220-28007 Ref. Derecho de inspección. Se recibió su escrito radicado en este Despacho con el número 424,926-0, por medio del cual adjunta el aviso de una convocatoria a una reunión ordinaria programada para el 30 de marzo, en cuyo texto se lee que los documentos sujetos a inspección se encontrarían disponibles hasta el 24 del mismo mes, y a ese propósito eleva una consulta en torno al derecho de inspección, en los siguientes términos: ¿El mismo día de la reunión de asamblea es posible ejercer el derecho de inspección o sólo lo es durante los 15 días de antelación a la misma?, ¿puede ser ejercido tanto por el accionista como por interpuesta persona, y en este último caso debe tener alguna posición o calidad especial?, ¿puede ser ejercido por más de una persona? Para absolver su consulta debe señalarse que el derecho de inspección, se encuentra consagrado en los artículos 369 y 447 del Código de Comercio y 48 de la Ley 222 de 1.995, el cual faculta a los asociados para examinar directamente o por delegado los libros y comprobantes de la sociedad a efecto de que puedan conocer no solamente la situación financiera de la compañía en la cual realizaron su inversión, sino también la forma como los administradores han cumplido su mandato. Este derecho en las sociedades limitadas puede ser ejercido en cualquier tiempo, en tanto que en las sociedades anónimas se encuentra restringido, pues solo puede ejercerse durante los 15 días hábiles que precedan a la reunión de asamblea, tal y como lo dispone el artículo 447 del Código de Comercio. Consecuente con lo anterior el artículo 424 del código citado establece que para las reuniones en que hayan de aprobarse los balances de fin de ejercicio, la convocatoria se hará cuando menos con quince (15) días hábiles de anticipación en atención a que durante ese término los administradores deben poner a disposición de los socios el balance junto con los documentos pertinentes para permitir entre otros el ejercicio del derecho de inspección. Para ese efecto el conteo de los días de la antelación de la convocatoria, se inicia el día siguiente a la fecha en que se haga la citación y va hasta la media noche del día anterior a la reunión, de modo que no se tendrá en cuenta ni el día de la convocatoria, ni el de la sesión. En este orden de ideas es dable concluir que nada se opone a que, los libros y documentos sujetos a inspección sean puestos a órdenes de los asociados con una antelación mayor a la exigida por ley (pues lo censurable es lo contrario) e incluso prolongar su disponibilidad hasta el mismo día de la reunión, pues la filosofía de este derecho es precisamente brindarle a los asociados la oportunidad de intervenir de alguna manera en la gestión de la sociedad, y conocer más de cerca el comportamiento de los administradores dentro de la empresa, pero en ningún caso restringirlo o impedir su ejercicio, so pena de las sanciones a que hubiere lugar (artículo 48 de la Ley 222 de 1995. De otra parte como ya se observó, el derecho de inspección es inherente a la calidad de accionista, de cuyo ejercicio puede disponer, directamente o por medio de un representante, siendo en tal caso de su discreción escoger la persona que a bien tenga designar, pues la ley no contempla limitantes sobre el particular. Vale traer a colación un comentario del doctor Gabino Pinzón en su libro Sociedades Comerciales, Volumen I, pág. 347, que, refiriéndose al tema expresa: "En el artículo 513 del proyecto de 1.958 se había previsto, en cuanto a la sociedad de responsabilidad limitada, que el derecho de inspección y vigilancia, cuando no se ejercía directamente por el socio, solamente podía serlo "por medio de abogados titulados o de contadores juramentados" con el criterio de que no pudiera encomendarse esa misión sino a personas obligadas a guardar reserva o secreto profesional, en guarda precisamente de la reserva de los libros y papeles de la sociedad. Pero los expertos del gobierno no entendieron el sentido o la importancia de esa exigencia y, por eso, se prescindió de ella en los diversos casos en los cuales los socios pueden hacerse representar para el ejercicio del derecho de inspección y vigilancia." Con respecto al anterior comentario cabe anotar, que con el artículo 48 de la Ley 222 de 1.995 queda superado el temor de que se pueda violar la reserva documental al prever que, este derecho en ningún caso se extenderá a los documentos que versen sobre secretos industriales o cuando se trate de datos que de ser divulgados, puedan ser utilizados en detrimento de la sociedad. En lo que hace a la pregunta formulada en el punto número 4, donde consulta si el ejercicio de este derecho puede ser ejercido por una o varias personas, vale decir que, en principio, si bien se reconoce a un sólo representante por cada asociado, tampoco hay norma que establezca limitantes al respecto, por lo que nada se opone a que un asociado que vea la necesidad de la concurrencia de más de una persona en razón de su especialidad vr. gr. la presencia suya y la de un abogado; o la de éste y la de un contador, confiera autorización a estos profesionales precisando sus facultades, de suerte que los resultados del examen adelantado le brinden una visión clara y objetiva de los libros y documentos de la empresa, como de la gestión de los administradores, que le permitan intervenir con fundamento en la reunión de asamblea. Lo anterior no obsta para que los asociados deban someterse a las pautas que en cada sociedad se fijen en orden a permitir el derecho de inspección, pues éste no puede convertirse en un motivo perturbador del orden o funcionamiento de la sociedad, como tampoco en un obstáculo que dificulte el ejercicio de este derecho a los demás asociados. En los anteriores términos se da respuesta a su consulta, y se advierte que el alcance de la misma es el previsto en el artículo 25 del Código Contencioso Administrativo. Rad. 424,826-0 Nit. 860.600.063