TEMA 3 COORDINADORES: Dr. Norberto Rafael BENSEÑOR y la Dra. Marta Liliana STIRPARO. SECRETARIO: Dr. Cristian MATHERN COMISION REDACTORA: Dr. Norberto Rafael BENSEÑOR (Universidad Notarial Argentina), Dra. Marta Liliana STIRPARO (Inspección General de Justicia), Escribana Maria Luján A. LALANNE (Provincia de Buenos Aires), Dr. Cristian MATHERN (Registro Público de Comercio de Entre Ríos), Dr. Facundo Javier AMUNDARAIN (Ciudad Autónoma de Buenos Aires) y Escribano Matías L. SALOM (Ciudad Autónoma de Buenos Aires). RELATORA: Escribana Maria Luján A. LALANNE. CONCLUSIONES: SUBTEMA “A”: La inscripción de administradores en el registro publico de comercio (art. 60 Ley 19550). Naturaleza y carácter. Exigencias. Efectos. Distintos tipo sociales. La designación o cesación de los administradores sociales surte efectos jurídicos desde la celebración de la reunión o asamblea de socios que los designo en tal carácter. La resolución que designa o dispone la cesación de administradores sociales no constituye una reforma del contrato social, aun cuando la indicación de las personas que la desempeñan, estuvieren incluidas en las cláusulas contractuales. La inscripción prevista en el artículo 60 de la Ley 19550 es declarativa por cuanto cumple la finalidad de anoticiar una designación o cesación acontecida con anterioridad, fuera del registro y acreditable por otros medios. La inscripción prevista en el art. 60 de la ley 19550, pretende resguardar a los terceros de buena fe que pudieran haber contratado con el último administrador inscripto, ignorando la nueva composición o designación del órgano de administración. En tal caso, la sociedad debe soportar las consecuencias del incumplimiento de la citada norma legal. No debería suspenderse la registración de documentos susceptibles de ser inscriptos, con el argumento que la sociedad debería inscribir previa o simultáneamente la designación del órgano de administración encargado de ejecutar la decisión asamblearia, por cuanto ninguna disposición legal así lo indica y el cumplimiento de las resoluciones adoptadas en asamblea o reunión de socios le incumbe al órgano administrador, independientemente que esté inscripto o no. Con relación a éste último punto, la Inspección General de Justicia de la Nación requiere la inscripción de los administradores que efectúan la rogatoria de la registración de cualquier acto societario, sin que ello implique una exigencia del tracto registral, sino la verificación, en dicha oportunidad, del cumplimiento del art. 60 de la ley de sociedades. Es recomendable que todas las sociedades cumplan en tiempo con la registración dispuesta por el artículo 60 de la ley de sociedades, atento que los efectos y la oponibilidad que surge de esta anotación delimitan el ámbito de la responsabilidad atribuida por el ejercicio del cargo, evitando consecuencias disvaliosas y perjuicios a los involucrados. SUBTEMA “B”: La registración de la disolución societaria. Efectos. Casos que no requieren la inscripción. Liquidadores. Carácter de su inscripción. Efectos. Legitimación contractual y procesal. La calificación notarial. La inscripción dispuesta en el art. 98 de la ley de sociedades comerciales es declarativa, dado que no es un elemento integrativo de la disolución. La omisión no afecta la operatividad de la liquidación, aunque sea inoponible a los terceros de buena fe, es decir a aquellos que la ignoraban al momento de contratar con la sociedad. La disolución societaria por expiración del término por el cual se constituyó (art. 94, inc. 2, LSC) no necesita ser inscripta para su oponibilidad a terceros, siendo suficiente la publicidad originaria del plazo de duración de la sociedad previsto en el contrato constitutivo (artículo 10 inciso 6 de la ley de sociedades comerciales). La registración del nombramiento del liquidador establecida en el artículo 102, 3º párrafo de la ley 19.550, surte efectos declarativos y se rige por la normativa aplicable a la inscripción de los administradores (artículo 60, LSC). La misma es innecesaria si el liquidador recibe su cargo de la ley y no por designación. Durante el iter extintivo, el liquidador representa a la sociedad y la obliga por todos los actos que realice, mientras no sean notoriamente extraños a la liquidación (arts. 58, 105 y 108, LSC). La sociedad, los socios y los terceros, sean éstos últimos particulares, registros u organismos estatales, no pueden prevalerse de la falta de inscripción de la disolución societaria o del liquidador para negarle a éste último legitimación suficiente en el ejercicio de su función. La adjudicación de los bienes, efectuada con motivo de la disolución de la sociedad no requiere que la disolución y el nombramiento del liquidador se encuentren inscriptos en el Registro Público de Comercio. Consecuentemente, los registros de bienes, no deben negar la inscripción de las transferencias, alegando la inoponibilidad de la designación de liquidador o el incumplimiento del tracto registral, por cuanto de manera alguna, la disolución del sujeto disponente agrega titularidad intermedia entre la que tiene y la de un nuevo titular registral artículo 101 de la Ley 19550- Doctrina del fallo “D`Alessio, Carlos Marcelo contra Registro de la Propiedad Inmueble 536 sobre Recurso” Cámara Nacional en lo Civil, Sala I, 22/04/2010. SUBTEMA “C”. La registración de sociedades constituidas por profesionales. Distinciones. Sociedades de medios y personalísimas. La legislación argentina, no contempla específicamente la sociedad de profesionales, salvo las referencias que sobre estas puedan contener las respectivas leyes regulatorias del ejercicio de cada una de las profesiones y la resolución general 7/2005 de la Inspección General de Justicia de la Nación, que en su artículo 56 no permite a los profesionales asociarse bajo la forma de sociedad comercial para el ejercicio de su actividad, excepto como sociedad de medios o instrumental, cumpliendo con los recaudos establecidos en dicha norma. Las sociedades de medios o instrumentales, son aquellas que tengan por objeto exclusivo organizar la estructura de la actividad profesional prestada personalmente por quienes disponen del título respectivo Debiera modificarse el criterio adoptado en el artículo 56 de la Resolución General 7/2005 de la Inspección General de Justicia de la Nación, aceptando que los requisitos establecidos para la constitución de las sociedades de medios o instrumentales se extiendan también a la constitución de sociedades o asociación bajo la forma de sociedad comercial, integradas solo por profesionales cuyo objeto sea la prestación de servicios que requieran título habilitante extendido a personas físicas, sin perjuicio de las limitaciones que surjan de las normas derivadas del ejercicio profesional. No deben considerarse como sociedades de profesionales aquellas que, aun integradas por estos, tengan un objeto organizado de modo empresario, tales como la explotación de sanatorios o constructoras, aunque ciertas actividades que las mismas realicen requieran titulo habilitante. La adopción de un tipo societario que limite la responsabilidad de los socios al capital o al aporte no excluye la responsabilidad personal, solidaria e ilimitada de los profesionales intervinientes por los actos propios de su incumbencia. Reserva del Escribano Salom al subtema “C”: Se propicia la sanción de una norma que permita la incorporación de socios no profesionales, en una proporción minoritaria, siempre que no se contraponga con las limitaciones que surjan de las normas derivadas del ejercicio profesional.