Dimisión en pleno del Gobierno por el rechazo al `Plan Bonex`

Dimisión en pleno del Gobierno por el rechazo al 'Plan Bonex'
Dimisión en pleno del Gobierno por el rechazo al 'Plan Bonex'
La crisis política argentina entró ayer en una nueva fase. El rechazo del Senado a aprobar la conversión en bonos
de los depósitos bancarios llevó a todo el Gobierno a poner sus cargos a disposición del presidente Duhalde,
mientras aumentaban las protestas en las calles y los rumores de establecer una nueva convertibilidad.
-Expansion
El presidente Eduardo Duhalde se encontraba reunido anoche en su residencia oficial de Olivos con varios destacados
senadores y con los gobernadores provinciales, que son los que verdaderamente controlan el Senado.
La dimisión de Duhalde parecía absolutamente descartada y en su lugar ya habían comenzado las quinielas acerca de los
posibles sucesores de Remes, cuya dimisión ya había sido aceptada por Duhalde.
En la reunión con los gobernadores deberá analizar la reestructuración del Gobierno tras la renuncia del ministro Remes
Lenicov, y de Jorge Capitanich, jefe de Gabinete; Rodolfo Gabrielli, ministro de Interior, y José Ignacio de Mendiguren,
responsable de Producción, entre otros. Además, se barajan cambios en el Banco Central. No obstante, ayer aún no
estaba claro qué miembros del Gobierno podrían cambiar.
La causa de las dimisiones fue el rechazo del Senado argentino, por segundo día consecutivo, a discutir el Plan Bonex,
en virtud del cual los depósitos bancarios quedarán convertidos en bonos.
La oposición de los senadores peronistas a discutir el proyecto de su propio Gobierno acabó por bloquear la situación,
de modo que al final, en medio de un caos considerable, entre cacerolazos y amenazas de bomba en edificios contiguos,
el Senado acordó suspender la sesión y dejar para hoy el debate del plan.
La clave del desacuerdo es que los senadores exigen que haya una cantidad mínima de dinero que quede fuera de la
conversión en bonos, a lo que el Gobierno se opone. Duhalde quiere que el proyecto salga adelante en forma de ley,
mientras que los senadores replican que, si el Ejecutivo no acepta sus condiciones, deberá emitirlo como decreto.
Por otra parte, una comisión de parlamentarios peronistas pedirá al presidente un plan económico integral que funcione
independientemente de los intereses del Fondo Monetario Internacional.
Ayer, entre rumores de un posible establecimiento de una nueva convertibilidad entre peso y dólar ?que podría fijarse de
3 a 1?, la tensión en las calles iba en aumento. Más de tres mil personas rodeaban anoche de forma pacífica la sede del
Parlamento argentino. Vecinos, partidarios de fuerzas políticas de izquierdas, ahorradores y empleados bancarios
rodearon el edificio del Congreso para impedir que el Senado tratara con urgencia el Plan Bonex.
Sucesor de Remex
La dimisión de Remex se produjo justo después de que acabara la sesión en el Senado, momento en que el ex ministro
se reunió con sus colaboradores y presentó su renuncia a Duhalde y la de todo su equipo, que se vio seguida después por
la de los demás ministros.
Para ser candidato a ocupar el cargo de ministro de Economía en Argentina ahora mismo se necesita una dosis
indudable de valor. Entre los valientes que podrían estar dispuestos a suceder a Remes, ayer se consideraba que el
candidato mejor situado era el actual secretario de Energía, Alieto Guadagni, fuertemente vinculado al peronismo de
Buenos Aires y, por tanto, hombre de confianza de Duhalde.
Guadagni, que ya fue secretario de Industria y Comercio Exterior con Menem, podría entorpecer las relaciones entre
Argentina y el FMI, ya que se teme que trate de poner en práctica una política de fomento del sector industrial nacional
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e, incluso, de imponer un tipo de cambio fijo para el peso.
Ambas medidas ya fueron intentadas por Remes en las primeras semanas de su mandato y se saldaron con un fracaso
rotundo. En un principio, se barajó como otro candidato el economista jefe del banco Interamericano de Desarrollo
(BID), el peronista Guillermo Calvo.
La ley propuesta por el Gobierno dispone que los depósitos a plazo fijo en pesos y en dólares que retienen los bancos se
canjeen obligatoriamente por bonos públicos con vencimientos a cinco y diez años de plazo, respectivamente. El
portavoz presidencial, Eduardo Amadeo, ya ha admitido que los ahorradores serán los perjudicados.
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