MEMORIA - XX Congreso Archivístico Nacional - 2008 LA IMPORTANCIA DE LOS ARCHIVOS PARA EL CUMPLIMIENTO DE LOS OBJETIVOS DE LA CONTRALORÍA GENERAL DE LA REPÚBLICA Y DE LAS AUDITORÍAS INTERNAS Marta Acosta Zúñiga 1 “El Archivista en un mundo cambiante” es el tema general de este vigésimo Congreso Archivístico Nacional, según la documentación para su convocatoria dispuesta en el sitio Web de la Dirección General del Archivo Nacional. A propósito de esa perspectiva, me permito iniciar parafraseándola, para plantear que la reflexión que gustosamente compartiré con ustedes, bien podemos considerar que gira en torno a la idea del “control en un mundo cambiante”. Como se puede notar, eso significa una estrecha sinonimia entre archivística y control. Creo que el diseño de este Congreso ya lo concibe así, en alguna medida, cuando reconoce que el tema tiene importancia para los objetivos de la Contraloría General y de la auditoría interna. La Ley General de Control Interno y las Normas de Control Interno, además, son claras y contestes con las mejores prácticas de amplia tradición y aceptación mundial, en incorporar el manejo de la información, los documentos y los archivos, entre los elementos clave de un sistema de control interno. En tal sentido, yo lo que me he propuesto es subrayar doblemente esa perspectiva; cosa que trataré de hacer con un enfoque general, para traer a cuenta ideas que es conveniente repasar en aras de fortalecer la cultura del control. Razón de más para agradecer la oportunidad que este foro da a ese cometido. Primero, resaltando la importancia intrínseca de los archivos para el control. Y segundo, en un sentido derivado, por llamarlo de alguna manera, remarcando esa importancia en virtud de los objetivos que el control está llamado a cumplir en un Estado democrático de derecho. 1. Subcontralora General de la República. Auditora Gubernamental certificada por el Instituto Global de Auditores con sede en Estados Unidos. 163 ARCHIVO NACIONAL DE COSTA RICA Ambos destacados los haré, además, sin dejar de lado ese “mundo cambiante” que ya se nos ha vuelto telón de fondo inapelable para la gestión en general; un cambio que si bien ha caracterizado al mundo desde siempre, tiene en la actualidad un ritmo y un alcance global implacables; un cambio que viene teniendo desde hace ya un buen tiempo a la fecha, entre sus impulsores principales, el dinamismo del avance tecnológico-informático y el impacto casi omnipresente de este avance en todos los aspectos de la vida, ni qué decir en cuanto a todo lo concerniente al procesamiento, resguardo y facilitación de información. Tendencias como las del “Gobierno Electrónico” son una prueba fehaciente de esto. 1. IMPORTANCIA INTRÍNSECA DE LOS ARCHIVOS PARA EL CONTROL Antes que todo, dos anotaciones breves para contextualizar: - Al hablar de documentos me refiero a ellos, por una parte, en su doble dimensión física de “medio más información consignada en ese medio”, o, en términos más comunes para los especialistas (estos apenas los tomo prestados un momento), el documento como sumatoria de “continente y contenido”. - Y por otra parte, estamos hablando del soporte documental en el más amplio sentido del término (papel, audiovisual, fotográfico, electrónico, etc.); amplitud de significado que ha venido creciendo en dinamismo y complejidad hasta enfrentarnos hoy a las modalidades más avanzadas de los documentos digitales y todo lo relacionado con estos. El temario de estos tres días de Congreso Archivístico da cuenta, enhorabuena, de la conciencia que al respecto tiene la discusión nacional sobre este tema. Una ve que hay discusión técnica y seguro hasta filosófica, en cuanto a qué es lo que hace al documento; por ejemplo, que el continente o medio sin el contenido no es nada y que por lo tanto lo “realmente valioso” es el contenido, la información, los datos, etc. Bien, seguramente se podría decir que eso depende del punto de vista del análisis que se quiera hacer. En lo que a nuestro interés respecta, para el control ambas cosas han sido relevantes, lo son y lo serán, por mucho tiempo más (por cierto que digo “por mucho tiempo más”, justo donde quisiera decir “para siempre”, porque con esto del futuro nunca se sabe). Y esa importancia es bidimensional porque el control requiere datos e información no en cualquier estado o condición, sino datos e información en un estado tal que merezcan credibilidad y confianza a sus diversos usuarios e interesados. 164 MEMORIA - XX Congreso Archivístico Nacional - 2008 Credibilidad y confianza que, como sabemos, no son requisito exclusivo de la fase de archivo de los documentos, sino que deben garantizarse desde la generación y procesamiento de la información, la elaboración y uso de los documentos, el archivo con todos sus requerimientos y, si es el caso, la eliminación del documento. Ciertamente, el medio y el contenido han importado siempre, incluso antes de las computadoras, del software, de la Internet, etc., pero con estos elementos el control debe hacerse más acucioso, más sofisticado todavía en todas esas fases de la gestión documental. Si el control, en la era de la imprenta, se interesaba en documentos formales, legibles, sin tachaduras, preimpresos en lo que así convenía, numerados, ordenados, bien custodiados para evitar usos indebidos, bien archivados para facilitar la búsqueda y consulta, para protegerlos del deterioro porque se requieren disponibles para consulta durante varios años o para siempre, etc., esos aspectos siguen siendo necesarios en la era de la informática; aún cuando esos elementos con el concurso de la tecnología, se revisten de exigencias adicionales para garantizarlos, siguen, en esencia, presentes. Por extensión de lo antes dicho, las técnicas de la archivística, antes, ahora y después, son de sumo interés para el control. Podría agregar, muy brevemente, que si las decisiones, operaciones, transacciones, etc., de interés para el control, están y tienen que estar, en gran medida, documentadas, entonces, los documentos y lógicamente su archivo, son de interés fundamental para el control. No exagero si afirmo que, en su primera parte, mi intervención refiere a esta simple idea. Sin embargo, quisiera extenderme un poco más para llamar la atención de que la relación documentos-control y, por ende, archivos-control, no se limita a eso que podríamos considerar un lugar común. Por cierto que al tratar de ordenar el pensamiento para esta exposición, estuve inclinada a matizar la sinonimia que propongo, aclarando que la archivística es más que un control; pero desistí de esa suspicacia. Considerarla un control no le resta nada a su rango de disciplina profesional y, si es el caso, más bien el parangón contribuye a reconocerle al control la importancia que merece. Meditando en este tema y aprovechándome del título de la conferencia de apertura de este distinguido evento el pasado martes 22, según veo en su programa, me enorgullece reconocer, por ejemplo, que desde las funciones de Control y Fiscalización Superiores de la Hacienda Pública también contribuimos a ir “documentando la República”. A manera de ejemplo, se puede citar algunos de los documentos de esta Contraloría General declarados de valor científico-cultural por parte de la Comisión Nacional de Selección y Eliminación de Documentos, a saber: 165 ARCHIVO NACIONAL DE COSTA RICA - Informes de fiscalización (auditoría y presupuestarios). - Relaciones de hechos y expedientes probatorios correspondientes. - Formulación de presupuesto ordinario, modificaciones y presupuestos ordinarios. - Liquidaciones presupuestarias. - Resoluciones de recursos de apelación y de objeción al cartel. - Expedientes de procesos judiciales ante la Jurisdicción Constitucional y la Jurisdicción Contencioso Administrativa y Civil de Hacienda. Habida cuenta de lo anterior, me parece importante y justo reconocer esa correspondencia de términos y más que de términos de tareas, porque nos recuerda que el control y mejor aún, el control efectivo en la Administración Pública, no es solo tarea de algunos órganos o entes especializados, sino que este, en buena medida, sin detrimento de las especialidades de control del caso, nos corresponde a todos los que cumplimos funciones en dicha Administración. Algo similar a lo que se requiere para el funcionamiento efectivo de un Sistema Nacional de Archivos, que no podría existir sin un conjunto de múltiples archivos institucionales gestionados con visión de conjunto y en observancia de un ordenamiento técnico y normativo rector, con las implicaciones y la relación intrínseca que todo esto tiene para la gestión documental y los sistemas de información en todas las instituciones. Y se comprenderá que esa posibilidad de funcionamiento sistémico depende en gran medida de la disponibilidad de información en las instituciones y de la facilidad, seguridad y confianza con que puedan intercambiarla. Esa inquietud ha estado en la base de diversos proyectos que esta Contraloría General ha emprendido, como los relacionados con el Sistema de Información de Presupuestos Públicos o el Sistema Integrado de la Actividad Contractual, entre otros; que, aún cuando no nutren directamente por ahora, al Sistema Nacional de Archivos, si contribuyen ostensiblemente a la calidad de la información pública que luego conformará documentos de valor científico-cultural y administrativo. Así pues, planteo que la Archivística es un control, más aún, es un proceso de control, toda una disciplina de control, indispensable para cualquier agente o actor que tenga por objetivo informar sobre el estado de una organización o de aspectos relacionados con esta. Al respecto, me permito traer a cita el artículo 23 de la Ley del Sistema Nacional de Archivos y el artículo 3 del Reglamento a esta Ley (Ley Nº 7202 de 24 de octubre 1990 y Decreto Ejecutivo Nº 24023-C de 1995), en cuanto me permiten conocer, en ese orden: - Que el proceso de archivo consiste en “reunir, conservar, clasificar, ordenar, describir, seleccionar, administrar y facilitar los documentos textuales, gráficos, audiovisuales y legibles por máquina, pertenecientes a 166 MEMORIA - XX Congreso Archivístico Nacional - 2008 la Nación, que constituyan el patrimonio documental nacional, así como la documentación privada y particular que le fuere entregada para su custodia”. - Y que los archivos institucionales son “las entidades y unidades administrativas que reúnen, conservan, clasifican, ordenan, describen, seleccionan, administran y facilitan la documentación producida, tanto con valor administrativo como con valor científico-cultural”. Espero que ustedes sabrán disculpar que, ante tantos especialistas aquí presentes, cite este ABC de la Archivística, tal vez incluso todo lo que he dicho hasta ahora les resulte básico, pero es que me sirve, a mí que no soy archivista, para resaltar, en la perspectiva del orden de ideas de esta charla, que la República se documenta tanto para generar valor científico-cultural, como para generar valor administrativo. Y con esto resumo y concluyo el interés principal de la primera idea que me propuse: Subrayar que la importancia intrínseca para el control radica en que los archivos, al gestionar los documentos, que son insumos clave del control, comportan valor administrativo y científico-cultural; y generar ese aporte es, me parece, otra forma de expresar, en términos sintéticos, objetivos del control. Se trata, según lo veo, de un círculo virtuoso. De ahí que me haya otorgado la licencia de subrayar la afinidad entre archivística y control en el sentido expuesto; lo cual me permite pasar al segundo cometido que me fijé, en cuanto a resaltar la importancia de los archivos para el control en cuanto participan de la relevancia de los objetivos del control para el desarrollo sostenido de las naciones. 2. IMPORTANCIA DE LOS ARCHIVOS DERIVADA RELEVANCIA DE LOS OBJETIVOS DEL CONTROL DE LA Hasta este punto hemos resaltado y confirmado la vital importancia de los archivos para el control y, aunque ya algo adelantamos al mencionar que los archivos permiten “documentar la República”, no hemos entrado a valorar más puntualmente la relevancia de los objetivos del control. Pues bien, estimo válido afirmar que los objetivos del control confluyen en uno solo, cual es el de dar garantía razonable de que se está logrando una buena gestión pública, con todo lo que esto significa. No abundaré sobre artículos clave como el 11, 183 y 184 Constitucionales, o el 11 de la LOCGR, o los artículos 8 y 16 de la LGCI. Basta con señalar que todos comparten la aspiración que diversos legisladores han manifestado, en distintas ocasiones, en cuanto a lograr una 167 ARCHIVO NACIONAL DE COSTA RICA gestión efectiva y eficiente -lo cual incluye al control mismo que debemos considerar intrínseco a la gestión y las operaciones-; por un patrimonio protegido con denuedo; por un ordenamiento legal y técnico respetado; y por información confiable y oportuna para la toma decisiones, la evaluación y la rendición de cuentas; todo en aras del bienestar común, del desarrollo integral y sostenido del país de frente a la calidad de vida de las generaciones presentes y futuras. Tomando prestadas las palabras introductorias del Manual de lineamientos, funciones y procesos del Archivo Central de la Contraloría General: “Vivimos en la era de la información, las instituciones dependen de la información, necesitan la información, se nutren de la información que producen y reciben. Esta se ha hecho imprescindible en el quehacer de las instituciones y del manejo seguro y correcto de esta, depende la oportuna toma de decisiones y la buena marcha de ellas. /Todas las entidades tienen necesidad de documentos que reflejen sus funciones para continuar con sus operaciones y para tener un valor probatorio, un documento debe ser considerado confiable y auténtico, ligado al hecho de que el documento está autorizado y es digno de fe (es decir que corrobora los hechos). La autenticidad se refiere a que el documento es lo que pretende de acuerdo con el contenido, la estructura y el contexto en el que se genera el documento, según lo establece el ordenamiento jurídico vigente.2 / Los Archivos Centrales, como custodios y administradores de todo lo relacionado con el acervo documental de una organización, se han convertido en parte esencial de los nuevos procesos de transformación del Estado y especialmente de la Contraloría General de la República y le “corresponde a la administración establecer los procedimientos y los lineamientos que deberán observarse en la creación y el mantenimiento de sus archivos, con base en las disposiciones técnicas y jurídicas atinentes, en apoyo a los demás elementos del sistema de control interno”.3 Estos Archivos Centrales son los responsables de la gestión y conservación de los documentos generados en la administración pública con el fin de asegurar que la información que ellos contienen sea confiable, pertinente, suficiente y oportuna. Una adecuada gestión documental es fundamental para garantizar la transparencia administrativa, el derecho de acceso a la información, pronta respuesta y la rendición de cuentas”.4 2. Directriz con las regulaciones técnicas sobre la administración de los documentos producidos por medios automáticos, emitida por la Junta Administrativa del Archivo Nacional publicado en La Gaceta Nº 221 del 11 de noviembre del 2004. 3. Manual de Normas Generales de Control Interno para la Contraloría General de la República y las entidades y órganos sujetos a su fiscalización. 4. Ver nota 2. 168 MEMORIA - XX Congreso Archivístico Nacional - 2008 Y esto que aplica a lo interno de una organización, aplica también para el funcionamiento integral del Sector Público. Sin pretender una aplicación estricta al tema que nos ocupa, el criterio de la Sala Constitucional que citaré a continuación (Resolución Nº 5090 del 11 de junio del 2003), me permite reforzar esta idea de procurar una visión y funcionamiento integrado allí donde sea posible y pertinente, en aras del bien común. Dice esa Resolución: “...Debe tomarse en consideración que el combate frontal y directo de la corrupción y la búsqueda de un mayor grado de transparencia y publicidad en la gestión administrativa, requiere de una acción transversal, concertada y coordinada de todos los entes y órganos públicos que componen el universo administrativo de un ordenamiento jurídico determinado, por lo que debe propiciarse la constitución de un sistema y de una organización que procure esos fines... Este órgano colegiado estima que el combate de la corrupción en el sector público y la búsqueda de altos niveles de transparencia no riñen con el principio aducido (separación de poderes), puesto que, el mismo fue concebido para garantizar una eficiente y eficaz gestión pública a través de la especialización de las funciones y, desde luego, contener la arbitrariedad de los poderes públicos tan propensos a quebrantar los Derechos Fundamentales de los administrados. El sistema de garantía de la transparencia y de la ética en la función pública debe establecerse a partir de la acción transversal, concertada y coordinada de todos los entes y órganos públicos, la circunstancia legal y coyuntural de asignárselo a uno o varios en específico, aunque no se trate de órganos constitucionales o de relevancia constitucional, no atenta contra el principio de separación de poderes”. (La anotación entre paréntesis se agregó). Además, para que no quede únicamente sobreentendido, conviene recordar que el control de cuentas interesa no solo a los agentes institucionales del sector público, sino también a los sujetos no-institucionales en la rendición de cuentas,5 como los describe el Dr. Rodolfo Saborío: “…Los sujetos reseñados en este aparte despliegan su actividad como resultado del ejercicio de garantías individuales reconocidas en la Constitución Política: la libertad de asociación (art. 25), la libertad de reunión y manifestación (art. 26), la libertad de expresión (art. 28), la libertad de prensa (art. 29), el derecho de petición (art. 27) y el derecho de información (art. 30). A pesar de no ser titulares de competencias públicas, ejercen un papel efectivo en la puesta en práctica de la rendición 5. Rendición de cuentas en Costa Rica: Diagnóstico y propuesta de sistematización. Dr. Rodolfo Saborío Valverde, con el auspicio de esta Contraloría General y financiamiento del BID. 2003. Págs. 20-38. 169 ARCHIVO NACIONAL DE COSTA RICA de cuentas./ a) Los ciudadanos./.../ b) Los Partidos Políticos./.../b) (sic) Grupos de interés./.../ c) (sic) Organismos No Gubernamentales./.../ d) (sic) Medios de Comunicación”. (El resaltado se agregó) Apuntado lo anterior, se entenderá mejor que: Los archivos son importantes para el control de la Hacienda Pública, porque este control, sea externo o interno, institucional o no institucional, se refiere al accionar de las entidades u órganos públicos o de los sujetos privados en cuanto custodien o administren fondos públicos y ese accionar -que debemos vigilar que sea bueno- los puntos esenciales de ese accionar, llamados a propósito puntos clave de control, se registran o deberían registrarse e integrar documentos que coadyuven al control y por ende, a la toma de decisiones, la evaluación y la rendición de cuentas para el buen gobierno. Y la buena gestión pública o el buen manejo de los fondos públicos, requiere que esos documentos sean, claro está, primero elaborados conforme a los más altos criterios de calidad de la información, pero de nada serviría que así fueran elaborados esos registros si, una vez así confeccionados, se los llevara el viento. La utilidad de la información tanto para la gestión diaria como para el control de cualquier índole, precisa que haya efectivos, sostenibles y confiables sistemas de archivo donde poder recurrir para consultar los documentos que sean necesarios, cuando sea necesario y por parte de quienes así lo requieran, todo de conformidad con el ordenamiento jurídico aplicable. No puede haber control, ni evaluación, ni rendición de cuentas efectivas, ni transparencia, ni buen gobierno, si esta condición no se cumple. De la calidad del soporte documental, es decir, de la calidad en la elaboración y conservación de ese soporte documental y de la facilidad y confianza con que puedan ser consultados los documentos y suministrados como evidencia o prueba de operaciones administrativas y de los autores y participantes en esas operaciones, de esa calidad depende, en grado crítico, la calidad del control, es decir, la efectividad del control. Y aunque los dos valores antes mencionados de los documentos, el científicocultural y el administrativo, interesan al control en términos generales, como objetivos y actividades estatales que forman parte de la Hacienda Pública, yo diría que el tema que nos ocupa pone el énfasis en el valor administrativo de la documentación y, por ende, en lo que atañe al manejo científico y técnico de los archivos institucionales y del Archivo Nacional, hacia el cual confluyen esos archivos institucionales, todo a efectos de facilitar la buena administración de eso que llaman la cosa pública. No en vano distinguidos organismos internacionales, como la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), el 170 MEMORIA - XX Congreso Archivístico Nacional - 2008 Consejo Internacional de Archivos (CIA), que agrupa a muchos estados alrededor del mundo, o en el ámbito europeo el Programa IDA de la Comisión Europea (Interchange of Data between Administrations, por sus siglas en inglés), por mencionar algunos de los que se hallan al consultar en Internet al respecto, que seguro muchos aquí conocerán con detalle, refrendan la enorme importancia que la gestión documental y de archivos tiene para el desarrollo de los países y el bienestar de la humanidad. Así por ejemplo, la UNESCO tiene, entre sus objetivos, ayudar a la conservación, al progreso y a la difusión del saber, velando por la conservación y la protección del patrimonio universal de libros, obras de arte y monumentos de interés histórico o científico, para lo cual ha emprendido iniciativas como el “Programa Información para Todos”, que ofrece una plataforma para el debate y la acción sobre políticas de información y sobre la salvaguardia de los conocimientos conservados en forma documental; y el programa “Memoria del Mundo”, que busca garantizar la preservación del patrimonio documental del mundo y un acceso universal al mismo; y cuenta con declaraciones como las “Directrices para la salvaguarda del patrimonio documental” de 2002 y la “Carta para la preservación del patrimonio digital” de 2003. En tanto que el Consejo Internacional de Archivos que, según su sitio Web, trabaja en estrecha coordinación con la UNESCO, se dedica al desarrollo de los archivos a escala mundial, con lo cual se ocupa de la conservación de la memoria de la humanidad; y describe a los archivos como garantes de los derechos de los ciudadanos y de los Estados, y esenciales para la democracia y el buen gobierno. Asimismo, quisiera traer a colación que, a propósito del tema que nos ocupó en el Tercer Congreso Nacional de Gestión y Fiscalización de la Hacienda Pública, el 12 de junio pasado, sobre “Desafíos en la implementación de las Normas Internacionales de Contabilidad de la Hacienda Pública” -y tratándose de contabilidad e información financiera, creo que hablamos de uno de los ámbitos documentales y archivísticos clásicos-, ubicamos el tema en el contexto de los Objetivos del Milenio declarados por Naciones Unidas, específicamente el referido a “procurar buen gobierno, transparencia y rendición de cuentas, para mejorar los niveles de desarrollo de las naciones y la calidad de vida de las personas” y mencionamos como la ONU plantea que la aprobación del uso de esas normas tendrá importantes ventajas, entre las cuales consigna que “la presentación de información sobre los activos, las obligaciones, los ingresos y los gastos de conformidad con normas financieras independientes contribuirá a mejorar la gestión financiera; que la información más exhaustiva sobre los costos contribuirá a mejorar la gestión basada en los resultados; y que, en conjunto, mejorarán la calidad, la posibilidad de comparación y la credibilidad de los informes financieros del sistema de las Naciones Unidas y con esto la rendición de cuentas, la transparencia y la gobernanza”. 171 ARCHIVO NACIONAL DE COSTA RICA Para ir terminando, quisiera resaltar, muy brevemente y posiblemente ustedes ya lo han notado, que más que al proceso de archivo tal como lo describen la Ley del Sistema Nacional de Archivos y su Reglamento (reunir, conservar, clasificar, ordenar, describir, seleccionar, administrar y facilitar), me he referido, en términos muy generales, al tema de la gestión de documentos, al agregar la idea de que los procesos relacionados nacen desde la producción y procesamiento de información y la generación de documentos, hasta su disposición final, según corresponda. Esto tiene la única intención de darle integralidad al tema, dentro de la unidad de funcionamiento de una organización, porque independientemente de los alcances de las diversas competencias institucionales y de las normativas especializadas aplicables, la buena gestión, el interés público, demandan, como en otros puntos lo hemos anotado, que integremos los esfuerzos en la medida de lo posible y pertinente. Y así como agregué esa idea, puede que se extrañe que no haya tocado, por el contrario, temas de control más cotidianos como, por ejemplo, los lineamientos para el envío, conservación, selección y facilitación de los documentos, que tienen la finalidad de “que cada entidad, de acuerdo con sus funciones y procedimientos, identifique los documentos que produce, recibe y debe conservar, con sujeción al principio de eficiencia que rige la función administrativa, y al de racionalidad, que rige para los archivos como elementos fundamentales de la administración pública, agentes dinamizadores de la acción estatal y sustento natural de sus procesos informativos”, al decir de un documento de la realidad colombiana. Afortunadamente, con los temas de los días previos y los que prosiguen hoy, como el relacionado con la valoración de riesgos en torno a la gestión de los archivos y el de la planificación estratégica en esta materia, así como los ya mencionados de los retos que la tecnología impone, veo que ha habido y habrá espacio para abordar esos tópicos que quizás echen de menos en mi exposición. El tema, sin lugar a dudas, es abundante. Finalmente, recapitulo las dos ideas de mi reflexión: Que la importancia intrínseca de los archivos para el control radica en que estos, al gestionar los documentos, que son insumos clave del control, comportan valor administrativo y científico-cultural. Y que la importancia de ese aporte cobra más relevancia cuando se considera los archivos como “garantes de los derechos de los ciudadanos y de los Estados, y esenciales para la democracia y el buen gobierno”, al decir del CIA. Espero que ambas ideas complementen y enriquezcan la discusión que ya se ha tenido y la que se tendrá en este distinguido congreso y las iniciativas que de este surjan para mejorar la gestión documental en el Sector Público. 172