CORTE SUPREMA DE JUSTICIA SALA DE CASACIÓN CIVIL Magistrado Ponente CÉSAR JULIO VALENCIA COPETE Bogotá D.C., dieciocho (18) de septiembre de dos mil siete (2007) Ref.: Exp. 11001-0203-000-2003-00061-02 Procede la Corte a resolver la solicitud de exequátur formulada por HÉCTOR CASTIBLANCO RODRÍGUEZ, respecto de la sentencia de divorcio proferida el 24 de enero de 2001 por el Juzgado de Primera Instancia de Aruba (Reino de los Países Bajos). I. ANTECEDENTES 1. El demandante reclamó la concesión del exequátur del fallo anotado, por medio del cual se decretó el divorcio del matrimonio civil por él contraído con Astrid Catharina Croes. 2. Como sustento de la pretensión invocó los hechos que se compendian seguidamente. a. El 30 de mayo de 1989 Héctor Castiblanco Rodríguez, de nacionalidad colombiana, contrajo matrimonio civil con Astrid Catharina Croes, de nacionalidad neerlandesa, ante el funcionario público del registro civil de Aruba. b. Por sentencia de 24 de enero de 2001 el Juzgado de Primera Instancia de Aruba decretó el divorcio de común acuerdo. c. Están cumplidos los requisitos previstos por el artículo 694 del Código de Procedimiento Civil. 3. La demanda fue admitida por auto de 23 de abril de 2003, corriéndose traslado de ella a la demandada y al Ministerio Público; la primera se tuvo por notificada mediante conducta concluyente, sin que efectuara ninguna manifestación sobre el particular, al paso que el segundo puntualizó cómo debía ser demostrada la correspondiente reciprocidad diplomática o legislativa. 4. Agotado el trámite procesal que dispone la ley, procede el estudio y decisión de la petición formulada. II. CONSIDERACIONES DE LA CORTE 1. Las sentencias o laudos proferidos en el extranjero, en procesos contenciosos o de jurisdicción voluntaria, tendrán en Colombia la fuerza que los tratados vigentes con el país de origen conceda (reciprocidad diplomática) o, en su defecto, la que allí se reconozca a los dictados en el territorio nacional (reciprocidad legislativa), siempre y cuando la petición respectiva observe cabalmente las condiciones contempladas por el artículo 694 del Código de Procedimiento Civil. C.J.V.C. Exp. 00061-02 2 Estas exigencias, de orden formal y sustancial, conciernen a la adecuada aportación del fallo extranjero, en lo que toca con aspectos como su autenticación, traducción, legalización y ejecutoria, así como a otros temas relacionados con el examen del contenido de la resolución, la cual no puede contravenir las normas de orden público, ni versar sobre asuntos que involucren derechos reales respecto de bienes situados en el país, como tampoco referirse a un punto del resorte exclusivo de las autoridades colombianas o sobre el cual haya proceso en curso o sentencia en firme. 2. Ahora bien, tras realizar un examen detallado de los elementos de juicio incorporados a la actuación, advierte la Corte que la solicitud de exequátur está llamada inexorablemente al fracaso, como quiera que dentro del proceso no logró demostrarse que entre la República de Colombia y el Reino de los Países Bajos existiera tratado o convenio relativo a la reciprocidad para el reconocimiento de sentencias extranjeras, ni que la legislación doméstica de este último país contemplara un tratamiento semejante respecto de los fallos proferidos por las autoridades foráneas. En efecto, es de verse que en el oficio de 4 de abril de 2006 el Jefe de la Oficina Asesora Jurídica del Ministerio de Relaciones Exteriores indicó claramente cómo esa dependencia había constatado la “… inexistencia de acuerdos o convenios vigentes sobre el reconocimiento recíproco entre Colombia y los Países Bajos del valor de las sentencias pronunciadas por las autoridades judiciales de los dos países …” (fl. 69). C.J.V.C. Exp. 00061-02 3 Del mismo modo, ha de notarse que el solicitante tampoco cumplió con la carga que le correspondía de aportar al proceso la prueba de la legislación extranjera que contemplara la mencionada reciprocidad, pues apenas sí de manera informal fueron allegados algunos documentos, sin que se ajustaran a las disposiciones del artículo 188 del Código de Procedimiento Civil, ni contaran con la traducción oficial que reglamenta el artículo 260 ibídem, pues ésta, a pesar de las múltiples ocasiones en que este despacho dispuso su realización, no fue impulsada ni gestionada por el peticionario (fls. 90 - 106) . Por lo demás, al margen de la pasividad que en este aspecto mostró la parte solicitante, también resulta relevante poner de presente que mediante oficio de 10 de julio de 2006 el Coordinador de Asuntos Consulares del Ministerio de Relaciones Exteriores comunicó a la Corte que “… no existe dentro de la legislación holandesa una ley que regule la reciprocidad en materia de exequátur para sentencias de jueces Extranjeros …” (fl. 76). 3. En este orden de ideas, emerge palmario que el solicitante no satisfizo la carga probatoria que de manera general le impone el artículo 177 del Código de Procedimiento Civil, por cuanto no consiguió demostrar que entre el Estado en que tuvo origen la providencia judicial y aquél en el que se pretendía que ella produjera efectos existiera la reciprocidad diplomática o legislativa que reclama el artículo 693 del Código de Procedimiento Civil como presupuesto elemental e insoslayable para la procedencia del exequátur. C.J.V.C. Exp. 00061-02 4 Resulta entonces pertinente recordar que “… en materia de exequátur, quien propugna por obtenerlo debe demostrar que se cumplen todas y cada una de las condiciones requeridas para el efecto, y, por consiguiente, una actitud pasiva o una actividad deficiente en ese sentido genera, sin más, la negación de la solicitud, sin perjuicio, claro está, de que se pueda acudir mediante nueva demanda que sea plenamente satisfactoria a provocar el reconocimiento de la sentencia extranjera.” (sentencia de 3 de agosto de 2005, exp. 00152-01, no publicada aún oficialmente). III. DECISIÓN En mérito de lo expuesto, la Corte Suprema de Justicia, Sala de Casación Civil, administrando justicia en nombre de la República y por autoridad de la ley, NO CONCEDE el exequátur de la sentencia previamente identificada. Sin costas en esta actuación. Notifíquese, RUTH MARINA DÍAZ RUEDA JAIME ALBERTO ARRUBLA PAUCAR C.J.V.C. Exp. 00061-02 5 PEDRO OCTAVIO MUNAR CADENA WILLIAM NAMÉN VARGAS ARTURO SOLARTE RODRÍGUEZ CÉSAR JULIO VALENCIA COPETE EDGARDO VILLAMIL PORTILLA C.J.V.C. Exp. 00061-02 6