Tectónica de placas, y la formación de nuestro territorio La formación de Chile se inició hace mucho cientos de millones de años, allá por el Paleozoico inferior con la colisión de algunos terrenos exóticos o bloques continentales provenientes de un megacontinente que se había fragmentado y que se estaban juntando para formar un nuevo supercontinente, el continente de Gondwana. Hablamos con el Profesor Reynaldo Charrier para que nos contara más sobre la formación de nuestro territorio y nos dijo que alguno de estos terrenos, como el de Arequipa-Antofalla, Chilenia y posiblemente otros, chocaron contra el margen de lo que sería posteriormente América del Sur. En esta etapa muy antigua, Sudamérica aún no se había separado de África. Pasaría bastante tiempo, desde poco antes de fines del Paleozoico hasta comenzado el Jurásico, o sea, unos 50 millones de años, incluyendo todo el Triásico, para que se iniciase la separación definitiva entre nuestro continente y el africano. Es en este momento que los geólogos establecemos el inicio del ciclo Andino, que corresponde a larga y compleja sucesión de eventos volcánicos, sedimentarios , de alzamiento de montañas, erosión, etc., que conduciría a la formación de la cordillera de los Andes y a la constitución actual de nuestro territorio. “El gran continente de Gondwana fue gradualmente desmembrándose en varios otros continentes, África, Australia, Antártica y la India.” Tectónica de placas, el motor de la deriva continental La separación de estos bloques continentales se explica por la tectónica de placas. El desmembramiento de continentes, es el resultado de la actividad al interior de la Tierra, en el manto. La energía que existe en el manto es fundamentalmente energía calórica remanente de la formación de la Tierra, reacciones químicas exotérmicas y decaimiento radioactivo. “Esa gran cantidad de calor, que es en el fondo la fuente de energía para todos estos movimientos que observamos en la superficie, genera en algunas regiones del manto corrientes de convección, es decir, lugares profundos donde el material que está muy caliente tiende a ascender a la superficie y a medida que llega hacia arriba se va enfriando. Parte de ese material se inyecta hasta la superficie de la Tierra donde genera nueva corteza quedando en la parte superior. Esto ocurre particularmente en regiones que se ubican en el centro de los océanos, como en el centro del Océano Atlántico o del Océano Pacífico. En estas zonas es donde se produce divergencia de placas. Al ascender, una parte de este material se queda en la parte superior y se va generando nueva corteza, el resto del material al enfriarse vuelve a descender hacia el fondo del manto, se vuelve a calentar y vuelve a ascender.” Estas corrientes de convección tienen una disposición aleatoria en el manto, se puede ver su expresión en superficie en los lugares donde se produce extensión, estas son las zonas donde se ubican los océanos, pero también en las zonas donde se encuentran los continentes, como fue en el pasado el desmembramiento de Pangea y “como está pasando hoy en la zona oriental de África en la zona que se denomina el Rift Africano, donde se verifica una tendencia a separarse, a abrirse, de modo que probablemente en el futuro lejano esta parte oriental termine separándose del resto del continente.” El súper continente de Pangea dio origen a Laurasia y Gondwana.(http://www.wired.com) El régimen de fuerzas que actuó sobre el continente Gondwánico fue variando con el tiempo, cuando todavía se estaban agregando fragmentos de continente, había un régimen compresivo, pero una vez que se constituyó completamente el continente, la situación cambió. “En este momento aparentemente no hubo más subducción, fue un momento de quietud en la Tierra y en esas circunstancias el régimen que predominó fue de extensión, probablemente algunas celdas de convección se activaron y comenzaron a separar bloques de ese gran continente de Gondwana.” El movimiento que caracteriza la separación entre África y América es producto de la tectónica de placas, entre la Placa de África y la Placa de Sudamerica, esta separación determina un borde activo; es un borde que separa las dos placas y se lo denomina divergente. Hay otros bordes activos en la Tierra que tienen características opuestas, o sea, que tienden a acercar dos placas una hacia la otra, que se denominan márgenes convergentes “Estos dos tipos de márgenes (convergente y divergente) limitan fragmentos de litósfera terrestre, que tienen una capacidad de desplazarse unos respecto a otros. “ Mapa que muestra la distribución de las placas tectónicas en nuestro planeta. (http://www.astrofisicayfisica.com/2012/08/tectonica-de-placas-en-marte.html) “Esta separación entre África y Sudamérica, o sea, este movimiento de deriva continental hacia el oeste, determina que nuestro margen continental chileno (margen oeste de Sudamérica), sea un margen continental activo convergente donde se produce subducción. Esto significa que al moverse el continente hacia el oeste se encuentra con una placa constituida por corteza oceánica, que es más densa y que a su vez se está desplazando hacia el este” de modo que en este encuentro entre Sudamérica y la corteza oceánica, en este caso la Placa de Nazca, esta última se hunde bajo del continente determinando una zona de contacto sumamente intenso. Formación de Chile En el periodo anterior a la separación de los continentes australes como Sudamérica, África, Antártica, Australia e India, existía Gondwana, pero este continente a su vez se había constituido por pedazos de continentes anteriores que se habían desmembrado. En el margen que hoy día podemos considerar margen occidental de Sudamérica “se tiene evidencia de la acreción, del choque de varios pedazos de continentes, que se agregaron a Gondwana en la última parte de su historia, antes de que éste se desmembrara. Este territorio está formado por terrenos alóctonos que vienen de regiones muy alejadas, y podemos decir que en la región central de Chile se ha podido reconocer la existencia de por lo menos tres terrenos que se acrecionaron, uno se denomina Pampia porque forma parte de gran terreno de la pampa Argentina, otro que se encuentra y forma parte de la zona oriental de la Precordillera, y debajo de Chile tendríamos a otro fragmento que se denomina Chilenia”. Algunas rocas de estos fragmentos afloran, es decir que están expuestos, pero en el caso de Chilenia no está expuesto en superficie; sin embargo, hay evidencias basadas en la composición química del volcanismo que nos indican que a partir de cierto momento existía un bloque continental que influyó en la composición química de los magmas que hoy se reconocen en la superficie. Un planeta en movimiento Los mismos procesos que configuraron la distribución de los continentes en el planeta siguen activos en la actualidad, la única certeza que el futuro nos brinda es que la Tierra tal como la conocemos está cambiando día a día. Desde el desmembramiento de grandes territorios a la conformación de un nuevo súpercontinente como Pangea todos los escenarios posibles podrían ocurrir, aunque el tiempo que debe transcurrir para que podamos observar dicha evolución supera con creces la vida de cualquier ser humano. Millones de años serán necesarios para que nuestro viejo mapamundi quede obsoleto. Nota preparada por Nicolás Brizuela y Sofía López, estudiantes de geología de la Universidad de Chile