“2012 - Año de Homenaje al doctor D. MANUEL BELGRANO” Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas Descifran genoma de planta forrajera Un consorcio internacional de investigadores, entre los que se encuentra la argentina Ana Clara Pontaroli, logró secuenciar el ADN de la moha, uno de los cereales más usados como forraje y para biocombustibles Buenos Aires, 17 de mayo de 2012 – Científicos de Estados Unidos, Francia, China y Argentina participaron de la secuenciación del genoma de la Setaria italica, una especie forrajera cereal también conocida como moha de Hungría. La investigación, publicada el 13 de mayo en el prestigioso journal Nature Biotechnology, reunió a más de 30 investigadores de todo el mundo, entre los que se encontraba Ana Clara Pontaroli, investigadora asistente de CONICET y miembro del Grupo Trigo en la Estación Experimental Agropecuaria (EEA) INTA Balcarce. Setaria italica, la especie que se secuenció, tiene un genoma bastante pequeño, lo que la convierte en un modelo de estudio de la familia. “Hacer análisis genéticos o moleculares en especies más sencillas permite hacer extrapolaciones en especies emparentadas, porque las gramíneas comparten gran parte de su estructura a nivel genómico”, explica la especialista. Conocer la secuencia genética de Setaria italica permite proyectar investigaciones posteriores en mejora los cultivos. “Este grupo de gramíneas reúne algunos representantes muy importantes para la producción de biocombustibles”, explica Pontaroli. A partir de la mejora genética de estas especies, sería posible aumentar el rendimiento del cultivo para obtener mayores volúmenes de biocombustibles y de mejor calidad. Por otra parte, Setaria italica se usa como forraje para ganado. “Es una especie que se adapta muy bien como un cultivo de ciclo muy corto en el verano”, explica Jorge Omar Scheneiter, coordinador nacional del Área Estratégica de Forrajes y Pasturas de INTA. Una vez sembrada, la moha de Hungría tarda solo entre 60 y 80 días para estar en condiciones de ser usada como heno, lo que la convierte en una alternativa práctica y económica para cría de ganado y producción de carnes y leche. Según Scheneiter, en Argentina se siembran actualmente alrededor de 150 mil hectáreas al año de moha, especialmente en la provincia de Buenos Aires, sureste de Córdoba y Santa Fe. “2012 - Año de Homenaje al doctor D. MANUEL BELGRANO” A partir de esta investigación y la secuenciación de su genoma, la moha podría ser mejorada para aumentar su resistencia a sequías, suelos salinos o diferentes patologías. “Hacer plantas transgénicas es fácil en esta especie”, comenta Pontaroli. Los resultados obtenidos a partir de la transgénesis y mejora de Setaria italica podrían ser entonces trasladados a especies emparentadas, como el mijo perla, una especie muy utilizada en zonas áridas. Para Jack Dekker, biólogo especializado en malezas de la universidad estatal de Iowa, Estados Unidos, este tipo de estudios el desafío radica en “aprovechar estos fenotipos ‘salvajes’ en programa de mejoramientos tradicionales para volverlos más robustos y resilientes”. Según Pontaroli, la importancia de este estudio está también relacionada con el potencial de las gramíneas, entre las que se incluyen el trigo, cebada, maíz, arroz, sorgo, caña de azúcar y especies forrajeras y las perspectivas de mejoramiento. “Conociendo el genoma de varias especies uno puede hacer un ‘puente’ de información entre una especie y otra”, concluye. Acerca del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas Con más de 50 años de existencia, el CONICET trabaja junto al Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva de la Nación en la transferencia de conocimientos y de tecnología a los diferentes actores que componen la sociedad y que se expresan en ella. Su presencia nacional se materializa en: Presupuesto: con un crecimiento de 9 veces para el período 2003 - 2012, pasó de $ 236.000.000 a $ 2.085.000.000. Obras: el plan de infraestructura contempla la construcción de 88 mil m2 con una inversión de $ 315.000.000. De las 54 obras proyectadas, 30 ya están finalizadas. Los aportes provienen de fondos CONICET y del Plan Federal de Infraestructura I y II del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva. Crecimiento: en poco más de 5 años se duplicó el número de investigadores y cuadruplicó el de becarios, con una marcada mejoría de los estipendios de las becas y los niveles salariales del personal científico y técnico, en sus diferentes categorías. Carrera de Investigador: actualmente cuenta con 6.939 investigadores, donde el 49% son mujeres y el 51% hombres. Este crecimiento favoreció el retorno de científicos argentinos radicados en el exterior. Becas: se pasó de 4.713 becarios, en 2006, a 8.801 en 2011. El 80% del Programa de Formación se destina a financiar becas de postgrado para la obtención de doctorados en todas las disciplinas. El 20% restante a fortalecer la capacidad de investigación de jóvenes doctores con becas post-doctorales, que experimentó un crecimiento del 500% en la última década. Para más información de prensa comuníquese con: [email protected] (+ 54 11) 5983-1214/16