enfermos pueden beneficiarse del soporte nutricional. Probablemente la justificación más importante, sobre todo para la nutrición enteral y parenteral, es que pueda existir una buena respuesta al tratamiento oncológico (6). Es indudable, fuera del paciente oncológico, la alimentación enteral o parenteral total ha representado un claro avance, sobre todo en su aplicación a domicilio, permitiendo que un importante número de pacientes puedan realizar una vida bastante normal. Debe insistirse desde un principio que pacientes con intestino funcionante, la alimentación enteral es la vía de elección, mientras que la vía parenteral debe reservarse para pacientes seleccionados cuyo aparato gastrointestinal está inutilizado o se quiere dejar en reposo. 1.- NUTRICION ENTERAL La identificación y el tratamiento de los problemas nutricionales desde el comienzo pueden ayudar al paciente a aumentar o mantener el peso, mejorar la respuesta al tratamiento y reducir las complicaciones de este. Más de la mitad de los pacientes con cáncer se someten a cirugía. La cirugía puede incluir la extirpación de ciertos órganos, total o parcialmente, lo cual puede afectar la capacidad del paciente para comer y digerir alimentos, pero además es importante conocer también los efectos de la quimioterapia y radioterapia que con frecuencia se utilizan en el tratamiento del cáncer y que pueden agravar la situación nutricional de los pacientes. La quimioterapia es responsable de originar anorexia, nauseas, vómitos, mucositis, cambios en el gusto de los alimentos, diarreas y estreñimiento que pueden condicionar indudablemente el estado nutricional. La radioterapia especialmente aquella que afecte parte del aparato digestivo puede producir efectos secundarios relacionados con la nutrición. Por ejemplo la radioterapia dirigida a la cabeza y el cuello provoca anorexia, modificaciones en el gusto, mucositis, disfagia, caries o infecciones que pueden dificultar gravemente la alimentación. La radioterapia sobre abdomen o la pelvis produce diarrea, náuseas y vómitos, rectitis etc. La radioterapia al igual que la quimioterapia también ocasiona cansancio y a su vez mas falta de apetito. Todo ello puede dar lugar a la necesidad de suplementos nutricionales que requieran la vía enteral e incluso parenteral como única forma de alimentación del paciente. La nutrición enteral consiste en la administración de nutrientes directamente en el interior del tracto gastro-intestinal con lo que además mantiene la función intestinal intacta evitando que el ayuno prolongado, condicione atrofia de la mucosa intestinal, aumento de la absorción de endotoxinas, disminución de la inmunidad local e incremento de las complicaciones sépticas. La nutrición enteral 3 da como resultado un aumento del grosor de la mucosa, un incremento de la actividad enzimática y aumento de la inmunidad local. (Tabla 2)(7) . EFECTOS TOXICOS POR AUSENCIA DE NUTRIENTES EN EL INTESTINO. ------------------------------------------------------------------------------------------------------1.- Cambios funcionales: - Reducción de la superficie de absorción. - Menor secreción de enzimas pancreáticas necesarias para la digestión. - Secreción deficiente de hormonas gastrointestinales. 2.- Cambios morfológicos: - Disminución de las vellosidades. - Alteracio0nes de las células de la mucosa. TABLA 2 1.1.- INDICACIONES DE LA NUTRICION ENTERAL. Son candidatos a la nutrición enteral todos los pacientes con cáncer que presentan perdida de peso progresivo, pero con buenas expectativas al tratamiento antineoplásico y sin posibilidades de recuperación con dieta oral, pacientes con anorexia severa, no candidatos a tratamiento especifico contra el cáncer pero con funcionamiento digestivo y una calidad de vida aceptable, pacientes con disfunción digestiva secundaria a la radioterapia y quimioterapia con expectativas positivas frente a la enfermedad tumoral y que no tienen posibilidad de alimentación oral optima. Mas del 45% de los canceres de cabeza y cuello avanzados, presentan malnutrición, no solo por la localización de la neoplasia sino también por las características del propias del tratamiento, por lo que con frecuencia será necesario recurrir a la alimentación enteral. Algo similar sucede en pacientes con cáncer de páncreas, esófago y estomago avanzados (Figura 1). NUTRICIÓN EN EL PACIENTE CON CANCER INTESTINO FUNCIONANTE SI NO ¿La alimentación oral cubre los dos tercios de los requerimientos energéticos proteicos del paciente?. SI NO NUTRICIÓN PARENTERAL AÑADIR A LA DIETA ORAL UN SUPLEMENTO FIGURA 1 NUTRICIÓN ENTERAL 4 1.2.- TIPOS DE VIAS PARA LA NUTRICION ENTERAL. Se deben distinguir vías de acceso por métodos no invasivos y por métodos invasivos: 1.- Métodos no invasivos de acceso al tubo digestivo: sondas nasoenterales Existen básicamente tres tipos de sondas nasoenterales: sondas nasogástricas, sondas nasoenterales propiamente dichas (nasoduodenales o nasoyeyunales) y sondas nasogástricas-yeyunales. La técnica más común para la administración de la nutrición enteral, es la sonda nasogástrica, pero si existe retraso del vaciamiento gástrico, es probable que exista reflujo gastroesofágico y posibilidad de aspiración pulmonar con el uso de estas sondas, en estos casos estaría más indicado el uso de sonda transpilórica, nasoduodenal o nasoyeyunal. En la actualidad las sondas son de poliuretano y de silicona, materiales muy flexibles que permiten tener un menor diámetro y también una mejor tolerancia. La mayoría de las sondas son radiopacas, lo que facilita su comprobación mediante radiografía simple toracoabdominal. Las sondas nasoduodenales y nasoyeyunales llevan el alimento directamente al intestino delgado proximal, y permiten una nutrición enteral completa y segura en los pacientes con trastornos de vaciamiento gástrico o con elevado riesgo de aspiración pulmonar. Existe la posibilidad de uso de sondas de doble luz o nasogástrico-yeyunales, como su nombre indica, poseen dos luces; el extremo de una de ellas finaliza en el estómago, y permite aspirar su contenido, mientras que el otro extremo termina en duodeno o en yeyuno, lo que posibilita alimentar a este nivel al paciente. Están especialmente indicadas para aquellas situaciones en que existe disminución del vaciamiento gástrico, que suele asociarse a disminución de la motilidad colónica. 2.- Métodos invasivos de acceso al tubo digestivo: En primer lugar existe la posibilidad quirúrgica de colocación de la sonda de nutrición enteral que en el paciente oncológico es en general por gastronomía, que consiste en la colocación de un tubo en el estómago para alimentación o descompresión. La yeyunostomía esencialmente consiste en la colocación de un tubo en el yeyuno para alimentación. Tanto la gastrostomía y yeyunostomía se pueden hacer por metodología laparoscópica, siendo procedimientos relativamente seguros con una mínima morbimortalidad. Mediante radiología intervencionista, siempre que exista indicación y sea posible, se puede realizar la nutrición enteral mediante repermeabilización de la vía natural con dilatación por balón de la vía digestiva e implantación de prótesis. La alimentación “por boca”, además de permitir una alimentación natural, variada, barata y rica en nutrientes, ofrece ventajas indudables de aspecto psicológico y de calidad de vida para el paciente. Cuando la repermeabilización de la vía digestiva alta no es posible por estenosis u obstrucción, o bien existe una incapacidad psíquica del paciente para la ingesta de alimentos, se recurre a la gastrostomía, a la gastroyeyunostomía o bien a la yeyunostomía directa, dependiendo del nivel de la lesión. (Tabla 3) 5 VIAS DE ACCESO AL TRACTO GASTROINTESTINAL. ------------------------------------------------------------------------------------------------------Nasales Ostomias -------------------------------------------------------------------------------------------------------Nasogástricas Gastronomia Yeyunostomía -Nasoduodenal Quirúrgica Quirúrgica -Nasoyeyunal Endoscópica Endoscópica Radiológica Laparoscópica Laparoscópica -----------------------------------------------------------------------------------------------------TABLA 3 Existen una serie de cuidados para el buen uso y funcionamiento de las sondas de nutrición enteral: cuidados de la nariz cambiando todos los días el apósito de sujeción, rotando el sitio de fijación para evitar irritaciones. Limpiar los orificios nasales al menos una vez al día, y usar crema hidratante para evitar irritaciones. Se deben realizar estos pasos asegurándose de que la marca exterior de la sonda esta en el mismo sitio. Si a pesar de esto aparecen excoriaciones o sangrados de fosa nasal, se procederá al cambio de la sonda de fosa nasal. Para los cuidados de la boca se realizará la higiene bucal, con cepillo y dentífrico, si la situación del paciente lo permite; o en su defecto, con una torunda empapada de antiséptico, o bien, irrigando con antiséptico diluido y aspirando al mismo tiempo. Se deben evitar los labios resecos aplicando vaselina hidrosoluble. Los cambios de sonda se deberán hacer siempre que esté ennegrecida, obturada sin posibilidad de desobstrucción, si presenta grietas u orificios, con una frecuencia máxima cada 3-4 meses. En los casos sonda enteral por estoma, los cuidados se centraran en el lavado de dicho estoma con agua y jabón, secarlo y aplicar una solución antiséptica. Estas maniobras se harán siempre de dentro hacia fuera y en círculos y colocando después encima una gasa estéril. Observar que alrededor de la incisión no exista irritación, inflamación, dolor, enrojecimiento o secreción. Requiere lavar la sonda diariamente interna y externamente. Girar la sonda para evitar adherencias y comprobar que la sonda esta bien colocada antes de cada administración. Si la alimentación es a ritmo intermitente, introducir 50cc. de agua con una jeringa. El cambio se realizara de 6 a 12 meses. La higiene de la boca se realizara de igual manera que para la nutrición a través de sonda nasogastrica. Se hará una valoración estricta de la diuresis. En los pacientes se debe comprobar el peso para valorar la eficacia de la nutrición y controlar periódicamente de cifras glucemias, proteínas totales, albúmina, Hb, VH, etc. 1.3.- COMPOSICION DE LAS FORMULAS PARA LA ALIMENTACION ENTERAL. La administración de nutrientes por el tracto gastrointestinal debe de ser suficientes para cubrir los requerimientos calóricos, y lograr un balance nitrogenado positivo en pacientes con aumento de los requerimientos durante largos periodos. Esencialmente, se emplean cuatro tipos de formulas: 6 1.- Formulas poliméricas (macronutrientes en forma de polímeros) que requieren un sistema digestivo funcionante. Estas contienen carbohidratos complejos, grasas, proteínas, vitaminas, minerales y agua, con o sin fibra. Se dispone de numerosos productos especializados que difieren en la cantidad y tipo de carbohidratos, proteínas, grasas y electrolitos. Pueden ser normoproteicas (<20% de aporte energético en forma de proteínas), con un promedio de 100 Kcal. y 4 gramos de proteínas cada 100 ml. Hiperproteicas (> 20% de aporte energético en forma de proteínas), con un promedio de 120 Kcal y 6-7 gr. de proteínas por cada 100 ml. Hay compuestos con mas de 9 gr. de proteínas por 100 ml. 2.- Formulas predigeridas u oligoméricas-elementales (macronutrientes en forma de polímeros poco complejos o monómeros) están indicadas cuando la alimentación se administra en un punto determinado del intestino (yeyuno distal), alejándolo de las enzimas digestivas; tienen una osmolaridad mas elevada que las formulas poliméricas. Pueden ser normoproteicas con <18% de proteínas e hiperproteicas con > 18% de proteínas. 3.- Formulas especiales. 4.- Módulos nutricionales: Hidrocarbonados, lipídicos, proteicos, fibra dietética, etc. La formula seleccionada dependerá de las necesidades nutricionales, de las condiciones fisiopatológicas concomitantes con la enfermedad neoplásica (8). En relación a las fibras hay dos principales tipos, la peptina y la celulosa. La primera es una fibra dietética hidrosoluble que no contribuye a la masa fecal, pero que parece comportar importantes ventajas por sus efectos tróficos en el tracto gastrointestinal (mantenimiento de la morfología de las vellosidades intestinales, aumento de la actividad de lipasa en el intestino delgado, retraso en el vaciamiento gástrico con aumento del tiempo de tránsito y producción de ácidos grasos de cadena corta, esenciales en el mantenimiento de la estructura y función del colon, al ser los precursores de los ácidos grasos omega-3). La adición de este tipo de fibra a las dietas líquidas, se ha asociado a la normalización de la función colónica y a la mejora de la tolerancia del paciente a las mismas. La celulosa, al contrario que la peptina, es insoluble, y parece tener ventajas en pacientes con nutrición enteral prolongada, al aumentar la masa fecal y reducir el estreñimiento. Las dietas poliméricas deberían ser las de primera elección para pacientes con función intestinal normal que no presentan restricciones dietéticas y tienen vías de acceso al tracto gastrointestinal estándar. Una revisión de la bibliografía demuestra que en aproximadamente el 90% de los pacientes críticos, las dietas poliméricas son las que se emplean inicialmente siendo, por lo general, muy bien toleradas. Las dietas de fórmula definida, y las elementales, sólo se deberían emplear en situaciones específicas, como podrían ser cuando existen alteraciones enzimáticas de la digestión, reducciones en la superficie absortiva, en los estados hipercatabólicos, etc. Existe muy escasa evidencia en la bibliografía de que las formulaciones especiales sean superiores a las poliméricas en cuanto a tolerancia, efectos en el estado nutricional y en el curso clínico de la enfermedad y, por el contrario, son mucho más costosas. Las dietas modulares quedarían reservadas para cuando fracasa el soporte nutricional con las dos fórmulas anteriores, situación relativamente infrecuente (9). 7 1.4.- COMPLICACIONES DE LA NUTICION ENTERAL. En el transcurso de la nutrición enteral de un paciente con cáncer en situación avanzada pueden presentarse diversos tipos de complicaciones: 1.- Complicaciones mecánicas. Dentro de estas destacan el disconfor nasofaríngeo, la posibilidad de erosiones y necrosis nasales, reflujo gastroesofágico, obstrucciones de la sonda etc. 2.- Complicaciones digestivas. Las nauseas y los vómitos pueden ser originados por olor desagradable, elevada osmolaridad, retención gástrica, administraciones rápidas o por mala colocación de la sonda. A veces presentan dolor abdominal que puede estar relacionado con la velocidad de infusión. Estreñimiento que con frecuencia es debido a un bajo contenido en fibras, a parte de las condiciones de inactividad de los pacientes. Las diarreas son mas frecuentes y pueden ser de causas diversas, como formulas con elevado valor calórico o mezclas excesivamente concentradas, (la osmolaridad alta, superior a 300 mOsm, provoca desplazamientos osmóticos, produciendo una concentración de agua, que desencadena en una distensión abdominal y diarrea). Mala absorción de las grasas. Intolerancia a la lactosa. Malnutrición proteica. Sustitución de flora intestinal, secundaria a la administración de medicamentos o radioterapia. Temperatura de la mezcla demasiado baja. Contaminación bacteriana, que para evitarla deben de extremarse las medidas de higiene en todas las fases de la manipulación. 3.- Complicaciones metabólicas. Corresponden a desequilibrios hidroelectrolíticos, por ejemplo deshidratación hipertónica que se observan en pacientes que reciben dietas hiperosmolares. Hiperosmolaridad como forma grave de deshidratación, especialmente en ancianos. Diuresis osmótica. Hiperglucemia. Síndrome de Dumping que sucede cuando a los 10-20 minutos de la ingesta aparece dolor de cabeza, sudoración y palpitaciones, etc. Es fundamental los controles periódicos hidroelectroliticos. 4.- Complicaciones respiratorias, en forma de bronco aspiraciones que pueden dar lugar a neumonías, edema pulmonar e insuficiencia respiratoria. La mejor forma de prevenir esto es no usar sondas gruesas, administrar la dieta con el paciente semisentado a 30-45º y comprobar con frecuencia la colocación de la sonda. 5.- Complicaciones infecciosas. Las más importantes son la neumonía por bronco aspiración y la contaminación de la concentración. Se debe ser muy cuidadoso en la técnica de inserción de la sonda, en el manejo aséptico de la misma, dándose normas estrictas sobre su utilización. 1.5.- MONITORIZACION Y CONTROLES. En general las complicaciones de la nutrición enteral son leves y su morbilidad no modifica la evolución de la enfermedad. Con frecuencia son debidas a no respetar los imperativos técnicos y científicos del planteamiento y monitorización de la nutrición enteral. La monitorización del paciente debe incluir como mínimo los siguientes puntos: 1) Control de la sonda u ostomía. 2) Control de la cantidad de nutrición enteral administrada en 24 horas. 3) Tolerancia. Comprobar si existe 8 retención gástrica, observando los residuos gástricos mediante una jeringa de aspiración, si estos son superiores a los 250 ml se debe enlentecer el ritmo de infusión o suspenderlo durante unas horas. 4) Control de la posible aparición de complicaciones ligadas a la nutrición enteral. 5) Controles analíticos de electrolitos, glucemia, Hb., y VH., dos veces a la semana. Urea, creatinina, electrolitos en orina, balance nitrogenado y osmolaridad plasmática, una vez por semana. Función hepática, perfil lipídico, proteínas totales, albúmina, y transferrina, una vez cada 15 días. 6) Control de diuresis cada 24 horas. 7) Control de peso corporal una vez a la semana. (10) 2.- NUTRICION PARENTERAL. 2.1.- DEFINICION. La nutrición parenteral (NP) se define como el aporte de nutrientes al organismo por vía parenteral con el uso de un catéter endovenoso, en un paciente con tracto digestivo no funcionante y en el que la desnutrición condiciona un riesgo elevado morbilidad y compromete los resultados de la estrategia terapéutica oncológica. La NP evita el sistema digestivo, aportándose los nutrientes directamente al torrente circulatorio, sin él proceso digestivo y salvando el filtro hepático, perdiéndose así el control de los mecanismos de regulación de la ingestión y absorción de nutrientes, por lo que deberá evitarse los desequilibrios en el aporte de estos nutrientes esenciales. Sin embargo, se facilita la incidencia de infecciones al poder desarrollarse gérmenes en la mezcla nutritiva y su rápida diseminación a aportarse directamente a sangre. Por todo ello, es necesario una correcta utilización de la NP que debe seguir unos pasos establecidos, desde el mismo momento de la indicación, tales como la colocación y conservación del catéter, controles a seguir, preparación de las bolsas, manejo de las complicaciones e incluso hasta los criterios de finalización de dicha nutrición (Tabla 4)(11). PASOS DE UNA GUIA PRACTICA DE NP. 1.- Indicación de la NP. 2.- Ruta de administración con plenas garantías. 3.- Calculo los requerimientos del paciente y elección de los preparados para cubrir dichos requerimientos. 4.- Preparación de la mezcla nutriente por el Servicio de Farmacia. 5.- Claras directrices por escrito para el inicio y ritmo de la perfusión. 6.- Realización de los controles programados. 7.- Evaluación periódica de la efectividad de la NP. 8.- Vigilancia estrecha de los signos de complicaciones y tratamiento de las mismas. 9.- Inicio progresivo de la nutrición enteral u oral y retirada de la NP. TABLA 4. 9 2.2.- INDICACIONES DE LA NUTRICIÓN PARENTERAL. Se acepta que la nutrición parenteral está indicada en pacientes cuyo tracto digestivo no es utilizable durante un periodo de tiempo superior a 5-7 días o cuando se desea mantener el tubo digestivo en reposo por razones terapéuticas (Figura 2). ALGORITMO DE INDICACION SOPORTE NUTRICIONAL. Paciente oncológico candidato Indicación soporte nutricional Situación del tracto digestivo No utilizable Utilizable Nutrición parenteral ¿Toma 2/3 de requerimientos por vía oral? Si Suplementos Oral No N. Enteral insuficiente < 7 días. NPP > 7 días. NPC Nutrición Enteral < 4 semanas. Enteronasal > 4 semanas. Enterostomía NPP: Nutrición Parenteral Periférica. NPC: Nutrición Pareneteral Central. -------------------------------------------------------------------------------------------------------------FIGURA 2. 1.- Fístulas enterocutáneas. La cirugía del aparato digestivo por cáncer puede ocasionalmente desarrollar fístulas enterocutáneas que impiden el uso del tracto gastrointestinal para proporcionar apoyo nutricional. En estos pacientes la nutrición enteral suele estimular el drenaje de la fístula, lo que puede conllevar trastornos metabólicos y deshidratación. La NP incrementa el porcentaje de cierre espontáneo de estas fístulas o permite mantener un óptimo estado nutricional del paciente, de tal forma que pueda tolerar mejor la cirugía si no se produce el cierre. 2.- Pacientes con mucositis (boca y esófago) y enterocolitis prolongadas. Como consecuencia de radioterapia y/o quimioterapia, pueden surgir estas complicaciones, especialmente en irradiaciones de tumores de cabeza y cuello, 10 esófago, irradiaciones abdominales y pélvicas (enteritis actínicas) etc., que impiden el uso del aparato gastrointestinal. En estas circunstancias debe utilizarse la NP hasta que pueda usarse nuevamente la vía oral. Nutrición parenteral que puede permitir completar la radioterapia sin agravamiento de su desnutrición. 3.- Nauseas y vómitos incontrolables. Las toxicidades gastrointestinales severas, prolongadas e incontrolables, que imposibilitan la vía oral, puede hacer necesario el uso de NP e incluso para poder así completar el plan terapéutico. 4.- NP preoperatoria. En pacientes con desnutrición severa y siempre que no pueda utilizarse la vía digestiva, que vayan a ser sometidos a cirugía mayor. No estaría indicada en cirugía de urgencia o con desnutrición leve o moderada. 5.- NP postoperatoria. Los pacientes sometidos a cirugía abdominal mayor por cáncer, donde no se contemple reanudar la alimentación oral por un periodo relativamente prolongado (7-10 días). Puede ser necesaria en pacientes bien nutridos que sufren complicaciones postoperatorias que impiden la alimentación enteral, p.e. en peritonitis o íleos prolongados, los cuales pueden persistir varias semanas. Sin embargo, un estudio de nutrición parenteral sistemática postoperatoria, en pacientes con cáncer de páncreas sometidos a cirugía amplia, no encuentras justificación para su uso de rutina, al no encontrar beneficios con relación a un grupo control (12,13) 6.- Pacientes con síndrome de intestino corto. El intestino corto es como consecuencia de múltiples resecciones de intestino o por una extirpación masiva de intestino. El paciente puede haber sido curado de su cáncer pero requiere NP a domicilio. Estas situaciones son infrecuentes y en la actualidad se usan dietas especiales con suplementos de glutamina, alto contenido de hidratos de carbono y pocas grasas, lo que ha reducido el uso en estos casos de la NP. 7.- Pacientes severamente desnutridos candidatos a una quimioterapia eficaz, con complicaciones que impidan utilizar la vía oral. 8.- Individuos que pierden peso a pesar de una correcta nutrición enteral. La nutrición parenteral no está indicada en el paciente en situación terminal y sin indicación de tratamiento oncológico especifico, si bien una hidratación parenteral puede mejorar la sintomatología derivada de la deshidratación de esta fase. (14,15). La NP es un tratamiento complementario a los tratamientos específicos del paciente oncológico con el objetivo de una posible mejor respuesta y mejoría de su estado general y calidad de vida. Igualmente intenta reducir las complicaciones del tratamiento oncológico, una mejor tolerancia del mismo y prolongar la supervivencia. Son aspectos controvertidos, pues se conoce que con solo el soporte nutricional es muy difícil conseguir un incremento de síntesis proteica que equilibre el catabolismo muscular existente en estos pacientes. Es cierto sin embargo, que el soporte nutricional puede mejorar algunos aspectos inmunológicos, habiéndose señalado una mejoría en la relación CD4/CD8, en la actividad de las NK y en la liberación de IL2, pero difícilmente se revierte la desnutrición persistente (16). Con cierta frecuencia las indicaciones vienen dadas por la sumación de causas como puede ser la cirugía, radioterapia y/o quimioterapia, complicaciones digestivas etc., en los que parece razonable el uso de NP para superar la situación y siempre que no sea un paciente terminal. 11 La NP no está indicada en pacientes con desnutrición moderada sometidos a radioterapia o quimioterapia., sobre todo con enfermedad avanzada y más aun si las perspectivas de respuesta son reducidas. 2.3.- CATETERES Y CUIDADOS. VIA DE ADMINISTRACION. DIRECTRICES DE La nutrición parenteral puede realizarse por vía venosa periférica o central (NPP/NPC). La vía periférica es más fácil de conseguir, pero solo debe ser utilizada para periodos de tiempo relativamente cortos, menos de 12-15 días, teniendo el límite de osmolaridad situado entre 700-900 mOsml. También puede ser un paso previo a la NPC. En los demás casos debe usarse la vía central, en general la vena subclavia hasta cava superior y sí se piensa que el aporte nutricional durará tiempo, deben usarse catéteres de larga duración tipo Hickman o Port-a-cath. El primero es un catéter fabricado en silicona con un extremo de conexión exterior donde se pueden introducir tapones de goma punzable o unos tipos especiales de conexiones de diferentes colores, siendo el rojo el de mayor volumen. Este tipo de catéter de larga duración es el mas recomendado para los trasplantes de medula ósea y requiere cuidados especiales, como curas asépticas cada 48 horas en los implantes de larga duración y heparinización para su correcto funcionamiento y evitar su obstrucción. En el recorrido subcutáneo tiene un manguito de dracón sobre el que se forma tejido fibroso en unas dos semanas que impide su desplazamiento o la entrada de gérmenes en su trayecto hacia la vena central. (Figura 3). SISTEMA VENOSO HICKMAN. BOMBA DE PERFUSIÓN. FIGURA 3 El Port-a-cath se está imponiendo por presentar menos complicaciones. Consta de un reservorio, en general de titanio, que se inserta debajo de la piel y un catéter que se introduce por subclavia hasta la cava superior. La parte superior del reservorio tiene una membrana de silicona autosellable que puede permitir hasta 12 2000-3000 punciones. Con él se reducen los riesgos de infecciones, facilita el tratamiento a domicilio y no altera la imagen corporal. Se requieren agujas especiales con lumen que se abre hacia un lado, evitando que se dañe la membrana y siempre que se utilice, deberán seguirse las pautas de asepsia para evitar las complicaciones infecciosas (Figura 4). Ambos catéteres necesitan ser implantados en quirófano con rigurosas medidas de asepsia, con unos controles y procedimientos rigurosos que eviten las posibles complicaciones (Tabla 5) (17). SISTEMA VENOSO PORT-A-CATH. FIGURA 4 DIRECTRICES PARA LA APLICACIÓN DE LA NUTRICIÓN PARENETERAL TOTAL. 1.- Prevención de infecciones. - Técnica aséptica estricta. Manejo aséptico de los cambios de bolsas de NP. Mantenimiento de las soluciones refrigeradas que serán utilizadas antes de las 24-36 horas. 2.- Prevención de embolismos gaseosos especialmente si se usa catéter Hickman. - El paciente deberá estar acostado en los sistemas de 12 horas de Infusión cíclica o en 24 horas (Se requiere bombas de infusión). - Control de todas las conexiones del sistema. Cubrir el punto de inserción con un vendaje que no permita el paso del aire. 3.- Correcta velocidad de infusión, a ritmo constante. El inicio será gradual para evitar sobrecargas 4.- Monitorizar equilibrio hidro-electrolítico. 5.- Monitorizar la aparición de hipoglucemias/hiperglucemias. 6.- Monitorizar función hepática, proteínas plasmáticas, coagulación, urea, creatinina etc. 7.- Monitorizar el peso diario de consumo y eliminación. 8.- Controles bacteriológicos. Cultivo de la punta del catéter cada vez que se retire y cultivos de sangre, orina, exudados etc., si presenta fiebre. 9.- Si se requiere interrumpir la perfusión se utilizará la infusión de glucosa al 10% al mismo ritmo. 10.- La vía venosa es de uso exclusivo para la NP. 11.- Apoyo psicológico. 13 12- Comprobación de las etiquetas de las bolsas con el nombre del paciente. Se cambiaran siempre a la misma hora. 13.- Peso corporal y parámetros antropométricos, al menos una vez por semana. 14.- Correcto seguimiento del protocolo asistencial. TABLA 5. Su uso en domicilio requiere una adecuada información y formación del paciente y familiares, en cuanto a mantenimiento, modo de administración, medidas de asepsia en la manipulación, sobre todo para prevenir esas posibles complicaciones. 2.4.- COMPOSICION DE LAS FORMULAS PARENTERAL. PARA LA ALIMENTACION La preparación de la NP representa un proceder terapéutico de alto costo y requiere para su preparación un área apropiada en el Servicio de Farmacia, que disponga de una cabina de flujo laminar horizontal que proporciona una superficie de trabajo estéril, clave en la preparación de este soporte nutricional. Todo material que se utilice debe estar estéril y todas las manipulaciones deben realizarse en el centro del área de trabajo, evitando sacar las manos de la cabina como importante medida de seguridad. El calculo de los requerimientos de cada paciente se establece partiendo del estado nutricional del mismo, del diagnostico de base, de los tratamientos específicos seguidos, del grado de estrés metabólico etc. Para ello se establecen cuatro categorías de pacientes según el estado de nutrición y situación clínica, desde agresión leve hasta agresión severa (Tabla 6) (18). APORTES RECOMENDADOS EN NUTRICIÓN PARENTERAL. Pacientes Agresión leve. Buen estado nutrición gr. Nitrógeno/kg peso y día kcal. no proteicas/gr. N 0.15 180 0.20 150 Agresión leve, desnutrición moderada Agresión moderada, desnutrición moderada 0.20-0.25 120-150 Agresión severa 0.25-0.30* 80-120 * En NP los aportes proteicos se expresan habitualmente en gr. de nitrógeno (1 gr. de nitrógeno equivale a 6.25 gr. de proteína). * El aporte de la cantidad de AA en la situación de agresión severa es un tema de discusión. Según diversos estudios, la utilización de una mezcla con elevada proporción de aminoácidos de cadena ramificada implicaría la necesidad de aportar una menor cantidad de nitrógeno. -------------------------------------------------------------------------------------------------------------TABLA 6. 14 La composición de una dieta parenteral debe ser individualizada, pero una gran mayoría pueden beneficiarse de una dieta estandarizada por el Servicio de Nutrición de cada centro hospitalario. Las soluciones son en general hiperosmolares y ricas en calorías (1 kcal/ml). La infusión de 2 a 2.5 l/día, en bolsas de “todo en uno”, proporciona de 2000 a 2500 kcal/día. Los requerimientos de agua son aproximadamente de 35-40 ml/kg/día y se utiliza como vehiculo de aporte de los nutrientes. La glucosa es el hidrato de carbono de elección, siendo muy bien tolerada y se puede utilizar a diferentes concentraciones entre un 5-70%. Al 40% aporta 1600 Kcal./l. El aporte proteico se realiza a base de soluciones de aminoácidos de 0.15-0.30 gr. de nitrógeno/Kg de peso y día, según tipo de paciente. Las grasas en forma de emulsiones con fosfolípidos de yema de huevo como emulsionante y glicerol como solvente, al 10% (1000 kcal/l) o al 20% (2000 kcal/l). Debe representar el 20-30% del aporte calórico. Actualmente hay emulsiones que aportan ácido oleico, ácido graso monoinsaturado más habitual de la dieta humana. Los requerimientos de electrolitos vienen dados por el balance previo de los pacientes. De forma estándar se requiere fosfatos (20-40 mmol/día), sodio (más de 60 mEq/día), potasio (60 mEq/día), calcio (10-15 mEq/día), magnesio (8-20 mEq/día) etc. El aporte de vitaminas se hace con preparados comerciales multivitamínicos, lo que en general cubre las necesidades de un paciente. La vitamina K debe ser administrada por vía intramuscular, 10 mg una vez por semana, controlándose los tiempos de protrombina. Para el aporte de oligoelementos (zinc, cobre, cromo, hierro, manganeso etc.), existen también preparados comerciales que pueden ser utilizados. (Tablas 7, 8) (19, 20, 21). RECOMENDACIONES ESTANDAR DE UN MEZCLA DE NUTRICIÓN PARENTERAL (14). 1.- Aporte nitrogenado: 0.15-0.20 gr. de N/kg de peso/día. 2.- Aporte calórico: - 150-160 calorías no proteicas/gr. de N. - 60% en forma de hidratos de carbono. - 40% en forma de lípidos. 3.- Aporte agua: 30-40 ml/kg de peso. 4.- Electrolitos: - 70-140 mEq de Na. - 60 mEq de K. - 10-15 mEq de Ca. - 8-20 mEq de Mg. - 20-40 mmol de fosfato. 5.- Vitaminas y oligoelementos: Según pauta habitual de la Unidad de referencia. TABLA 7. 15 COMPOSICIÓN DE UNA INFUSION ESTANDAR DE NUTRICION PARENTERAL. Solución de aminoácidos al 10% Solución de glucosa al 50% Emulsión de grasas al 10/20% Electrolitos+vitaminas+oligoelementos Volumen total 500 ml. 500 ml. 500 ml. 50 ml. 1550 ml. (*) (*) Se ajusta volumen de infusión al día, con relación al número de calorías que se planifica aportar. -----------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------TABLA 8. El suplemento de glutamina en la alimentación parenteral ha sido un tema controvertido, si bien existen estudios que señalan que pueden ser beneficiosos para el paciente con cáncer. Un estudio en pacientes con neoplasias maligna hematológicas, sometidos a trasplante de medula ósea, muestra un beneficio en el grupo con suplemento de glutamina durante cuatro semanas, en relación al grupo control. Beneficios en cuanto a infecciones, retención hídrica, mejoría del balance nitrogenado y reducción en el periodo de ingreso hospitalario. Uno de los posibles efectos sea de protección del intestino, al evitar incremento de la permeabilidad intestinal (22, 23). En síntesis, se podría decir que la actualidad se acepta el uso combinado de hidratos de carbono y lípidos como la base del aporte calórico no proteico. El aporte proteico se efectúa a base de aminoácidos cristalinos semisintéticos en forma levógira, sin que exista en el paciente oncológico consenso generalizado del patrón de aminoácidos a administrar. Como base se ha seguido hasta hace poco el patrón huevo establecido por la FAO/OMS en 1965, debiéndose seguir las recomendaciones de la Comisión de Nutrición de cada centro (18). La variedad de Nutrición Parenteral Molecular (NPM) se logra agregando diferentes macronutrientes a preparados estándar (NPE), tanto binarios (aminoácidos y glucosa) como ternarios (aminoácidos, lípidos y glucosa) con el objetivo de simplificar su uso en un amplio abanico de situaciones clínicas, sin embargo en determinado numero de patologías sigue siendo necesaria las formulaciones individualizadas (NPI) (24). Debe evitarse la adición de fármacos a las bolsas, por las alteraciones farmacológicas que pueden sufrir los mismos y porque pueden condicionar inestabilidad en la emulsión de la NP. Podría añadirse insulina, heparina y ranitidina (25). 2.5.- CONTROLES A SEGUIR EN LA NUTRICIÓN PARENETERAL. La enfermería juega un papel esencial no solo en los cuidados y conservación de la vía central, sino también en el control de la propia nutrición parenteral. Son esenciales los controles clínicos, el balance diario de líquidos, el estado de hidratación del paciente, el control bioquímico, bacteriológico y de la eficacia de esta NP. (Tabla 9)(18). 16 CONTROLES EN LA NUTRICION PARENTERAL . 1.- Controles clínicos: PA, PVC, Tº, frecuencia cardiaca y respiratoria. 2.- Balance diario de líquidos: Diuresis, aspirado gástrico, perdidas extraordinarias. 3.- Estado de hidratación del paciente: Edemas, sed, deshidratación, sobrecarga de líquidos. 4.- Peso corporal y parámetros antrométricos: Una vez por semana. 5.- Control bioquímico: Glucemia y glucosuria: Inicialmente control de glucemia cada 24 h. y de glucosuria cada 8 h. Después glucemia dos veces por semana al igual que electrolitos, urea y fósforo. Una vez por semana hemograma, Ca, Mg, función hepática, creatinina, proteínas plasmáticas, estudio coagulación, osmolaridad plasmática. 6.- Controles bacteriológicos: Cultivo de la punta del catéter cada vez que se retire. En caso de fiebre, hemocultivos, cultivos de orina, exudados etc. 7.- Control de la eficacia de la NP: - Evolución clínica, cicatrización de heridas etc. - Funcional: Fuerza muscular, capacidad respiratoria, parámetros de inmunidad etc. - Síntesis proteica: Proteínas de vida media corta (Prealbumina, RBP). - Degradación proteica: 3-metil-histidina en orina. - Balance nitrogenado. RTP: Proteína Fijadora del Retinol. Útil para la valoración de cambios nutricionales rápidos. TABLA 9. 2.6.- COMPLICACIONES DE LA NUTRICIÓN PARENETERAL. Las mejoras tecnológicas, calidad de los catéteres y la información/formación han disminuido de gran manera las complicaciones de la nutrición parenteral. Formar un equipo competente (médico dietista/nutricionista, enfermería, farmacéutico y médicos experimentados en la colocación de los catéteres) es uno de los factores claves en la disminución de dichas complicaciones. Las complicaciones de la nutrición parenteral pueden ser divididas en tres tipos: mecánicas, metabólicas e infecciosas. 1.- Complicaciones mecánicas. Estas complicaciones son derivadas de la propia colocación del catéter, destacando el neumotórax, laceración de la arteria subclavia, embolia gaseosa, embolia del catéter, hemotórax, traumatismo plexos nerviosos etc. En manos expertas estas complicaciones se han reducido de forma significativa. Son muy importantes los controles radiológicos seriados para él diagnostico de muchas de estas complicaciones. La limpieza y heparinización del catéter es una técnica habitual en el mantenimiento de los mismos (26, 27). (Tabla 10). COMPLICACIONES DE LA NUTRICIÓN PARENTERAL MECANICAS Complicación Causa - Neumotorax Desgarro plural - Laceración/punción a. subclavia Hemotórax. - Embolia gaseosa. Punción arterial - Trombosis venosa Aspiración aire dentro de la vena y A.D. Trombos en grandes venas Tratamiento Radiografía seriada de tórax. Sonda de aspiración si está indicado. Radiografía seriada tórax. Cirugía. Posición decúbito Trendelenburg. Aspirado de aire. Heparinización. 17 producidos por el catéter - Desplazamiento del catéter Catéter en yugular interna o en la otra subclavia - Embolización del catéter Rotura extremo del catéter cuando se retira - Otras complicaciones. - Fístula arteriovenosa. - Punción plexos nerviosos. - Síndrome de cava superior. - Perforación cardiaca. Recolocación bajo control radiológico. Recuperación vía transvenosa bajo control radiológico. - - TABLA 10. 2.- Complicaciones metabólicas. Son atribuibles a un mayor aporte o a un déficit de aporte, siendo más complejo su control cuando existe previamente un trastorno metabólico. Una rigurosa monitorización puede prevenir muchas de estas complicaciones. Las complicaciones más habituales son la hiperglucemia o hipoglucemia, alteraciones hidroelectroliticas, alteraciones enzimáticas hepáticas, déficit de ácidos grasos esenciales etc. La hiperglucemia es una de las complicaciones mas frecuentes al ser la glucosa la base del aporte calórico y con relativa frecuencia pueden existir problemas de intolerancia a la glucosa por lo que la monitorización en estos casos debe ser diaria y los niveles en sangre no deben exceder los 200 mg/dl e incluso puede plantearse el aporte de insulina, especialmente sin son diabéticos donde la monitorización debe ser más estricta y evitarse los episodios de hipoglucemia. (Tabla 11) COMPLICACIONES DE LA NUTRICIÓN PARENTERAL METABOLICAS. Complicación Causa Tratamiento - Hiperglucemia Excesivo aporte de calorías de la glucosa o intolerancia a la misma Disminuir aporte. Insulina. - Hipoglucemia Supresión brusca de N.P. Solución glucosa al 50% i.v. - Alteraciones hidroelectrolíticas Excesivo o escaso aporte Adecuar aporte - Azotemia Excesivo aporte de aminoácidos Disminuir aporte. Aumentar las calorías de la glucosa. - Acidosis metabólica hiper-Cl Excesivo aporte ce cloruros Administrar Na+ y K+ como acetato. - Hipertrigliceridemia Infusión rápida de grasas o disminución depuración de grasas Disminuir rapidez de infusión - Coma hiperosmolar no acidótico Deshidratación por diuresis excesiva Suspender N.P. Tratar el coma. - Hemorragias Déficit de vitamina K Administrar vitamina K. - Insf. Cardiaca Exceso aporte de fluidos Regular aporte. Tratar I.C. TABLA 11. 18 3.- Complicaciones infecciosas. La infección del Hickman o Port-a-cath es la complicación más frecuente, pudiéndose presentar episodios de bacteriemia o una sepsis, que obligan a suspender la nutrición parenteral. La frecuencia de la complicación infecciosa se relaciona directamente con la existencia o no de un equipo especializado en soporte nutricional y con el cumplimiento obligatorio de los protocolos de cuidados del catéter, estando en la actualidad la incidencia de estos cuadros sépticos en un 2-7%. La mayoría de estas infecciones son por una falta de asepsia rigurosa en la colocación del catéter y en la manipulación posterior de las conexiones, por bolsa contaminada, por focos de sepsis del propio paciente que pueden contaminar el catéter, etc. La infección del catéter (s. coagulasa negativo: 63%, s. aureus: 5%, enterobacter: 9%, candidas: 9%, polimicrobiana: 7%, otros gran negativos: 2%, otros: 5%) es la complicación mas frecuente en la NP domiciliaria de ahí la importancia del adiestramiento del entorno familiar. (Tabla 12) (18, 27, 28). COMPLICACIONES SEPTICAS DE LA NUTRICION PARENTERAL. Complicación - Sepsis por catéter. - Infección en el punto de entrada cutáneo. Causa Contaminación de la mezcla/ Inadecuado cuidado de la vía/ Contaminación en la puesta del del catéter. Inadecuado cuidado de la vía. Tratamiento Retirar el catéter. Antibióticos. Antibióticos. Cuidados locales. Puede requerir retirar el catéter. TABLA 12. Un importante tema son los efectos de la alimentación parenteral total sobre el aparato gastrointestinal. Los estudios en experimentación animal demuestran claramente que este tipo de nutrición tiene aspectos negativos tales como la atrofia de vellosidades y cierta perdida de continuidad en la barrera de la mucosa intestinal, con alteraciones importantes de la microflora y paso de bacterias desde la luz intestinal hasta los ganglios linfáticos mesentéricos. Estas alteraciones pueden verse agravadas por la radio/quimioterapia, lo que debe tenerse presente, ya que podría suponer un incremento de las infecciones procedentes del intestino. COMENTARIOS FINALES. La nutrición parenteral total es un tratamiento de soporte del paciente neoplásico, útil en determinadas situaciones ya señaladas anteriormente. Pretende mejorar la tolerancia y respuesta al tratamiento, con menor número de complicaciones e incrementar la calidad de vida. Por todo ello, su indicación con mayor evidencia sería en pacientes con cáncer, mal nutridos y con perspectiva de respuesta terapéutica y tengan un aparato gastrointestinal no funcionante o que se quiere dejar en reposo. Un metaanálisis con cuarenta estudios concluyo que solo los pacientes con malnutrición grave, obtenían beneficios de la nutrición parenteral total. Otros estudios prospectivos con nutrición parenteral total en pacientes bien 19 nutridos o moderadamente mal nutridos, sometidos a quimioterapia o radioterapia, no han demostrado beneficios, en incluso en algunos se incrementaban las complicaciones infecciosas. Donde parece existir mas acuerdo en los efectos beneficiosos es en pacientes sometidos a quimioterapia intensiva y soporte con trasplante de médula ósea. (29, 30, 31). Otro hecho interesante es la mejoría de parámetros inmunológicos alterados en el paciente con cáncer, tales como la relación CD4/CD8, la actividad de las células NK y la liberación de IL2. Mejora también el catabolismo proteico muscular sin claro incremento de la síntesis proteica, siendo muy difícil logra un incremento de los niveles séricos de albúmina o transferrina en estos pacientes. Probablemente la eficacia de la nutrición parenteral dependa en gran parte de la rentabilidad del tratamiento oncológico específico y de la agresividad de la propia neoplasia (8). Como recomendación final deberá destacarse, en cuanto a los aportes nutricionales, que lo primero es el uso de la vía enteral y solo en las situaciones comentadas, la nutrición parenteral total. BIBLIOGRAFIA. 1.- GRUTSH, J.; GUPTA, D.; LAMMERSFELD, C. 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