Responsabilidad solidaria de los socios en una sociedad de hecho

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220-114168
Asunto: Responsabilidad solidaria de los socios en una sociedad de hecho.
Se avisa recibo de su escrito radicado con el número 406.705 del 3 de diciembre de 1999, remitido por la Oficina
Jurídica del Departamento Administrativo de la Función Pública, mediante la cual pone de presente algunos
interrogantes relacionados con el tema de la referencia.
Sobre el particular, es conveniente precisar que las inquietudes planteadas no son del resorte de esta
Superintendencia, por cuanto los sujetos de las atribuciones de inspección, vigilancia y control conferidas por la ley
a esta Entidad son las sociedades comerciales, sucursales de sociedades extranjeras y las empresas unipersonales,
en la forma y términos previstos en los artículos 83, 84 y 85 de la Ley 222/95.
No obstante la anterior aclaración, es pertinente manifestarle que de conformidad con el artículo 498 y siguientes
del Código de Comercio, se entiende por sociedad de hecho, la sociedad no constituida mediante escritura pública,
razón por la cual se predica que ella que no conforma una persona jurídica diferente a los socios individualmente
considerados, por ello, los derechos y obligaciones contraídas por aquella, se entenderán adquiridas a favor o a
cargo de todos los socios que la integran.
En este orden de ideas, como la sociedad de hecho carece de personalidad jurídica, no es la llamada a responder
por los actos y contratos celebrados en desarrollo de la empresa social, para ello el legislador previo la
responsabilidad solidaria e ilimitada de todos y cada uno de sus integrantes por las operaciones que se realicen, en
forma tal que los terceros están facultados para "... hacer valer sus derechos y cumplir sus obligaciones a cargo o a
favor de todos los asociados de hecho o de cualquiera de ellos". (subrayado fuera de texto).
De acuerdo con los presupuestos legales mencionados, las normas y principios de derecho, se debe concluir, en
orden a responder los interrogantes planteados, lo siguiente:
1. No existen créditos de buena fe, puesto que la buena fe se predica de la persona y no del crédito, que no es otra
cosa que la actitud del individuo, libre de maniobras fraudulentas para inducir a error a la parte que con él contrata.
2. De conformidad con el artículo 499 de la obra que se cita, las obligaciones que adquiere la sociedad de hecho, se
entienden contraídas por los asociados, razón que faculta a los terceros para adelantar las acciones pertinentes para
el cabal cumplimiento de los compromisos y obtener el pago de la deuda.
En desarrollo de tal presupuesto, como la sociedad carece de personalidad jurídica, los acreedores o terceros en
general se encuentran legitimados para exigir el cumplimiento de la obligación de cualquiera de los socios, como
resultado de la responsabilidad solidaria asignada por la ley. (art. 501 del Código de Comercio).
3. El acreedor puede exigir el pago total o perseguir judicialmente a uno solo o a todos los asociados, puesto que de
ellos se predica la responsabilidad solidaria en el pago de la obligación – art. 501 ibídem y 1573 del Código Civil-.
Ahora bien, en el evento de existir demanda contra uno de ellos, éste deberá cancelar la totalidad de la obligación,
pero si solo se cancela parcialmente, el demandante podrá perseguir el saldo de la obligación de otro cualquiera de
los asociados.
Finalmente, el acreedor demandante no debe demostrar el destino del crédito conferido, pues como ya se advirtió,
las obligaciones adquiridas por la sociedad de hecho se entienden adquiridas en forma personal por los asociados.
En los anteriores términos se ha dado respuesta a su consulta, no sin antes manifestarle que los efectos del
presente pronunciamiento son los contemplados en el artículo 25 del Código Contencioso Administrativo.
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