“Existió un plan sistemático de tortura, eliminación y desaparición

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“Existió un plan sistemático de tortura,
eliminación y desaparición de víctimas”
http://tiempo.infonews.com/2013/06/03/argentina-103075-existio-un-plan-sistematico-de-torturaeliminacion-y-desaparicion-de-victimas.php
dilluns 3 de juny de 2013
03.06.2013 | Exclusivo: Tiempo reproduce lo declarado por Baltasar Garzón a
la jueza Servini de Cubría en la causa que investiga 114 mil crímenes del
franquismo
Para el juez, deben catalogarse como “crímenes de lesa
humanidad”. La querella intentará tomar testimonios desde
Madrid por videoconferencia. Habían sido suspendidos hace
dos semanas por presiones del gobierno español.
Por:
Daniel Enzetti
La única causa abierta en el mundo sobre los crímenes del franquismo, que
incluye denuncias por 114 mil desapariciones y asesinatos y 30 mil bebés
sustraídos a los que se les cambió la identidad ni bien estalló la Guerra Civil,
dio un vuelco a favor de sus víctimas hace pocos días, cuando el juez español
Baltasar Garzón declaró ante su par argentina María Servini de Cubría, que
orienta el proceso. Garzón no sólo reconoció “la existencia de un plan
sistemático de eliminación, secuestro, desaparición, ejecuciones extrajudiciales
y robo de niños”, sino que además presentó documentación que muestra a la
dictadura de Francisco Franco como ejecutora de una “política de eliminación,
tortura y desaparición de miles de víctimas”. Para el magistrado, suspendido en
España por querer investigar lo mismo que hoy intenta Servini desde aquí, no
hay duda de que los delitos deben catalogarse como “crímenes de lesa
humanidad”.
El testimonio duró dos horas y se llevó a cabo en el despacho de la jueza,
delante de los doctores Máximo Castex, Ricardo Huñis y Beinusz Szmukler,
representantes de las familias denunciantes. En su declaración, a la que
Tiempo Argentino accedió en forma exclusiva, Garzón comenzó recordando la
vez que intentó llevar al franquismo a juicio, iniciativa que le valió haber sido
apartado por la Corte española: “La causa se inició en diciembre de 2006”,
fecha a partir de la cual “fueron incorporándose diferentes denuncias y
querellas de múltiples víctimas, organizaciones de víctimas y organismos de
Derechos Humanos. Con carácter general, los hechos denunciados se referían
a la represión iniciada y desarrollada por el régimen franquista y las
autoridades civiles y militares que lo representaban. La fecha inicial se extendía
desde 1936 en adelante, ya que había hechos que se produjeron en las
décadas siguientes, durante la dictadura franquista”. Y agregó que esas
denuncias se referían “a la ejecución sistemática de crímenes contra la vida,
desaparición forzada de personas, ejecuciones extrajudiciales, ataques contra
bienes” y “sustracción de menores de edad”.
También explicó que los delitos analizados entraban en la consideración de
“crímenes de lesa humanidad” y “delitos permanentes”. Y que su trabajo
pretendió extenderse a “los niños robados del franquismo, y que se concreta en
la cifra de 30 mil menores de edad, que a partir de 1936 fueron sustraídos a
sus familias de origen por el mero hecho de ser republicanos, y por considerar
que las mismas no eran adecuadas para educar a estos niños en el nuevo
régimen iniciado por el franquismo”.
“La investigación debería haber continuado –dijo–, cosa que al día de hoy ya
no es posible” por una decisión del “Tribunal Supremo en el mes de marzo de
2012. A partir de ese momento, y partiendo del contenido de esa resolución, en
España no hay posibilidad alguna de investigar dichos crímenes”.
En Argentina sí. Salvo la que tramita en el juzgado de Servini, no hay otra
querella que investigue a la dictadura franquista en todo el mundo. Que
además de sustentarse en aquellos intentos de Garzón, toma como base una
denuncia realizada por Darío Rivas, residente en Argentina, y cuyo padre fue
fusilado por la falange española en los años treinta. El magistrado reconoció
que “la única instancia judicial en el mundo que está investigando estos
crímenes de naturaleza internacional es este juzgado (por el argentino)”. Y
explicó lo ocurrido con la Ley de Amnistía española de 1977: “Si bien no
mencionaba los crímenes de genocidio, lesa humanidad u otros de naturaleza
internacional, se ha aplicado indefectiblemente a todos, por lo que la impunidad
respecto de
las acciones presuntamente cometidas o imputadas a los actores del régimen
franquista ha sido y sigue siendo total.”
Hace dos semanas, Servini había dispuesto que varios familiares de víctimas
declararan desde Madrid por videoconferencia, pero las presiones del gobierno
de Mariano Rajoy lo impidieron. La querella por ahora apunta a nueve
acusados, entre los que figura José Utrera Molina, reconocido ultramontano
franquista de 86 años, suegro del actual ministro de Justicia de Rajoy, Alberto
Ruiz Gallardón.
Utrera Molina está imputado por haber integrado el gobierno que sentenció a
muerte a Salvador Puig Antich, ejecutado mediante garrote vil el 2 de marzo de
1974. Antich militaba en el Movimiento Ibérico de Liberación (MIL) junto a otros
jóvenes anarquistas, y después de su detención, fue acusado supuestamente
por haber matado al subinspector Francisco Anguas Barragán, sin pruebas, y
en un juicio sumarísimo armado por los genocidas. Molina estampó su firma en
la orden de ejecución, para que un verdugo ajustara el cuello de Salvador con
un collar de hierro hasta destrozarle la garganta.
La causa, además, tiene en la mira a Rodolfo Martín Villa, Fernando Suárez
González, Rafael Gómez Chaparro Aguado, Jesús Cejas Mohedano, Juan
Antonio González Pacheco, José Ignacio Giralte González, Celso Galván
Abascal y Jesús Muñecas Aguilar. El requerimiento incluye que sean detenidos
por Interpol y luego extraditados a la Argentina.
El caso Adolfo Scilingo. Garzón declaró ante Servini que “la existencia del plan
sistemático de eliminación, secuestro, desaparición, ejecuciones extrajudiciales
y robo de niños, entre otros, tiene constancia documental en diversos
documentos y manifiestos del general Franco, Queipo de Llano, Mora y otros,
antes, durante y después de la Guerra Civil española”. Y que “el propio
desarrollo de los hechos demostró la sistematicidad de la política de
eliminación, tortura y desaparición de miles de víctimas, como requisito
indispensable para la catalogación de los crímenes como de lesa humanidad.
La calificación de los mismos en el contexto de crímenes contra la humanidad
que yo acogí en mi auto del 16 de octubre de 2008 se basó en la propia
doctrina del Tribunal Supremo Español contenida en la sentencia por la que se
condenó a 1048 años de prisión al ciudadano argentino Adolfo Scilingo por
crímenes de esa naturaleza, cometidos en la Escuela de Mecánica de la
Armada entre 1976 y 1983, período de la dictadura argentina, y que había sido
objeto de investigación por mí mismo y de sentencia por la Sala Penal de la
Audiencia Nacional”.
El magistrado dijo no entender cómo su país no investiga estos crímenes a
pesar de manifestaciones realizadas por el Tribunal europeo de Derechos
Humanos para que sí lo haga. Y de la existencia del “Pacto Internacional de
Derechos Civiles, Políticos y Sociales” y de la “Convención contra la Tortura de
1984, ratificada por España en noviembre de 1987”. «
Niños robados
30 mil
La cifra de niños robados por el franquismo es de 30 mil menores de edad, que
a partir de 1936 fueron sustraídos a sus familias de origen por el mero hecho
de ser republicanas, destacó el juez español.
Publicat per Jordi Grau a 20.57
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