el juicio por la vía civil contra el empleador 1|4

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FACAL, MAR TIN Y ASOCIADOS
NEWS LETTER # 4 / SEPTIEMBRE 2008
T: (5411) 5277-2850 | F: (5411) 4383-9419 | Cerrito 520 piso 10º B | C1010AAL | Capital Federal
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EL JUICIO POR LA VÍA CIVIL CONTRA EL EMPLEADOR
Un reciente fallo de la Sala 10° de la Cámara del Trabajo de Córdoba nos permitirá repasar
cuáles son las condiciones para que prospere una demanda civil por accidentes del trabajo
contra el empleador1 . También ilustrará qué influye en el ánimo de los magistrados al decidir
si prospera o no la demanda.
1. LOS FUNDAMENTOS LEGALES DE LA RESPONSABILIDAD CIVIL
Recuerda el Tribunal que el empleador deberá responder civilmente por los daños sufridos por su
dependiente cuando:
Es culpable del accidente o de la enfermedad de su empleado (1109, CCiv.).
El responsable del hecho dañoso es otro empleado (art. 1113, párr. 1º, CCiv.), y el daño se haya
producido en ocasión del cumplimiento del trabajo.
El trabajador pruebe que sufrió un daño físico provocado por una "cosa" de su empleador. Pero en
este caso la responsabilidad del empleador cesará si acredita que de su parte no hubo culpa.
Si el daño fue causado por una cosa de propiedad del patrón, cualquiera sea el concepto de cosa
que se adopte, que es riesgosa o viciosa. En este supuesto, el patrón tendrá que probar que el daño
fue causado por culpa de la propia víctima o de un tercero por el cual no deba responder (art. 1113 ,
párr. 2º, CCiv.)
La responsabilidad proveniente de las cosas, aunque éstas no sean particularmente riesgosas o
defectuosas (la ley habla de vicio), dimana de la idea que el dueño de ellas, que obtiene de su dominio
un provecho económico, tiene que cargar con los perjuicios que genera.
2. CUANDO EL EMPLEADOR NO ES CONSIDERADO RESPONSABLE
El trabajador acusó padecer 1.Síndrome de Cervicobraquialgia Crónica con signos radiológicos de
espondiloartrosis, uncoartrosis, osteofitosis marginal anterior y posterior, pinzamiento del espacio
posterior C6-C7 con discopatía a dicho nivel. 2. Síndrome de Dorsolumbalgia Crónica con signos
radiológicos de espondiloartrosis lumbrar, osteofitoris marginal L1-L2 con discopatía a dicho nivel,
pinzamiento posterior del espacio L5-S1 con compromiso de agujero de conjunción. 3. Hipoacusia
Bilateral Audiotraumática con reclutamiento positivo. 4. Síndrome Varicoso Mínimo a predominio
izquierdo. 5. Secuela dolorosa de hernia Inguinal izquierda operada. Sostuvo que esas enfermedades
REFERENCIAS:
1 Aguero, Carlos A. c/ Perkins Argentina S.A.I.C y otro. C. Trab. Córdoba, sala 10ª. Fecha: 20/06/2008. Expediente: 76.401/37
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eran consecuencia de su deterioro progresivo, causado por malas condiciones de trabajo en la
empresa en la cual se había desempeñado por espacio de quince años.
El Tribunal desestimó la responsabilidad de la empresa demandada y sólo condenó a la ART, en los
límites de la Ley de Riesgos del Trabajo.
Creemos interesante estudiar los fundamentos de esta sentencia porque, si bien es probable que en
circunstancias semejantes otros tribunales puedan llegar a resultados diferentes, detalla cuáles fueron
las medidas implementadas por la empresa que lo convencieron de su falta de imputabilidad.
Los jueces sostuvieron que no se verificaban los presupuestos de responsabilidad objetiva o subjetiva
para atribuirla, “pues las tareas relatadas por el actor en su demanda, acreditadas en la pericia técnica
y corroboradas en parte por los testigos que depusieron en la causa, no poseen el adecuado nexo
causal que exige el Código Civil , para ser imputadas como las productoras de las patologías
incapacitantes, ni se ha acreditado la existencia de culpa o negligencia del empleador principal y de la
citada en garantía2 en la producción de los daños en la salud que padece el actor, pues ha quedado
acreditado con la pericia técnica y con los dichos del testigo... que la empresa contaba con los medios
de higiene y seguridad adecuados, se proveían elementos de protección auditivos, visuales,
delantales, ropa de trabajo, botines, etc., además de contar con el correspondiente servicio de
medicina del trabajo”.
Los jueces consideraron también que, si bien no se habían realizado exámenes médicos periódicos, y
eso constituía un incumplimiento leve de las normas de higiene y seguridad, tal circunstancia, aunque
reprochable, no justificaba apartarse del régimen especial de la Ley de Riesgos del Trabajo.
Recalcaron que el damnificado, además de probar el daño, debió haber acreditado quién había sido el
responsable de la producción de ese daño y que la falta de exámenes periódicos había sido la causa
exclusiva que produjo ese daño.
Se tuvo por probado, por los propios dichos del actor y de los testigos, que a raíz de un problema
auditivo el actor había sido trasladado a un sector que no poseía ruidos, cumpliendo con ello el objetivo
de prevención que la propia Ley de Higiene y Seguridad prevé. Concluyeron que la responsabilidad del
patrón “no puede presumirse sino que debe ser fehacientemente acreditada”, probándose la culpa o
negligencia (responsabilidad subjetiva) o la cosa riesgosa (responsabilidad objetiva), la patología que
provoca una incapacidad al damnificado y que la misma haya sido ocasionada por alguno de estos
elementos productores, es decir, la culpa o negligencia o la cosa productora de ese daño, lo que
constituye el adecuado y necesario nexo causal. Así como tampoco puede presumirse el daño, la
atribución de responsabilidad debe provenir de hechos o conductas que permitan identificar
REFERENCIAS:
2 La Aseguradora de Riesgos del Trabajo
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claramente la génesis de esa responsabilidad, la causa que la produce y provoca”.
Si bien el trabajador realizaba trabajos que requerían un cierto esfuerzo, se valoró que la empresa
proveyó las maquinarias adecuadas para realizarlo, tales como guinches, bancos de trabajo,
elementos de protección, etc., que eran los propios de la industria. Siendo así, concluyeron, no
aparecía ninguna culpa o negligencia, como tampoco se verificaba que la utilización de estas máquinas
o herramientas, adecuadas a la especialidad y a la actividad de la industria, hubieran sido la causa del
daño o que el establecimiento, comprendido también en el concepto amplio de "cosa", hubiese sido el
productor del daño, máxime cuando la empleadora cumplió con las medidas de higiene y seguridad en
el trabajo.
Como el actor subsidiariamente había planteado la aplicación de la Ley de Riesgos del Trabajo 24557,
en definitiva la Cámara termina condenando a la ART.
3. LAS ENSEÑANZAS QUE PODEMOS RECOGER DE ESTE FALLO
Se trata de un tipo de reclamo que se presenta en trabajadores con muchos años de trabajo en la
empresa y cierta edad, quienes en el momento del cese laboral o de conflicto con el empleador
aprovechan para hacer reclamos por enfermedades que consideran de origen profesional.
En estos casos, siempre hay que denunciar el hecho a la ART, aunque el propio empleador entienda
que el caso no corresponde que tenga tratamiento de enfermedad profesional.
Si no hay reclamo previo y el trabajador directamente intenta la demanda o pide una conciliación en
sede administrativa, hay que solicitar que la ART sea parte del proceso. Al hacerlo hay que dejar en
claro que, más allá de la opinión del propio empleador, si los juzgadores determinan, a la postre, que
se trata de una contingencia de origen laboral, correspondería que la ART cubra en el límite de la LRT.
En segundo lugar es importante ir documentando adecuadamente el cumplimiento de las normas de
higiene y seguridad del trabajo. No basta cumplirlas, la empresa tiene que tener evidencia de ese
cumplimiento: políticas de prevención de riesgos, de salud y de seguridad laboral aprobados en la
máxima instancia y notificadas por escrito a todos los trabajadores y a los niveles de supervisión,
contar con servicio de higiene y seguridad laboral interno o externo, según la cantidad de trabajadores
en el establecimiento, exámenes preocupacionales con notificación al trabajador en caso de hallarse
alguna enfermedad preexistente y su visado o fiscalización por parte de la autoridad laboral
correspondiente, constancia de la realización de exámenes periódicos y sus resultados, realización de
exámenes cuando un trabajador se desvincula y tenemos razones para pensar que podría efectuar
reclamos futuros3 , constancia escrita de las capacitaciones recibidas por los empleados, recibo de los
elementos de protección personal, constancia del cumplimiento de las recomendaciones de la ART,
etc. Estos elementos serán claves en caso de reclamo judicial y no son posibles de obtener cuando el
conflicto ha estallado.
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En tercer lugar, de ocurrir un accidente grave, del cual pueda derivar una incapacidad permanente,
siempre investigarlo a través del servicio de salud y prevención laboral.
Finalmente, cuando se esperen acciones judiciales puntuales o masivas, recurrir rápidamente a
asesoramiento especializado, y buscar coordinar futuras defensas con la ART a la cual uno está afiliado.
REFERENCIAS:
3 Mientras el examen preocupacional es obligatorio para el empleador, el examen médico de egreso es facultativo y lo debe
realizar la ART, salvo que esta acuerde su realización con el empleador. Pero la proliferación de reclamos judiciales lo están
volviendo muy importantes para prevenir conflictos futuros. La cuestión está reglamentada en la Resolución 43/97 de la
Superintendencia de Riesgos del Trabajo de la Nación. El trabajador no puede negarse a la realización del examen.
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