MODIFICACIONES DEL IMPUESTO A LAS GANANCIAS Y LOS ALCANCES DE LA LEY 26.893 Autor: Juan Pablo Segundo Aguilera. Índice: I.- Introducción; II.- Análisis del texto legal; III.- Definición de valores mercantiles aplicable; IV.- Aspectos más controvertidos de la reforma; V.- Conclusión. I. Introducción Vamos a hacer una breve reflexión sobre la ley 26.893 sancionada el 12 de septiembre de 2013 y promulgada por el Poder Ejecutivo el 20 de septiembre de 2013, mediante la cual el Poder Ejecutivo resolvió introducir la modificación del mínimo no imponible a las rentas mencionadas en los incisos a), b) y c) del artículo 79, así como el incremento del importe de la deducciones del articulo 23 incisos a) b) y c), como parte de un conjunto de medidas contracíclicas que propicien el fortalecimiento del poder adquisitivo de los trabajadores. Visto así, y a raíz del esfuerzo fiscal que la norma mencionada representa, es que se dicta la ley que vamos a repasar y la cual introduce a la estructura de la ley de impuesto a las ganancias una serie de modificaciones que no siempre parecen acoplarse armoniosamente. II. Análisis del texto legal Vemos en el inicio de la norma, en su artículo 1° que se ha retomado a un viejo gravamen introducido ya en el texto legal por la ley 25.414 y luego derogado por la ley 25.556. Se introducen al concepto de ganancias los resultados provenientes de la enajenación de bienes muebles amortizables, acciones, cuota y participaciones sociales, títulos, bonos y demás valores, cualquier fuera el sujeto que las obtenga. Podemos observar que se omite mencionar las distintas circunstancias que podrían presentarse en relación a los resultados provenientes de la enajenación de los bienes amortizables, como ser la desafectación de bienes por estar totalmente amortizados o la posibilidad de que la enajenación de los mismos no estén alcanzados por el impuesto, tal como dispone el artículo 114 del decreto reglamentario para la transferencia de bienes específicos. Por su parte, el artículo 2° incorpora la modificación del inciso w) del primer párrafo del artículo 20, estableciendo como condición el carácter de residencia y radicación en el país para las personas físicas y sucesiones indivisas respectivamente. Al mismo tiempo, se hace la ampliación de las exención a las cuotas y participaciones sociales, títulos bonos y demás valores, que no coticen en bolsas o mercados de valores y/o que no tengan autorización de oferta pública. Otra cuestión que surge apenas nos adentramos ne el texto de la norma es que la misma no hace referencia al ámbito territorial de las bolsas y mercados; lo que aplicando el criterio de renta mundial podría permitir concluir que las transacciones efectuadas en cualquier bolsa o mercado de valores sea del país o del exterior, estarían alcanzadas siempre que sean realizadas por personas físicas residentes y sucesiones indivisas radicadas en el país. Tampoco se hace mención respecto de si se piensa en los títulos emitidos por sociedades constituidas en el país o en el exterior. III. Definición de valores mercantiles aplicable Asimismo, cabría preguntarse a que se refiere el término final en la enumeración de documentos al referir “los demás valores”, dado la ambigüedad de la frase, entiendo que podría ser aclarado mediante la vía reglamentaria y en consideración a las definiciones de la ley 26.831 de Mercados de Capitales. Asimismo, quedan comprendidos dentro de este concepto los contratos de futuros, los contratos de opciones y los contratos de derivados en general que se registren en mercados autorizados, y los cheques de pago diferido, certificados de depósitos de plazo fijo admisibles, facturas de crédito, certificados de depósito y warrants, pagares, letras de cambio y todos aquellos títulos susceptibles de negociación secundaria en mercados. En relación al Artículo 3° de la ley vemos la ampliación del concepto de ganancias de la segunda categoría renta de capitales, por lo que la modificación del inciso K) del artículo 45, nos obliga a considerar no sólo los resultados provenientes de la compraventa, cambio, permuta o disposición de acciones, sino también aquellas que provengan de cuotas y participaciones sociales, títulos bonos e insiste con los demás valores. Si bien no se ha modificado el artículo 48 de la norma principal que establece los parámetros para determinar la ganancia bruta por la compraventa, cambio permuta o disposición de acciones; ni se ha establecido el procedimiento de determinación del resultado bruto, entiendo que debiera serle aplicable por vía reglamentaria la aplicación de los artículos 61 y 63 del mismo cuerpo, pareciendo el modo más armónico y menos violento dentro de la estructura en que se encuadra. IV. Aspectos más controvertidos de la reforma. Ahora bien, es el artículo 4° de la reforma donde vislumbraremos el mayor empeño legislativo por la modificación de la norma preexistente provocando la mayor cantidad de controversias, por su parte y al establecer la sustitución de los párrafos segundo y tercero del artículo 90 de la Ley de Impuesto a las Ganancias, podemos observar: La incorporación de nuevos hechos imponibles al incorporar la compraventa, permuta o disposición de de cuotas y participaciones sociales, títulos, bonos y demás títulos valores, donde antes sólo hacía referencia a las acciones. Se elimina el plazo de permanencia de 12 (doce) meses. Se mantiene el carácter cedular de la imposición de una alícuota del 15% (quince por ciento), el cual no integrará la base imponible global. Se omite la consideración de personas físicas en beneficiarios del exterior a los que se les grave la alícuota reducida del 15% (quince por ciento). Al establecer que a los resultados obtenidos según lo establecido por la norma, sea por sujetos domiciliados o radicados en el exterior le serán aplicables las disposiciones del articulo 93 inciso h), permite interpretar que los mismos podrán optar para la determinación de la ganancia neta entre la presunción del 90% (noventa por ciento) de las sumas pagadas por ganancias o bien la determinación de la ganancia que resulte de deducir el beneficio bruto pagado o acreditado, los gastos realizados en el país necesarios para su obtención, mantenimiento y conservación. Innova la reforma al imponer el ingreso del impuesto al comprador de las acciones, cuotas y participaciones sociales y demás valores que se enajenen cuando la titularidad corresponda a un sujeto del exterior. Considero que el último párrafo del artículo estudiado merece una mención aparte toda vez que importa la imposición de un nuevo hecho imponible con una alícuota determinada, carácter cedular y doble imposición. Se establece así la gravabilidad de los dividendos o utilidades, en dinero o en especie –excepto en acciones o cuotas partes-, que distribuyan los sujetos mencionados en el inciso a), apartados 1, 2, 3, 6, y 7, e inciso b), del artículo 69, no serán de aplicación la disposición del articulo 46 y la excepción del artículo 91, primer párrafo y estarán alcanzados por el impuesto a la alícuota del diez por cierto (10%), con carácter de pago único y definitivo, sin perjuicios de la retención del treinta y cinco por ciento (35%), que establece el artículo sin numero incorporado a continuación del artículo 69, si correspondiere. De lo transcripto entiendo que se ha adoptado el criterio de retención en la fuente, es decir que es el agente pagador quien tendrá que retener el impuesto al beneficiario. Vemos que en el texto plasmado no se hace consideración a la capacidad de pago del contribuyente, lo que permitirá considerar su aplicación de carácter regresivo. Ahora dado que la distribución de dividendos se encuentra afectada no sólo por la aplicación de la alícuota del 10% de este nuevo hecho imponible, sino también al 35% establecido por el articulo sin numero incorporado a continuación del articulo 69El problema no sería esta doble imposición sino el hecho de que al gravarse de esto modo, es decir sin contemplar la posibilidad de computar ningún pago a cuenta por dichos pagos, se estaría afectando una parte sustancial de la renta, violando el principio de no confiscatoriedad traspasando el criterio plasmado por la Corte en el fallo Candy S.A. al establecer … “la ley de impuesto a las ganancias resulta inaplicable al caso de autos en la medida en que la alícuota efectiva a ingresar de acuerdo con esos parámetros insume una sustancial porción de las rentas obtenidas por el actor –según cabe tener por acreditado con la pericia contable- y excede cualquier limite razonable de imposición configurándose así un supuesto de confiscatoriedad”. En el artículo 5° de la ley se ha determinado la derogación del artículo 78 del decreto 2.284 del 31 de octubre de 1991 y sus modificaciones. Dado que éste establecía la exención del impuesto a los resultados provenientes de operaciones de compraventa, cambio, permuta o disposición que fueran obtenidos por personas físicas, jurídicas y sucesiones indivisas beneficiarios del exterior; parece lógica y coherente su determinación atento a los fines que persigue la reforma. Por último cabria considerar el aspecto temporal de la reforma, atentos a que conforme el artículo 6° las disposiciones de la ley entrarán en vigencia a partir de su publicación en el Boletín Oficial y serán de aplicación a los hechos imponibles que se perfecciones a partir de la citada vigencia. Aquí se omite considerar que el impuesto a las ganancias es un impuesto de ejercicio con lo habrá de interpretarse que el legislador se refiere a las enajenaciones que se concreten a partir de la vigencia de la ley, situación que fuera contemplada en forma similar por el Procurador del Tesoro de la Nación al analizar la modificación dispuesta por la ley 25.414 y el decreto 493/01 conforme los dictámenes 20, 132 y 224 del año 2005. V. Conclusión. Cabe preguntarse cuál puede ser la efectividad de un cuerpo normativo cuando sufre la cantidad desmesurada de modificaciones que afectan a la ley de impuesto a las ganancias, así como en atención a la desarmonía que se va produciendo en estas reformas parciales, que tan resguardada queda la seguridad jurídica que se requiere para la proyección económica de un país. Por lo pronto la reforma que hemos repasado, no viene a solucionar el desequilibrio impositivo que produce la inflación creciente en el país ni a establecer mecanismos que permitan acompañar la misma, permaneciendo entonces en manos del poder ejecutivo y legislativo el control manual de estos desbarajustes, siendo entonces la presente sólo un medio más por el cual el estado intentará compensar el esfuerzo fiscal que le ha representado la actualización de los mínimos no imponibles a través del decreto 1243/2013, no sin antes dejar abierta la puerta la posibilidad de repetidas presentaciones judiciales solicitando la declaración de inconstitucionalidad de la modificación del artículo 90 de la ley de impuesto a las ganancias, por violarse el principio de no confiscatoriedad.