Universidad Nacional Abierta Dirección de Investigaciones y Postgrado LA ENSEÑANZA COGNITIVA Y EL ÁMBITO COGNITIVO Reigeluth Charles M. (1999). Diseño de la Instrucción. Teorías y modelos. Parte I. Aula XXI, Santillana, Madrid, España (Compilación con fines instruccionales) 61 3. LA ENSEÑANZA COGNITIVA Y EL ÁMBITO COGNITIVO CHARLES M. REIGELUTH JULIE MOORE Universidad de Indiana INTRODUCCIÒN En el paradigma de la teoría del diseño educativo de la era industrial, el trabajo se centra casi exclusivamente en el ámbito cognitivo y, dentro de este ámbito, casi exclusivamente en el aprendizaje en un nivel memorístico y de aplicación (desarrollo de la memorización y de las técnicas de procedimiento). Mientras que las tecnologías de la información y los papeles que se representan en la era de la información hacen que esos niveles de aprendizaje sean ahora menos importantes, todavía ocupan un lugar predominante. Pero los niveles superiores de aprendizaje están siendo para la gran mayoría de alumnos cada vez más importantes. Y existe una gran necesidad de métodos de enseñanza que permitan una personalización mucho mayor de la experiencia de aprendizaje y una mayor utilización de la tecnología de información, de los compañeros del alumno, así como de otros recursos de aprendizaje. Esta unidad del libro describe una variedad de teorías de diseño educativo recientes para satisfacer esas necesidades: un nuevo paradigma de las teorías educativas en la era de la información. Mientras que resulta ciertamente imposible incluir todas esas teorías educativas, las que aparecen en los capítulos 4-18 representan una amplia gama de reflexiones sobre lo que significa enseñar y aprender y sobre la manera en que podemos facilitar ese aprendizaje de la mejor manera posible. La influencia del constructivismo en el diseño educativo desde el Volumen I de Teorías y modelos de diseño educativo (REIGELUTH, 1983) se refleja en muchas de las teorías que aparecen en el presente volumen. El propósito de este capítulo es doble. En primer lugar, sirve como introducción a las teorías que aparecen en este libro relacionadas con el desarrollo cognitivo. En segundo lugar, este capítulo proporciona un marco de medidas con el que poder compa- 62 rar y contrastar las diferentes teorías educativas. Ofrecemos este marco, pues, como herramienta para ayudar a los lectores a que comprendan mejor las diferencias y las coincidencias entre las distintas teorías incluidas en esta unidad. Finalmente, debido a la promesa de proporcionar un Aprendizaje Basado en los Problemas (ABP), ofrecemos algunos problemas suplementarios para reflexionar sobre las teorías de la práctica del ABP. Antes de ir más allá, quizá resulte útil definir exactamente lo que entendemos por el ámbito cognitivo y por enseñanza cognitiva. Mientras que pueden existir muchos tipos de aprendizaje diferentes (GARDNER, 1983), la mayor parte de los teóricos (BLOOM, 1956; GAGNÉ, 1985) clasifica los tipos de aprendizaje en tres ámbitos diferentes: cognitivo, afectivo y motriz. Para nuestros propósitos haremos un pequeño añadido a la definición de BLOOM (1956) sobre el ámbito cognitivo, como aquel ámbito que trata de la memoria o del recuerdo de los conocimientos, del desarrollo del entendimiento y de las capacidades y de las técnicas intelectuales. De este modo, la enseñanza cognitiva está compuesta de un conjunto de métodos educativos que ayudan a los alumnos a memorizar y recordar el aprendizaje de los conocimientos, así como a desarrollar el entendimiento, las capacidades y las técnicas intelectuales de los alumnos. Dado que la metapercepción (la capacidad de pensar sobre el propio pensamiento) es una técnica intelectual, consideramos que pertenece al ámbito cognitivo. BLOOM y sus colegas (1956) desarrollaron una taxonomía que se utiliza extensamente para clasificar los tipos de objetivos educativos en el ámbito cognitivo. Su trabajo ha proporcionado un lenguaje común a los educadores y se ha convertido en la norma para identificar y clasificar los objetivos y las actividades educativas. En la tabla 3.1 aparecen los principales tipos de aprendizaje que identificaron. Buena parte del enfoque del nuevo paradigma de las teorías educativas intenta empujarnos de los niveles inferiores de los objetivos a los superiores, a los que se les denomina habitualmente como «técnicas de pensamiento de orden superior». Éste va a hacerse evidente en muchas de las teorías educativas de esta unidad, especialmente en los capítulos 14-15. Tabla 3.1. Taxonomía de BLOOM Conocimiento Comprensión Aplicación Análisis Síntesis Evaluación Los alumnos que trabajan a este nivel pueden memorizar y recordar la información clasificándola desde lo concreto a lo abstracto. En el nivel de comprensión, los alumnos son capaces de comprender y hacer uso de algo que se está comunicando. BLOOM consideró que este nivel era en el que se hacía mayor hincapié en los colegios y las universidades. En este nivel, los alumnos pueden traducir, interpretar y extrapolar la comunicación. Los alumnos pueden aplicar conceptos o abstracciones apropiados a un problema o situación concretos incluso cuando no se les impulse a hacerlo así. Los alumnos pueden descomponer el material en las partes que lo componen y definen la relación entre las partes. Los alumnos crean un producto combinando las partes a partir de la experiencia previa y del nuevo material, para crear un todo. Los alumnos hacen juicios de valor sobre los materiales, las ideas... 63 Los diferentes teóricos educativos han propuesto otras taxonomías de tipos de aprendizaje en el ámbito cognitivo. GAGNÉ (1985) propuso una taxonomía de los resultados derivados del aprendizaje con tres categorías principales del ámbito cognitivo: • información verbal, en la que el alumno «puede aprender a enunciar o a contar un hecho o un conjunto de sucesos utilizando un discurso oral o la escritura, la mecanografía o incluso dibujando una imagen» (p. 48), • técnicas intelectuales, en las que el alumno «interactúa con el medio utilizando símbolos» (p. 47); y • estrategias cognitivas, en las que «el individuo ha aprendido técnicas que le permiten conducir su propio aprendizaje, memorización y pensamiento» (p. 48). • • • • • • • • AUSUBEL (1968) distinguía dos tipos de aprendizaje: aprendizaje rutinario, por el cual «los materiales para aprender son entidades abstractas y relativamente aisladas que sólo se relacionan con las estructuras cognitivas de una manera arbitraria y literal, sin permitir el establecimiento de relaciones (importantes)» (p. 24); y aprendizaje significativo, el cual «tiene lugar si las tareas de aprendizaje pueden relacionarse de un modo no arbitrario y autónomo al que el alumno ya conoce y si éste adopta el correspondiente conjunto de aprendizaje para hacerlo así» (p. 18). ANDERSON (1983) distinguía entre: conocimiento declarativo, que «viene en trozos grandes o unidades cognitivas... Las unidades cognitivas pueden ser proposiciones, cuerdas o imágenes espaciales. En cada caso una unidad cognitiva codifica un conjunto de elementos en una relación concreta. Cada trozo no contiene más de cinco elementos» (p. 23); y conocimiento procedimental, que es el «conocimiento sobre el modo de hacer las cosas» (p. 215). De forma parecida, MERRILL (1983) proponía la taxonomía siguiente: memoria literal, que «se asocia al almacenamiento al pie de la letra y la recuperación de la información» (p. 302); memoria de paráfrasis, que «se asocia a la integración de ideas en la memoria asociativa» (p. 303); uso de una generalidad, en el que el alumno puede «utilizar una regla general para procesar información específica» (p. 303); y encontrar una generalidad, en el que «el alumno encuentra una nueva generalidad o un proceso de nivel superior» (p. 304). Estas taxonomías tienen todas numerosas semejanzas, lo que nos lleva a proponer una síntesis de todas ellas en una forma que utilice un lenguaje más intuitivo del tipo verbo-nombre (véase tabla 3.2, p, 64). Los términos sintetizados propuestos se ponen en la columna encabezada por «REIGELUTH». Los párrafos siguientes dan una explicación de cada uno de estos nuevos términos. La información memorística es parecida al «conocimiento» de BLOOM, al «aprendizaje rutinario» de AUSUBEL y a la «memoria literal» de MERRILL. También, com- 64 Tabla 3.2. Taxonomías educativas. BLOOM Conocimiento GAGNÊ Información Verbal Comprensión Aplicación Análisis Síntesis Evaluación AUSUBEL Aprendizaje Rutinario Aprendizaje Significativo ANDERSON Conocimiento Declarativo Conocimiento Procedimental Técnicas intelectual Estrategia Cognitiva MERRILL Memoria literal Memoria de Paráfrasis Uso de una Generalidad Encontrar Una generalidad REIGELUTH Memorizar Información Comprender Las relaciones Aplicación de Técnicas Aplicación De técnicas genéricas binada con la siguiente categoría, «relaciones de comprensión», es parecida a la información verbal» de GAGNÉ y al «conocimiento declarativo» de ANDERSON. Observamos que este refinamiento de GAGNÉ y ANDERSON es importante porque necesitamos métodos educativos muy diferentes para que los alumnos aprendan a memorizar la información, en lugar de la comprensión de las relaciones. Siendo el más sencillo y el más superficial, la memorización es un tipo de aprendizaje al que los behavioristas se han dirigido extensamente; pero los cognitivistas también han explorado el uso de las reglas mnemotécnicas metacognitivas para ayudar a que los alumnos memoricen la información. Este tipo de información ha sido utilizada en exceso en los colegios y en otros contextos educativos, en parte quizá debido a que es la más fácil de enseñar y de evaluar. El concepto de relaciones de comprensión es semejante a la «comprensión» de BLOOM, al «aprendizaje significativo» de AUSUBEL y a la «memoria de paráfrasis» de MERRILL. También, como se ha comentado en el párrafo anterior, forma parte de la «información verbal» de GARNÉ y del «conocimiento declarativo» de ANDERSON. La comprensión es principalmente una cuestión de aprender las relaciones entre los elementos del conocimiento. La construcción de estas relaciones por parte de los alumnos organiza los elementos del conocimiento en estructuras del conocimiento, a las que se les denomina frecuentemente «esquemas». El conductismo ofrecía una orientación muy escasa para este tipo de conocimiento y en realidad desanimaba enormemente la consideración de la comprensión como un resultado del conocimiento válido. El interés por estas estructuras internas del conocimiento fue uno de los mayores beneficios de la teoría del aprendizaje cognitivo con respecto al conductista, y durante las dos o tres últimas décadas se han realizado muchos trabajos para tratar de comprender como se produce y cómo se fomenta este tipo de conocimiento. Pero continúa siendo más difícil de enseñar y de evaluar que en el caso de la información memorizada. El concepto de aplicación de técnicas es semejante al de «aplicación» de BLOOM, al de «técnicas intelectuales» de GAGNÉ, al «conocimiento procedimental» de ANDERSON y al «uso de una generalidad» de MERRILL. Requiere métodos de enseñanza muy distintos de los de memorizar la información o comprender las relaciones. El conductismo contribuyó en buena medida a que comprendiéramos cómo enseñar y evaluar este tipo de aprendizaje, y la teoría del aprendizaje cognitivo se ha añadido a esa base. La 65 aplicación de técnicas es algo habitual en los colegios y en cualquier contexto educativo. Aunque resulta más difícil de enseñar y de evaluar que la memorización de la información, resulta todavía mucho más fácil que el desarrollo de la comprensión intensa de los fenómenos complejos. La aplicación de técnicas genéricas incluye el «análisis», la «síntesis» y la «evaluación» de BLOOM, las «estrategias cognitivas» de GAGNÉ y «encontrar una generalidad» de MERRILL. Se diferencia de la categoría precedente en que estas técnicas son independientes del ámbito (utilizables en grado diferente en las distintas áreas de conocimiento), en lugar de dependientes del mismo (que sólo se pueden aplicar dentro de un área de conocimiento) y en que generalmente lleva mucho más tiempo adquirir técnicas genéricas. Consideramos que la distinción de BLOOM entre análisis síntesis y evaluación, aunque resulte útil para tomar decisiones sobre lo que conviene enseñar, no resulta muy productiva a la hora de decidir sobre los métodos de enseñanza, ya que todos ellos se imparten mediante métodos fundamentalmente parecidos; por esta razón la hemos reducido a una sola categoría. Este tipo de aprendizaje incluye técnicas de pensamiento de orden superior, estrategias de aprendizaje y técnicas metacognitivas. La teoría del aprendizaje cognitivo ha sido la que más ha contribuido a la hora de comprender cuál es la mejor manera de enseñar y de evaluar este tipo de aprendizaje, pero sigue siendo de las más difíciles de enseñar y de evaluar. MARCO COMPARATIVO Las teorías educativas del ámbito cognitivo descritas en este libro son numerosas y vanadas. Ofrecen métodos que van desde la organización del material impreso al estímulo para resolver problemas pasando por crear ambientes abiertos de aprendizaje En muchos aspectos, intentar comparar las teorías entre sí es como comparar peras con manzanas. Por ello, ofrecemos un marco comparativo sobre el cual el lector pueda elaborar su propia comprensión de cada teoría y ver en qué se parecen y se diferencian cada una de ellas del resto de las teorías educativas (véase tabla 3.3 y la figura 3 1 p 66) Tabla 3.3. Descripción del marco comparativo. Punto de comparación Tipo de Aprendizaje Control de aprendizaje Dirección Del aprendizaje Agrupación Para aprender Interacciones Para aprender Apoyo Para aprender Descripción ¿A que tipo(s) de aprendizaje se dirige la teoría y sus métodos? ¿Quién controla la naturaleza del proceso de aprendizaje: el profesor, el alumno o el experto en diseño educativo? ¿Giran las actividades del aprendizaje en torno a los temas, a los problemas específicos o a algo más? ¿Cómo se agrupan los alumnos? ¿Cuál es la principal naturaleza de la interacción: el profesor con el alumno, el alumno con el alumno, o el alumno con el material? ¿Cuál es el tipo y el nivel de apoyo que se le proporciona al alumno? ¿Qué clase de apoyo cognitivo proporciona el profesor o los materiales? ¿De qué clase de recursos se dispone? ¿Qué clase de apoyo emocional se le presta? 66 Marco para comparar las estrategias educativas Tipo de aprendizaje Control del aprendizaje Memorizar información Aplicar técnicas Comprender Las relaciones Aplicar técnicas genéricas Centrado en el profesor Dirección del aprendizaje Alumno Interdisciplinario Tema Problema Ámbito Individual Parejas Equipos (3-6) Agrupamiento para aprender Grupos (7 +) Interacciones para aprender AlumnoProfesor Humanas AlumnoAlumno Apoyo para aprender Otros Alumno Herramientas No humanas AlumnoAlumnoInformación AmbienteManipulación Apoyo Cognitivo Apoyo emocional Figura 3.1. Marco para comparar las estrategias educativas. 67 Otros No pretendemos que cada teoría educativa pueda considerarse como un punto abstracto con respecto a cada uno de los elementos de la comparación Muchas teorías educativas pueden ofrecer atributos concretos para unos elementos, pero no para otros. Algunas teorías son lo suficientemente flexibles para abarcar varios aspectos a través de las diferentes categorías, mientras que otras impulsan sólo una alternativa examinemos cada uno de estos puntos comparativos con más detalle. EL TIPO DE APRENDIZAJE Tipo de aprendizaje Memorizar Información Aplicar técnicas Comprender Las relaciones Aplicar técnicas genéricas El tipo de aprendizaje se relaciona con el propósito de la actividad y el tipo de aprendizaje afectado. Fundamentalmente, este punto comparativo consiste en la aplicación al contenido de la enseñanza (es decir, al tipo de aprendizaje o desarrollo cognitivo deseado) de una taxonomía educativa. Para nuestro propósito, utilizaremos la síntesis taxonómica propuesta por REIGELUTH: memorizar la información, comprender las relaciones, aplicar técnicas y aplicar técnicas genéricas. Podemos contemplar la taxonomía de KEIGELUTH como un esquema clasificatorio interconectado. Aunque consideramos estas categorías distintas entre sí, pueden solaparse y constituir una especie de continuo por ejemplo, puede ser necesario que los alumnos memoricen una información para aplicar una técnica, pero esto no siempre tiene que ser así. Esta interconexión se pone de manifiesto en nuestro marco mediante el uso de las líneas de puntos, que indican que aunque haya categorías pueden y deben solaparse o apoyarse unas en otras. La teoría de POGROW (capítulo 14 de este volumen) comenta las lecciones aprendidas a partir de la investigación activa en la enseñanza de las Técnicas de Pensamiento de Orden Superior (TPOS). La importancia que se da a los relatos crea dos por los alumnos, a la predicción de los actos y al uso de una diversidad de fuentes para responder a las preguntas sitúa desde luego su estrategia en la retícula de las «técnicas genéricas de aplicación» (véase esta página y la siguiente). Mientras que algunas teorías están dirigidas específicamente a desarrollar las técnicas de orden superior (capítulos 14 y 15), aquellas teorías educativas que se alinean, con la perspectiva constructivista utilizan actividades dentro del ámbito de las técnicas de pensamiento de orden superior (sobre todo para resolver problemas que incluyen el Tipo de aprendizaje: TIPOS de POGROW Memorizar Información Aplicar técnicas Comprender Las relaciones Aplicar técnicas genéricas 68 análisis la síntesis y la evaluación) para desarrollar los niveles inferiores del aprendizaje, mientras que desarrollan, simultáneamente, las técnicas de orden superior. Un ejemplo de esto lo constituye el programa informático STAR (iniciales inglesas de Software Technology for Action and Reflectíon [Tecnología de Software para la Acción y la Reflexión]) LEGACY de SCHWARZT, LIN, BROPHY y BRANSFORD. El STAR LEGACY utiliza retos y problemas para estimular los ciclos de preguntas interactivas. Dentro de este marco los alumnos trabajan unos con otros, utilizan los recursos disponibles y realizan las simulaciones y los experimentos proporcionados para resolver dichos retos. Mediante este tipo de actividades para resolver problemas, los alumnos desarrollan técnicas, conocimientos y, hasta cierto punto, información correspondiente a ámbitos diferentes. Tipo de aprendizaje: SCHWARZT, LIN, BROPHY y BRANSFORD Memorizar Información Aplicar técnicas Comprender Las relaciones Aplicar técnicas genéricas Una de las áreas de las técnicas genéricas que requiere una especial atención es el área de la metapercepción, que es la capacidad de pensar sobre el modo en el que pensamos. Varias teorías educativas recalcan la importancia de enseñar explícitamente las estrategias metacognitivas (CORNO y RANDI, capítulo 13; POGROW, capítulo 14; LANDA, capítulo 15), mientras que otros utilizan la metapercepción dentro de su modelo (JONASSEN, capítulo 10; NELSON, capítulo 11). EL CONTROL DEL APRENDIZAJE La fuente tradicional de control del proceso de aprendizaje ha sido el profesor que escoge los objetivos educativos, selecciona el contenido, determínalas estrategias educativas que hay que utilizar y evalúa el aprendizaje. Sin embargo, un indicador clave del nuevo paradigma de las teorías educativas es la creación del ambiente «centrado en el alumno», en el que éste adquiere una mayor responsabilidad para definir los resultados del aprendizaje y escoger el camino necesario para lograr esos resultados La mayor parte de las situaciones educativas no están centradas completamente en el profesor o en el alumno, sino que se sitúan en algún punto del continuo entre ambos. Un extremo no siempre es mejor que el otro, los diferentes puntos a lo largo del continuo son adecuados a las diferentes condiciones. Control del aprendizaje Centrado en profesor Centrado en el alumno Existen varias preguntas que deberíamos plantearnos mientras decidimos en dónde encaja dentro de este continuo una estrategia educativa concreta. Este conjunto de preguntas puede considerarse una clasificación de elementos, cada uno de los cuales constituye también un continuo: 1. ¿Quién determina los objetivos educativos? 2. ¿Quién determina la forma en la que deben realizarse esos objetivos? 69 3. 4. 5. 6. 7. ¿Quién ¿Quién ¿Quién ¿Quién ¿Quién selecciona el contenido? selecciona los tipos y niveles de apoyo y los recursos? escoge cuándo han de utilizarse el apoyo y los recursos? decide cuáles son las actividades que deben realizarse y en qué orden? evalúa el aprendizaje? Las diferentes situaciones reclaman probablemente distintas posiciones en el continuo para las diferentes preguntas. GARDNER (capítulo 4) proporciona un ejemplo de una estrategia educativa cuyo lugar de control se adapta al extremo del vector centrado en el profesor. Mientras GARDNER fomenta el utilizar los intereses y los esfuerzos de los alumnos para dirigir la elección que realiza el profesor a la hora de presentar los temas y la información, es el profesor el que toma las decisiones y dirige el proceso de aprendizaje. La mayoría de los puntos de GARDNER están adaptados al comportamiento del profesor. Se incluye la narración de relatos, la utilización de analogías y ejemplos, así como la selección de representaciones que captan aspectos importantes del tema para que lleguen al mayor número de alumnos. Por ello, el contenido y las decisiones educativas están principalmente en manos del educador y no de los alumnos. Control del aprendizaje: GARDNER Centrado en el profesor Centrado en el alumno En contraposición, HANNAFIN, LAND y OLIVER (capítulo 6) describen un ambiente de aprendizaje en el que los alumnos tienen un mayor control sobre su aprendizaje. Los autores identifican tres tipos diferentes de contextos posibles que describen como «vehículos a través de los cuales los individuos están orientados hacia una necesidad o un problema y en el que se sitúan las perspectivas interpretativas». Tres tipos de contextos posibles (impuestos externamente, inducidos externamente y elaborados individualmente) describen toda una extensión de tipos de control que van desde utilizar un problema seleccionado por el educador dejando a la discreción del alumno los medios para resolverlo, hasta una estrategia más centrada en el alumno en la que los alumnos seleccionan no sólo los medios para resolver un problema sino también el problema en sí. Control del aprendizaje: HANNAFIN, LAND y OLIVER Centrado en el profesor Centrado en el alumno LA DIRECCIÓN DEL APRENDIZAJE La dirección del aprendizaje puede variar mucho, desde el uso de temas del ámbito específico a problemas interdisciplinares. A diferencia de los elementos previos de este marco, contemplamos este punto comparativo como un espacio bidimensional que permite la comparación no sólo de la actividad, sino también del contenido en el que se basa la misma. Una vez más, cada uno de estos ejes pueden ser pensados en el continuo. 70 Por ejemplo, PERKINS y UNGER, en el capítulo 5, «Enseñar y aprender para comprender», utilizan temas generativos como base para la actividad de aprendizaje. Estos temas se supone que son «centrales al ámbito» y por ello deberían clasificarse en nuestra matriz como orientados al tema y específicos al ámbito. Mientras las representaciones de la comprensión que elaboran los alumnos pueden incluir perfectamente una actividad de resolución de problemas, éstos se encuentran arropando el tema, haciendo de éste el vehículo primordial de aprendizaje. Con cierto contraste, SCHANK, BERMAN y MACPHERSON (capítulo 8) organizan el aprendizaje alrededor de argumentos basados en objetivos. Estos argumentos tienen objetivos de contenido y de proceso y requieren que los alumnos aprendan una cierta parte del contenido para que sean capaces de lograr su cometido o su objetivo. Mientras que esta estrategia sea flexible, está orientada fundamentalmente al problema, pero podría ser específica del ámbito o interdisciplinar dependiendo de la naturaleza del objetivo o del cometido seleccionado. 71 AGRUPAR PARA APRENDER El siguiente punto de comparación de nuestro marco es la agrupación de los alumnos. Este aspecto tiene en consideración el número de alumnos que trabajan juntos. ¿Están los alumnos trabajando individualmente o en grupos? A efectos de comparación, tenemos en cuenta las siguientes modalidades de agrupamiento de alumnos: individual, parejas, equipos (3-6) y grupos (7 +). Cada uno de los tipos de agrupamiento tiene sus propios intereses logísticos y relativos al proceso que deben tenerse en cuenta al planificar la enseñanza. Muchas teorías educativas no imponen el uso o no de grupos, sin embargo, varias los incorporan como una característica fundamental. La «Resolución participativa de problemas» (capítulo 11) de NELSON, es una teoría educativa que utiliza los grupos como núcleo central. NELSON perfila una serie de «orientaciones comprensivas» que se deberían llevar a cabo a lo largo de toda la experiencia, así como «actividades de proceso» de naturaleza más secuencial. Concretamente, indica que los grupos deben ser pequeños, heterogéneos y deben estar juntos durante un largo periodo de tiempo. En su modelo, los miembros de estos grupos no sólo trabajan en común, sino que colaboran también para determinar sus propios problemas, necesidades y planes educativos. INTERACCIONES PARA APRENDES Otro marco comparativo gira en torno a los tipos de interacción de los alumnos (pie tienen lugar al utilizar una teoría educativa determinada. Mientras que algunas teorías educativas perfiladas en este libro no especifican los tipos de interacciones que inevitablemente va a requerir la enseñanza (por ejemplo, REIGELUTH, capítulo 18), otras son muy específicas en lo relativo a los tipos de interacciones que recomiendan. Nosotros separamos las interacciones de los alumnos en dos categorías principales: humanas y no humanas. Dentro de cada una de estas categorías existen diferentes tipos de interacciones en las que los alumnos pueden encontrarse durante el proceso de aprendizaje. Interacciones para aprender Humanas No humanas Alumno- Alumno- Otros AlumnoAlumnoAlumno-ambiente- Otros Profesor Alumno Herramientas Información Manipulación - alumno-profesor: interactuar con el profesor o educador; alumno-alumno: trabajar con o utilizar a otros alumnos como recursos, de forma individual o en grupo: 72 - alumno-otras personas: interactuar con un miembro de su vecindario, uno - alumno-herramientas: utilizar herramientas que permitan la finalización de de sus padre u otro individuo; las tareas; - alumno-información: trabajar con y dando sentido a la información accesible o a la encontrada; alumno-ambiente-manipulación: utilizar y trabajar con recursos y simulaciones tanto dentro como fuera del ambiente del aula; alumno-otros materiales: trabajar con cualquier otro recurso material que podamos imaginar. En «Comunidades de aprendizaje en el aula» (capítulo 12), BIELACZYC y COLLINS describen una sociedad cuyos miembros trabajan juntos para extender el conocimiento. Como parte de esta sociedad, los alumnos participan de múltiples maneras en propósitos muy distintos. El resultado es que los alumnos deben interactuar de diversas formas. BIELACZYC y COLLINS describen un ambiente en el que los alumnos trabajan con los profesores para definir los objetivos (interacción alumno-profesor), yendo más allá del aula tradicional para los enfoques y retos (interacción alumno-ambiente) y creando una dependencia con otra persona y compartiéndola con un tercero (alumno-alumno). Mientras la utilización de los recursos y de las herramientas no es algo que se mencione específicamente y puede no ser necesario en todas las ocasiones, se espera de los alumnos que elaboren productos de calidad. Esta expectativa de producto aconseja el uso de algunas herramientas y recursos para la realización. Interacciones para aprender: BIELACZYC y COLLINS Humanas No humanas Alumno- Alumno- Otros AlumnoAlumnoAlumno-ambienteProfesor Alumno Herramientas Información Manipulación Otros LANDA, en el capítulo 15, propone un método de enseñanza de carácter general centrado en ayudar a que los alumnos elaboren unidades metacognitivas. LANDA se concentra en las interacciones de los alumnos con el profesor a medida que éste guía a los alumnos a descubrir un proceso por el que pueden reconocer y clasificar el conocimiento. Por ello, mientras que podrían producirse otras interacciones (y la mayor parte desde luego lo hace), en esta teoría de diseño educativo las interacciones alumno-profesor son las principales. AlumnoProfesor Humanas AlumnoAlumno Interacciones para aprender: LANDA No humanas Otros AlumnoAlumnoAlumno-ambienteHerramientas Información Manipulación EL APOYO AL APRENDIZAJE Otros A medida que los alumnos aprenden necesitan apoyo para mejorar y progresar. Este apoyo presenta dos variedades: apoyo cognitivo y apoyo emocional. El apoyo 73 cognitivo consiste en dos elementos que sirven para apoyar a los alumnos a la hora de elaborar sus conocimientos y su competencia en la materia. Esto podría hacerse en forma de recursos impresos o informáticos, interacciones humanas, acceso sucesivo a la información, respuesta (feedback), evaluación, etc. El apoyo emocional consiste en aquellos elementos que respaldan las actitudes, motivaciones, sensaciones y autoconfianza del alumno. No se trata necesariamente de puntos distintos ya que la manera en la que el profesor proporciona retroalimentación para corregir un error cognitivo juega indudablemente un papel importante en el nivel de la actitud, la sensación y la confianza del alumno. Sin embargo, algunas estrategias apoyan de forma explícita el desarrollo cognitivo o el desarrollo emocional del alumno. Una vez más, utilizamos un vector como medio para representar esta comparación. El modelo Seleccionar, Organizar e Integrar (SOI) de MAYER (capítulo 7) se centra en las estrategias para diseñar mensajes educativos. MAYER está interesado en proporcionar estrategias para organizar, acentuar y utilizar mensajes educativos que ayuden a los alumnos a seleccionar, organizar e integrar material para facilitar su aprendizaje. De este modo, el apoyo que proporciona a los alumnos descansa absolutamente en el área cognitiva. El «Diseño de entornos constructivistas de aprendizaje» de JONASSEN (capítulo 10) se centra en elementos de apoyo emocionales y cognitivos. JONASSEN utiliza las imágenes de preparaciones de exámenes y de andamies para presentar estrategias que proporcionen a los alumnos apoyo emocional. Estas estrategias incluyen hacer hincapié en la importancia de la tarea, impulsar los niveles de confianza y ajustar la secuencia de tareas y la dificultad. Desde el punto de vista cognitivo, los educadores deberían proporcionar casos relacionados, recursos informativos, conocimientos, herramientas de elaboración y herramientas de conversación y participación. Además, el educador ha de sugerir las estrategias de reflexión adecuadas, tener en cuenta casos relacionados y la respuesta (feedback) sobre el rendimiento. 74 CUESTIONES SUPLEMENTARIAS PARA LAS TEORÍAS DEL ABP La premisa fundamental del ABP es que la enseñanza debería comenzar con un problema que fuese importante y pertinente para los alumnos. El aprendizaje, tanto para el pensamiento de orden inferior como para el de orden superior, tiene lugar en el contexto de la resolución de problemas. Dada esta premisa, proponemos que cualquier teoría para el diseño de ABP debería ofrecer una orientación para seleccionar los problemas apropiados basada en los «contenidos» de orden inferior y superior que el alumno y/o el educador consideren que son importantes. Una preocupación inevitable en la elección de los problemas apropiados lo constituye el problema de la complejidad. VYGOTSKY (1978) propone que las experiencias educativas deberían estar dentro de la zona de desarrollo próximo, o por lo menos no demasiado lejana a la capacidad actual de los alumnos que tienen una gran dificultad en dominar las experiencias. Por lo tanto, una teoría de diseño del ABP debería ofrecer una orientación que ayudase a desarrollar una secuencia de problemas que se construyeran unos sobre otros en complejidad (véase, por ejemplo, el «Método de la Simplificación de Condiciones» en REIGELUTH, capítulo 18). Consideramos que resulta muy útil pensar en los alumnos durante el proceso de resolución del problema/aprendizaje como si operasen en dos «espacios». Uno es el «problema del espacio» en el que los alumnos trabajan directamente en la resolución del problema. Pero cuando los alumnos se encuentran con una deficiencia del conocimiento o de la técnica relacionada con la resolución del problema, resulta útil considerarlo como si ellos estuvieran saltando del problema del espacio a un «espacio educativo» en el que los alumnos trabajan para adquirir los conocimientos, las técnicas y las actitudes necesarias. El espacio educativo puede diseñarse en cualquier punto de un continuo desde un planteamiento sumamente constructivista, en el que los alumnos están fundamentalmente solos para resolver por sí mismos dónde y como adquirir los conocimientos, las técnicas y las actitudes, a un enfoque extremadamente dirigido en el que se proporciona una abundante base para ayudar a que los alumnos adquieran los conocimientos, las técnicas y las actitudes. Fundamentalmente, esta «estructura en continuo» refleja la cantidad de estructura y apoyo que se proporciona a los alumnos. Esto es importante por varias razones. En primer lugar, el trabajo de ANDERSON (1976-NEVES y ANDERSON, 1981) sobre la adquisición de técnicas cognitivas complejas identifica varios estadios de desarrollo de la técnica, incluyendo alcanzar un criterio de exactitud (que requiere una codificación y una procedimentación declarativa), 75 seguida por la automatización de la técnica (composición). Afirma que esto es importante para las técnicas cognitivas complejas, como la resolución de problemas, porque la automatización de las técnicas de orden inferior libera los recursos de tratamiento cognitivo consciente de una persona para atender los asuntos de un orden superior y más estratégico. Aprender lo suficiente para resolver un problema ofrece pocas veces una práctica lo suficientemente variada para alcanzar un criterio de exactitud, dejando sola la automatización de la técnica. Esto hace al ABP vulnerable al empobrecer el desarrollo de la técnica, a no ser que se proporcionen los suficientes y adecuados tipos de prácticas dentro del espacio educativo. La misma preocupación cabe aplicarla a la elaboración de una comprensión lo suficientemente profunda y amplia (incluyendo el modelo de desarrollo causal), a la memorización de la información importante y la adquisición de actitudes igualmente importantes para el problema del ámbito objeto de estudio, así como el desarrollo de un pensamiento de orden superior adecuado y de técnicas metacognitivas para solucionar problemas. Distintas situaciones exigen diferentes grados de apoyo a cada uno de estos tipos de aprendizaje. Para el alumno no siempre es lo mejor encontrarse fuentes primarias y tener que utilizarlas. El aprendizaje requiere un compromiso activo por parte del alumno, pero dicho compromiso no siempre es beneficioso, por ejemplo, cuando se trata de «exceso de trabajo» o si sólo implica el uso de técnicas y conocimientos que el alumno ya domina. Por ello, una teoría para diseñar ABP debería ofrecer orientación sobre dónde debería situarse en la estructura del continuo en una situación educativa determinada; y tendría que ofrecer una orientación sobre qué tipo de métodos deberían utilizarse y cuando para proporcionar apoyo a cada grado particular. Por ejemplo, los tutoriales (pruebas, explicaciones y prácticas separadas con retroalimentación inmediata) pueden resultar beneficiosos en algunas situaciones para el desarrollo de la técnica; las simulaciones de mundos virtuales (por ejemplo, SimCity) pueden ser adecuadas en algunas situaciones para un modelo de desarrollo causal complejo, y poner a prueba las reglas mnemotécnicas puede resultar también beneficioso en algunas situaciones para memorizar la información. Cuando el problema finalmente se resuelve, los alumnos pueden aprender mucho volviendo sobre lo aprendido, tanto en lo que se refiere al ámbito del problema como al proceso de resolución del mismo. ¿Cuáles son los obstáculos o las dificultades con los que se han encontrado? ¿Cómo podían haberse enfrentado a ellos de mejor forma? ¿Qué opinan otras personas que han resuelto el mismo problema o la bibliografía al respecto sobre el asunto que han tratado? En algunas situaciones, los alumnos pueden aprender más de las reflexiones posteriores a la resolución del problema que lo que han aprendido durante ella. Por esta razón, una teoría de diseño educativo del ABP debería ofrecer una orientación sobre el proceso de razonamiento posterior. Estos asuntos suplementarios para reflexionar sobre las teorías de diseño del ABP no son en modo alguno comprensivos; no representan todas las cuestiones importantes que afectan al ABP, y no representan tampoco los aspectos variables del ABP, como en el caso de si los alumnos deben trabajar en grupo o individualmente. Pero representan algunos de los problemas más importantes que consideramos deben tratar las teorías de este campo. A medida que el lector estudie las teorías del ABP 76 incluidas en este libro (principalmente los capítulos 8-11), le proponemos que añada estas cuestiones al marco citado anteriormente, como si se tratase de un prisma para poder "comprender dichas teorías, y que intente identificar puntos compleméntanos que deberían tenerse en consideración. CONCLUSIÓN A medida que examine las diferentes estrategias educativas del ámbito cognitivo descritas en el resto del libro, le será de utilidad contar con algunos medios para compararlas unas con otras. Este capítulo ofrece un marco para comparar el tipo, el control, el enfoque, la formación de grupos, las interacciones y el apoyo al aprendizaje como una herramienta que permita orientar dicha comparación. Se ofrecen también problemas suplementarios para pensar sobre el ABP. Estos problemas y el marco en el que se integran no pretenden ser omnicomprensivos, sino, más bien proporcionar un punto de partida a partir del cual el lector pueda comenzar su propio proceso de análisis y discusión. REFERENCIAS ANDERSON, J. R. (1976). Language, memory and thought. Hillsdale, NJ: Lawrence Erlbaum Associates. • (1983). Cognitive skills and their acquisition. Hillsdale, Nj: Lawrence Erlbaum Associates. • (1983). The architecture of cognition. Cambridge, MA: Harvard University Press. AUSUBEL, D. P. (1968). The psychology of meaningful verbal learning. Nueva York: Grune y Stratton. Bloom, B. S., ENGEHART, M. D., FURST, E. J., Hill, W. H. y KRATHWOHL, D. R. (1956). Taxonomy of educational objectives: Classification of educational goals. Handbook I: Cognitive domain. Nueva York: David McKay. GAGNÈ, R. M. (1985). The conditions of learning (4.ª ediciòn). Nueva York: Holt, Rinehart y Winston. GARDNER, H. (1983). Frames of mind: The theory of multiple intelligences. 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