El Aula Interactiva y Comunidades de Práctica Corey Brady En el último anuncio de Texas Instruments, Olga Vargas nos escribió sobre “Haciendo Comunidad” – específicamente del fenómeno de comunidades de práctica en el ámbito de la educación, y la historia del trabajo de Texas Instruments en esta área, a nivel mundial. En este artículo, espero que me permitan hablar en un tema que veo muy relacionado: el Aula Interactiva. Explicaré la relación que veo, respondiendo a las preguntas, “¿Qué tiene que ver una comunidad de maestros en un Simposio, con la comunidad de aprendizaje que quiero fomentar en mi salón de clase?” O, es decir, “¿Por qué ir a un Simposio Internacional si mi objetivo es sencillamente fomentar un aula interactiva en mi propio salón de clase?” Mis respuestas son personales, pero espero que tengan una resonancia con sus pensamientos. Estas preguntas tienen razón e importancia: es bastante trabajoso hacer una comunidad y los maestros no suelen tener mucho tiempo libre para proyectos nuevos. Si van a invertir el tiempo en participar en una comunidad, deben asegurarse que el resultado será útil para su trabajo diario. Una idea clave es que podemos lograr cosas juntos que no podemos hacer solos. Desde mis primeros días diseñando el sistema TI-Navigator, he estado aprendiendo el significado de esta frase en varios contextos—en el aula, en el salón de maestros, en un equipo de desarrolladores de software, y en una comunidad de práctica. Por todos lados, vemos que un grupo de personas que participan en un proyecto común, con actitudes de lealtad y confianza hacia el grupo pueden hacer cosas maravillosas. De mi propia historia, puedo decir que el trabajo en grupo que produjo el software del sistema TI-Navigator fue uno de las mejores experiencias de toda mi vida laboral. Fue un equipo con talentos diversos, intentando superar dificultades de todos tipos sin saber que sería posible hacerlo. Salimos del proyecto con una experiencia que cambió nuestra perspectiva hacia los próximos retos. De hecho, esta experiencia tiene mucho en común con la experiencia de una clase, una escuela, o una comunidad exitosa. Por ejemplo, pienso en la escuela Juana Pavón en Veracruz, donde las maestras han tomado control del proyecto de mejorar su propia práctica didáctica. Cuando estaba visitando esta escuela, vi que todas estaban listas dar apoyo al resto; aunque hacer cambios en la práctica no es fácil, lo están logrando-- juntos. Otro gran ejemplo es la Escuela Técnica 41 de la Ciudad Juárez, en la cuál los maestros, los estudiantes, los directivos, y los padres de familia se han unido con el objetivo de mejorar su situación en todos los sentidos. Después de dos años trabajando, se nota allí un ambiente alegre y optimista. Esta comunidad está comunicando su historia en forma de un blog, en http://alumnosmejorandosuescuela.blogspot.com/ Con éxitos de este tipo, los jóvenes aprenden desarrollar una confianza en sí mismos, y en el apoyo de su comunidad del aula. Esto les servirá no solamente en sus vidas académicas sino también en sus vidas particulares fuera del ámbito de la escuela. Como seres humanos somos viajeros frágiles, pero podemos encontrar una fuerza grandísima en nuestros compañeros de viaje. Por esto, creo que el participar en una comunidad y el convivir con otros compañeros en el gran trabajo de educar a los líderes del futuro, tiene su valor y su recompensa. Aún mejor si esta participación comunitaria nos da un apoyo concreto en este trabajo. Siguiendo este hilo, otra idea clave es que en el Simposio de Texas Instruments, los maestros que presentaron intercambiaron ideas muy arraigadas en la práctica. Como hablan directamente de sus experiencias en el aula, el asistente pudo visualizar posibilidades concretas para su propio uso de la tecnología. Esto abre la puerta de comunicación a un nivel muy útil y práctico. Conociendo a varios de los ponentes, vi que entre el grupo de ponencias y talleres, había una visión común: de esta misma “aula activa” o “aula interactiva.” Una base de esta visión del aula es un conjunto de creencias alrededor del proceso de enseñanza-aprendizaje. Por ejemplo, que es un proceso de otorgamiento de poderes y de competencias. Entonces, para tener un ‘aula activa,’ no es suficiente que los estudiantes hagan cosas con sus manos. Si bastase con esto, sería suficiente convertir el aula en una fábrica, en que los alumnos sí estén ‘activos’ pero sin saber el porqué de esta actividad y sin ser dueños de su propio trabajo de aprender. En cambio, la visión que vi entre los ponentes del simposio tiene su enfoque en el significado que los alumnos dan a sus propias acciones. Un ejemplo es la práctica de un grupo de maestros de Ciudad Madero, encabezado por Socorro Valero, Alejandro del Castillo, y Lupita Barba. Este grupo está unido bajo de una visión compartida de la enseñanza de las matemáticas de cambio y variación a través de experiencias concretas y corporales. Por ejemplo desarrollan un profundo entendimiento de funciones y la idea de covariación por medio de ejercicios con sensores de movimiento en los cuáles los estudiantes crean gráficos con sus propios cuerpos. Todo su proyecto tiene un respaldo fuerte en la investigación educativa y las teorías de Kaput y de Tall, pero su realización ha sido (y sigue siendo) un trabajo en el mismo mundo real en que trabajan todos los otros maestros del sistema de educación pública en México. Han tenido que superar obstáculos institucionales y económicos, además de los retos pedagógicos de implementar un nuevo método de enseñanza. Pero esta lucha ha resultado en un grupo muy unido, con objetivos claros. Así, con su base en la práctica y en una visión compartida del aula interactiva, los ponentes del Simposio sí pueden ayudar concretamente con el trabajo diario del maestro. Además, las comunidades de práctica que están creciendo del Simposio, tienen precisamente el objetivo de dar apoyo a maestros que están realizando esta visión del proceso de enseñanza-aprendizaje en el aula. En este sentido, podemos participar en la creación de un nuevo “NOSOTROS” que está formándose, que cree en este modelo de la enseñanza, y que tiene ganas de fomentar su realización por todas partes de Latinoamérica. Por mi propia parte, encontrar y conocer este “nosotros” fue el motivo principal de asistir. Ya vemos que este “nosotros” está creciendo. Esto me emociona mucho, porque con el tamaño crece también su diversidad y su capacidad de nutrir e ir desarrollando la visión. Porque crecer no es solamente aumentar sus números. Como cada cosa viviente, esta comunidad cambia creciendo y crece cambiando. Cierro con un anuncio: este año introducimos otros apoyos de las comunidades de práctica. El sitio web de Texas Instruments sigue siendo un recurso riquísimo y una fuente de materiales e información. Pero lanzamos también un sitio web completamente dedicado a la comunicación entre el grupo de maestro-usuarios. Se encuentra el nuevo sitio en la dirección: http://www.aulainteractiva.org. ¡Les invitamos visitarlo!