Antimateria Como suele suceder con todas las modas, el caso de la antimateria no es nuevo. Si se fija usted, las camisetas de colores, los pantalones acampanados y otros atuendos de los 60's han regresado de nuevo al gran mundo del vestido (o cuando menos eso es lo que me ha dicho mi esposa...). Lo mismo ha sucedido con esta palabrita. En la misma década de los 60's, la antimateria estaba en boca de todos (entre otras cosas, era la antimateria la que generaba la energía necesaria para impulsar al "Enterprise" —la nave de "Viaje a las Estrellas"— a una velocidad mayor que la de la luz). Como sucedió hace 40 años, la antimateria se pone de moda gracias a una novela (sí... la nueva obra del autor del "Código Da Vinci"... que debo decir que su perspectiva paranoica me dio tanta flojera que hice lo que muy rara vez hago con un libro: lo dejé de lado a las pocas páginas). City Life • Febrero POR: ENRIQUE GÁNEM FOTÓGRAFO: ARMANDO HERRERA A ntes que le diga qué es la antimateria, déjeme decirle qué no lo es: la antimateria no es una sustancia "teórica" cuya existencia falta por comprobar; tampoco es un material supersecreto que se guarda celosamente en laboratorios militares. Cuando los físicos se toparon con el fenómeno de la radioactividad, en los primeros años del siglo 20, se enfrentaron a una larga lista de dificultades: un solo gramo de uranio puro puede producir tanta energía como muchos centenares de barriles de petróleo. La energía generada por el uranio se manifiesta además en forma curiosa: además de calor, algunos materiales radioactivos producen destellos de un tipo de luz que no podemos ver, pero que contiene mucha energía (como los rayos X o los rayos gamma); además, los materiales radioactivos producen grandes cantidades de pequeñísimas partículas que salen volando a una velocidad de unos 10 o 15 mil kilómetros por segundo (la velocidad más grande alcanzada por un objeto material en ELEXPLICADOR • nuestro planeta; estos objetos se mueven miles de veces más rápido que una bala). Los físicos se dieron cuenta que la radioactividad es consecuencia del estallido de los núcleos de algunos átomos, como los del uranio; en estos átomos, existen muchas p a rt í c u la s c on carga eléctrica positiva en el núcleo (79 en el caso del uranio), la repulsión eléctrica es enorme (¿se acuerda que las cargas eléctricas del mismo signo se repelen?), y por eso estos núcleos son inestables, y tarde o temprano estallan y liberan la energía que servía para mantenerlos unidos a pesar de la terrible fuerza de repulsión eléctrica. Cuando los físicos trataron de entender el funcionamiento del núcleo del átomo, encontraron que las fórmulas que describían el comportamiento del electrón incorporaban una raíz cuadrada. En la década de los 20's, Paul Dirac, uno de los más brillantes, se atrevió a llevar este hecho matemático al ámbito de la física. Recuerde usted que la raíz cuadrada de 4 tiene dos resultados: 2 y -2. Ambos números, cuando son multiplicados por sí mismos, dan 4. Dirac se dio cuenta que las fórmulas del electrón, necesariamente, describían a dos objetos casi idénticos; las dos versiones del electrón tenían la misma masa, y la misma "intensidad" de carga eléctrica, solamente que el electrón común tiene carga eléctrica negativa, y el nuevo electrón predicho por Dirac debería Febrero • City Life • ELEXPLICADOR tener carga positiva. Otra consecuencia de las nuevas fórmulas de Dirac era que, en caso de encontrarse un electrón negativo (de los comunes y corrientes) y uno positivo (que fue llamado "positrón" aún antes de ser descubierto), se aniquilarían ambos en una terrible microexplosión; todo lo que quedaría de ellos son dos partículas de luz de muy alta energía (dos rayos gamma). El positrón permaneció como una curiosidad en los libros de la física por muy poco tiempo. En 1930, fue descubierta su huella inequívoca en un aparato que permite ver los rastros que deja un minúsculo electrón cuando pasa por algo de aire cargado con humedad; al igual que los aviones que vuelan a gran altura, y que son invisibles, es posible detectar el paso de un electrón, o de otras partículas subatómicas, por el rastro de condensación que producen en un aparato especial (existen varios tipos, como las "cámaras de burbujas", las "cámaras de niebla", las "cámaras de chispas" y otros). Las nuevas fórmulas predecían la existencia de "antipartículas" no sólo para el electrón, sino para cualquier otro pequeño fragmento de materia. Desde 1930 se han detectado los antineutrones, antiprotones y todas las demás antipartículas. La antimateria no solamente no es algo "secreto", sino que ahora se usa en forma industrial. Entre otras aplicaciones, se usan chorros de positrones para detectar pequeñas grietas en los álabes de las turbinas de los aviones, y para el diagnóstico médico (probablemente ha escuchado usted de los sistemas PET, que se usan en los mejores hospitales... el término significa "Tomografía por emisión de positrones"). Sabemos, por otra parte, que el sol brilla porque los procesos que permiten fundir hidrógeno para formar helio generan positrones; al aniquilarse con los electrones del sol se produce un enorme torrente de energía. La antimateria ya ha sido usada como arma de guerra. Las City Life • Febrero bombas de hidrógeno repiten, por una fracción de segundo, las condiciones que existen en el centro del sol. El destello producido por la aniquilación de los positrones puede dejar un agujero de más de un kilómetro de diámetro (como sucedió en Eniwetok en la década de los 50's). No existe nada secreto en el caso de la antimateria. Lo que existen son misterios. Por ejemplo, podemos fabricar antimateria con relativa facilidad (en cantidades ridículas). Sabemos que la materia y la antimateria normalmente se producen en cantidades iguales, y se aniquilan de la misma manera. Sabemos, por otra parte, que toda la materia del universo se formó, de golpe, hace 13,700 millones de años (cuando nació el universo); sabemos, finalmente, que el universo parece estar hecho casi exclusivamente de materia "normal". Una de las grandes preguntas de la física moderna es: ¿por qué no existe mucha antimateria? Este es uno de los temas de investigación en centros como el CERN (del que hablamos en la ocasión anterior). Pa r a c o n c l u i r, si tiene usted la paciencia de leer el "Código Da Vinci" u otros libros del mismo autor, recuerde que se trata de una obra de ficción bien informada que pretende divertir, e interesarlo a usted en grandes temas, como la historia o la física. Si realmente le interesaron esas obras, lo invito a que busque libros de divulgación sobre el tema (si quiere, por correo electrónico puedo ofrecerle algunos títulos). Si está interesado en la antimateria, probablemente podría aprovechar el impulso para hacer algo que le haría mucho bien a nuestro país en esta época de crisis: apague el televisor, busque un buen libro, y disfrútelo. Recuerde que los grandes cambios sociales se producen cuando cada uno de nosotros aprendemos a pensar de una manera más creativa, y no hay nada mejor que la lectura para conseguir esto (... por cierto, lo invito a que sus propósitos de año nuevo giren alrededor de esta sugerencia). [email protected].•