CAPÍTULO I LA SOCIABILIDAD NATURAL DEL HOMBRE 1.1

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CAPÍTULO I
LA SOCIABILIDAD NATURAL DEL HOMBRE
1.1. Estudios sobre la Sociabilidad Natural del Hombre
Desde el comienzo de las ciencias sociales en el siglo XIX, las relaciones del
hombre con la sociedad han sido un punto crucial de análisis.
Para intentar entrar en la maraña de relaciones siempre existente entre el
hombre y la sociedad, parece adecuado partir de la distinción de razón entre
dos procesos que en la realidad se dan simultáneamente la producción del
hombre por la sociedad y la de la sociedad por el hombre el proceso de
socialización y el de objetivación social.
Al entender a la socialización como un proceso por el que el individuo se
hace miembro funcional de una comunidad, adquiriendo la cultura que le es
propia.1 Estamos manifestando nuestra insistencia en considerar el peso que
tiene la sociedad como un todo en el proceso de formación y crecimiento del
individuo.
De esta manera, nos ponemos en una perspectiva típicamente sociológica,
pues como indicaba hace ya muchos años Comte, considerado comúnmente
como el padre de la Sociología, al plantear el quehacer sociológico: "es
necesario explicar al hombre por la humanidad y no a la humanidad por el
hombre"2. Y muy recientemente, el sociólogo norteamericano Baldridge,
afirmaba "es la sociedad la que crea al individuo y no éste el que crea a la
sociedad. Claro que toda sociedad es un conjunto de individuos, pero las
personas tienen poco poder para cambiar su sociedad. Sin embargo la
sociedad posee un gran poder sobre los individuos, conforma y moldea a la
vez que crea sus personalidades"3.
En un análisis detenido del concepto de socialización se sugieren siempre
tres aspectos importantes:
1. La adquisición de la cultura (de los conocimientos, de los modelos, de los
valores y símbolos).
2. La integración de la cultura en la personalidad, hasta el punto de no sentir
el actor el peso del control social.
3. La adaptación al entorno social (se pertenece a una comunidad a nivel
biológico, afectivo y de pensamiento).
1 Lucas Marín, Antonio. Introducción a la Sociología. Pamplona, EUNSA, 1982. p.82.
2 Piaget, J. Estudios sociológicos. Barcelona, Ariel, 1977. p.31.
3 Balbridge, J. Sociología. México D. F., Limusa, 1977. p.175.
9
De esta forma vamos acercándonos a la socialización "como el proceso por
cuyo medio la persona humana aprende e interioriza, en el transcurso de su
vida, los elementos socioculturales de su medio ambiente, los integra en la
estructura de su personalidad, bajo la influencia de experiencias y de agentes
sociales significativos, y se adapta al entorno social en cuyo seno debe
servir"4.
Por otra parte, se ha intentado diferenciar en la socialización dos
mecanismos principales: el aprendizaje y la interiorización del otro y de la
realidad. El aprendizaje consiste en la adquisición de reflejos, de hábitos, de
actitudes, etc., que se inscribe en el organismo y en la psique de la persona y
orienta su conducta. El aprendizaje sería, pues, el aspecto más superficial de
la socialización, que se realiza a través de cuatro procedimientos: la
repetición, la imitación, la aplicación de recompensas y castigos, y los
ensayos y errores5. Estamos, pues, ante procedimientos que pueden
utilizarse tanto para adiestrar a animales como a hombres. Al hablar de
aprendizaje siempre se ha intentado discernir entre lo que pone la biología
(herencia) y el ambiente (medio social), llegándose en la actualidad a admitir
que se deben "tener en cuenta ambos elementos y su constante
interacción"6.
El segundo mecanismo de socialización sería la interiorización o
internalización de la realidad, es decir, "la aprensión o interpretación
inmediata de un acontecimiento objetivo, en cuanto expresa significado, o
sea, en cuanto es una manifestación de los procesos subjetivos de otro que
en consecuencia, se vuelven subjetivamente significativos para mi"7.
Estamos con la diferenciación entre aprendizaje e internalización, intentando
distinguir la posibilidad de un tipo de socialización más general de otra que
sería profunda y que se podría atribuir propiamente sólo al hombre. En la
realidad humana ambos mecanismos se complementan, es más, nos
recuerda Rocher: el aprendizaje mucho más largo y complejo en el niño que
en cualquier otro animal, viene forzado por las diferentes formas de
interiorización del otro animal, viene forzado por las diferentes formas de
interiorización del otro, mentales y afectivas, de las que el hombre es capaz,
gracias en particular a su mayor riqueza emotiva y sobre todo a su aptitud
para manipular simbólicamente las realidades 8.
1.2. Teorías sobre el Proceso de Socialización
Hablaremos de cuatro escuelas concretas, como corrientes principales de
pensamiento que nos ha señalado por dónde ha ido la investigación en las
ciencias de la conducta acerca del proceso de socialización, mediante el que
opera la interacción social en el desarrollo de la personalidad del individuo.
Estos movimientos, a los que vamos a referirnos muy sintéticamente son: el
interaccionismo simbólico, el movimiento psicoanalítico, la escuela
conductista y la teoría de los modelos.
4
5
6
7
8
Rocher, G. Introducción a la Sociología. Barcelona, Herder, 1980. p.133.
Ibidem p.141.
Ibidem p.143.
Berger, P.; Luckman Th., La construcción social de la realidad. Buenos Aires, Amorrortu, 1968. p.164.
Rocher, G, op. cit. p.150.
10
El interaccionismo simbólico: Cooley, Mead y Piaget
Insiste en el carácter social del hombre y considera la interacción social como
fuente principal de la personalidad humana. Para ellos el individuo adquiere
funcionalidad en la sociedad mediante la interacción social, sobre todo por el
lenguaje que es la fuente primordial de la personalidad humana: el niño se
hace humano mediante el lenguaje.
Los principales representantes de esta escuela son Cooley (1864-1929),
Mead (1863-1931) y Piaget (1896-1985). Sus conceptos claves: símbolo, el
yo reflejado, el otro significante, grupo de referencia y desempeño de
papeles.
COOLEY. El sociólogo norteamericano Cooley observó el comportamiento de
sus hijos y los de sus amigos y llegó a la conclusión de que todo individuo
aprende a juzgarse a sí mismo en base al modo en que los demás lo juzgan.
De manera que el concepto de sí mismo es un "yo reflejado". También aportó
la idea de los grupos primarios con interacción cara a cara y afectiva, que
diferencia de los secundarios y de los grupos de referencia. Para Cooley el
concepto de sí mismo es social, al igual que la incipiente conciencia moral.
De esta manera se considera la identidad como transferida socialmente9.
MEAD. Las aportaciones de Mead, psicólogo social norteamericano, se
apoyan fundamentalmente en cuatro ideas:
1. La consideración de que el sí mismo tiene un carácter social.
2. La visión de que el niño se relaciona progresivamente con los demás
mediante símbolos (signos con un contenido subjetivo añadido), sobre todo
el lenguaje.
3. Hace, además, Mead un análisis del sí mismo (self) distinguiendo: en
primer lugar, el yo, (I) parte espontánea, activa e independiente, y el mí
(my), conformado por la sociedad, sobre todo en la infancia.
4. Finalmente, para Mead son fundamentales las conversaciones internas del
niño que le permiten desempeñar los papeles prescritos, que empiezan a
poner en práctica inicialmente en los juegos (representando el papel de otra
persona: jugar a ser papá o a ser mamá) y posteriormente en el deporte
(donde deben considerarse simultáneamente varios papeles). En estas dos
etapas el niño aprende los papeles prescritos, tomando la actitud del otro.
De esta manera, en la experiencia del niño, el "propio yo" y "la sociedad"
son las dos caras de la misma moneda. Es decir, el niño descubre quién es
cuando descubre lo que es la sociedad, y por otra parte, empieza
asumiendo los papeles de "las demás personas significativas", para
posteriormente abstraer a las "demás personas de la sociedad"10.
PIAGET. Considera que hay tres etapas básicas en el proceso de
socialización del niño. El egocentrismo inicial, caracterizado por la confusión,
el alogismo y la primacía de la afectividad sobre la objetividad; al niño sólo le
importa en este primer momento lo propio. Una segunda fase es la imitación y
adaptación a los adultos, se inician realmente las relaciones sociales, se
interioriza la lógica y moral colectiva incondicionalmente, aceptando todo
pasivamente. La tercera etapa, de cooperación,
9 Balbridge, J., op. cit. p.127.
10 Berger, P. y B., Sociology: a biographical approach [London, Penguin, 1979]. pp. 140-143.
11
es una nueva forma de relación social, con compañeros de la misma edad,
formándose la razón individual y la conciencia social.
Vemos, pues, cómo para Piaget, Mead y Cooley, el progreso del lenguaje y de
la función simbólica son básicos en el proceso de socialización, pues son los
fundamentos de la comunicación. Este aspecto se ha transmitido a la
pedagogía, considerándose siempre como graves los problemas de los niños
que afectan al lenguaje, aunque aparentemente sean de poca importancia
como la dislexia.
El movimiento psicoanalítico
La segunda escuela estudiada está formada por Freud y sus discípulos. Se
caracteriza por añadir un enfoque biológico al desarrollo de la personalidad
humana, esclareciendo los fundamentos afectivos de la conducta del hombre
y sus relaciones sociales. Para Freud las fuerzas básicas impulsoras son
heredadas, aunque tienen también importancia los factores externos, en
especial las primeras influencias familiares.
Lo que nos interesa recordar aquí de las tesis freudianas es su concepción de
las provincias del psiquismo o partes de la personalidad humana:
- En primer lugar tenemos el id (ello): fuente inagotable, oculta de la
personalidad; fuerza biológica primitiva impulsada por urgencias libidinales e
impulsos violentos. El niño ama a sus padres o los odia, tiene en su
personalidad aspectos agresivos, instintivos y antisociales.
− En segundo lugar está el ego (yo), que se desarrolla en el proceso de
socialización. Es el elemento calculador, pensante y racional, que controla y
encauza los impulsos básicos del id. El papel del ego es sobre todo de
mediador.
− Finalmente está el superego, que regula tanto el id como al ego y actúa
como conciencia que define el buen o mal comportamiento. Se aprende
mediante la socialización, es la conciencia de cada uno.
Para Freud, las relaciones del niño con su padre son fundamentalmente
afectivas, recalcando su raíz sexual, "libidinal", con lo que los procesos de
identificación y rechazo tienen una gran fuerza en su carácter ambivalente.
Hay, además, una capacidad de "transferencia" o transmisión a otros objetos,
personas o roles de los sentimientos primitivamente fijados.
Teorías conductistas
Es una corriente eminentemente sociológica, que subraya el papel de las
recompensas y castigos en el proceso de socialización. De forma que los
valores últimos de la sociedad, fines generalizados o motivos de interacción al
más alto nivel, se plasmarán de forma más inmediata en unas normas de
conducta (normas sociales, leyes, usos, costumbres)11
Teorías de los modelos
Para esta corriente, básicamente psicológica, gran parte de la socialización se realiza
mediante la imitación de modelos. El punto de partida es la gran capacidad del
11 Ajuriaguerra, J. Manual de psiquiatría infantil. Barcelona, Toray- Masson, 1972. pp.28 - 32.
12
hombre para la imitación y para conseguir de esta manera conductas más
adaptables al medio que le rodea. El problema está en tener a mano unos
modelos adecuados.
Como resumen de lo dicho, podemos afirmar que las distintas teorías
revisadas sobre la socialización interaccionista, freudiana, conductista y de
los modelos- aportan interpretaciones diferentes. Pero hay importantes
coincidencias en los siguientes puntos:
1. La interacción social es el elemento básico de la creación de la
personalidad, quedando la herencia biológica en un plano muy secundario.
2. La familia es un eslabón decisivo en el proceso de socialización.
3. Los papeles sociales son el enlace clave entre el individuo y la sociedad.
Para que exista el proceso es necesario una condición previa, la existencia de
un medio físico elemental mínimo que haga posible la vida, y dos condiciones:
herencia y existencia de una cultura.
La socialización no se da más que en unos individuos que han recibido unas
cualidades cromosomáticas concretas de sus progenitores, que incluyen un
limitado repertorio de instintos y una gran capacidad de aprendizaje. Son
numerosas las experiencias intentadas en la socialización de animales, y han
quedado claro en ellas los límites que la misma biología impone, incluso en
esta socialización más burda que es el aprendizaje.
La segunda condición para que exista socialización es que haya interacción
con otros individuos, que formen un grupo y que tengan una cultura. La falta
de interacción social en individuos con la capacidad biológica suficiente da
lugar a que aparezcan seres a los que con dificultad puede reconocérseles la
naturaleza humana (casos de salvajismo) 12.
Características de la socialización
La socialización se inicia con el nacimiento y durará hasta la muerte, es decir,
todos estamos siendo continuamente socializados. Pero este proceso tiene
especial importancia en las etapas iniciales descritas, porque es el momento
en que se da la interiorización valorativa, como vimos, e incluso la
imaginativa.
Es necesario tener en cuenta que este proceso se lleva a cabo mediante la
recepción de modelos que se nos imponen frecuentemente como absolutos.
Hay razones para pensar que si esto no fuera así el niño estaría perturbado y
la socialización no tendría lugar. En cualquier caso, vale la pena insistir en el
gran poder que tienen los adultos y los modelos que nos dan, por su situación
privilegiada en la recepción y por la ignorancia que tiene el niño de otros
modelos alternativos. Quizás con el tiempo se plantee el individuo dudas
sobre el carácter absoluto de algunos de los modelos que ha recibido.
También se caracteriza el proceso de socialización porque nos permite, a la
vez que nos impone, una disciplina y unos controles, una expansión y un
desarrollo en un mundo que nos pertenece. Ciertamente, hay un
constreñimiento en unas pocas opciones, que nos hace posiblemente dar el
salto en una dirección marcada por la sociedad. Nos transforma las grandes
sorpresas en rutina. Nos da los modelos de nuestra actuación, los
senderos en que debemos movemos. Se facilita así la utilización
12 Ogburn, W. Nimkoff, M., Sociología. Madrid, Aguilar, 1955. p.28.
13
de la experiencia social acumulada, lo que nos permite con más seguridad
llegar a la meta, aunque con frecuencia impide coger otros senderos
alternativos, que un día descubriremos como igualmente posibles.
Es necesario tener presente en la socialización que el elemento básico es la
comunicación, es el lenguaje. Por eso tienen tanta importancia los problemas
de lenguaje en los niños, porque impiden el proceso o lo dificultan. En
cualquier caso, es por medio de la comunicación simbólica como el mundo se
hace nuestro mundo.
Finalmente, la socialización está siempre unida de forma directa al sistema de
premios y castigos. Y conectado a través de ellos con el sistema normativo,
que refleja a su vez los valores distintivos de la sociedad. Si la sociedad tiene
como valor la limpieza y el aseo, por ejemplo, habrá unas normas de todo tipo
muy claras con el objetivo de lograr ese fin; y esto se concretará en unos
premios a los que las cumplan y castigos a los transgresores.13
Por supuesto que la re-socialización, al igual que la misma socialización,
puede ser primaria y secundaria; será primaria en la medida que se intente
afectar a factores básicos de la personalidad o la identidad, y secundaria
cuando va dirigida a los sub-mundos institucionales.
Medios de socialización
Para conseguir la integración del individuo en la sociedad, para que cumpla
los papeles prescritos (sus roles), la sociedad utiliza todos los medios que
tiene a su alcance. Normalmente los medios están institucionalizados, de
manera que el camino a seguir es fácil y está perfectamente definido.
Suele considerarse tradicionalmente que existen cinco tipos de colaboradores
básicos en el proceso de socialización: la familia, otros grupos primarios, la
escuela, los grupos de referencia y los medios de comunicación social.
La familia es la institución socializadora por excelencia, a pesar del momento
crítico en que se encuentra esta institución, de pérdida de funciones y de
tendencia a unas formas poco estables (neolocal, nuclear, igualitaria y con
base en el enamoramiento). De todas maneras, ha conservado casi el
monopolio de la primera socialización, sirviendo de modelo a otras
instituciones que quieren hacerle sombra; pues siempre que se desea hacer
procesos socializadores internos y duraderos se acude a formas familiares.
Por otra parte, la familia moderna, aún dentro de su supuesta crisis, está
acentuando su función de ser recurso último de la afectividad y de la vida
privada. Mediante el afecto consigue dar a los individuos el ambiente donde
son capaces de tomar las grandes ataduras, indispensables para que
realmente exista la libertad.
Otros grupos primarios como la pandilla de amigos o los grupos informales de
trabajo, intervienen también con una gran fuerza en el proceso de
socialización. La escuela, la universidad y, en general los centros educativos
están orientados básicamente a la segunda socialización. Son un componente
básico de las sociedades modernas, que exigen un alto grado de
especialización y manejo simbólico. En buena parte suponen el primer
encuentro personal con situaciones en que prima la racionalidad sobre la
afectividad. Se nos ha recordado que dan lugar a un primer contacto con la
formalidad de la burocracia, de ahí viene con frecuencia el trauma inicial del
niño al ir al colegio. Por otra parte, conforme estas instituciones se enfocan
13 Smelser, N. Sociología. Madrid, Euramérica, 1974. pp.32 -35.
14
hacia personas más adultas, se dirigen a parcelas más especializadas de la
personalidad.
Los "grupos de referencia" son también agentes socializadores, de la misma
manera e incluso con más intensidad que los de pertenencia. Los medios de
comunicación social son, finalmente, los grandes manipuladores de la
sociedad moderna14 .
1.3. Vida en Grupos
La Naturaleza de los Grupos
Los estudiosos han definido de muy distintas formas el término "grupo".
Algunas definiciones exigen que la colectividad tenga una estructura
organizacional con estándares de conducta aceptados (normas), roles
establecidos, etc. antes de que pueda decirse que un grupo existe. Otros
sugieren que deben existir metas en común, o que los miembros perciban que
ellos constituyen un grupo.
Los miembros de los grupos son dependientes entre sí hasta cierto punto, y
deben, por ello, interreaccionar entre sí. Por ende, un grupo es un conjunto de
personas (dos o más) que interactúan entre sí de modo que cada persona
recibe la influencia de cada una de las otras personas y a su vez, ejerce
influencia en todas ellas15.
Las motivaciones de los individuos son importantes para la formación de
grupos y pueden determinar si una persona dada se une a un grupo después
de que éste ha sido formado; los miembros de un grupo pueden percibir que
ellos constituyen un grupo; las interacciones entre los miembros de un grupo
pueden conducir hacia una estructura organizacional (el establecimiento de
normas, "status" y roles): y las metas del grupo suelen surgir antes del
establecimiento del grupo o a lo largo de la interacción del mismo. Puede
faltar cualquiera de estos factores y el grupo seguir existiendo16
Por otra parte, los grupos sociales se caracterizan porque poseen
"personalidad grupal", carácter resultante del juego de dos fuerzas:
- Endógena: que determina la identificación vivencial intermiembros; y
- Exógena: que se manifiesta en el reconocimiento de parte de los demás, de
la pertenencia de tales individuos a X grupo.
No obstante lo dicho, es importante destacar que todos los conjuntos
humanos, tanto los grupos sociales como el conglomerado, tiene actividad
psíquica propia, independiente de los individuos que los constituyen. Es decir
que estos grupos humanos tienen una conciencia social diferente a la
conciencia de los individuos que los componen, y constituida por elementos
emocionales y volitivos propios, cuya dinámica explica la motivación de la
conducta grupal.
De otro lado, puede existir grupo social aunque no haya reunión física de sus
miembros, es decir que el grupo social subsiste aunque los individuos que lo
constituyen se hallen en lugares distintos. Tal sucede, por ejemplo, con los
miembros de un grupo familiar que viven en lugares diferentes y lejanos unos
de otros.
14. Berger P. op. cit. pp.75 - 76.
15. Shaw. M .E Group dynamics: the psychology of small group behavior, 3 ed. New York, Mc
Graw - Hill, 1981.
16. Fernández Collado, Carlos. Comunicación humana: Ciencia Social. p.71.
15
En definitiva, pues, lo fundamental en el grupo social no es la idea de
"grupo", en el sentido de conjunto, sino la idea de "social" en el sentido de
co-participación de valores y comunicación.
Finalmente debemos remarcar que la existencia de grupos sociales como
entidades organizadas y definidas es lo que permite la existencia de las
ciencias sociales, va que éstas-como dice Norbert Wiener- se basan en la
posibilidad de tratar un grupo social como una organización y no como un
simple agregado. La comunicación es el cohesionante que organiza, sólo
ella permite a un grupo ver y actuar conjuntamente.
Tipología de los Grupos
Los sociólogos y otros científicos sociales clasifican con frecuencia a los
grupos según diversos criterios. Por ejemplo, los grupos pueden ser
clasificados de acuerdo con sus características o propiedades, como el
número de miembros que lo integran (tamaño), grado de cohesión
(solidaridad), nivel de intimidad, etc. Cuando la orientación es ésta, los
grupos son comúnmente diferenciados en primario secundario, formal,
informal, grande -pequeño, temporal, a largo plazo, o en categorías
similares. Las clasificaciones más comunes son probablemente primariosecundario y formal-informall7.
- Según el grado de intimidad
De acuerdo al grado de intimidad de sus miembros los grupos sociales
pueden ser: primarios y secundarios.
Grupo primario: Es aquel cuyos miembros interaccionan directamente,
cara a cara, son conscientes de la existencia del grupo y de su pertenencia
a él; se hallan ligados por lazos emocionales, cálidos, íntimos y personales;
poseen una solidaridad inconsciente basada más en los sentimientos que
en el cálculo.
El mejor ejemplo del grupo primario es la familia, en ella el niño recoge los
primeros sentimientos y las primeras formas de conducta social que van a
constituir la base de su personalidad. También constituyen grupos
primarios, en diferente grado, ciertos grupos religiosos y políticos.
La denominación de estos grupos primarios, responde a los dos sentidos del
término: tanto porque aparecieron primero en el tiempo, cuanto por su
singular importancia. Cooley dice que los grupos primarios son "la cuna de
la naturaleza humana"18.
Cooley consideró fundamental la existencia en el proceso de incorporación
de individuos a la vida social de estos grupos pequeños, caracterizados por
su tamaño pequeño, con una proximidad física de los miembros, en habitual
relación cara a cara y también con una proximidad psicológica o afectiva.
A los grupos primarios los individuos pertenecen con toda su personalidad, en una
fusión con el conjunto que hace en buena parte desaparecer las características
personales. Hay una responsabilidad también total, facilitada por la importancia de
17. Ibidem. p. 72.
18. Flores Bao, Francisco. Relaciones Públicas. Lima, Editorial Imprenta Desa, 1981. pp.14 - 15.
16
los elementos afectivos que vinculan a las partes. Y tienden a ser
considerados más como un fin en sí mismo que como un medio para
conseguir algo19.
Grupo secundario: es aquel cuyos integrantes mantienen entre sí
relaciones impersonales o formales. El grupo en este caso no es un fin en sí
mismo, sino un medio para lograr otros fines. Las relaciones se establecen
más bien a través de comunicaciones indirectas y eventuales. Estos grupos
se caracterizan, además por el hecho de que en ellos no existe intimidad,
por lo cual el control que ejercen sobre el individuo es atenuado. A diferencia
de los grupos primarios, los secundarios no encauzan la personalidad de los
individuos conformantes, tal es así que cada uno de ellos puede pertenecer
simultáneamente a diversos grupos secundarios (club deportivo, asociación
de estudiantes, accionistas de una empresa, etc.) sin que su personalidad se
vea esencialmente condicionada por ninguno.
- Según su origen
Desde el punto de vista de su origen pueden encontrarse, siguiendo el
pensamiento de Termis, dos tipos fundamentales de grupos sociales: los
comunitarios y los societarios.
Grupo Comunitario: Es aquel cuya formación no depende de la voluntad de
los individuos que lo integran. Tal es el caso, por ejemplo, de la familia,
entendida como relación filial, es decir, como vinculación de hijos y padres.
Todo ser humano al nacer encuentra una célula familiar ya constituida, de tal
suerte que él no hace sino integrarse a ese grupo social preexistente. Lo
mismo podría decirse del grupo social constituido por los habitantes de una
aldea.
Grupo Societario: En cambio, es aquel cuya formación depende de un acto
de voluntad de los individuos que lo constituyen. Ejemplo, un grupo social
deportivo, un grupo artístico, un grupo político, etc. Jacques Maritain dice
que la comunidad es un producto del instinto y de la herencia en
circunstancias dadas y armazones históricas determinadas; la sociedad, por
el contrario, es una resultante de la razón y la fuerza moral.
- Según su magnitud
Desde el punto de vista de su magnitud los grupos se clasifican en: micro
grupos y macro grupos.
Los Micro Grupos: Son conjuntos humanos poco numerosos.
Convencionalmente se considera micro grupos a aquellos que no
sobrepasan los 25 miembros. En estas agrupaciones los individuos pueden
entrar en relación directa y recíproca sin intermediarios. La experiencia
demuestra que todo grupo que sobrepasa el límite señalado "sintoniza" con
dificultad y, casi siempre, desemboca en la formación de sub grupos.
Los Macro Grupos: Son conjuntos sociales muy numerosos. Con carácter
convencional se considera macro grupos a aquellos núcleos humanos que
sobrepasan los 25 miembros20.
19. Lucas Marín, Antonio. Razón y sociedad. Madrid, lberico Europea de Ediciones, S.A. 1992. p.45.
20. Flores Bao, Francisco. op. cit. p.16.
17
La Interacción
Los individuos, como expresa Mejía Valera, son, fundamentalmente, actores.
Ellos desempeñan siempre un quehacer. Cuando este quehacer se dirige a
objetos inanimados o a los animales, el individuo se desenvuelve sin mayor
preocupación, sin especial cuidado; empero cuando su acción está referida a
otro hombre tiene que proceder con particular cautela, debido a que el actor
es consciente de que "el otro" también piensa, también juzga, también es
actor, y que, precisamente por ello, es imposible tratarlo haciendo caso omiso
de su condición humana. Esta actitud de "cuidado" es lo que justamente
convierte la acción en social. Aquí se establece la relación "alter-ego", el otro
y yo; yo y el otro; ya que "el otro", por su parte, también tendrá que "tenerme
en cuenta" cuando se dirija a mí, pues ambos somos actores.
Ahora bien, ¿qué es lo que sucede en el momento en que una acción
recíproca compromete a dos o más individuos? se establece un proceso de
interacción social, es decir, se produce una especie de red psico-social
entre dichas personas. Y en la vida social cotidiana la regla es, precisamente,
esa interacción permanente y multilateral que es la que va a configurar la
fenomenología típica de las relaciones humanas21.
21. Ibidem. p. 17.
18
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