El Prana es la energía viva que alimenta a cada ser, a cada planta, a cada hoja, al universo entero. La energía que emana del Prana es pura sanación y la Energía que emana de la mano del Iluminado es bendición. 3 …Juntos buceamos en la inmensidad insondable del Absoluto… 5 Junto al cielo oscureció mi vida inerte; junto al cielo brilló mi nueva juventud. Junto al cielo, a las estrellas, junto al eco de la Luz volví a ser real. Mis manos poderosas recibieron al bebé, mis manos poderosas amaron al bebé. Mis manos poderosas brillan para siempre creando la Navidad. Creando la Navidad, brillo para siempre; brillo para siempre en la eternidad. En la oscuridad ¡No lo sé...! 7 INTRODUCCIÓN De un alma liberada saldrán muchos Iluminados; así fue como me liberó mi maestro amado, maestro verdadero a quien no le importaba su cuerpo cansado para enseñar a los demás y quien dio su vida con tal de ayudar al prójimo y guiarlo hacia la plenitud del Ser. Sri Nisargadatta Maharaj1 es su nombre, aquel que me tomó de la mano y me mostró el camino para que yo encontrara la libertad total, no antes de haber quedado destruida en mí la Ilusión, arrancada de raíz la mala hierba que brotaba de mi mente, desenmascaradas las falsas enseñanzas que me habían sido inculcadas, al igual que a ti, querido lector. 1 Sri Nisargadatta Maharaj, verdadero iluminado y uno de los sabios más grandes de la India moderna, expandió en el mundo la enseñanza de la No-Dualidad o Vedanta Advaita 9 Cruel fue mi Despertar, tenía que purificarme de la impureza, tenía que limpiar lo sucio, lo aberrante que se acumula en el campo energético desde el día en que nacemos. Cruel fue mi Despertar porque vi hasta lo profundo, vi la magnitud del engaño que causa la Ilusión, la magnitud de la decadencia en la cual el mundo y sus habitantes están sumergidos, sin aire para respirar, sin esperanzas, porque la oscuridad se ha adueñado de sus corazones y de todo su ser. Despertar de la Mentira no fue fácil. Quemar las impurezas es doloroso y cortar con la identificación colectiva duele aún más; duele darse cuenta de que todos están bajo el yugo de la maldad, duele ver que todo prójimo es un enemigo, que no tienes padre ni madre ni hermanos porque todos pertenecen al feudo del Mal y te quedas solo en el Universo luminoso de las Energías donde todo es Poder. Siendo joven busqué la Verdad. A los veinte años abandoné mi tierra natal, me alejé de lo conocido para adentrarme en las entrañas misteriosas de la espiritualidad de masas, caminé vagando por el limbo de la ignorancia donde encontré a muchos sabedores, aunque ninguno era real, ninguno había trascendido su propia ignorancia. Pero un día, alguien me habló del tigre de Bombay, y yo, en mi ignorancia, me dije: “Un maestro más ¿para qué?”, hasta que, de repente, tuve una visión trascendental de él. Maharaj se me apareció, vi el fulgor de sus ojos que me miraban 10 y yo pensé: “Si este no es el diablo es porque es Dios”. Me desperté temblando y, desde ese instante, cada fibra de mi ser le perteneció, llegué a su reino y me adueñé de su Shakti2; Maharaj fue el sol que brilló en mi cielo nublado de buscador y la lluvia de sus enseñanzas se la trasmití a mi mujer… 2 Shakti: palabra en sánscrito (Sakti) que significa poder, fuerza, energía. Palabra utilizada en la India para expresar la transmisión de la Energía Divina del verdadero maestro (Sat Guru) a su discípulo. 11 1 Ante los ojos de la Consciencia, el Hombre Iluminado es el gran maestro justo que actúa al revés de lo condicionado. Puesto que sus deseos han sido apagados al liberarse del ego, sus hechos son naturales. Él conoce su verdadero ser. Él es real. Él es el Amor. No se aferra al amor porque aferrarse al amor es producto del miedo y el miedo actúa bajo las capas mezquinas del intelecto; alrededor del ego no hay Luz, no hay palabras verdaderas y la Sabiduría no cuenta para él; el ego sólo es deseo, inconstancia, vanidad. Manojos de luz recogí en la noche de mi Gran Despertar, manos de poder acariciaron la coronilla del recién nacido, ungiendo mi voluntad de Sabiduría Suprema. Vi la Realidad, consistencia soberana donde todos los colores son de Luz, donde toda la magnificencia del Poder actúa al unísono con la voluntad del creador. 13 Aquí estoy: miradme las manos con las cuales recibí a los hijos que el Poder de todos los tiempos ha necesitado para restaurar su imperio de santidad con el Nacimiento Sagrado. Junto a la vida he puesto el altar de la Luz a los pies de la Maternidad para que mi paternidad surja como el elemento unificador entre la Vida, la Consciencia y el Yo Supremo. Dios puso fin a todos mis conocimientos duales3, borrando de mí el miedo enraizado en una vida limitada y superficial. Antes de la Iluminación, a lo largo de mi búsqueda, lo único real que resonaba en lo hondo de mi ser fueron las palabras de mi maestro: Yo Soy Eso… la Eternidad, la Luz. La báscula de la trivialidad de mis pensamientos fue rota por el peso de la Gran Verdad, porque la búsqueda espiritual, realizada por el intelecto, solo es un pozo agusanado de mentiras y de metáforas. Si bien es cierto que la Luz es el Poder de todos los tiempos, el hombre dual4 no tiene acceso a ella, ya que actúa sin miramientos en favor 3 Relativo a Dualidad: mundo de oponentes, caras de los diferentes aspectos de la existencia: el Bien y el Mal, espíritu y materia, cuerpo y alma, luz y oscuridad, ser o no-ser, eterno o temporal. 4 Dual: que reune fenómenos distintos: el Bien y el Mal, espíritu y materia, cuerpo y alma, luz y oscuridad, ser o no-ser, eterno o temporal. 14 de la mezquindad, todo lo atropella con sus conceptos y palabrerías carentes de sabiduría y de supremacía. El Bien es todo lo que tengo, enseño qué es el estado original, enseño lo que somos allende de la ignorancia. En la Consciencia Real todo ocurre de forma natural, por el peso de su propia fuerza; en la Consciencia Real todo el universo me pertenece, su fuerza, su poder. ¡La Verdad ha derrotado a la Ilusión! La verdad de mi ser es el sol que calienta mis manos ya que la oscuridad dejó de pertenecerme y la libertad es el sol que derritió las cadenas pesadas de mi esclavitud. Comprendí que no soy el cuerpo, que yo soy la Divina Consciencia donde la ignorancia y la Ilusión no tienen cabida. Así, pues, con mis manos de padre poderoso recibí la alianza que el poder de la paternidad había implantado en el vientre de mi mujer. Al recibir al recién nacido, la oscuridad había desaparecido para siempre, desde entonces soy el guerrero de paz, soy el arma que peleó contra el mental5, contra la esclavitud de los pensamientos en el feudo de la ignorancia. Así, pues, a pesar de la resistencia de mi mental, el primer átomo de Luz me avasalló transportándome al umbral de la Sabiduría, al mismo tiempo que la concupiscencia del ego dejaba de poseerme. El odio conspi5 El mental es el mar de oscuridad, cuyos afluentes son los pensamientos producidos por la mente problemática y el ego desquiciador. 15 cuo de mi mental rompía los diques de mi fe, el mental había descubierto que al ser derrotado perdería su posesión, mi yo mortal, mi yo efímero, el yo dormido, el yo muerto que solo conoce la vida pálida, ese reflejo maldito que quita el sentido al Yo Profundo, al Yo Sagrado, al Yo Luz. El mental no quería morirse, al intuir su eminente desaparición, sabía que yo sería libre como el viento y poderoso como un dios. Al desapegarme del mundo inferior, me deshice de la ignorancia, mundo donde los deseos esclavizan, donde todo es transitorio y cambiante, mundo imperfecto donde todos sueñan el sueño de la Ilusión, sueño invertido donde cada uno borra la fuente de luz del Ser y donde la memoria colectiva sella con imágenes grotescas y confusas la Consciencia Infinita, la Realidad Viva. Antaño, mi intención siempre enfocada en la Dualidad era un suplicio, porque vivir soñando que vives, cuando en realidad estás muerto, es la característica del Homo-mental, característica que domina ese mundo donde las preocupaciones y los remordimientos acechan constantemente a los individuos nacidos en la Dualidad. 6 La capa de luz que hace fulgurar la existencia es el Nacimiento cuyas fuerzas vibratorias hicieron despertar 6 Dualidad: mundo de oponentes, caras de los diferentes aspectos de la existencia: el Bien y el Mal, espíritu y materia, cuerpo y alma, luz y oscuridad, ser o no-ser, eterno o temporal. 16 en mí al padre. Me levanté de la incertidumbre para caminar hacia la certidumbre de que yo soy el único que da vida a la vida, que da sentido a la felicidad y que da luz a la existencia. Me desprendí de la oscuridad al entrar en la acción correcta, el Nacimiento, y vi que el Poder es fuego vivo que limpia la mancha de la oscuridad y limpia la mancha de la fornicación, obstáculo bravo y grotesco que abate a los hombres que viven en el mundo de la falsedad. Crucé el umbral del Uno al comprobar que mi vida anterior solo era imaginación. Imaginé ser hombre, imaginé ser humano, sin embargo, ante la prueba de la Verdad me desintegré con todas mis mentiras; desde entonces hago lo que la Realidad Suprema exige de mí, y ella exige que solamente tenga que ser. A diferencia de ti, querido lector, yo ya no sueño, he despertado al fulgor de la vida continuada, sin truncamientos por la calamidad del aborto, he encontrado la pirámide de la Verdad que es la concepción, gema que brilla a la voluntad de la Consciencia Universal y de la energía masculina y femenina; soy el hombre consciente de su procreatividad y, por ende, de su luz y de su verdad. Allende de la liberación de la Ilusión está el cumplimiento con la ley del Altísimo Creador, el Yo Soy, fuente de toda vida universal, fuente misma donde la voluntad de vivir es tan profunda como las raíces de la propia existencia. Hay algo más allá de la conciencia del sueño, es 17 la vida misma que pugna por brincar a la libertad del Ser Puro, a la libertad no condicionada por la maldad del ego. Más allá del matrimonio con la ignorancia está la libertad del Yo Altísimo, conjugando el verbo vivir en la plenitud de la Consciencia. Mi mente no conocía a Dios porque estaba obsesionada en seguir sus propios pensamientos, obsesionada en seguir la Ilusión, mi mente estaba vacía de luz pero llena de basura, carente de sabiduría pero llena de idolatría, llena de miedos pero vacía de fortaleza, llena de misterios pero vacía de Verdad, llena de lágrimas y carente de felicidad. No había equilibrio en mi mente porque su naturaleza era crear el caos, inventaba sus propios placeres, viajando entre las nubes de los pensamientos, y yo creía que eso era real. Al abrir los ojos a la Realidad vi que el mundo era guerra, era la proyección de mi estado interior de caos y de confusión y ¡yo que había creído que el mundo era el mental! Maté al yo pagano cuando las raíces del mundo dual se desmoronaron bajo el poder deslumbrante del Ser Puro. Las experiencias paganas a las cuales yo había asistido crearon un peso en las fibras sutiles de mi amor perfecto. Caí y renací, morí y vi la realización de mi ser cuando el alma de Dios se posó sobre mi cuerpo marchito, sacudiéndome de todo lo irreal... ¡todo lo sufrido en la oscuridad había sido en vano! 18 La Iluminación me hizo ver que debería existir solo la absoluta felicidad y fue por error que anduve entre las capas de la infelicidad en el mundo del apego. La paz del Señor se hizo en mí, la paz del unigénito me traspasó de dicha y felicidad y desde entonces todo ha cambiado en mi interior. Me uní a la Mente Universal, a la Bondad y a la Sabiduría, herencia de la humanidad; me elevé a la Luz donde todo lo pagano dejó de existir. Mi vida es efectiva y poderosa ahora, he curado a mi mundo amparando el nacimiento de mis hijos en la plenitud de la Consciencia Real. Mi diminuta personalidad quedó destruida por la inmensidad del Universo de Luz. Ante su fuerza, mis conceptos se hicieron añicos, mis valores morales solo eran producto del ego. A lo verdadero no se le puede pesar si no fuese por la balanza de la Justicia Real. Así, pues, pongo de manifiesto las dos caras de la vida, la Ilusión y la Realidad, la Dualidad y el Absoluto, el castigo y el premio, la concepción y el aborto, la unión y la desunión con el Yo Soy. 7 Existe para mí sólo el Amor Real. No es un estado mental, no es mío ni tuyo, simplemente es como cuando la lluvia cae en un día caluroso. 7 Unigénito: se refiere a que cada uno de nosotros es hijo de Dios, que todos somos esta esencia nacida única. 19 Me he encontrado a mí mismo y me he liberado de la desatención que producía el mental en caos; ahora, soy honesto conmigo mismo, he encontrado la seriedad en el nacimiento de la Verdad cuando mi hijo nació libre como el sol nace cada mañana. Mis principios mundanos eran flores nacidas de mi pequeño ego, flores sin perfume, sin risa y sin Poder de Luz. Las semillas de consciencia que el Ser Universal ha plantado en mi tierra nueva son soles de luz y de agua y de tiempo no dividido. Libre de la maldad, soy sincero, libre del libertinaje soy inocente, ya no soy el hombre seco sino el Yo Soy, fresco y sin expectativas acerca del mañana. Mi sendero va hacia adentro, he regresado al Uno mismo, al lugar original donde nací y donde la concepción hizo de mí un ser humano. Soy el unicornio que, junto a su bebé, traspasó el ojo de la aguja para llegar a lo verdadero, a la integridad con la superioridad del Yo Soy Uno. De ahí que mis principios mundanos fueron preocupaciones y “libertades” basadas en la ignorancia. Al abrir los ojos a la Verdad oigo el tiempo espléndido que hay en la vida, en la vida pura donde todo lo imperfecto fue borrado para siempre. En el silencio de la paz encontré la claridad de ser lo que soy. Los estados cognoscitivos también desaparecieron, hoy solo veo al Ser fluir cual aguas torrenciales, lim- 20 piando los polos opuestos a las esferas de la Luz… ¡veo al mundo como un niño! Los gérmenes dadores del intelecto aparecieron ante mis ojos como corrientes desleales al nacimiento del Ser Puro. El intelectualismo raja la vida en mil pedazos, atiborrando el cuerpo de recuerdos que son registrados en el aura y mantienen al hombre separado del Yo Soy. Mi mente, carente de comprensión por la vida, solo pensaba en lo nefasto, no conocía la vida como principio de humanidad, su actividad perturbadora me entrelazaba con la vida mundana, provocando en mí el desequilibrio, ahuyentándome de la Verdad. A través de mi atonalidad8 encontré la manifestación del Ser en mi corazón, mientras que las palabras de los demás seguían hiriendo de muerte a la vida, la voz de la Consciencia Universal cosía en mí al Ser Consciente. Liberado de las ansias encontré la Verdad Sublime bien lejos de los conceptos banales del intelecto, encontré la Sabiduría Última para impregnar la vida de mis hijos de beatitud solemne, junto al amor no-manifestado. Lo Inmanifestado no causa disolución; al contrario, lo manifestado actúa en el plano mental y cognoscitivo, acarreando la disolución de la unidad. 8 Atonalidad: término relacionado con la no-conginitividad, más allá del raciocinio y del Logos; melodía que obedece a la armonía universal. 21