bienes sustitutivos, o los gustos del consumidor, determinan cambios en la demanda que provocarán un desplazamiento de la curva. Sin embargo, los ajustes de aquella ante cambios en estas variables, no son inmediatos sino que es necesario el transcurso del tiempo para que la demanda pueda dar respuesta a la nueva situación. Si a ello unimos las variables que determinan la oferta y que explican los cambios que en ella se producen, tales como la ^climatología, enfermedades que puedan afectar a la producción en el corto plazo, o los cambios tecnológicos y otras mejoras en las explotaciones a largo plazo, encontramos explicación a la saturación de mercados que en determinados momentos se puede producir. La estacionalidad en este tipo de productos condiciona la evolución de los mércados, dadas las características de los procesos de producción. Este fenómeno supone la variación que experimenta la oferta a lo largo de distintas etapas del año y hace referencia a breves períodos de tiempo. La estacionalidad puede referirse tanto a la de la oferta en general, como a la estacionalidad én la cantidad ofrecida, que puede estar provocada por factores como la estacionalidad de la demanda o de otros factores. En frutas y hortalizas este aspecto es determinante para comprender la evolución de los mercados, por su carácter perecedero que imposibilita en muchos casos su almacenamiento, siendo la única salida posible su colocación en el mercado12. 4. MEJORES ESTRUCTURAS ORGANIZATIVAS DE NUESTROS COMPETIDORES: LAS ORGANIZACIONES INTER-PROFESIONALES EN EUROPA No cabe dudá alguna de que la organización del sector hortofrutícola es una pieza clave en el logro de una mayor efi- 1z (1972). 150 CALDENTEY ALBERT, P. (1986a); TOMEK, W. G.; ROBINSON, K. L. ciencia y competitividad tanto en los mercados interiores como exteriores. En este sentido podemos considerar como factor diferencial, el hecho de que en la mayor parte de los países europeos exista un entorno organizativo del que nuestro país ha carecido tradicionalmente. Como veremos en el siguiente capítulo, éste es con seguridad, nuestro principal problema, no sólo en la comercialización de frutas y hortalizas, sino en la mayoría de los subsectores agrícolas. Vamos a tratar de sintetizar en este apartado las distintas formas organizativas de algunos países de nuestro entorno, dedicando una especial atención a las organizaciones interprofesionales tal como existen en la actualidad en países como Francia, analizando las acciones comunitarias en este campo, sumamente importantes para el desarrollo de un modelo de interprofesión en nuestro país. ^ La comercialización agraria en la sociedad actual présenta diversos modelos según el tipo de país al que hagamos referencia. Así por ejemplo, en Alemania, el productor suele disponer de pequeñas parcelas viéndose obligado a unirse a otros productores para crear cooperativas, tanto para producir como para comercializar, existiendo en cada Estado una asociación de las mismas. En general, la comercialización de productos propios suele hacerse a través de las cooperativas y su destino más frecuente son los mercados centrales, no los supermercados o los grandes centros distribuidores. El esquema que se sigue para la producción propia, suele contrastar, por su simpleza, con el complejo canal de importación. En Alemania es frecuente la presencia de un agente, con ausencia de unidades que se dediquen a la comercialización. Por agente, se considera al intermediario que, a cambio de una comisión, pone en contacto al exportador con el centro de distribución, mercado o supermercado. En Holanda el sistema de ventas por subasta -los conocidos veilings- está asegurado por la existencia de un espíritu cooperativo muy considerable, ya que sin las agrupaciones profesionales cuyo interés es común, el sistema dejaría de ser una realidad. Recordemos que los objetivos de la "vente au 151 cadran" son vender en público, en libre competencia y en las mismas condiciones que los demás oferentes. El sistema se basa en conseguir el precio más remunerador para el productor de la mercancía, que éste ofrece a través de la confrontación directa en público de la oferta y la demanda, de forma que se prime la mejor calidad13. La estrategia de ventas de las cooperativas se ha ido manteniendo en el tiempo, si bien han evolucionado hasta llegar a una organización con un grado de complejidad elevado. Las propias cooperativas adoptan medidas relativas a productos (gama de productos, clasificación, selección ponderada y calibrado, normalización, control de restos de tratamiento, acondicionamiento, tratamientos frigoríficos, etc.) a distribución (recepción del producto y horario de subastas, obligatoriedad de vender, sistema de venta en cadran, ventas a distancia, mecanismos de defensa de precios, modos de pago, etc.), medidas cuyo fin es animar la demanda (estudios de mercado, publicidad), o incluso prestan servicios relativos a informaciones sobre la e'volución del mercado y sobre todo aquello que sea necesario para permitir la transparencia del mismo. En otros países como Bélgica, sólo una limitada cantidad de la producción se canaliza a través de las cooperativas siendo entidades privadas, en la mayor parte de los casos, las que efectúan todo el proceso de comercialización por medio de los veilings, especialmente en lo referente a frutas y hortalizas. En la comercialización agraria adquieren una creciente importancia^fenómenos de integración asociativa, que incluso más allá de la unión en cooperativas, persiguen una integración vertical de todas las "familias profesionales" que intervienen en el proceso de comercialización. Dicho en otras palabras, los acuerdos interprofesionales están a la orden del día en algunos de los EstadQS miembros de la CE. La interprofesión se ha definido como "la relación de colaboración y/o integración entre las diferentes categorías pro- " Para un análisis exhaustivo del funcionamiento de las subastas en el mercado holandés remitimos a CORTES, R. (1989). 152 fesionales que intervienen en la producción, la comercialización, y llegado el caso, la transformación de un producto 0 grupo de productos agrícolas"14. Como más arriba apuntamos, la iriterprofesión se distingue de la acción de tipo horizontal, representada en las agrupaciones de productores, por su carácter vertical, siendo sus objetivos básicos la adaptación de la oferta a la demanda y la mejora de la organización de los circuitos de comercialización y transformación. Los acuerdos tomados en el seno de la interprofesión se conocen como Acuerdos Interprofesionales, y exigen para su consecución, determinadas condiciones de representatividad y de mayoría por lo que se refiere a la producción, comercialización, o transformación. Como señala Langreo, A. y García Azcárate, T. (1993), aparte de los objetivos tradicionales, las Organizaciones Interprofesionales han ido desarrollando otros adicionales, tales como la mejora de la calidad, la promoción de los productos, los estudios de mercado, la investigación y desarrollo, la difusión de las innovaciones tecnológicas a lo largo de toda la cadena de producción, etc. De la misma manera, estas organizaciones se han ido constituyendo como verdaderos lobbies para defender los intereses de sus asociados. Uno de los principios básicos de las Organizaciones Interprofesionales, como tendremos ocasión de comentar al analizar el modelo francés, es la controvertida "extensión de los Acuerdos", que consiste en la aplicación de los acuerdos de diversós aspectos de la comercialización,r entre ellos el precio, a todos los agentes de un sector, estén o no afiliados a las organizaciones que negocian dichos acu^rdos. Este principio encuentra dificultades para ser aceptado dentro de la política de defensa de la competencia, por cuanto supone la aplicación de decisiones y prácticas tales como la fijación de precios, la imposición de cuotas u otras medidas de regulación de la oferta, que pueden limitar la libre competencia. '^ Comísión de las Comunidades Europeas (1990b). Por todo lo expuesto es por lo que las funciones de regulación de mercados se han visto cada vez más limitadas en el ámbito de la Política Agrícola Común, y es por ello también por lo que otro tipo de funciones, como las mencionadas más arriba, son las que están siendo objeto de un mayor desarrollo por parte de las Organizaciones Interprofesionales en los últimos años. Como señala también Langreo, A., otra clase de problemas con que se enfrenta este tipo de entidades es la financiación, puesto que, en muchos casos, ésta procede, como en el caso francés, de tasas parafiscales que son consideradas por la Comunidad como "ayudas del Estado", y por lo tanto, sometidas a los artículos que las regulan en el Tratado de Roma. Además de todo lo comentado, estas organizaciones se caracterizan por su fuerte componente corporativo, lo que en muchas ocasionés ha suscitado un cierto recelo por parte del poder político15. En los distintos Estados miembros, y a pesar de la ausencia de una regulación comunitaria al respecto, existen diversas formas de organización más o menos cercanas a lo que se consideran acuerdos interprofesionales, siendo también distintas las visiones que se tienen acerca de los mismos. A nuestro modo de ver, para comprender la situación por la que atraviesa la interprofesión en los Estados miembros, ha de tenerse en cuenta una gran gama de intereses que nos permitirán entender también la situa ^ión española, a la que haremos referencia en próximos epígrafes. Como es bien sabido, la Política Agrícola Común (PAC) atraviesa en la actualidad serias dificultades, entre ellas, la existencia de numerosos excedentes en muchos sectores, lo cual implica grandes problemas presupuestarios derivados de la imposibilidad de encontrar una salida no onerosa para los mismos. Por otro lado, y como ya vimos, las Organizaciones Comunes de Mercado (OCM) son los principales instrumentos 15 154 Véase LANGREO, A., GARCIA AZCARATE, T. (1994). de que dispone la PAC para su aplicación, siendo las agrupaciones de productores en algunos sectores, las encargadas de llevar a cabo gran parte de las tareas más directamente relacionadas con la gestión de las OCM, caso de las frutas y hortalizas. . La Comisión de las Comunidades Europeas, por su parte, a través de una comunicación al Consejo, el 26 de octubre de 1990, se manifestó a favor de "nuevas estructuras de concertación y colaboración entre las diversas categorías profesionales" no descartando la posibilidad de un desarrollo de organizaciones interprofesionales. Las funciones atribuidas a tales organizaciones serían: la contribución a la transparencia del mercado, la tipificación de las relaciones sectoriales, la promoción de los productos del sector y la investigación. El COPA (Comité de Organizaciones Profesionales Agrarias de la CEE) y el COGECA (Comité General del Cooperativismo Agrario de la CEE), que representan al movimiento cooperativo de los Estados miembros, aunque no han adoptado ninguna posición 'conjunta ni definitiva, se muestran en contra de una ^norma comunitaria general sobre la interprofeSlOn16. Por lo que se respecta a los Estados miembros, éstos manifiestan distintos puntos de vista en función del grado de desarrollo de sus esquemas organizativos. Este es uno de los factores determinantes a la hora de analizar las organizaciones interprofesionales en la CEE. Así por ejemplo, el peso de 16 EI COPA es la primera estructura profesional de ámbito comunitario. Fue creado el 6-9-58 con el objetivo de "proponer soluciones comunes a los problemas planteados en el proceso de formación y desarrollo de las Comunidades Europeas y en particular de la PAC, como defender los intereses de los agricultores ante las autoridades de la CE y otras organizaciones profesionales, económicas y sociales". Véase LAGRAVE, R. M. (1993). EI COGECA se fundó el 2-91959 con similares competencias a las del COPA. La división entre ambas organizaciones se explica, aparte de por las peculiaridades históricas de cada país, por la diferenciación que la CE realiza entre las OPAS y el movimiento cooperativo, más especializado en la regulación de mercados. Un estudio exhaustivo de las distintas organizaciones profesionales agrarias en la CE puede encontrarse en la obra coordinada por MOYANO ESTRADA, E. (1993). 155 los distintos agentes que intervienen en la cadena agroalimentaria y en particular el grado de desarrollo del cooperativismo y su representación en la estructura interprofesional, se convierte en un elemento clave para explicar las diferencias entre países. La variada interpretación de que es objeto la interprofesión en las diferentes instancias, contribuye a explicar el por qué no existe en la actualidad una reglamentación comunitaria, tan demandada por otra parte, desde algunos ámbitos. Por ello, y porque lo consideramos de gran importancia para el futuro de sectores como el hortofrutícola, pasamos seguidamente a analizar el marco en el que se está desarrollando este debate a nivel comunitario. Nos detenemos en primer lugar, en la situación existente en cada uno de los Estados miembros y en súsrespectivas posiciones, para pasar después a explicar las posturas del COPA-COGECA y de la Comisión, estudiando la reglamentación habida tanto a nivel general como en el sector liortofrutícola". 4.1. Los acuerdos interprofesionales en los Estados miembros , Bélgica La Oficina Nacional de Mercados agrícolas y hortícolas es considerada por las autoridades lielgas como un modelo de cooperación entre productores, transformadores y negociantes. Su objetivo es acercar al mayor número posible de profesionales de un determinado sector a la pólítica de comercialización, bien a través de la cooperación en el establecimiento " Quisiera agradecer la colaboración de don Angel Falder, desde el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación y de don Ernesto Ríos, desde e] Ministerio de Comercio y Turismo, en la elaboración de este apartado. Sobre los acuerdos interprofesionales y sus características en los distintos países recomendamos LANGREO NAVARRO, A.; GARCIA AZCARATE, T. (1922a), (1993) y (1994). 156 de la misma, bien a través de la cofinanciación, o de las dos a la vez. Para ello cuentan con fondos de comercialización y con secciones consultivas organizadas por el sector, con el objetivo de promover la salida de los productos agrarios y hortícolas belgas. En este país es de gran importancia la Interprofesional Belga del Tabaco (Inbeltab), dado el papel determinante de este producto para este Estado. Inbeltab ha permitido crear el marco idóneo para que las relaciones entre los plantadores y los industriales contribuyan a mejorar la organización del sector y todo lo que de ella se deriva. Alemania En Alemania se constituyen reagrupaciones de representantes de los intereses interprofesionales, aunque su tarea se limita a asesorar a sus miembros, sin que esta actividad conduzca a una cooperación para definir y poner en marcha reglas de producción o de comercialización, en cuyo caso, al ser aplicadas a todo un sector, limitarían la competencia y la libre circulación de mercancías, y serían contrarias a los principios en vigor en Alemania. En este sentido, y tal como quedó reflejado en el Seminario Europeo sobre Interprofesión (1991), la posición alemana no resulta ser muy favorable a las nuevas orientaciones que se proponen. Sus mayores préocupaciones radican en la incompatibilidad de las reglamentaciones estrictas, con los principios de la libre competencia, en el temor a que la interprofesión pueda afectar negativamente al proceso cooperativista, a la posible pérdida de competencias de las cooperativas a favor de la interprofesión, y por último, al mayor coste, personal y financiero, que ésta pueda significar. Italia Con el fin de limitar el margen de incertidumbre productiva y comercial de los productos agrícolas, favorecer la 157 introducción de nueva tecnologíá y responder a las exigencias de los consumidores, se aprobó el 16 de marzo de 1988, la ley n° 88 "La ley sobre los acuerdos interprofesionales y contratos de producción y venta de los productos agrícolas". Los sujetos del acuerdo fueron la Unión de productores reconocidos, asistida por la organización profesional agrícola de mayor representatividad; la Organización representante del movimiento cooperativo, así como las empresas de transformación y comercialización. Los objetivos fijados eran: lograr una disciplina en la cantidad producida, que se adecuara a la demanda del mercado, la mejora de la calidad, la fijación de criteriós y condiciones generales de la producción vendida y de la prestación de servicios, así como la fijación del precio o de los criterios para determinarlos. El contenido del acuerdo interprofesional incluía el producto, el precio mínimo, la cantidad, los requisitos cualitativos, la garantía, la modalidad de ejecución de los acuerdos y contratos, etc. El resultado, después de los años transcurridos de aplicación de la ley, ha sido valorado por la Confederazione Nazionale dei Coltivatori Diretti (COLDERETTI) como positiva en la medida en que, más allá de la fijación o determinación del precio, ha servido para estipular otro tipo de elementos como el transporte, la fijación de criterios cualitativos, contratos de recolección y venta, etc. Sin embargo, los aspectos inclumplidos son numerosos, pues no parecen respetarse los acuerdos fijados en el tiempo previsto, la parte contractual más débil no recibe el apoyo ofrecido en un prin^ ipio por parte de los poderes públicos, y tampoco se ha logrado extender la eficacia a los no asociados. Esta última es la mayor dificultad con que se enfrentan y constituye un elemento desestabilizante para el buen funcionamiento de los acuerdos. La única Asociación interprofesional constituida es la AISO en semillas oleaginosas, con competencias muy limita- 158 das, aunque se consideraba posible la creación de otras en los sectores del tabaco y hortofrutícola'$. Sin embargo, en los últimos años, como señalan Albanese, F. y Capo, E. (1993, págs. 255 y ss), el debate entre las distintas organizaciones profesionales en Italia recoge la preocupación creciente por estos temas, que pone de manifiesto la posibilidad de una mayor convergencia entre ellas. Dicho debate se centra en: a) El proyecto de integración vertical concebido por la COLDIRETTI, llamado "proyecto Aguila", que prevé la estrategia de cara a la realización de intereses, por parte de todos los grupos de la autogestión completa de la cadena agroalimentaria; b) Un "pacto paritario" entre agricultura, industria y servicios, propuesto por la CONFCOLTIVATORI (Confederazione Italiana dei Coltivatori), que implique un desarrollo equilibrado basado en la competitividad de todo el sistema productivo y, c) La propuesta de un modelo de asociaciones especializadas "por productos" planteado por la CONFAGRICOLTURA (Confederazione Generale dell'Agricoltura Italia). A modo de conclusión, podríamos decir que en generál, se aboga por un mayor desarrollo de las interprofesionales, siendo en Italia partidarios de una reglamentación a nivel europeo. Países Bajos Entre 1954 y 1956 se crearon los "produktschappen", agrupaciones interprofesionales de derecho público, de carácter vertical, a los que la pertenencia es obligatoria. Actualmente existen 10 y representan a todos los intereses existentes en torno a un producto específico o grupo de productos: agrícolas, comerciales, financieros, consumo, industriales, etc. 1e Ponencia de la Confederazione Nazionale Coltivatori Diretti (COLDIRETTI) presentada en el Seminario Europeo de Interprofesión ( 1991), y Confederazione Italiana del Coltivatori (CONFCOLTIVATORI) ( 1991). 159 Los "produktschappen" cuentan con dos tipos de competencias: - Competencias autónomas en los sectores establecidos por la ley. Se incluyen tanto la organización económica de los trámites que sean necesarios, como asuntos sociales (condiciones de trabajo, formación profesional, etc.). - Competencias dentro del marco de la cogestión, de forma que la Administración puede delegar en un "produktschap" para que adopte una decisión, acción frecuente en el^ ámbito de aplicación de la Política Agrícola Común. Portugal Según las respuestas obtenidas por la Comisióñ de las autoridades portuguesas, no existe en este país una estructura interprofesional institucionalizada, si bien existen varias categorías de profesionales que ya han optado por un trabajo conjunto. Ejemplos de ello son los vinos de denominación de origen o el sector del arroz. La posición portuguesa es la de considerar necesaria la interprofesión, si bien en unos sectores más que en otros. Así por ejemplo, en sectores como el lácteo donde existe una estructura cooperativa fuerte, no se precisan este tipo de estructuras. Sí son necesarias en cambio, en sectores en los que los agricultores no tienen fuerza en el eslabón comercial e industrial, por ejemplo, el sector hortofrutícola. ^ En general se muestran favorables a la interprofesión, si bien la legislación actual no prevé la creación de asociaciones interprofesionales, así como tampoco ninguna ley recoge la posibilidad de llegar a acuerdos de precios, a pesar de que ya sea práctica corriente. Reino Unido A pesar de no existir en Reino Unido una organización interprofesional que implique una colaboración vertical, sí se 160 han creado ciertas organizaciones que agrupan a representantes a diferentes niveles de producción, transformación y comercialización. Algunas de las más importantes son, por ejemplo, un acuerdo en el sector del azúcar, la comisión de la carne y del ganado y la organización creada para promover la comercialización de artículos de consumo y bebidas, "Food from Britain". A pesar de la importancia de los Marketing Boards19, que trataremos más adelante, las autoridades británicas no las han considerado como ningún tipo de organización que tuviera cabida dentro de los acuerdos interprofesionales. En algunos ámbitos, en cambio, sí se han considerado las Marketing Boards como la forma de interprofesión en Reino Unido. En general puede decirsé que la postura británica acerca de la interprofesión es de una cierta reserva, por lo que consideran puede suponer una restricción sobre el comercio entre los Estados miembros y sobre la producción y el mércado británico. Además, temen actuaciones fraudulentas a raíz del establecimiento de las interprofesionales. Otro de los obstáculos sería lograr acuerdos entre las cooperativas, muy desarrolladas, y las organizaciones privadas, dada la disparidad de sus objétivos. Irlanda En Irlanda tampoco se dispone de organizaciones interprofesionales. Tan sólo existen dos organizaciones, CBF en el sector ganadero, y"An Board Bainne", que es el Board Lácteo Irlandés, pero que no suponen ningún tipo de interprofesión. 19 Los Marketing Boards los define CADENAS MARIN, A. (1977), p. 49, como "los instrumentos diseñados para proporcionar una mejor organización de los sistemas de producción y distribución de productos alimenticios; así como mecanismos redistributivos de rentas que, actuando por intermedio del mismo mercado, tratan de paliar ciertas desventajas del sector agrario en economías normalmente dominadas por poderes oligopolísticos". A finales de 1992, este tipo de organizaciones fueron disueltas. 161 EZ moclctln francés Por ser el modelo interprofesional más desarrollado le dedicamos una atención especial explicando de forma sucinta su funcionamiento. A partir de la ley de l0.de julio de 1975 se regulan las organizaciones interprofesionales en Francia, que en la actualidad ascienden a 65 y cubren la práctica totalidad de la producción agrícola. Ya se recogía con anterioridad a esta ley, algún organismo interprofesional como la Oficina del Trigo de 1936 o distintas interprofesionales en los años cuarenta, que si bien se establecían en un marco privado, soportaban una fuerte intervención pública. Igualmente existían los Comités Interprofesionales, que afectaban al sector de vinos y espirituosos. Las organizaciones interprofesionales se constituyen con carácter libre y voluntario, tal como apunta Pá11a20, a partir de las organizaciones profesionales más representativas de la producción, e incluso de la transformación y el comercio de un producto o grupo de productos. Los principios ^ básicos de las organizaciones interprofesionales son los siguientes: 1. Intervención de los poderes públicos para el reconocimiento de las organizaciones interprofesionales. 2. La extensión de los acuerdos adoptados en el seno de la interprofesión a todo el sector, siempre y cuando se cumplan determinados requisitos. Así, es preciso que los acuerdos hayan sido alcanzadós por las diferentes familias logrando una representatividad que la ley no especifica, y que deja a criterios discrecionales21. Del mismo modo se deben cumplir detenninados objetivos relacionados ^on el conocimiento, adaptación y regulación de la oferta, el conocimiento de la demanda, acceso al mercado, precios y condiciones de pago, calidad de los productos y promoción de los zO PALLA SAGUES, O. (1990b). Véase también LANGREO, A.; GARCIA AZCARATE, T. (1994). Z' Se suele consideraz ^omo necesaria para un correcto funcionamiento de la organización una representación de al menos el 80 % del sector en su conjunto. 162 mismos en los mercados, tanto interior como exterior. Por último, se exige que los acuerdos se adopten por unanimidad, siendo de obligado cumplimiento para todas las categorías profesionales. 3. El sistema de financiación de las organizaciones interprofesionales a través de la percepción de cuotas o tasas parafiscales. Las primeras, resultado de la extensión de acuerdos, obligatorias, pero sujetas al derecho privado y las segundas limitadas a algunos organismos interprofesionales que cuenten con una regulación determinada. . Por lo que se refiere a la cuestión de la representatividad, en el caso francés el panorama ha sido tradicionalmente favorable al existir una organización profesional con una hegemonía incuestionable: La Federación Nacional de Sindicatos de Agricultores (FNSEA), que agrupa a la mayoria de las organizaciones séctoriales. Sin embargo, las organizaciones profesionales no están representadas en las inte>profesionales22. En el Cuadro 3.15 se recogen las organizaciones interprofesionales existentes en Francia. CUADRO 3.15. LAS ORGANIZACIONES INTERPROFESIONALES EXISTENTES EN FRANCIA SECTOR VEGETALES • • • • • • • • Semillas Horticultura Nuez de Grenoble Producciones sacaríferas Fm[as y Hortalizas Transform (*) Economía cidrícola Frutas y Hortalizas • • • • • • • • • • Patata Patata industrial Oleaginosas Proteaginosas Flores y ornamentales Castaña Kiwi Aceituna de mesa Lino + Plá[ano ANIMALES VITIVINICOLAS • Gruyére de Comté • Queso Cantal • Economía Lác[ea (**) • Ganado y Carnes •+ Carne de caballo •+ Porcino • Foie Gras • Caprino • + Miel • Pintada • Palomo • • • • • Cognac Champagne Armagnac Calvados Comité Nacional de Vinos y Aguazdientes con D.O. (***) • Vinos de mesa Fuente: Langreo Navarro, A.; García Azcárate, T. (1994, pág. 175). (*) In[egra seis organizaciones interprofesionales: Hortalizas transformadas, champiñones, ciruelas pasas,tomate para tansformación, col y chucrut y cereza indusCrial. (**) Integra tres organizaciones regionales. (***) Coordina 22 Comités interprofesionales de Vinos con Denominación de Origen (Iñcluídos los cuatro citados). + No opera por pérdida de represen[a[ividad. 2z Véase HUBSCHER, R., RINAUDO, Y. (1993). 163 El esquema interprofesional francés ha sido denunciado ante el Tribunal de Luxemburgo y ante tribunales. franceses, en la mayor parte de los casos por afectar a la normativa nacional o comunitaria en materia de competencia, cuando se trata de aplicar la extensión de los acuerdos. Este es el motivo por el que antes comentábamos que en los últimos años, las funciones de las organizaciones de interprofesionales se han ido despla- . zando a otras, distintas de la regulación de mercados. No quisiéramos finalizar este breve comentario, sin hacer referencia al éxito obtenido en Francia por las organizaciones interprofesionales en el sector de la remolacha y el azúcar, donde el desarrollo de estas producciones ha estado muy ligado a la forma de organización del sector. El avance en las relaciones contractuales y en la organización, unido a las características técnicas del proceso, han supuesto un menor desarrollo cooperativo que en otros sectores, con resultados tales como la contingentación de la producción, la concentración del cultivo o la reestructuración de la industria. Se trata de un modelo basado en la negociación y colaboración entre agricultores e industriales, al cual se ha acudido desde los foros comunitarios buscando soluciones similares para otros sectoresz3. La posición francesa es pues, favorable a la interprofesión, ya que ha permitido una intervención directa y rápida con la iniciativa de los profesionales, asumiendo sus responsabilidades y concentrando los medios para mejorar la eficacia de cada organización. Posición del COPA (Comité de Organizaciones Profesionáles Agrarias de la CE) y del COGECA (Comité General del Cooperativismo Agrario de la CE). Aunque no existen unas posiciones claras en esta materia, sí se han expuesto las grandes preocupaciones derivadas de las consecuencias a que podría dar lugar la Comunicación que en 1990 efectuó la Comisión al Consejo. z3 Informe presentado por GARCIA AZCARATE,T., y LANGREO NAVARRO, A. en el Seminario Europeo de Inteprofesión, ( 1991). 164 Uno de los principales temores se centra en la futura evolución de la OCM si se diera luz verde a las organizaciones interprofesionales a nivel comunitario. Preocupa el papel de las cooperativas dentro de las OCM, así como la posibilidad de que disminuyeran o incluso desaparecieran las responsabilidades públicas en el desarrollo de los mercados. Por otro lado, el COPA-COGECA apuesta por una visión sectorial de las interprofesionales y no general, para tener en cuenta los problemas concretos de cada sector, su especificidad y la voluntad de los mismos. No se manifiestan en contra de las interprofesionales, pues reconocen sus logros, sin embargo consideran las limitaciones que imponen a la libre competencia como un efecto no deseado que se debe solucionar antes de adoptar cualquier reglamentación. Por último, consideran la forma de financiación de las interprofesionales como perjudicial por suponer gastos suplementarios nuevos para todas las organizaciones y en especial para el movimiento cooperativo. 4.2. La reglamentación comunitaria en materia de interprofesión La escasa regulación comunitaria en materia de interprofesión se reduce a anuncios de propuestas efectuados por la Comisión desde 1986, a dos Comunicaciones de la Comisión al Consejo de 1988 y 1990 respectivamente, al Reglamento para el sector del tabaco y por último, a la propuesta de Reglamento sobre interprofesión en frutas y hortalizas de la Comisión en 1991. Ya en la Comunicación de la Comisión al Consejo de 26 de Octubre de 1990 sobre organizaciones y acuerdos profesionales en el sector agrario, la Comisión dió un gran paso adelante al plantear claramente su postura en este tema. Situaba el desarrollo futuro de las organizaciones interprofesionales en el marco de la reforma de la PAC, de manera que 165 para lograr los objetivos de dicha reforma y para que éstos contribuyeran a una diversificación de la producción y a una mejor organización, se planteaba la posibilidad de estimular nuevas relaciones entre las distintas categorías profesionales. La orientación que la Comisión recogía pasaba a ser ahora de tipo "sectorial y pragmática", centrada en determinados sectores. En concreto, en aquellos donde la economía contractual tiene una importancia relevante, o en aquellos donde las OCM no preven instrumentos directos de intervención. La Comisión ya adelantaba eñ ía mencioñada Comunicación, los requisitos que debía cumplir cualquier or^anizá• ión interprofesional, entre ellos, la párticipación voluntaria de sus miembros, asegurándose ésta de forma paritaria; la adopción de medidas relacionadas con la transparencia del mercado, la organización de las relaciones sectoriales, la promoción y la invéstigación; la extensión de los acuerdos al conjunto de los sectores agrarios, y por último, medidas que garantizaran el buen funcionamiento de las OCM, evitando actuaciones que pudieran poner en peligro la libre competencia (fijación de precios y cuotas, discriminación, etc). A partir de aquí, con el Reglamento del Tabaco primero, y la propuesta de Reglamento en el sector de las frutas y hortalizas después, en los órganos comunitarios y en algunos de los Estados miembros, la interprofesión se ha ido convirtiendo en una preocupación creciente, que se e ‚pera se resuelva en un futuro próximo. El proyecto de Reglamento sobre interprofesión de frutas y hortalizas de 1991 que no llegó a ser aprobado, partía de la gran importancia económica y técnica atribuidas a las organizaciones interprofesionales, pues como se ' reconocía en el propio Reglamento, "contribuyen a mejorar la situación del mercado y facilitan la evolución de los comportamientos económicos relacionados con la producción, la transformación y la comercialización, afectando tanto a los asociados como a aquellos operadores no asociados o que actúeñ con carácter individual". Precisamente por eso, se estableció también en la citada propuesta la obligación de cotizar de todos los opera- 166 dores, asociados o no, para financiar los gastos de naturaleza no administrativa. Igualmente, en la citada propuesta se facultaba a la Comisión para proceder al reconocimiento de las organizaciones interprofesionales, así como de los acuerdos por ellas adoptados. Se establecían unas condiciones de reconocimiento de las organizaciones interprofesionales, similares a las que se recogen hoy en día en el Reglamento del tabaco. Por su parte, se recogía la posibilidad de reconocer por parte los Estados miembros a determinadas organizaciones interprofesionales que ejercieran su autoridad tanto a^nivel regional como interregional. Respecto a la extensión de acuerdos, aquella propuesta establecía que se podía solicitar siempre que la Organización reuniera un grado de representatividad específico, y se incluía un procedimiento de extensión de los acuerdos que en comparación con el actual Reglamento del tabaco es un tanto más pormenorizado, fijándose la duración mínima de los mismos en un año. Las acciones llevadas a cabo por las organizaciones podían ser financiadas por la Comunidad, según la citada propuesta, hasta un máximo del 30% y del 20% por parte del Estado miembro. Otra diferencia con respecto al Reglamento del tabaco era que el reconocimiento de las organizaciones, suponía el reconocimiento para ejercer cualquier acción relativa a ,la orientación de la producción, coordinación de la puesta en mercado de los productos, la formación de contratos tipo, la mejora del conocimiento y transparencia del mercado, el crecimiento del valor añadido, la investigación de nuevas estrategias de mercado, definición, certificación y control de calidad para los productos destinados a consumo en fresco, etc. Por último, entre las acciones interprofesionales, se añadían con respecto al tabaco, las últimas que acabamos de mencionar, en concreto, la definición, certificación y control de calidades específicas y la certificación de calidad de los productos destinados a la transformación. Las distintas posturas de los Estados miembros y de la Comisión, los diversos intereses que las justifican y las difi- 167 cultades jurídicas que los esquemas interprofesionales podrían plantear, explican la oposición que despertó el debate de la citada propuesta y que impidió su aprobación. Por tal motivo, en los últimos años, los Estados miembros han intentado suplir el vacío legislativo existente a nivel comunitario en materia de interprofesión en el sector de frutas y hortalizas, con legislación nacional. Er^ esta línea se enmarca el anteproyecto de ley de organizaciones interprofesionales presentado en nuestro país recientemente, y que comentamos en el próximo Capítulo. Puede afirmarse que en materia de interprofesión, existe un alto grado de divergencia entre los Estados miembros. Ello es fruto de distintos esquemas organizativos que, como se plasmó en el Seminario Europeo sobre Interprofesión (1991), dividen a países como Gran Bretaña, Irlanda, o Alemania, de los socios mediterráneos, Italia, Grecia, Portugal, e incluso España. En los primeros, el desarrollo del cooperativismo no plantea necesidades de integración vertical, siendo algunas de sus preocupaciones la posible delegación de funciones, realizadas en la actualidad por las cooperativas, hacia las organizaciones interprofesionales, o el temor, con nuevos esquemas, de una menor responsabilidad financiera de la CE. En los segundos, menos desarrollados a nivel organizativo, la posibilidad de una regulación a nivel europeo supliría la ausencia de reglamentaciones nacionales en la materia y se convertiría en el futuro de sectores que precisan en la actualidad de una organización más racional. Francia por su parte, fiel defensor de las interprofesionales, se convierte en el modelo para muchos países, y en muchos casos, para la propia Comisión. Esta se ha definido por una aplicación sectorial de los esquemas interprofesionales, en el marco de una Política Agraria que precisa de nuevas fórmulas para salir de su estancámiento, que recogan una mayor responsabilidad financiera de los agentes que intervienen en el proceso, donde las organizaciones interprofesionales se presentan como una nueva posibilidad. En cualquier caso, parece claro, que si se lograra hacer compatible la defensa de la libre competencia y la libertad de 168 comercio, con la Interprofesión, a los éxitos ya logrados por las agrupaciones de productores y las OCM en determinados sectores, podrían unirse los beneficiosos efectos de una mayor responsabilidad financiera, de una mejor calidad, de una mayor posibilidad de ajuste y reconversión de la producción, así como la búsqueda de nuevos productos y salidas, en palabras de la Comisión, que podría reportar la creación de nuevas relaciones entre las distintas profesionales. Parece existir un cierto acuerdo en que tales actuaciones deberían aplicarse a, sectores muy determinados, y ya se ha puesto la mirada en algunos como el tabaco, las semillas o el vino, por ejemplo. También parece demandarse que la futura reglamentación comunitaria respete las características propias de cada país, por las diferencias en términos órganizativos, de nivel de vida, existentes en cada uno de ellos. Estaremos atentos a la evolución de los debates en el seno de la Comunidad sobre este tema, auñque mucho tememos que no serán una realidad en un futuro inmediato, 5. CALIDAD Y PRESENTACION DE LA COMPETENCIA: EL REGLAMENTO TOEPFER SOBRE ENVASES Y EMBALAJES La exportación española se enfrenta en los mercados internacionales a la fuerte competencia que a nivel cualitativo imponen países con altos niveles de desarrollo tecnológico en su fase productiva. Esos avances en la tecnología se manifiestan igualmente en la calidad del producto y en su presentación. En la actualidad los hábitos de compra y de consumo están experimentando importantes transformaciones, que se traducen en una mayor valoración de la presentación del producto que se va a consumir, aún a veces por encima de otras cualidades como las gustativas. Ese proceso se corresponde con las exigencias de las grandes cadenas, centradas en ofrecer un alto grado de valor añadido a los productos, que satisfaga esos nuevos deseos. 169